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Sostenimiento de

Excavaciones
Subterráneas
en Roca Dura

E.HOEK
Vancouver, B.C., Canada

P.K.KAISER
Geomechanics Research Centre, Laurentian University, Sudbury, Ontario, Canada

W.F.BAWDEN
Departament of Mining Engineering, Queen’s University, Kingston, Ontario, Canada

Traducción

D. CORDOVA ROJAS
Escuela de Minas, FIGMM, Universidad Nacional de Ingeniería, Lima, Perú

R. ZULOAGA SOTA
Laboratorio de Mecánica de Rocas FIGMM

A.A. BALKEMA/ROTTERDAM/BROOKFIELD/1995
Tabla de contenido

Prólogo

Prefacio

1 Visualización del diseño del sostenimiento en rocas 1


1.1 Introducción 1
1.2 Etapas en el desarrollo de una mina 1
1.2.1 Exploración y diseño preliminar 3
1.2.2 Diseño de mina 3
1.2.3 Años iniciales de minado 4
1.2.4 Años posteriores de minado 5
1.3 Diseño del sostenimiento 7

2 Evaluando los riesgos aceptables en el diseño 9


2.1 Introducción 9
2.2 Factor de seguridad 10
2.3 Estudios de sensibilidad 11
2.4 Aplicación de probabilidades al diseño 11
2.5 Probabilidad de falla 16
2.6 Problemas en los cuales no puede aplicarse las probabilidades 19

3 Evaluación de datos de ingeniería geológica 21


3.1 Introducción 21
3.2 Colección de datos de ingeniería geológica 21
3.3 Términos de geología estructural 22
3.4 Colección de datos geológicos estructurales 23
3.5 Presentación de datos de geología estructural 24
3.6 Análisis de datos geológicos 25

4 Clasificación de la masa rocosa 29


4.1 Introducción 29
4.2 Clasificación de la masa rocosa en ingeniería 29
4.2.1 Clasificación de la masa rocosa de Terzaghi 30
4.2.2 Clasificaciones que involucran el tiempo de autosostenimiento 31
4.2.3 Indice de designación de la calidad de la roca (RQD) 31
4.2.4 Valoración de la Estructura Rocosa (RSR) 33
4.3 Clasificación geomecánica 35
4.4 Modificaciones de RMR para minería 39
4.5 Indice de Calidad Tunelera de la Roca (Q) 39
4.6 Usos de los sistemas de clasificación de la masa rocosa 46
4.7 Estimación del módulo de deformación in-situ 47

5 Resistencia al corte de las discontinuidades 51


5.1 Introducción 51
5.2 Resistencia al corte de superficies planares 51
5.3 Resistencia al corte de superficies rugosas 52
5.3.1 Estimaciones de campo del JRC 53
5.3.2 Estimaciones de campo de JCS 55
5.3.3 Influencia de la escala sobre JRC y JCS 55
5.4 Resistencia al corte de discontinuidades con relleno 56
5.5 Influencia de la presión del agua 57
5.6 Cohesión y fricción instantáneos 57

6 Análisis de inestabilidad estructuralmente controlado 61


6.1 Introducción 61
6.2 Identificación de cuñas potenciales 61
6.3 Sostenimiento para controlar la falla de cuñas 65
6.3.1 Cuñas con pernos de roca 65
6.3.2 Sostenimiento de las cuñas con shotcrete 67
6.4 Consideraciones de secuencia de la excavación 68
6.5 Aplicación de la teoría de probabilidades 69

7 Esfuerzos in situ e inducidos 71


7.1 Introducción 71
7.2 Esfuerzos in situ 71
7.2.1 El Mapa Mundial de Esfuerzos 72
7.2.2 Desarrollando un programa de medición de esfuerzos 77
7.3 Análisis de esfuerzos inducidos 78
7.3.1 Métodos numéricos de análisis de esfuerzos 79
7.3.2 Modelos bi-dimensionales y tri-dimensionales 85
7.3.3 Análisis de esfuerzos utilizando el programa PHASES 86

8 Resistencia de la roca y de la masa rocosa 91


8.1 Introducción 91
8.2 Definición del problema 91
8.3 Resistencia de la roca intacta 92
8.4 Resistencia de masas rocosas diaclasadas 96
8.5 Uso de las clasificaciones de la masa rocosa para la estimación del GSI 99
8.6 Cuando usar el criterio de falla Hoek-Brown 103

9 Diseño del sostenimiento en roca sobreesforzada 107


9.1 Introducción 107
9.2 Análisis de la interacción del sostenimiento 107
9.2.1 Definición del criterio de falla 109
9.2.2 Análisis del comportamiento de un túnel 109
9.2.3 Deformación de un túnel sin sostenimiento 110
9.2.4 Características de deformación del sostenimiento 112
9.2.5 Estimación de la capacidad del sostenimiento 114
9.2.6 Ejemplo de interacción del sostenimiento 115
9.3 El programa PHASES 115
9.3.1 Análisis de interacción del sostenimiento usando PHASES 117

10 Astillamiento progresivo en roca masiva frágil 121


10.1 Introducción 121
10.2 Ejemplos de astillamiento en excavaciones subterráneas 121
10.3 El Laboratorio de Investigación Subterránea AECL 123
10.3.1 Esfuerzos in situ en el nivel 420 124
10.3.2 Propiedades del granito Lac du Bonnet 124
10.3.3 Las Cámaras 413 y 405 del URL 125
10.3.4 Túnel de Prueba del URL 127
10.4 Ejemplo de la Mina El Teniente – Chile 128
10.5 Experiencia Sud Africana 129
10.6 Implicancias para el diseño del sostenimiento 133
10.6.1 Empernado de rocas 133
10.6.2 Shotcrete 134
10.6.3 Discusión 134

11 Aplicaciones de sostenimientos típicos 137


11.1 Introducción 137
11.2 Sistemas de sostenimientos “seguros” 137
11.3 Excavaciones mineras permanentes 141
11.4 Puntos de carguío y echaderos de mineral 142
11.5 Aberturas pequeñas en roca de fracturas en bloques 146
11.6 Aberturas pequeñas en roca severamente diaclasada 147
11.7 Pre-sostenimiento de aberturas 152
11.7.1 Sostenimiento en tajeos de corte y relleno 153
11.7.2 Pre-reforzamiento de aberturas permanentes 156
11.7.3 Reforzamiento de tajeos de no ingreso a los mismos 159

12 Pernos de roca y varillas de anclaje 163


12.1 Introducción 163
12.2 Pernos de roca 163
12.2.1 Pernos de roca mecánicamente anclados 163
12.2.2 Pernos de roca anclados con resina 167
12.3 Varillas 169
12.3.1 Varillas inyectadas 169
12.3.2 Varillas de fricción o estabilizadores “Split Set” 170
12.3.3 Varillas “Swellex” 171
12.4 Características carga-deformación 172

13 Reforzamiento con cablebolt 177


13.1 Introducción 177
13.2 Estructura del cablebolt 177
13.3 Resistencia de la adherencia del cablebot 179
13.4 Lechada de cemento e inyección de la lechada 182
13.5 Instalación del cablebolt 183
13.6 Cablebolts modificados 187

14 El método gráfico de estabilidad 189


14.1 Introducción 189
14.2 El método Gráfico de Estabilidad 189
14.2.1 El número de estabilidad, N’ 189
14.2.2 El factor de forma, S 193
14.2.3 El gráfico de estabilidad 193
14.3 Diseño de cablebolts 194
14.4 Discusión del método 195
14.5 Ejemplo de aplicación del gráfico de estabilidad 195
14.5.1 Geología estructural 196
14.5.2 Clasificación Q’ 196
14.5.3 Diseño preliminar del tajeo 197

15 Sostenimiento con shotcrete 203


15.1 Introducción 203
15.2 Tecnología del shotcrete 203
15.2.1 Shotcrete mezcla seca 203
15.2.2 Shotcrete mezcla húmeda 204
15.2.3 Shotcrete con microsílica reforzado con fibras de acero 205
15.2.4 Shotcrete reforzado con malla 207
15.3 Aplicaciones del shotcrete 208
15.4 Diseño del sostenimiento con shotcrete 211

Referencias

Información sobre software

Índice de autores

Índice por materias


Prólogo

Sostenimiento de excavaciones subterráneas en roca dura es el manual mas completo y


actualizado para el diseño de excavaciones y mecanismos de sostenimiento de minas
subterráneas.

Este trabajo es el resultado de una colaboración estrecha entre la industria y la universidad en


los campos de la investigación pre-competitiva. La industria minera proporcionó los fondos y
el asesoramiento, a través del recientemente formado Directorio de Investigación Minera
(MRD). Las Universidades de Toronto, Laurentian y Queen, bajo la dirección de los
Profesores Hoek, Kaiser y Bawden, proporcionaron el estímulo y las facilidades para llevar a
cabo esta tarea. Estos profesores fueron asistidos por cerca de 40 ingenieros y estudiantes
graduados, quienes investigaron las fuentes del conocimiento y la experiencia a través del
mundo entero.

El producto final, incluye tres programas de cómputo: DIPS, UNWEDGE y PHASES. Estos
programas fueron auspiciados conjuntamente por la industria minera, a través de MRD, y por
la Fundación de Incentivo a la Investigación de las Universidades.

Este libro canadiense y los programas asociados constituyen una contribución invalorable
para el entrenamiento de los ingenieros de minas y tecnólogos en las universidades y colegios
de todo el mundo, asimismo son extremadamente útiles para los que practican la minería
subterránea. El enfoque general está dirigido a que las operaciones mineras sean mejores
desde los puntos de vista de la productividad, la seguridad y el medioambiente.

El libro Sostenimiento de excavaciones subterráneas en roca dura, testifica la buena voluntad


de la industria y universidades canadienses, para colaborar en el campo de la investigación y
aprendizaje pre-competitivos, aunándose en perseguir la excelencia y en trabajar juntos para
el beneficio económico y social de nuestra sociedad.

Dr. Walter Curlook


Inco Limited
Mayo 18,1993
Prefacio

Este volumen es el producto de cuatro años de investigación, llevados a cabo bajo la dirección
del Profesor Evert Hoek del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Toronto,
del Profesor Peter K. Kaiser del Centro de Investigación Geomecánica de la Universidad de
Laurentian y del Profesor William F. Bawden del Departamento de Ingeniería de Minas de la
Universidad de Queen.

Los fondos fueron coordinados por el Directorio de Investigación Minera y proporcionados


por: Belmoral Mines Limited, Cominco Limited, Denison Mines Limited, Falcombridge
Limited, Hudson Bay Mining and Smelting Co. Ltd., Inco Limited, Lac Minerals Limited,
Minnova Inc., Noranda Inc., Placer-Dome Inc., Rio Algom Limited y Teck Corporation.

También fueron proporcionados fondos por la Fundación de Incentivo a la Investigación de


las Universidades, administrados por el Ministerio de Colegios y Universidades de Ontario.

Los resultados de esta investigación son resumidos en este libro. Los programas DIPS,
UNWEDGE y PHASES, usados en este libro, fueron desarrollados durante el proyecto y
están disponibles en el Grupo de Ingeniería de Rocas de la Universidad de Toronto.

Varias individualidades han contribuido a la preparación de este libro y los programas


asociados; sería imposible nombrar a todos ellos. Los consejos y estímulo proporcionados por
el Comité de Asesoramiento Técnico del proyecto y por el Sr. Charles Graham, Director
Gerente de MRD, son reconocidos afectuosamente. La asistencia proporcionada por muchos
ingenieros y mineros de los sitios donde se llevó a cabo la investigación, es grandemente
apreciada. Las principales contribuciones hechas por los ingenieros investigadores y
estudiantes graduados, es reconocida. Especial agradecimiento al Dr. Jean Hutchinson, quien
asistió con la escritura de este volumen y los manuales de los programas; al Dr. José
Carvalho, al Sr. Mark Diederichs, al Sr. Brent Corkum y al Dr. Bin Li, quienes fueron los
responsables de la mayor parte del desarrollo de los programas, y a la Sra. Theo Hoek, quien
compiló la lista de las referencias y revisó el manuscrito final.

El borrador del libro fue enviado a varias partes del mundo para su revisión. Casi todos
respondieron, contribuyendo con sugerencias y críticas muy constructivas. Como resultado de
este proceso de revisión, varios capítulos fueron re-escritos y se añadió un nuevo capítulo.
Aun cuando no sería práctico listar todas estas revisiones individualmente, los autores desean
expresar sus sinceros agradecimientos a todos aquellos que se tomaron la molestia de revisar
el borrador y cuyas contribuciones han añadido valor a este libro.
Los autores anticipan que algunas de las materias contenidas en este libro serán superadas
rápidamente conforme la tecnología del sostenimiento subterráneo continúe su desarrollo.
Los lectores están invitados a enviar sus comentarios y sugerencias, los cuales pueden ser
incorporados en las futuras ediciones de este libro. Estas contribuciones pueden ser enviadas
a cualquiera de los autores, a las direcciones que enseguida son listadas.

Dr. Evert Hoek


West Broadway Professional Centre
412-2150 West Broadway
Vancouver, British Columbia, V6K 4L9
Canada

Profesor Peter Kaiser


Geomechanics Research Centre
Laurentian University
Fraser Building F217
Ramsey Lake Road
Sudbury, Ontario P3E 2C6

Profesor W.F. Bawden


Departament of Mining Engineering
Goodwin Hall
Queen’s University
Kingston, Ontario K7L 3N6
Canada
1

1 Visualización del diseño del sostenimiento en rocas

1.1 Introducción

El potencial para la inestabilidad en la roca circundante a una abertura minera


subterránea, es siempre una amenaza presente tanto para la seguridad de los
hombres como para el equipo de mina. En adición, a causa de la dilución del
mineral debido a la falla de la roca, la rentabilidad de la operación minera puede
reducirse si se permite que las fallas se desarrollen en la roca circundante a un
tajeo. A fin de contrarrestar esta amenaza, es necesario entender las causas de la
inestabilidad y diseñar medidas que eliminen o minimicen los problemas.

Es importante reconocer que hay dos escalas involucradas en la creación de


problemas de inestabilidad potencial. La primera escala, la cual puede ser
denominada escala de mina, es una que involucra a todo el cuerpo mineralizado,
la infraestructura de la mina y la masa rocosa circundante. La segunda escala o
escala local, está limitada a la roca en la vecindad de las aberturas subterráneas.
Estas dos escalas son ilustradas en la Figura 1.1.

La composición y naturaleza del cuerpo mineralizado y de la roca encajonante


circundante, los esfuerzos in situ y la geometría y secuencia de excavación de los
tajeos, tienen influencia sobre la estabilidad global de la mina. El minado de los
tajeos en una secuencia incorrecta, el dejar pilares de inadecuados tamaños entre
los tajeos, la ubicación incorrecta de los piques y echaderos de mineral, en áreas
que probablemente estarán sujetas a cambios importantes de los esfuerzos, son
todos ellos problemas que tienen que ser tratados considerando la geometría
global de la mina.

Por otro lado, la estabilidad de la roca circundante a un simple tajeo, a una


estación de pique o a una rampa, depende de los esfuerzos y las condiciones
estructurales de la masa rocosa dentro de unas pocas decenas de metros de los
bordes de la abertura. Los esfuerzos locales son influenciados por las condiciones
de escala de mina, pero las inestabilidades locales serán controladas por los
cambios locales en los esfuerzos, por la presencia de rasgos estructurales y por la
cantidad de daño causado a la masa rocosa por la voladura. En general, es la
escala local, la cual es de primera importancia en el diseño del sostenimiento.

1.2 Etapas en el desarrollo de una mina

La Tabla 1.1 muestra un resumen de las diferentes etapas del desarrollo de una
mina. Diferentes cantidades de información son disponibles en cada etapa y esta
influye en la aproximación al diseño del sostenimiento que puede ser utilizada en
cada etapa. Cada una de estas etapas es revisada brevemente en la siguiente
discusión. El lector no debería estar intranquilo si algunos de los términos y
conceptos incluidos en esta breve revisión no son familiares. Estos serán
discutidos en detalle en los capítulos posteriores de este volumen.

Amerita también puntualizar que el término “sostenimiento” es usado para cubrir


todos los tipos de pernos de roca, varillas de anclaje, cables, malla, cintas,
shotcrete y cerchas, utilizados para minimizar la inestabilidad en la roca alrededor
de las aberturas mineras. En discusiones mas detalladas de los capítulos
posteriores, los términos como sostenimiento activo, sostenimiento pasivo y
2

Figura 1.1: Los problemas de


inestabilidad subterránea son
controladas por la geometría
global de la mina (imagen
superior) y por los esfuerzos in
situ y las características de la
masa rocosa alrededor de cada
abertura (fotografía inferior).
(Imagen gráfica de una mina,
creada por el Dr. Murray
Grabinsky del Departamento de
Ingeniería Civil de la Universidad
de Toronto)
3

reforzamiento serán introducidos para diferenciar los modos en los cuales


estos sostenimientos trabajan.

1.2.1 Exploración y diseño preliminar

La cantidad de información que se tiene disponible durante las etapas de


exploración y diseño preliminar de una mina, es usualmente limitada a aquella que
se obtiene a partir de mapas de geología regional, estudios geofísicos, mapeo
superficial y taladros exploratorios. Los programas de perforaciones exploratorias
generalmente no incluyen provisiones para obtener información geotécnica y de
aquí que la información disponible a partir de los taladros puede estar limitada a
los tipos de roca y leyes del mineral. Consecuentemente, solo es posible construir
una clasificación de la masa rocosa muy cruda, sobre la cual estará basada el
estimado preliminar de los requerimientos de sostenimiento de la roca. Esto no es
generalmente el mayor problema en esta etapa, desde que los propietarios de la
mina solo necesitan hacer un estimado grueso de los costos el sostenimiento
potencial.

Estimados mas detallados normalmente requieren la perforación de unos pocos


taladros juiciosamente posicionados y un geotecnista que registre cuidadosamente
los testigos. La información obtenida a partir de tal investigación, es utilizada para
construir una clasificación de la masa rocosa y posiblemente para proveer datos de
entrada para un análisis numérico muy simple. Esto también puede proveer una
base para un planeamiento mas detallado de las investigaciones del sitio para una
siguiente etapa del desarrollo dela mina.

1.2.2 Diseño de la mina

Una vez que se ha concluido que el depósito mineral puede ser minado
rentablemente y que ha sido desarrollada una estrategia de minado, el proyecto
puede pasar a la siguiente etapa, la cual usualmente involucra la construcción de un
pique exploratorio o, si el mineral esta a poca profundidad, una rampa y socavones
exploratorios. Estos proveen accesos subterráneos al cuerpo mineralizado y a la
masa rocosa circundante y también permiten una evaluación geotécnica más
detallada, con respecto a la que fue posible durante la etapa de exploración.

El mapeo estructural de los rasgos expuestos en las aberturas exploratorias, los


ensayos de laboratorio de las muestras de testigos obtenidos a partir de las
perforaciones subterráneas y las mediciones de esfuerzos in situ, son los tipos de
actividades que podrían estar incluidos en el programa geotécnico asociado con
esta etapa. Las observaciones sobre la falla de la masa rocosa pueden ser utilizadas
para estimar las propiedades de la masa rocosa y los esfuerzos in situ. Estas
actividades también proporcionan información para la construcción de la
clasificación de la masa rocosa y los modelos numéricos, los cuales pueden ser
utilizados para los análisis preliminares de inestabilidad alrededor de las aberturas
mineras típicas.

Los estudios llevados a cabo durante la etapa de diseño de la mina pueden también
ser utilizados para estimar los requerimientos de sostenimiento de las excavaciones
permanentes tales como: las estaciones del pique, las estaciones de refugio, las
cámaras de chancado subterráneo, las rampas, etc. Estos diseños tienden a ser más
conservadores que aquellos para el sostenimiento de una abertura minera normal,
desde que la seguridad de los hombres y del equipo es una primera consideración
en estas aberturas permanentes.
4

Tabla 1.1: Resumen de la información disponible y de las aproximaciones al diseño del sostenimiento en las
varias etapas del desarrollo de una mina

Etapa de desarrollo Información disponible Aproximación de diseño


Exploración y diseño preliminar Ubicación y naturaleza del depósito mineral e Uso de las clasificaciones de la masa rocosa
información rudimentaria sobre la roca para obtener los primeros estimados de los
encajonante a partir de las perforaciones requerimientos de sostenimiento
exploratorias y mapeo de superficie

Diseño de la mina con esquema Estimados de la estructura y resistencia de la Uso de las clasificaciones de la masa rocosa
detallado de las excavaciones de acceso masa rocosa y la condición de los esfuerzos in modificadas y modelos numéricos para
permanentes y tajeos situ, a partir de los mapeos y mediciones diseñar la malla de los pernos de
llevadas a cabo en los socavones y piques excavaciones permanentes y la malla de los
exploratorios. cablebolts de tajeos

Piques, galerías de transporte, rampas y Información detallada sobre la estructura y Refinamiento de los diseños, utilizando
otros accesos permanentes, y tajeos de resistencia de la masa rocosa, daños de la modelos numéricos elaborados y dando
inicio de la mina voladura, y sobre el rendimiento de los sistemas atención al control de calidad de la
de sostenimiento seleccionados instalación del sostenimiento

Años posteriores de minado Experiencia a partir de muchos años de Afinamiento del sostenimiento para reunir
y extracción de pilares refinamiento en excavación e instalación del requerimientos específicos con el uso de los
sostenimiento y, posiblemente, de los resultados modelos numéricos mas avanzados, cuando
del monitoreo de cargas y desplazamientos sean requeridos

Una actividad importante en esta etapa del programa de desarrollo de la mina es


el esquema de tajeos y la selección de las dimensiones de los mismos y la
secuencia del tajeado. El rol del sostenimiento y del relleno de los tajeos, tiene
que se evaluado. En tajeos en los que se puede ingresar, tales como los tajeos de
corte y relleno, el sostenimiento es requerido tanto para la seguridad como para el
control de la dilución. La función primaria del sostenimiento en los tajeos en
donde no se puede ingresar, es el control de la dilución.

1.2.3 Años iniciales de minado

Durante las etapas iniciales de minado, se dedicará una cantidad significativa de


esfuerzo en la excavación y estabilización de las aberturas mineras permanentes,
tales como piques, estaciones de piques, galerías de transporte, rampas, echaderos
de mineral, sub estaciones eléctricas y estaciones de refugio. Estas excavaciones
son requeridas para proveer accesos seguros para la vida de la mina o para una
parte significativa de esta vida, de aquí que, se requiere un alto grado de
seguridad. El diseño de estas excavaciones es similar, de varios modos, al diseño
de túneles y cavernas de la ingeniería civil, y se puede requerir una alta densidad
de sostenimiento a fin de reducir la inestabilidad potencial a un mínimo absoluto.
Lo que separa al sostenimiento de aberturas mineras del sostenimiento de
estructuras de ingeniería civil similares, es el hecho que la abertura minera puede
llegar a tener grandes deformaciones como resultado de los cambios en la
condición de los esfuerzos inducidos por el progreso del minado. El
sostenimiento tiene que mantenerse efectivo en una roca que gradualmente se está
degradando, y que puede tener que sustentar cargas dinámicas.

El diseño de este sostenimiento requiere un conocimiento regularmente detallado


de la estructura de la masa rocosa y de la condición de los esfuerzos in situ. Estos
son generalmente obtenidos a partir de estudios geotécnicos asociados con las
etapas de diseño de la mina discutidos inicialmente. Los modelos numéricos
pueden ser utilizados para estimar la extensión de la inestabilidad potencial en la
roca circundante de las aberturas mineras permanentes y para diseñar los sistemas
típicos de sostenimiento para controlar esta inestabilidad. En general, el diseño
del sostenimiento de estas aberturas permanentes tiende a ser conservador, en el
cual el diseñador generalmente pecará por el lado de mayor especificación, más
que por el menor sostenimiento, para tener cuidado de las peores condiciones.
5

La rehabilitación de las aberturas permanentes puede causar interrupciones en las


operaciones de minado y puede ser dificultosa y costosa. Consecuentemente, el
objetivo es hacer el trabajo solo una vez y no tener que hacer otras veces.
Métodos especiales de monitoreo de la respuesta de la masa rocosa pueden ser
justificados para estudios de retroanálisis, apuntando a mejorar el entendimiento
del rendimiento del sostenimiento.

En esta etapa del desarrollo de la mina, los tajeos serán relativamente pequeños y
aislados, siendo posible mantener la seguridad y minimizar la dilución con una
modesta cantidad de sostenimiento. Sin embargo, es importante que los cambios
en los esfuerzos, que estarán asociados con las etapas posteriores de minado, sean
anticipados y se hagan las previsiones para tratarlos. Esto puede significar que el
sostenimiento tenga que ser colocado en áreas que parecen estar perfectamente
estables a fin de preservar la estabilidad de la roca durante el minado posterior.

Un buen ejemplo de este tipo de sostenimiento pre-colocado, puede ser hallado en


el reforzamiento de puntos de carguío. Cuando estos son minados, antes que el
tajeo ubicado encima de ellos haya sido disparado, están generalmente en roca
estable que no requieren de sostenimiento, sin embargo, cuando los tajeos
sobreyacentes son disparados y los puntos de carguío entran en operación, los
cambios de esfuerzos, debido a la creación de una nueva gran excavación y las
fuerzas dinámicas resultantes de los movimientos del mineral fragmentado, puede
resultar en serios sobreesforzamientos de la roca circundante a los puntos de
carguío. Cuando estos cambios han sido anticipados y esta masa rocosa ha sido
reforzada, la estabilidad de los puntos de carguío puede ser mantenida para la
vida del tajeo. Típicamente, los cables cementados no tensionados, instalados
durante la excavación del acceso y del punto de carguío, proveen un excelente
reforzamiento para estas condiciones. El cable es recomendable en lugar de las
varillas de anclaje, a causa de su mayor resistencia al daño debido al impacto de
rocas grandes.

Esta etapa de minado, también da la oportunidad de revisar algunos de los


problemas prácticos asociados con la instalación del sostenimiento. Por ejemplo,
la relación agua/cemento de la lechada usada para fijar los cables en su lugar, este
es un factor importante en la determinación de la capacidad de este tipo de
sostenimiento. El bombeo a baja relación agua/cemento requiere del equipo
correcto y de la cuadrilla bien entrenada. La inversión de tiempo y esfuerzo
requerido para sortear problemas de equipo y para entrenar a la cuadrilla será
ampliamente recompensada en las etapas posteriores del desarrollo de la mina.

1.2.4 Años posteriores de minado

Cuando una mina subterránea alcanza la madurez y las actividades se mueven


hacia el minado de tajeos de tamaño significativo y hacia la recuperación de
pilares, el problema de diseño del sostenimiento tiende a ser severo. El ingeniero
de minas requerirá usar toda la experiencia ganada en los años iniciales de
minado, para diseñar sistemas de sostenimiento que continuarán proporcionando
accesos seguros y minimicen la dilución.

Dependiendo de la naturaleza y de la escala de los problemas de inestabilidad


encontrados, el sostenimiento puede ser similar a aquel usado inicialmente, o
podrán ser implementados nuevos e innovadores diseños de sostenimiento. Es
generalmente en este tiempo, que el uso de las técnicas de diseño del
sostenimiento mas sofisticados, se justifica.
6

Colección de datos básicos de ingeniería geológica a partir de afloramientos superficiales y


testigos de taladros

Caracterización de la masa rocoa

Clasificación de la masa rocosa e identificación de los modos de falla potencial

Fallas conducidas por gravedad, Fallas asistidas por la gravedad,


estructuralmente controladas Inducidas por los esfuerzos

Evaluación de los modos de falla Determinación del campo de esfuerzos


cinemáticamente posibles In situ en la roca circundante

Asignación de resistencias al corte Asignación de propiedades a la masa


para las superficies potenciales de falla rocosa

Cálculo del factor de seguridad o Análisis del tamaño de las zonas de


riesgo de la falla potencial sobreesfuerzo alrededor de las
excavaciones

Determinación de los requerimientos Análisis no-lineal de interación-soste


de sostenimiento tenimiento para el diseño del sosteni-
miento

Evaluación de la influencia de la voladura y de los estallidos de roca sobre el sostenimiento


(estos tópicos no son cubiertos en este libro)

Diseño del sostenimiento, tomando en cuenta las secuencias de excavación, la disponibilidad


de materiales y el costo efectivo del diseño

Instalación del sostenimiento con estricto control de calidad, para asegurar la correcta
longitud del perno y cable, el anclaje, el tensionamiento y la inyección, y la efectividad del
shotcrete y de las cerchas.

Monitoreo del comportamiento de la excavación y del sostenimiento, para validar el diseño y


para permitir modificaciones de los diseños futuros

Figura 1.2: Etapas involucradas en el diseño del sostenimiento para excavaciones


subterráneas en roca dura
7

En esta etapa de minado, se debería tener una buena database geotécnica. Esta
puede incluir los resultados de las observaciones y mediciones de las
deformaciones de las excavaciones, falla de la masa rocosa, rendimiento del
sostenimiento y los cambios de los esfuerzos in situ. Un análisis de estas
mediciones y observaciones pueden proveer una base sólida para estimar el
comportamiento futuro de los tajeos y pilares, y así diseñar sistemas de
sostenimiento para estabilizar las aberturas.

1.3 Diseño del sostenimiento

Mientras la cantidad de información disponible en las diferentes etapas de diseño,


desarrollo y producción de la mina varía, las etapas básicas involucradas en el
diseño del sostenimiento permanecen invariables. La carencia de información en
las etapas iniciales de diseño y desarrollo de la mina, significa que algunas de las
etapas en el proceso de diseño pueden ser omitidas o estar basadas sobre
estimados gruesos de la geología estructural, esfuerzos in situ, resistencia de la
masa rocosa y otra información.

Las etapas básicas involucradas en el diseño del sostenimiento de minas


subterráneas en roca dura son resumidas en la Figura 1.2.
8
9

2 Evaluación del riesgo aceptable en el diseño

2.1 Introducción

Cómo hacer una evaluación de la aceptabilidad de un diseño en ingeniería?


Confiarse solo en el juicio, puede llevar a uno de los dos extremos ilustrados en
la Figura 2.1. El primer caso es económicamente inaceptable, mientras que el
ejemplo ilustrado en la parte inferior viola todos los estándares normales de
seguridad.

yo no creo
en adoptar
algún
cambio

Quién necesita
pernos de roca?

Figura 2.1: Alternativas de instalación de pernos de rocas basadas en juicios


individuales. (Dibujos de caricatura en un folleto sobre caída de rocas publicado por el
Departamento de Minas del Oeste de Australia).
10

2.2 Factor de seguridad

La aproximación clásica usada en el diseño de estructuras de ingeniería, es


considerar la relación entre la capacidad C (resistencia o fuerzas resistentes) del
elemento y la demanda D (esfuerzos o fuerzas perturbadoras). El factor de
seguridad de la estructura es definida como F = C/D y se asume que la falla
ocurre cuando F es menor que 1.

Considerar el caso de una malla de pernos de roca, diseñada para sujetar un


planchón de roca en el techo de una excavación. La Figura 2.2 muestra el
planchón de espesor t que está siendo sostenida por un perno de roca en un
arreglo con un espaciamiento del reticulado de SxS. Asumiendo que el peso
unitario de la roca fracturada es  = 2.7 ton/m3, que el espesor del planchón t = 1
m, y que el espaciamiento del reticulado S = 1.5 m, el peso del bloque que está
siendo asumido por el perno está dado por W = .t.S2 = 6.1 tons. La demanda D
sobre el perno de roca es igual al peso W del bloque, y si la resistencia o
capacidad del perno es C = 8 ton, el factor de seguridad F = 8/6.1 = 1.3.

El valor del factor de seguridad que es considerado aceptable para un diseño, es


usualmente establecido a partir de experiencias previas de diseños exitosos. Un
factor de seguridad de 1.3 podría ser considerado como adecuado para una
abertura minera temporal, mientras que un valor de 1.5 a 2.0 sería requerido para
una excavación ‘permanente’ tal como una estación de chancado subterráneo.

perno de roca

espaciamiento
del reticulado
de los pernos

s
s
t

Figura 2.2: Planchón de techo de espesor t que está siendo sostenido por un perno de roca
en una malla espaciada sobre un reticulado de SxS.
11

2.3 Estudios de sensibilidad

Antes de basar una decisión de diseño de ingeniería en un simple factor de


seguridad calculado, una aproximación alternativa, que es frecuentemente usado
para dar una evaluación más racional al riesgo asociado con un diseño
particular, es llevar a cabo un estudio de sensibilidad. Esto involucra una serie
de cálculos, en el cual cada parámetro significativo es variado sistemáticamente
sobre su máximo rango creíble, a fin de determinar su influencia sobre el factor
de seguridad.

En el ejemplo muy simple discutido en la sección previa, el diseñador de pernos


de roca puede considerar que el espesor t del planchón podría variar desde 0.7
hasta 1.3 m y que la resistencia de los pernos de roca podría estar entre 7 y 9
ton. De aquí, manteniendo todos los otros parámetros constantes, el factor de
seguridad variaría desde 7/(2.7 x 1.3 x 1.52) = 0.88 hasta un máximo de 9/(2.7 x
0.7 x 1.52) = 2.12.

El factor de seguridad mínimo de 0.88 es ciertamente inaceptable y el diseñador


tendría que decidir que hacer luego. Si se percibiera que un número
significativo de pernos podrían estar sobrecargados, el sentido común dictaría
normalmente que el factor de seguridad de 1.3 debería ser aumentado por decir
a 1.5, mediante la disminución del espaciamiento de los pernos de 1.5 a 1.4 m.
Esto daría un factor de seguridad mínimo de 1.02 y un máximo de 2.43 para las
condiciones asumidas.

2.4 Aplicación de las probabilidades al diseño

El estudio de sensibilidad muy simple discutido arriba, es el tipo de cálculo que


es llevado cabo rutinariamente en cualquier lugar del mundo. En una operación
minera en marcha, el número de fallas de los pernos pronto indicará si el diseño
promedio fue aceptable o si son requeridas modificaciones.

Será evidente para el lector que este proceso de diseño involucra una cantidad
considerable de juicio basado en la experiencia ganada a partir de cuidadosas
observaciones de rendimiento actual. ¿Cuando no está disponible tal
experiencia, por que el diseño es para una nueva área o para una nueva mina,
qué herramientas están disponibles para asistir al diseñador en adoptar
decisiones de ingeniería? Mientras el uso de la teoría de probabilidades no
provee todas las respuestas que el diseñador pueda buscar, esta ofrece un medio
para evaluar el riesgo de una manera racional, aun cuando la cantidad de datos
es limitada.

Una discusión completa sobre la teoría de probabilidades excede al alcance de


este libro y las técnicas discutidas en las siguientes páginas intentan introducir
al lector a esta materia y dar una indicación del poder de estas técnicas en la
toma de decisiones de ingeniería. Un tratamiento mas detallado de esta materia
será hallado en el libro titulado ‘Reliability-based design in civil engineering’
de Harr (1987). Un artículo sobre aplicaciones geotécnicas de la teoría de
probabilidades titulado ‘Evaluating calculated risk in geothecnical
engineering’fue publicado por Whitman (1984) y es recomendable su lectura
para los que tienen interés en esta materia. Pine (1992), Tyler et.al. (1991),
Hatzor y Goodman (1992) y Carter (1992) han publicado artículos sobre la
aplicación de la teoría de probabilidades al análisis de problemas encontrados
en minería subterránea e ingeniería civil.
12

La mayoría de los ingenieros geotécnicos, miran la materia de teoría de


probabilidades con duda y suspicacia. Una mínima parte de la razón
para esta desconfianza está asociada por el lenguaje que ha sido adoptado por
aquellos especializados en el campo de la teoría de probabilidades y
evaluación de riesgos. Las siguientes definiciones son dadas en el intento de
disipar algunos de los misterios que tienden a rodear esta materia.

Variables aleatorias: Los parámetros tales como el ángulo de fricción de las


discontinuidades de la roca, la resistencia compresiva uniaxial de especimenes
rocosos, la inclinación y orientación de las discontinuidades de una masa
rocosa y los esfuerzos in situ medidos en la roca que rodea una abertura, no
f (x)
x tienen un simple valor fijo, sino que pueden asumir cualquier número de
valores. No hay manera de predecir exactamente que el valor de uno de estos
x1 x
parámetros estará en cualquier ubicación dada. De aquí que estos parámetros
son descritos como variables aleatorias.
Función de densidad de probabilidad (PDF)
Distribución de probabilidades: Una función de distribución de probabilidad
(PDF) describe la probabilidad relativa que una variable aleatoria asumirá un
valor particular. En el costado de esta página, se ilustra una función de
densidad de probabilidad típica. En este caso la variable aleatoria es
continuamente distribuida (es decir, puede adoptar todos los valores posibles).
1
El área bajo la PDF es siempre la unidad.

F (x) Una manera alternativa de presentar la misma información es en la forma de


x
función de distribución acumulativa (CDF), la cual da la probabilidad que la
variable tendrá un valor menor o igual al valor seleccionado. La CDF es la
integral de la correspondiente función de densidad de probabilidad, es decir, la
0 ordenada en x1, sobre la distribución acumulativa, es el área debajo de la
x1
función de densidad de probabilidad hacia la izquierda de x1. Observe que
Función de distribución acumulativa (CDF)
fx(x) es usada para las ordenadas de una PDF mientras que Fx(x) es usado para
una CDF.

Uno de las representaciones gráficas más comunes de la distribución de


probabilidades es un histograma en el cual la fracción de todas las
observaciones que caen dentro de un intervalo específico es trazada como una
barra sobre aquel intervalo.

Análisis de datos: Para muchas aplicaciones no es necesario usar toda la


información contenida en una función de distribución. Pueden se adecuadas,
cantidades solo resumidas por los rasgos dominantes de la distribución.

La media muestral o valor esperado o primer momento indica el centro de


gravedad de la distribución de probabilidad. Una aplicación típica podría ser el
análisis de un conjunto de resultados x1, x2, ….., xn de ensayos de resistencia
uniaxial llevados a cabo en laboratorio. Asumiendo que hay n valores de
ensayos individuales xi, la media x está dada por:

1 n
x xi
n i 1
(2.1)

La varianza muestral s2 o el segundo momento de la media de una distribución


está definida como la media del cuadrado de la diferencia entre el valor de xi y
el valor medio x. De aquí:
13

n
1
s 
2
 xi  x 2 (2.2)
n  1i 1

Observe que, teóricamente, el denominador para el cálculo de la varianza de la


muestra debería se n, no (n-1). Sin embargo, para un número finito de muestras,
puede ser mostrado que el factor de corrección n/(n-1), conocido como la
corrección de Bessel, da un mejor estimado. Para propósitos prácticos la
corrección solo es necesaria cuando el tamaño de la muestra es menor que 30.

La desviación estándar s está dada por la raíz cuadrada de la varianza s2. En el


caso de la distribución normal comúnmente usada, cerca del 68 % de los valores
de ensayo caerán dentro de un intervalo definido por la media ± una desviación
estándar, mientras que aproximadamente un 95 % de todos los resultados de los
ensayos caerán dentro del rango definido por la media ± dos desviaciones
estándar. Una desviación estándar pequeña indicará un conjunto de datos
ajustadamente agrupados, mientras que una desviación estándar grande será
hallada para un conjunto de datos en la cual hay una gran dispersión respecto a
la media.

El coeficiente de variación (COV) es la relación de la desviación estándar a la


media, es decir, COV = s/x. COV es adimensional y es particularmente una
medida útil de incertidumbre. Una incertidumbre pequeña podría ser
típicamente representada por un COV = 0.05, mientras que una incertidumbre
considerable podría ser indicada por un COV = 0.25.

Distribución normal: La distribución normal o Gaussiana es el tipo mas común


de función de distribución de probabilidad y la distribución de muchas variables
aleatorias se conforman a esta distribución. Esta es generalmente usada para
estudios probabilísticos de ingeniería geotécnica a menos que haya una buena
razón para seleccionar una distribución diferente. Típicamente, las variables que
aparecen como una suma de un número de efectos aleatorios, y ninguno de ellos
domina el total, son distribuidos normalmente.

El problema de la definición de una distribución normal, es estimar el valor de


los parámetros que gobiernan la verdadera media () y la verdadera desviación
estándar (). Generalmente, los mejores estimados para estos valores son dados
por una media y desviación estándar muestral, determinadas por un número de
ensayos u observaciones. De aquí, a partir de las ecuaciones 2.1 y 2.2:

=x (2.3)
=s (2.4)
Es importante reconocer que las ecuaciones 2.3 y 2.4 dan los valores más
probables de  y de  y no necesariamente los verdaderos valores.

Obviamente, es deseable incluir tantas muestras como sean posibles en


cualquier conjunto de observaciones. Si embargo, en la ingeniería geotécnica,
hay serias limitaciones prácticas y financieras para la cantidad de datos que
pueden ser coleccionados. Consecuentemente, es a menudo necesario hacer
estimados en base a juicios, experiencia, o a partir de comparaciones de
resultados publicados por otros. Estas dificultades son a menudo usadas como
una excusa para no utilizar herramientas probabilísticas, pero, como se mostrará
posteriormente en este capítulo, pueden ser aun obtenidos resultados útiles a
partir de datos muy limitados.
14

Teniendo estimada la media  y la desviación estándar , la función de


densidad de probabilidad para una distribución normal está definida como:
 1  x    2 
exp  
  2    

fx(x)    (2.5)
 2

para -  x  .

Como se verá posteriormente, este rango de - a + puede causar problemas


cuando una distribución normal es utilizada como base para un análisis
Montecarlo, en el cual un rango entero de valores es aleatoriamente muestreado.
Esto puede dar lugar a pocos números muy pequeños (algunos negativos) y
números muy grandes, los cuales en algunos casos pueden causar inestabilidad
numérica. A fin de sobrellevar este problema, algunas veces es truncada la
distribución normal, de tal manera que solo son considerados válidos los valores
que caen dentro de un rango específico.

La función de distribución acumulativa (CDF) de una distribución normal puede


ser hallada por integración numérica desde que no hay solución de forma
cerrada.

Otras distribuciones: En adición a la distribución normal comúnmente usada,


hay un número de distribuciones alternativas que son usados en análisis de
probabilidades. Algunas de las más útiles son:

 Las distribuciones Beta (Harr.1987) son distribuciones muy versátiles que


pueden ser utilizados para reemplazar casi a cualquiera de las distribuciones
comunes y que no sufren los problemas del valor extremo arriba discutidos,
a causa de que el dominio (rango) es incorporado por valores específicos.
 Las distribuciones exponenciales son algunas veces usadas para definir
eventos tales como la ocurrencia de sismos o estallidos de rocas o
cantidades tales como la longitud de las discontinuidades de la masa rocosa.
 Las distribuciones lognormales son útiles cuando se consideran procesos
tales como el chancado de agregados, el tamaño final de las partículas
resulta de un número de colisiones de partículas de varios tamaños,
moviéndose en diferentes direcciones con diferentes velocidades. Tales
mecanismos multiplicativos tienden a resultar en variables que son
lognormalmente distribuidas tan opuestas a las variables normalmente
distribuidas resultantes de mecanismos aditivos.
 Las distribuciones Weibul son usados para representar el tiempo de vida de
dispositivos en estudios de confiabilidad o el éxito de los ensayos, tales
como los ensayos de carga puntual en testigos rocosos, en los cuales pueden
ocurrir pocos valores muy altos.

No es necesario para una persona que se inicia en el campo de la teoría de


probabilidades conocer y entender las matemáticas involucradas en todas estas
distribuciones de probabilidades. Hoy en día, pueden ser usados programas
softwares comercialmente disponibles, para llevar a cabo automáticamente
muchos de los cálculos. Note que los autores no están defendiendo el uso ciego
de software ‘caja negra’ y el lector deberá ejercer extremo cuidado en el uso de
15

tales software sin tratar de entender exactamente lo que el software esta


haciendo. Sin embargo, no hay que inclinarse a escribir reportes a mano si uno
está preparado para gastar tiempo, aprendiendo cómo usar un buen procesador
de texto correctamente, lo mismo se aplica a los softwares matemáticos.

Uno de los paquetes más útiles para análisis de probabilidades es el programa


llamado BestFit. Este tiene incorporado 18 distribuciones de probabilidades
para un conjunto de datos dado. Alternativamente, permite automáticamente
determinar la categoría de ajuste de todas las 18 distribuciones al conjunto de
datos. Los resultados a partir de tal análisis pueden ser entrados directamente a
un programa acompañante llamado @RISK el cual puede ser utilizado para
evaluaciones de riesgo usando las técnicas descritas abajo.

Técnicas de muestreo: Considerar el caso de un perno de roca sujetando un


planchón en el techo, ilustrado en la Figura 2.2. Asumiendo que el
espaciamiento de los pernos S es fijo, el espesor del planchón t y la capacidad
del perno de roca C pueden ser consideradas como variables aleatorias.
Asumiendo que los valores de estas variables son distribuidas cerca de su media
de manera tal que estos pueden ser descritos por una de las funciones de
distribución continuas, tal como la distribución normal descrita inicialmente, el
problema es cómo usar esta información para determinar la distribución de los
valores del factor de seguridad.

El Método Monte Carlo usa números aleatorios o pseudo aleatorios para


muestras a partir de distribuciones de probabilidad, y si son generados y usados
en un cálculo un número suficientemente grande de muestras, tales como
aquellos para un factor de seguridad, se generará como producto final una
distribución de valores. Se cree que el término ‘Monte Carlo’ ha sido
introducido como una palabra clave para describir esta técnica de muestreo de
éxito y error, usado durante los trabajos de desarrollo de la bomba atómica en la
Segunda Guerra Mundial (Harr,1987). Hoy día las técnicas de Monte Carlo
pueden ser aplicadas a una amplia variedad de problemas que involucren
comportamientos aleatorios y están disponibles un número de algoritmos para la
generación de muestras Monte Carlo aleatorio a partir de diferentes tipos de
entradas de distribuciones de probabilidad. Con programas softwares altamente
optimizadas, tales como el @RISK, los problemas que involucran muestras
relativamente grandes pueden ser corridos eficientemente en la mayoría de las
computadoras de escritorio o portátiles.

El Hipercubo Latino es una técnica de muestreo recientemente desarrollada, que


da resultados comparables a la técnica de Monte Carlo, pero con pocas muestras
(Imam et.al., 1980, Statzman y Watterbarger, 1985). El método está basado en
un muestreo estratificado con selección aleatoria dentro de cada estrato.
Típicamente, un análisis que usa 1000 muestras obtenidas por la técnica del
Hipercubo Latino, producirá resultados comparables al análisis usando 5000
muestras obtenidas por el método de Monte Carlo. Esta técnica esta incorporada
en el programa @RISK.

Observe que ambas técnicas, el Monte Carlo y el Hipercubo Latino, requieren


que la distribución de todas las variables de entrada o sean conocidas o que sean
asumidas. Cuando no se dispone de información sobre la distribución, es usual
asumir una distribución normal o normal truncada.

El Método de Estimación de Punto Generalizado, originalmente desarrollado


por Rosenbleuth (1981) y discutido en detalle por Harr (1987), puede ser usado
16

para cálculos rápidos de la media y desviación estándar de una cantidad, tal como
un factor de seguridad, que depende sobre todo del comportamiento aleatorio de
las variables de entrada. Hoek (1989) discutió la aplicación de estas técnicas al
análisis de estabilidad de pilares de corona superficiales, mientras que Pine
(1992) y Nguyen y Chowdhury (1985) han aplicado esta técnica al análisis de la
estabilidad de taludes y otros problemas mineros.

Para calcular una cantidad, tal como un factor de seguridad, se hacen dos
estimaciones de punto a una desviación estándar, o sobre cualquiera de los lados
de la media ( ± ) a partir de cada distribución que represente una variable
aleatoria. El factor de seguridad es calculado para cada combinación posible de
estimación de punto, produciendo soluciones 2”, donde n es el número de
variables aleatorias involucradas. La media y la desviación estándar del factor de
seguridad son luego calculadas para estas soluciones 2”.

Mientras que esta técnica no proporciona una distribución completa de las


variables de salida, como lo hacen los métodos Monte Carlo y Hipercubo Latino,
es muy simple de usarlo para problemas con relativamente pocas variables
aleatorias y es útil cuando se investiga la tendencia general. Cuando es conocida
la función de distribución de probabilidad para una variable de salida, por
ejemplo, a partir del análisis Monte Carlo previo, los valores de la media y de la
desviación estándar pueden ser usados para calcular la distribución de salida
completa. Esto fue hecho por Hoek (1989) en su análisis de falla de pilares de
corona superficiales.

2.5 Probabilidad de falla

Considerando de nuevo el ejemplo muy simple del planchón del techo sostenido
por un arreglo de pernos de roca ilustrado en la Figura 2.2, la siguiente discusión
ilustra la aplicación de las técnicas de probabilidades subrayadas arriba a la
evaluación del riesgo de falla.

La Tabla 2.1 lista los resultados hipotéticos obtenidos de 62 ensayos de arranque


de pernos de roca de anclaje por mecanismo de expansión, de 17 mm de
diámetro, con una resistencia nominal al arranque de 8 toneladas. La Figura 2.3a
da estos resultados en forma de una distribución de frecuencia o histograma. Cada
barra achurada ha sido dibujada de tal manera que su área es proporcional al
número de valores en el intervalo que esta representa. La línea continua de este
gráfico representa una distribución normal que ha sido fijada para el dato de
entrada usando el programa BestFit. Este proceso de ajuste concede una media o
un valor esperado para los ensayos de arranque de C = 7.85 toneladas, con una
desviación estándar de  = 0.37. Note que los valores mínimo y máximo son 6.95
y 8.62 toneladas respectivamente. La función de distribución de probabilidad
acumulativa para el mismo conjunto de datos está dada en la Figura 2.3b.

