Rosario-Argentina • Es la banda narco más violenta y una de las más poderosas de la Argentina • Se originó en Rosario, una ciudad de 1,2 millones de habitantes que es la segunda más grande del país. • En los últimos 10 años el narcotráfico y el crimen organizado crecieron en Rosario a partir de la instalación de laboratorios clandestinos de cocaína, y por el contrabando de estupefacientes hacia Europa y África, a través de los 32 puertos privados que están asentados en el polo agroindustrial más grande del mundo. Por allí se exporta el 90 por ciento de la producción agropecuaria del país, fundamentalmente soja.
• Los puertos están ubicados sobre
la hidrovía Paraná-Paraguay, que tiene una extensión de 3800 kilómetros de ruta fluvial que une Bolivia, Brasil, Paraguay y Argentina con el Atlántico. • En Rosario confluyen dos rutas claves del narcotráfico. La ruta nacional 34, que nace en Salvador Mazza, Salta, en la frontera entre Bolivia y Argentina, y la ruta nacional 11, que conecta con Paraguay y el nordeste argentino. Bolivia es el tercer productor mundial de cocaína y Paraguay el principal productor de marihuana. • Por estas condiciones geográficas, Rosario se transformó en un nodo logístico del narcotráfico trasnacional. • A la par surgieron bandas locales dedicadas al tráfico doméstico que sacaron grandes beneficios por esa posición geográfica, alejada 300 kilómetros de Buenos Aires, donde existen mayores controles de las fuerzas de seguridad y el poder político. • Los Monos es un clan familiar liderado por Los Cantero que surgió a fines de los años 90 en un barrio periférico de Rosario, que armó la dictadura militar para recluir detrás de paredones inmensos a los pobres de la ciudad que no querían que vieran los asistentes al mundial de fútbol de 1978. • Los Monos se fueron haciendo fuertes por un uso extremo de la violencia, con una red de sicarios que matan a cualquier competidor que pretende entrar en ese mercado ilegal. • Montaron un plan de negocios eficiente, que los convirtió en pocos años en millonarios. Crearon una red de búnkeres (edificaciones blindadas para la venta de drogas) donde venden una cocaína barata, adaptada al mercado popular, que irradió en las clases más bajas. Tejieron alianzas para llevar adelante esa penetración con las barras de fútbol, como las de Rosario Central y Newell’s. • Ese modelo de negocios que montaron a través de los búnkeres iba a contramano de la venta tradicional de estupefacientes. Los búnkeres eran blindados para resistir los ataques de grupos rivales pero estaban situados en lugares fijos, a la vista de todos, incluso, de la propia policía. • Esa manera de vender droga dejaba al descubierto las complicidades que esta organización había tejido con el Estado, fundamentalmente con la policía. Un sector corrupto de la fuerza era vital para la logística de esta banda. Los Monos no podrían haber crecido como lo hicieron sin el aparato de la Policía funcionando a su favor. • Este esquema de relaciones con la policía y el gobierno le garantizaba actuar con plena impunidad. Hasta ahora Los Monos nunca fueron juzgados por narcotráfico. Fueron condenados en abril pasado por asociación ilícita y asesinatos. Ariel Máximo Cantero, alias Guille, fue sentenciado a 22 años, y su hermanastro Ramón Machuca, Alias Monchi, a 31 años de cárcel. • Ante este nivel de impunidad decidimos realizar una investigación periodística que relatara la historia, el funcionamiento y la red de complicidades que logró establecer este grupo narcocriminal ejerciendo altos niveles de violencia al servicio del negocio narco. • El desafío del trabajo periodístico fue extremo y arriesgado. Nos pusimos a contar una historia en tiempo presente. La banda estaba activa y los hechos transcurrían mientras investigábamos. Dejamos al descubierto a este grupo criminal en la cresta del poder. • Otro desafío fue cómo contar esta historia. Queríamos contar esta trama de manera ágil y con precisión y profundidad. Un punto clave fue utilizar las escuchas telefónicas de las causas judiciales y hacer un proceso de chequeo con personas que habían estado o participado de los hechos para darle contexto. Teníamos una especie de diamante en bruto desde la mirada periodística que era la voz de los protagonistas para relatar los hechos, lo que le daba una mayor intensidad al relato. • El trabajo no sólo fue complicado por el peligro que representaba profundizar sobre una organización criminal en pleno funcionamiento sino también porque las fuentes periodísticas aparecían contaminadas por el nivel de complicidad con este cartel. Esto nos forzó a redoblar el trabajo de investigación. • El otro desafío fue tratar de romper el miedo que tenían muchas fuentes para hablar del tema, sobre todo aquellas personas que habían pertenecido a la banda o vivían en la zona de influencia de Los Monos. • Realizamos más de 200 entrevistas y revisamos decenas de expedientes judiciales para poder contar una historia integral y profunda, que habíamos empezado a revelar de manera fragmentada en los diarios. • El libro salió publicado por editorial Sudamericana el 1° de agosto de 2017, dos meses antes de que comenzara un juicio contra 32 líderes de la banda por asociación ilícita y cinco asesinatos. 13 de ellos eran policías. • En ese momento el riesgo se potenció. El libro estuvo al tope del ranking de los más vendidos durante varios meses. Se hicieron seis ediciones. Esto generó mucha bronca entre los miembros de la banda. Volvieron las amenazas y aumentó el peligro sobre nuestras vidas, a tal punto que vivimos momentos impensados. • El libro se presentó en varias ciudades del país, pero no pudimos hacerlo en Rosario. En octubre miembros de la banda irrumpieron en la presentación del libro en la sede de la Universidad para amenazarnos cara a cara y frente a unas 200 personas del público, que se quedó impávido ante esta situación. • Desde ese momento vivo con una fuerte custodia permanente y mi trabajo se vio resentido por estos riesgos ni que hablar mi familia. Nos tuvimos que cambiar de ciudad en dos oportunidades. Pero a pesar de estas contraindicaciones que ya son naturales en este oficio, el trabajo de investigación rindió sus frutos al dejar al descubierto el poder del narcotráfico, que se hace sólido a partir de las complicidades y la acumulación de dinero que sólo pueden sostenerse con niveles extremos de violencia, que enfrentan muchas ciudades de América latina, perforadas por organizaciones criminales de este tipo. • Nuestro rol debe ser develar esos nuevos esquemas y mecanismos de poder en los que cada vez más se entrecruzan las bandas criminales, la política y el poder económico, que da cobijo a fondos oscuros para lavar el dinero. • A partir de nuestra investigación surgieron conexiones con eslabones que están sospechados de lavar el dinero de Los Monos, como el sindicalista Marcelo Balcedo. • La relación entre la banda narco con este gremialista del sector de la educación la publicamos en octubre de 2015. Balcedo fue detenido en enero pasado en una mansión en Uruguay llamada Gran Chaparral, donde tenía una flota de autos de alta gama y 11 millones de dólares