Вы находитесь на странице: 1из 5

El nacimiento de la Unión Soviética

En 1921, la guerra civil termino con el triunfo del Ejército Rojo. Los bolcheviques
reprimieron la oposición y crearon el Partido Comunista, el único partido legal
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), como paso a llamarse Rusia
desde 1922.

La situación económica y social era desesperante, Lenin impulso la Nueva Política


Económica que combino elementos socialistas y capitalistas. El Estado tomo el
control de las grandes industrias (bancos, comercio exterior y transportes), se
promovió la iniciativa privada como el comercio exterior, la pequeña industria y las
pequeñas y medianas exportaciones rurales.

La economía soviética pudo recuperarse y volver a los niveles que tenía en 1914.

Stalin y los planes quinquenales

Tras la muerte de Lenin, en 1924, se inicio una lucha por la sucesión entre Trotski
y Stalin. Este afirmaba consolidar la revolución en la Unión Soviética (socialismo
en un solo país). Trotski sostenía exportarla al resto de Europa. Stalin, desde
1922, secretario general del Partido Comunista construyo alianzas, acrecentó su
poder personal y expulso del partido a Trotski, que se refugia en México.

Hacia 1928, Stalin implementa una política de planificación que se tradujo en


varios planes quinquenales. El objetivo central era la industrialización acelerada.
Para ello había que traspasar mano de obra del campo a las ciudades, era
necesario crear granjas colectivas y mecanizar la producción agrícola para liberal
mano de obra campesina. Las resistencias fueron ahogadas a punta de fusil.

Hacia 1933 –año de finalización del primer plan quinquenal- se había logrado un
gran desarrollo de la industria pesada y una disminución de la desocupación. El
estilo político de Stalin se caracterizo por un autoritarismo cuyas armas fueron el
asesinato, la cárcel o la expulsión del partido de cualquiera que fuera considera
opositor. Los cambios económicos provocaron la disgregación de la sociedad rural
y un crecimiento de la población urbana.

La crisis económica de 1929

En 1929 se produjo una gran crisis en el sistema capitalista mundial. La crisis del
1929 fue una de las dificultades más serias que tuvo que afrontar la economía
mundial en el siglo XX.

La superproducción se trato de una crisis provocada por un exceso de producción,


este exceso de producción se remontaban a los tiempos de la Primera Guerra
Mundial ya que los países de importancia económica como los Estados Unidos y
el Japón incrementaron sus producciones, los países en vía de desarrollo, que
recibían los artículos manufacturados de Europa, ante la imposibilidad de contar
con ellos comenzaron a desarrollar industrias nativas. Después de la guerra no
ceso el incremento de la producción de estos países, y se agrego la recuperación
industrial de los países beligerantes europeos.

La sociedad corporativa

El corporativismo un sistema de representación de intereses por medio de grupos


organizados sociales o profesionales, reconocidos y reglamentados por el estado.

El racismo concebía un ideal corporativo de la sociedad. El campo de


manifestación de los seres humanos dependía de la corporación, del lugar que
ocupara dentro del aparato corporativo.
En la sociedad corporativa, la Asamblea o Consejo representa a las diferentes
corporaciones en que está dividida la sociedad, que no pueden expresar idea
política alguna diferente del racismo.

La inserción social

Los sistemas autoritarios recibieron diversos apoyos sociales. Entre los más
importantes se encontraron integrantes de los sectores sociales medios, de la
pequeña burguesía, que era nacionalista e identificaba a la nación con su propia
clase social (artesanos, comerciantes, pequeños propietarios, oficinistas), que se
sentían amenazados por los cambios económicos y sociales.

En estos sectores de la clase media existía una tendencia al autoritarismo y


aceptaban que se ejerciera ese poder sobre ellos.

El racismo también conto con el apoyo combatiente de la Primer Guerra Mundial


de oficiales habituados al uso de la violencia.

Sectores de las clases altas (grandes industrias, terratenientes o banqueros)


apoyaron el fascismo en cuanto significara una defensa de sus intereses
económicos y una protección contra la amenaza del comunismo.

En los sectores obreros la ideología fascista tuvo menos éxito. Los partidarios del
socialismo debieron exiliarse. El fascismo logro la neutralización de la clase
obrera, represión física y desarticulación de sus organizaciones.

La crisis de la democracia liberal

Durante los años que siguieron a la Primera Guerra Mundial la democracia liberal
entro en crisis y se afianzo la corriente política autoritaria. La crisis derivo en
cambios radicales del régimen político por ejemplo en Alemania.

Italia

Los orígenes del fascismo

Existía entre los italianos el sentimiento de una Italia tratada como vencida a pesar
de ser uno de los países vencedores “victoria mutilada”.

Surge el régimen fascista italiano con Benito Mussolini. Había militado en las filas
del Partido Socialista Italiano, de donde fue expulsado den 1915. En 1919 fundo
los Fasci di Combattimento, movimiento fascista al que Mussolini entendía como
un “antipartido” y aunque al principio sus integrantes -los fascistas- eran poco
numerosos, se hacían notar en las calles a causa de sus acciones violentas.