El espesor promedio t del planchón del techo que está siendo sostenido ha sido
estimado en 1 m. A menos que se perforen docenas de taladros para medir la
variación en el valor de t sobre un área representativa del techo, no hay modo de
determinar una distribución de esta variable del mismo modo que fue posible para
la capacidad de los pernos. Esto es un problema común en la ingeniería
geotécnica, donde puede ser extremadamente dificultoso o casi imposible obtener
información confiable de ciertas variables, y la única solución efectiva es usar un
ojo de buen cubero educado.
17

Tabla 2.1: Resultados de 62 ensayos de arranque sobre pernos de roca mecánicamente


anclados de 17 mm de diámetro. (Unidades en toneladas).

6.95 7.01 7.15 7.23 7.31 7.41 7.42 7.44


7.48 7.48 7.54 7.54 7.55 7.61 7.63 7.64
7.64 7.65 7.66 7.77 7.69 7.71 7.73 7.73
7.75 7.75 7.75 7.78 7.78 7.80 7.80 7.81
7.85 7.86 7.86 7.88 7.91 7.93 7.93 7.94
7.97 7.99 8.02 8.02 8.03 8.03 8.05 8.10
8.12 8.13 8.19 8.21 8.23 8.23 8.23 8.25
8.26 8.30 8.31 8.34 8.48 8.62

1.2

0.6

0.0
6.9 7.3 7.7 8.1 8.5 8.9
Valores de cargas de arranque de los pernos de roca (Toneladas)

1.0

0.5

0.0
6.9 7.3 7.7 8.1 8.5 8.9
Valores de cargas de arranque de los pernos de roca (Toneladas)

Figura 2.3: Resultados hipotéticos de 62 ensayos de arranque de pernos de roca


mecánicamente anclados de 17 mm de diámetro. Los resultados de los ensayos son
ploteados como histograma, mientras que las distribuciones de probabilidad normales
son mostradas como líneas continuas para a) una función de distribución de densidad y
b) una función de distribución acumulativa.
18

En el caso del planchón del techo, podría ser no razonable asumir que el espesor
t está normalmente distribuida alrededor de la media t = 1 m. Obviamente, t
no puede ser menor que 0, desde que los valores negativos producen un factor
de seguridad negativo sin sentido, mientras t = 0 resulte en errores de ‘dividir
por cero’. A fin de evitar este problema, la distribución normal es truncada. Un
valor mínimo arbitrario t = 0.25 m ha sido usado para truncar el extremo
inferior de la distribución normal, porque valores más pequeños producen
factores de seguridad muy altos. Es improbable que t podría exceder por decir
de 2 m, y de aquí, puede ser usado como un límite superior para la distribución
normal truncada.
1.2

Para buscar cualquier información mejor se asumirá que la desviación estándar


para el espesor del planchón es  = 0.5. En otras palabras, el 65 % de los
0.6 planchones estarán entre 0.5 y 1.5 m de espesor, mientras que los remanentes
media

serán ya sea de menor o mayor espesor. Usando estos valores para calcular la
- + demanda D se produce una distribución normal truncada con valores mínimos y
6.95 7.48 7.85 8.22 8.62
máximos de 1.52 toneladas y 12,15 toneladas respectivamente, una media de
6.15 toneladas y una desviación estándar de 2.82 toneladas.
Capacidad de los pernos de roca C
Usando el programa @RISK en una hoja de cálculo de Excel Microsoft, las dos
distribuciones normales truncadas ilustradas en el dibujo del margen, que
0.16
representan la capacidad del perno C y la demanda de carga D, fueron cada uno
muestreados 1000 veces por medio de la técnica del Hipercubo Latino. Los
0.08 resultados de pares de muestras, fueron cada uno usados para calcular un factor
de seguridad F = C/D. La distribución resultante de factores de seguridad es
media

- + ilustrada en la Figura 2.4, la cual muestra una distribución Lognormal, definida


1.52 3.33 6.15 8.97 12.15 por una media de 1.4 y una desviación estándar de 0.71, y da una representación
adecuada de la distribución. De los registros estadísticos producidos por
Demanada D @RISK, se determinó que aproximadamente el 30 % de casos muestreados

1.0

0.5

0
0 1 2 3 4 5
Factor de seguridad

Figura 2.4: Distribución Lognormal de factores de seguridad para un arreglo de pernos


de roca sosteniendo un planchón de techo. La distribución de los factores de seguridad
calculados por medio de la técnica del Hipercubo Latino son mostrados como
histogramas, mientras que la distribución Lognormal ajustada es mostrada como una
línea continua.
19

tienen factores de seguridad menos que 1.00, es decir, la probabilidad de falla


de este diseño de pernos de roca es 30 % para las condiciones asumidas.

A fin de establecer si el 30 % de probabilidad de falla es aceptable,


consideramos la consecuencia de que falle un perno en el arreglo. Los cuatro
pernos más cercanos a este perno fallado, podrían súbitamente ser llamados a
sostener una carga adicional de 20 a 25 % sobre la carga que ellos ya han
estado sosteniendo. Esto es equivalente a incrementar el espaciamiento de los
pernos a cerca de 1.65 m, y la sustitución de este valor de nuevo en el programa
de análisis @RISK, muestra que la probabilidad de falla se incrementa a cerca
del 50 %. Esto sugiere que podría ocurrir un proceso de falla del tipo de dominó
expandido y que el factor de seguridad original no es adecuado.

Disminuyendo el espaciamiento del reticulado de los pernos a 1.25 en el análisis


@RISK se eleva la distribución Lognormal entera hacia la derecha, de tal
manera que el factor de seguridad mínimo para la condición asumida se halla
que es 1.04. La probabilidad de falla para este caso es cero. En este caso, la
disminución del espaciamiento de los pernos podría ser una decisión práctica
prudente.

Se espera que este simple ejemplo demuestre que el uso de la teoría de


probabilidades produce una información más detallada que un simple cálculo
del factor de seguridad determinístico. Aun con una mínima cantidad de datos
de entrada que han sido usados para este caso, la forma de las curvas de
distribución de probabilidad y las probabilidades de falla estimadas, para
diferentes espaciamientos de los pernos, puede dar al ingeniero una percepción
de la sensibilidad del diseño y sugerirle las direcciones en las cuales pueden
efectuarse los mejoramientos.

2.6 Problemas en los cuales no se puede aplicar las probabilidades

El factor común en los análisis discutidos en las páginas previas, es que un


factor de seguridad medio puede ser calculado usando un conjunto de
ecuaciones relativamente simples. Si se asume que la distribución de parámetros
contenidos en estas ecuaciones puede ser descrito por una de las funciones de
densidad de probabilidad, un análisis de la probabilidad de falla puede ser
realizada. Desafortunadamente, este tipo de análisis no es posible para uno de
los grupos más importantes de problemas en la ingeniería de excavaciones
subterráneas, es decir, aquellos problemas que involucran inestabilidades
conducidas por los esfuerzos.

Cuando la masa rocosa circundante a una abertura subterránea esta esforzada a


un nivel en la cual se inicia la falla, el comportamiento subsecuente de la masa
rocosa es extremadamente compleja, y cae en la categoría de problemas que son
clasificadas como ‘indeterminados’. En otras palabras, los procesos de
propagación de la falla y la deformación de la masa rocosa circundante a la
excavación, son procesos interactivos que no pueden ser representados por un
simple conjunto de ecuaciones. Los estudios de estos problemas requieren el
uso de modelos numéricos que siguen el proceso de falla progresiva, y la
transferencia de carga desde los elementos fallados sobre los elementos no
fracturados hasta que el equilibrio sea alcanzado, o hasta que la abertura
colapse. La introducción del sostenimiento en tales modelos complica
posteriormente el proceso, desde que la capacidad y las propiedades
deformacionales del sostenimiento influyen en el comportamiento de la masa
20

rocosa. Un modelo llamado PHASES, desarrollado específicamente para estos


tipos de análisis, será discutido en capítulos posteriores.

Un factor clave en este análisis de inestabilidades conducidas por esfuerzos es


que no hay una definición clara de la inestabilidad aceptable o de la falla.
Cualquiera que ha visitado un nivel profundo de una mina estará familiarizado
con una vista de la roca fracturada alrededor de la abertura subterránea y aun
estas aberturas están accesibles y claramente no han ‘fallado’. En términos
prácticos, la estabilidad es juzgada ser aceptable cuando la deformación de la
masa rocosa es controlada y cuando los elementos de sostenimiento no están
sobreesforzados.

Mientras no sea posible usar las técnicas probabilísticas, tal como el análisis de
Monte Carlo, directamente el análisis de la inestabilidad conducida por
esfuerzos, es útil considerar el posible rango de parámetros de entrada cuando se
trabajen con estos problemas.

De aquí, cuando se use uno de los modelos numéricos para analizar la extensión
de la zona fallada alrededor de una abertura o la cantidad de sostenimiento
requerido para controlar la deformación, es importante correr tal modelo varias
veces para investigar la influencia de la variación en los esfuerzos aplicados, las
propiedades de la masa rocosa y las características de los diferentes sistemas de
sostenimiento. Con mejoramientos en la eficiencia del programa y capacidad del
computador, llegará a se posible correr algunos de estos análisis de esfuerzos un
número de veces en unas pocas horas. Esto significa que el usuario puede ganar
una apreciación para la condición ‘promedia’ más probable que tiene que ser
diseñada y el rango posible de variaciones que se puede tener en el campo.
21

3 Evaluación de datos de ingeniería geológica

3.1 Introducción

Una masa rocosa es raramente continua, homogénea e isotrópica. Esta es


usualmente intersectada por una variedad de discontinuidades tales como fallas,
diaclasas, planos de estratificación y foliación. En adición, puede haber un
número de diferentes tipos de rocas que pueden haber estado sujetos a variados
grados de alteración o intemperización. Esta claro que el comportamiento de la
masa rocosa, cuando está sometido a la influencia de las excavaciones del
minado, depende de las características tanto del material rocoso como de las
discontinuidades.

Una descripción completa de la masa rocosa desde el punto de vista de la


ingeniería geológica, contiene detalles del material rocoso y de las
discontinuidades naturales. Los índices descriptivos requeridos para una
completa caracterización de la masa rocosa comprende: la
alteración/intemperización, la estructura, color, tamaño de grano, resistencia
compresiva de la roca intacta y tipo de roca, con detalles de las
discontunuidades, tales como la orientación, persistencia, espaciamiento,
apertura/espesor, relleno, ondulación, aspereza, etc., para cada sistema. La masa
rocosa resultante puede ser descrita por la forma y tamaño de sus bloques y por
la condición de sus discontinuidades. Completan la descripción, una evaluación
de la influencia potencial del agua subterránea y el número de sistemas de
discontinuidades, los cuales afectarán a la estabilidad de la excavación.

El mapeo de la estructura geológica es un componente esencial del diseño de


excavaciones subterráneas. Los planos estructurales corren a través de la masa
rocosa y pueden dividirla en bloques discretos de roca, los cuales pueden caer o
deslizar desde los bordes de la excavación, cuando ellos no son adecuadamente
sostenidos y cuando las condiciones de los esfuerzos son favorables para la falla
estructural. La colección de datos a partir del mapeo de estas estructuras es
usada para determinar la orientación de los sistemas principales de diaclasas o
juntas y para evaluar los modos potenciales de falla estructural.

3.2 Colección de datos de ingeniería geológica

Aproximaciones estandarizadas para la colección de datos de ingeniería


geológica, para propósitos de ingeniería minera y civil, han sido propuestos por
la Sociedad Geológica de Londres (Anon, 1977) y por la Sociedad Internacional
de Mecánica de Rocas (ISRM, 1978). Se asume que los lectores están
familiarizados con estas técnicas o tienen acceso a datos de ingeniería geológica
colectados por alguien que está familiarizado con esta técnicas.

El carácter de la masa rocosa incluye una combinación de parámetros


geológicos y geométricos, las cuales están relacionadas al diseño o a las
condiciones de ingeniería que adicionadas durante el proceso de diseño. El
principal objetivo en la colección de datos de ingeniería geológica, es estar en
capacidad de describir a la masa rocosa tan preciso como sea posible. Esto
asistirá en la determinación de la clasificación de la masa rocosa, así como
proporcionará un medio de comunicación entre los geólogos e ingenieros que
trabajan juntos en un proyecto.
22

Tres ejemplos de descripciones típicas de ingeniería geológica, son:

 Ligeramente intemperizado, ligeramente foliado, bloqueado y esquistoso,


rojizo gris, grano medio, fuerte, mica-esquisto granate con esquistosdad
bien desarrollada buzando 45/105. La esquistosidad es altamente
persistente, ampliamente espaciada, apertura extremadamente estrecha,
teñida de óxidos, planar y lisa. Se espera moderado flujo de agua.
 Ligeramente intemperizado, en forma de bloques, gris descolorido, grano
grueso, muy resistente, granito con tres sistemas persistentes, ampliamente
espaciados, extremadamente estrechos (cerrados), teñidos de óxidos,
planares, rugosos, juntas húmedas.
 Fresco, bloqueado (bloques medianos a grandes), gris verdoso oscuro,
grano grueso, norita muy resistente con dos sistemas persistentes,
ampliamente a muy ampliamente espaciados (600 mm), extremadamente
estrechos, ondulados, rugosos, juntas secas.

Algunos aspectos específicos de la colección de datos de ingeniería o geología


estructural serán discutidos en capítulos posteriores cuando se trate del análisis
e interpretación de datos estructurales y la estimación de las propiedades de la
masa rocosa.

3.3 Términos de geología estructural

El mapeo geológico estructural consiste en la medición de la orientación de los


planos (diaclasas o juntas, planos de estratificación, fallas, etc.), los cuales
cortan a la masa rocosa. Otras características de estos planos, tales como la
rugosidad de la superficie, persistencia, espaciamiento e intemperización,
pueden también ser medidas e incorporadas en los esquemas de clasificación de
la masa rocosa que se discuten en el siguiente capítulo. La orientación e
inclinación de cualquier plano estructural son definidas por dos mediciones, que
pueden ser expresadas ya sea como buzamiento y dirección de buzamiento o
como rumbo y buzamiento. El buzamiento y la dirección de buzamiento son
más útiles para propósitos de ingeniería y para el procesamiento de datos de
ingeniería geológica por computadora, mientras que el rumbo y buzamiento son
términos generalmente usados por los geólogos de campo. Las definiciones de
estos términos son ilustrados en la Figura 3.1.

Una de las maneras mas simples de visualizar la definición de los términos


buzamiento y dirección de buzamiento, es imaginar una bola rodando hacia
abajo en un plano. La bola rodará hacia abajo por la línea de máxima pendiente
del plano. El ángulo vertical de la línea de máxima pendiente, medido a partir
del plano horizontal, es definido como el buzamiento. La orientación de la
proyección horizontal de la línea de máxima pendiente, medida en sentido
horario a partir del norte, es la dirección de buzamiento. El rumbo del plano es
la dirección de la línea de intersección del plano y la superficie horizontal.

Por convención, las mediciones del buzamiento y la dirección de buzamiento


son generalmente escritos como 35º/120º, donde los dos números dígitos se
refieren al buzamiento y los tres números dígitos se refieren a la dirección de
buzamiento. Los correspondientes valores de rumbo y buzamiento son
generalmente escritos como 030º/35SE o 030/35, usando la regla de la mano
derecha.
23

Rumbo inverso= dirección de buzamiento - 90


Norte

Dirección de
buzamiento

Rumbo = dir buz.+90°

Buzamiento

Figura 3.1: Definición de rumbo, buzamiento y dirección de buzamiento

3.4 Colección de datos geológicos estructurales

Varios tipos de brújulas y reglas clinométricas son disponibles para la medición


de la orientación de planos. Algunas de estas son más convenientes que otras
para su uso en aberturas subterráneas. Las ventajas y desventajas de algunos de
estos instrumentos son discutidas en Hoek y Bray (1981). La elección de un
instrumento es generalmente materia de preferencia personal o de las
restricciones de presupuesto, siendo aconsejable discutir esta elección con un
ingeniero geólogo experimentado antes de comprar una brújula.

La colección de datos geológicos debe ser metódica para asegurar que sean
coleccionados todos los datos relevantes. Por consiguiente, es atinado establecer
líneas o celdas en el frente rocoso, donde se llevarán a cabo las mediciones.
Todos los rasgos significativos que crucen estas líneas o estén contenidas en la Brújula Clar fabricado por
celda, deben ser registrados en el mapeo geológico. En este contexto, el término F.W.Brithaupt & Sohn,
significativo se refiere a que la traza del rasgo deberá estar claramente visible a Kassel. Alemania
simple vista y deberá tener más de un metro de longitud. Las líneas
seleccionadas deben estar orientadas en tantas direcciones como sean posibles
para proporcionar una máxima cobertura de los sistemas de juntas.

Siempre que sea posible, como mínimo deber ser tomados 100 mediciones de
buzamientos y direcciones de buzamiento (o buzamiento y rumbo) en cada
dominio estructural, que es un bloque de terreno en el cual se considera que las
propiedades son uniformes. Algún sesgo u oblicuidad siempre estará presente
en el conjunto de datos geológicos. Este surge del hecho de que los rasgos
perpendicularmente orientados a la transversal serán los mas cercanos a su
Brújula Tectronic 4000 para
espaciamiento verdadero, mientras que los rasgos orientados sub paralelamente
medición electrónica y
a la superficie mapeada, parecerán tener espaciamientos mas amplios de lo que almacenamiento de datos
usualmente tienen, en este último caso serán realizadas menor número de estructurales. Fabricado por
mediciones. En el análisis estructural de datos se puede incorporar una F.W.Brithaupt & Sohn,
corrección de los sesgos de muestreo, como lo hace el software DIPS2. Kassel. Alemania
24

3.5 Presentación de datos de geología estructural

La presentación de los datos geológicos colectados en el sitio es más


convenientemente realizado usando las técnicas de proyección esférica, en las
cuales un plano es representado en un espacio tridimensional, por un círculo
máximo en una proyección bidimensional. Esta es exactamente la misma
técnica usada por los trazadores de planos para representar el globo terrestre
A sobre un mapa bidimensional.

B Un punto extremadamente importante de anotar es que se asume que los


planos no tienen ubicación, es decir, ellos pueden ocurrir en cualquier lugar en
Proyección equiareal el espacio. Esto nos permite hacer un arreglo de ellos de tal manera que pasen
por el centro de la esfera. La suposición de no ubicación llegará a incrementar
Zenit su importancia a través del balance de la discusión.

En la Figura 3.2 se muestra un plano simple orientado en el espacio


tridimensional. La intersección del plano con la esfera de referencia, mostrado
B en la figura como una elipse, define el círculo máximo cuando es proyectado
en el espacio bidimensional. El polo es definido como un punto donde la línea
A
que pasa por el centro de la esfera, perpendicular al plano, intersecta a la
esfera.
Proyección equiangular
Las proyecciones del círculo y de los polos a un plano bidimensional, son
construidas siguiendo una de las dos convenciones: la proyección de áreas
iguales (equiareal) y la proyección de ángulos iguales (equiangular).

En el método de áreas iguales, el fondo de la esfera descansa sobre el plano de


proyección. El punto A sobre la esfera es proyectada hacia abajo sobre el
plano, girando este punto en un arco al contacto entre la esfera y el plano,
dando el punto B.

En el caso de la proyección equiangular, se dibuja una línea a partir del centro


del tope de la esfera (el cenit) al punto A sobre la esfera. La intersección de
esta línea con el plano horizontal que pasa por el centro de la esfera, define el
punto proyectado B.

Observe que en ambos casos ilustrados en los dibujos del margen de esta
página, el punto A esta en el hemisferio inferior, y estas proyecciones son
referidas como proyecciones del hemisferio inferior. En este libro se usan las
proyecciones del hemisferio inferior.

Cuando se usan para análisis de datos estructurales, como se discute abajo, los
dos métodos de proyección producen resultados prácticamente idénticos.
Cuando el análisis es efectuado manualmente, como se describe en Hoek y
Bray (1981) o Hoek y Brown (1980a), cada método tiene ventajas y
desventajas, dependiendo principalmente del tipo de análisis que se esta
realizando.

Cuando los análisis son llevados a cabo mediante un programa de cómputo


como el DIPS, no hay diferencia entre los cálculos del polo medio hecho por
los dos métodos, así que, la elección de cual proyección a usar es una materia
de preferencia personal. Si se usan métodos manuales o computarizados, es
esencial que las dos proyecciones nunca sean mezcladas. Es recomendable
que se decida sobre uno u otro método y usar la adoptada para toda la
presentación de datos y análisis de un proyecto.
25

Plano

Esfera de referencia

Polo

Punto polo

Círculo máximo
Estereograma

Figura 3.2: Definición de un círculo máximo y un polo.

3.6 Análisis de datos geológicos

Un conjunto de mediciones de buzamiento y dirección de buzamiento es más


convenientemente ploteado como polos en un estereograma (nombre genérico
usado para describir el diagrama producido cuando se usa una de las técnicas
de proyección esférica descritas arriba). En la Figura 3.3 se muestra un típico
estereograma de 61 polos. Observe que diferentes símbolos son usados para
indicar que en una ubicación del estereograma dos o más polos son
coincidentes.

Los polos ploteados en la Figura 3.3 fueron medidos en un socavón


exploratorio, en gneis, con un sistema de juntas poco bien desarrollado. Es
dificultoso distinguir los diferentes sistemas en el diagrama de la Figura 3.3, a
causa de la dispersión en los polos como resultado de la variación local en el
buzamiento y dirección de buzamiento de los rasgos individuales.
Consecuentemente, a fin de establecer la orientación promedia de cada familia
de discontinuidades significantes, los polos son contorneados para producir el
diagrama de la Figura 3.4.

Un número de técnicas de contorneo manual son discutidas en Hoek y Bray


(1081) y en Hoek y Brown (1980a) y la elección de qué técnica usar es
materia de preferencia personal. El diagrama de contornos dado en la Figura
3.4 fue producido usando el programa DIPS.
26

Figura 3.3: Diagrama estereográfico de dispersión de 61 polos, en una proyección


equiareal de hemisferio inferior.

Figura 3.4: Diagrama estereográfico de contornos de densidad de polos para el diagrama


de dispersión mostrado en la Figura 3.3

Observe que, no obstante que todos los rasgos estructurales pueden ser ploteados
sobre un estereograma, la inclusión de un polo simple, que representa una falla o
una zona principal de corte, en los datos que están siendo contorneados, puede
resultar que en esta figura se pierdan en el proceso de contorneo, cuando no se
asigna pesos a los polos individuales. Consecuentemente, cuando en una masa
27

Figura 3.5: Polos y correspondientes círculos mayores para el buzamiento y dirección de


buzamiento promedios de 3 sistemas de discontinuidades representados por el diagrama
de contornos de la Figura 3.4.

rocosa que está siendo considerada hay presencia de una falla o de una
zona principal de corte, es aconsejable utilizar un símbolo diferente para plotear
los polos que representan a estos rasgos. Estos polos serán luego identificados
como rasgos principales que requieren de especial consideración. Esto es
particularmente importante cuando el dato es colectado y procesado por un
individuo y luego pasa a algún otro para incorporarlo en los análisis de estabilidad
o para incluirlos en el diseño del sostenimiento.

Una vez que los contornos han sido trazados, los valores promedios del
buzamiento y dirección del buzamiento para cada sistema de discontinuidades son
hallados ubicando la densidad de polos mas alta de cada agrupación de contornos.
Cuando los contornos están ajustadamente agrupados, estos indican rasgos
planares fuertemente desarrollados, tales como los planos de estratificación en
roca sedimentaria no deformada. Esta alta densidad de ubicaciones son fácilmente
determinadas a simple vista. Cuando hay mayor dispersión en el diagrama de
polos, como podría ser el caso de masas rocosas que han sido localmente plegadas
y falladas, es más dificultoso determinar el rumbo y buzamiento promedios de
cada sistema por simple inspección visual. En tales casos, se aplica una técnica de
contorneo estadístico para cada agrupación de contorno, a fin de determinar la
ubicación de la densidad de contorno más alto. El programa DIPS permite, para
diferentes procedimientos de conteo, asistir en la determinación del punto que
representa la densidad de polos máxima.

La aplicación de estos procedimientos de contorneo da un diagrama estereográfico


de círculos mayores o principales como el de la Figura 3.5. Este diagrama define
el buzamiento y la dirección de buzamiento de los planos significativos de
estratificación, diaclasas, y otros rasgos estructurales de la masa rocosa. Esta
información puede luego ser usada en el análisis de estabilidad estructural y en los
procedimientos de diseño de sostenimiento descritos posteriormente en este libro.
28
29

4 Clasificación de la masa rocosa

4.1 Introducción

Durante las etapas de factibilidad y diseño preliminar de un proyecto, cuando muy


poca información detallada sobre la masa rocosa y sus esfuerzos y sobre las
características hidrológicas se tiene disponible, el uso de un esquema de
clasificación de la masa rocosa puede ser considerablemente beneficioso. En el
caso más simple, esto puede involucrar la utilización de un esquema de
clasificación como un chequeo para asegurar que toda la información relevante ha
sido considerada. En el otro extremo del espectro, uno o más esquemas de
clasificación de la masa rocosa pueden ser utilizados para desarrollar una idea de la
composición y características de una masa rocosa, a fin para proporcionar
estimados iniciales de los requerimientos de sostenimiento y de las propiedades de
resistencia y deformación de la masa rocosa.

Es importante entender que el uso de un esquema de clasificación de la masa


rocosa no (y no puede) reemplaza a los procedimientos mas elaborados de diseño.
Sin embargo, el uso de estos procedimientos de diseño requiere el acceso a
información relativamente detallada sobre los esfuerzos in situ, las propiedades de
la masa rocosa y la secuencia de excavación planeada, los cuales no se tienen
disponibles en la etapa inicial del proyecto. Conforme esta información llega a
estar disponible, el uso de los esquemas de clasificación de la masa rocosa deberán
ser actualizados y utilizados en conjunto con los análisis específicos del sitio.

4.2 Clasificación de la masa rocosa en ingeniería

Los esquemas de clasificación de la masa rocosa han sido desarrollados hace más
de 100 años, desde que Ritter (1879) intentó formalizar un enfoque empírico para
el diseño de túneles, en particular para determinar los requerimientos del
sostenimiento. Mientras los esquemas de clasificación son apropiados para su
aplicación original, especialmente si son utilizados dentro de los límites de los
casos históricos a partir a los cuales fueron desarrollados, se debe tener
considerable precaución en la aplicación de las clasificaciones de la masa rocosa a
otros problemas de ingeniería de rocas.

En este capítulo se presentan resúmenes de algunos sistemas de clasificación


importantes, y aunque cada resumen ha sido hecho con el intento de presentar todos
los datos pertinentes de los textos originales, existen numerosas notas y
comentarios que no han sido incluidos. El lector interesado deberá esforzarse en
leer las referencias citadas para una completa apreciación del uso, aplicabilidad y
limitaciones de cada sistema.

La mayoría de los esquemas de clasificación multi-parámetros (Wickham et al.,


1972, Bieniawski, 1973, 1989, y Barton et al., 1974) fueron desarrollados a partir
de casos históricos de la ingeniería civil, en los cuales fueron incluidos todos los
componentes de las características ingeniero-geológicas de la masa rocosa. Sin
embargo, en el minado subterráneo en roca dura, especialmente en niveles
profundos, el intemperismo de la masa rocosa y la influencia del agua usualmente
no son importantes y pueden ser ignorados. Los diferentes sistemas de
clasificación ponen diferente énfasis a los distintos parámetros, por lo que es
recomendable que por lo menos se utilicen dos métodos en cualquier lugar
durante la etapa inicial de un proyecto.
30

4.2.1 Clasificación de la masa rocosa de Terzaghi

La primera referencia sobre el uso de una clasificación de la masa rocosa para el


diseño del sostenimiento en un túnel está en una publicación de Terzaghi (1946),
en la cual las cargas rocosas, asumidas por los arcos metálicos (cimbra o
cerchas), son estimadas en base a una clasificación descriptiva. Aún cuando el
incluir detalles de la clasificación de Terzaghi no sea una finalidad útil en esta
discusión sobre el diseño del sostenimiento para minas subterráneas en roca dura,
es interesante examinar las descripciones de la masa rocosa incluidas en su
publicación original, debido a que puso atención en aquellas características que
rigen el comportamiento de la masa rocosa, particularmente en situaciones donde
la gravedad constituye la fuerza impulsora dominante. Las definiciones claras y
concisas y los comentarios prácticos incluidos en estas descripciones son buenos
ejemplos del tipo de información ingeniero-geológicas que es muy útil para el
diseño en ingeniería.

Las descripciones de Terzaghi (extraídas directamente de su publicación) son:

 La roca intacta no contiene ni diaclasas ni grietas delgadas. Por lo tanto, si


esta se fractura, lo hace a través de roca sana. Por el daño de la roca debido a
la voladura, pueden desprenderse materiales astillados del techo varias horas o
días después de la voladura. Esto es conocido como condición de
“astillamiento”. La roca intacta dura también puede ser encontrada en la
condición de pequeños “estallidos de rocas”, los cuales involucran la
separación violenta y espontánea de bloques rocosos de las paredes o del
techo.
 La roca estratificada consiste de estratos individuales con poca o ninguna
resistencia contra la separación a lo largo de los limites entre los estratos. Los
estratos pueden o no estar debilitados por diaclasas transversales. En tales
rocas la condición de “astillamiento” es bastante común.
 La roca moderadamente diaclasada contiene diaclasas y grietas delgadas,
pero los bloques entre las diaclasas están desarrollados tan juntos o tan
íntimamente entrelazados que las paredes verticales no requieren de
sostenimiento lateral. En rocas de este tipo pueden ser encontradas ambas
condiciones: tanto el “astillamiento” como los pequeños “estallidos de rocas”.
 La roca con fracturamiento en bloques y grietas consiste de fragmentos de
roca intacta o casi intacta, los cuales se encuentran completamente separados
unos de otros e imperfectamente entrelazados. En tales rocas, las paredes
verticales pueden requerir de sostenimiento lateral.
 La roca triturada pero químicamente intacta tiene la característica de seguir
triturándose. Si varios o todos los fragmentos son tan pequeños como granos
de arena fina y la recementación no ha ocurrido, la roca triturada bajo el nivel
freático exhibe las propiedades de una arena portadora de agua.
 La roca altamente deformable avanza lentamente en el túnel sin un incremento
perceptible de volumen. Un prerrequisito para la alta deformabilidad es un alto
porcentaje de partículas microscópicas y submicroscópicas de minerales
micáceos o minerales arcillosos con una baja capacidad de expansión.
 La roca expansiva avanza en el túnel principalmente debido a la expansión.
La capacidad para expandirse parece ser limitada a aquellas rocas que
contienen minerales de arcilla tales como la montmorillonita, con una alta
capacidad de expansión.
31

4.2.2 Clasificaciones que involucran el tiempo de auto-sostenimiento

Lauffer (1958) propuso que el tiempo de auto-sostenimiento para una abertura sin
sostenimiento está relacionado a la calidad de la masa rocosa en la cual la abertura es
excavada. En un túnel, la abertura sin sostenimiento es definida como el ancho del
túnel o la distancia entre el frente y el sostenimiento más cercano, si esta distancia es
mayor que el ancho del túnel. La clasificación original de Lauffer ha sido
modificada por varios autores, destacando Pacher et al. (1974), que ahora forma parte
de la propuesta general de tunelería conocida como el Nuevo Método Austríaco de
Tunelería.

La importancia del concepto del tiempo de auto-sostenimiento radica en que un


incremento en la abertura del túnel conduce a una reducción importante del tiempo
disponible para la instalación del sostenimiento. Por ejemplo, un túnel piloto
pequeño puede ser exitosamente construido con un sostenimiento mínimo, mientras
que un túnel de gran abertura en la misma masa rocosa puede ser inestable sin la
inmediata instalación de un sostenimiento sustancial.

El Nuevo Método Austríaco de Tunelería incluye un número de técnicas para una


tunelería segura en condiciones de roca en las cuales el tiempo de auto-sostenimiento
es limitado antes de que ocurra la falla. Estas técnicas incluyen el uso de pequeñas
galerías de avance y banqueo o el uso de múltiples galerías para formar un arco
reforzado, dentro del cual la masa del túnel puede ser excavada. Estas técnicas son
aplicables en rocas blandas tales como esquistos, filitas y lodolitas, en las cuales
los problemas de alta deformación y expansión, descritos por Terzaghi ( ver
sección previa ), pueden ocurrir. Estas técnicas también son aplicables cuando se
excava en rocas excesivamente fracturadas, pero debería tenerse gran cuidado en el
intento de aplicar estas técnicas a excavaciones en rocas duras, en las cuales pueden
ocurrir diferentes mecanismos de falla.

En el diseño del sostenimiento para excavaciones en rocas duras, es prudente asumir


que la estabilidad de la masa rocosa circundante a la excavación no depende del
tiempo. Por lo tanto, si una cuña estructuralmente definida queda expuesta en el
techo de una excavación, esta caerá tan pronto como la roca que la sostiene sea
removida. Esto puede ocurrir durante la voladura o durante la operación subsecuente
de desatado. Si se requiriera mantener la cuña en su lugar, o aumentar el margen de
seguridad, es esencial que el sostenimiento sea instalado lo más pronto posible,
preferiblemente antes de que el sostenimiento rocoso de la cuña completa sea
removido. Por otro lado, en una roca altamente esforzada, la falla será generalmente
inducida por algunos cambios en el campo de esfuerzos circundantes a la
excavación. La falla puede ocurrir gradualmente y manifestarse como
“astillamientos” o “lajamientos” u ocurrir súbitamente en forma de pequeños
“estallidos de roca”. En ambos casos, el diseño del sostenimiento debe tomar en
cuenta el cambio en el campo de esfuerzos más que el tiempo de auto-sostenimiento
de la excavación.

4.2.3 Indice de designación de la calidad de la roca (RQD)

El índice de Designación de la Calidad de la Roca (RQD) fue desarrollado por Deere


(Deere et al.,1967) para proveer un estimado cuantitativo de la calidad de la masa
rocosa, a partir de los testigos de la perforación diamantina. El RQD es definido
como el porcentaje de piezas de testigos intactos mayores de 100 mm (4 pulgadas) en
la longitud total del testigo. El testigo deberá tener por lo menos un tamaño NX
(54.7 mm o 2.15 pulgadas de diámetro) y deberá ser perforado con un cilindro de
32

Figura 4.1: Procedimiento de medición y cálculo del RQD (Deere, 1989).

doble tubo de perforación. El procedimiento correcto para medir las longitudes de


los testigos y el cálculo del RQD son resumidos en la Figura 4.1.

Palmstrom (1982) sugirió que, cuando los testigos no están disponibles pero las
trazas de las discontinuidades son visibles en afloramientos superficiales o en
socavones exploratorios, el RQD puede ser estimado a partir del número de
discontinuidades por unidad de volumen. La relación sugerida para masas
rocosas libres de arcillas es:

RQD = 115 - 3.3 Jv (4.1)

donde Jv es la suma del número de discontinuidades por unidad de longitud de


todas las familias de discontinuidades, conocido como el conteo volumétrico de
discontinuidades.

El RQD es un parámetro direccionalmente dependiente y su valor puede cambiar


significativamente, dependiendo sobre todo de la orientación del taladro. El uso
del conteo volumétrico de discontinuidades puede ser muy útil en la reducción de
esta dependencia direccional.

El RQD pretende representar la calidad del macizo rocoso in situ. Cuando se


utiliza la perforación diamantina, se debe tener mucho cuidado para garantizar
que las fracturas causadas por el manipuleo o el proceso de perforación sean
identificadas e ignoradas cuando se determine el valor del RQD. Cuando se utilice
la relación de Palmstrom para el cartografiado superficial, las fracturas inducidas
por voladura no deberían ser incluidas en la estimación de Jv.

El RQD de Deere ha sido ampliamente utilizado, particularmente en Norte


América, en los últimos 25 años. Cording y Deere (1972), Merrit (1972) y
33

Deere and Deere (1988) han intentado relacionar el RQD a los factores de carga
rocosa de Terzaghi y a los requerimientos del empernado de túneles. En el
contexto de esta discusión, el uso más importante del RQD es como un componente
de las clasificaciones del macizo rocoso RMR y Q, sistemas que serán tratados más
adelante en este capítulo.

4.2.4 Valoración de la Estructura Rocosa (RSR)

Wickham et al.(1972) describió un método cuantitativo para describir la calidad de


una masa rocosa y para seleccionar el sostenimiento apropiado en base a la
clasificación Valoración de la Estructura Rocosa (RSR - Rock Structure Rating).
Muchos de los casos históricos, utilizados en el desarrollo de este sistema, fueron
túneles relativamente pequeños sostenidos por medio de arcos metálicos (cerchas),
aunque históricamente este sistema fue el primero en hacer referencia al shotcrete
como sostenimiento. A pesar de ésta limitación, el sistema RSR merece ser
examinado en cierto detalle, ya que demuestra la lógica involucrada en el desarrollo
de un sistema de clasificación del macizo rocoso cuasi-cuantitativo y la utilización
del índice resultante para estimar el sostenimiento.

La importancia del sistema RSR, en el contexto de esta discusión, es que introduce


el concepto de valoración de cada uno de los componentes listados abajo para
llegar a ser un valor numérico del RSR = A+B+C.

1. Parámetro A, Geología: Apreciación general de la estructura geológica en


base a:
a. Origen del tipo de roca (ígnea, metamórfica, sedimentaria).
b. Dureza de la roca (dura, mediana, suave, descompuesta)
c. Estructura geológica (masiva, ligeramente fallada/plegada, moderadamente
fallada/plegada, intensamente fallada/plegada).
2. Parámetro B, Geometría: Efecto del arreglo de discontinuidades con
respecto a la dirección de avance del túnel, en base a:
a. Espaciamiento de las discontinuidades.
b. Orientación de las discontinuidades (rumbo y buzamiento).
c. Dirección de avance del túnel.
3. Parámetro C: Efecto del flujo de agua subterránea y de la condición de las
discontinuidades en base a:
a. Calidad de la masa rocosa en base de A y B combinados.
b. Condición de discontinuidades (bueno, regular, pobre).
c. Cantidad de flujo de agua (en galones por minuto por 1000 pies de túnel).

Note que la clasificación RSR utiliza unidades imperiales y que estas unidades han
sido conservadas en esta discusión.

Las tres tablas de la publicación de Wickham et.al.'s 1972 se reproducen en las


Tablas 4.1, 4.2 y 4.3. Estas tablas pueden ser utilizadas para evaluar la valoración
de cada uno de estos parámetros para llegar al valor RSR (máximo RSR = 100).

Por ejemplo, una roca metamórfica dura que ha sido ligeramente plegada o fallada
tiene una valoración de A=22 (de la Tabla 4.1). La masa rocosa está
moderadamente diaclasada, con diaclasas de rumbo perpendicular al eje del túnel,
el cual esta siendo avanzado en dirección Este-Oeste, y buzamiento entre 20º y 50º.
La Tabla 4.2 da una valoración de B=24 para un avance con el buzamiento
(definido en los dibujos de la margen derecha de esta página). El valor de
A+B = 46 significa que, para diaclasas de regular condición (ligeramente
34

intemperizada y alterada) y un flujo moderado de agua entre 200 y 1000 galones


por minuto, la Tabla 4.3 da una valoración de C = 16. Por lo tanto, el valor final
de la valoración de la estructura rocosa RSR = A + B + C = 62.

Tabla 4.1: Valoración de la Estructura Rocosa: Parámetro A: Geología general del área.

Tipo de Roca Básico

Duro Medio Suave Descompue. Estructura Geológica


Igneo 1 2 3 4 Ligeram Moderadam Intensam
Metamórfico 1 2 3 4 Plegada Plegada o Plegada o
Sedimentario 2 3 4 4 Masiva o Fallada Fallada Fallada

Tipo 1 30 22 15 9
Tipo 2 27 20 13 8
Tipo 3 24 18 12 7
Tipo 4 19 15 10 6

Tabla 4.2: Valoración de la Estructura Rocosa: Parámetro B: Modelo de discontinuidades, dirección de avance.

Rumbo Perpendicular al Eje Rumbo Paralelo al Eje

Dirección de Avance Dirección de Avance

Ambos Con el buzamiento Contra el buzamiento Cualquier dirección


Espaciamiento promedio de a
Buzamiento de las diaclasas importantes Buzamiento de las diaclasas importantes
de las diaclasas o juntas Median
Bajo Alto Mediano Alto Bajo Mediano Alto
o

1. Diaclasado muy cercano, < 2 9 11 13 10 12 9 9 7


2. Diaclasado cercano, 2-6 pulg. 13 16 19 15 17 14 14 11
3. Diaclasado moderado, 6-12 23 24 28 19 22 23 23 19
4. Moderado a bloqueado, 1-2 pies 30 32 36 25 28 30 28 24
5. Bloqueado a masivo, 2-4 pies 36 38 40 33 35 36 24 28
6. Masivo, > 4 pies 40 43 45 37 40 40 38 34

Tabla 4.3: Valoración de la Estructura Rocosa: Parámetro C: Agua subterránea, condición de las discontinuidades.

Suma de Parámetros A + B
Flujo de agua anticipado 13 - 44 45 – 75
gpm/1000 pies de túnel b
Condición de Juntas

Bueno Regular Malo Bueno Regular Malo

Ninguno 22 18 12 25 22 18
Ligero, < 200 gpm 19 15 9 23 19 14
Moderado, 200 – 1000 gpm 15 22 7 21 16 12
Severo, >1000 gpm 10 8 6 18 14 10

a
Buzamiento: bajo: 0-20°; mediano: 20-50°, y vertical: 50-90°
b
Condición de juntas: bueno = ajustado o cementado; regular= ligeramente intemperizada o alterada; malo=
severamente intemperizado, alterado o abierto
35

Figura 4.2: Estimados del sostenimiento RSR para un túnel circular de 24 pies (7.3 m) de
diámetro. Note que los pernos de roca y el shotcrete son utilizados generalmente juntos.
(Según Wickham et al. 1972).

Un conjunto típico de curvas de predicción para un túnel con 24 pies de diámetro


está dado en la Figura 4.2, la cuál muestra que, para el valor RSR de 62 determinado
anteriormente, el sostenimiento pronosticado podría ser 2 pulgadas de shotcrete y
pernos de roca de 1 pulgada de diámetro, espaciados a 5 pies. Como se indica en la
figura, los arcos metálicos podrían estar espaciados en intervalos de más de 7 pies y
no podrían ser considerados como una solución práctica para el sostenimiento de este
túnel.

Para el mismo tamaño de túnel en una masa rocosa con RSR = 30, el sostenimiento
podría ser suministrado por arcos metálicos 8 WF 31 (8 pulgadas de profundidad en
sección de ala ancha I pesando 31 libras por pie) espaciados a intervalos de 3 pies, o
por 5 pulgadas de shotcrete y pernos de roca de 1 pulgada de diámetro espaciados a
2.5 pies. En este caso es probable que la solución arcos metálicos pudiera ser más
barata y más efectiva que el uso de pernos de roca y shotcrete.

Se debe advertir al lector que estos estimados son muy groseros, particularmente
para el shotcrete y los pernos de roca, debido a que están basados en un número
relativamente pequeño de casos históricos y argumentos teóricos muy simplistas.
Consecuentemente, deberían ser aplicados con gran cuidado.

Aunque el sistema de clasificación RSR no es ampliamente utilizado, particularmente


en minería, los trabajos de Wickham et al. cumplieron un rol importante en el
desarrollo de los esquemas de clasificación discutidos en las secciones que quedan de
este capítulo.

4.3 Clasificación geomecánica

Bieniawski (1976) publicó los detalles de una clasificación de la masa rocosa


denominada sistema de Clasificación Geomecánica o Valoración de la Masa Rocosa
RMR (Rock Mass Rating). A través de los años, este sistema ha sido refinado
sucesivamente conforme se han ido examinado mas casos registrados, y se advierte
al lector que Bieniawski hizo cambios significativos en las valoraciones asignadas
36

a los diferentes parámetros. La discusión que sigue está basada en la versión de


1989 de la clasificación (Bieniawski, 1989). Esta versión y la versión de 1976
serán utilizadas en el Capítulo 8 que trata sobre la estimación de la resistencia de la
masa rocosa. Los siguientes seis parámetros son usados para clasificar una masa
rocosa con el sistema RMR:

1. Resistencia compresiva uniaxial del material rocoso


2. Designación de la calidad de la roca (RQD)
3. Espaciamiento de las discontinuidades
4. Condición de las discontinuidades
5. Condiciones del agua subterránea
6. Orientación de las discontinuidades

En la aplicación de este sistema de clasificación, la masa rocosa es dividida en un


número de regiones estructurales y cada región es clasificada separadamente. Los
bordes de las regiones estructurales generalmente coinciden con algún rasgo
estructural principal tal como una falla o con un cambio en el tipo de roca. En
algunos casos los cambios significativos en el espaciamiento o características de
las discontinuidades, dentro de un mismo tipo de roca, puede requerir la división
de la masa rocosa en un número de pequeñas regiones estructurales o dominios.

El sistema RMR es presentado en la Tabla 4.4, dando las valoraciones de los seis
parámetros listados arriba. Estas valoraciones son sumadas para dar un valor de
RMR. El siguiente ejemplo ilustra el uso de estas tablas para llegar a un valor de
RMR.

Un túnel es conducido a través de un granito ligeramente intemperizado con un


sistema dominante de diaclasas buzando 60º contra la dirección de avance. Los
ensayos índices y el registro de los testigos de las perforaciones diamantinas, dan
valores típicos de resistencia a la Carga Puntual de 8 MPa y una valor promedio de
RQD de 70 %. Las diaclasas que son ligeramente rugosas y están ligeramente
intemperizadas, con una separación menor de 1 mm, tienen espaciamiento de 300
mm. Se anticipan que las condiciones tuneleras serán ‘mojadas’. El valor de RMR
es determinado como sigue:

Tabla Item Valor Valoración


4.1:A.1 Indice de carga puntual 8 MPa 12
4.1:A.2 RQD 70 % 13
4.1:A.3 Espaciamiento de las discontinuidades 300 mm 10
4.1:E.4 Condición de las discontinuidades Nota 1 22
4.1:A.5 Agua subterránea Mojado 7
4.1:B Ajuste por orientación de las juntas Nota 2 -5
Total 59

Nota 1. Para superficies de discontinuidades ligeramente rugosas y alteradas con


una separación de < 1 mm, la Tabla 4.4.A.4 da una valoración de 25. Cuando se
dispone de una información mas detallada, se puede utilizar la Tabla 4.4.E para
obtener una valoración mas refinada. De aquí, en este caso, la valoración es la suma
de: 4 (longitud de discontinuidades de 1 – 3 m), 4 (separación de 0.1 – 1.0 mm), 3
(ligeramente rugoso), 6 (ningún relleno) y 5 (ligeramente intemperizado) = 22.

