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Con Hans Georg Gadamer accede-

ESTÉTICA Y mos al giro ontológico de la her-

TEMA CENTRAL
menéutica. Por ontológico quiero
HERMENÉUTICA significar el sentido universal de la
hermenéutica, pues él radicaliza la
EN GADAMER tesis heideggeriana de que todo
conocer es ya un interpretar y se
Carlos Rojas Osorio*
da en el modo del comprender.
“No cabe duda de que Gadamer
Interpretar un texto sigue al Heidegger tardío en su
no es dar un significado, volverse hacia la esencia herme-
sino apreciar el plural néutica del lenguaje a partir de la
que lo constituye. radicalización de la concepción del
estar eyecto histórico. Sin embar-
ROLAND BARTHES go, su propósito es pensar esta ra-
dicalización junto con el punto de
partida hermenéutico del joven
RESUMEN
Heidegger que se detiene en el en-
El artículo presenta las ideas básicas tender” (Grondin, 1999:157). Articu-
de Gadamer en relación con el giro lin- lamos la historia desde un lengua-
güístico de la hermenéutica filosófica je. Para evitar el recurso a una
al mismo tiempo que correlaciona di- fundamentación última. Heideg-
cha temática con algunos aspectos de ger enseña a historizar incluso
la estética actual. Partiendo de su nuestra propia conciencia históri-
obra principal –Verdad y método– ca. Gadamer vuelve a la cuestión
retoma la temática de la estética en sus de la hermenéutica y las ciencias
obras posteriores. La estética –espe-
del espíritu, pero no como la cues-
cialmente literaria– resulta muy perti-
tión metodológica que era en Dilt-
nente para el arte de la interpretación
hey, sino para cuestionar la idea
o hermenéutica.
de un conocimiento de validez ge-
neral en las ciencias del espíritu.
En realidad Gadamer sostiene que
* Doctor en Filosofía por la Universidad no hay una metodología propia de
Javeriana de Bogotá. Catedrático de la las ciencias del espíritu, y que es
Universidad de Puerto Rico. Entre necesario más bien dejar de lado
otras obras ha publicado las siguien- la obsesión por el método. Como
tes: Pensamiento filosófico puertorrique-
ño, Del ser al devenir, y El asombro del afirma Richard Palmer, ya desde el
pensar. título del libro Verdad y método hay

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una ironía, “el método no es el ca- Verdad y método se desarrolla en
mino hacia la verdad” (Palmer, una triple aproximación a su obje-
1969:163). En las ciencias del espíri- tivo de estudiar la hermenéutica fi-
tu lo que prevalece es un ‘tacto’. losófica. Primeramente, aborda la
No ayuda mucho a las ciencias del cuestión de la estética moderna en
espíritu el estar continuamente cuanto unida al humanismo y al
confrontándolas con las ciencias subjetivismo, pero buscando tam-
naturales. Gadamer echa mano bién una vía de apertura a la inter-
del concepto de formación (Bil- pretación desde el arte, lo que se
dung). Y, como señala Grondin logra con el concepto de “juego”.
(1999:160) este recurso a dicho con- Un segundo desarrollo consiste en
cepto se inscribe dentro de la tradi- acercarse al tema de la hermenéu-
ción humanista. La tradición hu- tica a través de su historia. Larga
manista es muy consciente de la historia desde el comentario de
peculiaridad de las ciencias del es- textos bíblicos y crítica literaria de
píritu, pero en algún momento se las obras homéricas hasta llegar a
desmoronó el vínculo con ella. Se- convertir la hermenéutica en un
gún Gadamer, este desmorona- saber autónomo. Finalmente, te-
miento tuvo su razón explicativa nemos un desarrollo de algunos
en la estetización a que conduce el hitos importantes en la historia fi-
humanismo. Gadamer atribuye a losófica del lenguaje: desde Aristó-
Kant un cierto subjetivismo en la teles, pasando sobre todo por el
estética, pues no le reconoce a la mundo alemán (Herder, Hum-
facultad del juicio poder cognosci- boldt. Heidegger) con la idea del
tivo. De ese modo separa el gusto lenguaje como apertura del mun-
artístico del reino del conocimien- do y es esta última parte la que le
to. Pero de ello Kant erige en prin- da el tono distintivo a la obra por
cipio normativo el conocimiento el giro lingüístico que supone el
científico natural y desacredita comprender la hermenéutica como
cualquier otro tipo de conocimien- un trabajo desde el lenguaje.
to. Con ello “obligó a las ciencias
del espíritu a apoyarse en los prin- Gadamer hace, pues, un recorrido
cipios metodológicos de las cien- por la conciencia estética moderna.
cias naturales”. Esto constituyó, Con ello trata de enlazar los con-
de acuerdo con Gadamer, una ceptos de “juego” e interpretación,
gran pérdida para las ciencias del que él toma de la estética. El juicio
espíritu. Se olvidó la base filológi- estético es el a priori del senti-
ca e histórica de las ciencias del es- miento vital. La obra de arte tiene
píritu. que ser experimentada en forma
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tal que transforme a quien la expe- ma esencial de la vivencia en gene-
rimenta. El arte es representación; ral” (1977:107). La obra de arte

