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DE JOHN V. MURRA
En este documento exponemos los resultados de una investigación sobre uno de los
trabajos más importantes del renombrado antropólogo estadounidense John V. Murra
titulado El control vertical de un máximo de pisos ecológicos. Este antropólogo
consideraba que este trabajo sintetizaba en gran medida su interpretación sobre lo que
constituía la sociedad Inca, así como el considerado por él “el ideal del hombre andino”
y de las sociedades andinas precoloniales en general. Por nuestra parte, nosotros
exponemos en este documento lo que consideramos las debilidades e insuficiencias
teóricas y de investigación de Murra, o “lagunas”, sobre su trabajo mencionado, y
presentamos nuestra propia interpretación. Este documento es una versión de un
capítulo de mi libro inédito Economía y sociedad del imperio Inca (2017).
Résumé en Français
Dans ce document nous exposons les resultats d’une recherche sur l’un des travaux les
plus importants du célèbre anthropologue américan John V. Murra qui a pour titre Le
contrôle vertical d’un maximun d’étages écologiques. Cet anthropologue considérait
que son travail résumait en grande mesure son interprétation sur la société Inca et sur
ce qu’il considérait “l’idéal de l’homme andin” des sociétés andines precoloniales. Pour
notre part, nous exposons dans ce document ce que nous considérons les faiblesses
théoriques et de recherché de Murra ou les “lacunes” de son travail cité. Ce document
est la versión d’un chapitre de mon libre inédit Economie et société de l’empire Inca
(2017).
English abstract
The vertical control of a maximum ecological stages is the most important research on
the Inca Empire made by John V, Murra, the famous American Anthropologist. After
an extensive research in these lasts years we have found out however that his work
contains several insufficiencies that we call “lagoons”. The existence of these important
lagoons question the scientific character of Murras’s interpretation of the Inca Empire.
My document presented now is a version of a chapter of my inedited book Economy
and society of the Inca Empire (2017).
1
Murra, 1975b, Artículo El Control Vertical de un máximo de pisos ecológicos. También en la reedición
de 2002.
2
Rowe H. John, 2006. Paréntesis del autor.
3
Murra, 1975b: Prólogo de Franklin Pease.
4
Santoro, Cologero y Pärsinen, Martï, 2004: 1 (Artículo).
3
5
Murra, 1975a y b.
6
Murra, 1975a: 240.
4
7
Murra, 1975b. También en la reedición de 2002 del Control vertical....
6
8
Para convertir estas palabras quechuas al plural castellanizado se les añade una “s” al final.
7
Los archipiélagos descritos habrían existido entre los años 1460 y 1560,
período en el que las poblaciones fueron gobernadas primeramente por los
incas y conquistadas posteriormente por los europeos a partir de 1532. Murra
formuló, además, la hipótesis según la cual “estos mitmaqs no eran más que
una manifestación tardía y muy alterada de un antiguo patrón andino…”
Según Murra “el patrón andino original”, es decir su “modelo puro” de
archipiélagos campesinos aislados, habría existido en realidad mucho antes
de los incas.
Pese a que Murra señalaba explícitamente a los años 1460 a 1532 como al
periodo de la existencia de su modelo, ignora curiosamente la presencia en
ese tiempo de las familias nobles de los ayllus, así como del Estado y del
imperio. El archipiélago murriano está diseñado en realidad como si flotara
en el aire, en el vacío, sin conexión con las estructuras sociales, económicas
e institucionales vecinas, éstas, sin embargo, eran más poderosas y dinámicas
económicamente. ¿Cómo los archipiélagos podían sobrevivir en esas
condiciones, sin tener relaciones con las estructuras económicas, sociales e
institucionales más grandes que los rodeaban?
9
Wari, importante sociedad al norte de Cusco, antes de los incas, siglos VII a IX, con fuerte influencia de
Tiwanacu.