Nota 2. La Tabla 4.4.F da una descripción de ‘Regular’ para las condiciones


asumidas, donde el túnel esta avanzando contra el buzamiento de un sistema de
juntas que esta buzando 60º. Usando esta descripción para ‘Túneles y Minas’, la
Tabla 4.4.B da un ajuste de –5.
37

Tabla 1.- Sistema de Valoración de la Masa Rocosa – RMR (Según Bieniawski, 1989).
A. PARÁMETROS DE CLASIFICACION Y SUS VALORACIONES
Parámetro Rango de valores
Indice de > 10 Mpa 4 - 10 Mpa 2 - 4 MPa 1 - 2 MPa Para este rango bajo, es preferible
Resistencia
carga puntual el ensayo de compresión uniaxial
de la roca
1 intacta
Resistencia >250 MPa 100 - 250 MPa 50 - 100 MPa 25 - 50 MPa 5-25 1-5 <1
compresiva uniaxial MPa MPa MPa
Valoración 15 12 7 4 2 1 0
Calidad testigo de perforación RQD 90% - 100% 75% - 90% 50% - 75% 25% - 50% <25%
2
Valoración 20 17 13 8 3
Espaciamiento de discontinuidades >2m 0.6 - 2 m 0.2 – 0.6 m 60 - 200 mm < 60 mm
3
Valoración 20 15 10 8 5
Superficies muy rugosas Superficies ligeram. rugosas Superficies ligeram. rugosas Espejo de falla o Panizo suave > 5mm de espesor
No continuas Apertura < 1mm Apertura < 1mm Panizo <5 mm de espesor o o
Condición de las discontinuidades
Cerradas- sin apertura Paredes ligeramente Paredes altamente Apertura de 1-5mm Apertura > 5mm
4
Paredes rocosas sanas intemperizadas intemperizadas Juntas continuas Juntas continuas
Valoración 30 25 20 10 0
Flujo por 10 m
de longitud Ninguno < 10 10 – 25 25 – 125 > 125
5 Agua de túnel (l/m)
subterránea Presión de agua /
 principal máximo 0 < 0.1 0.1 – 0.2 0.2 – 0.5 > 0.5
Condición general Completamente seco Húmedo Mojado Goteo Flujo
Valoración 15 10 7 4 0
B AJUSTE DE LA VALORACIÓN POR ORIENTACIÓN DE LAS DISCONTINUIDADES (Ver F)
Orientaciones rumbo y buzamiento Muy favorable Favorable Regular Desfavorable Muy desfavorable
Túneles & minas 0 -2 -5 -10 -12
Valoraciones Cimentaciones 0 -2 -7 -15 -25
Taludes 0 -5 -25 -50
C. CLASES DE MASA ROCOSA DETERMINADAS POR LAS VALORACIONES TOTALES
Valoración 100 - 81 80 - 61 60 - 41 40 - 21 <21
Número de clase I II III IV V
Descripción Roca muy buena Roca buena Roca Regular Roca mala Roca muy mala
D. SIGNIFICADO DE LAS CLASES DE ROCAS
Número de clase I II III IV V
Tiempo de auto sostenimiento 20 años span 15m 1 año span 10m 1 semana span 5m 10 hrs span 2.5m 30 minutos span 1m
Cohesión de la masa rocosa kPa > 400 300 - 400 200 – 300 100 - 200 < 100
Angulo de fricción de masa rocosa > 45° 35° - 45° 25° - 35° 15° - 25° < 15°
E. PAUTAS PARA LA CLASIFICACION DE LAS CONDICIONES DE LAS DISCONTINUIDADES
Longitud de discontinuidades-Persistencia < 1m 1–3m 3 – 10 m 10 – 20 m > 20 m
Valoración 6 4 2 1 0
Separación ( apertura) Cerrada < 0.1 mm 0.1– 1 mm 1 – 5mm > 5mm
Valoración 6 5 4 1 0
Rugosidad Muy rugosa Rugosa Ligeramente rugosa Lisa Espejo de falla
Valoración 6 5 3 1 0
Relleno (panizo) Ninguno Relleno duro<5mm Relleno duro>5mm Relleno suave<5mm Relleno suave > 5mm
Valoración 6 4 2 1 0
Intemperización Sana Ligera Moderada Muy intemperizada Descompuesta
Valoración 6 5 3 1 0
F. EFECTO DE LA ORIENTACION RUMBO Y BUZAMIENTO DE LAS DISCONTINUIDADES EN TUNELERIA**
Rumbo perpendicular al eje del túnel Rumbo paralelo al eje del túnel
Avance con el buzam. Buzam. 45-90° Avance con el buzam. Buzam. 20-45° Buzamiento 45-90° Buzamiento 20-45°
Muy favorable Favorable Muy favorable Moderado
Avance contra el buzam. Buzam. 45-90° Avance contra el buzam. Buzam. 20-45° Buzamiento 0 – 20°, Independiente del rumbo
Moderado Desfavorable Moderado
* Algunas condiciones son mutuamente excluyentes. Por ejemplo, si el relleno esta presente, la rugosidad de la superficie será dominada por la
influencia del panizo. En tales casos usar A.4 directamente.
** Modificado por Wickham et. al. (1972).
38

Bieniawski (1989) publicó un conjunto de pautas para la selección del


sostenimiento de túneles en roca, para la cual es determinado un valor de RMR.
Estas pautas son reproducidas en la Tabla 4.5. Note que estas pautas han sido
publicadas para un túnel en forma de herradura de 10 m de ancho (span),
construido utilizando métodos de perforación y voladura, en una masa rocosa
sometida a un esfuerzo vertical  25 MPa, (equivalente a una profundidad debajo
de la superficie  900 m).

Para el caso considerado al inicio, con RMR = 59, la Tabla 4.5 sugiere que el túnel
podría ser excavado mediante socavón en el tope y banqueo, con avances de 1.5 a
3 m en el socavón del tope. El sostenimiento debería instalarse después de cada
voladura, y ser colocado a un máximo de 10 m de distancia del frente de avance.
Se recomienda usar para el sostenimiento, pernos de roca sistemáticos, de 4 m de
longitud, 20 mm de diámetro, completamente inyectados, espaciados a 1.5 – 2 m,
en la corona y en las paredes. También se recomienda el uso de malla, con 50 a
100 mm de shotcrete para la corona y 30 mm de shotcrete para las paredes.

El valor RMR = 59 indica que la masa rocosa está entre los límites de las
categorías ‘roca regular’ y ‘roca buena’. En la etapa inicial de diseño y
construcción, es aconsejable utilizar el sostenimiento sugerido para la roca regular.
Si la construcción progresa bien, sin problemas de estabilidad, y el sostenimiento
tiene buen rendimiento, podría ser posible reducir gradualmente los
requerimientos de sostenimiento, a lo indicado para la masa rocosa buena.
Adicionalmente, si se requiere que la excavación sea estable solo para un corto
tiempo, es aconsejable probar el sostenimiento menos costoso y extenso sugerido
para la roca buena. Sin embargo, si se espera que la masa rocosa circundante a la
excavación esté afecta a grandes cambios en los esfuerzos inducidos por el
minado, deberá instalarse un sostenimiento mas sustancial, apropiado para la roca
regular. Este ejemplo indica que, en la aplicación de la clasificación de la masa
rocosa al diseño de sostenimiento, se necesita una gran dosis de criterio de
ingeniero.

Tabla 4.5: Pautas para la excavación y sostenimiento de un túnel rocoso de 10 m de ancho de acuerdo con el sistema RMR
(Según Bieniawski, 1989)

Clase de masa rocosa Excavación Pernos de roca Shotcrete Cimbras


(20 mm de diámetro, completamente
inyectados)
I- Roca muy buena Frente completo Generalmente no se requiere ningún sostenimiento excepto pernos esporádicos
RMR: 81 - 100 3 m de avance
II- Roca buena Frente completo Localmente, pernos de 3 m en la corona, 50 mm en la corona, Ninguno
RMR: 61 - 80 1-1.5 m de avance. Sostenimiento espaciados a 2.5 m con malla de alambre donde sea requerido
completo a 20 m del frente ocacionalmente
III- Roca regular Socavón en el tope y banqueo Pernos sistemáticos de 4 m de longitud, 50-100 mm en la Ninguno
RMR: 41 - 60 1.5-3 m de avance en el socavón especiados 1.5-2.0 m en la corona y en corona y 30 mm
Iniciar el sostenimiento después de cada las paredes, con malla de alambres en en las paredes
voladura la corona
Completar el sostenimiento a 10 m del
Frente
VI- Roca mala Socavón en el tope y banqueo Pernos sistemáticos de 4-5 m de longitud 100-150 mm en la Arcos ligeros a medianos
RMR: 21 – 40 1.0-1.5 m de avance en el socavón espaciados a 1-1.5 m en la corona y en corona y 100 mm espaciados a 1.5 m donde
Instalar el sostenimiento con el avance de la las paredes, con malla de alambres en las paredes sean requeridos
excavación, 10 m del frente de avance
V- Roca muy mala Galería múltiples Pernos sistemáticos de 5-6 m de longitud 150-200 mm en la Arcos medianos a pesados
RMR:  20 0.5-1.0 m de avance en el socavón de tope espaciados 1-1.5 m en la corona y en las corona, 150 mm en espaciados a 0.75 m con
Instalar el sostenimiento con el avance de la paredes. Pernos en el piso las paredes y 50 mm encostillado de acero y
excavación. Shotcrete tan pronto como sea en el frente marchavantes de ser necesario.
posible después de la voladura Cerrar la sección (invert)

Se debe observar que en la Tabla 4.5 no ha habido mayores revisiones desde 1973.
En muchas aplicaciones de ingeniería minera y civil, se puede considerar el
shotcrete reforzado con fibras de acero en lugar de shotcrete y malla de alambres.
39

4.4 Modificaciones del RMR para minería

El sistema RMR de Bieniawski estuvo originalmente basado en casos históricos


extraídos de la ingeniería civil. Consecuentemente, la industria minera tendió a
considerar esta clasificación como algo conservadora, por lo que se han propuesto
varias modificaciones, a fin de que esta clasificación sea más relevante a las
aplicaciones mineras.

Una discusión completa de todas estas modificaciones podría exceder al alcance de


este volumen, por lo que el lector interesado debe acudir al resumen comprensivo
compilado por Bieniawski (1989).

Laubscher (1977, 1984), Laubscher y Taylor (1976) y Laubscher y Page (1990)


han descrito un sistema de Valoración de la Masa Rocosa Modificada para la
minería. Este sistema MRMR toma como base el valor de RMR, definido por
Bieniawski, y este es ajustado tomando en cuenta los esfuerzos in situ e inducidos,
los cambios en los esfuerzos y los efectos de las voladuras y la intemperización. Un
conjunto de recomendaciones sobre el sostenimiento están asociadas con el valor
resultante MRMR. En los usos del sistema MRMR de Laubscher, se debe tener en
mente que varios de los casos históricos en el que está basado este sistema han sido
extraídos de operaciones de hundimiento. Originalmente, el hundimiento en
bloques en minas de asbesto en Africa, formó la base para las modificaciones,
subsecuentemente se han añadido a la base de datos otros casos históricos de otras
partes del mundo.

Cummings et.al. (1982) y Kendorski et.al. (1983) también han modificado la


clasificación RMR de Bieniawski, para producir el sistema MBR (RMR básico
modificado) para la minería. Este sistema fue desarrollado para operaciones de
hundimiento en bloques en los Estados Unidos de Norteamérica. Involucra el uso
de diferentes valoraciones para los parámetros originales usados para determinar el
valor de RMR y el subsecuente ajuste del valor resultante MBR por daños de la
voladura, esfuerzos inducidos, rasgos estructurales, distancia desde el frente del
hundimiento y tamaño del bloque de hundimiento. Se presentan recomendaciones
sobre el sostenimiento para galerías aisladas o desarrollos, así como también para el
sostenimiento final de intersecciones y otras galerías.

4.5 Indice de Calidad Tunelera de la Roca, Q

Sobre la base de una evaluación de un gran número de casos históricos de


excavaciones subterráneas, Barton et.al. (1974), del Instituto Geotécnico de
Noruega, propusieron un Indice de Calidad Tunelera (Q) para la determinación de
las características de la masa rocosa y de los requerimientos de sostenimiento de los
túneles. El valor numérico de este índice Q varía sobre una escala logarítmica desde
0.01 hasta un máximo de 1000, y está definido por:

RQD Jr Jw
Q x x (4.2)
Jn Ja SRF
donde:
RQD es la Designación de la Calidad de la Roca
Jn es el número de sistemas de juntas
Jr es el número de rugosidad de las juntas
Ja es el número de alteración de las juntas
Jw es el factor de reducción de agua en las juntas
SRF es el factor de reducción de los esfuerzos
40

En la explicación del significado de los parámetros usados para determinar el


valor de Q, Barton et.al. (1974) ofrecen los siguientes comentarios:

El primer cociente (RQD/Jn), representa la estructura de la masa rocosa, es una cruda medida del
tamaño del bloque o de la partícula, con los dos valores extremos (100/0.5 y 10/20) que se
diferencian por un factor de 400. Si el cociente es interpretado en unidades de centímetros, los
extremos del ‘tamaño de partículas’ de 200 a 0.5, son visualizados como una aproximación cruda
pero regularmente realista. Probablemente los bloques mas grandes sean varias veces este tamaño y
los fragmentos mas pequeños sean menos de la mitad de este tamaño. (Las partículas de arcilla por
supuesto son excluidas).

El segundo cociente (Jr/Ja) representa la rugosidad y características friccionales de las paredes de la


junta o los materiales de relleno. Este cociente pone un peso a favor a la rugosidad, juntas sanas en
contacto directo. Se espera que tales superficies estarán cerca de la resistencia pico, que ellas se
dilatarán fuertemente cuando son cizalladas, y por consiguiente ellas serán especialmente favorables
para la estabilidad del túnel.
Cuando las juntas rocosas tienen una cubierta delgada de mineral arcilloso y relleno, la resistencia se
reduce significativamente. No obstante, cuando ha ocurrido el contacto de las paredes rocosas
después de un pequeño desplazamiento de corte, puede haber un factor muy importante para
preservar a la excavación de la falla final.

Donde no exista contacto de las paredes rocosas, las condiciones son extremadamente desfavorables
para la estabilidad del túnel. Los ‘ángulos de fricción’ (dados en la Tabla 4.6) están un poco por
debajo de los valores de resistencia residual de la mayoría de las arcillas, y posiblemente son
rebajados por el hecho de que estas bandas de arcilla o rellenos pueden tender a consolidarse durante
el corte, a un mínimo si una consolidación normal o si el aflojamiento e hinchamiento ha ocurrido.
Aquí, también puede ser un factor, la presión de hinchamiento de la montmorrilonita.

El tercer cociente (Jw/SRF) consiste de dos parámetros de esfuerzos. SRF es una medida de: 1) la
carga de aflojamiento en el caso de una excavación a través de zonas de corte y rocas portadoras de
arcillas, 2) esfuerzos rocosos en roca competente, y 3) cargas de alta deformación en rocas plásticas
incompetentes. Esto puede ser considerado como un parámetro de esfuerzo total. El parámetro Jw es
una medida de la presión del agua, la cual tiene un efecto adverso sobre la resistencia al corte de las
juntas, debido a la reducción en el esfuerzo normal efectivo. En adición, el agua puede causar el
ablandamiento y posible lavado en el caso de las juntas que tienen relleno de arcilla. Se ha probado
que es imposible combinar estos dos parámetros en términos de esfuerzo efectivo entre los bloques,
a causa de que paradójicamente un alto valor del esfuerzo normal efectivo puede significar una
condición menos estable que un valor bajo, a pesar de la resistencia al corte las alta. El cociente
(Jw/SRF) es un factor empírico complicado cuando se describe el ‘esfuerzo activo’.

Parece que la calidad tunelera de la roca Q puede ahora ser considerada como una función de solo
tres parámetros, los cuales son crudas medidas de:
1. Tamaño de bloques (RQD/Jn)
2. Resistencia al corte entre los bloques (Jr/Ja)
3. Esfuerzo activo (Jw/SRF)
Indudablemente, hay muchos otros parámetros que pueden ser adicionados para mejorar la precisión
del sistema de clasificación. Uno de estos podría ser la orientación de las juntas. Si bien muchos
casos registrados incluyen la información necesaria sobre la orientación estructural en relación al eje
de la excavación, no se halló que fuera importante este parámetro general como podría haberse
esperado. Parte de la razón para esto, podría ser que la orientación de varios tipos de excavaciones
puede ser, y normalmente lo es, ajustado para evitar el efecto máximo de las discontinuidades
principales desfavorablemente orientados. Sin embargo, esta elección no es disponible en el caso de
túneles, y más de la mitad de los casos registrados estuvieron en esta categoría. Los parámetros Jw ,
Jr y Ja parecen jugar un rol mas importante que la orientación, a causa de que el número de sistemas
de juntas determina el grado de libertad para el movimiento de los bloques, y las características
friccionales y dilatacionales pueden variar mas que la componente gravitacional de
deslizamiento hacia debajo de las juntas desfavorablemente orientadas. Si la orientación de las
juntas hubiera sido incluida, la clasificación podría haber sido mas general y se habría perdido su
esencial simplicidad.

La Tabla 4.6 da la clasificación de los parámetros individuales usados para


obtener el Indice de Calidad Tunelera Q de una masa rocosa. El uso de esta tabla
es ilustrado en el ejemplo que sigue:
41

Una cámara de chancado de 15 m de ancho para una mina subterránea, está para ser
excavada en una norita, a una profundidad de 2100 m debajo de la superficie. La
masa rocosa contiene dos sistemas de juntas que controlan la estabilidad. Estas juntas
son onduladas, rugosas y no intemperizadas con muy pocas manchas superficiales.
Los valores de RQD están en el rango de 85% a 95% y los ensayos de laboratorio
sobre muestras de testigos de roca intacta dan una resistencia compresiva uniaxial
promedia de 170 MPa. Las direcciones de los esfuerzos principales son
aproximadamente vertical y horizontal, y la magnitud del esfuerzo principal
horizontal es aproximadamente 1.5 veces el esfuerzo principal vertical. La masa
rocosa esta localmente húmeda, pero no hay evidencias de flujos de agua.

El valor numérico de RQD es usado directamente en los cálculos de Q, y para esta


masa rocosa se usará un valor promedio de 90. La Tabla 4.6.2 muestra que, para dos
sistemas de juntas, el número de sistemas de juntas Jn = 4. Para juntas rugosas o
irregulares que son onduladas, la Tabla 4.6.3 da un número de rugosidad de junta de
Jr = 3. La Tabla 4.6.4 da un número de alteración de juntas de Ja = 1.0 para paredes
no alteradas de las juntas y con solo unas manchas superficiales. La Tabla 4.6.5
muestra que para una excavación con flujos menores, el factor de reducción de agua
en las juntas Jw = 1.0. Para una profundidad debajo de la superficie de 2100 m, el
esfuerzo por la sobrecarga rocosa será aproximadamente 57 MPa, y en este caso, el
esfuerzo principal máximo 1 = 85 MPa. Desde que la resistencia compresiva
uniaxial de la norita es aproximadamente 170 MPa, esto da una relación de c/1 =
2. La Tabla 4.4.6 muestra que para roca competente con problemas de esfuerzos en la
roca, este valor de c/1 podría producir condiciones de severos estallidos de rocas y
que el valor de SRF estaría entre 10 y 20. Para los cálculos se asumirá un valor de
SRF = 15. Usando estos valores tenemos:

90 x 3 x 1
Q  4.5
4 1 1.5
Relacionando el valor del índice Q a la estabilidad y a los requerimientos de
sostenimiento de excavaciones subterráneas, Barton et.al. (1974) definieron un
parámetro adicional al que lo denominaron Dimensión Equivalente De de la
excavación. Esta dimensión es obtenida dividiendo el ancho (span), diámetro o altura
de la pared de la excavación por una cantidad llamada Relación de Sostenimiento de
la Excavación, ESR. De aquí:
Ancho, diámetro o altura de la excavación m
De 
Relación de Sostenimiento de la Excavación ESR

El valor de ESR está relacionado al uso que se le dará a la excavación y al grado


de seguridad que esta demande del sistema de sostenimiento instalado para
mantener la estabilidad de la excavación. Barton et.al. (1974) sugirieron los
siguientes valores:
Categoría de la excavación ESR
A Excavaciones mineras temporales 3-5
B Aberturas mineras permanentes, túneles de agua para hidroeléctricas
(excluyendo conductos forzados de alta presión), túneles piloto, galerías y
socavones para grandes excavaciones. 1.6
C Cámaras de almacenamiento, plantas de tratamiento de agua, túneles
carreteros y ferrocarrileros menores, cámaras de equilibrio, túneles de cceso 1.3
D Casas de fuerza, túneles carreteros y ferrocarrileros mayores, cámaras de
defensa civil, intersecciones de portales 1.0
E Estaciones subterráneas de energía nuclear, estaciones de ferrocarril,
facilidades deportivas y públicas, fábricas 0.8
42

La estación de chancado discutido arriba cae dentro de la categoría de una


excavación minera permanente y se asigna una relación de sostenimiento de la
excavación de ESR = 1.6. De aquí, para un ancho de excavación de 15 m, la
dimensión equivalente De = 15/1.6 = 9.4.

La dimensión equivalente De ploteado contra el valor de Q, es usado para


definir un número de categorías de sostenimiento en un diagrama publicado en
el artículo original de Barton et.al. (1974). Este diagrama recientemente ha
sido actualizado por Grimstad y Barton (1993) para reflejar el increciente uso
del shotcrete reforzado con fibras de acero en el sostenimiento de
excavaciones subterráneas. En la Figura 4.3 se reproduce este diagrama
actualizado.

A partir de la Figura 4.3, un valor de De de 9.4 y un valor de Q de 4.5,


colocan a esta excavación de chancado en la categoría (4), la cual requiere la
colocación de pernos de roca (espaciados cada 2.3 m) y shotcrete no reforzado
de 40 a 50 mm de espesor.

A causa de la moderada a severa condición de estallidos de roca que son


anticipados, podría ser prudente desforzar la roca en las paredes de esta
cámara de chancado. Esto puede lograrse usando voladuras de producción
relativamente severas para excavar la cámara y omitiendo la voladura suave
usualmente usada para cortar las paredes de una excavación tal como una casa
de fuerza subterránea a poca profundidad. Es recomendable adoptar los
cuidados del caso en el uso de las voladuras de desfuerzo, y para aplicaciones
críticas es aconsejable buscar el asesoramiento de un especialista en voladura
antes de embarcarse en el curso de esta acción.

Lset (1992) sugirió que para rocas con 4  Q  30, los daños de la voladura
resultará en la creación de nuevas ‘juntas’ con una consecuente reducción local
del valor de Q de la roca circundante a la excavación. El sugirió que este hecho
podría ser tomado en cuenta para reducir el valor de RQD en la zona dañada por
la voladura.

Asumiendo que el valor de RQD para la roca desforzada alrededor de la cámara


de chancado cae al 50%, el valor resultante de Q = 2.9. De la Figura 4.3, este
valor de Q, para una dimensión equivalente De = 9.4, coloca a la excavación justo
en la categoría (5), la cual requiere de pernos de roca, con espaciamiento
aproximado de 2 m, y una capa de 50 mm de shotcrete reforzado con fibras de
acero.

Barton et.al. (1980) proporcionaron información adicional sobre la longitud de los


pernos, abiertos máximos sin sostenimiento y presiones del sostenimiento, para
complementar las recomendaciones del sostenimiento publicado en el artículo
original de 1974.

La longitud L de los pernos de roca puede ser estimada a partir del ancho de la
excavación B y la Relación de Sostenimiento de la Excavación ESR:

2  0.15B
L (4.3)
ESR
43

Tabla 4.6: Clasificación de parámetros individuales usados en el Indice de Calidad Tunelera Q (Según Barton et.al.,
1974).

DESCRIPCIÓN VALOR NOTAS

1. DESIGNACIÓN DE LA CALIDAD DE LA ROCA RQD

A. Muy mala 0-25 1. Cuando se reporta o mide un RQD ≤ 10 (incluyendo 0)


B. Mala 25-50 se usa un valor nominal de 10 para evaluar Q.
C. Regular 50-75
D. Buena 75-90 2. Intervalos de RQD de 5, es decir 100, 95, 90, etc. son
E. Excelente 90-100 suficientemente precisos.

2. NUMERO DE FAMILIAS DE JUNTAS Jn

A. Masivo, con ninguna o pocas juntas 0.5-1.0


B. Un sistema de juntas 2
C. Un sistema de juntas mas juntas aleatorias 3
D. Dos sistemas de juntas 4
E. Dos sistemas de juntas mas juntas aleatorias 6
F. Tres sistemas de juntas 9 1. Para intersecciones usar (3.0 x Jn)
G. Tres sistemas de juntas mas juntas aleatorias 12
H. Cuatro o mas sistemas de juntas, juntas aleatorias, 15 2. Para portales usar (2.0 x Jn)
fracturamiento severo tipo “cubos de azucar”, etc.
I. Rocas trituradas, material terroso 20

3. NUMERO DE RUGOSIDAD DE LAS JUNTAS Jr

a. Paredes rocosas en contacto


b. Paredes rocosas en contacto antes de 10 cm de corte
A Juntas discontinuas 4
B. Rugoso e irregular, ondulado 3
C. Liso ondulado 2
D. Espejos de falla ondulado 1.5 1. Adicionar 1.0 si el espaciamiento medio del sistema
E. Rugoso o irregular planar 1.5 de juntas relevantes es mayor que 3 m.
F. Liso, planar 1.0
G. Espejo de falla, planar 0.5 2. Jr = 0.5 puede ser usado para juntas con espejos de
c. Paredes rocosas sin contacto cuando se ha producido falla que tienen alineaciones planares; se estipula que
el corte. las alineaciones son orientadas para una resistencia
H. Zona conteniendo minerales arcillosos, de espesor sufi- 1.0 mínima.
ciente para prevenir el contacto de las paredes rocosas (nominal)
I. Zona arenosa, gravosa o triturada, de espesor suficiente 1.0
para prevenir el contacto de las paredes rocosas (nominal)

4. NUMERO DE ALTERACIÓN DE LAS JUNTAS Ja φr aproximado

a. Paredes rocosas en contacto


A. Escaso recubrimiento, duro, relleno endurecido e 0.75 - 1. Los valores de φr, o ángulo de fricción
impermeable. residual, constituyen una guía aproxi-
B. Juntas con paredes no alteradas, solo con colora- 1.0 (25° - 35°) mada a las propiedades mineralógicas
ción superficial. de los productos de alteración si es que
C. Juntas con paredes ligeramente alteradas, capas de 2.0 (25° - 30°) estuvieran presentes.
mineral no blandas, partículas arenosas, roca desin-
tegrada libre de arcilla.
D. Capas de limo o arcillas arenosas, pequeñas 3.0 (20° - 25°)
fracciones de arcilla (no blandos)
E. Capas de materiales arcillosos blandos o de baja 4.0 (8° - 16°)
fricción , es decir caolinita, mica. También clorita,
talco, yeso, grafito, etc. y pequeñas cantidades de
arcillas turgentes (capas discontinuas, 1-2 mm o
menos de espesor.
44

TABLA 4.6 (continuación)


DESCRIPCIÓN VALOR NOTAS

4. NUMERO DE ALTERACIÓN DE LAS JUNTAS Ja φr aproximado


b. Paredes rocosas en contacto antes de 10 cm de corte
F. Partículas arenosas, libre de arcilla, roca desintegrada, 4.0 (25° - 30°)
etc.
G. Relleno de mineral de arcilla fuertemente sobreconso- 6.0 (16° - 24°)
lidada, no blando (continuo, < 5 mm de espesor)
H. Relleno de mineral arcilloso de media a baja sobre- 8.0 (12° - 16°)
consolidación, blando (continuo < 5 mm de espesor)
J. Relleno de arcillas turgentes, es decir montmorilloni- 8.0 - 12.0 (6° - 24°)
ta (continuo, < 5 mm). Los valores de Ja dependen
del porcentaje del tamaño de las partículas de la arci-
lla turgente y del acceso al agua

c. Paredes rocosas sin contacto cuando se ha produ-


cido el corte.
K. Zonas o bandas de roca desintegrada 6.0
L. o triturada y arcillas (Ver G, H e I) 8.0
M. para condiciones arcillosas 8.0 – 12.0
N. Zonas o bandas de limo o arcilla arenosa, fracciones 5.0
pequeñas de arcilla, (no blandas).
O. Zonas o bandas continuas de arcilla, 10.0 – 13.0
P. y R. (Ver G, H e I para condiciones arcillosas) 6.0 – 24.0

5. REDUCCIÓN DE AGUA EN LAS JUNTAS Jw Presión aprox. del


agua (Kgf/cm2)
A. Excavaciones secas o flujo pequeño, es decir 1.0 < 1.0
< 5 lt/min, localmente
B. Flujo o presión media, lavado ocasional del relleno 0.66 1.0 – 2.5
de las juntas 1. Los factores del C al F son estimados
C. Grandes flujos o presión alta en roca competente 0.5 2.5 – 10.0 crudos. El Jw se incrementa sin son
con juntas sin relleno instaladas medidas de drenaje.
D. Grandes flujos o altas presiones 0.33 2.5 – 10.0
E. Flujo excepcionalmente alto o presiones en la 0.2-0.1 > 10 2. Los problemas especiales causados por
Voladura, decayendo con el tiempo la formación de hielo no son considera-
F. Flujo excepcionalmente alto o presión continua 0.1-0.05 > 10 dos.
sin disminución
6. FACTOR DE REDUCCIÓN DE ESFUERZOS SRF
a. Zonas de debilidad que intersectan la excavación
las cuales pueden causar el aflojamiento del
macizo rocoso cuando se excava el túnel
A. Ocurrencias múltiples de zonas de debilidad conte- 10.0 1. Reducir estos valores de SRF en 25 – 50% si solo son
niendo arcillas o roca químicamente desintegrada, influenciados por zonas de corte relevantes, pero no
muy aflojada en los alrededores (a cualquier - intersectan la excavación.
profundidad).
B. Zonas simples de debilidad conteniendo arcillas o 5.0
roca químicamente desintegrada (profundidad de
la excavación < 50 m).
C. Zonas simples de debilidad conteniendo arcillas o 2.5
roca químicamente desintegrada (profundidad de
la excavación > 50 m).
D. Zonas múltiples de corte en roca competente 7.5
(libre de arcilla), aflojamiento de la roca en los
alrededores (a cualquier profundidad).
E. Zonas simples de corte en roca competente (libre de 5.0
arcillas), ( profundidad de la excavación < 50 m)
F. Zonas simples de corte en roca competente (libre de 2.5
arcillas), (profundidad de la excavación > 50 m)
G. Juntas abiertas y sueltas, roca severamente diaclasada 5.0
o ‘cubos de azúcar’ (a cualquier profundidad)
45

TABLA 4.6 (continuación)


DESCRIPCIÓN VALOR NOTAS
6. FACTOR DE REDUCCIÓN DE ESFUERZOS SRF
b. Roca competente, problemas de esfuerzos en roca
σc/σ1 σt/σ1 2. Para campos de esfuerzos vírgenes fuertemente
H. Esfuerzos bajos, cerca de la superficie > 200 > 13 2.5 anisotrópicos (si fueran medidos): cuando 5 “
J. Esfuerzos medianos 200–10 13–0.66 1.0 σ1/σ3 “ 10, reducir σc a 0.8σc y σt a 0.8σt.
K. Esfuerzos altos, estructuras muy 10–5 0.66–0.33 0.5–2.0 Cuando σ1/σ3 >10, reducir σc a 0.6σc y σt a 0.6σt
rígidas (usualmente favorables donde:
para la estabilidad, pueden ser σc = resistencia compresiva uniaxial
desfavorables para la estabilidad σt = resistencia a la tracción (carga puntual)
de las paredes). σ1,σ3 esfuerzos principales máximo y mínimo
L. Estallidos moderados (roca masiva) 5 – 2.5 0.33–0.16 5–10 3. Se disponen de pocos casos registrados, donde
M. Estallidos severos (roca masiva) < 2.5 < 0.16 10–20 la profundidad de la corona, debajo de la
c. Roca muy deformable, flujo plástico superficie es menor que el ancho (span). Se
en roca incompetente bajo la sugiere para tales casos incrementar SRF de
influencia de altas presiones rocosas 2.5 a 5.
N. Presiones rocosas moderadas 5-10
O. Presiones rocosas severas 10-20
d. Rocas expansivas, actividad de expansión química
dependiente de la presencia de agua
P. Presiones rocosas de expansión, moderadas 5 – 10
R. Presiones rocosas de expansión, severas 10 – 20
NOTAS ADICIONALES SOBRE EL USO DE ESTAS TABLAS:
Cuando se estime la calidad de la masa rocosa (Q), se deberán seguir las siguientes pautas en adición a las notas listadas en las tablas:

1. Cuando no se dispongan testigos procedentes de taladros, el RQD puede ser estimado a partir del número de juntas por unidad de
volumen, al cual se le adiciona el número de juntas por metro para cada familia de juntas. Una simple relación puede ser usada para
convertir este número a RQD para el caso de macizos rocosos libres de arcilla: RQD = 115 – 3.3 Jv (aprox.) donde Jv = número total
de juntas por m3 (RQD = 100 para Jv < 4.5).
2. El parámetro Jn que representa el número de familias de juntas, frecuentemente será afectado por la foliación, esquistocidad,
estratificación, etc. Si estas “juntas” fueran muy pronunciadas, obviamente deberían ser consideradas como un sistema (set).
Sin embargo, si hubieran pocas juntas visibles o solo roturas ocasionales en los testigos debido a estos rasgos, será mas
apropiado considerar a ellas como “juntas aleatorias” cuando se evalúe el Jn.
3. Los parámetros Jr y Ja (que representan la resistencia al corte) deberán ser relevantes para los sistemas de juntas significativamente
más débiles o discontinuidades con relleno de arcilla, en determinadas zonas. Sin embargo, si el sistema de juntas con el valor
mínimo de (Jr/Ja) esta favorablemente orientado, se puede usar sus mayores valores para evaluar el Q. En efecto, el valor de Jr/Ja
debe relacionarse a la superficie donde es más probable que se inicie la falla.
4. Cuando un macizo rocoso contiene arcillas, se debe evaluar el SRF apropiado para las cargas de aflojamiento. En tales casos
la resistencia de la roca intacta es de poco interés. Sin embargo, cuando el diaclasamiento es mínimo y no hay presencia de
arcilla, la resistencia de la roca intacta puede llegar a ser la ligazón más débil , en este caso la estabilidad dependerá de la relación
roca-esfuer-zo/roca-resistencia. Un campo de esfuerzo fuertemente anisotrópico no favorece la estabilidad como se refirió
genéricamente en la nota 2 de esta tabla (Factor de reducción de esfuerzos).
5. Las resistencias de la roca intacta σc y σt , deben ser evaluadas para condiciones saturadas si es que esto es apropiado para el presente
o futuro de las condiciones in-situ. Un estimado muy conservador de la resistencia debe ser efectuado para aquellas rocas
que se deterioran cuando están expuestas a la humedad o a condiciones saturadas.

El máximo abierto sin sostenimiento puede ser estimado a partir de:

Máximo abierto (sin sostenimiento) = 2 ESR Q0.4 (4.4)

Basado en el análisis de casos registrados, Grimstad y Barton (1993) sugirieron


que la relación entre el valor de Q y la presión del sostenimiento permanente
Ptecho es estimada a partir de:

1

3
2 JnQ
P roof  (4.5)
3Jr
46

CATEGORIAS DE REFORZAMIENTO 5) Shotcrete reforzado con fibras, 50-90 mm y pernos


1) Sin sostenimiento 6) Shotcrete reforzado con fibras, 90-120 mm y pernos
2) Pernos esporádicos 7) Shotcrete reforzado con fibras, 120-150 mm y pernos
3) Pernos sistemáticos 8) Shotcrete reforzado con fibras, > 150 mm, con arcos
4) Pernos sistemáticos con shotcrete sin de acero (cerchas) reforzados con shotcrete y pernos
refuerzo, de 40-100 de espesor 9) Revestimiento de concreto armado

Figura 4.3: Categorías de sostenimiento estimadas, basadas en el índice de calidad


tunelera Q (Según Grimstad y Barton, 1993)

4.6 Uso de los sistemas de clasificación de la masa rocosa

Las dos clasificaciones de la masa rocosa mas ampliamente utilizadas son el


RMR de Bieniawski (1976, 1989) y el Q de Barton et.al. (1974). Ambos
métodos involucran parámetros geológicos, geométricos y diseño/ingeniería,
para llegar a valores cuantitativos de la calidad de la masa rocosa. La similitud
entre RMR y Q radica en el uso de parámetros idénticos o muy similares para
el cálculo de la valoración de la calidad de la masa rocosa. Las diferencias
entre ambos sistemas están en el peso que se da a parámetros similares y en el
uso de distintos parámetros en uno u otro esquema.

RMR usa directamente la resistencia compresiva, mientras que Q solo


considera la resistencia como una relación al esfuerzo in situ en roca
competente. Ambos esquemas tratan con la geología y la geometría de la masa
rocosa, pero de modos ligeramente diferentes. Ambos consideran el agua
subterránea y ambos incluyen algún componente de la resistencia del material
rocoso. Algún estimado de la orientación puede ser incorporado en Q usando
las pautas presentadas por Barton et.al. (1974): ‘los parámetros Jr y Ja deberían
estar referidos a la superficie mas probable para permitir el inicio de la falla’.
La diferencia mas grande entre los dos sistemas es la falta de un parámetro de
esfuerzo en el sistema RMR.
47

Cuando se usa cualquiera de estos métodos, se pueden adoptar dos


aproximaciones. Uno es evaluar la masa rocosa específicamente para los
parámetros que están incluidos en los métodos de clasificación; el otro es
caracterizar precisamente la masa rocosa y luego atribuir valoraciones a los
parámetros en un tiempo posterior. Es recomendable el último método desde
que este da una completa descripción de la masa rocosa, la cual puede ser
trasladada en sus índices de clasificación. Si durante el mapeo, solo se han
registrado los valores de las valoraciones, podría ser casi imposible llevar a
cabo estudios de verificación.

En muchos casos es apropiado dar un rango de valores para cada parámetro en


una clasificación de la masa rocosa y para evaluar la significancia del resultado
final. Un ejemplo de esta aproximación es dado en la Figura 4.4, que ha sido
reproducida de las notas de campo de un proyecto, preparada por el Dr. N.
Barton. En este caso particular, la masa rocosa esta seca y sometida a una
condición de esfuerzos ‘medios’ (Tabla 4.6.6.K), por lo que Jw = 1.0 y SRF =
1.0. Los histogramas que muestran las variaciones en el RQD, Jn, Jr y Ja, a lo
largo de la galería exploratoria mapeada, son presentadas en esta figura. El valor
promedio de Q = 9.8 y el rango aproximado de Q es 1.7  Q  20. El valor
promedio de Q puede ser usado en la selección del sistema de sostenimiento,
mientras que el rango da una indicación de los posibles ajustes que serán
requeridos para satisfacer las diferentes condiciones encontradas durante la
construcción.

Un ejemplo posterior de esta aproximación es dado en un artículo de Barton


et.al. (1992) que trata del diseño de una sala deportiva subterránea de 62 m de
abierto en gneis diaclasado. Histogramas de todos los parámetros de entrada
para el sistema Q son presentados y analizados a fin de determinar el valor
promedio pesado de Q.

Carter (1992) adoptó una aproximación similar, pero extendió su análisis para
incluir la derivación de una función de distribución de probabilidad y el cálculo
de la probabilidad de falla, en una discusión sobre la estabilidad de pilares de
corona superficiales en minas metálicas abandonadas.

A lo largo de todo este capítulo se ha sugerido que el usuario de un esquema de


clasificación de la masa rocosa, deberá chequear que esté siendo usada la última
versión. Una excepción es el uso de la clasificación RMR de Bieniawski para
estimar la resistencia de la masa rocosa (discutida en el Capítulo 8), donde son
usadas las versiones de 1976 como la de 1989. No está demás repetir que es
aconsejable el uso de los dos esquemas de clasificación de la masa rocosa.

4.7 Estimación del módulo de deformación in situ

El módulo de deformación in situ de la masa rocosa es un parámetro importante


en cualquier forma de análisis numérico y en la interpretación de las
deformaciones monitoreadas alrededor de aberturas subterráneas. Desde que
este parámetro es muy dificultoso y costoso de determinarlo en el campo,
muchos intentos se han hecho para desarrollar métodos de estimación de su
valor, basados sobre todo en las clasificaciones de la masa rocosa.

En la década de 1960 se hicieron varios intentos de usar el RQD de Deere para


estimar el módulo de deformación in situ, pero esta aproximación es raramente
usada hoy en día (Deere y Deere, 1988).
48

Bieniawski (1978) analizó un número de casos históricos y propuso la siguiente


relación para estimar el módulo de deformación in situ, Em, a partir de RMR:

Em = 2 RMR – 100 (4.6)

RQD % de
testigos > 10 cm

Jn sistema de juntas

Jr rugosidad de juntas

Ja alteración de juntas

Jw = 1.0, SRF = 1.0

50 1.51
Típico q * *  8.3
9 1 1

30  80 1.5 1
Rango aproximado * *  1.7  20
6  9 1.3 1

Figura 4.4: Histogramas mostrando variaciones en RQD, Jn, Jr y Ja para una arenisca
bajo condición de esfuerzo ‘medio’, reproducido de las notas de campo preparado por
el Dr. N. Barton.
49

Indice de calidad tunelera Q


0.01 0.04 1.00 4.00 10 40 100 400
90
Módulo de deformación in situ Em - GPa

80 (RMR - 10) / 40
casos históricos: Em = 10
70 Serafín y Pereira (1983)
Bieniawski (1978)
60

50
Em = 2 RMR - 100
40

30
Em = 25 Log Q
20

10

0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Valoración Geomecánica de la Masa Rocosa RMR

Figura 4.5: Predicción del módulo de deformación in situ Em a partir de las clasificaciones de la
masa rocosa.

Basado en el análisis de un número de casos históricos, varios de los cuales


involucraron cimentaciones de presas donde los módulos de deformación fueron
evaluados mediante retroanálisis de las deformaciones medidas, Serafim y
Pereira (1983) propusieron la siguiente relación entre Em y RMR:

( RMR10 )

Em  10 40
(4.7)

Más recientemente, Barton et.al. (1980), Barton et.al. (1992) y Grimstad y


Barton (1993), han hallado una buena concordancia entre los desplazamientos
medidos y predichos a partir de análisis numéricos usando valores del módulo
de deformación in situ estimados a partir de:

Em = 25 Log10 Q (4.8)

Las curvas definidas por las ecuaciones 4.6, 4.7 y 4.8, junto con las
observaciones de casos históricos de Bieniawski (1978) y Serafim y Pereira
(1983) están ploteadas en la Figura 4.5. Esta figura sugiere que la ecuación 4.7
proporciona un ajuste razonable para todas las observaciones ploteadas y tiene
la ventaja de cubrir un amplio rango de valores de RMR que cualquiera de las
otras dos ecuaciones.
50
51

5 Resistencia al corte de las discontinuidades

5.1 Introducción

Una masa rocosa dura a poca profundidad, es generalmente dividida en


bloques separados por la intersección de discontinuidades tales como planos
de estratificación, diaclasas, zonas de corte y fallas. Desde que los esfuerzos
in-situ son bajos a poca profundidad, la falla por esfuerzos inducidos de la
roca intacta es usualmente mínima y juega un papel secundario en el
comportamiento de la masa rocosa, el cual es dominado por el deslizamiento
sobre las discontinuidades y la rotación de bloques rocosos individuales,
ocasionados por la gravedad.

A fin de analizar la estabilidad de este sistema de bloques rocosos


individuales, es necesario entender los factores que controlan la resistencia al
corte de las discontinuidades que separan los bloques. Estos asuntos son
tratados en las discusiones que siguen.

5.2 Resistencia al corte de superficies planares

Suponer que se obtiene un número de muestras de una roca, tal como la


pizarra, para ensayos de corte. Cada muestra contiene un plano de
estratificación que se encuentra cementado, en otras palabras, se tendría que
aplicar una fuerza de tensión a las dos mitades del espécimen para separarlos.
El plano de estratificación es absolutamente planar, no teniendo
irregularidades u ondulaciones en la superficie. Como se ilustra en el
esquema del margen, en un ensayo de corte cada espécimen es sometido a un
esfuerzo σn normal al plano de estratificación y a un esfuerzo de corte τ,
requerido para causar un desplazamiento δ.

El esfuerzo de corte se incrementará rápidamente hasta alcanzar una


resistencia pico. Esto corresponde a la falla del material cementante que
mantiene unidos las dos mitades del espécimen en el plano de estratificación.
Conforme el desplazamiento continúa, el esfuerzo cortante disminuirá hasta
un valor residual el cual permanecerá constante aun para grandes
desplazamientos de corte.

Graficando las resistencias al corte pico y residual versus los esfuerzos


normales, se tendrán las envolventes ilustradas en el esquema del margen
inferior. Para superficies de discontinuidades planares, tales como aquellas
consideradas en este ejemplo, los puntos experimentales caen generalmente a
lo largo de una línea recta. La relación entre la resistencia al corte pico τp y
el esfuerzo normal σn, puede ser representada por la ecuación de Mohr –
Coulomb:

p  c  n tan 
(5.1)

donde c es la resistencia cohesiva de la superficie cementada y


N es el ángulo de fricción.
52

En el caso de la resistencia residual, la cohesión c ha caído a cero y la relación


entre τr y σn puede ser representada por:

r   ntan r (5.2)

donde Nr es el ángulo de fricción residual.

Este ejemplo ha sido discutido a fin de ilustrar el significado físico del término
cohesión, un término de mecánica de suelos, que ha sido adoptado por la
comunidad de mecánica de rocas. En los ensayos de corte sobre suelos, los
niveles de los esfuerzos son generalmente de órdenes de magnitudes inferiores
que aquellos involucrados en los ensayos en roca y la resistencia cohesiva de un
suelo es el resultado de la adhesión de las partículas del suelo. En la mecánica
de rocas la verdadera cohesión ocurre cuando son cortadas las superficies
cementadas. Sin embargo, en muchas aplicaciones prácticas, el término
cohesión es utilizado por conveniencia y se refiere a una cantidad matemática
relacionada a la rugosidad de la superficie, como se discute mas adelante. La
cohesión es simplemente la intercepción de la envolvente de la resistencia al
corte pico, sobre el eje τ, a esfuerzo normal cero.

Una cantidad que es fundamental para el entendimiento de la resistencia al corte


de las superficies de discontinuidades, es el ángulo de fricción básico Nb. Este
es aproximadamente igual al ángulo de fricción residual Nr, pero este es
generalmente medido mediante ensayos aserrados o superficie rocosa del
terreno. Estos ensayos pueden ser efectuados sobre superficies tan pequeñas
como 50 mm x 50 mm, las cuales producen como gráfico una línea recta
definida por la ecuación:

   ntan b (5.3)

5.3 Resistencia al corte de superficies rugosas

Una superficie de una discontinuidad natural en roca dura, no siempre es tan lisa
como una superficie aserrada o superficie del terreno que es utilizada para la
determinación del ángulo de fricción básico. Las ondulaciones y asperezas de la
superficie de una diaclasa natural tienen una influencia significativa sobre su
comportamiento al corte. Generalmente esta rugosidad de la superficie,
incrementa la resistencia al corte de la superficie, y este incremento de la
resistencia es extremadamente importante en términos de la estabilidad de
aberturas subterráneas.

Patton (1966) demostró esta influencia por medio de un experimento simple, en


el cual él llevó a cabo ensayos de corte sobre especímenes de “superficie
dentada” tal como se ilustra en el esquema del margen. Los desplazamientos de
corte en estos especímenes ocurren como resultado del movimiento de las
superficies sobre las caras inclinadas, causando la dilatación (incremento en el
volumen) del espécimen.

La resistencia al corte de los especímenes de “superficie dentada” de Patton,


puede ser representada por la ecuación:

  n tan b  i  (5.4)

donde Nb es el ángulo de fricción básico de la superficie y


i es el ángulo de la cara de la superficie dentada
53

Esta ecuación es válida para esfuerzos normales bajos donde el desplazamiento


de corte es debido al deslizamiento a lo largo de las superficies inclinadas. A
esfuerzos normales más altos, la resistencia del material intacto será excedida y
los dientes tenderán a romperse, resultando en un comportamiento de la
resistencia al corte que está mas cercanamente relacionado a la resistencia del
material intacto que a las características friccionales de las superficies.

Barton y sus colaboradores (1973, 1976, 1977, 1990) han estudiado en gran
detalle el comportamiento de diaclasas rocosas naturales y han propuesto la
Ecuación 5.4, la cual puede ser reformulada como:

  σ tan   JRC log  JCS   (5.5)

 

n
b 10

n 

donde JRC es el coeficiente de rugosidad de la junta o diaclasa y
JCS es la resistencia compresiva de la pared de la diaclasa.

5.3.1 Estimados de campo del JRC

El coeficiente de rugosidad de la junta JRC es un número que es determinado


por comparación de la apariencia de la superficie de una discontinuidad con
perfiles estándares publicados por Barton y otros. Uno de los conjuntos de
perfiles más útiles, fue publicado por Barton y Choubey (1977) y es
reproducido en la Figura 5.1. Observe que estos perfiles han sido reproducidos a
escala completa a fin de facilitar la comparación directa con los perfiles de
rugosidad medidos, donde estos sean disponibles.

Barton (1987) publicó una tabla que relaciona Jr con JRC, la cual es
reproducida en la Figura 5.2.

Barton y Bandis (1990) sugirieron que JRC también podría ser estimado a partir
de ensayos sencillos del tablero inclinable (tilt test), en el cual un par de
superficies de discontinuidades aparejadas son inclinadas hasta que el uno
deslice sobre el otro.

El valor JRC es estimado a partir del ángulo de inclinación  mediante la


siguiente ecuación:

 - b 
JRC   JCS  (5.6)

log10 

n 

Para muestras pequeñas, el esfuerzo normal n puede ser tan bajo como 0.001
MPa. Asumiendo este valor para un caso típico, en el cual el ángulo de
inclinación α = 65º, el ángulo de fricción básico Nb = 30º y la resistencia
compresiva de la pared de la junta JCS = 100 MPa, la Ecuación 5.6 da JRC =
7.
54

10

0 5 cm 10

Figura 5.1: Perfiles de rugosidad y rango correspondiente de valores JRC (Barton & Choubey,1977).
55

Descripción Perfil Jr
200mm 1 m

rugoso 4 20 11

liso 3 14 9

espejo de falla 2 11 8

escalonado

rugoso 3 14 9

liso
2 11 8

espejo de falla 1.5 7 6

ondulado

rugoso 1.5 2.5 2.3

liso 1.0 1.5 0.9

espejo de falla 0.5 0.5 0.4

planar

Figura 5.2: Relaciones entre Jr del Sistema Q y JRC para muestras de 200 mm y 100
mm (Según Barton, 1987).

5.3.2 Estimados de campo de JCS

Los métodos sugeridos para la estimación de la resistencia compresiva de la


pared de la junta o diaclasa fueron publicados por la ISRM (1978). El uso del
martillo de rebote Schmidt fue propuesto por Deere y Miller (1966) para estimar
la resistencia compresiva de las paredes de la juntas.