TEMA CENTRAL
en verdad autorrepresentación. La constituye un mundo para sí; así, la
representación artística está ahí vivencia estética separa la obra de
para alguien. Se trata de una obje- los nexos con lo real. “En la viven-
tividad que requiere la mediación cia del arte se actualiza una pleni-
del sujeto; no sólo el autor, sino tud de significado” (1977:107).
también el receptor. “Una vivencia estética contiene
siempre la experiencia de un todo
En Dilthey se regulariza el concep- infinito” (1977:107).
to de “vivencia”. La poesía de
Goethe sólo puede ser comprendi- La obra de arte es representación
da como vivencia. El uso tardío de simbólica de la vida. “El arte vi-
“vivencia” en Dilthey es: “lo que vencial es el arte auténtico”
está dado en forma inmediata y (1977:107). El arte procede de la vi-
que es materia última para toda vencia. El arte vivencial se da
configuración de la fantasía”. cuando la obra viene determinada
(Gadamer, 1977:98-99). Para Dilthey por la vivencia estética. Gadamer
la unidad última de la estructura alude al símbolo. Nos dice que pa-
psicológica de la conciencia no es ra Winckelman el símbolo es sinó-
la sensación (como en el positivis- mimo de alegoría. Gadamer, en
mo), sino la vivencia. La unidad cambio, los distingue así: “El sím-
de lo dado es la unidad de la vi- bolo es la coincidencia de lo sensi-
vencia. La vivencia es lo último a ble y lo insensible, alegoría es una
lo cual podemos retroceder cuando referencia significativa de lo sensi-
se trata de la vida. Vivencia alude ble a lo no sensible” (1977:112).
también a la oposición entre vida y
concepto. Vivencia se refiere tam- Gadamer relaciona la representa-
bién a cierta inmediatez que es di- ción con el juego. La esencia del
fícil de apresar en el concepto. Lo juego y de la obra de arte es la auto-
vivido es lo vivido por uno mismo representación: “El juego represen-
y como tal referido a la totalidad de tado es el que habla al espectador
la propia vida. De ahí el origen au- en virtud de su representación”
tobiográfico del término vivencia. (1977:160). El juego es construcción
Gadamer destaca en la vivencia el y la construcción es juego; juego co-
hecho de que forma parte de un to- mo libre construcción. “Las artes
do dentro de un curso vital. “La interpretativas poseen precisamen-
vivencia estética representa la for- te esta peculiaridad, que las obras

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con las que operan permiten expre- (1977:173). “Consiste en atenerse a la
samente esta libertad de configura- cosa de manera que esta se haga
ción con lo que mantiene abierta simultánea. Lo cual significa que
hacia el futuro la identidad y la con- toda mediación queda cancelada en
tinuidad de la obra de arte” una actualidad total” (1977:173). Ca-
(1977:164). Mientras la obra de arte da vez que la obra de arte se hace
mantenga la huella de la función presente de esta forma “simultá-
originaria “no se borra nunca del to- nea” vivimos la obra como la mis-
do y permite reconstruirla con su ma. Hay una temporalidad especí-
conocimiento” (1977:165). A partir fica de la obra de arte, pero esta
de aquí Gadamer se plantea la rela- temporalidad se da en la represen-
ción de la temporalidad y la intem- tación. Pues “en la representación
poralidad de la obra de arte. “La se cumple la presencia de lo repre-
verdadera temporalidad de la obra sentado” (1977:186).
de arte es ‘el tiempo redimido’ fren-
te al tiempo histórico efimero” En la imagen artística lo que im-
(1977:167). Se trata de un reflejo en el porta es cómo se representa en ella
arte de la experiencia humana. Se lo representado. La imagen no se
trata, para Gadamer, de un tipo de autocancela como la copia. La
temporalidad que él entiende como imagen tiene un ser propio. “El
“simultaneidad” y que toma de cuadro hace vigente su ser propio
Kierkegaard. El pensador danés con el fin de dejar que viva lo que
afirma que para comprender el representa” (1977:188). La repre-
acontecimiento salvífico de la veni- sentación es una imagen que cons-
da de Cristo es necesario hacerse tituye una realidad autónoma.
contemporáneo con él; así, vivimos “Que la imagen posea una reali-
un tiempo de simultaneidad que es dad propia significa [...] que sólo
el instante. Gadamer aplica esta no- accede a la representación en la re-
ción cristológica a la obra de arte. presentación” (1977:189) “En ella se
“Al ser de la obra de arte le convie- representa a sí mismo” (1977:189).
ne la simultaneidad” (1977:173). La La imagen sólo llega a darse en el
simultaneidad la define así: “algo cuadro, pero el cuadro no es sino
único que se nos representa, por le- la imagen originaria en su mani-
jano que sea su origen, gana en su festación. “La imagen es un proce-
representación una plena presen- so óntico; en ella accede el ser a
cia”. (1977:173) No es un mero darse una manifestación visible y llena
a la conciencia, “es una tarea y un de sentido” (1977:193).
rendimiento que se le exige”

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La obra de arte es una idealidad. ca. Después de la Reforma ya no
Pero la idealidad no es meramente hay diferencia entre textos teológi-

