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No. La violencia contra las mujeres es una de las formas de la violencia de género.
¿Por qué ahora existen tantos casos de violencia?
La violencia contra las mujeres SIEMPRE ha existido, pero estaba invisibilizada como algo normal en la sociedad. Solo a
partir de la lucha feminista es que en los últimos años se ha comenzado a hacer visible y a tener información real sobre la
enorme magnitud del problema.
¿Se justifica en algún caso la violencia contra las mujeres?
NUNCA se justifica ninguna forma de violencia contra las mujeres.
La violencia en este caso funciona como un mecanismo de control social sobre la mujer y sirve para reproducir y mantener
la posición de dominación masculina. Esta conducta se aprende y se transmite de generación en generación. Y es una
característica del patriarcado.
¿Qué es la violencia intrafamiliar?
La violencia intrafamiliar es aquella que sucede entre miembros de una familia. La violencia intrafamiliar es violencia de
género cuando la ejerce cualquier miembro masculino de una familia sobre una mujer de la misma, lo que sucede en el 90%
de los casos.
Por ejemplo, cuando un padre, hermano, tío, abuelo... maltratan de cualquier forma a las mujeres que hay en la familia, por
el hecho de ser mujeres.
¿Los hombres que maltratan están enfermos?
No. Si un hombre que maltrata fuese un loco o estuviera enfermo ejercería su violencia de forma indiscriminada sobre
cualquier persona y no únicamente sobre la mujer.
¿Por qué una mujer maltratada sigue con el maltratador?
Las mujeres que viven violencia se encuentran en una situación de mucha vulnerabilidad. El estado confuso y de
incertidumbre a los que le somete el agresor fractura sus defensas sumergiéndolas en un estado de indefensión. Muchas
mujeres no tienen dónde ir, ni creen tener salida. Salir de la violencia es muy difícil, pero no imposible.
¿Qué es el abuso sexual?
El abuso sexual es cualquier contacto sexual no pedido por la otra persona. Es el uso de la fuerza o la presión física o
emocional para lograr que alguien tenga sexo.
El abuso sexual no se trata de querer tener sexo, se trata del abuso de poder y la humillación.
El abuso sexual puede pasarle a cualquiera, sin importar la edad, el sexo, la orientación sexual. Aunque la mayoría de
víctimas de abuso sexual son niñas o mujeres, también los niños y hombres pueden ser víctimas.
Lamentablemente, es muy frecuente que el abuso sexual suceda al interior de las familias, a cargo de papás, tíos o hermanos
mayores y también profesores.
¿Es verdad que las mujeres dicen NO, pero quieren decir Sí?
Actualmente muchos hombres siguen creyendo que las mujeres no tienen la capacidad suficiente para expresar sus deseos
sexuales. Ante esta incapacidad que algunos hombres nos atribuyen creen que nos tienen que forzar y obligar para lograr lo
que ambos, en teoría, deseamos. Que quede claro: cuando una mujer dice NO, no quiere.
¿Las mujeres maltratadas se lo merecen?
Ninguna mujer merece sufrir violencia de ningún tipo, igual que cualquier otra persona. La culpa de la violencia solamente
la tiene el agresor. Sin excusas.
¿La violencia es cosa de pareja y no hay que meterse?
Este argumento es al que apela un hombre violento para imponer su autoridad, su poder y mantener el control. La violencia
es un problema de todos y no solo un problema de puertas para adentro. Los hombres violentos deben saber que la sociedad
rechaza y castiga su violencia.
¿Los hombres son violentos por naturaleza?
La violencia masculina no surge de los genes, sino de la perpetuación de un modelo de ser hombre, que “premia” el ser
agresivos.
¿Si le doy un cachete para corregirla es violencia?
Un cachete, un insulto o cualquier otra forma en la que se agrede a una mujer es violencia. Para “corregir” a alguien no es
necesario emplear la violencia en ningún caso.
¿Por qué los piropos son una forma de violencia?
Los piropos son expresiones o frases que se dicen para halagar a alguien, para hacerla sentir bien. Sin embargo, la inmensa
mayoría de estas frases dirigidas a las mujeres son OFENSIVAS y, por tanto, son violencia y se llama acoso verbal. Estas
frases atacan la dignidad de las mujeres y las intimidan.
Palabras como “cholo(a)” o “negro(a)” tienen una carga peyorativa histórica y han sido utilizadas a lo largo de los años de forma
negativa como una manifestación de menosprecio hacia las personas afro descendientes, las pertenecientes a los pueblos indígenas así
como aquellas a las que se les relaciona con estos grupos humanos, sea por sus características físicas o sus usos y costumbres. Este
desprecio se ha manifestado mediante la exclusión y la limitación en el ejercicio de sus derechos y la posibilidad de ejercerlos en
condiciones de igualdad.
Afirmar que tal término pueden utilizarse de forma sana o incluso cariñosa, implica negar esta realidad y de alguna manera asolapar un
problema social que existe y que tiene graves consecuencias en nuestra estructura social.
Asimismo, siendo que el racismo puede afectar profundamente a las personas, es importante tener presente que sus efectos no pueden
ser medidos o valorados objetivamente. Es decir que, no podemos asumir que la persona no se va a ver afectada por nuestras expresiones
basándonos en la intención de nuestras palabras, porque, sin perjuicio de que tengamos o no la intención de insultar o causar un daño,
estamos refiriéndonos a otra persona con apelativos cargados de prejuicios y estereotipos negativos relacionados a su pertenencia a un
determinado grupo humano.
Es importante hacer una reflexión al respecto, y recordar que la discriminación es un problema estructural de la realidad peruana y forma
parte del imaginario común que regula nuestras relaciones sociales. Como consecuencia de ello, las manifestaciones y agresiones con
contenido racista son comunes en todo espacio de interacción social.