5.3.3 Influencia de la escala sobre JRC y JCS

La ecuación 5.5 sugiere que hay tres factores que controlan la resistencia al
corte de las dicontinuidades naturales: el ángulo de fricción básico Nb, un
componente geométrico JRC, y un componente de aspereza en la falla
controlado por la relación (JCS/σn). La Figura 5.3, adaptada de una figura
originalmente publicada por Bandis (1980), muestra que, conforme la escala se
incrementa, la rugosidad efectiva de la superficie (JRC) disminuye. De aquí
que la resistencia al corte de la superficie disminuye. También, a causa de las
mayores posibilidades de debilidades en una superficie grande, es probable que
el promedio de la resistencia compresiva de la pared de la junta (JCS)
disminuya con el incremento de escala.
56

En base a extensos ensayos sobre juntas, reproducciones de juntas y revisión de


literatura, Barton y Bandis (1982) propusieron las correcciones de escala para
JRC y JCS , defininidas por las ecuaciones 5.7 y 5.8.
0.02 JRCo
JRCn  JRCo  Ln  (5.7)
 Lo 


0.03JCSo
JCSn  JCSo   LnC (5.8)
 Lo 

donde JRCo, JCSo y Lo (longitud) están referidos a una muestra a escala de


laboratorio de 100 mm, y JRCn, JCSn y Ln están referidos a tamaños de
bloques in-situ.

1 componente
de aspereza
1 en la falla
2
esfuerzo de corte

2 componente componente
3 geométrico de rugosidad

4 3
componente resistencia
friccional friccional
4 básico total

desplazamiento 4 3 2 1
de corte

Figura 5.3: Influencia de la escala sobre los tres componentes de la resistencia al corte
de una discontinuidad rugosa. Según Bandis (1990) y Barton y Bandis (1990).

La cantidad JCSo, resistencia compresiva de la pared de la junta de un


espécimen de laboratorio de 100 mm, tiene un valor máximo igual a la
resistencia compresiva uniaxial del material de roca intacta. Este valor máximo
será hallado en el caso de superficies de discontinuidades frescas, no
intemperizadas o no alteradas. Según sugiere la Ecuación 5.8, la resistencia se
reducirá por intemperización o alteración de la superficie y también por el
tamaño de la superficie.

5.4 Resistencia al corte de discontinuidades con relleno

Las discusiones presentadas en las secciones previas han tratado con la


resistencia al corte de discontinuidades en las cuales ocurre contacto de las
paredes rocosas en toda la longitud de la superficie bajo consideración. Esta
resistencia al corte puede reducirse drásticamente cuando parte o toda la
superficie no está en íntimo contacto, sino cubierto por material de relleno
blando tal como el panizo. Para superficies planares, tal como un plano de
estratificación en roca sedimentaria, una capa delgada de arcilla resultará en una
significativa reducción de la resistencia al corte. Para una junta rugosa u
ondulada, el espesor del relleno tendrá que ser más grande que la amplitud de la
ondulación antes que la resistencia al corte sea reducida a aquella del material
de relleno.
57

Una revisión comprensiva de la resistencia al corte de discontinuidades con


relleno fue preparada por Barton (1974) y en la Tabla 5.1 se da un resumen de
las resistencias al corte de típicos rellenos de discontinuidades, basado en la
revisión de Barton.

Donde haya ocurrencias de espesores significativos de rellenos de arcilla o


panizo en las masas rocosas y donde la resistencia al corte de las
discontinuidades con relleno probablemente tenga un rol importante en la
estabilidad de la masa rocosa, es altamente recomendable enviar muestras de
relleno a un laboratorio de mecánica de suelos para los respectivos ensayos.

5.5 Influencia de la presión del agua

Cuando en una masa rocosa esta presente la presión del agua, las superficies
de las discontinuidades son forzadas a separarse y el esfuerzo normal σn se
reduce. Bajo condiciones de flujo estable, donde hay suficiente tiempo para
que la presión del agua en la masa rocosa alcance el equilibrio, el esfuerzo
normal reducido es definido por σn’ = (σn – u), donde u es la presión del agua.
El esfuerzo normal reducido σn’ es usualmente llamado esfuerzo normal
efectivo y puede ser utilizado en lugar del término esfuerzo normal σn en todas
las ecuaciones presentadas en las secciones previas de este capítulo.

5.6 Cohesión y fricción instantáneos

Debido al desarrollo histórico de la mecánica de rocas, muchos de los análisis,


utilizados para calcular el factor de seguridad contra el deslizamiento, son
expresados en términos de la cohesión (c) y ángulo de fricción (N) de Mohr-
Coulomb, definida en la Ecuación 5.1. Desde la década de los 70s se ha
reconocido que la relación entre la resistencia al corte y el esfuerzo normal es
representada más precisamente por una relación no-lineal tal como aquella
propuesta por Barton (1973). Sin embargo, a causa de que tal relación
(Ecuación 5.5) no se expresa en términos de c y N, es necesario idear algún
medio para estimar la resistencia cohesiva y el ángulo de fricción
equivalentes, a partir de las relaciones tales como aquellas propuestas por
Barton.

La Figura 5.4 da las definiciones de la cohesión instantánea ci y el ángulo de


fricción instantáneo Ni para un esfuerzo normal σn. Estas cantidades son dadas
por la intercepción y la inclinación respectivamente, de la tangente de la
relación no-lineal entre la resistencia al corte y el esfuerzo normal. Estas
cantidades pueden ser utilizadas para análisis de estabilidad en la cuales se
aplica el criterio de falla Mohr-Coulomb (Ecuación 5.1), puesto que el
esfuerzo normal σn es razonablemente cercano al valor usado para definir el
punto tangente.
58

Tabla 5.1: Resistencia al corte de discontinuidades con relleno y materiales de relleno (Según Barton, 1974).

Pico Pico Residual Residual


Roca Descripción
c’ (MPa) Φ° c’ (MPa) Φ°
Basalto Brecha basáltica arcillosa, amplia variación 0.24 42
desde arcilla hasta contenidos de basalto
Bentonita Capa de bentonita en yeso 0.015 7..5
Estratos delgados 0.09-0.12 12-17
Ensayos triaxiales 0.06-0.1 9-13

Esquisto bentonítico Ensayos triaxiales 0-0.27 8.5-29


Ensayos de corte directo 0.03 8.5
Arcillas Sobre-consolidadas, deslizadas, diacla- sas y 0-0.018 12-18.5 0-0.003 10.5`-16
menores cortes o cizalladuras
Pizarra arcillosa Ensayos triaxiales 0.06 32
Superficies de estratificación 0 19-25
Rocas carboníferas Capas de m,ilonita arcillosa, 10 a 25 mm 0.012 16 0 11-11.5

Dolomita Capas pizarrosas alteradas ±150 mm de 0.04 14.5 .02 17


espesor
Diorita,Granodiorita Panizo arcilloso (2% de arcilla, 0 26.5
y pórfidos PI = 17%)
Granito Fallas rellenadas con arcilla 0-0.1 24-45
Fallas rellenadas con arena 0.05 40
Zonas de corte tectónicas, granitos
esquistosos y fracturados, roca 0.24 42
desintegrada y panizo
Grauvaca 1 – 2 mm de arcilla en planos de 0 21
estratificación
Calizas Estratos de arcilla de 6 mm 0 13
rellenos de arcilla de 10 – 20 mm 0.1 13-14
 1mm de relleno de arcilla 0.05-0.2 17-21
Calizas, marga y Capas de lignito interestratificado 0.08 38
lignito Capas entre lignito y arcilla 0.1 10
Caliza Juntas con marga de 20 mm de espesor 0 25 0 15-24
Lignito Capa entre lignito y arcilla 0.014 15-17.5
Montmorrillonita Capas de bentonita de 80 mm 0.36 14 0.08 11
bentonita, arcilla (montmorrillonita), arcillas en yeso 0.016-0.02 7.5-11.5
Esquiisto, cuarcita y Relleno de arcilla de 100 – 15 mm de espesor 0.03-0.08 32
esquisto siliceo Estratificación con arcilla en capas delgadas 0.61-0.74 41
Estratificación con arcilla en capas gruesas 0.38 31
Pizarras Finamente laminadas y alteradas 0.05 33
Cuarzo/ caolín y Ensayos triaxiales en muestras remoldeadas 0.042-0.09 36-38
pirolucita
59

Esfuerzo de corte

i
tangente

n Esfuerzo normal n

Figura 5.4: Definición de cohesión instantánea ci y ángulo de fricción instantáneo Ni


para un criterio de falla no-lineal.

En una aplicación práctica típica, se puede utilizar un programa en una hoja de


cálculo para resolver la Ecuación 5.5 y para calcular valores de la cohesión y
ángulo de fricción instantáneos para un rango de valores de esfuerzos
normales. Una porción de tal hoja de cálculo es ilustrada en la Figura 5.5.
Observe que la Ecuación 5.5 no es válida para σn = 0 y ésta deja de tener
cualquier significado práctico para Nb + JRC log10(JCS/σn) > 70º. Este límite
puede ser utilizado para determinar un valor mínimo de σn . Un límite superior
de σn es dado por σn = JCS.

En la hoja de cálculo mostrada en la Figura 5.5, el ángulo de fricción


instantáneo Ni , para un esfuerzo normal σn, ha sido calculado a partir de la
relación:

   
 i  arctan    (5.9)
 n 

donde 

τ  tan JRC JCS  b 
 
σn log10  n 


 JRC   JCS  
  2

ln 10 tan  JRC log 10  n  1


(5.10)
   n  


La cohesión instantánea ci es calculada a partir de:

ci = τ - σn tan Ni (5.11)
60

En la selección de los valores de ci y Ni para su uso en una aplicación particular, el


esfuerzo normal promedio σn actuando sobre los planos de discontinuidad debería
ser estimado y usado para determinar la fila apropiada en la hoja de cálculo. Para
varios problemas prácticos en el campo, será suficiente un simple valor promedio
de σn, pero, cuando se están considerando problemas críticos de estabilidad, esta
selección debería ser hecha para cada superficie de discontinuidad importante.

Criterio de falla de Barton

Parámetros de entrada
Angulo de fricción básico (°) 29
Coeficiente de rugosidad JRC 16.9
Resistencia compresiva de la junta JCS 96
Esfuerzo normal mínimo (SIGNMIN) 0.360

Esfuerzo Resistencia dTAU Angulo de Resistencia


Normal al corte dSIGN fricción cohesiva
(SIGN) (TAU) (DTDS) (PHI) (COH)
MPa MPa grados MPa
0.360 0.989 1.652 58.82 0.394
0.720 1.538 1.423 54.91 0513
1.440 2.476 1.213 50.49 0.730
2.880 4.073 1.030 45.85 1.107
5.759 6.779 0.872 41.07 1.760
11.518 11.344 0.733 36.22 2.907
23.036 18.973 0.609 31.33 4.953
46.073 31.533 0.496 26.40 8.666

Fórmulas de celda

SIGNMIN = 10^(LOG(JCS)-(70-PHIB)/JRC)
TAU=SIGN*TAN((PHIB+JRC*LOG(JCS/SIGN))*PI()/180)

DTDS=TAN((JRC*LOG(JCS/SIGN)+PHIB)*PI()/180)-
(JRC/LN(10))*(TAN((JRC*LOG(JCS/SIGN)+PHIB)*PI()/180)^2+1)*
PI()/180
PHI=ATAN(DTDS*180/PI()
COH=TAU-SIGN*DTDS

Figura 5.5: Impresión de las celdas y fórmulas de la hoja de cálculo utilizadas para calcular la
resistencia al corte, ángulo de fricción instantáneo y cohesión instantánea, para un rango de
esfuerzos normales.
61

6 Análisis de inestabilidad estructuralmente controlada

6.1 Introducción

En aberturas mineras excavadas en masas rocosas diaclasadas que


relativamente están a poca profundidad, los tipos de falla mas comunes son
aquellas que conciernen a la caída de cuñas del techo o un deslizamiento
desde las paredes de la excavación.

Estas cuñas están formadas por la intersección de rasgos estructurales tales


como planos de estratificación y diaclasas, las cuales separan al macizo
rocoso en piezas discretas, pero interlazadas. Cuando la cara libre es creada
por la excavación de la abertura, la restricción de la roca circundante es
removida. Una o más de estas cuñas pueden caer o deslizar desde la
superficie de la excavación, si los planos limitantes son continuos o los
puentes de roca a lo largo de la discontinuidad se han roto.

A menos que se tomen previsiones para soportar estas cuñas aflojadas, la


estabilidad de las paredes y del techo pueden deteriorarse rápidamente. Cada
cuña, que puede caer o deslizarse, causará una reducción en la restricción y
el interlazamiento del macizo rocoso y la cuña, a su vez esto permitirá la
caída de otras cuñas. Este proceso de falla continuará hasta que el arco
natural del macizo rocoso no presente más cambios o hasta que la abertura
sea completamente rellenada por los materiales caídos.

Los pasos que son requeridos para determinar el problema son:

1. Determinación del buzamiento y dirección de buzamiento promedios de


los sistemas de las discontinuidades significantes del macizo rocoso.
2. Identificación de las cuñas potenciales que pueden caer o deslizarse desde
el techo y las paredes de la excavación.
3. Cálculo del factor de seguridad de las cuñas, dependiendo del modo de
falla.
4. Cálculo del reforzamiento requerido, para llegar a un nivel aceptable del
factor de seguridad de las cuñas.

6.2 Identificación de las cuñas potenciales

El tamaño y forma de las cuñas potenciales en la masa rocosa circundante a


una abertura, depende sobre todo del tamaño, forma y orientación de la
abertura y también de la orientación de los sistemas de discontinuidades
significantes. La geometría tridimensional del problema necesita un conjunto
de cálculos relativamente tediosos. Si bien estos pueden ser realizados
manualmente, es mucho más eficiente cuando utilizamos un programa de
computadora. Uno de estos programas, es el UNWEDGE, el cual fue
desarrollado especialmente para ser usado en excavaciones mineras
subterráneas en roca dura y su utilidad se discute en los siguientes párrafos.

Considerar un macizo rocoso en el cual ocurren tres sistemas de diaclasas


fuertemente desarrollados. El buzamiento y la dirección de buzamiento
promedios de estos sistemas son mostrados como círculos mayores en la
Figura 6.1 y son como sigue:
62

Sistema Buzamiento Dirección de Buzamiento


J1 70 ± 5 036 ± 12
J2 85 ± 8 144 ± 10
J3 55 ± 6 262 ± 15 .

Se asume que todas estas discontinuidades son planares y continuas y que la


resistencia al corte de las superficies pueden ser representadas por un ángulo
de fricción  = 30º y una resistencia cohesiva cero. Estas propiedades de
resistencia al corte son estimados conservadores, pero proporcionan un punto
de partida razonable para mayores análisis de este tipo.

En este macizo rocoso se va ha excavar una rampa y un bosquejo de una


sección transversal de la rampa es mostrada en el margen. El eje de la rampa
tiene una inclinación de 15º con respecto a la horizontal o, usando la
terminología asociada con la geología estructural, el eje de la rampa tiene un
plunge de 15º. En la porción de la rampa que estamos tratando en este
ejemplo, el eje corre a 25º NE, o el azimut (trend) del eje es 25º.

El eje de la rampa es mostrado como una línea punteada en el estereograma


en la Figura 6.1. El azimut del eje es mostrado como 25º, medido en sentido
horario desde el norte. El plunge del eje es de 15º y es mostrado como una
cruz sobre la línea punteada que representa el eje. El ángulo es medido hacia
el interior desde el perímetro del estereograma, este perímetro representa el
plano horizontal de referencia.

Figura 6.1: Gráfico de círculos mayores de igual área en el hemisferio inferior,


representando direcciones de buzamiento y buzamientos promedios de tres sistemas
de discontinuidades en una masa rocosa. También se muestra con líneas discontínuas
la dirección (trend) del eje de la rampa excavada en esta masa rocosa. La inclinación
(plunge) de la rampa está marcada con una cruz.
63

Los tres sistemas de discontinuidades estructurales, representados por círculos


mayores, ploteados en la Figura 6.1, son introducidos al programa
UNWEDGE, junto con la sección transversal de la rampa y el azimut y plunge
del eje de la rampa. El programa determina la ubicación y dimensión de las
cuñas que pueden ser formadas en el techo, piso y en las paredes de la
excavación como se muestra en la Figura 6.2.

El máximo número de cuñas tetraédricas simples, que pueden ser formadas


por tres discontinuidades en el macizo rocoso circundante a un túnel circular
es 6. En el caso de un túnel cuadrado y rectangular, este número se reduce a 4.
Para la rampa bajo consideración en este ejemplo, el techo arqueado permite la
formación de una cuña adicional, dando un total de 5 cuñas. Sin embargo, la
cuña adicional es muy pequeña, por lo que se le ignora en el análisis siguiente.

Observar que estas cuñas son las más grandes que se pueden formar para la
condición geométrica dada. Los cálculos utilizados para determinar estas
cuñas, asumen que las discontinuidades son inubicuas, en otras palabras
pueden ocurrir en cualquier lugar del macizo rocoso. Las diaclasas, planos de
estratificación y otros rasgos estructurales incluidos en el análisis son también
considerados como planares y continuos. Estas condiciones significan, que el
análisis siempre encontrará las cuñas más grandes posibles que se pueden
formar. Este resultado generalmente puede ser considerado conservador, desde
que el tamaño de la cuña formada en la masa rocosa actual, será limitado por
la persistencia y el espaciamiento de los rasgos estructurales. El programa
UNWEDGE permite reducir a las cuñas a tamaños más realistas, si es que se
considera improbable la formación de cuñas máximas.

En la siguiente tabla se presentan detalles de las cuatro cuñas ilustradas en la


Figura 6.2:

Cuña Peso Ton. Modo de falla Factor de seguridad


Techo 13 Cae 0.00
Pared 1 3.7 Desliza sobre J1/J2 0.36
Pared 2 3.7 Desliza sobre J3 0.52
Piso 43 Estable Infinito .

La cuña del techo caerá como resultado de la carga gravitacional, y a causa de


su forma, no hay restricción del cuerpo formado por las tres discontinuidades.
Esto significa que el factor de seguridad de la cuña, una vez liberada por la
ejecución de la excavación de la rampa, es cero. En algunos casos, puede
ocurrir con una cuña de techo el deslizamiento sobre un plano o a lo largo de
la línea de intersección de dos planos, esto resultará en un valor finito del
factor de seguridad.

Las dos cuñas de las paredes son consideradas como imágenes similares una
de otra, ellos tienen la misma forma pero con una disposición espacial
diferente. Consecuentemente, los pesos de estas cuñas son idénticos. Los
factores de seguridad son diferentes, por que los deslizamientos ocurren sobre
diferentes superficies en los dos casos.

La cuña del piso es completamente estable y no requiere mayor consideración.


El programa UNWEDGE es utilizado en situaciones donde los esfuerzos in-
situ son bajos y donde su influencia puede ser omitida sin introducir errores
64

significativos. Estas son las condiciones en las cuales las fallas de las cuñas
ocurren mayormente en masas rocosas duras.

Cuando ocurren altos niveles de esfuerzos in-situ, en masas rocosas que forman
bloques, los factores de seguridad calculados por el programa UNWEDGE
pueden ser incorrectos. En los casos en que las cuñas sean delgadas y altas, los
esfuerzos in-situ tenderán a afianzar las cuñas en su lugar y el factor de
seguridad calculado será muy bajo. Por otro lado, para cuñas gruesas y de poca
altura, el factor de seguridad calculado puede ser muy alto, desde que los altos
esfuerzos in- situ pueden forzar la salida de la cuña. Para situaciones de minado
más prácticas, estos errores no son significativos y pueden ser compensados por
un ajuste del factor de seguridad. Para investigaciones de mecanismos de falla y
para algunas aplicaciones en las cuales puede ser crítica la influencia de los
esfuerzos in- situ, por ejemplo para cavernas grandes, se requieren de métodos
de análisis más sofisticados.

Figura 6.2: Cuñas formadas en el techo, piso y paredes de una rampa excavada en una
masa rocosa diaclasada, en la cual la dirección de buzamiento y buzamiento promedios
de los tres rasgos estructurales dominantes están definidos por los círculos mayores
graficados en la Figura 6.1.
65

6.3 Sostenimiento para controlar la falla de cuñas

Un rasgo característico de la falla de cuñas en roca que está formada por


bloques, es que antes de la falla de la cuña ocurren pequeños movimientos
en la masa rocosa. En el caso de una caída de cuñas del techo, la falla puede
ocurrir tan pronto como la base de la cuña sea completamente expuesta por
la ejecución de la excavación. Para las cuñas de las paredes, es generalmente
suficiente el deslizamiento de unos pocos milímetros, a lo largo de un plano
o de la línea de intersección de dos planos, para vencer la resistencia pico de
estas superficies. Este hecho indica que los movimientos a lo largo de las
superficies deben ser minimizados. Consecuentemente, el sistema de
sostenimiento tiene que proporcionar una respuesta de “rigidez” frente al
movimiento. Esto significa que los pernos de roca de anclaje mecánico
necesitan ser tensionados, mientras que los pernos de roca de anclaje
repartido pueden ser dejados sin tensionar.

6.3.1 Cuñas con pernos de roca

Para cuñas del techo, la fuerza total que deberá ser aplicada por el refuerzo
deberá ser suficiente para soportar el peso muerto de la cuña, más un
adicional para compensar los errores y pobre calidad en la instalación. Así,
para la cuña del techo ilustrado en el esquema del margen, la tensión total
aplicada a los pernos de roca o cables deberá ser 1.3 a 1.5 x W, dando un
factor de seguridad de 1.3 a 1.5. El factor de seguridad inferior podría ser
aceptable en aberturas mineras de acceso temporales, tales como una labor
para perforación, mientras que el factor de seguridad superior podría ser
usado en aberturas de acceso más permanente, tal como una rampa.

Cuando la cuña es claramente identificable, se debería intentar distribuir los


elementos de sostenimiento uniformemente sobre el centroide de la cuña.
Esto prevendrá cualquier rotación que pueda reducir el factor de seguridad.

En la selección de los pernos de roca o cables a ser usados, se debe poner


atención a la longitud y ubicación de los mismos. Para los cables
cementados, la longitud Lw a través de la cuña y la longitud Lr en la roca
detrás de la cuña, deberán ser ambos suficientes para asegurar que se
disponga de un adecuado anclaje, como se muestra en el esquema del
margen. En el caso de pernos o cables correctamente cementados, estas
longitudes deberán ser generalmente cerca de un metro. Cuando haya
incertidumbre sobre la calidad de la inyección del cemento, se deberán usar
longitudes mayores de anclaje. Cuando se usan pernos de anclaje mecánicos
con platinas de carga, las longitudes deberán ser suficientes para asegurar
que suficiente cantidad de roca esté disponible para distribuir adecuadamente
las cargas. Esta condición es automáticamente chequeada por el programa
UNWEDGE.

En el caso de las cuñas de las paredes laterales, los pernos o cables pueden
ser colocados de tal modo que la resistencia al corte de la superficie de
deslizamiento sea incrementado. Como se ilustra en el esquema del margen,
esto significa que mayor cantidad de pernos o cables son colocados para
atravesar los planos de deslizamiento que para atravesar los planos de
separación. Hasta donde sea posible, estos pernos o cables deberán ser
inclinados, de tal manera que el ángulo  esté entre 15º y 30º, desde que esta
inclinación inducirá la resistencia al corte más alta a lo largo de la superficie
de deslizamiento.
66

Figura 6.3: Falla de una cuña, el sostenimiento con pernos de roca fue inadecuado.

El programa UNWEDGE incluye un número de opciones para diseñar el


sostenimiento de excavaciones subterráneas. Estos incluyen: el empernado
sistemático, desde una posición de perforación seleccionado o colocados
normalmente a la superficie de la excavación; y, el empernado esporádico, en el
cual la ubicación y longitud de los pernos son decididos por el usuario para cada
instalación. Para suministrar el sostenimiento, pueden seleccionarse pernos de
roca de anclaje mecánico con platinas de carga o pernos de roca completamente
cementados (rebars) o cables. Adicionalmente, puede aplicarse a la superficie de
la excavación una capa de shotcrete.

Figura 6.4: Diseño de los pernos de rocas para la cuña del techo y para una cuña de la
pared en la rampa del ejemplo discutido al inicio.

La Figura 6.4 muestra el diseño de los pernos de roca para una cuña del techo y
para una cuña de la pared, correspondientes a la rampa del ejemplo discutido al
inicio. Para la cuña del techo, tres pernos de roca de anclaje mecánico de 10
toneladas de capacidad, producen un factor de seguridad de 1.63. La cuña de la
pared, la cual solo pesa 3.7 toneladas, requiere solamente un perno simple de 10
toneladas para un factor de seguridad de 4.7. Para facilitar la perforación, se
deberá ubicar la posición del extremo del collar del perno.
67

6.3.2 Sostenimiento de las cuñas con shotcrete

El shotcrete puede ser usado para sostenimiento adicional de las cuñas en


terrenos que forman bloques rocosos, y puede ser muy efectivo si se aplica
correctamente. Esto es a causa de que la base de una cuña típica tiene un gran
perímetro y por tanto, aun para una capa relativamente delgada de shotcrete,
un área significativa de sección transversal del material tiene que ser cortado
antes de que la cuña pueda caer.

Considerar el ejemplo ilustrado en la Figura 6.2. La base de la cuña del techo


(mostrada como área achurada en el lado superior izquierdo del diagrama),
tiene un perímetro de 16.4m. Una capa de shotcrete de 50 mm de espesor,
significará que se tiene disponible un área total de sección transversal de 0.8
m2 para suministrar sostenimiento a la cuña. Si asumimos una resistencia al
corte relativamente modesta de la capa de shotcrete de 2 MPa (200
toneladas/m2), esto significa que se puede sostener una cuña de 164 toneladas
de peso. En el caso de la rampa discutida anteriormente, el peso de la cuña de
13 toneladas y una capa de shotcrete con 50 mm de espesor, daría al final un
alto factor de seguridad.

Es importante asegurar que el shotcrete esté bien adherido a la superficie de la


roca a fin de evitar una reducción en la capacidad de sostenimiento. Una
buena adhesión a la roca se logra mediante el lavado de la superficie rocosa,
usando solamente el agua que es alimentada a la máquina shotcretera, antes
que sea aplicado el shotcrete.

Figura 6.5: Desmoronamiento de pequeñas cuñas en una masa rocosa cercanamente


diaclasada. El shotcrete puede proporcionar un sostenimiento muy efectivo en tal
masa rocosa.

La dificultad de usar shotcrete para sostener cuñas es que éste tiene muy poca
resistencia en el momento de su aplicación y se requiere un periodo de varios
días para que alcance su completa resistencia. Desde que las cuñas requieren
un sostenimiento inmediato, el uso de shotcrete para estabilización a corto
plazo es claramente inapropiado. Sin embargo, si se coloca un número mínimo
de pernos de roca para asegurar la estabilidad a corto plazo de la masa rocosa,
una capa de shotcrete suministrará seguridad adicional a largo plazo.
68

En una roca muy competente con grandes cuñas, el uso de shotcrete es inútil,
desde que éste solo cubre el perímetro de la cuña para suministrar alguna
resistencia. La aplicación ideal del shotcrete es en masas rocosas con
discontinuidades más cercanas, como la ilustrada en la Figura 6.5. En tales
casos la falla de las cuñas podría ocurrir como un proceso progresivo,
empezando con las cuñas pequeñas expuestas en la superficie de la
excavación y gradualmente avanzando hacia el interior de la masa rocosa.
En estas circunstancias, el shotcrete provee un sostenimiento muy efectivo y
merece ser usado más ampliamente.

6.4 Consideraciones de secuencia de la excavación

Como ha sido enfatizado varias veces en este capítulo, las cuñas tienden a
caer o deslizar tan pronto como ellas son expuestas en un frente excavado.
Consecuentemente, ellas requieren sostenimiento inmediato a fin de asegurar
la estabilidad. La colocación de este sostenimiento es una cuestión práctica
importante a ser considerado cuando se trabaja en terreno formado por
bloques rocosos, el cual es propenso a la falla de cuñas.

Cuando la estructura geológica del macizo rocoso es razonablemente bien


entendida, el programa UNWEDGE puede ser usado para investigar la
ubicación y tamaño de las cuñas potenciales. En este caso, se puede diseñar
un sostenimiento sistemático y pueden ser instalados pernos de roca
conforme progrese la excavación.

Cuando se trata de excavaciones grandes tales como tajeos abiertos, cámaras


subterráneas para chancado o estaciones de piques, el problema de la
secuencia de la colocación del sostenimiento es un poco más simple, porque
estas excavaciones son realizadas usualmente en etapas. Típicamente, en una
cámara subterránea para chancado, la excavación comienza con una galería
en la parte superior, la cual es luego ensanchada antes que resto de la
caverna sea excavada por banqueo.

El esquema del margen muestra una gran abertura excavada en cuatro


etapas, con pernos de roca o cables instalados en cada etapa, para sostener
las cuñas, las cuales son progresivamente expuestas en el techo y en las
paredes de la excavación. La longitud, orientación y espaciamiento de los
pernos o cables son escogidos para asegurar que cada cuña sea
adecuadamente sostenida antes que sea completamente expuesta en la
superficie de la excavación.

Cuando se trata de excavaciones grandes de este tipo, la geología estructural


de la roca circundante tendrá que ser definida a partir de testigos de
perforación diamantina o galerías exploratorias, de tal manera que se tenga
disponible una proyección razonable de las cuñas potenciales. Estas
proyecciones pueden ser confirmadas por un mapeo adicional conforme sea
completada cada etapa de la excavación. El programa UNWEDGE provee
una herramienta efectiva para explorar el tamaño y la forma de las cuñas
potenciales y el sostenimiento requerido para estabilizarlas.

El esquema del margen muestra una situación en el cual el diseño del


sostenimiento, está basado en las cuñas más grandes posibles que pueden
ocurrir en el techo y en las paredes de la excavación. Estas cuñas pueden
algunas veces formarse en la masa rocosa con superficies de
69

discontinuidades muy persistentes, tales como planos de estratificación en


rocas sedimentarias. En varias rocas metamórficas o ígneas, las superficies de
las discontinuidades no son continuas y el tamaño de las cuñas que pueden
formarse es limitado por la persistencia de estas superficies.

El programa UNWEDGE provee varias opciones para dimensionar las cuñas.


Una de las longitudes más comúnmente medidas en el mapeo estructural, es la
longitud de la traza de la discontinuidad (persistencia) sobre la superficie de la
excavación, y una de las opciones del dimensionamiento de las cuñas está
basada en esta longitud de traza. El área de la superficie de la base de la cuña,
el volumen de la cuña y la altura del ápice de la cuña son calculados por el
programa, y todos estos valores pueden ser editados por el usuario para
establecer una escala para la cuña. Esta opción de escala es muy importante
cuando se usa el programa interactivamente para el diseño del sostenimiento
de aberturas grandes, donde el máximo tamaño de la cuña llega a ser obvio
conforme progrese la excavación.

6.5 Aplicación de la teoría de probabilidades

El programa UNWEDGE ha sido diseñado para el análisis de una cuña simple


definida por tres discontinuidades que se intersectan. Mientras esto es
adecuado para varias aplicaciones prácticas, este no proporciona ninguna
facilidad para seleccionar las tres discontinuidades más críticas en una
población grande de discontinuidades, ni para analizar el número y ubicación
de las cuñas, las cuales pueden formarse a lo largo de una abertura.

En tal sentido, un número de autores, incluyendo a Tyler et. al. (1991) y


Hatzor y Goodman (1992), han hecho los primeros intentos para aplicar la
teoría de probabilidades a estos problemas, obteniéndose algunos resultados
promisorios. Los análisis desarrollados aun no son fáciles de ser usados y
estos no pueden ser considerados como herramientas de diseño. Sin embargo,
estos estudios han mostrados el camino para el desarrollo futuro de tales
herramientas y se anticipa que dentro de pocos años, estarán disponibles
métodos de análisis probabilísticos muy poderosos y amigables para el
usuario.
70
71

7 Esfuerzos in-situ e inducidos

7.1 Introducción

La roca en profundidad está sometida a esfuerzos resultantes del peso de los estratos
sobreyacentes y a los esfuerzos de origen tectónico. Cuando una abertura minera es
excavada en esta roca, el campo de esfuerzos es disturbado localmente y un nuevo
estado de esfuerzos es inducido en la roca circundante a la abertura. El conocimiento
de las magnitudes y las direcciones de estos esfuerzos in-situ e inducidos es un
componente esencial del diseño de la excavación subterránea, desde que, en muchos
casos, la resistencia de la roca es excedida y la inestabilidad resultante puede tener
serias consecuencias en el comportamiento de las aberturas mineras.

Este capítulo trata el problema de los esfuerzos in-situ y también los cambios de
esfuerzos, los cuales son inducidos cuando las aberturas mineras son excavadas en
rocas esforzadas. Los problemas asociados con la falla de la roca alrededor de las
aberturas subterráneas y con el diseño del sostenimiento de estas aberturas, serán
tratados en capítulos posteriores.

La presentación que sigue, intenta cubrir sólo aquellos tópicos que son esenciales
para que el lector conozca los aspectos involucrados con el análisis de inestabilidad
inducido por esfuerzos y con el diseño del sostenimiento para estabilizar la roca bajo
estas condiciones.

7.2 Esfuerzos in-situ

Considerar un elemento de roca a una profundidad de 1000 m debajo de la


superficie. El peso de la columna vertical de roca reposando sobre este elemento es el
producto de la profundidad por el peso unitario de la masa de roca sobreyacente
(típicamente cerca de 2.7 ton/m3 o 0.027 MN/m3). Luego, el esfuerzo vertical sobre
el elemento es de 2700 ton/m2 o 27 MPa. Este esfuerzo es estimado mediante la
simple relación:

v  z (7.1)

donde: σv es esfuerzo vertical


γ es el peso unitario de la roca sobreyacente, y
z es la profundidad debajo de la superficie.

Las mediciones de los esfuerzos verticales en varias obras de ingeniería minera y


civil en el mundo, confirman que esta relación es válida, aunque, como se ilustra en
la Figura 7.1, existe una significativa cantidad de dispersión en las mediciones.

Los esfuerzos horizontales actuantes sobre un elemento de roca a una profundidad z


debajo de la superficie, son mucho más dificultosos de estimar que los esfuerzos
verticales. Normalmente, la relación del esfuerzo horizontal al esfuerzo vertical
promedios es denotada por la letra k tal que:

h  k v  k  z (7.2)

Terzaghi y Richart (1952) sugirieron que, para una masa rocosa cargada
gravitacionalmente y en la cual ninguna deformación lateral fue permitida
72

durante la formación del estrato sobreyacente, el valor de k es independiente de la


profundidad y está dado por k = v / ( l- v ) donde v es la Relación de Poisson de la
masa rocosa. Esta relación fue ampliamente utilizada en los tiempos iniciales de la
mecánica de rocas, pero, como discutimos más adelante, esta ha probado ser
inexacta y es poco utilizada en la actualidad.

Mediciones de los esfuerzos horizontales en obras civiles y mineras en el mundo,


muestran que la relación k tiende a ser alta a poca profundidad y que decrece con
la profundidad (Brown y Hoek, 1978, Herget, 1988). Con la finalidad de entender
la razón de estas variaciones del esfuerzo horizontal es necesario considerar el
problema sobre una escala mucho más grande que de un simple lugar minero.

Sheorey (1994) desarrolló un modelo de esfuerzo termal elasto-estático de la


tierra. Este modelo considera la curvatura de la corteza terrestre y la variación de
las constantes elásticas, la densidad y los coeficientes de expansión termal a través
de la corteza y el manto. Una discusión detallada del modelo de Sheorey está más
allá del alcance de este capítulo, pero él proporcionó una ecuación simplificada
que puede ser utilizada para estimar la relación esfuerzo horizontal a esfuerzo
vertical k. Esta ecuación es:
 1
k  0.25  7Eh 0.001    (7.3)

 

 z 

donde z (m) es la profundidad debajo de la superficie y Eh (GPa) es el módulo de


deformación promedio de la parte alta de la corteza terrestre medida en una
dirección horizontal. Esta dirección de medición es particularmente importante en
rocas sedimentarias estratificadas, en las cuales el módulo de deformación puede
ser significativamente diferente en diferentes direcciones.

Un gráfico de esta ecuación está dado en la Figura 7.2 para un rango del módulo
de deformación. Las curvas que relacionan a k con la profundidad debajo de la
superficie z son similares a las publicadas por Brown y Hoek (1978), Herget
(1988) y otros para esfuerzos in-situ medidos. De aquí se considera que la
ecuación 7.3 proporciona una base sólida para estimar el valor de k.

Como señaló Sheorey, su trabajo no explica la ocurrencia de esfuerzos verticales


medidos, los cuales son más altos que la presión de sobrecarga calculada, la
presencia de esfuerzos horizontales muy altos en algunos lugares, o, por qué los
dos esfuerzos horizontales son rara vez iguales. Estas diferencias son
probablemente debidas a los rasgos topográficos y geológicos, los cuales no
pueden ser tomados en cuenta en un modelo a gran escala tal como aquel
propuesto por Sheorey. Consecuentemente, donde los estudios detallados
muestren que los esfuerzos in-situ probablemente tienen una influencia
significativa en el comportamiento de las aberturas subterráneas, es recomendable
que los esfuerzos in-situ sean medidos. Sugerencias para realizar un programa de
mediciones de esfuerzos son discutidas más adelante en este capítulo.

7.2.1 El Mapa Mundial de Esfuerzos

El proyecto del Mapa Mundial de Esfuerzos, completado en Julio de 1992,


involucró a más de 30 científicos de 18 países y fue conducido bajo los auspicios
del Proyecto Internacional Litósfera (Zoback, 1992). El objetivo de este proyecto
fue el de compilar una base de datos global de datos de esfuerzos tectónicos
73

Esfuerzo vertical, v (MPa)


0 20 40 60 80
0
Profundidad debajo de la superficie, z (m)

1000

v= 0.027 z

2000

3000

Figura 7.1: Mediciones de esfuerzos verticales en proyectos de ingeniería civil y minera


alrededor del mundo (Brown y Hoek, 1978).

k = esfuerzo horizontal / esfuerzo vertical


0 1 2 3 4
0
Profundidad debajo de la superficie, z (m)

1000

Eh (GPa)

10

25
2000 50

75

100

3000

Figura 7.2: Relación del esfuerzos horizontal al vertical para diferentes módulos basados en
la ecuación de Sheorey. Según Sheorey (1994).
74

Figura 7.3: Mapa mundial de esfuerzos dando las orientaciones de los esfuerzos horizontales máximos en base a
una topografía promedia (indicado por el sombreado definido en la barra vertical ubicada en el lado derecho de la
figura). Mapa proporcionado por el Dr. M.L.Zoback de un artículo de Zoback (1992).
75

Figura 7.4: Mapa generalizado de esfuerzos mostrando las principales direcciones, basadas en un grupo
promedio de datos mostrados en la Figura 7.3. El significado de los símbolos está descrito en el texto. Mapa
proporcionado por el Dr. M.L.Zoback de un artículo de Zoback (1992).
76

contemporáneos. Actualmente, más de 7300 orientaciones de esfuerzos están


incluidas en una base de datos digital. De estas, aproximadamente 4400
observaciones son consideradas indicadores confiables de esfuerzos tectónicos,
registrando orientaciones de esfuerzos horizontales que sean < ± 25º.

Los datos incluidos en el Mapa Mundial de Esfuerzos son derivados


principalmente de observaciones geológicas sobre mecanismos focales de sismos e
interpretaciones de alineamientos volcánicos y de dislocaciones de fallas. Menos
del 5% de los datos están basados en mediciones de fracturamiento hidráulico o
perforación concéntrica que comúnmente son utilizados en proyectos de ingeniería
minera y civil.

La Figura 7.3 es una versión del Mapa Mundial de Esfuerzos, en el cual son
trazadas las orientaciones de los esfuerzos horizontales máximos σhmáx en base a
una topografía promedio. Los bordes de las principales placas tectónicas son
mostrados como líneas gruesas sobre este mapa. La Figura 7.4 es una versión
generalizada del Mapa Mundial de Esfuerzos, el cuál muestra las principales
direcciones de esfuerzos basadas en promedios del grupo de datos mostrado en la
Figura 7.3.

Los símbolos de esfuerzos en la Figura 7.4 se definen como sigue:

 Un simple sistema de flechas gruesas que apuntan hacia adentro indican


orientaciones de σhmáx en un régimen de esfuerzos de fallamiento inverso
(σhmáx > σhmín > σv ).
 Un simple sistema de flechas que apuntan hacia afuera indican orientaciones de
σhmín en un régimen de esfuerzos de fallamiento normal (σv > σhmáx > σhmín ).
 Flechas gruesas que apuntan hacia adentro, indicando un σhmáx, junto con flechas
delgadas que apuntan hacia afuera, indicando un σhmín, están ubicadas en
regímenes de esfuerzos de fallamiento de rumbo (movimiento a lo largo del
rumbo) (σhmáx > σv > σhmín ).

Con respecto a la medición de esfuerzos mediante el fracturamiento hidráulico y la


perforación concéntrica, Zoback (1992) tiene los siguientes comentarios:

Detalladas pruebas de fracturamiento hidráulico en un número de perforaciones iniciadas


muy cerca a la superficie (10-20 m de profundidad), han revelado cambios marcados en las
orientaciones y magnitud relativa de los esfuerzos con la profundidad en los pocos cientos
de metros superiores, posiblemente relacionados a los efectos de la topografía cercana o al
alto grado del fracturamiento superficial cercano.

Incluidas en la categoría de mediciones de esfuerzos por “perforación concéntrica” están


una variedad de técnicas de medición por liberación de los esfuerzos o las deformaciones.
Estas técnicas involucran una medición tridimensional de la deformación liberada en un
cuerpo rocoso cuando este es aislado del volumen de roca circundante; subsecuentemente,
puede calcularse el tensor de esfuerzos tridimensional con un conocimiento del tensor total
a la que está sometida la roca. Existen dos desventajas primarias con esta técnica, las cuales
restringen su utilidad como un indicador de esfuerzos tectónicos: las mediciones se deben
realizar cerca a la superficie libre, y, la deformación liberada se determina sobre áreas muy
pequeñas (de unos pocos milímetros cuadrados a unos pocos centímetros cuadrados).
Además, las mediciones cercanas a la superficie han mostrado estar sometidas a los efectos
de la topografía local, anisotropía de la roca, y al fracturamiento natural (Engelder y Sbar,
1984). Adicionalmente, muchas de estas mediciones han sido realizadas para aplicaciones
específicas de ingeniería (como por ejemplo, evaluaciones de los sitios para presas, trabajos
mineros), lugares donde la topografía, el fracturamiento o excavaciones cercanas podrían
perturbar fuertemente el campo del esfuerzo regional.
77

Obviamente, a partir de una escala global o aún regional, los tipos de mediciones
de esfuerzos en ingeniería llevados a cabo en obras mineras o civiles, no son
considerados como muy confiables. A la inversa, las versiones del Mapa Mundial
de Esfuerzos presentados en las Figuras 7.3 y 7.4 sólo pueden ser utilizados para
dar estimados de primer orden de las direcciones de los esfuerzos que
probablemente sean encontrados en un lugar específico. Debido a que tanto las
direcciones de los esfuerzos como las magnitudes de los esfuerzos son críticamente
importantes en el diseño de excavaciones subterráneas, luego, un programa de
mediciones de esfuerzos es esencial en cualquier proyecto de ingeniería minera o
civil que comprenda a excavaciones subterráneas principales.

7.2.2 Desarrollando un programa de mediciones de esfuerzos

Considerar el ejemplo de una nueva mina subterránea que esta siendo desarrollada
a una profundidad de 1000 m debajo de la superficie en el Escudo Canadiense. La
profundidad del cuerpo mineralizado es tal que es probable que los esfuerzos in-
situ e inducidos constituirán una importante consideración en el diseño de la mina.
Las etapas típicas que podrían ser seguidas en el análisis de este problema son:

a) Durante el diseño preliminar de la mina, la información presentada en las


ecuaciones 7.1, 7.2 y 7.3 puede ser utilizada para obtener un primer estimado
preliminar de los esfuerzos vertical y promedio horizontal en la proximidad
del cuerpo mineralizado. Para una profundidad de 1000 m, estas ecuaciones
dan un esfuerzo vertical σv = 27 MPa, la relación k = 1.3 (para Eh = 75 GPa) y
por lo tanto un esfuerzo horizontal promedio σh = 35.1 MPa. Un análisis
preliminar de los esfuerzos inducidos alrededor de los tajeos propuestos para
la mina (como se describe más adelante en este capítulo), muestra que estos
esfuerzos inducidos probablemente excedan la resistencia de la roca y que el
problema de los esfuerzos debe ser considerado en más detalle. Note que para
muchas aberturas en roca competente a poca profundidad, los problemas de
esfuerzos no son significativos y el análisis no necesita ir más lejos.

b) Para este caso particular, los problemas de esfuerzos son considerados


importantes. Un siguiente paso típico, podría ser examinar la literatura en un
esfuerzo de determinar si los resultados de los programas de mediciones de
esfuerzos in-situ están disponibles para proyectos de ingenieria civil y minera,
dentro de un radio por decir de unos 50 km del lugar. Desde que este proyecto
particular está en el Escudo Canadiense, las publicaciones de Herget,
resumidas en su libro Esfuerzos en Roca (1988), podría ser un punto muy útil
de inicio para tal búsqueda. Con suerte, unos pocos resultados de mediciones
de esfuerzos estarán disponibles para la región en la cual la nueva mina está
ubicada y estos resultados pueden ser utilizados para refinar los análisis
descritos previamente.

c) Asumiendo que los resultados de los análisis de esfuerzos inducidos en la roca


circundante a los tajeos propuestos indican que zonas significativas de falla en
la roca son probables de desarrollarse, y que los costos de sostenimiento sean
probablemente elevados, es razonable y justificable establecer un proyecto de
mediciones de esfuerzos en el lugar de la mina. Estas mediciones pueden ser
llevadas a cabo en perforaciones profundas desde la superficie, utilizando
técnicas de fracturamiento hidráulico, o métodos de perforación concéntrica
desde accesos subterráneos. La selección del método y del número de
mediciones a realizarse dependen sobre todo de la urgencia del problema, la
78

disponibilidad de accesos subterráneos y de los costos involucrados en el


proyecto. Note que muy pocas minas tienen acceso al equipo requerido para
llevar a cabo un proyecto de mediciones de esfuerzos y, menos aún comprar este
equipo, esto puede ser apropiado en una organización que tenga el equipo y que
esté especializada en tales mediciones.

Muchos cuerpos mineralizados están asociados con rasgos tectónicos regionales


tales como fallas principales. De aquí que los esfuerzos in-situ en las vecindades
del cuerpo mineralizado pueden estar rotados con respecto al campo de esfuerzos
regional, y pueden ser significativamente diferentes en magnitud a los valores
estimados a partir de la tendencia general descrita anteriormente. Estas
diferencias pueden ser muy importantes en el diseño de los tajeos y en la
selección del sostenimiento y, donde se sospeche que este sea probablemente el
caso, las mediciones de esfuerzos in-situ llegan a ser un componente esencial del
proceso global de diseño de la mina.

7.3 Análisis de esfuerzos inducidos

Cuando una abertura subterránea es excavada en una masa de roca sometida a


esfuerzos, los esfuerzos en la vecindad de la nueva abertura son redistribuidos.
Considerar el ejemplo de los esfuerzos inducidos en la roca circundante a un
taladro horizontal como se ilustra en la Figura 7.5, que muestra un corte vertical
normal al eje del taladro.

Antes de que el taladro sea perforado, los esfuerzos in-situ σv, σh1 y σh2 están
distribuidos uniformemente en el corte de roca bajo consideración. Después de
remover la roca del taladro, los esfuerzos en la vecindad inmediata al taladro son
cambiados y nuevos esfuerzos son inducidos. Los tres esfuerzos principales σ1,
σ2 y σ3 actuantes sobre un típico elemento de roca son mostrados en la Figura 7.5.

La convención utilizada en mecánica de rocas es que los esfuerzos compresivos


son siempre positivos y los tres esfuerzos principales son numerados tales que σ1
es el máximo y σ3 es el mínimo (algebraicamente). Los tres esfuerzos principales
son mutuamente perpendiculares, pero ellos pueden estar inclinados en la
dirección de los esfuerzos in-situ aplicados. Esto es evidente en la Figura 7.6, la
cual muestra las direcciones de los esfuerzos en la roca circundante al taladro
horizontal, sometido a un esfuerzo in-situ horizontal σh1 igual a tres veces el
esfuerzo in-situ vertical σv. Las barras más largas en esta figura representan las
direcciones del esfuerzo principal máximo σ1, mientras que las barras más cortas
dan las direcciones del esfuerzo principal mínimo σ3 en cada elemento
considerado. En este caso particular, σ2 es coaxial con el esfuerzo in-situ σh2,
pero los otros esfuerzos principales σ1 y σ3 están inclinados hacia σh1 y σv.

Los contornos de las magnitudes de los esfuerzos principales máximos σ1 y de


los esfuerzos principales mínimos σ3 son dados en la Figura 7.7. Esta figura
muestra que la redistribución de los esfuerzos está concentrada en la roca muy
próxima al taladro y que, a una distancia por decir de tres veces el radio desde el
centro del taladro, la perturbación del campo de esfuerzos in-situ es despreciable.

Una solución analítica para la distribución de los esfuerzos en una placa elástica
sometida a esfuerzos y conteniendo un hueco circular fue publicado por Kirsch
79

(1898) y esto constituyó la base para muchos estudios iniciales del


comportamiento de las rocas alrededor de túneles y piques.

Siguiendo la ruta pionera de Kirsch, investigadores tales como Love (1927),


Muskhelishvili (1953) y Savin (1961) publicaron soluciones para excavaciones
de varias formas en placas elásticas. Un resumen muy útil de estas soluciones y
sus aplicaciones en la mecánica de rocas fue publicado por Brown en una
introducción a un volumen titulado "Métodos Analíticos y Computacionales en
la Ingeniería de Mecánica de Rocas" (1987).