TEMA CENTRAL
ser una idea, en el sentido de mera cos y profanos, sino que rigen las
reproducción. La idealidad es el mismas reglas para ambos tipos de
aparecer de la idea misma. Esto ya textos. Esto se hará más claro en
lo vio bien Hegel. Hay algunas co- Schleiermacher quien busca la uni-
sas que son dignas de ser imagen; dad de ambos enfoques, el teológi-
necesitan de la imagen; su realidad co y el filológico. “El punto de
sólo se cumple “cuando se repre- partida de Schleiermacher es la
senta en una imagen” (1977:200). La idea de que la experiencia de lo
imagen no se limita a ser signo, ajeno y la posibilidad del malen-
aunque tiene algo de referencia co- tendido son universales”
mo el signo. El signo se define por (1977:231). Entenderse los unos a
la referencia a otra cosa. En el otro los otros, esto es el auténtico com-
extremo está el símbolo que consis- prender. Según Schleiermacher es
te en estar por otra cosa. Así pues, más fácil malinterpretar un texto
entre el signo y el símbolo está la escrito que uno hablado, como ya
imagen. Tiene algo de ambas; pero había dicho Platón. Los malenten-
la imagen no es mero signo. El sig- didos, nos dice Platón, pueden re-
no agota su ser en su función de solverse en el lenguaje hablado,
apuntar algo más allá de sí. Entre pero la escritura es irresponsable;
todos los signos el que posee más nadie en ella nos responde cuando
cantidad de realidad propia es el le hacemos una pregunta para
objeto del recuerdo. El recuerdo se aclarar malentendidos. El com-
refiere a lo pasado y este es un ver- prender se da en el acuerdo. Y lo
dadero signo. “La imagen sólo que la comprensión debe plantear-
cumple su referencia en virtud de se es cómo el otro ha llegado a la
su propio contenido. Profundizan- opinión que tiene, pues la inter-
do en ella se está al mismo tiempo pretación surge cuando hay una
en ella” (1977:204). En la imagen se opinión que se sale del acuerdo.
experimenta un cierto incremento Para Schleiermacher la interpreta-
de ser. Esto significa que “lo repre- ción “es el arte de evitar el malen-
sentado está por sí mismo en la tendido” (1977:238).
imagen” (1977:204). La imagen no
agota su ser en remitir a otra cosa. Gadamer alude al tipo de inter-
pretación de la Biblia practicado
En la segunda parte, Gadamer re- por Spinoza. Este interpreta par-
toma la historia de la hermenéuti- tiendo de la interpretación de la

Estética y hermenéutica en Gadamer 23


Naturaleza tal como ocurría en las hermenéutica de la facticidad. To-
ciencias naturales del siglo XVII. da comprensión se realiza desde
La interpretación histórica se hace nuestra peculiar historicidad. Esta
necesaria frente a hechos inconce- no es pues una limitación, sino el
bibles. Se trata de conocer el senti- punto de apoyo de todo compren-
do de la frase, no su verdad. Com- der. Gadamer identifica su propó-
prender históricamente lo no evi- sito con la idea de Heidegger de
dente. La crítica histórica de la Bi- que la elaboración de los propios
blia se impone a lo largo del siglo proyectos previos debe ser la tarea
XVII. crítica primordial de que el enten-
der puede guiarse por concepcio-
El texto remite a un contexto. Pero nes erróneas y nunca escapa del
al final es la historia universal el todo a este peligro” (1977:163). La
horizonte que es necesario tener verdad del texto debe mostrar su
en cuenta. “La historia universal diferencia frente a nuestra opinión.
es en cierto modo el gran libro os-
curo, la obra completa del espíritu La interpretación es exégesis de
humano escrita en las lenguas del textos. Rara vez hablamos de in-
pasado, cuyo texto ha de ser enten- terpretación de cosas. Esta es la ra-
dido” (1977:230). La transforma- zón por la cual la hermenéutica
ción de la hermenéutica, según juega un papel auxiliar en la inves-
Dilthey, opera desde el canon dog- tigación de cosas. No basta enten-
mático hasta convertirse en el orga- der las palabras, es preciso ir a la
non del conocimiento histórico. individualidad del autor. Com-
Gadamer habla de “giro hacia la prender es un momento de un
conciencia histórica”, refiriéndose acto vital. Por eso lo importante
a Dilthey. Pero Gadamer cuestio- para Schleiermacher es la interpre-
na al historicismo el hecho de que tación psicológica. El habla es
después de reconocer la relativi- arte; así también la comprensión.
dad del conocimiento histórico El genio crea reglas. “Lo que se ex-
luego pretenda buscar un punto presa es siempre una individuali-
de apoyo absoluto para la ciencia dad” (1977:243). La individualidad
histórica. El final de dicha obse- expresa su vida total. Gadamer
sión historicista la ve Gadamer en denomina a esta posición metafisi-
la idea de Husserl de que todo co- ca de la individualidad” (1977:244).
nocimiento hunde sus raíces en el La individualidad es un misterio
mundo de la vida, y en los desa- que no es completamente devela-
rrollos teóricos de Heidegger de la ble. La hermenéutica es arte, no

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mecánica. “El acto de compren- ser fuente de verdad. La autoridad
sión es la realización reconstructiva reposa sobre el reconocimiento.

