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Espíritu de entendimiento: Te daré entendimiento y te instruiré en el camino por donde andarás

(Sal 31, El don del Espíritu[editar]


El «don de Dios» es el Espíritu Santo, promesa que se hizo realidad en Pentecostés. El
itinerario que, a propósito del «don del Espíritu», sigue la revelación según los textos de
la Sagrada Biblia es: de la necesidad a la promesa que llega de forma inminente, de la
promesa a la realización, del don dado a los efectos que produce.25

Funciones específicas que tiene cada don[editar]


 El don de sabiduría da un conocimiento amoroso de Dios, de las personas y de las cosas
creadas por la referencia que hacen a Él. Solo se llega al conocimiento de Dios por medio
de la santidad y es, precisamente el Espíritu Santo, el que pone este conocimiento al
alcance de las almas sencillas que aman a Dios. Este don está íntimamente unido a la
virtud de la caridad a la cual perfecciona que proporciona un conocimiento de Dios y de
las personas y dispone a las personas para poseer «una cierta experiencia de la dulzura
de Dios».,2627 Santo Tomás de Aquino enseña que el objeto de este don es el mismo Dios
en primer lugar y, también, las cosas de este mundo en cuanto se ordenan a Dios y de Él
proceden.28
 El don de entendimiento proporciona un conocimiento más profundos de los misterios de
la fe dándole una mayor penetración en los grandes misterios sobrenaturales. Es un don
que se concede a todos los cristianos pero para que se desarrolle es necesario vivir en
gracia de Dios y poner empeño en crecer en la santidad personal. Perfecciona la virtud de
la fe. Este don es sumamente útil para los teólogos para que puedan penetrar en lo más
profundo de las verdades que Dios ha revelado y, posteriormente, deducir las
virtualidades contenidas en ellas mediante el razonamiento teológico.29 Según dice Santo
Tomas gracias a este don Dios es entrevisto aquí abajo30 más fácilmente para quienes
reciben este don, si bien los misterios de la fe persistan rodeados de una cierta
oscuridad.31
 El don de ciencia facilita al hombre comprender lo que son las cosas creadas como
señales que llevan a Dios. Perfecciona la virtud de la fe y enseña a juzgar rectamente
todas las cosas creadas para ver en ellas la huella de Dios. El Espíritu Santo hace percibir
al hombre la sabiduría infinita, la naturaleza, la bondad de Dios.32 San Francisco de Asís,
iluminado por este don, veía en todas las criaturas, incluso a seres inanimados o
irracionales, a hermanos suyos en Cristo.33
 El don de consejo es el don mediante el cual el Espíritu Santo perfecciona los actos de la
virtud de la prudencia, es decir, a la elección de los medios que se deben emplear en cada
situación. No solo en situaciones en las que se han de tomar grandes determinaciones
sino también en los detalles más pequeños de una vida corriente. El don de consejo es de
gran ayuda para mantener una recta conciencia. Catalina de Siena tuvo este don en grado
extraordinario ya que fue la mejor consejera y brazo derecho del papa Gregorio XI al que
convenció para que regresase de Avignon a Roma en contra de las ideas de
algunos cardenales. También disfrutó de este don santa Teresita del Niño Jesús ya que
desempeñó la tarea de «maestra de novicias», para la que se requiere experiencia y
madurez, en plena juventud.34
 El don de piedad tiene por objeto fomentar en la voluntad un amor filial hacia Dios, al que
considera como Padre, y un especial sentimiento de fraternidad para con los hombres por
ser hermanos e hijos del mismo Padre.35 Dios quiere ser tratado con entera confianza por
sus hijos los hombres, siempre necesitados. El Espíritu Santo enseña y facilita a las
personas mediante este don, el trato confiado de un hijo para con su Padre. Por esta
razón, la plegaria favorita de los hombres para con su Padre Dios es la que les
enseñó Jesucristo: «Padre nuestro que estás en los cielos...». Este don perfecciona la
virtud de la fe.36
 El don de fortaleza lo da el Espíritu Santo a las almas que necesitan vencer los obstáculos
y poner en práctica las virtudes. Jesucristo prometió a sus apóstoles que serán
revestidos por el Espíritu Santo de la fuerza de lo alto.37 Este don refuerza la virtud del
mismo nombre, la fortaleza, dándole resistencia y aguante frente a cualquier clase de
peligros y ataques y una acometida fuerte del cumplimiento del deber a pesar de los
obstáculos y dificultades que encuentre. Este don se pone especialmente de manifiesto en
los mártires, pero también en la práctica heroica y callada de las virtudes de la vida
ordinaria que constituyen el «heroismo de lo pequeño».35
 El don de temor de Dios es un temor filial, propio de hijos que se sienten amparados por
su Padre, a quien no desean ofender. Según Santa Teresa de Jesús que ante tantas
tentaciones y pruebas que el hombre ha de padecer,Dios nos da dos remedios: «amor y
temor». «El amor nos hará apresurar los pasos, y el temor nos hará ir mirando adonde
ponemos los pies para no caer».38 Sin embargo no son buenos todos los temores. Está
en temor mundano de los que temen, sobre todo, a las desventajas sociales y a los males
físicos y huyendo de las incomodidades cuando sospechan que ser fiel cristiano pueden
causarles ciertas contrariedades. En este caso están predispuestos a abandonar a Cristo
y a la Iglesia. De aquí vienen los respetos humanos. Existe otro temor, el temor servil que
hace al hombre apartarse del pecado por miedo a las penas del infierno. Puede ser bueno
para las personas alejadas de Dios, ser su primer paso de conversión y el comienzo del
amor.39 Como escribió San Juan Evangelista, el que teme no es perfecto en la caridad40
El santo temor de Dios es el don del Espíritu Santo que tuvo, junto con todos los demás, el
alma de Jesucristo, de la Virgen y el que tuvieron las almas santas. Este don es
consecuencia del don de sabiduría y su manifestación externa.41