Las soluciones de forma cerrada aún poseen gran valor para el entendimiento
conceptual del comportamiento y para la prueba y calibración de modelos
numéricos. Sin embargo, para propósitos de diseño, estos modelos están
restringidos a modelos de geometría y materiales muy simples. Ellos son de
limitado valor práctico.

7.3.1 Métodos numéricos de análisis de esfuerzos

La mayoría de las excavaciones mineras subterráneas son irregulares en forma y


están frecuentemente agrupadas cerca a otras excavaciones. Estos grupos de
excavaciones, que pueden ser tajeos o aberturas de servicios varios asociados con
sistemas de rampas o piques, forman un conjunto de formas tridimensionales
complejas. Además, desde que los cuerpos mineralizados están frecuentemente
asociados con rasgos geológicos tales como fallas e intrusiones, las propiedades
de las rocas son rara vez uniformes dentro del volumen de roca de interés.
Consecuentemente, las soluciones de forma cerrada descritas anteriormente, son
de valor limitado en el cálculo de los esfuerzos, desplazamientos y falla de la
masa rocosa circundante a estas excavaciones mineras. Afortunadamente un
número de métodos numéricos basados en computadoras han sido desarrollados
en las últimas décadas y estos métodos proporcionan el medio para obtener
soluciones aproximadas a estos problemas.

Los métodos numéricos para el análisis de esfuerzos manejan problemas en la


mecánica de rocas y pueden ser divididos en dos clases:

 Métodos de borde o de contornos, en los cuales solo el borde de la


excavación es dividido en elementos y el interior de la masa rocosa es
representado matemáticamente como un infinito continuo.

 Métodos de dominio, en los cuales el interior de la masa rocosa es dividido


en elementos geométricos simples cada uno con propiedades asumidas. El
comportamiento colectivo y la interacción de estos elementos simplificados
modelan el comportamiento total más complejo de la masa rocosa. Los
métodos de elementos finitos y de diferencia finita son técnicas de dominio
que tratan a la masa rocosa como un continuo. El método de elementos
distintos también es un método de dominio que modela cada bloque
individual de roca como un elemento único.

Estas dos clases de análisis pueden ser combinados en la forma de modelos


híbridos con el objetivo de maximizar las ventajas y minimizar las desventajas de
cada método.
80

Esfuerzo vertical in-situ v

h1
Esfuerzo horizontal in-situ h2

Esfuerzo horizontal in-situ


1
Taladro
horizontal

2 Esfuerzo principal inducido

Figura 7.5: Ilustración de los esfuerzos principales σ1, σ2 y σ3 inducidos en un elemento


de roca cercano a un taladro horizontal sometido a un esfuerzo vertical in-situ σv, a un
esfuerzo horizontal in-situ σh1 en un plano normal al eje del taladro y a un esfuerzo
horizontal in situ σh2 paralelo al eje del taladro.

Figura 7.6: Direcciones de los esfuerzos principales en la roca circundante al taladro


horizontal sometido a un esfuerzo horizontal in-situ σh1 igual a 3σv, donde σv es el
esfuerzo vertical in-situ.
81

Esfuerzo principal máximo 1 v

3
8
0 1 2

1.2

1.0
0.6
0.8

1.0
1.2
Esfuerzo principal mínimo 3 v

Figura 7.7: Contornos de magnitudes de los esfuerzos principales máximo y mínimo en la


roca circundante al taladro horizontal sometido a un esfuerzo vertical in-situ σv y a un
esfuerzo horizontal in-situ de 3σv.

Es posible hacer algunas observaciones generales respecto a los dos tipos de


aproximaciones discutidas previamente. En los métodos de dominio, una cantidad
significativa de esfuerzo es requerida para crear la malla que es utilizada para
dividir la masa rocosa en elementos. En el caso de modelos complejos, tales como
aquellos que contienen aberturas múltiples, el enmallado puede llegar a ser
extremadamente dificultoso. La disponibilidad de generadores de mallas altamente
optimizadas en muchos modelos hace que esta labor sea mucho más simple que
cuando la malla tiene que ser creada manualmente. En contraste, los métodos de
borde solo requieren que los bordes de la excavación sean discretizados y la masa
rocosa circundante sea tratada como un infinito continuo. Desde que pocos
elementos son requeridos en los métodos de borde, la demanda en memoria de
computadora y en la habilidad y experiencia del usuario es reducida.

En el caso de los métodos de dominio, los bordes externos del modelo deben ser
colocados lo suficientemente lejos de las excavaciones, para que los errores que
surgen de la interacción entre estos bordes externos y las excavaciones, sean
reducidos a un mínimo aceptable. Por otro lado, debido a que los métodos de
borde tratan a la masa rocosa como un continuo infinito, las condiciones de campo
lejano sólo necesitan ser especificados como esfuerzos actuando en toda la masa
rocosa y no se requieren los bordes externos. La principal fortaleza de los métodos
de borde radica en la simplicidad alcanzada para representar a la masa rocosa como
un continuo de extensión infinita. Es esta representación, sin embargo, lo que hace
difícil incorporar propiedades variables del material y el modelamiento de la
interacción roca-sostenimiento. Mientras que han sido desarrollados técnicas para
permitir algún modelamiento de elementos de borde de propiedades variables de la
roca, estos tipos de problemas son modelados más convenientemente por los
métodos de dominio.
82

Antes de seleccionar la técnica apropiada de modelamiento para algunos tipos de


problemas particulares, es necesario entender los componentes básicos de cada
técnica.

Método de elementos de borde

El método de elementos de borde deriva su nombre del hecho de que sólo los
bordes de la geometría del problema son divididos en elementos. En otras
palabras, sólo la superficie de excavación, la superficie libre para problemas
subsuperficiales, superficies de discontinuidades donde las juntas son
consideradas explícitamente y las interfaces de materiales para problemas de
multimateriales son divididos en elementos. De hecho, varios tipos de modelos
de elementos de borde están colectivamente referidos como el "método de
elementos de borde". Estos modelos pueden ser agrupados como sigue:

1. Método Indirecto (Esfuerzo Ficticio), así llamado porque el primer paso en la


solución es hallar un conjunto de esfuerzos ficticios los cuales satisfacen las
condiciones de borde prescritas. Estos esfuerzos son luego utilizados en el
cálculo de los esfuerzos y desplazamientos actuales en la masa rocosa.

2. Método Directo, así llamado porque los desplazamientos son resueltos


directamente por las condiciones de borde especificadas.

3. Método de Desplazamiento Discontinuo, así llamado porque este representa el


resultado de un corte elongado en un continuo elástico siendo traccionado.

Las diferencias entre los primeros dos métodos no son aparentes para el usuario
del programa. El método directo tiene ciertas ventajas en términos de desarrollo
de programas, como se discutirá más adelante en la sección sobre aproximaciones
híbridas.

El hecho que un modelo de elementos de borde se extienda “al infinito” puede


también ser una desventaja. Por ejemplo, una masa rocosa heterogénea consiste
de regiones de extensión finita, no infinita. Técnicas especiales deben ser
utilizadas para manejar estas situaciones. Las juntas (discontinuidades) son
explícitamente modeladas en el método de elementos de borde utilizando la
aproximación discontinuidad de desplazamiento, pero esto puede resultar en un
considerable incremento en el esfuerzo computacional. Se encuentra
frecuentemente que la convergencia numérica es un problema para los modelos
que incorporan muchas juntas. Por estas razones, los problemas, que requieren
una consideración explícita de varias juntas y/o un modelamiento sofisticado del
comportamiento escencial de las juntas, son frecuentemente mejor manejadas por
uno de los métodos numéricos que quedan.

Una aplicación ampliamente utilizada de elementos de borde de discontinuidad de


desplazamiento es el modelamiento de cuerpos mineralizados tabulares. Aquí,
toda la capa mineralizada es representada como una “discontinuidad” la cual está
inicialmente rellenada con mineral. El minado es simulado por reducción de la
rigidez del mineral a cero en aquellas áreas donde la explotación ha ocurrido, y la
redistribución de esfuerzos resultante en los pilares circundantes puede ser
examinada (Salamon, 1974, von Kimmelmann et al., 1984).
83

Detalles más completos sobre los métodos de elementos de borde pueden ser
encontrados en el libro "Métodos de elementos de borde en la mecánica de sólidos"
por Crouch y Starfield (1983).

Métodos de elementos finitos y de diferencia finita

En la práctica, el método de elementos finitos es usualmente indistinguible del


método de diferencia finita; por lo que, serán tratados aquí como uno sólo, como el
mismo. Para el método de elementos de borde, se vio que las condiciones en la
superficie podrían estar relacionadas al estado de todos los puntos en toda la roca
remanente, hasta el infinito. En comparación, el método de elementos finitos
relaciona las condiciones en unos pocos puntos dentro de la roca (puntos nodales)
al estado dentro de una región finita cerrada formada por estos puntos (el
elemento). El problema físico es modelado numéricamente dividiendo toda la
región problema en elementos.

El método de elementos finitos está bien adaptado para resolver problemas


involucrando materiales con propiedades heterogéneas o no lineales, ya que cada
elemento modela explícitamente la respuesta del material que contiene. Sin
embargo, los elementos finitos no están bien adaptados para modelar bordes
infinitos, tal como ocurre en problemas de excavaciones subterráneas. Una técnica
para manejar bordes infinitos es discretizar más allá de la zona de influencia de la
excavación y aplicar condiciones apropiadas de borde en los límites externos. Otra
aproximación ha sido desarrollar elementos para los cuales los límites se extienden
al infinito, la cual también se denomina elementos finitos "infinitos". En la práctica,
un eficiente pre y post proceso permite al usuario realizar análisis paramétricos y
evaluar la influencia de condiciones aproximadas de borde del campo lejano. El
tiempo requerido para este proceso es despreciable comparado con el tiempo
requerido para el análisis total.

Las juntas pueden ser representadas explícitamente utilizando "elementos de


juntas" específicos. Técnicas diferentes han sido propuestas para manejar tales
elementos, pero ninguna técnica ha encontrado la aprobación universal. Las
interfaces de las juntas pueden ser modeladas, utilizando relaciones constitutivas
bastante generales, aunque posiblemente se incrementen los costos
computacionales dependiendo de la solución técnica.

Una vez que el modelo ha sido dividido en elementos, las propiedades de los
materiales han sido asignadas y las cargas han sido prescritas, alguna técnica debe
ser utilizada para redistribuir cualquier carga desbalanceada y así determinar la
solución para el nuevo estado de equilibrio. Las técnicas de solución disponibles
pueden ser generalmente divididas en dos clases - implícitas y explícitas. Las
técnicas implícitas ensamblan sistemas de ecuaciones lineales las cuales son
resueltas utilizando técnicas estándares de reducción de matrices. Cualquier
material no lineal es tomado en cuenta mediante modificación de los coeficientes
de rigideces (aproximación secante) y/o por ajustar las variables prescritas
(aproximación esfuerzo inicial o deformación inicial). Estos cambios son hechos de
una manera iterativa tal que todas las ecuaciones constitutivas y de equilibrio son
satisfechas por el estado de carga dado.

La respuesta de un sistema no-lineal depende generalmente sobre todo de la


secuencia de cargado. Por esto, es necesario que la ruta de carga modelada sea
representativa de la ruta de carga actual experimentada por el cuerpo. Esto es
84

alcanzado por el fraccionamiento de la carga total aplicada en incrementos de


carga, siendo cada incremento lo suficientemente pequeño, tal que la
convergencia de la solución para el incremento sea alcanzada después de solo
unas pocas iteraciones. Sin embargo, como el sistema que está siendo modelado
se hace cada vez mas no-lineal y el incremento de carga representa una porción
pequeña de la carga total, la técnica de solución incremental llega a ser similar
al modelamiento de comportamiento cuasi-dinámico del cuerpo, conforme
este responde a la aplicación gradual de la carga total.

A fin de superar esto, una solución técnica de "relajación dinámica" fue


propuesta (Otter et al.,1966) y aplicada primero a modelamientos geomecánicos
por Cundall (1971). En esta técnica no se forman matrices. Más bien, la
solución procede con fuerzas explícitamente desbalanceadas, actuantes en un
punto de integración material, resultando en la aceleración de la masa asociada
con el punto; aplicando la ley de movimiento de Newton, expresada como una
ecuación diferencial produce un incremento de desplazamiento; aplicando la
relación constitutiva apropiada produce el nuevo conjunto fuerzas, y así se
continua, para cada punto de integración material en el modelo. Esta solución
técnica tiene la ventaja, de que tanto la geometría y la no-linearidad del material
son acomodados, con un esfuerzo computacional adicional relativamente
pequeño comparado con el análisis lineal correspondiente, y los costos
computacionales se incrementan solo linealmente con el número de elementos
utilizados. Una ventaja práctica adicional radica en el hecho de que la
divergencia numérica usualmente resulta en la predicción del modelo con
comportamiento físico obviamente anómalo. Por esto, aún usuarios con relativa
inexperiencia pueden reconocer la divergencia numérica.

Los paquetes de elementos finitos más comercialmente disponibles utilizan las


técnicas implícitas de solución (es decir matrices). Para problemas lineales y
problemas de moderada no-linearidad, las técnicas implícitas tienden a funcionar
mucho más rápido que las técnicas explícitas de solución. Sin embargo,
conforme el grado de no-linearidad de los sistemas se incrementa, se deben
aplicar cargas impuestas en incrementos pequeños, lo cual implica un número
mayor de reformaciones y reducciones de matrices, y de aquí que el costo
computacional se incrementa. Por lo tanto, los problemas altamente no-lineales
son mejor manejados por paquetes que utilizan técnica explícita de solución.

Método de Elementos Distintos

En condiciones de terrenos convencionalmente descritos como formado por


bloques rocosos (es decir donde el espaciamiento de la junturas es del mismo
orden de magnitud que las dimensiones de la excavación), las juntas se
intersectan formando cuñas de roca que pueden ser consideradas como cuerpos
rígidos. Esto es, que estas piezas individuales de roca pueden estar libres para
rotar y trasladarse, y la deformación que ocurre en el contacto de los bloques,
puede ser significativamente mucho más grande que la deformación de la roca
intacta, de tal manera que las cuñas individuales pueden ser consideradas rígidas.
Para tales condiciones, es usualmente necesario modelar muchas junturas
explícitamente. Sin embargo, el comportamiento de tales sistemas es altamente
no-lineal, por lo que aún un código articulado de elementos finitos, empleando
una técnica explícita de solución, puede resultar relativamente ineficiente.
85

Una alternativa de aproximación al modelamiento es desarrollar estructuras de datos


que representen la naturaleza del bloque del sistema que está siendo analizado. Cada
bloque es considerado como un cuerpo libre único que puede interactuar en las zonas
de contacto con los bloques circundantes. Los contactos pueden ser representados
por el traslape de los bloques adyacentes, evitando de este modo la necesidad de unir
elementos únicos. Esto tiene la ventaja adicional, de que en el contacto pueden
ocurrir desplazamientos relativos arbitrariamente grandes, situación que
generalmente no es tratable en los códigos de los elementos finitos.

Debido al alto grado de no-linearidad de los sistemas que están siendo modelados,
las técnicas explícitas de solución son favorecidas por los códigos de elementos
distintos. Como es el caso de los códigos de elementos finitos empleando técnicas
explícitas de solución, esto permite un modelamiento constitutivo muy general del
comportamiento de las juntas con un pequeño incremento en el esfuerzo
computacional y en el tiempo de cálculo de los resultados, siendo sólo linealmente
dependiente del número de elementos utilizados. El uso de las técnicas explícitas de
solución requiere poca demanda en la habilidad y experiencia, que el uso de códigos
que emplean técnicas implícitas de solución.

Aunque el método de elementos distintos ha sido utilizado más extensivamente en


entornos académicos hasta la fecha, está encontrando su camino en las oficinas de
consultores y de planificadores y diseñadores de minas. Se requiere mayor
experiencia en la aplicación de esta poderosa herramienta de modelamiento para
situaciones prácticas de diseño y también se requiere documentación subsecuente de
casos históricos, para que pueda ser desarrollado un entendimiento de dónde, cuándo
y cómo el método de elementos distintos es mejor aplicado.

Aproximaciones híbridas

El objetivo de un método híbrido es combinar los métodos señalados


precedentemente, con la finalidad de eliminar las características no deseables
mientras se retienen las ventajas tanto como sea posible. Por ejemplo, en el
modelamiento de una excavación subterránea, la mayoría de las no-linearidades
ocurrirán cerca a los bordes de la excavación, mientras que la masa rocosa a cierta
distancia se comportará de una forma elástica. Luego, el campo cercano de la masa
rocosa puede ser modelado utilizando un método de elementos finitos o de
elementos distintos, los cuáles son luego enlazados en sus limites externos a un
modelo de elementos de borde, de tal manera que las condiciones de borde de campo
lejano son exactamente modelados. En tal aproximación, la técnica directa de
elemento de borde es favorecida conforme el resultado en el incremento de la
eficiencia de la programación y solución.

Lorig y Brady (1984) usaron un modelo híbrido consistente de un modelo de


elementos discretos para el campo cercano y un modelo de elementos de borde para
las condiciones de campo lejano en una masa rocosa circundante a un túnel circular.

7.3.2 Modelos bi-dimensionales y tri-dimensionales.

Un modelo bidimensional, tal como el ilustrado en la Figura 7.5, puede ser utilizado
para el análisis de esfuerzos y desplazamientos en la roca circundante a un túnel,
pique o taladro, cuando la longitud de la abertura es mucho más grande que las
dimensiones de su sección transversal. Los esfuerzos y desplazamientos en un plano,
normal al eje de la abertura, no son influenciados por los extremos de la abertura, con
86

tal que estos extremos estén los suficientemente alejados. Por otro lado, un tajeo en
una mina subterránea tiene una forma mucho más equi-dimensional y el efecto de
las paredes extremas del tajeo no puede ser despreciado.

En este caso, es mucho más apropiado realizar un análisis tridimensional de los


esfuerzos y desplazamientos en la masa rocosa circundante. Desafortunadamente,
este cambio de dos a tres dimensiones no es tan simple como suena y existen
relativamente pocos modelos numéricos tridimensionales buenos, los cuales son
apropiados para trabajos de rutina de análisis de esfuerzos en un típico entorno
minero.

EXAMINE 3D y MAP3D son programas tridimensionales de elementos de borde


que proveen un punto de inicio para un análisis de un problema en el cual la
geometría tridimensional de la abertura es importante. Tal análisis tridimensional
provee una indicación clara de las concentraciones de esfuerzos y de la influencia
de la geometría tridimensional del problema. En varios casos, es posible simplificar
el problema a dos dimensiones, considerando los esfuerzos en secciones críticas
identificadas en el modelo tridimensional.

Modelos tridimensionales de elementos finitos más sofisticados tales como


VISAGE están disponibles, pero no son particularmente fáciles de usar
actualmente. Además, la definición de los parámetros de ingreso y la interpretación
de los resultados de estos modelos, podrían exigir la capacidad de todos excepto de
los más experimentados modeladores. Es probablemente mejor dejar este tipo de
modelamiento en las manos de estos especialistas.

Es recomendable que, cuando el problema que está siendo considerado es


obviamente tridimensional, se lleve a cabo un análisis elástico preliminar por
medio de uno de los programas tridimensionales de elementos de borde. Los
resultados pueden luego ser utilizados para decidir si son requeridos posteriores
análisis tridimensionales o si puedan ser modeladas secciones bidimensionales
apropiadas utilizando un programa tal como PHASES, descrito en la sección
siguiente.

7.3.3 Análisis de esfuerzos utilizando el programa PHASES

Con el objetivo de conocer los requerimientos del modelamiento del


comportamiento post-falla de una masa rocosa y la interacción de estas rocas con el
sostenimiento, se ha desarrollado en la Universidad de Toronto un modelo
bidimensional híbrido llamado PHASES. Este programa utiliza los elementos
finitos para modelar el comportamiento heterogéneo no-lineal de la roca cercana a
los bordes de la excavación. Las condiciones de esfuerzos in-situ de campo lejano
son modelados por medio de un modelo de elementos de borde.

El programa será utilizado en capítulos posteriores tratando con fallas progresivas e


interacción con el sostenimiento. En esta etapa su uso será restringido a un
ejemplo simple de la distribución elástica de esfuerzos en una masa rocosa
homogénea, circundando dos tajeos adyacentes, en un cuerpo mineralizado
buzando aproximadamente 20º con respecto a la horizontal. No se hacen
previsiones para los diferentes tipos de roca y un modelo de material homogéneo es
utilizado para este análisis. Se asume que estos tajeos tienen una gran longitud en el
rumbo, de tal manera que pueda ser utilizado para el análisis de los esfuerzos un
modelo bidimensional. Los esfuerzos in situ son: σv = 20 MPa (vertical), σh2 = 30
MPa (paralelo al rumbo) y σh1 = 40 MPa (normal al rumbo).
87

Figura 7.8: Trayectorias de los esfuerzos principales en la roca circundante a dos tajeos
adyacentes. La línea mas larga en cada cruceta da la dirección del esfuerzo principal máximo
σ1, en cada elemento.

Figura 7.9: Desplazamientos en la masa rocosa circundante a dos tajeos adyacentes. La


longitud de las flechas da la magnitud del desplazamiento en cada elemento.
88

50

150
50 100
100 0
50
0

0 100
50
20 MPa
150
100
40 MPa
50

Esfuerzos in situ

Figura 7.10: Contornos del esfuerzo principal máximo (σ1) en la masa rocosa
circundante a dos tajeos adyacentes.

10
20

10 0 40 30

Esfuerzos tensionales en
estas regiones debido al
cierre del tajeo
10
0 20
20

40 10 10
0 0
30

20 10

Figura 7.11: Contornos del esfuerzo principal mínimo (σ3) en la masa rocosa
circundante a dos tajeos adyacentes.
89

Las direcciones de los esfuerzos principales mostradas en la Figura 7.8, ilustra la


redistribución de los esfuerzos alrededor de los dos tajeos adyacentes y el flujo de
esfuerzos resultando en una concentración de esfuerzos en el pilar. Los vectores de
desplazamiento en la masa rocosa son mostrados en la Figura 7.9 y estos indican un
cierre significativo de los dos tajeos. Note que la influencia de este cierre de los
tajeos se extiende a una distancia considerable dentro de la masa rocosa
circundante. La Figura 7.10 ilustra los contornos del esfuerzo principal máximo
(σ1), que muestran altos esfuerzos compresivos en el pilar y alrededor de las
esquinas de los tajeos. La relajación de los esfuerzos en el techo y el piso de los
tajeos es evidente en esta figura y esta reducción de esfuerzos puede ser tan
importante como las altas concentraciones de esfuerzos compresivos, cuando se
considera la estabilidad de la masa rocosa circundante a las aberturas. Los
contornos del esfuerzo principal mínimo (σ3), mostrados en la Figura 7.11, indican
una zona de esfuerzos tensionales en la roca sobre y bajo los tajeos. La relajación
resultante de estos esfuerzos tensionales puede causar inestabilidad si el sistema de
sostenimiento es inadecuado.
90
91

8 Resistencia de la roca y de la masa rocosa

8.1 Introducción

Uno de los principales problemas en el diseño de aberturas subterráneas es la


estimación de las propiedades de resistencia y deformación de la masa rocosa
in-situ. En el caso de masas rocosas diaclasadas, la evaluación de estas
propiedades presenta problemas teóricos y experimentales formidables. Sin
embargo, desde que este asunto es de fundamental importancia en casi todos los
principales diseños que involucran excavaciones en roca, es esencial que se
haga algún intento para estimar estas propiedades de resistencia y deformación
y que estos estimados deberían ser tan realistas y confiables como sean posibles.

8.2 Definición del problema

La Tabla 8.1 ilustra el rango del problema a ser considerado. Se entiende que el
comportamiento de la masa rocosa diaclasada requiere un estudio del material
rocoso intacto y de las superficies de discontinuidades individuales, los cuales
juntos van a constituir el sistema. Dependiendo mayormente del número,
orientación y naturaleza de las discontinuidades, las piezas de roca intacta se
trasladarán, rotarán o se fracturarán en respuesta a los esfuerzos impuestos sobre
la masa rocosa. Desde que existe un gran número de posibles combinaciones de
formas y tamaños de bloques, es obviamente necesario hallar alguna tendencia
de comportamiento que sea común a todas estas combinaciones. El objetivo más
importante de este capítulo es el establecimiento de tales tendencias comunes.

Antes de abocarnos a un estudio de los componentes individuales y del sistema


como un todo, es necesario establecer algunas definiciones básicas:

 La roca intacta se refiere a los bloques no fracturados o sanos que ocurren


entre las discontinuidades estructurales en una masa rocosa típica. Estas
piezas pueden variar desde unos pocos milímetros hasta varios metros de
tamaño y su comportamiento es generalmente elástico e isotrópico. Las fallas
de la mayoría de las rocas ígneas y metamórficas duras, pueden ser
clasificadas como frágiles, lo cual implica una súbita reducción de la
resistencia cuando un esfuerzo limitante es excedido. Las rocas
sedimentarias débiles pueden fallar de una manera más dúctil, en la cual hay
una pequeña o ninguna reducción de la resistencia cuando un nivel de
esfuerzo limitante es alcanzado. El comportamiento viscoelástico o
dependiente del tiempo usualmente no se considera significativo, a menos
que se trate de evaporitas tales como la sal y el potasio. Las propiedades
mecánicas de estos materiales viscoelásticos no son tratados en este volumen.

 Las juntas constituyen un tipo particular de discontinuidades geológicas, pero


el término tiende a ser usado genéricamente en la mecánica de rocas y esta
usualmente cubre todos los tipos de debilidades estructurales. La resistencia
al corte de tales debilidades estructurales es discutida en el Capítulo 5.

 La resistencia, en el contexto de esta discusión, está referida al máximo nivel


de esfuerzo que puede ser soportado por un espécimen. La presentación de
los datos sobre resistencia de la roca y su incorporación en un criterio de
falla, depende mayormente de la preferencia del individuo y del uso final que
se intenta dar al criterio. En el tratamiento de problemas de falla de cuñas por
92

efecto gravitacional, donde se utilizan métodos de análisis de equilibrio límite,


el criterio de falla mas útil es uno que exprese la resistencia al corte en términos
del esfuerzo normal efectivo actuando sobre un plano particular de debilidad o
zona de corte, como se discutió en el Capítulo 5. Por otro lado, cuando se
analiza la estabilidad de excavaciones subterráneas en medios sometidos a
regímenes de altos esfuerzos, la respuesta de la roca a los esfuerzos principales
actuando sobre cada elemento es de interés supremo. Consecuentemente, para el
ingeniero de excavaciones subterráneas, la forma mas útil de criterio de falla,
será un gráfico de datos de ensayos triaxiales, en términos de esfuerzos
principales máximos en la falla versus esfuerzos principales mínimos.

8.3 Resistencia de la roca intacta

Durante los pasados cincuenta años se ha publicado una vasta información


sobre la resistencia de la roca intacta, y aquí podría resultar inapropiado intentar
revisar toda esta información. El lector interesado podría remitirse a la excelente
revisión presentada por Jaeger (1971).

Hoek y Brown (1980a, 1980b) y Hoek (1983) revisaron la información


publicada sobre resistencia de la roca intacta y propusieron un criterio empírico
de falla para la roca. En el desarrollo de su criterio empírico de falla, Hoek y
Brown intentaron satisfacer las siguientes condiciones:

a) El criterio de falla debería dar un buen grado de concordancia con los


valores de resistencia de la roca determinada a partir de ensayos triaxiales
de laboratorio sobre muestras de testigos de roca intacta. Estas muestras
típicamente tienen 50 mm de diámetro y deben estar orientadas
perpendicularmente a cualquier superficie de discontinuidad en la roca.

b) El criterio de falla debería ser expresado por ecuaciones matemáticas


simples, basadas, en la máxima extensión posible, en parámetros
dimensionales.

c) El criterio de falla debería ofrecer la posibilidad de extenderse para tratar


con la falla de masas rocosas diaclasadas.

Basados en su experiencia experimental y teórica con el mecanismo de fractura


de las rocas, Hoek y Brown (1980a, 1980b) experimentaron con un número de
curvas parabólicas distorsionadas, para hallar una que de buena coincidencia
con la teoría original de Griffith (Griffith, 1921, 1924). Griffith trató el
problema de la falla frágil en vidrio y expresó su relación en términos de
esfuerzos de tracción. Hoek y Brown buscaron una relación que fije la
condición observada en la falla para rocas frágiles sometidas a condiciones de
esfuerzos compresivos.

Note que el proceso utilizado por Hoek y Brown en la derivación de su criterio


empírico de falla fue de pura prueba y error. Aparte de los puntos conceptuales
de inicio proporcionados por la teoría de Griffith, no existen relaciones
fundamentales entre las constantes empíricas incluidas en el criterio y alguna
característica física de la roca. La justificación para escoger este criterio
particular sobre las numerosas alternativas radica en lo adecuado de sus
predicciones del comportamiento observado en el fracturamiento de las rocas y
la conveniencia de su aplicación a un rango de problemas típicos de ingeniería.
93

Tabla 8.1: Resumen de las características de la masa rocosa, métodos de ensayo y consideraciones teóricas

Descripción Características de Ensayos de resistencia Consideraciones


Resistencia teóricas
Comportamiento Ensayos triaxiales de El comportamiento de
Roca intacta frágil, elástico y gene- especimenes cilindricos, rocas elásticas e isotró
ralmente isotrópico relativamente simples y picas es adecuadamen-
baratos, los resultados te entendida en la
son usualmente confia- mayoría de aplicacio-
bles nes prácticas

Roca intacta Altamente anisotrópi- Ensayos triaxiales difi- Adecuado entendimi-


con una discon- cos dependiendo de la cultosos y costosos. Pre- ento del comportami-
tinuidad incli- resistencia al corte e ferible ensayos de corte ento de las disconti-
nada simple inclinación de la directo. Requiere cuida- nuidades, en la
discontinuidad dosa inrtepretación de mayoría de las aplica-
resultados. ciones prácticas

Roca masiva Anisotrópico, depen- Ensayos delaboratorio El comportamiento de


con pocos sis- diendo de la resisten- muy dificultosos a causa la interacción de blo-
temas de dis- cia al corte de las de la perturbación de la ques complejos en
continuidades discontinuidades muestra y limitaciones masas rocosas real-
de tamaño del equipo. mente diaclasadas es
pobremente entendida

Masa rocosa Razonablemente iso- Ensayos triaxiales de Pobre entendimiento


severamente trópica, altamente muestras representativas del comportamiento
diaclasada dilatante a bajos extremadamente dificul- del interlazamiento
niveles de esfuerzos tosos a causa la pertur- angular de piezas
con rotura de bación de la muestra. rocosas.
partículas a altos nive-
de esfuerzos
Relleno rocoso Razonablemente iso- Ensayos triaxiales sim- Comportamiento razo-
compacto o trópica, menos dilatan- ples pero costosos debi- nablemente bien en-
conglomerado te y menor resistencia do al equipo grande dido a partir de los
débilmente que la roca in-situ requerido para acomo- estudios de mecánica
cementado debido a la destruc- dar la muestra de suelos con materia-
ción de la fábrica les granulares

Roca estéril La mala compactación Ensayos triaxiales o de Para la mayoría de las


suelta o gravas y graduación permite corte directo, simples aplicaciones, el
el movimiento de las pero costosos, debido al comportamiento de la
partículas resultando gran tamaño del equipo roca estéril y gravas
en movilidad y baja flojamente compac-
resistencia. tadas, es entendida
adecuadamente.

El criterio de falla para rocas intactas de Hoek y Brown puede ser expresado de
la siguiente forma:

 3'
 1'  3'cmi 1 2
 1 (8.1)
 c 

donde σ1` es el esfuerzo efectivo principal mayor en la falla


σ3` es el esfuerzo efectivo principal menor en la falla
σc es la resistencia compresiva uniaxial de la roca intacta
mi es la constante del material para la roca intacta
94

Siempre que sea posible, el valor de σc debería ser determinado mediante


ensayos de laboratorio sobre núcleos de aproximadamente 50 mm de
diámetro y 100 mm de longitud. En algunos casos, cuando las piezas de
roca intacta son demasiado pequeñas para permitir ensayar muestras de este
tamaño, pueden ser ensayados núcleos de menor diámetro. La resistencia
compresiva uniaxial equivalente a especimenes de 50 mm, pueden ser
estimados a partir de (Hoek y Brown (1980a)):

cd
c  (8.2)
50 / d 0.18
donde σcd es la resistencia uniaxial medida sobre muestras de d mm de
diámetro.

Los valores más confiables de la resistencia compresiva uniaxial σc y de la


constante del material mi son obtenidos a partir de resultados de ensayos
triaxiales. Para rocas ígneas y metamórficas típicas y para rocas
sedimentarias competentes, tal como las areniscas, estos ensayos de
laboratorio son rutinarios y existen muchos laboratorios en el mundo que
tienen excelentes facilidades para realizar ensayos triaxiales. En rocas
sedimentarias débiles, tales como las pizarras y lodolitas , la preparación de
especimenes para ensayos triaxiales puede ser muy dificultoso a causa de la
tendencia de estos materiales a remojarse y deslaminarse, cuando están
sujetos a cambios en el contenido de humedad. Una solución que ha sido
usada para varios proyectos importantes de ingeniería es llevar a cabo
ensayos triaxiales en el campo, usualmente en galerías exploratorias o
túneles de acceso, usando la celda triaxial descrita por Franklin y Hoek
(1970) e ilustrada en la Figura 8.1. Esta celda tiene una membrana
impermeable, la cual está diseñada para contener el fluido presurizado
(usualmente aceite), de tal modo que haya necesidad de drenaje durante los
ensayos. Para formar los extremos de la muestra cilíndrica, se utiliza una
sierra diamantina y se aplica un “capping” para producir extremos paralelos.
Un mecanismo de carga de 50 Tons de capacidad proporciona una carga
axial suficientemente alta para la mayoría de estas rocas débiles. La presión
de confinamiento es proporcionado por una simple bomba operada
manualmente.

El especímen deberá ser formado con el eje del testigo normal a las
discontinuidades significativas, tales como planos de estratificación, y el
ensayo debe ser llevado a cabo sobre especímenes que tengan un contenido
de humedad cercano a las condiciones in-situ tanto como sea posible.
Aunque es posible obtener placas de carga porosas, de tal manera que se
pueda controlar la presión de poros del fluido, este control no es práctico en
situaciones de ensayos de campo, y un compromiso razonable es mantener
bajas velocidades de cargado a fin de evitar la generación de presiones de
poro dinámicas.

Los resultados de los ensayos triaxiales pueden ser procesados utilizando un


programa llamado ROCKDATA desarrollado por Shah (1992). Este
programa esta basado en técnicas estadísticas de reflexión simplex, las
cuales producen interpretaciones más confiables de los datos de los ensayos
triaxiales.
95

Cuando las restricciones de tiempo o presupuesto no permiten llevar a cabo un


programa de ensayos triaxiales, los valores de las constantes σc y mi pueden ser
estimados a partir de las Tablas 8.2 y 8.3. La Tabla 8.3 está basada en análisis
de resultados de ensayos triaxiales sobre roca intacta publicados (Hoek, 1983,
Doruk, 1991 y Hoek et. al., 1992).

Figura 8.1: Celda triaxial simple utilizada para ensayar testigos rocosos en laboratorios
de campo. La membrana impermeabilizante es diseñada para retener el aceite de tal
manera que la celda no requiera ser drenada entre los ensayos. Se disponen de celdas
para acomodar una variedad de tamaños de testigos estándares.

Una discusión detallada sobre las características y limitaciones del criterio de


falla de Hoek y Brown, incluyendo la transición desde la falla frágil hasta la
falla dúctil y la mecánica de falla anisotrópica, ha sido dada por Hoek (1983).
Estas consideraciones son muy importantes en la aplicación del criterio de falla
al comportamiento de la roca intacta. Ellos pueden necesitar ser considerados
cuando se tratan con rocas foliadas tales como el gneis, el cual puede exhibir
comportamiento fuertemente anisotrópico, o con rocas sedimentarias tales como
la caliza y el mármol, los cuales pueden llegar a ser dúctiles a bajos niveles de
esfuerzos. Sin embargo, en el contexto de este capítulo, estas consideraciones
detalladas son de importancia secundaria y no serán discutidas mas adelante.
96

Tabla 8.2: Estimaciones de campo de la resistencia compresiva uniaxial

Grado* Término Resis.comp. Indice de Estimación de la resistencia Ejemplos **


Uniaxial Carga Pun-
(MPa) tual (MPa)
R6 Extremada- El material rocoso solo se astilla con Basalto fresco, chert, diabasa
mente > 250 < 10 golpes repetidos del martillo, resuena gneis, granito, cuarcita
fuerte cuando es golpeado
R5 Muy fuerte 100 – 200 4–7 Requiere varios golpes con el martillo Anfibolita, arenisca, basalto,
de geólogo para romper especimenes gabro, gneis, granodiorita,
de roca intacta caliza, mármol, riolita, tufo.
R4 Fuerte 50 – 100 2 –4 Especimenes sujetos con la mano Caliza, mármol, filita,
pueden romperse con un simple golpe arenisca, esquisto, pizarra
con el martillo de geólogo
R3 Medianam. 25 -50 1–2 Un golpe firme con el pico del martillo Lutita, carbón, concreto,
fuerte indenta la roca hasta 5 mm, el cuchillo esquisto, pizarra, limolita
raya la superficie
R2 Débil 5 – 25 *** El cuchillo corta el material pero es Yeso, sal de roca, potasio
suficientemente duro para moldear
especimenes para ensayos triaxiales
R1 Muy débil 1–5 *** El material se desmorona con un golpe Roca altamente
firme con el pico del martillo, puede intemperizada o alterada
ser labrado con el cuchillo
R0 Extremada- 0.25 –1 *** Indentado por la uña del pulgar Panizo
mente débil
* De acuerdo a las normas sugeridas por ISRM (1981).
** Todas las rocas exhiben un rango amplio de resistencia compresiva uniaxial lo cual refleja la heterogeneidad en
la composición y anisotropía en la structura. Las rocas fuertes son caracterizadas por una fábrica de sus
cristales bien interlazadas y pocos vacíos.
*** Las rocas con resistencia compresiva uniaxial debajo de 25 MPa producen resultados altamente ambiguos bajo
en ensayos de carga puntual.

8.4 Resistencia de masas rocosas diaclasadas

El criterio de falla original de Hoek y Brown fue publicado en 1980 y, basados


en la experiencia del uso de este criterio en un número de proyectos, se
publicó una versión actualizada en 1988 (Hoek y Brown, 1988) y en 1992 se
publicó un criterio modificado (Hoek et. al., 1992).

La forma mas general del criterio de Hoek-Brown, que incorpora tanto la


forma original como la forma modificada, está dada por la ecuación:

  3'
a

 1'   3'c mb  s  (8.3)
 c 

donde mb es el valor de la constante m para la masa rocosa


s y a son constantes que dependen de las características de la masa
rocosa
σc es la resistencia compresiva uniaxial de las piezas de roca
intacta
σ1’ y σ3’ son respectivamente los esfuerzos efectivos principales
axial y confinante

Se ha establecido que el criterio original trabaja bien para la mayoría de las


rocas de buena a razonable calidad, en las cuales la resistencia de la masa
rocosa es controlada por el ajustado entrelazamiento angular de las piezas de
roca. La falla de tales masas rocosas puede ser definido estableciendo a = 0.5
en la ecuación 8.3, dando:
97

Tablas 8.3: Valores de la constante mi para rocas intactas, por grupos de roca. Los valores entre paréntesis
son estimados

Tipo de Clase Grupo Textura


Roca Grueso Mediano Fino Muy fino
Conglomerado Arenisca Limolita Lutita
Clástica (22) 19 9 4
Grauvaca
(18)
Greda
Sedimentaria

Orgánica 7
Carbón
(8 – 21)
No-clástica Brecha Caliza Caliza
Carbonatada (20) Esparítica Micrítica
(10) 8
Química Yeso Anhidrita
16 13
No foliada Mármol Hornfels Cuarcita
Metamórfica

9 (19) 24
Ligeramente foliada Migmatita Anfibolita Milonita
(30) 31 (6)
Foliada* Gneis Esquisto Fillita Pizarra
33 (10) (10) 9
Granito Riolita Obsidiana
Transparente 33 (16) (19)
Granodiorita Dacita
(30) (17)
Diorita Andesita
Ígnea

(28) 19
Opaca Gabro Dolerita Basalto
27 (19) (17)
Norita
22
Tipo extrusiva piroclástica Aglomerado Brecha Tufo
(20) (18) (15)

* Estos valores son para especimenes rocosos intactos ensayados normal a la foliación. Los valores de mi serán
significativamente diferentes si la falla ocurriera a lo largo de los planos de foliación (Hoek, 1983).

 3'
 1'  3'c mb 1 2
 s (8.4)
  
c 

Para masas rocosas de mala calidad, en las cuales el ajustado entrelazamiento ha


sido parcialmente destruido por el cizallamiento o la intemperización, la masa
rocosa no tiene resistencia a la tracción o “cohesión” y los especímenes fallarán
sin confinamiento. Para tales masas rocosas es más apropiado el criterio
modificado y este es obtenido haciendo s = 0 en la ecuación 8.3, lo cual da:

  3' 
a

 1'   3'c mb  (8.5)


 c 

Es prácticamente imposible llevar a cabo ensayos triaxiales o de corte sobre


masas rocosas en una escala que sea apropiada para excavaciones superficiales
o subterráneas en la ingeniería minera o civil. Numerosos intentos se han hecho
para superar este problema mediante ensayos en modelos de pequeña escala,
hechos a partir de ensamblajes de bloques o elementos de roca o de materiales
modelos diseñados cuidadosamente. Mientras que el estudio de estos modelos
ha proporcionado una gran cantidad de información valiosa, ellos generalmente
98

tienen limitaciones como producto de las suposiciones y simplificaciones que


tienen que ser hechas a fin de permitir la construcción de los modelos.
Consecuentemente, nuestra habilidad para predecir el comportamiento de la
resistencia de la masa rocosa diaclasada en base a ensayos directos o de
estudios de modelos es limitada.

Las Ecuaciones 8.4 y 8.5 no son de valor práctico a menos que los valores de
las constantes del material mb, s y a puedan ser estimados de alguna manera.
Hoek y Brown (1988) sugirieron que estas constantes podrían ser estimadas a
partir de la versión de 1976 de la Valoración de la Masa Rocosa (RMR) de
Bieniawski, asumiendo condiciones completamente secas y orientaciones muy
favorables de las juntas. Mientras que este proceso es aceptable para masas
rocosas con valores de RMR de más de 25, este no trabaja para masas rocosas
de muy mala calidad, desde que el valor mínimo que RMR puede adoptar es
18. A fin de superar esta limitación, se introduce un nuevo índice llamado
Índice de Resistencia Geológica (GSI). Los valores del GSI varía desde cerca
de 10, para masas rocosas extremadamente malas, hasta 100, para la roca
intacta. La relación entre el GSI y la clasificación de la masa rocosa de
Bieniawski y Barton, Lien y Lunde será discutida en una sección posterior en
este capítulo.

Las relaciones entre mb/mi, s y a y el Índice de Resistencia Geológica (GSI)


son como siguen:

Para GSI > 25 (Masa rocosa no disturbada)


mb / mi   GSI  100 
exp  (8.6)
 28 
 GSI  100 
 s
exp  (8.7)
 9 

a = 0.5 (8.8)

Para GSI < 25 (Masa rocosa no disturbada)

s = 0 (8.9)

GSI
a  0.6.5  (8.10)
200

Desde que muchos de los modelos numéricos y los análisis de equilibrio


límite usados en la mecánica de rocas son expresados en términos del criterio
de falla de Mohr-Coulomb, es necesario estimar un conjunto equivalente de
parámetros de cohesión y fricción para valores Hoek-Brown dados. Esto
puede hacerse utilizando una solución publicada por Balmer (1952), en la cual
los esfuerzos normal y de corte son expresados en términos de los
correspondientes esfuerzos normales como sigue:
 1  3
n   3   (8.11)
 1 /  3  1

  n   3  1 /  3 (8.12)


99

Para GSI > 25, cuando a = 0.5:

 1  mbc 
1 (8.13)
 3 2 1   3

Para GSI < 25, cuando a = 0:


 1 a  3  a1
 1  am (8.14)
b

 

3
c 

Una vez que un conjunto de valores (σn , τ) han sido calculados a partir de las
Ecuaciones 8.11 y 8.12, se puede calcular mediante análisis de regresión lineal,
valores promedios de la cohesión “c” y del ángulo de fricción “φ “, en la cual el
mejor ajuste de la línea recta es calculado para el rango de pares (σn , τ).

La resistencia compresiva uniaxial de la masa rocosa definida por una resistencia


cohesiva c y un ángulo de fricción φ esta dada por:

2cCos 
cm  (8.15)
1  Sen

En la Figura 8.2, se da una simple hoja de cálculo para llevar a cabo el rango
completo de cálculos presentados arriba.

8.5 Uso de las clasificaciones de la masa rocosa para la estimación del


GSI

En la búsqueda de una solución para el problema de la estimación de la


resistencia de la masa rocosa diaclasada y para proporcionar una base para el
diseño de excavaciones subterráneas en roca, Hoek y Brown (1980a, 1980b)
sintieron que algún intento tenían que hacer para ligar las constantes m y s de su
criterio a mediciones u observaciones que podrían ser llevados a cabo en el
campo por algún geólogo competente. Reconociendo que las características de la
masa rocosa que controlan su comportamiento a la resistencia y deformación, son
similares a las características que fueron adoptadas por Bieniawski (1973) y por
Barton et. al. (1974) para sus clasificaciones de la masa rocosa, Hoek y Brown
propusieron que estas clasificaciones podrían ser utilizadas para la estimación de
las constantes del material: m y s.

En la preparación del presente libro, es obvio que hubo la necesidad de consolidar


las varias versiones del criterio en un criterio simplificado y generalizado para
cubrir todos los tipos de rocas que normalmente son encontrados en la ingeniería
subterránea.

Las clasificaciones de la masa rocosa de Bieniawski (1974) y de Barton et. al.


(1974) fueron desarrolladas para la estimación del sostenimiento de túneles.
Estas fueron adoptados por Hoek y Brown (1980) para estimar los valores de m y
s, debido a que en 1980 ellos ya estuvieron disponibles y bien establecidos, y
debido también a que no parecía justificable proponer algún otro sistema de
clasificación. Sin embargo, hay un problema potencial en el uso de estos sistemas
de clasificación de la masa rocosa existentes como base para la estimación de la
resistencia de la masa rocosa.
100

Considerar un túnel en una masa rocosa altamente diaclasada, sometida a un


campo de esfuerzos in-situ, tal que la falla puede ocurrir en la roca
circundante al túnel. Cuando se usa el Indice de Calidad Tunelera Q
propuesta por Barton et. al. (1974) para estimar el sostenimiento requerido
por el túnel, el campo de esfuerzos in-situ es considerado por el Factor de
Reducción de Esfuerzos (SRF). Este factor puede tener una influencia
significativa sobre los niveles de sostenimiento recomendados, en base a los
valores calculados de Q. Una aproximación alternativa para el diseño del
sostenimiento es estimar la resistencia de la masa rocosa por medio del
criterio de falla de Hoek y Brown. Esta resistencia es luego aplicada a los
resultados de un análisis de la distribución de esfuerzos alrededor del túnel,
a fin de estimar la extensión de la zona de roca sobreesforzada que requiere
sostenimiento. Si se ha utilizado la clasificación de Barton et. al. para
estimar los valores de m y s, y si en el cálculo del valor de Q se ha usado el
SRF, es claro que la influencia del nivel del esfuerzo in-situ se está tomando
en cuenta doblemente en el análisis.