TEMA CENTRAL
del genio” (1977:246). “Lo que intro- Entre tradición y razón no hay opo-
duce es la estética del genio” sición fundamental. Tradición es
(1977:246). El artista genial se con- un momento de la historia. “Tradi-
vierte en modelo al cual remite la ción es esencialmente conserva-
teoría a la producción inconsciente. ción” (1977:349). Tradición es razón,
El habla es expresión; y el intérprete aunque la razón aparece como lo
puede comprender el texto como nuevo que cambia. Somos libres de
pura expresión, independientemen- conservar o de transformar. La in-
te de su valor de verdad. vestigación histórica es un momen-
to nuevo pero siempre desde una
En Dilthey la historia queda redu- tradición. No hay oposición entre
cida a historia del espíritu. En tradición e investigación histórica.
realidad no supera su filiación ro- La investigación histórica es media-
mántica. “La hermenéutica era el ción con la tradición.
medium de la conciencia histórica”
(1977:303). La Ilustración critica to- Lo clásico es el concepto de un es-
da clase de prejuicios. No admite tilo. “Es clásico lo que se mantiene
ninguna autoridad, salvo la autori- frente a la crítica histórica
dad de la razón. La Ilustración es (1977:356). Lo clásico es una reali-
muy crítica con la tradición. Todo dad histórica. Es conciencia de lo
debe decidirse desde la razón. Ha- imperecedero: un presente intem-
ce la crítica de la tradición. La Ilus- poral. “Simultaneidad con cual-
tración alemana reconoce, sin em- quier presente” (1977:357). Lo clási-
bargo, los prejuicios “verdaderos” co tiene también significado nor-
del cristianismo. Y esto preparó el mativo. Los clásicos llevan a su
romanticismo. Hay una reacción perfecto cumplimiento una norma.
romántica contra la Ilustración. Pe- Y en ese sentido lo clásico es sus-
ro el romanticismo se limita a in- ceptible de universalización. Para
vertir los valores de la Ilustración. Hegel lo clásico es lo que significa
Del romanticismo sale la conciencia y se interpreta a sí mismo
histórica del siglo XIX y el valor del (1977:359). Lo clásico abole la dis-
tiempo según su propio orden. La tancia histórica, de ahí su intempo-
razón es Histórica. Nosotros nos ralidad. Clásico: “la pervivencia
pertenecemos a la historia. Los pre- de la elocuencia inmediata de una
juicios de un individuo son en rea- obra es fundamentalmente ilimita-
lidad su historia. Hay que rehabili- da” (1977:359).
tar el prejuicio. La tradición puede
Estética y hermenéutica en Gadamer 25
Con Heidegger se da un giro onto- La historia efectual implica la dis-
logico a la hermenéutica. El círculo tancia histórica. “Todo saberse
hermenéutico describe el movi- procede de una predeterminación
miento de comprensión de la tradi- histórica que podemos llamar con
ción y el movimiento del intérprete. Hegel ‘sustancia’, porque soporta
Es círculo ontológico antes que un toda opinión y comportamiento
círculo metódico. “Comprender subjetivo y en consecuencia prefi-
significa entenderse con la cosa” gura y limita toda posibilidad hu-
(1977:364). El sentido de pertenen- mana tradición en su alteridad histó-
cia a una comunidad se realiza por rica” (1977:372). Se trata de rehacer
medio de la participación en los el camino de la hegeliana fenome-
prejuicios fundamentales. “La tra- nología del espíritu. “Ser histórico
dición es el punto medio entre la significa no agotarse nunca en el
objetividad y la distancia históri- saberse”(1977:372). La subjetividad
ca” (1977:365). Cada época entien- se nutre de la sustancia histórica, y
de un texto desde sí misma. El es determinada por ella. La situa-
sentido depende de la situación ción histórica es el horizonte de
histórica del intérprete, pues el mundo. “La lengua filosófica ha
sentido de un texto supera a su au- empleado esta palabra ... sobre to-
tor. La interpretación no es repro- do desde Nietzsche y Husserl, pa-
ductiva, sino productiva. “Cuan- ra caracterizar la vinculación del
do se comprende se comprende de pensamiento y su determinabili-
modo diferente” (1977:307). Es pre- dad finita y la ley de su progreso
ciso tomar en serio la pretensión de ampliación en el ámbito visual”
de verdad del texto. En el com- (1977:373).
prender hay una continuidad de la
procedencia. Comprender una época en su hori-
zonte histórico. Ponerse en el lu-
El sentido de un texto o de una gar del otro para entenderlo. Diá-
obra de arte no se agota al llegar a logo. Uno se desplaza a una situa-
un cierto punto final, pues el pro- ción histórica desde el propio hori-
ceso es infinito. Gadamer habla de zonte. No se trata de empatía.
prejuicios verdaderos. La concien- Horizonte es el amplio panorama
cia hermenéutica es conciencia his- que debe tener el intérprete. Ver
tórica. El historicismo olvida su más allá de lo inmediato. “Com-
propia historicidad. El concepto prender es siempre el proceso de
de historia que defiende Gadamer fusión de estos presentes históri-
es el hegeliano “historia efectual”. cos por sí mismos”(1977:377-378).