Las altas tasas de inflación y desocupación de la posguerra provocaron una ola de


huelgas, tomas de fábricas y protestas callejeras lideradas por los sindicatos y
partidos de izquierda y protagonizadas por más de dos millones de trabajadores
que chocaron con los camisas negras, como también se llamaba a los fascistas.
Los trabajadores lograron una cierta mejora en sus condiciones salariales. En
cambio la clase media se empobrecía cada vez más, aumentaba su temor a
descender de su posición social. Este miedo de los sectores medios rurales y
turbados fue aprovechado por Mussolini.

En las elecciones generales de 1921, los fascistas lograron que fueran elegidos
solo algunos diputados. A mediados de 1922 los fascistas lanzaron ataques contra
el gobierno, que oscilaba entre reprimirlos y negociar con ellos, y en octubre
Mussolini organizo una gran movilización de partidarios hacia la capital del país,
-conocida como la “Marcha sobre Roma”-. Tras el éxito de esta prueba de fuerza,
el gobierno opto por negociar con Mussolini, que fue nombrado primer ministro por
el rey Víctor Manuel III y encargado de formar un nuevo gobierno.

La sociedad y el Estado fascista

Apenas llegado al poder, Mussolini obtuvo del Parlamento plenos poderes que
utilizo para neutralizar a los opositores y colocar gente de su confianza en puestos
decisivos. En los años siguientes el gobierno sanciono leyes: suprimió la libertad
de prensa, prohibió los partidos políticos (excepto el fascista) y cambio las leyes
electorales en su beneficio. La policía podía imponer restricciones a la libertad de
movimiento de cualquier sospechoso de antifascismo, confinamiento en Islas o
pueblos remotos. En 1922 y 1925 el régimen evoluciono hacia una dictadura, ya
que desapareció toda fachada de gobierno representativo. El Parlamento se
suprimió y fue reemplazado por el Gran Conseja Fascista, órgano consultivo sin
poder real.

El fascismo perseguía un ideal de un Estado corporativo, constituir


organizaciones corporativas por rama de actividad.

Las corporaciones estarían integradas por patrones y trabajadores, elegidos por el


Estado.

La disidencia política y el conflicto social eran considerados enfermedades.


Socialistas y comunistas eran vistos como traidores, apostaban por la solidaridad
entre los trabajadores de todo el mundo en lugar de hacerlo por la unidad de todas
las clases dentro de una misma nación.

La originalidad del fascismo fue su capacidad para construir nuevos liderazgos y


movilizar a las masas en pos de los intereses de la nación. El manejo de los
símbolos patrióticos tenía como objetivo consolidar la unión entre la nación y las
masas, mediando solo por el caudillo.

Mussolini, considerado el hombre que había logrado el orden en Italia luego de las
convulsiones de los principios de los años veinte. Su liderazgo se baso en el
contacto directo con la gente y en la propaganda del régimen que se hacia a
través de los libros escolares. La adhesión de la gente se reforzó con la política de
represión a la disidencia política, sindical e intelectual.

Alemania

El ascenso del nazismo

Concluida la Primera Guerra Mundial, Alemania sumaba a la ruina económica, la


humillación por la derrota.

Adolf Hitler había participado como soldado en la Primer Guerra Mundial, carecía
de profesión o empleo. Sus dotes de orador lo convirtieron en líder del Partido
Obrero Alemán –que en 1920 se convirtió en el Partido Nacionalista Obrero
Alemán (NSDAP)-.

En sus orígenes fue un partido muy pequeño, pero durante la década de 1920
logro captar adherentes entre la amplia gama de ex oficiales y soldados,
desocupados y sectores medios rurales y urbanos que se sentían amenazados
por el doble peligro de la revolución proletaria y del descenso social. El partido
carecía de un programa concreto, mas allá de una serie de slogans sobre la
potencia de Alemania, la supremacía de la raza aria y antisemitismo, Culpaban a
los judíos por la crisis que atravesaba el país, acusándolos de ser comunistas que
revolucionaban la paz social impulsando las luchas obreras, y de ser capitalistas
explotadores que se enriquecían con la especulación y el trabajo ajeno.
En 1923 Hitler ya al frente del partido nacionalista, protagonizó un fallido golpe de
estado por el que fue encarcelado, año después fue indultado. Escribió en prisión
“Mi lucha”, una obra de propaganda nazi. Atacaba el régimen parlamentario, las
instituciones democráticas y los partidos políticos, pues para los nacionalistas, la
existencia de opiniones distintas o de intereses diversos era algo perjudicial que
debía ser combatido con violencia. Su ideal era una comunidad racial e
ideológicamente homogénea, sometida a los poderes ilimitados de un único
representante del pueblo, el Fühuer (“conductor o guía”).

Fracasada la táctica golpista para hacerse con el poder, Hitler opto por otra
supuestamente legal, aunque en realidad combino dos modalidades. La lucha
callejera contra las fuerzas de izquierda, en la que las SA (Sección de Asalto)-
organización para militar encargada de reclutar activistas- jugaron un papel
fundamental y el constante aumento de sus representantes en el Reuchstag
(Parlamento alemán). A pesar de que los nazis descreían de la acción
parlamentaria por considerarla ineficaz, veían en ella un instrumento útil para la
toma de poder.