ESTIMACIÓN DE LOS PARÁMETROS DE HOEK - BROWN Y MOHR – COULOMB


Datos de entrada: GSI = 62 σci = 100 mi = 24
Datos de salida σ3 σ1 ds1 ds3 σn τ σn τ sq(σn)
mb/mi = 0.26 0.10 14.48 22.47 0.71 2.91 2.07 0.51
mb = 6.18 0.20 16.55 19.89 0.98 3.49 3.41 0.96
s = 0.015 0.39 20.09 16.68 1.50 4.55 6.85 2.26
a = 0.5 0.78 25.87 13.31 2.53 6.39 16.20 6.42
E = 19953 1.56 34.91 10.26 4.52 9.48 42.90 20.46
phi = 48 3.13 48.70 7.78 8.32 14.48 120.44 69.18
coh = 3.4 6.25 69.56 5.88 15.45 22.31 344.80 238.78
12.5 101.20 4.48 28.68 34.26 982.51 822.60
Sums = 62.70 97.88 1519.17 1161.16
Formulación de celdas:
mb/mi = exp((GSI-100)/28)
mb = mi*exp((GSI-100)/28)
s = IF(GSI>25 THEN exp((GSI-100)/9) ELSE 0)
a = IF(GSI>25 THEN 0.5 ELSE (0.65-GSI/200))
E = 1000* 10^((GSI-10)/40)
σ3 = σci /2^n donde n empieza en 10 y decrece en 1 para cada celda subsecuente
σ1 = σ3 + σci * (((mb* σ3 )/ σci) + s)^a
ds1 ds3 = IF(GSI>25 THEN 1+(mb + σci )/(2*( σ1 - σ3 )) ELSE 1+(a*mb^a)*( σ3/σci)^(a-1))
σn = σ3 +( σ1 - σ3 )/(1+ds1 ds3)
τ = (σn - σ3 )*SQRT(ds1 ds3)
σn τ = σ n * τ sq(σn)= σn τ
phi = (ATAN((sum(σn τ )-(sum(σn* sum (τ))/8)/(sum(sq(σn))-((sum(σn ))^2)/8)))*180/PI()
coh = (sum(τ)/8-(sum(σn )/8)*TAN(phi*PI()/180)
σcm = (2*coh*COS(phi*PI()/180))/(1-SIN(phi*PI()/180))

Figura 8.2 : Hoja de cálculo para la estimación de los parámetros de Hoek- Brown y Mohr – Coulomb

Similares consideraciones se aplican para el Factor de Reducción por Agua


en Juntas en la clasificación de Barton et. al. y para el término Agua
Subterránea y la valoración por Ajuste debido a la Orientación de Juntas en
la clasificación RMR de Bieniawski. En todos los casos hay un potencial
para tomar en cuenta doblemente algún factor, si este no es tratado con
cuidado cuando se utilizan estas clasificaciones como base para la
estimación de la resistencia de la masa rocosa.
101

Tabla 8.4 : Estimación de las constantes mb/mi, s, a, módulo de deformación E y relación de Poisson v para el
criterio de falla Generalizado de Hoek –Brown, basado en la estructura de la masa rocosa y en la condición
de las superficies de discontinuidades. Es necesario observar que los valores de la tabla corresponden a una
masa rocosa no disturbada

CRITERIO GENERALIZADO DE HOEK-

intem-perizadas con cobertura o relleno


Espejo de falla, superficies altamente
ligeramente
Muy rugosa, superficie no intemperizada

Espejo de falla, superficies muy intem-


Lisa, superficies moderadamente intem-
BROWN

perizadas con cobertura compacta o relleno


CONDICION DE LA SUPERFICIE

que contiene fragmentos rocosos angulares


σ1’ = σ 3’ + σ c ( mb (σ 3’/ σc) + s)a

intempe-rizadas y manchadas
σ 1’ = esfuerzo efectivo principal máximo en la falla

superficies
σ 3’ = esfuerzo efectivo principal mínimo en la falla

perizadas o alteradas
σ c = resistencia compresiva uniaxial de las piezas

de arcilla suave
MUY BUENA
de roca intacta

MUY MALA
REGULAR
BUENA
Rugosa,
mb,s y a son las constante de la composición, estruc-

MALA
tura y condiciones superficiales de la masa rocosa
ESTRUCTURA

BLOQUEADA – muy bien entrela- ma/mi 0.60 0.40 0.26 0.16 0.08
zado masa rocosa no disturbada s 0.190 0.062 0.015 0.003 0.0004
consistente de bloques cúbicos a 0.5 0.5 0.5 0.5 0.5
formados por tres sistemas de Em 75000 40,000 20,000 9,000 3,000
discontinuidades ortogonales Υ 0.2 0.2 0.25 0.25 0.25
GSI 85 75 62 48 34

MUY BLOQUEADO – entrelazado, ma/mi 0.40 0.29 0.16 0.1 0.07


Masa rocosa parcialmente disturbada, s 0.062 0.021 0.003 0.001 0
con bloques angulares de varias caras a 0.5 0.5 0.5 0.5 0.53
formados por cuatro o mas sistemas Em 40,000 24,000 9,000 5,000 2,500
de discontinuidades Υ 0.2 0.25 0.25 0.25 0.3
GSI 75 65 48 38 25

BLOQUEADA/SEAMY- plegada y ma/mi 0.24 0.17 0.12 0.08 0.06


fallada con intersección de muchas s 0.012 0.004 0.001 0 0
discontinuidades, formando bloques a 0.5 0.5 0.5 0.5 0.55
angulares Em 18,000 10,000 6,000 3,000 2,000
Υ 0.25 0.25 0.25 0.3 0.3
GSI 60 50 40 30 20

TRITURADA – pobremente entre- ma/mi 0.17 0.12 0.08 0.06 0.04


lazada Masa rocosa severamente s 0.004 0.001 0 0 0
fracturada, con bloques angulares y a 0.5 0.5 0.5 0.55 0.60
redondeados Em 10,000 6,000 3,000 2,000 1,000
Υ 0.25 0.25 0.3 0.3 0.3
GSI 50 40 30 20 10

Nota 1: El módulo de deformación in-situ Em es calculado a partir de la relación propuesta por Serafim y Pereira (1983).
Las unidades de Em están en MPa.

A fin de minimizar estos problemas potenciales, se ofrecen las siguientes guías


para la selección de parámetros cuando se utilizan las clasificaciones de la masa
rocosa como base para la estimación de los valores m y s del criterio de falla de
Hoek y Brown.

Clasificación RMR de Bieniawski de 1976

Bieniawski ha hecho varios cambios a las valoraciones usadas en su


clasificación (Bieniawski, 1973, 1974, 1976, 1979, 1989) y la significancia de
estos cambios es apreciada mejor considerando el siguiente ejemplo típico.
102

Un granito granito ligeramente intemperizado tiene un índice de resistencia a la


carga puntual promedio de 7 MPa, un valor promedio de RQD de 70%, y las
juntas ligeramente rugosas con una separación de < 1 mm, están espaciadas a
300 mm. El valor RMR para esta masa rocosa calculado utilizando las tablas
publicadas por Bieniawski en los años indicados, es como sigue:

Item Valor 1973 1974 1976 1079 1989

Indice de carga puntual 7 MPa 5 5 12 12 12


RQD 70% 14 14 13 13 13
Espaciamiento de discontinuidades 300 mm 20 20 20 10 10
Condición de las discontinuidades Descrito 12 10 20 20 25
Agua subterránea Seco 10 10 10 15 15
Ajuste por orientación de juntas Muy fav. 15 15 0 0 0

RMR 76 74 75 70 75

Las diferencias en estos valores demuestran que es esencial que se utilicen las
valoraciones correctas. El artículo de Bieniawski de 1976 es la referencia
básica para este trabajo. Para conveniencia del lector, en la Tabla 8.5 se
reproducen las partes más relevantes de la Clasificación Geomecánica de
Bieniawski de 1976.

Para estimar el valor de GSI utilizando la Valoración de la Masa Rocosa (RMR)


de Bieniawski de 1976, se debe usar la Tabla 8.5 para calcular las valoraciones
de los cuarto primeros parámetros. Se deberá asumir que la masa rocosa está
completamente seca y al valor del Agua Subterránea se le debe asignar una
valoración de 10. Se deberá asumir también que la orientación de juntas
corresponde a una condición Muy Favorable y el valor de Ajuste por
Orientación de Juntas será cero (0). La valoración final, llamada RMR76’, puede
luego ser utilizada para estimar el valor de GSI:

Para RMR76’ > 18


GSI = RMR76’ (8.16)

Para RMR76’ < 18 no se puede utilizar la clasificación de Bieniawski de 1976


para estimar GSI, en cambio se debería usar el valor de Q’ de Barton, Lien y
Lunde.

Clasificación RMR de Bieniawski de 1989

La clasificación de Bieniawski de 1989, puede ser utilizada para estimar el valor


GSI de una manera similar a lo descrito para la versión de 1976. En este caso, se
asigna un valor de 15 a la valoración del Agua Subterránea y de nuevo se
considera como cero (0) el Ajuste por Orientación de Juntas. Note que el valor
mínimo que se puede obtener con la clasificación de 1989 es 23 y que, en
general, esta da un valor ligeramente más alto que la clasificación de 1976. La
valoración final, llamada RMR89’, puede ser utilizada para estimar el valor de
GSI:

Para RMR89’ > 23


GSI = RMR89’ - 5 (8.17)

Para RMR89’ < 23 no se puede utilizar la clasificación de Bieniawski de 1976


para estimar GSI, en cambio se debería usar el valor de Q’ de Barton, Lien y
Lunde.
103

Tabla 8.5: Parte de la tabla de Bieniawski de 1976, que define la Clasificación Geomecánica o Valoración
de la Masa Rocosa (RMR) de la masa rocosa diaclasada.

PARÁMETRO RANGO DE VALORES

Indice de > 8 Mpa 4 - 8 Mpa 2 - 4 MPa 1 - 2 MPa Para resistencia compresiva


Resistencia Carga puntual muy baja
1 de la roca
intacta Resis.Comp. >200 Mpa 100 - 200 Mpa 50 - 100 Mpa 25 - 50 Mpa 10-25 3-10 1-3
Uniaxial MPa MPa MPa
Valuación 15 12 7 4 2 1 0
Indice calidad testigo RQD 90% - 100% 75% - 90% 50% - 75% 25% - 50% <25%
2
Valuación 20 17 13 8 3
Espaciamiento de juntas >3m 1-3m 0.3 - 1 m 50 - 300 mm < 50 mm
3
Valuación 30 25 20 10 5
Superficie muy Superficie lisa o
Ligeram. Rugosas, Ligeram. Rugosas, Gouge suave > 5mm de
rugosa, no gouge <5 mm, o
apertura < 1mm, apertura < 1mm, espesor o juntas con
4 Condición de juntas continua, apertura de 1-
ligram. paredes apertura > 5mm, juntas
cerrada’paredes 5mm, juntas
Intemperizadas meteorizadas continuas
sanas continuas
Valuación 25 20 12 6 0

Clasificación Q` Modificada de Barton, Lien y Lunde

Para estimar el valor de GSI utilizando esta clasificación, se deben usar la


Designación de la Calidad de la Roca (RQD), el número de sistemas de juntas
(Jn), el número de la rugosidad de las juntas (Jr) y el número de alteración de las
juntas (Ja), exactamente como están definidas en las tablas publicadas por
Barton et. al. (1974).

Para el factor de reducción por agua en juntas (JW) y el factor de reducción por
esfuerzos (SRF), se debe utilizar un valor de 1 para ambos parámetros, lo que
equivale a condiciones secas de la masa rocosa sometida a esfuerzos medianos.
La influencia tanto de la presión de agua como de los esfuerzos deberán ser
incluidas en el análisis de esfuerzos actuando sobre una masa rocosa para la
cual la falla es definida en términos del criterio de falla de Hoek y Brown.

De aquí, para sustituir en la Ecuación 8.7, el Indice de Calidad Tunelera


Modificada (Q’) es calculado a partir de:

RQD Jr
Q'  x (8.18)
Jn Ja

Este valor de Q’ puede ser utilizado para estimar el valor de GSI a partir de:

GSI = 9Loge Q’ + 44 (8.19)

Note que el valor mínimo de Q’ es 0.0208 el cual da un valor de GSI de


aproximadamente 9 para una falla con relleno de arcilla o zona de corte,
potentes.

8.6 Cuando usar el criterio de falla de Hoek - Brown

Las condiciones de una masa rocosa bajo las cuales puede ser aplicado el
criterio de falla de Hoek - Brown son resumidos en la Figura 8.3.
104

Figura 8.3: Condiciones de la masa rocosa bajo las cuales puede ser aplicado el criterio de falla
de Hoek – Brown

El criterio de falla de Hoek - Brown es solamente aplicable a la roca intacta o


a la masa rocosa severamente diaclasada las cuales pueden ser consideradas
homogéneas e isotrópicas. En otras palabras, las propiedades de estos
materiales son los mismos en todas las direcciones.

El criterio no debería ser aplicado a rocas altamente esquistosas tales como las
pizarras o a masas rocosas en las cuales las propiedades son controladas por
un único sistema de discontinuidades como son los planos de estratificación.
En casos donde tales masas rocosas están siendo analizadas, el criterio de falla
de Hoek – Brown solo se aplicará en el componente roca intacta. La
resistencia de las discontinuidades deberá ser analizada en términos del
criterio de resistencia al corte discutido en el Capítulo 5.

Cuando en una masa rocosa ocurren dos sistemas de juntas, el criterio de Hoek
– Brown puede ser utilizado con extremo cuidado, a condición que ninguno de
los sistemas de juntas tenga una influencia dominante sobre el
comportamiento de la masa rocosa. Por ejemplo, si uno de los sistemas de
juntas está cubierto con arcilla y es obviamente mucho más débil que el otro
sistema, el criterio de Hoek – Brown no debería ser utilizado excepto para el
componente roca intacta.
105

Por otro lado, cuando ambos sistemas de juntas están frescos, rugosos y no
intemperizados, y cuando sus orientaciones son tales que no hacen probables las
fallas de cuñas locales, se puede utilizar la caja izquierda superior de la Tabla
8.4 para estimar los parámetros de Hoek – Brown.

Para masas rocosas más severamente fracturados, en las cuales ocurren muchas
diaclasas, el criterio de Hoek - Brown puede ser aplicado y puede ser utilizado
la tabla 8.4 para estimar los parámetros de resistencia.
106
107

9 Diseño del sostenimiento para roca sobreesforzada

9.1 Introducción

La falla de una masa rocosa alrededor de una abertura subterránea depende


del nivel del esfuerzo in situ y de las características de la masa rocosa. La
Figura 9.1 da una descripción simplificada de los varios tipos de falla que
son comúnmente observados en subterráneo. La estabilidad de las fallas
estructuralmente controladas en masas rocosas diaclasadas y el diseño de los
sistemas de sostenimiento para este tipo de fallas fue tratada en el Capítulo 6.
En este capítulo, se discutirán los aspectos de la falla y el diseño del
sostenimiento para masas rocosas altamente esforzadas.

La columna de la mano derecha de la Figura 9.1, muestra que la falla


alrededor de aberturas en masas rocosas altamente esforzadas progresa desde
un astillamiento y lajamiento frágil, en el caso de rocas masivas con pocas
juntas, hasta un tipo de falla más dúctil para masas rocosa severamente
diaclasadas. En el último de los casos, la presencia de varias intersecciones
de discontinuidades proporciona considerable libertad para que las piezas
individuales de roca deslicen o roten dentro de la masa rocosa. La presencia 1

de panizo arcilloso o las superficies de espejo de falla debilitan


posteriormente a la masa rocosa y contribuyen a una falla dúctil o ‘plástica’
de tal masa rocosa. En el caso intermedio, la falla de la estructura y de la roca
intacta, combinan para crear una serie compleja de mecanismos de falla. En
3 3
situaciones con resistencias anisotrópicas distintas, tales como las rocas
estratificadas, plegadas o laminadas, pueden ocurrir procesos de rotura frágil
tal como el pandeo.

En la discusión de los aspectos del diseño del sostenimiento para roca 3) 1

sobreesforzada, es instructivo comenzar con la caja inferior de la mano Falla plástica


Esfuerzo diferencial (

derecha de la Figura 9.1, para considerar cómo falla una masa rocosa
severamente diaclasada, y cómo reacciona el sostenimiento instalado para los
desplazamientos inducidos por esta falla.
Deformación elástica
9.2 Análisis de la interacción del sostenimiento

A fin de presentar los conceptos de la interacción del sostenimiento de la Deformación


roca en una forma tal que pueda ser entendida rápidamente, se utilizará un
modelo analítico muy simple. Este modelo involucra un túnel circular Curva de Esfuerzo - Deformación para
sometido a un campo de esfuerzos hidrostáticos, en el cual los esfuerzos una presión de confinamiento constante
horizontal y vertical son iguales. Se asume que la masa rocosa circundante se
comporta como un material plástico perfectamente elástico como se ilustra
en el esquema del margen de esta página. Se asume que la falla, que
involucra el deslizamiento a lo largo de la intersección de las
discontinuidades en una masa rocosa severamente diaclasada, ocurre con
cambio de volumen plástico cero (Duncan Fama, 1993). El sostenimiento es
modelado como una presión interna equivalente, de aquí que el
reforzamiento proporcionado por los pernos de roca inyectadas o cables no
pueden ser tomados en cuenta en este simple modelo.
108

Niveles de esfuerzos bajos Niveles de esfuerzos altos


Roca masiva

Roca masiva sometida a niveles de altos


Roca masiva sometida a bajos niveles de
esfuerzos in situ. El astillamiento, lajamiento y
esfuerzo in situ. Respuesta elástica lineal con
trituración de la roca se inicia en los puntos de
una pequeña o ninguna falla rocosa
alta concentración de esfuerzos sobre los
bordes de la excavación y se propaga hacia el
interior de la masa rocosa circundante
Roca diaclasada

Roca masiva, relativamente con pocas Roca masiva, relativamente con pocas
discontinuidades, sometida a condiciones de discontinuidades, sometida a condiciones de
bajos esfuerzos in situ. Bloques o cuñas son altos esfuerzos in situ. La falla ocurre como
liberados por las intersecciones de las resultado de deslizamientos sobre las superficies
discontinuidades, los cuales caen o deslizan de discontinuidades y también por trituración y
debido a las cargas gravitacionales partimiento de los bloques rocosos
Roca severamente diaclasada

Roca severamente diaclasada sometida a Roca severamente diaclasada sometida a


condiciones de bajos esfuerzos in situ. Las condiciones de altos esfuerzos in situ. La masa
superficies de la abertura fallan como resultado rocosa circundante a la abertura falla por
de un desmoronamiento de pequeños bloques deslizamiento sobre las discontinuidades y
entrelazados y cuñas. La falla puede propagarse trituración de las piezas rocosa. El
considerablemente hacia el interior de la masa levantamiento del piso y el cierre de las paredes
rocosa si esta no es controlada son resultados típicos de este tipo de falla

Figura 9.1: Tipos de falla que pueden ocurrir en diferentes masas rocosas con niveles bajos y altos de
esfuerzos in situ.
109

9.2.1 Definición del criterio de falla

Se asume que el inicio de la falla plástica para diferentes valores de esfuerzos


de confinamiento 3 es definida por el Criterio de Mohr – Coulomb, el mismo
que puede ser expresado como:

1 = cm + k 3 (9.1)

La resistencia compresiva uniaxial de la masa rocosa cm está definida por:

1
2c cos

Resistencia axial
 cm  (9.2)
(1  sen )
1 cm + k3
y la pendiente k la línea 1 versus 3, como:
cm

(1  sen )
k (9.3)
(1  sen )

donde: 1 es el esfuerzo axial en el cual ocurre la falla


3 es el esfuerzo de confinamiento
Esfuerzo de confinamiento 3
c es la resistencia cohesiva y
 es el ángulo de fricción de la masa rocosa

A fin de estimar la resistencia cohesiva c y el ángulo de fricción  de una masa


rocosa actual, se puede utilizar el procedimiento delineado en la Sección 8.4
del capítulo previo. Teniendo estimados los parámetros para el criterio de falla
Hoek-Brown como se describió en aquella sección, se pueden calcular valores
de c y , por medio de una hoja de cálculo dada en la Figura 8.2.

9.2.2 Análisis del comportamiento de un túnel

Asumir que un túnel circular de radio ro sometido a esfuerzos hidrostáticos y


una presión interna uniforme de sostenimiento pi como se ilustra en el
esquema del margen. La falla de la masa rocosa circundante al túnel ocurre
cuando la presión interna proporcionada por el revestimiento del túnel es
menor que una presión crítica de sostenimiento pcr, la cual es definida por:

2 po   cm
pcr  (9.4)
1k

Si la presión interna del sostenimiento interna pi es mayor que la presión


crítica pcr, no ocurre la falla y el comportamiento de la masa rocosa
circundante al túnel es elástico. El desplazamiento elástico radial interior de la
pared del túnel está dado por:
ro (1  )
uie  (  pi ) (9.5)
p o
E

donde E es el módulo de Young o módulo de deformación y


v es la relación de Poisson

Cuando la presión interna del sostenimiento pi es menor que la presión crítica


del sostenimiento pcr ocurre la falla y el radio plástico rp de la zona plástica
alrededor del túnel está dado por:
110

pi = po (esfuerzos in-situ)

u ie = desplazamiento elástico

Presión del sostenimiento Pi


Pcr = presión crítica del sostenimiento
definido por la iniciación de la falla
plástica de la roca circundante al túnel

u ip = desplazamiento plástico

Desplazamiento radial interior u i

Figura 9.2: Representación gráfica de la relación entre la presión del sostenimiento y el


desplazamiento radial de las paredes del túnel definido por las Ecuaciones 9.5 y 9.7.

 1
r  r  2( po (k  1)   cm )  1)
(k (9.6)
o 
 (1  k )((k  1) pi   cm)
p

El desplazamiento radial interior total de las paredes del túnel esta dado por:

 p )
 pr  
u  ro(1  )2(1
2

  )( p  p )   p (1  2 )(
  (9.7)
r 

 cr   i 

ip o o
E   o 
 

Un ploteo típico de los desplazamientos anticipados por las Ecuaciones 9.5 y


9.7 se da en la Figura 9.2. Este ploteo muestra desplazamiento cero cuando la
presión del sostenimiento iguala al esfuerzo hidrostático (pi = po),
desplazamiento elástico para po  pi  pcr, desplazamiento plástico para pi  pcr
y un desplazamiento máximo cuando la presión del sostenimiento iguala a cero.

9.2.3 Deformación en un túnel sin sostenimiento

A fin de entender como opera la presión del sostenimiento, es útil comenzar con
una evaluación de la Figura 9.3, el cual muestra la respuesta de la masa rocosa
circundante a un túnel que está en avance.

Considerar la respuesta de un punto de medición instalado delante del túnel que


está avanzando. Asumir que no han sido instalados ni pernos de roca, ni
revestimiento de shotcrete o arcos metálicos, y que el sostenimiento solo es
proporcionado por la roca delante del frente de avance. Los desplazamientos
medibles en la masa rocosa comienzan a una distancia de cerca de la mitad
111

El desplazamiento radial
alcanza su máximo valor
cerca de uno y medio
diametro del túnel detrás
del frente

El desplazamiento radial
alzanza cerca de un tercio de
de su valor final en el frente
Dirección de del túnel
avance del
túnel

El deslazamiento radial comienza


cerca de la mitad del diámetro del
túnel delante del frente que esta en
avance

Figura 9.3: Modelo de la deformación radial en el techo y en el piso de un túnel en


avance.

del diámetro del túnel delante del frente. El desplazamiento se incrementa


gradualmente, y cuando el frente del túnel es coincidente con el punto de
medición, el desplazamiento radial esta cerca de un tercio del valor máximo.

Cuando la masa rocosa es lo suficientemente fuerte para resistir la falla, es


decir, cuando cm  2 po, para pi = 0 (de la Ecuación 4.9), los
desplazamientos son elásticos y siguen la línea discontinua de la Figura 9.2.
Cuando la falla toma lugar, los desplazamientos son plásticos y siguen la
curva de línea continua indicada en la Figura 9.2.

Observe que la falla plástica de la masa rocosa que circunda al túnel, no


necesariamente significa el colapso del túnel. Los materiales fallados aun
tienen considerable resistencia, y puesto que el espesor de la zona plástica es
pequeño comparado con el radio del túnel, la única evidencia de la falla puede
ser unas pocas grietas frescas y menores cantidades de desmoronamientos y
astillamientos. Por otro lado, cuando se forma una gran zona plástica y cuando
ocurren grandes desplazamiento de las paredes del túnel, hacia el interior del
mismo, el aflojamiento de la masa rocosa fallada conducirá a severos
astillamientos y desmoronamientos, y un eventual colapso del túnel sin
sostenimiento.
112

Dirección de avance del túnel

Despalzamiento
Túnel estable

Túnel sostenido

Túnel inestable

Figura 9.4: Curvas de desplazamiento del techo de un túnel para diferentes condiciones de
estabilidad de la masa rocosa circundante.

La función primaria del sostenimiento es controlar los desplazamientos de las


paredes hacia el interior y para prevenir el aflojamiento que puede conducir al
colapso del túnel. La instalación de pernos de roca, revestimiento de shotcrete o
cerchas no pueden prevenir la falla de la roca circundante a un túnel sometido a un
significativo sobreesforzamiento, sino que estos tipos de sostenimiento juegan un
rol principal en el control de las deformaciones del túnel. Un resumen gráfico de
este concepto es presentado en la Figura 9.4.

9.2.4 Características de deformación del sostenimiento

Como se ilustró en las Figuras 9.3 y 9.4, una cierta cantidad de deformación ocurre
delante del frente de avance del túnel. En el frente mismo, aproximadamente un
tercio de la deformación total ya ha ocurrido y esta deformación no puede ser
recuperada. En adición, hay casi siempre una etapa de cada ciclo de excavación, en
la cual hay un vacío entre el frente y el elemento de sostenimiento instalado más
próximo. De aquí, ocurre posterior deformación antes que el sostenimiento llegue a
ser efectivo. Este desplazamiento inicial total será denominado uso y es mostrado en
la Figura 9.5.

Una vez que el sostenimiento ha sido instalado y está en completo y efectivo


contacto con la roca, el sostenimiento comienza a deformarse elásticamente como
se muestra en la Figura 9.5. El máximo desplazamiento elástico que puede ser
acomodado por el sistema de sostenimiento es usm y la máxima presión del
sostenimiento psm es definida por la fluencia del sistema de sostenimiento.

Dependiendo de las características del sistema de sostenimiento, la masa rocosa


circundante al túnel y el nivel del esfuerzo in situ, el sistema de sostenimiento se
deformará elásticamente en respuesta al cierre del túnel, conforme el frente avanza
lejos del punto bajo consideración. El equilibrio es logrado, si la curva de reacción
del sostenimiento intersecta a la curva de desplazamiento de la masa rocosa antes
que cualquiera de estas curvas hayan progresado muy lejos. Si el sostenimiento se
instalara muy tarde (es decir, uso es grande en la Figura 9.5), la masa rocosa puede
haberse ya deformado a una extensión en que el aflojamiento del material fallado
es irreversible. Por otro lado, si la capacidad del sostenimiento es inadecuado (es
decir, psm es bajo en la Figura 9.5), puede ocurrir la fluencia del sostenimiento antes
que la curva de deformación de la masa rocosa sea intersectada. En cualquiera de
estos casos el sistema de sostenimiento será inefectivo, desde que la condición de
equilibrio, ilustrada en la Figura 9.5, no será lograda.
113

fluencia del sistema


Presión del sostenimiento

de sostenimiento

equilibrio

Desplazam. radial hacia el interior

Figura 9.5: Respuesta del sistema de sostenimiento al desplazamiento de la pared


del túnel resultante en el establecimiento del equilibrio.

A causa de que un número de factores están involucrados en la definición de


las curvas ilustradas en la Figura 9.5, es muy dificultoso dar lineamientos
generales para la elección del sostenimiento para cada situación, aun para
este caso muy simple de un túnel circular en un campo de esfuerzo
hidrostático. Algunos lectores podrán argüir que el análisis que ha sido
presentado es muy simple para dar resultados significantes y que no se
justifican discusiones posteriores sobre este tópico. Sin embargo, los autores
sugieren que mucho se puede aprender llevando a cabo estudios
paramétricos, en los cuales pueden evaluarse diferentes combinaciones de
niveles de esfuerzos in situ, resistencias de la masa rocosa y características
del sostenimiento. Estos estudios paramétricos son llevados a cabo mas
convenientemente por medio de programas de hojas de cálculo tal como
aquel presentado en la Figura 9.6.

Antes de discutir la operación de este programa y la significancia de los


resultados que este puede producir, es necesario considerar los as0ectos de la
capacidad de los diferentes sistemas de sostenimiento.
114

9.2.5 Estimación de la capacidad del sostenimiento

Hoek y Brown (1980a) y Brady y Brown (1985) han publicado ecuaciones que
pueden se usados para calcular la capacidad de los pernos de roca
mecánicamente anclados, de los revestimientos de shotcrete o concreto, o de las
cimbras, para un túnel circular. No serviría para ningún propósito útil reproducir
estas ecuaciones aquí, pero ellos han sido usados para estimar los valores
listados en la Tabla 9.1. Esta tabla da las presiones máximas de sostenimiento
(psm) y los desplazamientos elásticos máximos (usm) de diferentes sistemas de
sostenimiento instalados en túneles circulares de diferente diámetro.

Observe que, en todos los casos, se asume que los sostenimientos actúan sobre
la superficie entera de las paredes del túnel. En otras palabras, los
revestimientos de shotcrete y de concreto son anillos cerrados; las cimbras son
círculos completos; y los pernos de roca mecánicamente anclados son instalados
en un arreglo regular en todo el interior del túnel.

A causa de que este modelo asume una simetría perfecta bajo un cargado
hidrostático de túneles circulares, no son inducidos momentos de pandeo en el
sostenimiento. En realidad, siempre habrá algún cargado asimétrico,
particularmente para las cimbras y shotcrete colocados sobre superficies de roca
rugosa. De aquí, el pandeamiento inducido resultará en capacidades de
sostenimiento que son inferiores a aquellos dados en la Tabla 9.1. Además, el
efecto de no cerrar el anillo de sostenimiento, como normalmente es el caso,
conduce a una reducción drástica en la capacidad y rigidez de las cimbras y de
los revestimientos de shotcrete y concreto. Consecuentemente, las capacidades
serán inferiores y las deformaciones serán mayores que aquellos mostrados en
la Tabla 9.1.

Tabla 9.1: Características aproximadas del sostenimiento para diferentes sistemas de sostenimiento,
instalados en túneles circulares de varios diámetros

Tipo de sostenimiento Diámetro del túnel – m 4 6 8 10 12


Pernos muy ligeros 1) 16 mm de diám. Presión máxima – MPa 0.25 0.11 0.06 0.04 0.03
Carga de arranque = 0.11 MN Máx. desplazamiento elástico - mm 10 12 13 14 15
Pernos ligeros 1) 19 mm de diámetro Presión máxima – MPa 0.40 0.18 0.10 0.06 0.04
Carga de arranque = 0.18 MN Máx. desplazamiento elástico - mm 12 14 15 17 18
Pernos medianos 1) 25 mm de diámetro Presión máxima – MPa 0.60 0.27 0.15 0.10 0.07
Carga de arranque = 0.27 MN Máx. desplazamiento elástico - mm 15 16 17 19 20
Pernos pesados 1) 34 mm de diámetro Presión máxima – MPa 0.77 0.34 0.19 0.12 0.09
Carga de arranque =0.35 MN Máx. desplazamiento elástico - mm 19 21 22 23 24
Shotcrete de un día de edad de 50 mm2) Presión máxima – MPa 0.35 0.23 0.17 0.14 0.12
c = 14 MPa, Ec = 8500 MPa Máx. desplazamiento elástico - mm 3 5 6 8 10
Shotcrete de 28 días de edad 50 mm2) Presión máxima – MPa 0.86 0.58 0.43 0.35 0.29
c = 35 MPa, Ec = 21000 MPa Máx. desplazamiento elástico - mm 3 5 6 8 9
Shotcrete de 28 días de edad 300 mm Presión máxima – MPa 4.86 3.33 2.53 2.04 1.71
c = 35 MPa, Ec = 21000 MPa Máx. desplazamiento elástico - mm 3 4 6 7 9
Cimbras ligeras 6I123) Presión máxima – MPa 0.33 0.18 0.12 0.08 0.06
Espaciadas cada 1.5 m bien topeadas Máx. desplazamiento elástico - mm 7 7 8 8 9
Cimbras medianas 8I234) Presión máxima – MPa 0.37 0.25 0.17 0.13
6
Espaciadas cada 1.5 m bien topeadas Máx. desplazamiento elástico - mm 8 9 10 10
Cimbras pesadas 12W655) Presión máxima – MPa 0.89 0.66 0.51
6 6
Espaciadas cada 1.5 m bien topeadas Máx. desplazamiento elástico - mm 9 11 12

Notas: 1) Los pernos de roca son mecánicamente anclados e inyectados. Se asume que la longitud de los pernos es
igual a 1/3 del diámetro del túnel y el espaciamiento es la mitad de la longitud del perno. 2) Los valores son aplicados
al anillo de shotcrete completamente cerrado. Para un revestimiento de shotcrete aplicado solo al techo y a las paredes,
la presión máxima del sostenimiento es como mínimo un orden de magnitud inferior. 3) Viga I de 6 pulgadas de
profundidad y peso de 12 lbs/pie. 4) Viga I de 8 pulgadas de profundidad y peso de 23 lbs/pie. 5) Viga I de ala ancha
de 12 pulgadas de profundidad y peso de 65 lbs/pie. 6) El máximo radio a la cual las vigas I pueden ser instalados en el
sitio es aproximadamente 11 veces la profundidad de la sección. En el caso de vigas de ala ancha el máximo radio es
aproximadamente 14 veces la profundidad de la sección.
115

9.2.6 Ejemplos de interacción del sostenimiento

A fin de ilustrar los conceptos discutidos en las secciones previas y para


permitir que el lector lleve a cabo estudios paramétricos de interacción del
sostenimiento, unos cálculos de hoja de cálculo son presentados en la Figura
9.6. Se incluyen las fórmulas de celdas en esta figura para ayudar al lector a
ensamblar una hoja de cálculo similar.

Considerar el ejemplo de un pique de 6m de diámetro (ro = 3 m) excavado en


una arenisca bloqueada de regular calidad. Las características de resistencia de
esta masa rocosa, estimadas usando los procedimientos descritos en el Capítulo
8, son definidas por una cohesión c = 2.6 MPa y un ángulo de fricción de  =
30º. El esfuerzo in situ po = 10 MPa.

Como se muestra en la Figura 9.6, la falla de la masa rocosa circundante al


pique comienza cuando la presión del sostenimiento pi es menor que la presión
crítica pcr = 2.75 MPa. El radio de la zona plástica rp = 3.8 m cuando la presión
del sostenimiento es cero. El máximo desplazamiento de la pared sin
sostenimiento es ui = 47 mm.

El sostenimiento seleccionado para este ejemplo consiste de pernos de roca


mecánicamente anclados de 34 mm de diámetro. De la Tabla 9.1, la máxima
presión de sostenimiento psm = 0.34 MPa y el máximo desplazamiento elástico
que puede ser contrarrestado por estos pernos es usm = 21 mm.

Observe que, en el cálculo de estas características del sostenimiento, se ha


asumido que la longitud de los pernos es igual a 1/3 del diámetro de la abertura
y el espaciamiento de los mismos, la mitad de la longitud de los pernos. La
Figura 9.6 la curva de desplazamiento de la carga para el sistema de
sostenimiento de los pernos, asumiendo un desplazamiento inicial uso = 25 mm.
Esta curva intersecta a la curva de desplazamiento de la abertura a un valor de
la presión del sostenimiento cercano a 0.3 MPa y a un desplazamiento
aproximadamante de 43 mm.

Es evidente a partir de este ejemplo que aun los sostenimientos relativamente


severos no pueden proporcionar suficiente presión para prevenir el desarrollo de
una zona de falla. En este caso, podría ser necesario proporcionar una presión
de sostenimiento igual a 2.75 MPa (valor de la presión crítica) a fin de prevenir
esta falla, y como se puede ver en la Tabla 9.1), esta presión no es disponible de
ningún sistema de sostenimiento que puede ser instalado en un tiempo
razonable.

9.3 El programa PHASES

El análisis inicial de la distribución de esfuerzos elasto – plásticos alrededor de


una abertura cilíndrica fue publicado por Terzaghi (1925), pero esta solución no
incluyó una consideración sobre la interacción del sostenimiento. Fenner (1938)
publicó el primer intento para determinar la presión del sostenimiento para un
túnel en una masa rocosa en la cual ocurre la falla elasto – plástica. Brown et.
Al. (1983) y Duncan Fama (1993) han revisado varias de las soluciones
analíticas que han sido publicadas desde 1938. Las principales diferencias entre
estas soluciones radican en las características pot–falla asumidas de la masa
rocosa circundante al túnel. Todas las soluciones son restringidas al caso de una
abertura cilíndrica en una masa rocosa sometida a un campo de esfuerzos
hidrostático.
116

Análisis de interacción del sostenimiento para una abertura circular en una roca plástica perfectamente –
elástica

Parámetros de entrada para la masa rocosa Valores calculados para la masa rocosa
Angulo de fricción phi = 30 grados Resistencia uniaxial scm = 9.01 MPa
Resistencia cohesiva coh = 2.6 MPa Relación k k = 3.00
Módulo de Young E = 1000 MPa
Relación de Poisson mu = 0.25

Parámetros de entrada para el túnel y esfuerzos insitu Valores calculados para el túnel
Radio de la abertura ro = 3 m Presión crítica pcr = 2.75 MPa
Esfuerzo hidrostático po = 10 MPa

Parámetros de entrada para el sistema de sostenimiento


Deformación inicial antes que el sostenimiento sea instalado y efectivo uso = 25 mm
Máximo desplazamiento elástico del sostenimiento (De la Tabla 9.1) usm = 21 mm
Presión máxima proporcionada por el sostenimiento (De la Tabla 9.1) psm = 0.34 MPa
Presión del sostenimiento pi - MPa

Presión del sostenimiento pi - MPa


3 3

deformación del túnel


2 2

1 1
equilibrio
soporte del perno
0 0
2 3 4 20 30 40 50
Radio de la zona plástica rp - m Desplazamiento de la pared del túnel ui - mm

Presión del Radio Desplazamiento Fórmulas de celda


Sostenimiento Plástico De las paredes Scm=2*coh*cos(phi*pi()/180)/(1-sin(phi*pi()/180))
pi - MPa rp - m ui - mm K=(1+sin(phi*pi()/180))/(1-sin(phi*pi()/180))
0.000 3.81 47 Pcr=(2*po-scm)/(k+1)
0.275 3.70 44
0.550 3.59 41 para pi, empezando en 0, sumar (0.1*pcr) para cada
0.825 3.50 38 celda subsiguiente hasta un máximo de pcr
1.100 3.41 36
1.374 3.33 34 rp=IF(pi<pcr THEN
1.649 3.26 32 ro*(2*(po*(k-1)+scm)/((1+k)*pi+scm)))^(1/(k-1))
1.924 3.19 31 ELSE ro)
2.199 3.12 30
2.474 3.06 28 Ui=IF(rp>ro THEN
2.749 3.00 27 1000*ro*((1+mu)/E)*(2*(1-mu)*(po-pcr)*((rp/ro)^2)-
(1-2*mu)*(po-pi))
ELSE 1000*ro*(1+mu)*(po-pi)/E)

Figura 9.6: Impresión de una hoja de cálculo, el cual puede ser utilizado para estudios paramétricos de la
interacción del sostenimiento de la roca para un pique circular.
117

El campo de esfuerzos en la roca circundante a la mayoría de las excavaciones


mineras no es hidrostático y muy pocas de estas excavaciones son de formas
circulares. Consecuentemente, las aplicaciones prácticas de las soluciones
analíticas discutidas arriba son muy limitadas. El principal valor de estas
soluciones es el entendimiento de los principios básicos de la interacción del
sostenimiento de la roca, el cual puede ser ganado a partir de estudios
paramétricos que involucren diferentes propiedades de los materiales, niveles
de esfuerzos in situ y sistemas de sostenimiento.

A fin de sobrellevar las limitaciones de la solución analítica y proporcionar una


herramienta práctica para los cálculos del diseño del sostenimiento, se
desarrolló en la Universidad de Toronto un programa llamado PHASES,
descrito en la Sección 7.3.3. Este programa usa un modelo bi-dimensional
híbrido de elementos finitos/elementos de borde, la cual está asociada con
facilidades de uso gráfico pre y post procesados. El grado de la malla de
elementos finitos, que es generado automáticamente en el pre procesador, rodea
a la abertura y se extiende hacia fuera de la interfase de los elementos de borde.
El uso de los elementos finitos en la masa rocosa inmediatamente circundante a
la abertura, permite la inclusión en el modelo de una variedad de tipos de
materiales y sistemas de sostenimiento.

Se puede considerar un número de etapas sucesivas de excavaciones y la falla


progresiva de la masa rocosa y la reacción del sistema de sostenimiento puede
ser analizada para todas estas etapas. El modelo de elementos de borde, el cual
rodea al modelo de elementos finitos central, se extiende hacia el infinito. Este
tiene la ventaja, que no se requiere ninguna discretización adicional de este
modelo, y que los esfuerzos in situ de campo lejano pueden ser aplicados sin
consideraciones especiales de las condiciones de borde. Para definir la
resistencia de la masa rocosa, se pueden utilizar los criterios de falla de Mohr-
Coulomb y de Hoek-Brown. Se asume que la falla de la masa rocosa involucra
una reducción en la resistencia desde un conjunto de parámetros de resistencia a
un conjunto de parámetros de resistencia inferiores (elásticas – frágiles –
plásticas) con provisión para la dilatancia (cambio de volumen) en la zona de
falla.

9.3.1 Análisis de interacción del sostenimiento usando PHASES

El ejemplo del pique circular sometido a un campo de esfuerzos hidrostáticos,


que se trató analíticamente en la sección previa, puede ser analizado por medio
del programa PHASES. El resultado de tal análisis es presentado en la Figura
9.7.

La malla de elementos finitos automáticamente generada alrededor del pique es


mostrada en la Figura 9.7a. El programa proporciona una fijación por omisión
(default) para el número de elementos sobre los bordes de la abertura, pero el
usuario puede editar este valor si fuera necesario. En este caso, han sido
especificados 75 elementos, para asegurar la creación de una malla fina, a fin de
mostrar detalles de la zona de falla.

Se asume que la masa rocosa circundante al pique, falla a partir de los


parámetros de resistencia especificados (c = 2.6 MPa y  = 30º), a los mismos
parámetros de resistencia en una manera elástica – plástica. En otras palabras,
no se permite ninguna caída de la resistencia asociada con la falla frágil, a fin
de asegurar que el proceso de falla sea el mismo como aquel asumido en el
modelo analítico.
118

a: Malla de elementos finitos alrededor de una d: Zona de falla circundante al pique sostenido y
abertura, extendiéndose hacia los bordes contornos de las relaciones resistencia/esfuezo en
superficiales del elemento la masa rocosa elástica

b: Zona de falla circundante al pique sin e: Contornos del desplazamiento radial total en la
sostenimiento y contornos de la relación roca circundante de un pique sostenido. El
resistencia a esfuerzo en la masa rocosa elástica desplazamiento máximo de la pared es 38 mm

Figura 9.7: Resultados obtenidos de un análisis


c: Contornos de desplazamiento radial total, en la
roca circundante al pique sin sostenimiento. El usando el programa PHASES, para el pique
máximo desplazamiento de la pared es 46 mm discutido en la Sección 9.2.6.
119

La zona de falla mostrada en la Figura 9.7b es representada por una serie de


pequeñas crucetas, cada uno localizado aproximadamente en el centro de un
elemento triangular. La zona de falla es generada por una sucesión de cálculos,
en el cual el exceso de carga que no puede ser asumido por un elemento fallado,
es transferido al elemento elástico adyacente. Si la carga total asumida por estos
elementos es muy alta, ellos fallan, y transfieren el exceso de carga al siguiente
elemento elástico. Comenzando desde el borde de la excavación donde los
esfuerzos son mas altos, la falla se propaga hacia el exterior hasta que el exceso
de carga transferido es lo suficientemente pequeña, que esta puede ser asumida
por el elemento elástico circundante sin falla posterior.

Es dificultoso medir con precisión el radio de la zona de falla, a causa de que


las crucetas que indican la falla en el borde de la zona, son localizadas en los
elementos de tamaño creciente. Mediciones aproximadas dan un radio de la
zona de falla de alrededor de 4 m, comparado con los 3.8 m calculado en la hoja
de cálculo mostrado en la Figura 9.6.

Los contornos que circundan la zona de falla en la Figura 9.7b, definen las
relaciones de la resistencia disponible al esfuerzo inducido en la masa rocosa
elástica. El contorno que define la condición donde la resistencia iguala al
esfuerzo, corresponde al borde exterior de la zona de falla.

La Figura 9.7c da los contornos de los desplazamientos en la masa rocosa


circundante al pique. Estos desplazamientos son todos radiales hacia en interior
del túnel, y el máximo desplazamiento de borde es 46 mm, comparado con el
valor anticipado de 47 mm en la Figura 9.6.

La Figura 9.7d muestra la zona de falla y los contornos resistencia/esfuerzo,


para un modelo en el cual se ha instalado un arreglo radial de pernos de roca
mecánicamente anclados de 3 m de longitud y 34 mm de diámetro. PHASES
permite el pre-tensionamiento de los pernos y también la ocurrencia de una
cantidad especificada de falla, antes que los pernos lleguen a ser completamente
efectivos, correspondiendo aproximadamente al retardo definido por uso en la
Figura 9.5. Estos valores han sido estimados de tal manera que la presión del
sostenimiento sea aproximadamente igual al valor de la presión del
sostenimiento de cerca de 0.3 MPa, en la cual ocurre el equilibrio en la Figura
9.6. Observe que el radio de la zona de falla ha sido ligeramente reducido
(comparar las Figuras 9.7d y b) y que el máximo desplazamiento de la pared ha
sido reducido a 38 m comparado a los 43 mm anticipados en la Figura 9.6.

La precisión de estas comparaciones no es de significancia práctica, desde que


este ejemplo particular ha sido presentado para demostrar algunas de las
capacidades del PHASES y mostrar sus relaciones con el modelo analítico
discutido inicialmente. El ejemplo incluido en el manual del programa y en
secciones posteriores de este libro, demuestra el uso del poderío de capacidades
que están incluidos en el programa.
120
121

10 Astillamiento progresivo en roca masiva frágil

10.1 Introducción

Uno de los problemas que se encuentran en los túneles de la ingeniería minera


y civil, es el lajamiento o astillamiento del techo y de las paredes. Esto puede
tomar la forma de pequeños estallidos de roca, en la cual pueden despegarse
de las paredes lajas rocosas de forma parecida a platillo de comida, con un
sonido audible, o astillamiento gradual en lugares donde las lajas rocosas
progresan, y estos fallan a considerable distancia desde el techo y piso. En
algunos casos el astillamiento puede ser lo suficientemente severo para ser
clasificado como un verdadero estallido de roca.

En todos los casos, la roca circundante a la excavación es frágil y masiva. En


este contexto, masiva significa que hay pocas discontinuidades, tales como
diaclasas o juntas, o alternativamente, el espaciamiento de las
discontinuidades es del mismo orden de magnitud que las dimensiones de la
abertura.

Este capítulo presenta un método para estimar la extensión de este lajamiento


o astillamiento, a fin de proporcionar una base para el diseño del
sostenimiento de la roca. Ningún intento se ha hecho para investigar la física
de los procesos de la roca en forma detallada, por que el objetivo fue producir
una solución que podría ser aplicado por el ingeniero trabajando en el campo
con mínimos datos para sus propósitos. Sin embargo, un gran cantidad
indefinida de valorable información de antecedentes, fue extraído del trabajo
de un número de autores como Bieniawski (1967), Cook (1965), Ewy y Cook
(1990), Fairhurst y Cook (1966), Hoek (1965), Kemeny y Cook (1987), Lajtai
y Lajtai (1975), Martín (1993), Pelli et.al. (1991), Zheng et.al. (1989), Ortlepp
y Gay (1984) y Ortlepp (1992, 1993).

10.2 Ejemplos de astillamiento en excavaciones subterráneas

La Figura 10.1 muestra un astillamiento típico de la pared, que puede ser


observado en taladros y chimeneas construidas mediante corte directo (raise
bored) en roca altamente esforzada. El astillamiento se inicia en el borde del
taladro en puntos donde el esfuerzo compresivo tangencial es mas alto. Estos
puntos ocurren en la intersección del eje del esfuerzo principal mínimo y el
borde del taladro.

La Figura 10.2 ilustra el astillamiento en una cuarcita masiva a una


profundidad de cerca de 1500 m en una mina subterránea. Estos astillamientos
ocurrieron por un número de años y no plantearon una mayor amenaza para la
estabilidad de las aberturas o para los mineros.

Una situación mas seria es ilustrada en la Figura 10.3, la cual muestra una
caída de rocas por astillamiento en la esquina superior derecha (justo encima
de la cabeza del hombre) de una abertura en una mina metálica grande.
También es visible en el primer plano de la fotografía, un astillamiento
paralelo a la pared derecha de la abertura. El astillamiento de este tipo es
relativamente no común, pero ellos pueden ser muy peligrosos debido al
tamaño de las piezas que pueden caer desde el techo de la abertura.
122

Figura 10.1: Astillamiento en


las paredes de la chimenea
construida mediante corte
directo (raise bored), en roca
masiva. Se muestra la dirección
del esfuerzo principal máximo.
El astillamiento se inicia en los
puntos de mayor concentración
de esfuerzos compresivos, lo
cual ocurre en ángulos rectos a
la dirección del esfuerzo
principal máximo.

Dirección del esfuerzo principal

Figura 10.2: Astillamiento de la pared de


una galería en cuarcita, a una profundidad
cerca de 1500 m en una mina de uranio.
En este caso, un tajeo abierto a la izquierda
de la fotografía causó los esfuerzos en la
pared derecha de la galería,
suficientemente altos para iniciar el
astillamiento. Este astillamiento es
relativamente menor y es paralelo a la
pared de la galería.
123

Figura 10.3: Astillamiento del techo de una abertura en roca altamente esforzada. Las
lajas sobre el piso han caído del lado del techo, justo encima de la cabeza del hombre.
También es visible el astillamiento paralelo a la pared derecha.

10.3 El Laboratorio de Investigación Subterránea AECL

Algunas de las mejores observaciones y mediciones de astillamientos y


lajamientos en roca masiva alrededor de excavaciones subterráneas, han sido
llevadas a cabo en el Laboratorio de Investigación Subterránea (URL) de
Energía Atómica del Canadá, en Pinawa, Manitoba. Descripciones detalladas
del URL y de las observaciones están contenidas en publicaciones de Martín y
Simmons (1992) y Martín (1990, 1993).

El URL está ubicado dentro del batolito de granito Lac du Bonnet, el cual se
considera ser representativo de las varias intrusiones de granito del escudo
Precámbrico Canadiense. En el nivel 420, este granito es masivo y casi
completamente exento de rasgos estructurales.

