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PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA ESCOLAR

De acuerdo con María del Rosario Ayala – Carrillo (2015), La violencia escolar es uno
de los tipos de violencia que reflejan la descomposición de la sociedad actual. No es posible
hablar de violencia escolar de forma aislada, sin establecer nexos entre lo público y privado,
entre comportamientos colectivos e individuales, aspectos familiares y comunitarios; sin aludir a
las diferencias de género e historias de vida de quienes agreden o son víctimas, y sin considerar
la cultura patriarcal y las relaciones interpersonales. Al interrelacionarse todos esos factores
hacen del tema de la violencia un problema complejo que requiere conocer diferentes factores
para poder comprenderla y atenderla. (p.493).

Hablando de la realidad que se vivencia en los contextos escolares, la violencia es un


tema de actualidad que preocupa a varias personas, no solo del contexto educativo. Sin embargo,
una manera de comprender esta realidad; se da por establecer diferencias entre las distintas
percepciones que allí interfieren para ser catalogada como violencia escolar. Tal, es el caso de
conceptos como: VIOLENCIA Y AGRESIVIDAD, de los cuales dentro de la realidad inmersa
en la que vivimos es un poco difícil comprender el concepto y la línea diferencial que se presenta
entre estos.

A continuación procederé a dar a conocer las diferencias que se presentan en cada uno de
estos conceptos:

VIOLENCIA: es una acción ejercida por una o varias personas, en donde se somete de
manera intencional al maltrato, a la presión, al sufrimiento, a la manipulación y a otras acciones
que atentan en contra de la integridad tanto física como psicológica y moral de cualquier persona
o grupo de personas. No es una manifestación natural sino intencional, la cual va dirigida y en
aumento, se abusa del poder; al mismo tiempo que se trata de un producto cognitivo y
sociocultural alimentado por los roles sociales, los valores, las ideologías, entre otros.
Se puede inferir, que es una conducta aprendida y con una gran carga de premeditación e
intencionalidad que se hace presente como lo mencione anteriormente en el contexto económico
y que afecta la integridad psico-emocional, física y de género de sus implicados.

AGRESIVIDAD: pasa a ser una conducta dirigida que busca dañar o perjudicar a otro
ser vivo. Sin embargo, para determinar este tipo de conducta es importante contemplar dos
aspectos que allí se presentan; tal es el caso del aspecto afectivo e instrumental.
- Agresividad afectiva: esta se refiere a la agresión cometida con el fin de causar un
daño.
- Agresividad instrumental: es aquella en la que la conducta agresiva supone un
medio para obtener una meta u objetivo, siendo el daño un aspecto secundario de la
finalidad.

Cuando hablamos de agresión se debe tener en cuenta que es una acción diligente
utilizada como mecanismo de defensa o escape, al mismo tiempo que busca la sobrevivencia. No
es una acción intencional. Más bien, es un instinto natural que el hombre lleva consigo desde su
nacimiento. Este instinto al ser humano le sirve para estar alerta, defenderse y adaptarse al
entorno que le rodea. Como conclusión la agresividad es una conducta bilógica, instintiva y que
está regulada en ocasiones por reacciones neuroquímicas. Así como la violencia se hace presente
en distintos contextos, en el caso de la agresividad encontramos varios tipos los cuales son:
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PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA ESCOLAR

agresividad sexual, agresividad directa e indirecta, agresividad verbal y agresividad física y


facial.

Exponiendo lo anterior y estableciendo la diferencia, entre estos dos conceptos, es


evidente la presencia de estos en el contexto escolar, siendo la violencia escolar el resultado de la
fusión entre estos dos, pues en cada una de las situaciones que se presentan en este espacio, un
aspecto lleva al otro. Pues, si bien es cierto; la violencia es un acto premeditado que busca dañar
la integridad física y emocional de una persona; la agresividad lo es aún más, esta acción se
ejecuta de manera intencionada y consciente cuya finalidad es hacer daño. Es importante acotar
que el contexto sociocultural de todo ser humano, en este caso el de las niñas y los niños, influye
en las distintas acciones implicadas y presentes en el marco de la violencia escolar.

Dando respuesta a lo anterior, me permito citar las siguientes palabras “La violencia
escolar es un reflejo de la descomposición de la sociedad, en el marco de un Estado de derecho
débil, una estructura socioeconómica incapaz de satisfacer las necesidades básicas de la
población y una ruptura del tejido social que desencadena la lucha por espacios alternos de
sobrevivencia y reorganización sociopolítica. (Tello, 2005).

Siendo la violencia la transformación de la agresividad para hacer daño a otro ser


humano, se considera que este actuar solo está presente en los seres vivos principalmente en el
hombre. Tratándose, de que la violencia es una producción humana; se puede pretender un
mundo sin violencia aplicando acciones que permitan esta transformación en distintos entornos.

Como conclusión; es importante tener en cuenta que cuando se muestren conductas


agresivas y violentas en entornos como el escolar, se debe dar un vistazo a los distintos espacios
que den muestra de violencia familiar, social y personal; pues en estos espacios la violencia y la
agresividad son acciones recurrentes. Al ser estos, los lugares donde se aprenden las conductas
de convivencia y se aprende a tolerar y a ejercer la violencia. De ahí que para comprender la
violencia escolar es preciso conocer el contexto en donde se desarrollan las personas, si han
vivido otros tipos de violencia en su entorno familiar o en su comunidad y si hay arraigo de
estereotipos de género, entre otros factores. A través de la violencia y la agresividad, la
violencia escolar es un reflejo de la que se vive en otros espacios cercanos, por ello es necesario
trabajar de manera conjunta, es decir; desde el ámbito profesional, familiar, personal, social y
cultural, para crear entornos familiares más sanos. Además, se requiere un gobierno o estado más
fuerte, en donde las normas sean puestas en práctica, las leyes sean respetadas y las medidas más
efectivas. Es muy importante considerar las condiciones de género, ya que las desigualdades y
prácticas culturales han reproducido situaciones de violencia tanto para mujeres como para
hombres y en el contexto escolar tanto para las niñas como para los niños. No obstante,
considero oportuno impartir una cátedra relacionada con gestores de paz que no solamente sea
para la comunidad educativa sino para las familias, que permita que esta sea replicada en otros
espacios.
BIBLIOGRAFIA

Ayala-Carrillo, María del Rosario, VIOLENCIA ESCOLAR: UN PROBLEMA COMPLEJO. Ra


Ximhai [en linea] 2015, 11 (Julio-Diciembre) : [Fecha de consulta: 15 de octubre de 2018]
Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=46142596036> ISSN 1665-0441

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