9
Otro importante vacío del archipiélago de Murra está constituido por la falta
de caracterización social, económica y conceptual de los mitmakunas,
mitmacs o mitimaes. ¿Quienes eran los mitmakunas? En todo su documento
Murra no da una definición estructural, económica y social, de estos
personajes. ¿Por qué fueron enviados a trabajar en las colonias? ¿Cómo
fueron creados y escogidos? ¿Quién era el beneficiario de su trabajo? Las
respuestas razonables a estas preguntas deberían constituir la base mínima
conceptual de la caracterización científica de los mitmakunas. Murra,
lamentablemente, se muestra silencioso por completo en este caso tan
10
Murra admite en su paréntesis del segundo caso que “no se tiene aún la
evidencia” de la existencia de estos derechos. Esto es curioso. Si un
investigador cualquiera que se precie de tal no presenta la evidencia - la
prueba- de un argumento que desea probar, éste pierde fuerza por lo que, por
consiguiente, debe ser considerado nulo y ser abandonado. En este caso,
Murra debería retirar no solo una parte de su argumentación sino toda su
teoría sobre el “archipiélago vertical”. Seguidamente, sin embargo, Murra no
presentará otro argumento serio sobre estos “derechos conservados” ni
alguna otra evidencia razonable y alternativa, o incluso parcial, sobre su
existencia para sostener su teoría central.
10
Murra, 1975 b: 71 y 79. Paréntesis de Murra.
11
Se refiere a los cronistas Cieza de León (1553) y Garcilaso de la Vega (1609).
11
Esta gran insuficiencia –o mejor “laguna” – del estudio de Murra nos obliga
entonces a profundizar el análisis comparativo del papel económico de los
mitmakunas, por un lado, y de las familias campesinas jatunrunas, por otro
lado, estos últimos trabajadores agrícolas “libres” de los ayllus. Esta
12
12
Baudin, 1964 : 98.
14
Los “regalos” que el inca hacía a los nobles consistían sobre todo en vidas
humanas, en mujeres y en hombres, en medios de producción, es decir, en
los bienes los más valorizados económicamente por la nobleza. La gente así
distribuida eran inicialmente prisioneros capturados por el ejército imperial
en las regiones conquistadas y luego entregadas como “regalos” por el inca
a la nobleza de los ayllus. El número de cautivos distribuido podía variar en
función de la importancia de los nobles y de sus contribuciones a la economía
y las expediciones militares. Los prisioneros aceptaban cultural y
13
Wachtel, 1975: 129. Traducción del francés por el autor.
15
En la zona existían muchas más familias nobles que poseían todavía cientos
e incluso miles de yanaconas y mitimaes como trabajadores agrícolas para la
producción en sus propiedades de grandes superficies. El privilegio de
poseer todavía estos bienes era debido a la alianza política y social
establecida por los linajes incas de la región, muchos de ellos familiares del
inca Huascar -ejecutado por su medio hermano Atahuallpa-, en el momento
de la conquista. Otros descendientes de los incas al contraer alianzas
matrimoniales con los españoles podían conservar por miles sus yanaconas
y mitimaes.
14
Wachtel, 1971: 121. Paréntesis de Wachtel.
16
“Que antes del inga y después de los ingas los hijos de los señores
teníamos muchos yanaconas y seruicios conforme a la calidad de
nuestras personas… Hoy día nos han confiscado todos nuestros
yanaconas y los han convertido en tributarios… Que los visitadores
nos han hecho una gran ofensa, que los yanaconas que teníamos desde
nuestros padres y ancestros, los han puesto como indios tributarios,,,
a los extranjeros que teníamos en calidad de yanaconas y servidores,
lo mismo que los españoles, no los han confiscado y puesto en calidad
de tributarios.”
15
Ayavire y Velasco, 1582: capítulos 12 y 28.
16
Murra, 1975 a: 75.
17
Otro tema planteado por Murra es el del papel de los núcleos étnicos
centrales en su calidad de “comandos políticos” de los archipiélagos. Para
este investigador, todos los habitantes de los archipiélagos, tanto de los
núcleos como de las islas, eran “campesinos de la misma etnia”, por lo que
no podrían existir relaciones asimétricas y jerárquicas entre ellos. En el
18
modelo murriano, todos eran iguales socialmente y todos tenían los mismos
derechos, pero el “mando político” de coordinación era asumido por los
núcleos centrales debido “a su población más numerosa”.
