Un biodigestor es un sistema natural que aprovecha la digestión
anaerobia (en ausencia de oxígeno) de las bacterias que ya habitan en el estiércol, para transformar éste en biogás y fertilizante. El biogás puede ser empleado como combustible en las cocinas e iluminación, y en grandes instalaciones se puede utilizar para alimentar un generador que produzca electricidad. El fertilizante, llamado biol, inicialmente se ha considerado un producto secundario, pero actualmente se está considerando de la misma importancia, o mayor, que el biogás, ya que provee a las familias campesinas de un fertilizante natural que mejora mucho el rendimiento de las cosechas. Los biodigestores familiares de bajo costo han sido desarrollados y están ampliamente implantados en países del sureste asiático, pero en Sudamérica, solo países como Argentina, Cuba, Colombia y Brasil tienen desarrollada esta tecnología. Estos modelos de biodigestores familiares, construidos a partir de mangas de polietileno tubular, se caracterizan por su bajo costo, fácil instalación y mantenimiento, así como por requerir sólo de materiales locales para su construcción. Por ello se consideran una ‘tecnología apropiada’. La falta de leña para cocinar en diferentes regiones de Bolivia hace a estos sistemas interesantes para su difusión y divulgación a gran escala. Las familias dedicadas a la agricultura suelen ser propietarias de pequeñas cantidades de ganado (dos o tres vacas, por ejemplo) y pueden, por tanto, aprovechar el estiércol para producir su propio combustible y un fertilizante natural mejorado. Se debe considerar que el estiércol acumulado cerca de las viviendas supone un foco de infección, olores y moscas que desaparecerán al ser introducido el estiércol diariamente en el biodigestor familiar. También es importante recordar la cantidad de enfermedades respiratorias que sufren, principalmente las mujeres, por la inhalación de humo al cocinar en espacios cerrados con leña o excremento seco. La combustión del biogás no produce humos visibles y su carga en ceniza es infinitamente menor que el humo proveniente de la quema de madera. Funcionamiento de los generadores eléctricos de biomasa Los generadores eléctricos de biomasa pueden funcionar de manera distinta dependiendo del proceso utilizado para la obtención de energía eléctrica de la biomasa. Podemos distinguir dos tipos: Gasificación – Se basa en generar biogás que alimentará a uno o varios motores que accionan los correspondientes generadores obteniendo así energía eléctrica. Además, este proceso puede ser más eficiente si se cede el calor sobrante. Combustión – En este caso, los compuestos de biomasa se queman para calentar el agua generando vapor a alta presión, que posteriormente vuelve a ser condensado y que se encarga de mover una turbina. Dicha turbina, a su vez, mueve el generador que será el que producirá la energía eléctrica.
El uso de la biomasa cubre un amplio espectro que va desde la
generación de energía mediante combustión directa, hasta servir de alimento a animales y seres humanos, pasando por servir de abono y tratamiento de suelos o permitir su transformación y generar combustibles sólidos, líquidos y gaseosos. Una de las ventajas de la biomasa como combustible, es que a menudo se trata de un sub-producto, o un residuo o residuos de subproductos de otros procesos, como la agricultura o la ganadería, con lo que se ayuda a resolver el cada vez más acuciante problema de qué hacer con las toneladas y toneladas de residuos generados. IMPACTO AMBIENTAL DE LA BIOMASA
Debido a que su combustión genera CO2 que forma parte del
ciclo natural y es luego re-absorbido por los cultivos. Sin embargo, existe una preocupación creciente respecto al impacto ambiental de la biomasa y es el siguiente:
En algunos países, la producción de energía a partir de biomasa
se ha extendido de forma extraordinaria. No así la cantidad de recursos disponibles para la producción de energía. Es por ello que algunos agricultores han visto como una actividad rentable el cultivo de especies de plantas que puedan se utilizadas como combustible. De esta manera se disminuye la producción de productos alimenticios, para abastecer a la industria de la biomasa.
Entonces podemos decir las ventajas y desventajas de la energía
biomasa son el ser una energía renovable y servir de reemplazo a los combustibles fósiles. Sin embargo, su capacidad de abastecer la demanda energética es limitada y por ello corre el riesgo de convertirse en una actividad que afecte al ambiente en caso su capacidad se vea rebasada por la demanda energética.