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Este volumen, de 504 páginas, tapa flexible, un formato manejable (15 por 23
centímetros), una tirada inicial de 10.000 ejemplares y un precio asequible (24,90
euros) está "pensado para los escritores digitales", ha subrayado García de la
Concha, coordinador de la obra. Sin embargo, por ahora, el libro no tiene una
versión en la Red, "aunque estará", apuntó Ana Rosa Semprún, directora de Espasa,
la editorial que, como en obras anteriores de la RAE, se ha hecho cargo de la
publicación. Tampoco hay un acuerdo para que se distribuya en colegios,
universidades o la Administración. "Hablaremos con las comunidades autónomas",
apuntó García de la Concha.
En cualquier caso, sea usted nativo digital o no, "hay un plano coloquial de
comunicación, las redes, los guasap o correos", que tienen sus normas y uno más
académico y profesional. Por ejemplo, "en Whatsapp se considera excepcionalmente
admisible, aunque no se recomienda, prescindir de los signos de apertura, siempre
que quede claro dónde comienza la interrogación o exclamación". O las
abreviaciones, como tqm (te quiero mucho). "Muchas son de conocimiento general y
su uso no representa un problema", pero no deben extenderse "en ningún caso a
registros más formales". También "es aconsejable" poner un asterisco a continuación
de una palabra mal escrita, para rectificar: "¿Bamos a comer?" *vamos". Y si tiene
mucha hambre y ha escrito ¡¡¡Vamos!!!, sepa que los signos de puntuación se
pueden repetir para dar mayor expresividad, pero se sugiere que sean los mismos al
principio y al final y que no superen los tres. También hay menciones a los
emoticonos, los memes, los hipervínculos. "La combinación de texto e imagen en
pantallas está cambiando las reglas".
Como puede verse, es un Libro de estilo "tiene poco que ver" con los que de título
idéntico han publicado medios de comunicación, como EL PAÍS. "Son obras de uso
interno, para lograr una personalidad, fijar principios éticos y normas de redacción",
agregó García de la Concha. Mientras que en este caso se trata de resolver "las
dudas por los continuos cambios de una lengua tan viva como el español", que
hablan unos 570 millones de personas en el mundo. El que fue director de la RAE
entre 1998 y 2010 apuntó que la edición en Internet del Diccionario de esta
institución "recibe unos 65 millones de consultas mensuales".
La idea de este manual viene de lejos. Nació con este siglo. En 2001, en el II
Congreso Internacional de la Lengua Española, en Salamanca, lanzó la idea el
académico Francisco Rico. "Pero antes ha habido que cerrar grandes códigos como
la gramática, que llevó 11 años, el Panhispánico de dudas, la ortografía y la
fonética", recordó.
Así, quizás el último legado de Villanueva sea este Libro de estilo, que incluye
como novedad un apartado sobre ortotipografía, "los usos por los que se rige la
escritura de signos tipográficos, la no manual. "¿Las citas literales tienen que ir en
cursiva... en un párrafo aparte?", puso como ejemplo García de la Concha, quien
tuvo su pulla, que no puya, para los medios de comunicación al mencionar el
apartado del libro Pronunciación y elocución. "En muchos presentadores en
televisión hay falta de orden en la entonación, parten las frases y separan sujetos de
predicados, sustantivos de sus adjetivos.