Antes del año 1460, es decir, antes del surgimiento del Estado inca imperial
existían, según Murra, archipiélagos de tipo “pre inca” y luego “inca” con
el surgimiento del Estado inca. Los primeros serían de carácter “ecológico”
y los segundos de tipo “estatal y militar”, surgidos con el Estado inca y
dotados por éste de funciones estatales y militares. En los primeros
dominaría la “reciprocidad” tanto entre los campesinos de las islas como
entre estos y los núcleos étnicos centrales. En el caso de los segundos
dominarían, diferentemente, los factores de orden militar provenientes del
Estado. En estos últimos surgirían, además, nuevos “grupos sociales”
diferentes a los campesinos, con nuevas especializaciones de trabajo tales
como los artesanos, lo que deformaría los “archipiélagos originales puros”,
anteriormente únicamente de carácter agrícola y ecológicos.
En los párrafos anteriores habíamos precisado que más importantes que estos
criterios –la “enumeración”-, lo que caracterizaba a estos campesinos era su
“naturaleza social y económica”, así como sus obligaciones en su calidad de
campesinos “dependientes”, respecto de las familias de la nobleza de los
núcleos étnicos. Los mitmakunas eran en realidad “campesinos yanaconas
dependientes” y propiedad de las familias nobles de los núcleos.
17
Ponce Sanjinés, 1995: 28; también el Memorial de Charcas. Este tema está desarrollado en mi libro
mencionado.
23
eran una creación “al final del período inca”, como lo afirma Murra, un
período según él “al borde de profundas transformaciones” y que “la
invasión europea había interrumpido y desviado”. Se trataba en realidad de
verdaderas categorías sociales que formaban parte estructural inherente de
una gran clase social subordinada de la sociedad inca: los yanaconas. Esta
enorme clase social subordinada representaba “una parte constitutiva de la
estructura social” de la sociedad inca desde mucho antes de la formación del
imperio.
luego reemplazado por éste con la mit’a, que hemos estudiado anteriormente.
La realidad es que antes de los españoles, la extracción de los excedentes de
la fuerza de trabajo campesina –en el caso de los jatunrunas- se realizaba no
por medio de tributos o impuestos –como en el feudalismo y en el
capitalismo- sino por medio del trabajo forzado en las tierras agrícolas del
Estado y del sol y en las diferentes otras mit’as –infraestructura, etc. Era en
realidad otro grupo social el que pagaba una especie de tributos periódicos
al Estado, es decir, la nobleza, la que entregaba periódicamente esta
“contribución en bienes” al Estado con el objeto de contribuir a su
funcionamiento y a su fortalecimiento. El análisis de este importante tema
económico, que hemos desarrollado anteriormente, fue ignorado totalmente
por los especialistas de la sociedad inca.
18
Ponce Sanginés, 1995: 34 y siguientes; Lechtman y Macfarlane, 2005: 7 y 8.
19
Tratado ampliamente en mi libro inédito mencionado.
27
Cuando los españoles llegaron, el Estado y el imperio, así como las familias
de la nobleza, se encontraban en proceso de transformar las fuerzas
productivas y la economía de una parte importante de la América del Sur.
Sin la invasión española, es seguro que este progreso económico habría
continuado, liderado por el imperio inca. Con este impulso, una parte
importante de América del Sur habría sido cubierta por una red inmensa de
caminos, de canales de riego, de puentes y de edificaciones, es decir, por una
inmensa red de infraestructura física. Esta, a su vez, habría impulsado la
integración física a escala del subcontinente.
La situación era diferente en los grandes imperios del sud, tales como en el
imperio tiwanacota primeramente y el inca posteriormente. El imperio de
Tiwanacu, en efecto, había descubierto hacia principios de nuestra era cómo
utilizar productivamente a los cautivos en lugar de sacrificarlos. Ya no los
mataban más a la gloria de los dioses después de las batallas sino que los
utilizaban productivamente en beneficio económico de las familias nobles.
Tiwanacu había descubierto en efecto que los cautivos podían constituir una
fuerza de trabajo productiva muy eficaz al servicio de la nobleza. Tanto los
cautivos como la nobleza resultaban beneficiados con este descubrimiento
histórico. Los incas, por su parte, continuaron con este mecanismo
económico y social basado en las fuerzas productivas humanas, y lo
extendieron a una escala más amplia. 20
Otro descubrimiento realizado por los tiwanacotas y continuado por los incas
posteriormente debe ser señalado. El descubrimiento de nuevas tecnologías
20
Tema desarrollado en mi libro inédito mencionado.
29
BIBLIOGRAFÍA *