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Nuestra experiencia del mundo atribuye al pensamiento moderno.
está siempre mediada lingüística- Ni siquiera para Aristóteles la pala-

TEMA CENTRAL
mente. Como han observado va- bra agotaba su ser en su condición
rios estudiosos (Max Scheler entre de instrumento.
otros), mientras que para el animal
hay sólo un entorno, un medio, só- El lenguaje es conversación, es tra-
lo para el ser humano hay un dición. En el lenguaje no hablo yo
“mundo”. En ese mundo el huma- sólo en mi condición de sujeto in-
no se mueve con libertad, y dividual. Es la tradición, es la con-
conserva una importante indepen- versación de los seres humanos a lo
dencia con respecto al mundo. Ga- largo de la historia lo que el lengua-
damer subraya que ese mundo je nos trasmite. Cada lengua es una
que sólo existe para el humano es acepción del mundo. Pero Gada-
un mundo mediado lingüística- mer no piensa cada lengua en la
mente. Un mundo en sí como un forma inconmensurable como al-
ente separado, ajeno a la significa- gunos nos la presentan. El lengua-
tividad que aporta el lenguaje, ese je es conversación, es diálogo.
mundo no lo conocemos. Gada-
mer ve una doble perspectiva. Por La lengua no se puede estudiar co-
un lado, inspirándose en Hum- mo “objeto”. Pues es desde el len-
boldt, nos dice que el lenguaje abre guaje que accedemos a todas las
un mundo. El lenguaje es acep- cosas del mundo. Puesto que el
ción del mundo. Pero, por otro la- mundo nos es dado lingüistica-
do, en el lenguaje el mundo tiene mente, el lenguaje es siempre una
su palabra, da a conocer su ser y condición del conocimiento de las
esencia. Si bien es el lenguaje el cosas del mundo. Hay, pues, una
que nos abre a la experiencia del constitución lingüística del mun-
mundo, no es menos cierto que el do. Las objetividades que la cien-
mundo se dice en el lenguaje. cia estudia no tienen la misma ob-
Aunque no sabemos nada del jetividad del lenguaje, pues el
mundo sin la palabra; sin embar- lenguaje las supone a todas. La
go, la palabra acoge el ser. No po- ciencia crea luego sistemas de sig-
demos aceptar que las palabras nos externalistas. El ser que puede
sean sólo signos. Considerar la pa- ser comprendido es lenguaje.
labra sólo como signo es pensar la
palabra en un sentido instrumen- La interpretación es un compren-
talista. Y es esta concepción ins- der, y el comprender es ya inter-
trumentalista la que Gadamer le pretar. La interpretación se hace

Estética y hermenéutica en Gadamer 27


desde el horizonte de mundo del lebnishorizont) del individuo: es co-
intérprete. Y, a su vez, el mundo mo un gran extraño texto que ne-
histórico que se trata de compren- cesita de la ayuda hermenéutica
der constituye también un hori- para descifrarlo”. Nuestros prejui-
zonte. Sólo puede haber auténtica cios deben ser considerados como
interpretación si se da una fusión meras opiniones provisionales. En
entre el horizonte de mundo del verdad no prescindimos de todo
intérprete y el horizonte de mundo prejuicio. El comprender implica
de la época que se estudia. La fu- hacer esbozos que luego trato de
sión de horizontes permite ir más confirmar. En la comprensión de
allá del relativismo de cada mun- un texto se requiere la anticipación
do histórico, y del relativismo del de su totalidad. El texto como la
intéprete. vida está referido a la totalidad.

Entender un texto no se da como En la obra de arte contemplamos


un efecto inmediato, sin que re- el mundo y el mundo también lo
quiere trabajo interpretativo. La contemplamos como obra de arte.
hermenéutica es el arte de evitar el Y en esa obra de arte aprendemos
malentendido. La objetividad his- a entendermos nosotros mismos.
tórica se relaciona esencialmente La vivencia estética implica la ex-
con la tradición. La tradición nos periencia de una totalidad infinita.
pone en el círculo de una comuni- La obra de arte es su propia repre-
dad de sentido. El presente es me- sentación. Por ello la representa-
diación para la comprensión de la ción permanece abierta. Su senti-
tradición, y la tradición mediación do no puede quedar concluido ja-
necesaria para la comprensión del más. Su esencia pertenece a la his-
presente. La comprensión históri- toria; y el sujeto que trata de com-
ca no es mera autoposición de par- prenderla también pertenece a la
te del sujeto. Al revés el sujeto se historia. “El encuentro con el arte
muestra en su insuficiencia. Para es un suceso inacabado y él mismo
comprender un texto primero es parte de ese suceso”. Este inacaba-
necesario dejarse enseñar por el miento del arte también se da en la
texto (sich von ihm etwas sagen su historia humana. “Pues la historia
lassen). “El contexto histórico ha todavía no ha terminado: nosotros
de ser entendido al final como un mismos, como los que la entende-
horizonte de sentido (als Sinnzu- mos, estamos en ella, como miem-
sammenhang) que supera esencial- bros condicionados y finitos de
mente el horizonte vivencial (Er- una cadena continua”. Entender

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una frase implica entender una nista ha fenecido, ha llegado a su
obra, entender una obra significa fin. “Haber elevado en el concep-