El esquema general de las excavaciones en el nivel 420 del URL es ilustrado


en la Figura 10.4. Los tres sitios que serán discutidos en las siguientes páginas
son la Cámara 405, la Cámara 413 y el Túnel de Pruebas.
124

pique de 4.6m de diámetro

Cámara 409
14 MPa

55 MPa
48MPa
esfuerzos in-situ

Cámara 405
Túnel de
pruebas
N

escala

5m

Cámara 413

Figura 10.4: Esquema de las excavaciones en el nivel 420 del URL, y las ubicaciones
y perfiles usados en los análisis presentados en las siguientes páginas. Según Martin
(1993).

10.3.1 Esfuerzos in situ en el nivel 420

Estudios muy extensos sobre los esfuerzos in situ en la roca masiva han sido
llevados a cabo en el URL, usando una variedad de técnicas de mediciones de
esfuerzos (Martín, 1990). Estos esfuerzos son probablemente los mejor
definidos que aquellos en cualquier otro sitio del mundo.

Los esfuerzos in situ en el nivel 420 son mostrados en la Figura 10.4. Ellos
son:

1 = 55 MPa Paralelo a la Cámara 413


2 = 48 MPa Paralelo a la Cámara 405
3 = 14 MPa Sub vertical
 = 14º Inclinación de 1 a la horizontal

10.3.2 Propiedades del granito Lac du Bonnet

Las propiedades del granito Lac du Bonnet han sido estudiados por Lajtai en
la Universidad de Manitoba (Lajtai, 1982) y por el Laboratorio de
Investigación Minera CANMET en Ottawa (Lau y Gorski, 1991).

Los ensayos triaxiales sobre el granito Lac du Bonnet, cerca de la superficie


(0 – 200 m) y en el nivel 420 producen resultados muy diferentes. Esta
diferencia ha sido atribuida a los daños inducidos geológicamente en la roca
altamente esforzada del nivel 420. En los análisis que siguen, se ha asumido
que las propiedades del granito intacto son representadas por los resultados de
los ensayos sobre la roca cercana a la superficie (c = 210 MPa, m = 28.0 y s
= 1), mientras que los valores de m y s obtenidos de ensayos sobre muestras
tomadas del nivel 420 (c = 210 MPa, m = 10.84 y s = 0.296), son
representativos de la roca de inferior calidad de alrededor de las aberturas.
125

Esfuerzo axial (MPa)


Comienzo post-pico
f Pico
200
cd
Agrietamiento inestable = 80% f
ci
Crecimiento estable de grietas III
Iniciación del agrietamiento 100 = 40% f

Región elástica 2
E
Cierre de grietas I

-0.2 -0.16 -0.12 -0.08 -0.04 0 0.1 0.2 0.3 0.4


Deformación lateral % Deformación axial %
0.1
Banada V/V medido
extensometrica 1 V/V %
axial 0

3 Cierre de grietas
-0.1 Deformación volumétrica
calculada
Banada Crecimiento de grietas
extensometrica -0.2
lateral 0.1 0.2 0.3 0.4
Deformación axial %
Figura 10.5: Curvas típicas esfuerzo/deformación para el granito Lac du Bonnet,
mostrando los puntos que definen la resistencia pico, el comienzo del crecimiento inestable
de grietas y el comienzo del crecimiento estable de grietas. Según Martin (1993).

En la Figura 10.5 se reproduce una curva típica esfuerzo/deformación para el


granito Luc du Bonnet, y en la Figura 10.6 se da un conjunto completo de
resultados de ensayos triaxiales para el granito del nivel 420.

Ha sido argumentado por autores como Bieniawski (1967), que la resistencia a


largo plazo de la roca masiva es definida por el nivel de esfuerzo a la cual
ocurre el crecimiento inestable de grietas. Como se muestra en la Figura 10.5,
esto está definido por el pico de la curva de deformación volumétrica, el cual
ocurre entre el 70 y 80 % de la resistencia pico de la roca. Los valores que
definen el comienzo del crecimiento inestable de grietas, serán usados en el
análisis de la falla progresiva alrededor de las varias aberturas consideradas.

10.3.3 Las Cámaras 413 y 405 del URL

Como se muestra en la Figura 10.4, la principal diferencia entre estas dos


excavaciones es que la Cámara 413 está alineada en forma paralela al esfuerzo
in situ principal máximo (1 = 55 MPa), mientras que la Cámara 405 está
alineada paralela al esfuerzo principal intermedio (2 = 48 MPa). Como se
muestra en la Figura 10.7, se observó muy poco astillamiento en los bordes de
la Cámara 413 (figura izquierda), mientras que en la Cámara 405, ocurrieron
astillamientos bastante severos, en la parte superior izquierda del techo y en el
piso (figura derecha).

Las zonas de falla anticipadas por el programa PHASES para las Cámaras 413 y
405, son ilustradas en el dibujo inferior de la Figura 10.7. Los modelos
PHASES para estas excavaciones fueron idénticos, excepto las condiciones de
los esfuerzos aplicados. Las formas de la excavación fueron construidas
mediante trazado de los dibujos presentados por Martin (1993). Las propiedades
asignadas al granito fueron las siguientes:
126

500

400

MPa 1
300

MPa
Resistencia axial
300

Resistencia al corte
200
200
100

100 0 100 200 300 0


Esfuerzo normal MPa

0 50 100 150 200 300


Esfuerzo normal 3 MPa

Figura 10.6: Resultados de ensayos triaxiales sobre muestras de granito del nivel
420 del URL. Los esfuerzos son para el comienzo del crecimiento inestable de
grietas, como se define en la Figura 10.5. Las curvas ajustadas son definidas por
los siguientes valores: c = 210 MPa, m = 10.84 y s = 0.296

14 MPa 14 MPa
48 MPa 55 MPa

Media barreta Media barreta

1m
1m

Cámara 413 Cámara 405

Figura 10.7: Comparación entre la falla observada y la falla anticipada en las


Cámaras 413 y 405 del nivel 420 del URL. Las ilustraciones superiores
corresponden a condiciones observadas en las Cámaras 413 y 405
respectivamente. Los dibujos inferiores muestran las zonas de falla anticipadas por
el programa PHASES, aplicando las condiciones de esfuerzos in situ mostradas.
127

Módulo de Young E = 60,000 MPa


Relación de Poisson v = 0.2
Resistencia intacta c = 210 MPa
Granito no disturbado m = 10.84
Granito no disturbado s = 0.296

Esfuerzo
Granito fallado mr = 1.0 frágil
Granito fallado sr = 0.01

Note que al granito fallado se le asigna resistencias muy bajas, a fin de simular plástico
el proceso de falla elástico-frágil-plástico, el cual resulta en el astillamiento de
la roca y en la falla desde el techo de la excavación.
Deformación

La zona de falla anticipada por el modelo PHASES muestra una razonable


similitud a la falla observada. Se halló que la forma final de la zona de falla Comportamiento elástico-
fue muy sensible a la forma de la excavación a partir de la cual la falla se frágil-plástico asumido para
inició, pero la profundidad y el volumen de la zona de falla (los cuales son de la roca masiva frágil
mayor interés para el diseño del sostenimiento), fueron controlados por la
resistencia del material y por los esfuerzos in situ.

10.3.4 Túnel de Prueba del URL

Como se muestra en la Figura 10.4, el Túnel de Prueba fue excavado paralelo


a la Cámara 405. El túnel de prueba de 3.5 m de diámetro, tuvo un perfil
circular y fue excavado en incrementos de 1 m y 0.5 m usando perforaciones
de línea de perímetros y rotura mecánica del resto de la roca. La excavación de
cada incremento podría haber sido completado en dos guardias de 8 horas,
pero las actividades experimentales restringieron el progreso a una tanda cada
tres días.

3= 14 MPa

7 de Agosto de 1992
7 de Abril de 1992 26 de Febrero de 1992
2 Marzo 1992
21 de Febrero de 1992
1.3 a
a= 1.75m

1= 55 MPa

7 de Agosto de 1992

Figura 10.8: Desarrollo progresivo de la geometría del fracturamiento en el techo y


piso del Túnel de Prueba del URL sobre un periodo de cinco meses.
128

Figura 10.9: Modelo PHASES mostrando la forma anticipada de la zona de falla


para el Túnel de Prueba.

El túnel fue excavado en un periodo de seis meses. La falla en el techo y en


el piso fue observada inmediatamente conforme fue ejecutándose cada tanda
de excavación, y progresó conforme el túnel de prueba fue avanzado. La
Figura 10.8 ilustra el desarrollo del fracturamiento en el techo en un periodo
cercano a cinco meses. El desarrollo progresivo del fracturamiento en el piso
no está disponible por que el piso siempre contenía ‘escombros de túnel’
hasta que el avance del túnel fue completado. Sin embargo, la forma final del
fracturamiento en el piso es muy similar al fracturamiento en el techo. Los
datos dados en la Figura 10.8 no reflejan los tiempos actuales requeridos
para que el fracturamiento se desarrolle pero las fechas del actual
fracturamiento fueron levantadas topográficamente. Los espesores de las
lajas de astillamiento que creó el fracturamiento, variaron desde unos pocos
milímetros hasta decenas de milímetros y al parecer ellos no siguieron
alguna dirección preferencial de lajamiento, es decir, las lajas se formaron en
ambos lados del fracturamiento. Indiferente del proceso causante del
desarrollo del fracturamiento, la orientación y geometría del mismo fue
consistente desde el inicio hasta el final del túnel de prueba, y esta
orientación es consistente con los 14º de plunge del esfuerzo principal
máximo.

Las zonas de falla anticipadas por el modelo PHASES, usando datos de


entrada idénticos a aquel utilizado para el análisis de la Cámara 405, son
ilustradas en la Figura 10.9. La correspondencia entre la falla observada y
anticipada es considerada aceptable para la mayoría de los propósitos
prácticos de diseño.

10.4 Ejemplo de la Mina El Teniente, Chile

El siguiente ejemplo ha sido tomado de un artículo de investigación no


publicado, de P.K.Kaiser, y está incluido en este capítulo con permiso de la
Mina El Teniente de Chile. El túnel fue excavado en andesita, para lo cual se
estimó que la Valoración de la Masa Rocosa RMR = 62 a 69.
129

Utilizando el procedimiento descrito en el Capítulo 8, la resistencia de la masa


rocosa fue estimada como sigue:

Resistencia compresiva uniaxial de la roca intacta c = 150 MPa


Constante Hoek Brown para roca no disturbada m = 8.35
Constante Hoek Brown para roca no disturbada s = 0.032
Módulo de deformación E = 25,000 MPa
Relación de Poisson v = 0.3
Andesita fallada mr = 1.0
Andesita fallada sr = 0.01

Los esfuerzos in situ para este ejemplo fueron asumidos, a partir de mediciones
de campo, siendo 1 = 38 MPa, 2 = 31 MPa, 3 = 24 MPa y la inclinación a la
horizontal  = 28º.

Como los otros ejemplos discutidos en este ejemplo, la coincidencia entre las
zonas de falla observadas y asumidas mostrada en la Figura 10.10, es
considerada adecuada para la mayoría de las aplicaciones prácticas. Los
resultados anticipados fueron obtenidos usando el programa PHASES y las
resistencias y esfuerzos definidos arriba. En este caso, también se ha usado una
caída del esfuerzo frágil masivo (definida por las propiedades de la andesita
fallada, m = 1.0 y s = 0.01), para simular el astillamiento del techo y las paredes.
Alguna falla del piso del túnel actual ocurrió como fue sugerido por la zona de
falla anticipada en la Figura 10.10.

10.5 Experiencia Sud Africana

Ortlepp y Gay (1984) publicaron detalles de un túnel experimental a una


profundidad de 3250 m debajo de la superficie, en cuarcita masiva, en la Mina
East Rand Proprietary en Sud Africa. El túnel fue sometido a cambios
significativos de esfuerzos desde 1975 hasta 1980, como resultado del minado
del tajeos adyacentes. Severos astillamientos ocurrieron durante este tiempo,
resultando en la forma final ilustrada en la Figura 10.11 y 10.12. El ancho del
túnel excavado fue de 1.5 m y al final la ‘sobrerotura’ extendió el ancho a casi 4
m.

De los detalles de la roca intacta contenidos en el artículo, la resistencia de la


masa rocosa fue estimada para un valor RMR de 75, considerando el daño de la
voladura y pocos rasgos estructurales. La resistencia de la masa rocosa usada en
el análisis PHASES fue como sigue:

Figura 10.10: Comparación entre la falla observada y anticipada alrededor de un túnel


en la mina El Teniente en Chile.
130

Resistencia compresiva uniaxial de la roca intacta c = 350 MPa


Constante Hoek Brown para roca no disturbada m = 9.42
Constante Hoek Brown para roca no disturbada s = 0.062
Módulo de deformación E = 40,000 MPa
Relación de Poisson v = 0.2
Cuarcita fallada mr = 1.0
Cuarcita fallada sr = 0.01

De las figuras publicadas en el artículo, se estimaron los siguientes esfuerzos in


situ: 1 = 225 MPa, 2 = 85 MPa, 3 = 220 MPa. El esfuerzo principal máximo
esta a 10º de la vertical.

Los resultados del análisis PHASES de este problema son reproducidos en la


Figura 10.13 y el material fallado es mostrados por las marcas x. Comparado
con el levantamiento topográfico del perfil de ‘sobrerotura’ reproducido en la
Figura 10.12, es evidente que el análisis ha sobreestimado la extensión de la
falla. La ubicación de la zona de falla en las paredes, coincide con las
descripciones del artículo de Ortlepp y Gay. Las grietas ‘tipo alas’ anticipadas,
propagándose en la dirección del esfuerzo principal máximo, sugirieron que la
resistencia estimada fue muy baja (Hoek,1965). Sin embargo, estas grietas
podrían ser dificultosas de detectar en subterráneo. Por consiguiente, no se
conoce si ellas existieron o no. También no es conocida si la falla se extendió
hacia el piso como fue sugerido en el análisis.

En la fijación de este análisis se adoptó una decisión arbitraria de reducir los


valores de resistencia de laboratorio de la cuarcita (c = 350 MPa, m = 23 y s =
1) a propiedades correspondientes a una masa rocosa tipo ‘bloqueada/buena’
(ver Tabla 8.4), con un valor RMR de 75, dando c = 350 MPa, m = 9.42 y s =
0.062. Una verificación, usando propiedades estimadas para un valor de RMR
de 80, resulta en una sub estimación de la extensión de la zona de falla y una
eliminación de las grietas ‘tipo alas’. El perfil levantado topográficamente
mostrado en la Figura 10.12 parece que está entre estas dos predicciones.

Figura 10.11: Sobrerotura resultante del astillamiento en un túnel en cuarcita masiva, a


una profundidad de 3250 m debajo de la superficie, en la Mina East Rand Proprietary
(ERPM) en Sud Africa. Fotografía proporcionada por Mr. David Ortlepp.
131

Figura 10.12: Levantamiento topográfico de la sobrerotura en la roca circundante al


túnel, en el benchmark 7/8. Según Ortlepp y Gay (1984).

225 MPa

85 MPa

Figura 10.13: Zona de falla anticipada por el análisis PHASES.

Este análisis sugiere que la extensión de la zona de falla es muy sensible a las
propiedades de la masa rocosa asumidas. Es muy improbable que mejores
estimados de la resistencia de la masa rocosa, que aquellos usados en este
análisis, se tengan disponibles en un futuro cercano. Consecuentemente, se
puede anticipar alguna imprecisión en el tamaño y forma de la zona de falla
anticipada. Esta diferencia es más de significado académico que práctico,
desde que las técnicas disponibles de diseño del sostenimiento no son
suficientemente refinadas para tomar en cuenta estas diferencias.

Un segundo ejemplo de un túnel altamente esforzado en una mina de oro de


Sud Africa, ha sido descrito por Ortlepp (1993). Este túnel fue minado en
cuarcita masiva, a una profundidad de 2700 m debajo de la superficie,
habiendo ocurrido severos astillamientos en la esquina superior derecha del
túnel, como se ilustra en la Figura 10.14. También se conoce que ocurrieron
lajamientos en la pared izquierda, pero la extensión de este lajamiento no está
clara.
132

Figura 10.14: Astillamiento alrededor de un túnel, en cuarcita masiva, a una profundidad de 2700 m
debajo de la superficie, en una mina de oro en Sudáfrica. Fotografía proporcionada por Mr. David
Ortlepp.

Ninguna información sobre las propiedades del material esta disponible. De


aquí que, las propiedades han sido estimadas de la información publicada
sobre la cuarcita de Witwatersrand (Hoek, 1965). Las propiedades in situ
están basadas en la suposición de que la cuarcita está ‘bloqueada’ y es de
‘buena’ a ‘muy buena’ calidad, con un valor de RMR de 80. Las propiedades
de la masa rocosa usadas en el modelo PHASES están definidas por:

Resistencia compresiva uniaxial de la roca intacta c = 200 MPa


Constante Hoek Brown para roca no disturbada m = 16
Constante Hoek Brown para roca no disturbada s = 0.33
Módulo de deformación E = 90,000 MPa
Relación de Poisson v = 0.2
Cuarcita fallada mr = 1.0
Cuarcita fallada sr = 0.01

Los valores de los esfuerzos in situ han sido derivados a partir de un número
de mediciones de esfuerzos en el área general de este túnel, y son como
sigue:

1 = 90 MPa Sub vertical


2 = 89 MPa Paralelo al túnel
3 = 70 MPa Sub horizaontal
 = 50º Inclinación de 1 a la horizontal

Las zonas de falla anticipadas por el estudio del modelo PHASES son
mostradas en la Figura 10.15, y parecen estar muy de acuerdo con el tipo de
daño que se visualiza en la fotografía reproducida en la Figura 10.14.
133

90 MPa 70 MPa

Figura 10.15: Zonas de falla anticipados por PHASES para el ejemplo del segundo
túnel.

En comunicación personal, Ortlepp ha comentado que el modelo PHASES no


reproduce los procesos de lajamiento por tensión, lo cual es aparente en la
esquina superior derecha del túnel ilustrado en la Figura 10.14. La Figura 10.15
muestra que la falla de corte (denotado por el símbolo x) es el modo de falla
dominante anticipada para esta región. Mientras que esta diferencia no está en
disputa, se cree que la reducción del confinamiento como resultado del proceso
de falla progresiva (controlada por la gran caída del esfuerzo frágil) produce un
resultado final similar. De aquí que, hasta que se tenga disponible un modelo de
lajamiento progresivo por tensión, el uso del modelo PHASES parece
proporcionar una herramienta razonable para la predicción del astillamiento
progresivo en roca masiva frágil.

10.6 Implicancias para el diseño del sostenimiento

Los procesos de astillamiento discutidos en este capítulo tienden a iniciarse muy


cerca al frente de avance del túnel y, mientras que la extensión completa de la
zona de falla puede tomar tiempo para desarrollarse, pequeñas caídas de roca
pueden ocurrir cerca al frente y pueden poner en amenaza a las cuadrilla de
trabajadores. Los métodos tradicionales de sostenimiento en tales casos
involucran la instalación de pernos de roca relativamente cortos, mecánicamente
anclados, con malla de alambres fijados debajo de la platina de carga. El
propósito de este sostenimiento es asumir el peso muerto de la roca fracturada y
prevenir la falla cerca al frente de trabajo. Es interesante considerar si métodos
alternativos de sostenimiento podrían proporcionar mayor control a los procesos
de astillamiento.

El programa PHASES incluye varias opciones para la instalación del


sostenimiento y dos de esas opciones son investigadas para el caso del túnel
minero en Chile, descritos en la Sección 10.4. Estas opciones son la instalación
de pernos de roca y la aplicación de shotcrete.

10.6.1 Empernado de rocas

Usando el modelo PHASES del túnel de 4 m de ancho, creado para el ejemplo


de El Teniente, se instaló un arreglo de pernos de roca mecánicamente anclados,
de 2 m de longitud y 25 mm de diámetro, con un reticulado de 1 m x 1 m, en el
arco del techo y en la parte superior de las paredes. Se asignó a los pernos una
capacidad de 20 toneladas y después de la instalación se les tensó a 10
134

toneladas. Se especificó un retardo en la activación de los pernos, para simular


el hecho que ellos podrían ser instalados solo cerca de 2 m detrás del frente.
Este retardo es especificado en el programa como un porcentaje de la
redistribución de carga que se permite que ocurra antes que los pernos sean
activados y, en este caso, se utilizó un factor de 30 %.

Los resultados de este análisis son presentados en la Figura 10.16, que


comparada con la Figura 10.10, muestra que los pernos tienen muy poca
influencia sobre la zona de falla. Este hallazgo no es tan sorprendente en vista
de los altos niveles de esfuerzos ( 50 MPa) en la roca circundante al túnel y el
hecho de que la presión del sostenimiento generado por los pernos de roca es
menos de 0.3 MPa.

10.6.2 Shotcrete

La adición de una capa de shotcrete de 100 mm de espesor fue simulada en el


modelo PHASES, mediante la colocación de esta contra los bordes de la
excavación como un segundo material. Este proceso implica que el
sostenimiento proporcionado por el shotcrete es activado tan pronto como el
túnel es excavado. También se asumió que la resistencia del shotcrete podría
lograrse instantáneamente a los 7 días, definida por: c = 35 MPa, m = 8 y s = 1.
Se asumió un módulo E = 20,000 MPa y una relación de Poisson v = 0.2. La
falla fue asumida como plástica perfectamente elástica, simulando el
comportamiento post falla del shotcrete reforzado con fibras de acero.

A pesar de estas suposiciones optimistas sobre las propiedades y acción de la


capa de shotcrete, la Figura 10.17 muestra que la adición de este sostenimiento
tiene una mínima influencia sobre la extensión de la zona de falla en la roca
circundante al túnel.

10.6.3 Discusión

Los resultados presentados en las Figuras 10.16 y 10.17 sugieren que la


instalación del sostenimiento no previene el comienzo y propagación del
astillamiento en la roca masiva circundante a un túnel altamente esforzado. Esto
confirma la experiencia práctica, la cual sugiere que los sistemas de
sostenimiento, tales como los pernos de roca y el shotcrete, no previene la
iniciación de la falla de la roca y que su propósito es controlar esta falla una vez
que esta se haya iniciado.

Figura 10.16: Zona de falla en una andesita circundante a un túnel de 4 m de ancho, el


cual ha sido empernada con pernos de 2 m de longitud y 25 mm de diámetro.
135

Figura 10.17: Zona de falla en una andesita circundante a un túnel de 4 m de ancho,


sostenida por medio de una capa de 100 mm de espesor de shotcrete reforzado con
fibras de acero y un arreglo de varillas totalmente inyectadas y tensionadas, de 2 m de
longitud y 25 mm de diámetro.

La instalación temprana de los sistemas de sostenimiento que son muy rígidas,


resultará en el sobresforzamiento y la falla del sostenimiento.
Consecuentemente, el sostenimiento deberá ser suficientemente dócil para
acomodar la dilatación generada por el proceso de falla, pero suficientemente
fuerte para sostener el peso muerto de la roca fracturada. Pernos de roca
mecánicamente anclados, no inyectados, con malla de alambres sujetados
debajo de la platina de carga, son apropiados para túneles pequeños, en los
cuales la cantidad de astillamiento es limitado. Para grandes excavaciones o
para contener astillamientos severos, se debería usar cables de múltiples
cordones trenzados y de alta capacidad, con secciones ‘tramos’ no inyectadas
(creadas mediante revestimiento del cable con una camiseta plástica antes de la
inyección).

La aplicación del modelo PHASES, en la manera descrita en este capítulo, dará


una evaluación razonable de la ubicación y la extensión de la zona de
astillamiento potencial. La extensión de esta zona de falla puede ser usada para
estimar la capacidad y la longitud de los elementos de sostenimiento tales como
los pernos de roca o los cables.
136
137

11 Aplicaciones típicas del sostenimiento

11.1 Introducción

La amplia variedad de formas de los cuerpos mineralizados y las características de


la masa rocosa que son encontradas en el minado subterráneo, significa que cada
mina presenta un reto de diseño único. Los métodos ‘típicos’ de minado tienen que
ser modificados para ajustarse a las peculiaridades de cada cuerpo mineralizado.
Similarmente, las excavaciones de servicio tales como piques, rampas, galerías de
transporte y puntos de carguío, tienen que ser planificados para ajustarse con la
geometría de la mina, las dimensiones de los equipos a ser utilizados y las
características de la masa rocosa.

Los autores reconocen que intentar presentar las aplicaciones ‘típicas’ del
sostenimiento, es una tarea casi imposible. La mayoría de los ingenieros de minas
experimentados que lean este capítulo, hallarán que estos ejemplos no se ajustan
muy bien a sus propias condiciones mineras. No obstante, hay un número de
conceptos fundamentales que son aplicables al diseño del sostenimiento, los
mismos que permanecerán válidos, aunque los detalles de los sistemas de
sostenimiento sean cambiados para adecuarse a las condiciones locales.

El intento ha sido orientado a capturar y describir estos conceptos fundamentales


en los siguientes ejemplos.

Cada ejemplo ha sido escogido para ilustrar los principios fundamentales que
pueden ser utilizados como un punto de partida para el diseño del sostenimiento.
En la descripción del diseño de los sistemas típicos de sostenimiento de los puntos
de carguío, los factores que controlan el rendimiento del sistema de sostenimiento
(abrasión, vibración, daño de la voladura secundaria, cambio de los esfuerzos
debido al tajeado) son descritos e ilustrados por medio de fotografías y bocetos. Se
consideran los sistemas de sostenimiento típicos que rinden bien en puntos de
carguío; se discuten las razones del pobre rendimiento de otros sistemas de
sostenimiento. La extensión a la cual los lectores deseen usar estos diseños
‘típicos’ o modificarlos, depende de las circunstancias particulares bajo
consideración en el tiempo. En varios casos, son adecuados los diseños simples de
prueba y error, mientras que en otros casos, pueden ser necesarios análisis
exhaustivos y rediseños, a fin de llegar a una solución práctica aceptable.
Esperamos que la información contenida en los otros capítulos de este volumen sea
de asistencia en estos diseños detallados,

11.2 Sistemas de sostenimientos ‘seguros’

La forma más simple de sostenimiento de una excavación subterránea es aquel que


es instalado solo por razones de ‘seguridad’. Este sostenimiento no es el llamado
para asumir cargas muy severas, debidas a las fallas de grandes cuñas o a
inestabilidades inducidas por esfuerzos masivos, sino que su función es proveer un
nivel de seguridad aceptable para el personal y los equipos de la mina.

Hay cientos de kilómetros de túneles mineros y de la ingeniería civil alrededor del


mundo, los cuales han sido minados y operados exitosamente sin sostenimiento.
Estos túneles o están en roca de muy buena calidad o ellos no son usados
frecuentemente, de tal manera que la seguridad no es una materia principal. La
decisión sobre cuándo es requerido el sostenimiento en tales túneles es muy
138

subjetivo, desde que hay muy pocos lineamientos, y aquellos que existen varían
ampliamente de país a país. Posiblemente, el único lineamiento existente es que las
aberturas de tráfico intenso como piques, rampas y galerías de transporte, deberían
tener instalados pernos de roca y malla, para proteger al personal y a los equipos de
las caídas de rocas.

La Figura 11.1 ilustra una rampa en una mina subterránea. La rampa está ubicada
en la caja piso, a alguna distancia del cuerpo mineralizado, y no se anticipó en esta
excavación ningún problema de inestabilidad significativo inducido por los
esfuerzos. La masa rocosa es de calidad relativamente buena, con pocas diaclasas y
fracturas inducidas por la voladura. La mayoría de los materiales sueltos fueron
removidos por un adecuado desatado antes de la instalación del sostenimiento.
Bajo estas circunstancias, no hubo necesidad de diseñar un sistema de
sostenimiento para controlar el lajamiento, el astillamiento y los desplazamientos
inducidos por los esfuerzos o fallas de grandes cuñas. El único propósito del
sostenimiento fue prevenir las pequeñas caídas de rocas que puedan dañar al
personal y equipo.

El sostenimiento ilustrado en la Figura 11.1 consiste de un arreglo de pernos de


roca y malla electrosoldada que se extiende sobre el techo y la parte superior de las
paredes de la rampa. Desde que los pernos de roca no son requeridos para asumir
cargas significativas, se instalaron pernos de rocas mecánicamente anclados de 2 m
de longitud y un reticulado de 2 m x 2 m, con la malla asegurada por medio de las
platinas de estos pernos. La vida de trabajo de esta rampa fue solo de pocos años,
por lo que los problemas de corrosión no fueron considerados como un factor
principal. Para las excavaciones que requieren de mayor sostenimiento permanente,
los pernos de rocas no inyectados y la malla electrosoldada mostrados en la Figura
11.1 podrían no ser una apropiada selección a causa del riesgo de corrosión.

La Figura 11.2 muestra un túnel para transporte por faja transportadora, en el cual
se ha instalado un sostenimiento más ‘permanente’. Aquí se colocaron varillas
inyectadas en el techo y en la parte superior de las paredes del túnel, luego la
superficie entera del túnel fue cubierta por una capa de shotcrete de cerca de 50
mm de espesor. Este sistema de sostenimiento es obviamente más sustancial que el
ilustrado en la Figura 11.1 y ha sido diseñado para una vida cercana a diez años. El
costo de este sostenimiento es justificable, debido a que se requerirá muy poco
mantenimiento o rehabilitación durante la vida del túnel. La rehabilitación podría
ser muy costosa, y en el caso del túnel para transporte con faja transportadora o en
una ruta crítica similar en la mina, la interrupción de las operaciones por las caídas
de rocas podría ser un problema serio.

En la Figura 11.3 se ilustran los tipos de problemas de inestabilidad que pueden


ocurrir en una excavación sin sostenimiento. Aquí la masa rocosa presenta un
diaclasamiento relativamente cercano, y como resultado de la voladura en tajeos
adyacentes, han ocurrido caídas de pequeñas cuñas y bloques desde el techo del
túnel. La Figura 11.4 muestra un número de instalaciones de sostenimientos
‘típicos’. Ellos pueden ser considerados para situaciones donde no se anticipan
inestabilidades significativas, sino donde hay necesidad de asegurar que las
aberturas permanezcan seguras para el personal y el equipo.

Los pernos y varillas ‘seguras’ generalmente no serían requeridos para asumir


cargas mayores de una tonelada y así pueden ser utilizados pernos muy ligeros. Los
pernos de roca mecánicamente anclados o las varillas ancladas por fricción, tales
como los ‘split set’ o ‘swellex’ son adecuados para estas instalaciones. La elección
de cual sistema utilizar, depende mayormente de los costos y de la disponibilidad y
de la facilidad y velocidad de su instalación.
139

Figura 11.1: Pernos de roca y malla


electrosoldada instalados en el techo y en la
parte superior de las paredes de una rampa en
una mina subterránea. Este sostenimiento ha
sido instalado para prevenir daños al personal
y a los equipos debido a la caída de rocas
pequeñas

Figura 11.2: Un túnel para transporte por faja transportadora con


sostenimiento de pernos de roca inyectados y shotcrete. Aquí el túnel ha sido
diseñado para una vida cercana a diez años y la posible corrosión del sistema
de sostenimiento fue un principal factor en la elección del sostenimiento.
140

Figura 11.3: Acumulación de


pequeños bloques y cuñas que
han caído del techo y paredes
de un túnel sin sostenimiento
en una masa rocosa
cercanamente diaclasada. Estas
pequeñas fallas, inducidas por
las actividades de minado en
tajeos adyacentes, podrían ser
controladas por la instalación
de sistemas de sostenimiento
ligeros tales como aquellos
ilustrados en las Figuras 11.1 y
11.2. Una capa de shotcrete
puede proveer sostenimiento
muy efectivo para este tipo de
masa rocosa.

Malla

a) Excavación rectangular
convencional
Malla

.
Figura 11.4: Sistemas de sostenimiento típicos que pueden ser instalados
para mejorar la seguridad de las excavaciones de servicio tales como
galerías de transporte, rampas y túneles para transporte por faja.
141

Donde se anticipa que la corrosión probablemente será un problema, los


pernos de roca o varillas deberán tener o una cubierta protectora aplicada
(usualmente por el fabricante) o ellos tendrían que ser inyectados en el lugar.
Estos aspectos son discutidos en gran detalle en el Capítulo 12, que trata de
los pernos de roca.

Cuando la masa rocosa está cercanamente diaclasada y hay peligro de caída de


pequeños bloques y cuñas ubicados entre los pernos, se puede instalar malla
detrás de la arandela o platina del perno. Si el espacio es limitado o cuando la
superficie rocosa es muy rugosa, la mejor elección probablemente sea la malla
eslabonada. Si hay suficiente cámara de trabajo y donde las superficies
rocosas son razonablemente lisas, la mejor elección es la malla elecrosoldada.
Cuando existe la posibilidad de aplicarse shotcrete sobre la malla, la malla
electrosoldada resultará en un mejor producto final que la malla eslabonada. La malla de alambres debe estar
firmemente pegada a la roca por
Esto es a causa de que la malla eslabonada obstruye la colocación apropiada la arandela o la platina del perno
del shotcrete, formándose vacíos en lugares donde el shotcrete no ha sido de roca o varilla
capaz de penetrar la malla. El problema es menor con la malla electrosoldada,
debido a que la obstrucción creada por la cocada de alambres es menor.

No es fácil proteger a la malla contra la corrosión y cuando esto


probablemente sea un serio problema, se debería considerar el
reemplazamiento de la malla por las fibras de acero para el refuerzo del
shotcrete. Estos aspectos son discutidos en más detalle en el Capítulo 15, que
trata del shotcrete.

Las cintas metálicas pueden ser útiles para proporcionar sostenimiento entre
los pernos instalados en masas rocosas estratificadas. En tales casos, estas
cintas podrían ser instaladas transversalmente a los trozos de roca como se
ilustra en la fotografía del margen de esta página. Las cintas metálicas
instaladas paralelas al rumbo del sistema significativo de discontinuidades,
servirán poco para este propósito. Cuando la roca está formada por ‘bloques’ y La malla electrosoldada es una
no hay dirección preferencial para la colocación de las cintas metálicas, se mejor elección que la malla
debe utilizar malla en vez de cintas. eslabonada cuando las superficies
de la excavación son
11.3 Excavaciones mineras permanentes razonablemente lisas y donde hay
suficiente cámara de trabajo
Los piques, las estaciones de los piques, las cámaras de chancado
subterráneas, las bodegas y comedores subterráneos, son ejemplos de
excavaciones mineras ‘permanentes’. A causa del frecuente uso de tales
excavaciones por el personal de la mina y a causa del alto costo de capital de
los equipos que albergan estas excavaciones, se requiere un grado de
seguridad significativamente más alto que otras aberturas mineras.

Así como el caso de los sistemas de sostenimiento ‘seguros’, discutido en la


sección previa, la seguridad más que la estabilidad es generalmente el
principal factor que se toma en cuenta en el diseño de los sistemas de
sostenimiento. Estas excavaciones son usualmente diseñadas para una vida
operacional de decenas de años. Consecuentemente, la corrosión es un
Cuando se usan cintas metálicas,
problema que no podemos ignorar. En algunos casos, pueden ser usados estas deben ser colocadas
pernos de roca galvanizados o de acero inoxidable, en un intento para transversalmente a los trozos de
controlar los problemas de corrosión. Sin embargo, son usualmente más roca, como se muestra en esta
efectivos y económicos, las varillas, los pernos de roca o los cables fotografía
completamente inyectados. El shotcrete reforzado con fibras de acero o malla,
más que la malla sola o las cintas metálicas, es utilizado sobre superficies
expuestas, y en muchos casos, el espesor del shotcrete puede ser del orden de
100 a 150 mm.
142

Figura 11.5: Excavación parcialmente completada para una sala de máquinas


subterránea. Se han tomado especiales cuidados con la voladura para asegurar que no
haya sobrerotura y que la superficie rocosa sea lo más lisa posible. Un arreglo de
pernos de roca ha sido instalado en el techo y en la parte superior de las paredes. Una
capa de shotcrete será aplicada a la superficie expuesta de la excavación para asegurar
las pequeñas piezas rocosas ubicadas entre los pernos, que podrían caer. Este shotcrete
también mejorará la apariencia de las paredes y del techo, y proporcionará un mejor
fondo de iluminación.

11.4 Puntos de carguío y echaderos de mineral

Los puntos de carguío y los echaderos de mineral requieren una especial


consideración en el diseño del sostenimiento. Estas aberturas son generalmente
excavadas en roca no perturbada. Consecuentemente, el minado es
relativamente fácil y solo se requiere de poco sostenimiento para estabilizar
estas aberturas. Una vez que el minado comienza y los puntos de carguío y los
echaderos entran en operación, las condiciones cambian dramáticamente,
pudiendo ocurrir serias inestabilidades si el sostenimiento no ha sido instalado
anticipándose a estos cambios.
143

La abrasión debida al paso de cientos de toneladas de mineral fragmentado


puede causar el aflojamiento de la roca de la superficie de la abertura y puede
causar el desmoronamiento progresivo y el eventual colapso. Los cambios en
los esfuerzos, debido al minado de los tajeos adyacentes o sobreyacentes,
pueden resultar en la falla del sostenimiento. La voladura secundaria de la roca
en los puntos de carguío o echaderos de mineral, puede causar serios daños a la
roca circundante. En otras palabras, la roca circundante a estas aberturas
requiere considerable asistencia para permanecer en su lugar durante la vida de
trabajo de la abertura.

La falla del frente de un punto de carguío, puede causar la pérdida del control
de la roca fragmentada en el tajeo, resultando en serios problemas de dilución.
La Figura 11.6 muestra un punto de carguío que ha colapsado y donde la mayor Un típico punto de carguío en
parte del mineral del tajeo ha tenido que ser abandonado. En tales casos, hay un una mina metálica grande
considerable incentivo económico para instalar el correcto reforzamiento
durante el desarrollo de la abertura, a fin de evitar trabajos posteriores de
remedio, los cuales resultan costosos.

La Figura 11.7 muestra un punto de carguío que fue exitosamente reforzado por
medio de varillas de reforzamiento no tensionadas e inyectadas con cemento, las
cuales fueron instaladas durante el desarrollo del punto de carguío. Según se
muestra en la Figura 11.8, varillas inyectadas de 3 m de longitud fueron
instaladas en la roca del frente del punto de carguío, a partir del punto de carguío
y a partir de la galería de apilamiento, antes que la voladura final del área del
frente haya sido llevada a cabo. Esto significa que la masa rocosa fue pre-
reforzada y que las piezas individuales de esta masa rocosa fueron mantenidas
fuertemente entrelazadas a través de la vida de operación del punto de carguío.
Varillas planas sin platinas o con accesorios en los extremos fueron usados, de
tal manera que el movimiento del mineral a través del punto de carguío no fuera El intento de reforzar un punto
obstruido y de tal manera que las platinas no fueran desgarradas como podría de carguío con cerchas o
pasar si se usaran pernos de roca mecánicamente anclados. concreto después que la falla ha
comenzado, tiene muy pocas
probabilidades de éxito
En general, no deberían ser utilizados accesorios en los extremos de los
reforzamientos expuestos en el área del frente del punto de carguío. Las
platinas, las cintas metálicas y la malla, tenderán a ser desgarradas y con ello
pueden jalar al reforzamiento. Similarmente, las cubiertas superficiales como el
shotcrete pueden ser usadas solo donde la roca circundante está limpia y es de
alta calidad, y donde se espera que el punto de carguío solo esté sometido a
obligaciones ligeras.

Las varillas inyectadas son una buena elección para el reforzamiento de los
puntos de carguío, en casos donde la roca es dura, fuerte y masiva. Cuando la
roca está cercanamente diaclasada y exista la posibilidad de una considerable
cantidad de movimientos entre los bloques, durante la operación de un punto de
carguío, las varillas pueden ser suficientemente rígidas y la roca se desprenderá
alrededor de la varilla. En tales casos, se podría considerar el uso de cables
destrenzados o ferulados (descritos en el Capítulo 13). Estos cables son flexibles
y tienen una alta capacidad portante de carga como resultado de la penetración La aplicación del shotcrete a la
de la inyección en cada uno de las ‘jaulas’ del cable. roca circundante expuesta de un
punto de carguío puede ser
exitoso, a condición de que la
El diseño del sostenimiento para los echaderos de mineral es similar al de los masa rocosa sea sólida y que
puntos de carguío, excepto que los accesos para instalar el sostenimiento no son solo pequeños tonelajes serán
generalmente tan simples como los puntos de carguío. En adición, un echadero cargados
de mineral es requerido para manipular tonelajes mucho más grandes de mineral
y puede ser requerido para permanecer en operación por muchos años.
144

Figura 11.6: La falla del frente de un punto de carguío, resulta en pérdidas de mineral
remanente de los tajeos.

Figura 11.7: Puntos de carguío reforzado con varillas no tensionadas e inyectadas con
cemento, instaladas durante el desarrollo del punto de carguío.
145

2.5m
2.5m
2m
2m

Sección X-X
X varillas inyectadas
2.5m pernos 'seguros'
2.5m

2m

by pass punto de carguío de 4 m x 4 m, la galería de


5m x 4m longitud ideal de un punto de apilamiento
carguío es 15 m
4mx4m
area del frente
X 3m x 3m

Figura 11.8: Reforzamiento sugerido para un punto de carguío en una mina mecanizada
grande. El área frente, mostrada sombreada, es disparada al último, después que las
varillas hayan sido inyectadas en el lugar a partir del punto de carguío y de la galería de
apilamiento. Pernos ‘seguros’ pueden ser usados en el punto de carguío y en la galería de
acceso o by pass.

La identificación de las zonas débiles en la roca y la provisión de adecuados


reforzamientos durante la construcción son los elementos claves en el éxito del
diseño de los echaderos de mineral (Clegg y Hanson, 1992). Se requiere que el
sostenimiento que retendrá a la roca cercana a la superficie del echadero de
mineral no obstruya el paso del mineral. Donde sea posible se debería instalar el
sostenimiento dentro del echadero durante su excavación. Probablemente el
mejor tipo de reforzamiento sean los cables destrenzados no tensionados y
completamente inyectados, desde que ellos tienen una alta capacidad portante de
carga en toda su longitud, y sus extremos no obstruirán el paso del mineral.

En muchos casos no se tienen disponibles accesos al interior de los echaderos de


mineral. El diseño del reforzamiento es mucho más dificultoso, desde que solo
hay unas pocas aberturas vecinas a partir de las cuales se puede instalar el Los cables destrenzados son
reforzamiento. Cuando una evaluación de la calidad de masa rocosa sugiere que flexibles pero tienen una alta
capacidad portante de carga a
una inestabilidad significativa de las paredes del echadero puede ser un causa de la inyección puede
problema, puede requerirse el minado de una galería de acceso especial a partir penetrar en la jaula
de la cual se instale el reforzamiento. Mientras que puede ser difícil de justificar
el costo de tales excavaciones, la experiencia ha mostrado que el costo
146

de rehabilitación de los echaderos de mineral puede ser muy alto, de tal


nivel 2700 manera que se considera generalmente mas barato anticiparse a los problemas
y suministrar pre-reforzamiento a la masa rocosa circundante.
echadero
de mineral
El ejemplo ilustrado en el esquema del margen, fue extraído del artículo de
cablebolts Clegg y Hanson, en el cual se describe una extensión del echadero de
mineral, en granito, en la mina Lockerby cerca de Sudbury. La evaluación de
nivel 2900 las características de la masa rocosa, basada en los criterios de clasificación
de la masa rocosa, efectuadas sobre testigos de perforación diamantina y
exposiciones en aberturas adyacentes, proporcionó la base para este diseño de
sostenimiento. A causa de las condiciones de altos esfuerzos in situ y
deslizamientos anticipados sobre el dique, se decidió pre-reforzar la masa
Dique rocosa circundante al echadero de mineral.

Cables destrenzados de 12 m a 20 m de longitud, fueron inyectados en


Pre-reforzamiento de un taladros de 60 mm de diámetro, a fin de proporcionar sostenimiento a la
echadero de mineral con cables
intersección echadero/dique y a la intersección echadero/nivel. Los cables
instalados desde un acceso
externo. Según Clegg y Hanson para la intersección echadero/dique, fueron instalados en abanico, espaciados
(1992) a 2.4 m, mientras que las intersecciones con el nivel, fueron sostenidas con
cables de 12 m de longitud, en un reticulado de 1.2 m x 1.2 m. Pernos
‘swellex’ cubiertos, de 1.8 m de longitud, espaciados cada 1.2 m, fueron
instalados dentro del echadero, mientras que en las inflexiones del echadero
se instalaron varillas inyectadas con resina.

11.5 Aberturas pequeñas en roca de fractura en bloques

En muchas situaciones del minado es necesario construir aberturas pequeñas


paralelas al rumbo de los planos de debilidad dominantes en roca
relativamente masiva. Dos ejemplos de tales aberturas son ilustradas en las
Figuras 11.9 y 11.10.

La identificación de las potenciales cuñas o bloques, que pueden deslizar o


caer desde los bordes de la abertura, es una importante primera etapa en el
diseño del reforzamiento en este tipo de problemas. Los programas DIPS y
UNWEDGE, descritos en capítulos previos, fueron diseñados
específicamente para este tipo de problemas y pueden ser utilizados para
determinar el tamaño de las cuñas y la capacidad de sostenimiento requerido.

Para la mayoría de las aberturas mineras de este tipo, la elección obvia para
el sostenimiento podría ser los pernos de anclaje mecánico no inyectados.
Tales simples pernos y rápidos de instalar, pueden ser tensionados para
generar una fuerza de engrampado sobre la cuña potencialmente inestable.
Este tensionado es importante, puesto que se requieren muy pequeños
movimientos para separar a la cuña de la roca circundante. Una vez que esto
ha pasado, hay un potencial para el aflojamiento posterior de la masa rocosa
circundante. Obviamente, es necesario instalar estos pernos antes que el
Perno de roca tubular, perímetro de cuña sea expuesta. Esto significa que los pernos deben ser
fabricado por Stelco de instalados muy cerca de frente de avance.
Canadá. El agujero a través
del perno simplifica el Cuando la abertura va a ser utilizada por un largo tiempo o cuando existe un
proceso de inyectado
riesgo de rápida corrosión debida a la presencia de agua ácida de mina, los
pernos deben ser totalmente inyectados después de su tensionamiento. Los
pernos tubulares, tales como aquellos fabricados por Stelco de Canadá (ver
dibujo del margen) o los pernos de ‘núcleo hueco’ Williams, permiten un
simple inyectado donde sean requeridos.
147

Figura 11.9: Perfil de una pequeña abertura


conducida en roca de fractura en bloques
masiva. La creación de una buena forma de la
excavación, es algunas veces dificultosa, a
causa de que las fracturas producidas por la
voladura tenderán a seguir los planos de
debilidad pre-existentes, más que romper la
roca fresca.

Figura 11.10: Fallas estructuralmente


controladas en una vieja cantera de pizarra
de Wales. Ningún sostenimiento fue
instalado en este túnel y el perfil final esta
definido por las cuñas que han caído desde
la masa rocosa circundante

11.6 Aberturas pequeñas en roca severamente diaclasada

Cuando la masa rocosa está severamente diaclasada y cuando la falla puede ocurrir
por desmoronamiento (conducida por la gravedad) o alta deformación (conducida
por los esfuerzos), el sostenimiento solo será efectivo si se utiliza un arreglo de
pernos de roca o varillas.
148

Lang (1961) demostró la efectividad del empernado por medio de un modelo en la


cual el creó una placa de grava auto sostenida mediante pernos. En el margen de
esta página se muestra una sección simplificada de este modelo, también se
muestra una fotografía de la superficie inferior de este modelo. El modelo midió
cerca de 1.2 m x 1.2 m con una profundidad de la grava de 200 mm. Pernos en
Sección del modelo de placa
miniatura de 7 mm de diámetro, espaciados en una retícula de 100 mm x 100 mm
de grava empernada de Lang fueron utilizados para empernar a la grava angular limpia, con un tamaño promedio
de granos de alrededor de 30 mm. Este modelo no solo se auto sostenía, sino que
proporcionaba capacidad de sustentar una carga sustancial.

Basado en estos ensayos sobre modelo, Lang propuso que un empernado efectivo
requiere que la longitud del perno L sea como mínimo el doble del espaciamiento
del perno y que el espaciamiento del perno no debe exceder de 4 x B, donde B es el
tamaño promedio de los bloques potencialmente inestables (ver figura del margen
inferior).

El principio del sostenimiento con los pernos es ilustrado en la Figura 11.11, la


cual muestra una excavación de 4 m x 4 m, con pernos de 3 m de longitud,
espaciados 1.5 m x 1.5 m en el techo y en la parte superior de las paredes. La zona
sombreada en la figura representa esfuerzos compresivos generados por la tensión
Fotografía de la superficie
inferior del modelo de placa de
de los pernos. Dentro de esta zona, las piezas individuales de roca permanecerán
grava empernada de Lang, entrelazadas y se creará un arco portante. Observe que las pequeñas zonas
mostrando el desmoronamiento triangulares entre las platinas no están esforzadas y tenderán a caer, a menos que
de las piezas rocosas entre las sean sostenidas con malla o shotcrete.
platinas de carga
La efectividad del sostenimiento es demostrada en la Figura 11.12, la cual muestra
deformaciones masivas en el techo y paredes de una galería de avance empernada,
en roca severamente diaclasada, en la mina Mount Isa en Australia.

