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EGOSENTIMIENTOS

1. AVARICIA-APEGO

La avaricia es el afán excesivo de acumular bienes materiales. Una persona


avariciosa es aquella que tiene mucho para dar materialmente, pero se niega a
compartir con los demás lo que considera solo suyo.

Ahora, sentimentalmente la persona que mantiene su incapacidad para


compartir, la avaricia material se transforma en avaricia espiritual y la avaricia
espiritual es el apego.

El apego es la dificultad para compartir el cariño de las personas que son


consideradas incorrectamente como propiedad de uno, por ejemplo, los hijos,
la pareja, etc.

El que sufre apego solo quiere a unos pocos y exige que los demás hagan lo
mismo, hay muchas personas que piensan amar de verdad y sufren mucho
porque aman mucho, cuando en realidad no es así, lo que ocurre es que sufren
de apego y por apego. El que siente apego exige, obliga y fuerza los
sentimientos, siempre espera algo a cambio, la persona que lo padece esta
pensando más en satisfacer su propio egoísmo que en el bienestar de la
persona querida. Por ello tienen tendencia a vulnerar el libre albedrio de la
persona a la que supuestamente quiere, reteniéndola a su lado en contra de su
voluntad obstaculizando las relaciones con otros seres a los que considera
como su “competencia”.

Pero entonces, ¿Qué es el amor verdadero? Cuando una persona ama de


verdad, respeta el libre albedrio de la persona querida y el suyo propio, el que
siente autentico amor da incondicionalmente y deja libertad a los sentimientos.
No obliga, ni fuerza, ni exige nada a cambio de la persona a la que ama.

EJEMPLO:

Imaginemos que dos personas que dicen amar las aves o los pajaros, se
encuentran

La primera los tiene alojados en bellas jaulas doradas, en una habitación


climatizada, les da semillas de la mejor calidad, agua de manantial embotellada
y los lleva al veterinario continuamente.

La segunda solo les lleva comida al parque, los acaricia cuando se posan y los
atiende cuando están heridos y no pueden volar.

La primera persona dice que ama mucho a los pájaros, se gasta una fortuna
cuidándolos pero le duran muy poco, se les enferman muy rápido y por mucho
que gaste en medicamentos y en veterinarios se mueren prematuramente, y
dice que lo hacen sufrir, a lo que le pregunta a la segunda persona que qué es
lo que puede hacer.

La segunda persona le responde: “Los pájaros que yo cuido no me pertenecen.


No están encerrados en jaulas, sino que viven en libertad. Soy feliz porque sé
que ellos no están conmigo obligados por los barrotes de una jaula, sino
porque lo han elegido libremente. Soy feliz porque los veo vivir como ellos
quieren, volando en libertad. Sus pájaros, amigo mío, se mueren de pena,
porque no son libres. Abra sus jaulas para que puedan volar en libertad y
vivirán porque serán libres, poque serán felices”.

El primero le responde diciendo que si abre las jaulas se escaparan y ya no los


volverá a ver

El segundo responde: “Si se escapan es porque han estado retenidos en contra


de su voluntad y se alejan de lo que para ellos es una vida de esclavitud. Mis
pájaros no huyen de mí, porque saben que son libres de ir y venir cuando les
plazca. Al contrario, cuando me ven llegar al parque acuden inmediatamente,
me rodean y se posan sobre mí”.

El primero le dice que lo que él tiene, lo desea

A lo que el segundo le responde: “Lo que usted quiere jamás lo obtendrá por la
fuerza. Les ha colmado de comodidades para intentar compensarles de la
carencia de lo que más ansían: volar en libertad. Si realmente les quiere, deje
que vivan su vida en libertad”.

YO LES PREGUNTO, ¿QUIÉN ES EL QUE AMA Y QUIÉN ES EL QUE


SIENTE APEGO?

¿Cómo se vencen la avaricia y el apego?

Lo contrario a estos sentimientos es ser generosos, la avaricia y el apego se


vencen compartiendo lo que uno tiene con los demás, tanto a nivel material
como espiritual.

2. CODICIA-ABSORBENCIA

El codicioso es aquel que nunca está conforme con lo que tiene, quiere
siempre lo que no tiene y no para hasta conseguirlo. Los codiciosos son
espíritus derrochadores, porque no aprecian lo que tienen, y envidiosos porque
siempre ansían poseer lo que tienen los demás.

La codicia material se transforma en codicia espiritual o absorbencia, la


absorbencia es cuando una persona intenta, consciente o inconscientemente,
atraer la atención de otras personas para satisfacción de si misma,
manipulando los sentimientos para que los demás estén pendientes de ella al
máximo tiempo posible. La persona dominada por la absorbencia tiene
dificultad para respetar a los demás ya que suele pensar en si misma, busca
llamar la atención a toda costa y suele utilizar el victimismo para conseguirlo.

3. LA AGRESIVIDAD

En la agresividad vamos a incluir egosentimientos que se relacionan con el


impulso de agredir a los demás o a nosotros mismos, que son el odio, la
culpabilidad y el rencor.
La agresividad se despierta generalmente motivada por un estímulo exterior,
una circunstancia que la persona se toma como un ataque a si mismo o un
obstáculo que le impide satisfacer sus deseos. Por ejemplo el odio es una
agresividad muy intensa dirigida hacia otras personas, es el más dañino y
alejado del amor, es el sentimiento máximo de desunión.