TEMA CENTRAL
apreciarla a la luz de la historia del to de verdad la verdad del cristia-
individuo que la produce; para en- nismo fue por ello una reivindica-
tender al individuo es necesario ción de su propia filosofía. La au-
entender la época, y para com- daz tesis del carácter pasado del
prender la época se requiere enten- arte quiere decir mucho menos de
der la historia universal. lo que se cuenta en general, una
crítica del arte en su propia época”
Hay en el pensamiento de Gada- (2000:67) El arte es, para Hegel, pre-
mer una reflexión acerca del tema sencia del pasado. Pero la tradi-
posmodemo de la “muerte del ar- ción cristiano-humanista ha llega-
te”. Como se sabe la expresión do a su fin. El cristianismo es mi-
pertenece a la estética de Hegel. to. Y, de acuerdo con Gadamer, el
Pretende haber comprendido la mito es lo que podemos contar con
historia del mundo occidental y en absoluta certeza, sin que quepa la
principio, toda la historia univer- menor duda. “Y es precisamente
sal. Sobre este aspecto escribe Ga- esto lo que entonces tocó a su fin.
damer: “La historia consiste en el La evidencia de la tradición cristia-
intento de realizar este ideal, así lo no-humanista” (2000:69). El arte es
enseñó Hegel y por esto sigue ade- necesario pensarlo como actuali-
lante la historia mundial en la épo- dad de lo pasado. “Lo que apare-
ca de las revoluciones que luchan ce ante la vista es la totalidad del
por esta realización: como la lucha pasado y el presente del arte”
de dominio contra dominio y por (2000:70). La creación artística se
la liberación del dominio.. una lu- produce hoy bajo la poderosa som-
cha cuyo fin aún no puede preverse “ bra del pasado. Para Hegel lo be-
(Gadamer, 2000:66). También se llo es la sensible manifestación de
anunció el fin de la metafísica (Hei- la idea. Es en la obra de arte don-
degger). El fin del arte significa el de reconciliamos el mundo sensi-
carácter de pasado del arte. Hegel ble y el mundo inteligible. El arte
relaciona el arte con lo divino sea reconcilia también la esencia (idea)
dentro del politeísmo griego o sea y la apariencia, y de ese modo
dentro del cristianismo. De ese muestra también la unidad de for-
modo, para Hegel el arte se inscri- ma y contenido. Gadamer comen-
be en una de esas dos referencias a ta: “La coincidencia entre idea y
lo divino. Y el arte es pasado por- manifestación sigue siendo en
que esa tradición cristiano-huma- cierto sentido una definición váli-

Estética y hermenéutica en Gadamer 29


da de lo bello en el arte, pero en los definición con el arte contemporá-
siglos XIX y XX ya no ha sido una neo. Pues cuando el arte sólo qui-
definición evidente, aceptada por so ser arte es cuando comienza la
consenso general (2000:70). Desde gran revolución artística. Kant
entonces aparece el kitsch, pues és- proclama la autonomía de la esté-
te surge cuando ya no hay eviden- tica. La estética no debe recibir le-
temente algo común pero se lo ne- gislación alguna de nadie. Para el
cesita. “Aunque Hegel opinaba sujeto es bello lo que siente como
que todo está probado y medido y bello. Pero Gadamer observa que
que la evolución de la pintura con- Kant no aplicó esta tesis al arte (si-
sistirá en simples variaciones, la no a la estética), y en cambio de-
verdad es que la historia de la pin- fendió una legislación objetiva y
tura ha experimentado verdaderas normativa del arte ateniéndose a
revoluciones” (2000:75). El arte ex- modelos clásicos e ilustrados. Es
perimental sobrepasa las fronteras. con el movimiento romántico que
se rompe con la legislación sobre el
El artista actual tiene que ser ex- arte. Es con el romanticismo cuan-
céntrico para poder llamar la aten- do en el subjetivismo en la estética
ción ante una sensibilidad embota- y en el arte. Se ingresa así en el ar-
da. De ahí la necesidad del plura- te moderno propiamente como tal.
lismo experimental. Nuestra exis- Tampoco está de acuerdo Gada-
tencia hoy es la de un ser fragmen- mer con la eliminación kantiana
tado y el arte viene en nuestra ayu- del carácter cognitivo del arte. Al
da. “El fin del arte, el fin de la in- contrario, con Heidegger, Gada-
cansable voluntad creadora de mer mantiene la idea del arte co-
sueños y deseos humanos no se mo puesta en obra de la verdad.
producirá mientras los seres humanos Incluso recurre a Aristóteles y, so-
conformen su propia vida. Cualquier bre todo, a Platón. Como el bien
hipotético fin del arte será el comienzo en sí es indecible, Platón atribuye a
de un arte nuevo“ (2000:83). Como la belleza la manifestación del bien
se ve claramente, Gadamer recha- y la verdad. Sólo a partir de lo be-
za tanto la tesis posmodema del llo logra lo bueno una cierta expre-
fin de la Historia como la de la sión. En el Fedro se destaca “la uni-
muerte del arte. dad entre la percepción espiritual
de lo bello y el orden verdadero
Gadamer recupera la definición del mundo”(Argulloll, 1999:15).
kantiana de lo bello como “finali-
dad sin fin”, pero relaciona esta

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Gadamer defiende la unidad del ar- po, pero no del tiempo lineal, sino
te y para ello utiliza los conceptos del tiempo que irrumpe disconti-