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Dones del Espíritu - ¿Qué son?
Los dones del Espíritu son habilidades especiales proporcionadas por el Espíritu
Santo a los cristianos con el propósito de edificar el cuerpo de Cristo. La lista de
dones espirituales en 1ra de Corintios 12: 8-10, incluye sabiduría, ciencia, fe,
sanidad, milagros, profecía, discernimiento de espíritus, hablar en lenguas, e
interpretación de lenguas. Listas similares aparecen en Efesios 4:7-13 y Romanos
12:3-8. Los dones del Espíritu son simplemente la facultad de Dios a los creyentes
para hacer lo que Él nos ha llamado a hacer. Segunda de Pedro 1:3 dice: "Como
todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por Su
divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y
excelencia." Los dones del Espíritu Santo son parte de "todas las cosas" que
necesitamos para cumplir Sus propósitos para nuestras vidas.

Dones del Espíritu - Las Definiciones


Existe cierta controversia en relación a la naturaleza específica de cada uno de los
dones del Espíritu, pero he aquí una lista de los dones espirituales y sus
definiciones básicas.
 El don de la sabiduría parece ser la habilidad de tomar decisiones y guiar
de acuerdo con la voluntad de Dios.
 El don de la palabra de ciencia es la habilidad de tener una profunda
comprensión de un asunto espiritual o situación.
 El don de la fe es ser capaz de confiar en Dios y exhortar a otros a confiar
en Dios sin importar las circunstancias.
 El don de la sanación es la habilidad milagrosa de utilizar el poder de
sanación de Dios para restaurar a una persona que está enferma, herida, o
sufriendo.
 El don de milagros es ser capaz de ejecutar señales y prodigios que dan
autenticidad a la Palabra de Dios y al mensaje del Evangelio.
 El don de la profecía es ser capaz de proclamar un mensaje de parte de
Dios.
 El don de discernimiento de espíritus es la habilidad para determinar si un
mensaje, persona, o evento es verdaderamente de Dios.
 El don de lenguas es la habilidad de hablar en un idioma extranjero, del
cual no se tiene conocimiento, a fin de comunicarse con alguien que habla
esa lengua.
 El don de interpretación de lenguas es la habilidad de traducir los idiomas
que están siendo hablados y comunicarlos a otros en su propio idioma.
 El don de administración es el ser capaz de mantener las cosas
organizadas y de acuerdo a los principios de Dios.
 El don de servicio es tener siempre el deseo y habilidad de ayudar a otros,
hacer lo que se requiera para completar una tarea.

Dones del Espíritu - ¿Cuál(es) Tengo Yo?


El Espíritu Santo distribuye los dones del Espíritu como le parece mejor (1ra de
Corintios 12:7-11). Dios no quiere que ignoremos cómo Él quiere que le sirvamos.
Sin embargo, es muy fácil quedarse atrapado en cualquiera que sea el don(es)
espiritual(es) que tenemos, y entonces sólo servir a Dios en esa área del
ministerio. No es así como funciona. Dios nos llama a servirle obedientemente. Él
nos equipará con cualquier don del Espíritu que necesitemos para completar la
tarea o tareas para la que nos ha llamado. Sí, Dios llama a algunos a ser maestros
y les da el don de la enseñanza, pero eso no excusa a la persona de servir a Dios
de otras maneras también. ¿Es beneficioso saber qué don(es) espiritual(es) nos
ha dado Dios? Por supuesto que lo es. ¿Es incorrecto enfocarse tanto en los
dones espirituales, que perdemos otras oportunidades para servir a Dios? ¡Sí!

No existe una fórmula mágica o examen de dones espirituales que le pueda decir
los dones del Espíritu que posee. Lo que necesitamos es enfocarnos en servir a
Dios. ¿Observa usted una necesidad en su iglesia? Haga lo que pueda para
satisfacerla. ¿Existe una posición vacante en un ministerio? Ore para saber si Dios
desea que usted la ocupe. Si buscamos la voluntad de Dios y obedecemos Su
guía, Él siempre nos equipará con los dones del Espíritu que necesitemos. Los
dones espirituales pueden ser de valor para determinar en qué áreas Dios lo ha
dotado específicamente a usted. Como siempre, ponga mucho más énfasis en la
Palabra de Dios y en someterse a la guía del Señor que en los resultados de una
prueba de dones espirituales.

Dones del Espíritu - ¿Para qué se Utilizan los Dones?


El apóstol Pablo indicó que los dones del Espíritu son igualmente válidos, pero no
igualmente valiosos. Su valor está determinado por su importancia para la iglesia.
Al tratar este asunto, él usó la analogía del cuerpo humano. Todos los miembros
del cuerpo tienen funciones, declaró Pablo, pero algunas son más importantes que
otras (1ra de Corintios 12:12-26). El servicio de cada cristiano debe ser en
proporción a los dones que posee (1ra de Corintios 12-14). Todos los creyentes,
como miembros del cuerpo de Cristo, deben estar sirviendo juntos para que el
cuerpo sea completamente funcional. Es por eso que una iglesia necesita de
pastores, maestros, ayudantes, siervos, administradores, de aquellos con gran fe,
etc. Todos los dones del Espíritu trabajando juntos son necesarios para producir el
completo potencial de la iglesia. Ya que los dones del Espíritu son dones de
gracia, su uso debe estar controlado por la regla del amor - el mayor de todos los
dones del Espíritu (1ra de Corintios 13).

Lucas 11;13
13Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,
¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo
pidan?

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