 LA CULPABILIDAD

Imaginemos que a una persona se le despierta el sentimiento de amor


hacia otra. El impulso inicial será querer acercarse hacia esa persona
para poder manifestárselo, esto sería actuar de acuerdo a lo que siente,
pero, puede ocurrir que la mente analice ese sentimiento de amor de
acuerdo a la educación recibida por la sociedad llena de prejuicios y
prohibiciones que le genere pensamientos que supuestamente va a
afectar a que esa posible relación funcione, por ejemplo, la raza,
diferencia de edad, religión, creencias, etc. O puede que alimente el
miedo al rechazo como pensamientos sobre Que va a decir, ella no
siente lo mismo, te va a decir que no, vas hacer el ridículo, y así un
montón de cosas.

Si el pensamiento tiene dominio sobre el sentimiento y la persona se


inhibe de hacer lo que siente a causa de lo que piensa, vivirá reprimida
y se sentirá culpable.

¿Cómo vencer el sentimiento de culpabilidad?

Cuando la culpa nace de haber tenido una actitud egoísta o mala con
las demás personas, lo correcto para vencer esta culpabilidad seria
pedir perdón a la persona a la que se le hizo el daño.

 EL RENCOR

El rencor es un odio a largo plazo focalizado hacia alguna persona que


nos hizo daño o a la que se considera culpable o responsable de
nuestros males.

La persona rencorosa guarda en su memoria dicho acto para alimentar


su impulso agresivo, esperando el momento indicado para desquitarse
creyendo que de este modo conseguirá aliviar su malestar.

¿Cómo se puede vencer el rencor?

Intentar comprender que ciertas circunstancias negativas que parecen


una fatalidad del destino son a veces pruebas elegidas por nosotros
mismos para superarnos en nuestros defectos y aumentar nuestra
capacidad de amar incondicionalmente.
¿Cómo se supera la agresividad?

Primero admitir que la tenemos, luego superarla a través de la comprensión,


comprendernos a nosotros mismos y a los demás, debemos comprender que
muchas de las circunstancias a las que nos enfrentamos no están ahí para
fastidiarnos sino para estimularnos en el aprendizaje del amor.

4. LA TRISTEZA

La tristeza es un estado emocional de decaimiento de la moral. La tristeza


puede aparecer cuando el ser desfallece, se desanima por no ver los
resultados de su búsqueda o por no ser estos resultados lo que uno esperaba.

Es muy normal que uno se sienta triste de vez en cuando, pero cuando la
tristeza se convierte en un estado habitual de la persona, es una forma de
estancamiento, porque la persona tira la toalla y le sirve de excusa para no
luchar y cometer hasta un suicidio.

¿Cómo vencer la tristeza?

La comprensión con nosotros mismos, debemos comprender que a veces nos


ponemos tristes porque no queremos admitir que estamos equivocados o no
queremos reconocer ciertas actitudes egoístas en nosotros mismos.

Si se activa porque alguien nos hace daño, debemos comprender que se debe
a la falta de evolución del amor de esa persona.

5. LASCIVIA Y LUJURIA

La lascivia es propia de los vanidosos y la lujuria es propia de los orgullosos y


soberbios.

La lascivia es una propensión excesiva a los placeres sexuales. Para el


vanidoso, la adicción al sexo tiene que ver con la necesidad de reconocimiento
por parte de los demás, es decir, el vanidoso espera que a través del sexo los
demás lo reconozcan, lo admiren y lo complazcan. Frecuentemente usan el
sexo para absorber a otros seres y asi darse importancia. Cuando han saturado
sus sentidos y se encuentran cansados, buscan rápidamente nueva pareja
como forma de híperexcitar mentalmente su deseo sexual.

En el caso del orgulloso, la adicción al sexo deriva de una necesidad o un vacio


afectivo por no haber encontrado a la persona querida. Lo que realmente
necesita es ser querido y querer pero al no reconocer esta necesidad afectiva
lo hace refugiarse en el sexo, es decir, suple la falta de amor con sexo.

¿Cómo vencer la lujuria?

Admitir que ese vacío del interior que intenta llenar con sexo procede de la falta
de sentimiento y que solo el sentimiento será capaz de llenarlo.
¿Cómo vencer la lascivia?

Tomando conciencia de que es una manifestación de la vanidad,


desgraciadamente, en la mayoría de los casos, la lascivia suele ceder solo
cuando se viene la perdida de la juventud, de la belleza física y del vigor
sexual, la persona pierde su atractivo físico y deja de responder a los deseos
sexuales de la mente. Como consecuencia de todo ello se esfuma el cortejo de
admiradores, entonces, la persona se encuentra con la cruda realidad que ha
realizado una vida superflua, cultivando relaciones de conveniencia y vacías.

6. EL MIEDO

El miedo es un sentimiento de inquietud provocado por la percepción de un


peligro o una amenaza que puede ser real o ficticia contra uno mismo o contra
alguien querido. La persona afectada se siente muy insegura de si misma,
indefensa, y duda de cada decisión importante que tome porque espera una
consecuencia negativa de ella, un daño físico o emocional. Además ocurre que
el miedo alimenta al miedo.

Existen muchas variantes del miedo, por ejemplo, el miedo a no ser querido, a
no ser comprendido, a ser rechazado, a ser despreciado, miedo a la soledad.

También tenemos miedo a descubrir nuestras virtudes o manifestaciones del


amor, como el sentimiento, la sensibilidad, la humildad, la ternura y la
compasión, pero ¿Por qué tenemos miedo de descubrirlas? Pues porque
tenemos miedo de que nos hagan daño o de que se aprovechen de nosotros si
las ponemos en práctica.

¿Cómo superar el miedo?

Con conciencia y valentía. Primero hay que tomar conciencia de que se tiene
miedo y a qué se tiene miedo. A medida que uno se enfrente al miedo y tome
decisiones valientes, irá experimentando el progreso interior en sí mismo, y el
miedo cederá y dejará paso a la seguridad y la claridad.

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