La crisis económica mundial de 1930 tuvo efectos desastrosos en Alemania,


donde el nivel de desempleo crecía hasta alcanzar la cifra de más de seis millones
de alemanes: proceso de hiperinflación.

El NSDAP aprovecho este descontento para expandir su discurso por todo el país.
Luego de haber logrado un masivo apoyo popular, los siguientes pasos de Hitler
estuvieron dirigidos a ganarse la confianza de la poderosa burguesía industrial
alemana.

En 1932 electores votaron al NSDAP. El 37,4 % del total electorado contaba con
suficiente apoyo parlamentario para poder formar gobierno. En enero de 1933,
Hitler fue nombrado canciller (nombre que recibe en Alemania el primer ministro),
iniciando así el proceso de control de la totalidad del poder, que lograría poco
después.

El Estado nacionalista

Las primeras medidas del gobierno se dirigieron a liquidar la oposición y a


desarmar las instituciones republicanas. El incendio del edificio del Reichstag
sirvió como excusa para disolver el parlamento, para la censura a la prensa, la
clausura de los periódicos opositores, la prohibición y la disolución de los
sindicatos y partidos y el régimen de partido de partido único, detenciones masivas
contra comunistas , socialdemócratas y se crearon los primeros campos de
concentración.

En 1934 Hitler, en la llamada “noche de los cuchillos largos”, jefes de las SA –que
intentaban mantener su autonomía- fueron asesinados por las SS –un cuerpo de
policía ideológica y de control social, los instrumentos de represión del régimen
nazi- y la Gestapo –policía política-. Tras la muerte del presidente Hindenburg,
Hitler reunió en su persona los cargos de presidente y canciller, se adjudicó el
título de Fûher y anuncio el comienzo del Tercer Reich. El régimen nazi disolvió la
seguridad jurídica y las personas perdieron sus derechos a la vida, a la libertad y a
la igualdad ante la ley.

Hacia 1939 el nacionalismo había logrado un apoyo masivo, gracias a la


recuperación económica y a un eficiente aparato de propaganda y a la persona de
Hitler. El Ministerio de Propaganda bajo la orden de Joseph Goebbels empleo
métodos novedosos como la radio y el cine para difundir una Alemania poderosa y
unida.
El Fûher era considerado como la encarnación única y excluyente de la voluntad
del conjunto de la nación, y sus poderes eran totales e ilimitados.

Con respecto a la política exterior de Hitler, su principal objetivo apuntaba a


transformar Alemania en una gran potencia mundial y expandirse hacia los países
vecinos. La invasión alemana a Polonia en 1939 demostró que Hitler no se iba a
detener hasta lograr el dominio sobre Europa Occidental.

La política de terror y exterminio

El régimen nazi aplico el terror no solo para atemorizar o incluso exterminar a los
opositores, sino también para dominar a una masa de personas sumisas y
obedientes. Consideraba que la guerra era un elemento esencial para implantar el
control total.

La política racista del nazismo hostigo a judíos, pero también a gitanos, polcaos y,
en general, a miembros de otras etnias a las que consideraba “inferiores”. En
1935, Hitler dicto las Leyes de Nuremberg, que privaban a la población judía de su
ciudadanía y de sus derechos civiles, limitados sus derechos a estudiar, a ejercer
sus profesiones, y hasta se les prohibió casarse con alemanes “arios”.

En noviembre de 1938 todos los judíos fueron obligados a llevar como


identificación un brazalete blanco con la estrella de David, y se concentro la
población judía de Europa del este en grandes barrios reservados solo a ellos
(ghettos), donde vivían en total hacinamiento.

Esta política antisemita alcanzo su punto máximo a partir de 1941-1942 cuando


Hitler decidió el aniquilamiento sistemático de la población judía, en lo que se
llamo la “solución final”. La población judía fue trasladada primero a campos de
trabajo y, finalmente, desde 1941, a campos de exterminio. Fue en los territorios
del este, sobre todo en Polonia, donde se probaron por primera vez los métodos
de aniquilación. Se trato de un exterminio impersonal, sistematico y masivo de
hombres, mujeres y niños judíos, absolutamente privados de sus derechos, que se
extendió hasta la caída del régimen nazi, en 1945. Se calcula que murieron unos 6
millones de judíos.

CAUSAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL: Disconformidad con el Tratado


de Versalles

Italia, Alemania, Japón y la Unión soviética no estaban conformes con las


condiciones de los tratados de paz. Alemania se considero humillada ante las
duras condiciones que se le establecieron en el Tratado de Versalles. Italia, que
había participado en el bando de los aliados, no obtuvo todos los territorios que
pretendía, en los italianos generó un sentimiento de una Italia vencida, “vitoria
mutilada”.

Estos países comenzaron a violar el Tratado de Versalles cuando se expandieron.

Вам также может понравиться