TEMA CENTRAL
de juego, símbolo y fiesta. El ser hu- nuamente en la simultaneidad. La
mano tiende naturalmente al arte y fiesta es ruptura con la monotonía
esto se muestra claramente en el del presente y de lo cotidiano. Co-
instinto de juego. El juego es como mo fiesta el arte celebra lo eterno en
la vida, automovimiento. Movi- el tiempo. La esencia del arte es re-
miento que no persigue ningún fin, tomo al origen y recuperación de lo
sino que el fin es el movimiento eterno. El arte hoy exige reunir
mismo. Esto se relaciona con el con- fragmentos, reunir pedazos. El
cepto kantiano de la autonomía y el enigma del arte en la actualidad es
desinterés, a que se ha aludido. El la simultaneidad de pasado y pre-
arte no es estático, es dinámico. La sente. El arte no es un progreso ha-
obra es construcción y reconstruc- cia algo porvenir; tampoco es un
ción. La obra es abierta pues siem- paso hacia un nuevo paso, como en
pre deja algo por llenar. El arte con- la historicidad hegeliana. Vivimos
temporáneo, al no remitir a referen- siempre dentro de una tradición.
tes externos, permite ver mejor este Tradición es transmisión. Transmi-
carácter lúdico del arte. sión no es dejar el pasado intacto y
repetirlo, sino “aprender a concebir-
El símbolo es un fragmento que re- lo y decirlo de nuevo” (Gadamer,
mite a una totalidad. “Lo particular 1999:116). Transmisión es traducción
se presenta como un fragmento de (Übersetzung). La lengua fósil de un
ser que promete complementar en texto se convierte en nuestra lengua
un todo íntegro”. Lo bello es senti- por el arte de la traducción. Hay así
miento evocativo del posible orden una interacción del pasado con el
íntegro. Lo particular que remite a presente, puesto que también so-
lo universal. El símbolo no remite a mos pasado. El arte deja ser a lo
un significado, sino que él mismo se que es. “Que en el momento vaci-
presenta como significado, es auto- lante haya algo que permanez-
significado. El arte como juego lo ca”(1999:124).
que persigue es la permanencia; lo
eterno en lo temporal, lo universal Aunque Gadamer se acerca bastan-
en lo particular. El arte es reconoci- te a Hegel, también le cuestiona
miento como decía Hegel. Se trata que la mediación tal como él la en-
de reconocer en lo fugitivo lo impe- tiende es también absoluta; de este
recedero. El arte es fiesta, es decir modo anula la alteridad y hace in-
celebración. Celebración del tiem- necesario el esfuerzo interpretativo.

Estética y hermenéutica en Gadamer 31


Gadamer rechaza esta posición, crítica histórica se hace muy dificil
pues la alteridad jamás es superada. de entender, y en este sentido esta-
La historia es irreductible a cual- ría justificada la imputación de con-
quier cosa; ella es acontecer. Noso- formismo que se ha dirigido contra
tros pertenecemos a la historia. “No esta radicalización de la hermenéu-
parece exagerado afirmar, como de- tica de Gadamer” (2002:245).
ducción a partir de esta. doctrina
que la tradición se convierte en un El lenguaje nos habla a nosotros.
absoluto que, a través de sujetos La tradición nos habla en el lengua-
históricos, se trasmite a sí misma. je. En el lenguaje yo y mundo nos
Ella es la vez el emisor y el receptor confundimos. Se trata, pues, de
de esa comunicación” (Hernández, una copresencia de lenguaje y
2002:243). La objetividad histórica mundo. Quien tiene un lenguaje
no es algo que está frente a mí sin contiene un mundo en él. El mun-
más. La tradición se trasmite a sí do es percibido lingüísticamente.
misma y por sí misma en un trabajo El sentido del texto se hace históri-
de continua reinterpretación. “To- camente, y a la luz de la interpreta-
talidad de sentido trasmitido histó- ción ya acaecida. Según Hernán-
ricamente e individuo que la inter- dez, Gadamer no escapa al relati-
preta, constituyen así un todo her- vismo histórico. “Gadamer hace lo
menéutico” (Hernández, 2002:244). contrario de lo que dice, resultando
“Lo específico de la tesis de Gada- su filosofía en una absolutización
mer es que este círculo no se puede de las interpretaciones cuando pre-
cerrar en un acto absoluto de refle- viamente afirma una y otra vez que
xión, en el que acabarla la historia” la esencia misma del conocimiento
(2002:244). La tradición se impone al es la finitud” (2002:263). La media-
intérprete como un sentido siempre ción lingüística se convierte en un
presupuesto. Pues comprender la absoluto. [...] No hay más mundo
historia forma parte de la historia. que aquél del cual hablamos. [...]
“No hay punto de apoyo fuera de la En ese caso el mundo es completa-
historia que nos permita establecer mente transparente. Es el lenguaje
respecto de lo que en ella ha ocurri- que habla de sí mismo. Aparte de
do un juicio absoluto” (2002:245). Lo aquello de que se habla, no hay na-
pasado se puede comprender pero da de qué hablar (2002:264). Final-
no juzgar en términos absolutos, mente, “las cosas son congruentes
pues el comprender forma parte in- con entendimiento sólo en el len-
tegral del acontecer que se trata de guaje”. “Razón, ser y lenguaje se
comprender. Hernández comenta: identifican” (2002:265).
“Cómo es posible desde aquí una
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En cambio, Jean Grondin defiende ejemplos del psicoanálisis y de la
a Gadamer de la acusación de crítica de las ideologías del marxis-

TEMA CENTRAL
idealismo lingüístico. “Prevenir mo. Pero Gadamer respondió que
contra las interpretaciones precipi- el psicoanálisis no se puede genera-
tadas que atribuyen a Gadamer la lizar como una teoría social funda-
tesis lingüística ontológica de que mental. Gadamer responde tam-
todo lo que existe debiera ser ex- bién a Habermas afirmando que no
presado en forma de enunciados” tiene en cuenta ciertos aspectos re-
(Grondin, l999:l73). Para ello cita un tóricos del lenguaje. Al enfatizar la
buen texto de Gadamer que dice comunicación libre de presiones,
como sigue: “Naturalmente, el ca- Habermas descuida las condiciones
rácter por principio lingüístico del reales de la praxis humana. “Gada-
entender no puede significar que mer cree que la racionalidad de la
toda experiencia del mundo sólo argumentación retórica si bien se
se produce hablando y en el len- esfuerza por introducir elementos
guaje” (Citado en Grondin, afectivos y emocionales hace valer,
(1999:173). Nuestra experiencia del no obstante, argumentos de fondo
mundo es lingüística porque el y probabilidades, razón por la cual
lenguaje es el único vehículo del la retórica es y seguirá siendo un
diálogo. De todos modos no todas factor de determinación social mu-
las expresiones de Gadamer son cho más fuerte que la certeza cientí-
tan claras como ésta, y la impre- fica” (Gutiérrez, 1980:592).
sión de idealismo lingüístico reco-
rre la última parte de Verdad y mé- Richard Palmer señala que Gada-
todo. Vattimo, por ejemplo, ha de- mer confronta demasiado abismá-
rivado su subido idealismo lin- ticamente las ciencias y las huma-
güístico directamente de Gadamer. nidades. Y que, en cambio, es en la
hermenéutica de Paul Ricoeur
Habermas (2000) también ha repro- donde se encuentra un mayor diá-
chado a Gadamer su idealismo lin- logo con la ciencia. A partir de
güístico, pero adelanta además Heidegger, Gadamer se aproxima a
otras críticas. Le reprocha a Gada- Hegel. Palmer se pregunta si esto
mer la crítica a la filosofia de la Ilus- es positivo o no. Aunque Heideg-
tración. Habermas también cuestio- ger podría ver esta movida como
na el tajante dualismo entre verdad algo sospechoso, Gadamer arguye
y método; piensa que puede haber que el movimiento interno del pen-
método explicativo aun en las cien- sar heideggeriano es dialéctico.
cias del espíritu. Y para ello usa los “La hermenéutica dialéctica de

Estética y hermenéutica en Gadamer 33


Gadamer es simplemente una ex- dad en la práctica misma, es decir,
tensión de una tendencia inherente en la relación íntima con el ‘ethos’.
al pensamiento de Heidegger mis- El modelo aristotélico debe reem-
mo. El ha tomado de Heidegger la plazar la ‘teoría’ que encuentra le-
teoría de la comprensión, la ontolo- gitimación ontológica en la idea de
gía, y la crítica del moderno subjeti- un entendimiento infinito, total-
vismo humanista y de la tecnología mente desconocido para nuestra
y la ha desarrollado sin radical con- experiencia existencial” (C.B. Gutié-
tradicción de Heidegger, una her- rrez, 1980:592). Con ello se sustitu-
menéutica centrada en el lenguaje, ye para la filosofia hermenéutica el
ontológica, dialéctica y especulati- modelo científico natural por una
va” (Palmer, 1969:216). Esta centra- racionalidad de inspiración prácti-
ción en el lenguaje es, sin embargo, ca más que teórica.
decisiva pues sólo con Gadamer la
hermenéutica da también un giro
lingüístico. La hermenéutica tradi- BIBLIOGRAFÍA
cional se configuró como comenta- ARGULLOLL, Rafael, 1999, ”El arte después
rio de textos, como exégesis sin que de la muerte del arte”, Introducción a:
Gadamer, actualidad de lo bello, Buenos Ai-
hubiera siempre una plena concien- res, Paidós.
cia del carácter lingüístico del traba-
GADAMER, Hans Georj, 1999, Actualidad de lo
jo que se hacía. No es, pues, casual bello, Barcelona, Paidós.
que en Verdad y método hallemos
GADAMER, Hans Georj, 2000, La herencia de
tanto una historia de la hermenéuti-
Europa. Barcelona, Península, (Trad. de
ca como una historia de los grandes Pilar Giral Gorina).
hitos en el estudio filosófico del len-
GADAMER, Hans Georj, 1977, Verdad y método,
guaje. Sólo entendiendo la herme- Madrid, Taurus. (Traducción de Ana
néutica como lenguaje se la puede Agud Aparicio y Rafael de Agapito).
universalizar en sentido ontológico
GRONDIN, Jean, 1999, Historia de la hermenéu-
y afirmar que todo conocer tiene el tica. Barcelona, Herder.
carácter de la comprensión, es decir,
GUTIÉRREZ, Carlos B., 1980, “La filosofía de
de la interpretación. Gadamer”, ECO, (N.° 222).

HABERMAS, J., 2000, La lógica de las ciencias


En la hermenéutica de Gadamer se
sociales, Madrid, Tecnos.
recupera también la idea aristotéli-
ca de la razón práctica. “Aristóte- HERNÁNDEZ, P., 2002, Filosofía contemporánea
Madrid, Tecnos.
les muestra que la razón práctica
no posee la enseñabilidad de la PALMER, Richard, 1969, Hermeneutics.
Evanston, Northwestern University.
ciencia sino que gana su posibili- (M.T).

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