En la decisión del tipo de pernos de roca a ser utilizados en este tipo de aplicación,
deberían ser considerados los esfuerzos en la roca circundante a la excavación.
Cuando estos esfuerzos son bajos y cuando el proceso de falla primaria es el
desmoronamiento conducido por la gravedad, un ligero sostenimiento en base a
pernos de anclaje mecánico no inyectados, o varillas no tensionadas inyectadas, o
anclajes por fricción tales como los ‘split set’ o los ‘swellex’, proporcionarán
adecuado sostenimiento. Cuando los esfuerzos en la masa rocosa circundante son
lo suficientemente altos para inducir grandes deformaciones, se requieren
reforzamientos más severos. Los pernos de roca tensionados e inyectados, las
varillas completamente inyectadas con platinas de carga, o los pernos ‘swellex’ de
alta capacidad de carga axial, deben ser considerados.

El programa PHASES ha sido diseñado para la evaluación de las opciones de


sostenimiento en masas rocosas severamente diaclasadas. Una aplicación de este
programa es ilustrada en el siguiente ejemplo.

Un túnel de 5.5 m de ancho, con un techo ligeramente arqueado, es excavado a


través de una zona de corte descrita como roca de fractura en bloques/agrietada de
calidad pobre. Las propiedades son definidas por los siguientes parámetros:

Resistencia compresiva uniaxial de la roca intacta c = 70 MPa


Constante de Hoek – Brown mb = 0.43
Constante de Hoek – Brown a = 0.5
Constante de Hoek –Brown s= 0
Módulo de deformación E = 3000 MPa
Relación de Poisson v = 0.3
149

Figura 11.11: Arreglo de pernos para el sostenimiento de una roca severamente diaclasada,
la cual puede fallar por desmoronamiento o alta deformación. El área sombreada representa
una zona de esfuerzos compresivos en la cual es retenido el entrelazamiento de las piezas
rocosas individuales y es creado un arco auto portante. La malla o el shotcrete deberían ser
aplicados a la superficie de la excavación para retener los pequeños bloques y cuñas en las
zonas libres de esfuerzos ubicadas entre los pernos de roca.

Figura 11.12: Deformación del techo y falla de las paredes en una galería de avance en el
cuerpo de cobre 500 de la mina Mount Isa en Australia. El cierre entre el techo y el piso es
más de 2 m, pero los pernos de roca y la malla han prevenido el colapso total. Según
Mathews y Edwards (1969). Fotografía de la Mina Mount Isa.
150

El esfuerzo in situ máximo es 8 MPa y está inclinado a 15º de la horizontal. El


esfuerzo in situ mínimo es 6 MPa.

La Figura 11.13 presenta un trazado, a partir de un análisis elástico, mostrando


los contornos de las resistencias rocosas disponibles para los esfuerzos
inducidos en la roca circundante del túnel. Como primera etapa en cualquier
análisis de interacción del sostenimiento de la roca, es recomendable que se
lleve a cabo un análisis elástico usando PHASES. Este es un procedimiento
muy simple, desde que el modelo está fijado para un análisis completo de falla
progresiva, descrito posteriormente, pero el material que rodea a la excavación
es definido como ‘elástico’ más que ‘plástico’. El análisis elástico toma solo
unos pocos minutos para completarse y proporciona un chequeo útil de la
operación del modelo. Una vez que este análisis haya sido completado, el
material que rodea a la abertura puede ser trasformado a ‘plástico’ y, si fuera
requerido, puede llevarse a cabo un completo análisis de falla progresiva.

En la Figura 11.13, el contorno marcado con ‘1’ encierra a la roca en la cual los
esfuerzos inducidos exceden a la resistencia disponible de la roca. En este caso,
en donde la zona de roca sobreesforzada es significativa comparada con el
tamaño del túnel, se justifica un análisis completo de falla progresiva. Cuando
aparecen zonas no sobreesforzadas o cuando el sobreesfuerzo es confinado a
zonas pequeñas en las esquinas de la excavación, muy poca información
adicional se ganará a partir de tal análisis.

La Figura 11.14 muestra los resultados del análisis PHASES en la cual la roca
circundante a la abertura fue definida como plástica perfectamente elástica. En
otras palabras, ningún componente de falla frágil fue incluido en el análisis. En
rocas de calidad pobre, tal como aquella bajo consideración en este ejemplo,
esta suposición es justificada, desde que la caída de la resistencia después de la
falla, es usualmente regularmente pequeña. Esto está en contraste directo a las
caídas de resistencia muy grandes asociadas con la falla de rocas masivas
frágiles, discutida en el capítulo previo.

Figura 11.13: Contornos de resistencias disponibles para los esfuerzos inducidos en una
roca elástica que rodea a un túnel.
151

a) Zona de falla, indicada por el símbolo x, y Desplazamientos en la masa rocosa circundante al


contornos de la relación resistencia/esfuerzo en la túnel sin sostenimiento. El máximo desplazamiento
masa rocosa que rodea al túnel en el techo es cerca de 16 mm, mientras que el
máximo levantamiento del piso es aproximada-
mente 20 mm

b) Zona de falla y contornos resistencia/esfuerzo


Desplazamientos en la masa rocosa circundante al
para la masa rocosa circundante al túnel sostenido
túnel sostenido con pernos de roca. El
con pernos de roca
desplazamiento máximo en el techo es cerca de 11
mm, mientras que el máximo levantamiento del
piso es aproximadamente 17 mm

Figura 11.14: Análisis de la influencia del sostenimiento con pernos de roca del techo y parte superior de las
paredes de un túnel minado en una roca de fractura en bloques/agrietada de calidad pobre, caso típico que
puede ser encontrado en una zona de falla o de cizalla.
152

En la Figura 11.14a se muestra la zona de falla en la masa rocosa circundante al


túnel sin sostenimiento. Observe que esta zona se extiende detrás de la zona
sobreesforzada definida en la Figura 11.13. Esto es, a causa de la redistribución
de esfuerzos, asociada con la falla progresiva de la roca en la vecindad inmediata
del túnel, resulta un crecimiento de la zona sobreesforzada indicada por el análisis
elástico. Una zona de falla tan extensiva como la indicada en este caso, podría
casi ciertamente resultar en un lajamiento, astillamiento y desmoronamiento de la
roca aflojada en el techo y en las paredes del túnel. Consecuentemente, alguna
forma de sostenimiento podría ser requerido por este túnel.

En la Figura 11.14c, se muestran los desplazamientos en la roca circundante al


túnel sin sostenimiento. El máximo desplazamiento del techo es casi 16 mm,
mientras que el piso se levanta casi 20 mm. Esta diferencia es debida al
mejoramiento en la distribución de esfuerzos resultante del efecto arco en el
techo.

La Figura 11.14b muestra la extensión de la zona de falla después de la


instalación de pernos de roca mecánicamente anclados, de 2.5 m de longitud y 25
mm de diámetro, colocados en una retícula de 1m x 1 m. Estos pernos han sido
instalados en el techo y en la parte superior de las paredes del túnel siendo
evidente la reducción de la extensión de la zona plástica. La Figura 11.14d
muestra los desplazamientos en el túnel sostenido y se notará que el máximo
desplazamiento en el techo ha sido reducido de 16 a 11 mm.

La solución del sostenimiento con pernos presentada en la Figura 11.14, con la


adición de malla, es probablemente adecuada para la mayoría de las aplicaciones
mineras. Sin embargo, en masas rocosas de calidad pobre como del tipo
considerado en el ejemplo, los pernos de roca mecánicamente anclados pueden
ser inefectivos a causa del deslizamiento de los anclajes. En tales casos, en
anclaje mecánico puede ser reemplazado por anclajes formados por la inserción
cartuchos de resina de fraguado rápido en el extremo del taladro.
Alternativamente, las varillas no tensionadas y completamente inyectadas pueden
brindar un sostenimiento muy efectivo, a condición que estas instaladas cerca al
frente de avance. Cuando el levantamiento del piso es un problema, como por
ejemplo en el caso de un túnel para transporte ferrocarrilero, donde la estabilidad
del piso es importante, puede utilizarse el empernado o concretado del piso para
controlar la falla de la roca del piso.

11.7 Pre-sostenimiento de aberturas

En los tajeos usados para extraer el mineral en una mina subterránea, la seguridad
del personal y del equipo, y la dilución, contra la falla de la masa rocosa
circundante son todos principales aspectos del minado por cámaras y pilares o por
corte y relleno, en los cuales el personal y los equipos trabajan en los tajeos en
una base regular, en este caso la seguridad es el objetivo primario. Cuando el
método de minado no contempla el ingreso dentro del trajeo, la dilución es el
factor más crítico a considerarse en la masa rocosa circundante a las aberturas.

En pequeños tajeos, en los cuales tradicionalmente se han utilizado sostenimiento


con pernos de roca o con madera, los principios que gobiernan al sostenimiento
son similares a aquellos ya discutidos en los capítulos previos. La discusión que
sigue, concierne principalmente con los grandes volúmenes de roca que pueden
estar involucrados con la falla, en estos casos, los pernos de roca y otros sistemas
ligeros de sostenimiento no son los adecuados, siendo los cables o el
relleno los métodos que el ingeniero diseñador de la mina tiene disponible para
controlar la inestabilidad.
153

11.7.1 Sostenimiento de tajeos del corte y relleno

La esencia de un buen sostenimiento de tajeos es controlar la roca en el techo y en


la caja techo, antes de que esta sea disparada y se le permita dilatarse y
desmoronarse. Una ilustración de este concepto de pre-sostenimiento es dado en el
esquema del margen de la página anterior, la cual muestra una secuencia de corte
y relleno en donde los cables largos inyectados son utilizados para sostener el
techo del tajeo. Este procedimiento fue adoptado en Australia y Canadá a
principios de la década del 70, este involucra el inyectado de cables no
tensionados de 15 a 20 m de longitud, dentro de taladros, en el mineral o en la
caja techo. Conforme vaya tomando lugar cada corte sucesivo, el mineral
disparado desnuda los extremos del cable, pero la longitud remanente embebida
reacciona a los desplazamientos hacia debajo de la masa rocosa y proporciona
sostenimiento efectivo del techo del tajeo. Los extremos de los cables expuestos
son recortados, y en algunos casos, se colocan pernos de roca intermedios para
suministrar sostenimiento adicional. Cuando se han efectuado varios cortes y solo
quedan en el techo 2 o 3 m de cable, se instala un nuevo conjunto traslapado de
cables antes que el minado prosiga.

Mientras que este sistema de pre-reforzamiento es muy efectivo en masas rocosas


de razonable calidad, las platinas de carga sobre los extremos de los cables pueden
causar problemas en roca cercanamente diaclasada. El desmoronamiento de la
roca no sostenida en el techo inmediato del tajeo es riesgoso para la seguridad. El
control de esta roca aflojada requiere un costoso y tedioso empernado y
enmallado. Un número de soluciones a este problema han sido tratadas,
incluyendo el uso de varillas roscadas en lugar de cables y el uso de una variedad
de barriles y cuñas, los cuales permiten que las platinas de carga sean colocadas en
los extremos de los cables.

En el esquema del margen de esta página, se ilustra un barril convencional y un


mecanismo de cuña de engrampado del cable. Estos mecanismos, que son
fabricados y distribuidos por un número de compañías, permiten que el cable sea
tensionado después de su instalación y antes del inyectado.

Una de las platinas de carga más simples, consiste de una placa con un hueco
ranurado, dentro del cual se inserta una cuña. Cualquier tendencia de la roca a
moverse hacia abajo, será impedida por la fuerza del cable y de la cuña. Mientras
este sistema no proporciona tan alta capacidad portante de carga como el barril y
la cuña, no es costosa y puede ser fabricada en el mismo sitio de la mina.

En general, el tensionamiento de los cables pre-colocados es de poco valor, y los


movimientos hacia debajo de la masa rocosa, conforme el minado proceda, es
suficiente para cargar los cables. En algunos casos una carga de unas pocas
toneladas es aplicada a los cables para asegurar que ellos estén rectos antes de ser
inyectados en el lugar.

En la Figura 11.15 se ilustra un gran tajeo de corte y relleno de la Mina Mount Isa
en Australia. En este caso, se han utilizado pernos de roca en el techo y en la caja
techo, para proporcionar sostenimiento adicional. La densidad de estos pernos es
variable, para adecuarse a las condiciones locales de la roca, y los cables pre-
instalados han sido exitosamente utilizados en varios de estos tajeos.

En las Figuras 11.16 y 11.17 se ilustran el reemplazamiento de los pernos de roca


cortos convencionales por cables largos, para el control de la falla del techo. Las
técnicas de ‘corte y relleno por banqueo’ fueron empleadas en la Mina Kotalahti
154

en Finlandia (Lappalainen et. al., 1984). El mineral fue extraído de los estratos
de esquisto negro débil por banqueo, entre dos galerías paralelas espaciadas a
10 m. Las galerías fueron empernadas, usando pernos de roca de 2.4 m de
longitud, y luego fueron shotcreteadas. Este sistema de sostenimiento resultó ser
inadecuado, por lo que fue reemplazado por cables largos como se ilustra en la
Figura 11.17. Aunque algunas grietas ocurrieron, los cables previnieron
cualquier falla posterior de la caja techo.

Figura 11.15: Tajeo de corte y relleno de la Mina Mount Isa en Australia (Fotografía de
la Mina Mount Isa)

Figura 11.16: La falla del techo en un banco en un tajeo de corte y relleno en la Mina
Kotalahti en Finlandia, donde se utilizaron solo pernos de roca cortos. Según
Lappalainen et. al. (1984).

Figura 11.17: Uso de cablebolts para controlar la falla del techo en el corte y relleno de
bancos en la Mina Kotalahti en Finlandia. Según Lappalainen et. al. (1984).
155

Cablebolts pre-colocados, instalados por medio de maquinas automatizadas, fueron


utilizadas en el minado de corte y relleno de la mina de uranio Zirovski Vrh en
Slovenia (Bajzelj et. al., 1992). La Figura 11.18 muestra el arreglo de doble cables
(2 cables de 15.2 mm de diámetro cada uno) colocados en el cuerpo mineralizado.
Una lechada de alta viscosidad (relación agua/cemento 0.3) fue bombeada dentro
del taladro usando un sistema de bombeo de dos etapas. El tubo de inyección
inicialmente insertado en el extremo del taladro, fue retirándose conforme el taladro
era rellenado y luego los cables fueron insertados a través de la lechada.

Se llevados a cabo ensayos de arranque de los cablebolts, los mismos que fueron
instrumentados con bandas extensométricas. Los cables con bandas extensométricas
fueron también monitoreados durante la voladura, para determinar el incremento en
la carga axial de los cables, inducidos por la voladura. Para confirmar la adecuación
al diseño, se utilizó un análisis de elementos finitos de la secuencia de minado y de
la respuesta del sostenimiento, usando una relación esfuerzo-deformación no lineal
para la masa rocosa, las zonas de falla y el relleno. Los autores del artículo explican
que las mediciones, los ensayos de campo y los análisis de esfuerzos fueron
justificados, desde que este minado y las técnicas de sostenimiento eran nuevos en
la mina de uranio Zirovski Vrh, y el objetivo de estos estudios fue optimizar el
método de minado.

Bourchier et. al. (1992), describe el uso de cables simples de 7 alambres, de 15 m de


longitud y 15.2 mm de diámetro, para el sostenimiento de tajeos de corte y relleno
de la mina Campbell cerca de Balmertown en el noroeste de Notario, Canadá. La
colocación de estos cables es ilustrado en la Figura 11.19. El espaciamiento de los
mismos varía desde 1.8 m x 2.4 m hasta 2.4 m x 2.4 m, dependiendo principalmente
del espaciamiento de las juntas, la orientación de las mismas y las condiciones del
terreno. El sostenimiento inicial para el techo de la galería, es proporcionada por
medio de pernos de roca mecánicamente anclados, de 2.4 m de longitud, sobre un
reticulado de 1.2 m x 1.2 m, con malla electrosoldada. Los cables proporcionan
sostenimiento efectivo para tres cortes de 2.4 m, después de los cuales son
instalados nuevos cables. En algunos casos, los cables son entrados 2.4 m de tal
manera que un corte adicional puede ser minado antes que se requiera instalar un
nuevo conjunto de cables.

Figura 11.18: Colocación de cables para el minado de corte y relleno en la mina de uranio
Zirovski Vrh en Slovenia. Según Bajzelj et. al. (1992).
156

Cables de 15 m

Borde de la
caja piso

Relleno

galería de Figura 11.19: Colocación de cables para proporcionar sostenimiento al mineral y a la


drenaje
caja techo en tajeos de corte y relleno de la mina Campbell. Según Bourchier et.al.
(1992).

Los cables son no tensionados y completamente inyectados, y Bourchier


socavones de estableció que la experiencia ha mostrado que este sistema proporciona un
construcción reforzamiento superior de la roca respecto a otros sistemas de sostenimiento que
fueron tratados.

11.7.2 Pre-reforzamiento de aberturas permanentes

El pre-reforzamiento no está restringido al minado por corte y relleno. Se ha


aplicado exitosamente en muchos otros proyectos mineros y de ingeniería civil.
Por ejemplo, en minería, en una gran excavación ‘permanente’como una
estación de chancado subterráneo o un garage, la roca que rodea a la excavación
puede ser pre-reforzada apropiadamente.

Un ejemplo de aplicación del pre-reforzamiento a proyectos de ingeniería civil,


es ilustrado en la serie de esquemas que se muestran en el margen de esta
página. Esta ilustración está basada en la construcción de una caverna de casa
de máquinas de 22 m de ancho x 45 m de altura, en arenisca estratificada, para
un proyecto hidroeléctrico en Taiwán (Hoek y Moy, 1993).

Antes de comenzar con la construcción principal, la masa rocosa del arco del
techo fue reforzada a partir de la galería de drenaje, 10 m arriba de la corona, y
desde dos socavones de construcción mostrados en el esquema del margen.
Cables de 15 toneladas de capacidad, en un reticulado de 2 m x 2 m, fueron
instalados, aplicándose una carga de ajuste de 5 toneladas a cada cable antes de
la inyección. El propósito de este pre-reforzamiento fue mejorar la calidad de la
roca, de tal manera de proceder con la construcción principal sin retardos,
causados por la necesidad de sostener áreas inestables en la roca del techo
inmediato.

Una vez que comenzó la construcción principal, el arco del techo fue
completamente abierto como se muestra en el esquema central del margen.
Conforme cada extremo de cable era expuesta en el centro del arco, se
157

colocaron platinas de carga por medio de barriles y cuñas de anclaje. Durante la


instalación de la platina de carga, se aplicó una carga de 10 toneladas, para
asegurar un anclaje positivo. La proyección de los extremos de los cables fueron
luego recortados y se aplicó una capa de 50 mm de shotcrete reforzado con fibras
de acero. Donde fue requerido, se instalaron pernos de anclaje mecánico y pernos
inyectados, de 5 m de longitud y 25 mm de diámetro.

Después de completar el arco del techo, el remanente de la caverna fue excavada


usando bancos verticales de 2.5 m. En las paredes, se instalaron cables protegidos
contra la corrosión, de 12 a 15 m de longitud, 112 toneladas de capacidad,
inclinados 15º hacia abajo, en un reticulado de 3 m x 3 m. Antes de la inyección,
estos cables fueron tensionados a un promedio de 40 % de su resistencia última.

Figura 11.20: Cables instalados a partir de una de las galerías de construcción en el


proyecto Mingtan en Taiwán. Antes que estos cables fueran inyectados, se aplicó una
carga de ajuste de 5 toneladas. Platinas de carga fueron instaladas en los extremos de
todos los cables expuestos.
158

Pernos de roca intermedios, de 6 m de longitud y 25 mm de diámetro, fueron


instalados y tensionados antes de la inyección. Finalmente, se aplicó a las
paredes una capa de shotcrete de 50 mm de espesor, reforzado con fibras de
acero. En la parte superior de las paredes y en el arco del techo, el shotcrete
tuvo un máximo de 150 mm de espesor.

Este sistema de sostenimiento demostró ser muy efectivo en el control de la


extensión de la falla y de las deformaciones de la masa rocosa circundante a la
caverna. Se registró en las paredes de la caverna, un desplazamiento máximo de
78 mm, y muy poca deformación adicional ocurrió desde que se completó la
construcción.

La Figura 11.20 muestra los cables instalados a partir de los socavones de


construcción para el pre-reforzamiento de la masa rocosa de la corona. La
instalación de los cables en las paredes de la caverna es ilustrada en la Figura
11.21.

Figura 11.21: Instalación de cables en las paredes de la caverna de casa de máquinas del
proyecto Mingtan en Taiwán.

Anillos de cable

Desarrollo de galerías de techo

Límite del tajeo planeado

5m

Figura 11.22: Abanicos de cables típico en el techo de un tajeo abierto amplio. Según
Fuller (1984)-
159

11.7.3 Reforzamiento de tajeos de no ingreso a los mismos

El minado de grandes cuerpos mineralizados por medio de tajeos de no ingreso a los


mismos, resulta en una reducción significativa de la exposición del personal y del
equipo a las caídas de rocas y hundimientos. Por otro lado, la dilución del mineral por
la falla de la masa rocosa en el techo y en la caja techo del tajeo, puede dar lugar a un
serio problema económico. La instalación del sostenimiento es una de las herramientas
principales disponibles para el ingeniero de minas a fin de controlar esta dilución.

Fuller (1984) puntualizó que la colocación de un arreglo uniforme de cables, tales


como aquellos usados en el minado por corte y relleno, es siempre práctico en los
tajeos abiertos, a causa de las limitaciones de accesos. En el caso de pequeños tajeos
abiertos, el acceso a partir de las galerías de techo puede ser utilizado para
proporcionar una distribución razonablemente uniforme de los cables, pero para tajeos
abiertos amplios, los anchos relativamente amplios permanecen sin sostenimiento
como se muestra en la Figura 11.22.

En el caso de paredes de tajeos, el acceso es aun más dificultoso y la dilución debida a


la sobrerotura puede ser un problema serio. La Figura 11.23 ilustra la sobrerotura en la
caja techo del Tajeo J704 de la mina Mount Isa en Australia, donde fueron utilizados
para proporcionar sostenimiento, anillos de cables radiales colocados a partir de las
galerías disponibles de la caja techo (Bywater y Fuller, 1984). En la Figura 11.24 se
ilustra un diseño alternativo, donde estos anillos radiales son complementados por
cables en abanico instalados a partir de túneles de acceso especialmente construidos.
Claramente, el costo de proveer accesos especiales es considerable, pero puede ser
justificado si se logra una reducción significativa de la sobrerotura.

La Figura 11.25 ilustra la instalación de cables a partir del una galería de piso y de los
subniveles, para lograr una densidad uniforme de cables en la caja techo de un tajeo
abierto. Las líneas discontínuas indican las secciones de los taladros en los cuales los
cables fueron introducidos.

Bourchier et.al. (1992) describe el uso de una similar instalación de cables para
sostener las cajas techos de tajeos de taladros largos en la mina Campbell. Estas
instalaciones son mostradas en la Figura 11.26.

Figura 11.23: Sobrerotura de la caja techo


en el Tajeo J704 de la mina Mount Isa.
Según Bywater y Fuller (1984).
160

Galería de techo

Chimenea de acceso

Nivel intermedio

10 m

Nivel del punto de carguío

Figura 11.24: Arreglo de cables, instalados a partir de accesos especialmente


construidos y a partir de los accesos de perforación de la caja techo. Según Fuller
(1984).

subnivel

cables

galería de piso
5m
Figura 11.25: Cables en abanico instalados a partir de un acceso superior e inferior, para
proporcionar una densidad uniforme de cables en la caja techo. Según Fuller (1984).

La Figura 11.27 muestra la instalación de cables para el tajeado por subniveles


en la mina Kotalahti en Finlandia (Lappalainen et.al., 1984). Dos cables de 15.2
mm de diámetro, con una capacidad total de 50 toneladas, fueron
completamente inyectados en cada taladro. Los cables no fueron instalados en
los taladros que estaban en el cuerpo mineralizado, mostradas con líneas
discontinuas en la figura. Para perforar los taladros e instalar, cortar e inyectar
los cables, se utilizó un jumbo completamente mecanizado. Con esta máquina
se han instalado exitosamente cables de hasta 50 m de longitud.
161

sistema de juntas
cables de 7.5m paralelo a la caja techo
de longitud

dique cables de 7.5m


de longitud

5m

relleno relleno

Figura 11.26: Sostenimiento de la caja techo para un tajeo de taladros largos, por medio
de cables colocados desde el interior del tajeo y desde una galería by pass, en la mina
Campbell. Según Bourchier et.al. (1992).

600 m

700 m

Figura 11.27: Colocación de cablebolts para el tajeado por subniveles en la mina


Kotalahti en Finlandia. Las porciones del cuerpo mineralizado fueron dejadas sin
cables. Según Lappalainnen et.al. (1984).
162
163

12 Pernos de roca y varillas

12.1 Introducción

Los pernos de roca y varillas han sido usados por muchos años para el
sostenimiento de excavaciones subterráneas y una amplia variedad de tipos de
pernos y varillas han sido desarrollados para reunir diferentes necesidades de la
ingeniería minera y civil.

Los pernos de roca generalmente consisten de una varilla de acero simple con
un anclaje mecánico en un extremo y una platina y tuerca en el otro. Ellos son
siempre tensionados después de su instalación. Para aplicaciones a corto plazo
los pernos son dejados generalmente sin inyectado. Para aplicaciones más
permanentes o en rocas en las cuales hay presencia de agua corrosiva, el espacio
entre el perno y la roca puede ser rellenado con cemento o con resina.

Las varillas o barras de anclaje generalmente consisten de barras de acero


deformadas las cuales son inyectadas dentro de la roca. El tensionamiento no es
posible y la carga en las varillas es generada por los movimientos en la masa
rocosa. A fin de ser efectivas, las varillas tienen que ser instaladas antes que un
movimiento significativo en la masa rocosa haya tomado lugar. La Figura 12.1
ilustra un número de aplicaciones típicas de pernos de roca y varillas que
pueden ser utilizadas para controlar diferentes tipos de fallas que pueden ocurrir
en la masa rocosa que rodea una abertura subterránea.

12.2 Pernos de roca

12.2.1 Pernos de roca mecánicamente anclados

Los anclajes de los pernos de roca de mecanismos de expansión vienen en una


amplia variedad de estilos pero el principio básico de operación es el mismo en
todos estos anclajes. Como se muestra en el esquema del margen, los
componentes de un anclaje típico de mecanismo de expansión son un cono con
un roscado interno y un par de cuñas sujetadas en su lugar por un soporte. El
cono es roscado en el extremo del perno y el ensamblaje completo es insertado
en el taladro que ha sido perforado para recibir al perno de roca. La longitud del
taladro debe ser como mínimo 100 mm más largo que el perno, de otro modo el
soporte será dislocado al ser forzado contra el extremo del taladro. Una vez que
el ensamblaje esta en su lugar, el jalado sostenido del extremo del perno fijará el
anclaje. Ajustando el perno, se forzará el cono en las cuñas de tal modo que se
incrementará la fuerza de anclaje. Estos anclajes de mecanismo de expansión
trabajan bien en roca dura, pero ellos no son muy efectivos en rocas
cercanamente diaclasadas y en rocas blandas, a causa de la deformación y la
falla de la roca en el contacto con las cuñas. En tales rocas se recomienda el uso
de anclajes de cartuchos de resina, descritos posteriormente en este capítulo.

En el otro extremo del perno de roca, se puede usar una cabeza fija o extremo
roscado y un sistema de tuerca. En uno u otro caso se requiere alguna forma de
platina de carga, para distribuir la carga del perno sobre la cara rocosa. En
adición, una arandela de asiento cónico o en forma de domo es necesaria para
compensar el hecho de que la cara rocosa esta siempre en ángulo recto al
perno. Una amplia variedad de platinas y arandelas están disponibles de los
suministradores de pernos de roca.
164

Roca masiva Bajos niveles de esfuerzos Altos niveles de esfuerzos

Roca masiva sometida a altos niveles de


Roca masiva sometida a bajos niveles de esfuerzos in situ. Pernos sistemáticos o varillas
esfuerzos in-situ. Nigún sostenimiento o con malla o shotcrete para inhibir el
´pernos de seguridad´ o varillas y malla fracturamiento y mantener en su lugar las piezas
fracturadas
Roca diaclasada

Roca masiva con relativamente pocas Roca masiva con relativamente pocas
sometida a bajos esfuerzos in situ. Pernos discontinuidades sometida a condiciones de
esporádicos ubicados para prevenir la falla de altos esfuerzos in situ. Pernos pesados o
bloques o cuñas individuales. Los pernos varillas inclinadas para atravesar la estructura
deben ser tensionados. de la roca, con malla o shotcrete reforzado
con fibras de acero, en el techo y en las
paredes
Roca severamente diaclasada

Roca severamente diaclasada sometida a


Roca severamente diaclasada, sometida a con- condiciones de bajos altos esfuerzos in situ.
diciones de bajos esfuerzos in-situ. Pernos Pernos de roca pesados o varillas,
sistemáticos ligeros con malla y/o shotcrete sistemáticos, con shotcrete reforzado con
controlaran el desmoronamiento de pieza fibras de acero. En casos extremos, se pueden
rocosas cercanas a la superficie requerir cimbras con juntas deslizantes. Para
controlar el levantamiento del piso, se puede
requerir cimbras a sección completa (invert) o
soleras de concreto

Figura 12.1: Aplicaciones típicas de pernos de roca y varillas, para controlar diferentes tipos de falla de
la masa rocosa.
165

En general, los roscados de los pernos de roca deberían ser tan gruesos como
sean posibles y deberían ser rolados antes que cortados. Una rosca fina es
fácilmente dañada y causará problemas de instalación en un típico medio
ambiente de mina. Un roscado de corte debilitará el perno y no es inusual ver
pernos con roscas cortadas que han fallado en el primer hilo al reverso de la
tuerca. Desafortunadamente, los pernos con rosca rolada son mas costosos para
su fabricación y el costo adicional tiende a limitar sus aplicaciones a situaciones
donde se requieren pernos de alta resistencia.

El tensionamiento de los pernos de roca es importante para asegurar que todos


los componentes estén en contacto y que una fuerza positiva sea aplicada a la
roca. En el caso de pernos “seguros”, ligeros la cantidad de tensión aplicada no
es crítica y el ajuste de la tuerca con una llave convencional o con una llave de
torque neumático es adecuado. Cuando los pernos son requeridos para asumir
cargas significativas, se recomienda generalmente que una tensión de
aproximadamente 70% de la capacidad del perno, sea instalada inicialmente.
Esto proporciona un conocimiento de la carga con una reserva en el caso que
estén siendo inducidas cargas adicionales por los desplazamientos en la masa
rocosa.

Una de las causas primarias de la falla de los pernos es la corrosión, y esto


puede ser contrarrestado rellenando el vacío entre el perno y las paredes del
taladro. Mientras que esto no es requerido en varias situaciones de minado, la
inyección deberá ser considerada donde es probable que el agua subterránea
induzca la corrosión o donde los pernos son requeridos para realizar una función
permanente de sostenimiento.

Figura 12.2: Uso de una llave de torque


para tensionar un perno de roca. Los
fabricantes de pernos de roca suministrarán
las curvas de calibración torque – tensión.
Estas calibraciones difieren, dependiendo
del tipo de hilo de la tuerca usado en el
perno.
166

Figura 12.3: Cartucho de resina típico para su uso en el anclaje de inyección de los
pernos de roca.

El método tradicional para inyectar taladros de pernos de roca es el uso de un


tubo corto de inyección para alimentar la lechada de cemento en el taladro y un
tubo respiradero de pequeño diámetro, extendiéndose hasta el final del taladro,
para desfogar el aire del taladro. El tubo de desfogue es generalmente encintado
al vástago del perno y esto tiende a causar problemas, por que este tubo y su
enlace pueden ser dañados durante el transporte o inserción dentro del taladro.
En adición la platina tiene que ser perforada para acomodar los dos tubos como
ilustra la Figura 12.3. El sellado del sistema para la inyección de la lechada de
cemento puede ser un problema.

Muchos de estos problemas pueden ser superados usando un perno agujereado


en su eje longitudinal como se ilustra en el esquema del margen de la Sección
11.5 de este libro. Mientras que estos pernos son mas costosos que los pernos
convencionales, estos pernos agujereados hacen que el proceso de inyección sea
más confiable, y deberá ser considerado su uso siempre y cuando se requiera
instalaciones permanentes de pernos de roca. La lechada de cemento deberá ser
inyectada a través del tubo corto insertado en el collar del taladro y el hueco
central en el perno deberá ser usado como tubo de desfogue. Cuando se instalen
estos pernos en taladros hacia abajo, la lechada de cemento deberá ser
alimentada a través del perno hasta el extremo del taladro y el tubo corto será
usado como tubo de desfogue.

Desde que el propósito primario de la inyección de los pernos de roca


mecánicamente anclados es prevenir la corrosión y asegurar el anclaje mecánico
en su lugar, de tal manera que este no pueda ser disturbada por las vibraciones
de la voladura y los desplazamientos de las masas rocosas, la resistencia
requerida por la lechada de cemento no es importante como lo es en el caso de
varillas o cables inyectados (a ser discutidos posteriormente). La lechada de
cemento deberá ser fácilmente bombeable sin ser lo suficientemente fluida y
una típica relación agua/cemento de 0.4 a 0.5 es un buen punto de partida para
una mezcla de lechada de cemento para esta aplicación. Es muy importante
asegurar que el espacio anular entre el perno y la pared del taladro sea
completamente rellenado con la lechada de cemento. El bombeo debe ser
continuado hasta que haya una clara indicación que el aire ha desfogado
totalmente o se ha visto que la lechada de cemento retorna a través de este tubo.
167

12.2.2 Pernos de roca anclados con resina.

Los pernos de roca mecánicamente anclados tienen la tendencia a aflojarse


cuando están sometidos a vibraciones debido a voladuras cercanas o cuando
están anclados en roca débil. Consecuentemente, para aplicaciones donde es
esencial mantener la carga de sostenimiento, se debe considerar el uso de
anclajes con resina.

Un típico producto de resina esta conformado de dos componentes en cartuchos,


conteniendo una resina y un catalizador en compartimientos separados, como
muestra la Figura 12.4. Los cartuchos son introducidos hacia el extremo del
taladro antes que el perno, el cual es luego hincado y rotado dentro de los
cartuchos de resina por la perforadora. La cubierta plástica de los cartuchos es
rota, mezclándose la resina con el catalizador en esta acción de hincado y
rotado. El fraguado de la resina ocurre en pocos minutos (dependiendo de la
especificación de la mezcla de la resina) y un anclaje muy fuerte es creado.

Este tipo de anclaje trabajará en la mayoría de las rocas, incluyendo pizarras y


lodolitas débiles, en los cuales no son adecuados los anclajes de mecanismo de
expansión. Para aplicaciones ‘permanentes’ tales como el empernado alrededor
de estaciones de piques o cámaras de chancado, se debería considerar el uso de
pernos de roca completamente inyectados con resina, como se ilustra en la
Figura 12.5. En estas aplicaciones, un número de cartuchos de resina de
fraguado lento son insertados dentro del taladro detrás de los cartuchos de
anclaje de fraguado rápido. El hincado y rotado del perno a través de estos
cartuchos, inicia la reacción química en todas las resinas pero, a causa de que el
tiempo de fraguado de los cartuchos de fraguado lento es hasta 30 minutos, los
pernos pueden ser tensionados dentro de los dos o tres minutos de su instalación
(después que la resina de anclaje rápido haya fraguado). Esta tensión es luego
asegurada por los cartuchos de fraguado lento y la instalación resultante es un
perno de roca completamente inyectado y completamente tensionado.

El alto costo unitario de los cartuchos de resina es compensado por la velocidad


de instalación. El proceso descrito arriba resulta en la instalación de un perno de
roca completamente inyectado y tensionado, en una operación que no puede ser
comparada a ningún otro sistema corriente del mercado. Sin embargo, hay
problemas potenciales con las resinas.

Figura 12.4: Cartucho de resina


típico para su uso en el anclaje de
inyección de los pernos de roca.
168

Figura 12.5: Arreglo típico para la creación de un anclaje de resina e inyectado de un perno
de roca. La inyección con resina involucra la colocación de cartuchos de resina de fraguado
lento detrás de los cartuchos de anclaje de fraguado rápido y el hincado y rotación de la
varilla del perno a través de todos ellos para mezclar la resina y el catalizador. El perno es
tensionado después que la resina de anclaje de fraguado rápido haya fraguado y la resina de
fraguado lento fragua mas tarde para inyectar la varilla en el lugar.

La mayoría de los sistemas resina/catalizador tienen una vida limitada, dependiendo


de la temperatura y condiciones de almacenamiento, que puede ser tan corto como
seis meses. La compra de los cartuchos de resina debe estar limitada a cantidades
que serán usadas dentro de la vida de vigencia. Se debe tener cuidado de almacenar
las cajas bajo condiciones que conforman las recomendaciones del fabricante. En
aplicaciones críticas, es una buena práctica ensayar la actividad de la resina
sacrificando un cartucho de cada caja antes que el contenido sea usado en
subterráneo. Esto puede ser efectuado rompiendo a mano los compartimientos que
separan a la resina y al catalizador, después mezclando los componentes y midiendo
el tiempo de fraguado para chequear si este está dentro de las especificaciones del
fabricante.

También presenta problemas prácticos, la rotura de la cubierta plástica de los


cartuchos y el mezclado efectivo de las resinas. Ayudará a este proceso, el cortado
del extremo del perno a un determinado ángulo para formar una punta biselada,
pero el usuario también deberá estar preparado para hacer algunos experimentos
para lograr los mejores resultados. Note que el tiempo disponible o el número de
rotaciones del perno dentro de la resina es limitado. Una vez que el proceso de
fragua se haya iniciado, la estructura de la resina puede ser dañada y toda la
instalación debilitada. La mayoría de los fabricantes suministran instrucciones sobre
el número de rotaciones o el lapso de tiempo para el mismo.

En algunas rocas arcillosas débiles, las superficies de los taladros llegan a cubrirse
con arcilla durante la perforación. Esto causa el deslizamiento de los cartuchos de
resina durante la rotación, resultando en una mezcla incompleta y un vínculo
insatisfactorio. En masas rocosas altamente fracturadas, la resina puede penetrar
dentro de la roca circundante antes del fraguado, dejando vacíos en la columna de
resina circundante al perno de roca. En ambos casos, el uso de inyección de lechada
de cemento puede proporcionar una solución más satisfactoria que la inyección con
resina.
169

Hay una incertidumbre acerca de la protección a largo plazo contra la corrosión


ofrecida por las inyecciones de resina y también acerca de al reacción de algunas
de estas resinas con aguas agresivas. Para aplicaciones mineras típicas, estas
inquietudes no son probablemente el tema, a causa de la limitada vida de diseño
para la mayoría de las instalaciones de pernos de roca. Sin embargo, donde se
requieran vidas de servicios muy largas, el sentido común sugiere que los pernos
inyectados con cemento pueden proporcionar mejor protección a largo plazo.

12.3 Varillas

12.3.1 Varillas inyectadas

Cuando las condiciones son tales que la instalación del sostenimiento puede ser
llevada a cabo muy cerca de un frente de avance, o en anticipación de los
cambios de esfuerzos que ocurrirán en una etapa posterior del minado, pueden
usarse varillas en lugar de pernos de roca. La diferencia principal entre estos dos
sistemas es que los pernos de roca tensionados aplican una fuerza positiva a la
roca, mientras que las varillas dependen de los movimientos en la roca para
activar la acción de reforzamiento. Los puntos de carguío que son minados antes
que los tajeos sobreyacentes hayan sido disparados, son buenos ejemplos de
excavaciones donde las varillas inyectadas no tensionadas trabajarán bien.

La forma más simple de varilla en uso hoy en día es la varilla inyectada con
cemento como se ilustra en la Figura 12.6. Una lechada gruesa de cemento
(típicamente con relación agua/cemento de la lechada de 0.3 a 0.35) es bombeada
dentro del taladro insertando el tubo de inyección hasta el extremo del taladro y
retirada lentamente el tubo conforme la lechada es bombeada dentro. A menos
que no sea usada una lechada suficientemente viscosa, esta no saldrá del taladro.
La varilla es empujada dentro del taladro cerca de la mitad y luego se le da un
ligero pandeo antes de empujarlo completamente dentro del taladro. Este pandeo
servirá para mantener la varilla firmemente insertada en el taladro mientras frague
la lechada. Una vez que la lechada ha fraguado pueden fijarse una platina y una
tuerca sobre el extremo de la varilla y estirar y ajustar. La colocación de esta
platina es importante desde que, si la varilla esta destinada a reaccionar ante los
desplazamientos de la masa rocosa, la roca cercana al collar del taladro tenderá a
jalar hacia fuera a la varilla a menos que sea restringida por la platina.

Figura 12.6: Varilla inyectada usando una barra deformada insertada dentro del taladro
rellenado con lechada de cemento.
170

Figura 12.7: En lugar de varillas se puede utilizar cables inyectados, cuando se requiere
un sostenimiento mas flexible o donde el impacto y la abrasión causan problemas con el
sostenimiento rígido.

En puntos de carguío y echaderos de mineral, el flujo de la roca fragmentada


puede causar serios problemas de abrasión e impacto. La proyección del extremo
de las varillas inyectadas puede obstruir el flujo de la roca. Alternativamente, las
varillas pueden ser encorvadas, rotas o rasgadas de la masa rocosa. En tales casos,
pueden utilizarse cables flexibles inyectados como se ilustra en la Figura 12.7, en
lugar de varillas más rígidas. Esto permitirá gran flexibilidad con resistencia al
impacto y a la abrasión.

Los tipos de varillas inyectadas más antiguas tales como el “perfobolt”


escandinavo, donde la lechada de cemento es inyectada después que la varilla ha
sido insertada, tienden a no ser utilizadas. La instalación es más compleja y
consume tiempo y el procedimiento final no rinde mejor que las varillas simples
inyectadas descritas arriba.

12.3.2 Varillas de fricción o estabilizadores ‘Split Set’

Los estabilizadores ‘Split Set’ fueron originalmente desarrollados por Scott


(1976, 1983) y son fabricados y distribuidos por Ingersoll-Rand. El sistema
ilustrado en la Figura 12.8, consiste de un tubo de acero de alta resistencia
ranurado y una platina. Este es instalado empujándolo dentro de un taladro de
dimensiones ligeramente menores y la fuerza radial de recuperación de la
deformación generada por la compresión del tubo de forma de una C, proporciona
un anclaje friccional a lo largo de la longitud entera del taladro. Una lista de
dimensiones y capacidades típicas de estabilizadores ‘Split Set’ es dada en la
Figura 12.1.

A causa de que el sistema es muy rápido y simple de instalar, este ha ganado


rápida aceptación por los mineros de todo el mundo. El mecanismo es
particularmente útil en medioambientes de estallidos moderados, a causa de que
este se deslizará más que romperse, y cuando es usado con malla, retendrá las
rocas fragmentadas generadas por el estallido moderado. A menos que la
demanda impuesta sobre los estabilizadores Split Set no exceden su capacidad, el
sistema trabajará bien y puede ser considerado para varias aplicaciones mineras.
171

Figura 12.8: Estabilizador Split Set. Fotografía de Ingersoll-Rand.

Tabla 12.1 Especificaciones de Split Set (Según la División de Split Set, Ingersoll-
Rand Company)

Modelo de estabilizador Split Set SS-33 SS-39 SS-46


Tamaño normal de la broca recomendada 31 a 33 mm 35 a 38 mm 41 a 45 mm
Capacidad de rotura, promedio 10.9 ton. 12.7 ton. 16.3 ton.
mínimo 7.3 ton. 9.1 ton. 13.6 ton.
Anclaje inicial recomendado (Ton.) 2.7 a 5.4 2.7 a 5.4 4.5 a 8.2
Longitudes del tubo 0.9 a 2.4 0.9 a 3.0 0.9 a 3.6
Diámetro exterior nominal del tubo 33 mm 39 mm 46 mm
Tamaños de platina (con domo) 150 x 150 mm 150 x 150 mm 150 x 150 mm
125 x 125 mm 125 x 125 mm
Sistema galvanizado disponible Si Si Si
Modelo de acero inoxidable disponible No Si No

La corrosión es uno de los principales problemas con los estabilizadores Split


Set , desde que no es factible la protección de la superficie exterior de la varilla.
El galvanizado de los tubos ayuda a reducir la corrosión, pero probablemente no
es una medida preventiva que puede ser confiable para aplicaciones de largo
plazo en medioambientes agresivos. Actualmente están disponibles
estabilizadores Split Set de acero inoxidable en algunos tamaños

12.3.3 Varillas ‘Swellex’

Desarrollado y comercializado por Atlas Copco, el sistema ‘Swellex’ es


ilustrado en la Figura 12.9. La varilla, la cual puede tener hasta 12 m de
longitud, consiste de un tubo de 42 mm de diámetro, el cual es plegado durante
su fabricación para crear una unidad de 25 a 28 m de diámetro, el cual puede ser
insertado en un taladro de 32 a 39 mm de diámetro. No se requiere ninguna
fuerza de empuje durante su inserción y la varilla es activada por inyección de
agua a alta presión (aproximadamente 30 MPa o 4300 psi), la cual infla el tubo
plegado en contacto íntimo con las paredes del taladro.

Durante 1993, la varilla original Swellex fue reemplazada por el Swellex EXL
el cual es fabricado a partir de un acero dúctil pero de alta resistencia. Este
acero permite un desplazamiento significativo sin pérdida de capacidad.
Stillborg (1994), llevó cabo una serie de ensayos en los cuales pernos y varillas
fueron instalados atravesando una ‘junta’ simulada y sometidos a cargas de
tensión. En los ensayos con la varilla Swellex EXL, la abertura de la junta
concentró cargas sobre la porción de la varilla que cruzaba la junta, causando
una reducción en el diámetro y un ‘despegado’ progresivo de la varilla de la
junta. Las características dúctiles del acero permiten que la sección ‘despegada’
172

Figura 12.9: Varilla Swellex de Atlas Copco.

se deforme bajo carga constante, hasta que eventualmente ocurra la falla,


cuando el desplazamiento total alcance cerca de 140 mm, a una carga
constante de aproximadamente 11 toneladas. Estos ensayos son descritos con
grande detalle en este capítulo.

La corrosión de la varilla Swellex es materia de preocupación desde que la


superficie externa del tubo está en contacto directo con la roca. Atlas Copco
ha trabajado con cubiertas fabricadas para superar este problema y anuncia
haber desarrollado una cubierta efectiva resistente a la corrosión.

La velocidad de instalación es la principal ventaja del sistema Swellex


comparado con los pernos convencionales y las varillas inyectadas con
cemento. En efecto, el costo total de instalación de las varillas Swellex o de
los estabilizadores Split Set tienden a ser menores que aquellos sistemas
alternativos de reforzamiento, cuando se toma en cuenta el tiempo de
instalación. Ambos sistemas son ideales para usarlos con empernadores
automatizados.

12.4 Características carga-deformación

Stillborg (1994) llevó a cabo un número de ensayos sobre pernos de roca y


varillas instalados atravesando una ‘junta simulada’, usando dos bloques de
concreto reforzado de alta resistencia. Este tipo de ensayos da una
representación más precisa de las condiciones encontradas en subterráneo
que los ensayos estándar de arranque.
173

Los pernos de roca y las varillas ensayados fueron instalados en taladros


perforados a percusión usando técnicas de instalación que podrían ser usados en
una operación minera subterránea normal. Los sistemas de sostenimiento
instalados fueron luego ensayados mediante el jalado de dos bloques de
concreto separados a un rango fijo y midiendo los desplazamiento transversales
a la ‘junta’ simulada.

Los resultados de los ensayos de Stillborg son resumidos en la Figura 12.10, la


cual da las curvas carga-deformación para todos los pernos y varillas ensayadas.
La configuración usada en cada ensayo y los resultados obtenidos son
resumidos en las siguientes páginas.

Figura 12.10: Resultados carga-deformación obtenidos por Stillborg en ensayos


llevados a cabo en la Universidad de Luleå – Suecia. Para los bloques de ensayo se
utilizó concreto reforzado de alta resistencia con una resistencia compresiva uniaxial de
60 MPa, y los taladros fueron perforados a percusión para simular las condiciones
rocosas in situ.
174

1. Perno de roca anclado por mecanismo de expansión.

Diámetro de la varilla de acero: 17.28 mm


Resistencia a la tensión última del vástago del perno: aproximadamente 12.7 ton
Mecanismo de anclaje de expansión: tipo tres cuñas de anclaje
Platina: placa triangular, tuerca con asiento hemisférico
Pre-carga del perno: 2.25 ton
Diámetro del taladro: 34 mm
A la pre-carga de 2.25 toneladas, ninguna deformación de la platina.

A una carga de 4 toneladas, la platina se deformó 9.5 mm y es completamente


plana, el vástago del perno se deformó un adicional de 3.5 mm, dando una
deformación total de 13 mm a una carga de 4 toneladas.

La falla se inició a una carga de 8 toneladas y una deformación de 25 mm con


falla progresiva del anclaje con mecanismos de expansión, en la cual el cono fue
jalado a través de la cuña.

La carga máxima es 9 toneladas a una deformación de 35 mm.


2. Varilla de acero inyectada con cemento.
Diámetro de la varilla de acero: 20 mm
Resistencia a la tensión última de la varilla de acero: 18 ton
Platina: placa plana
Diámetro del taladro: 32 mm
Lechada de cemento: radio agua/cemento 0.35, curado a 11 dias

A una carga de 15 toneladas y una deformación elástica de cerca de 1.5 mm, una
súbita caída de carga es característica del acero de la varilla rolada al caliente.

La máxima carga es 18 ton. a una deformación de 30 mm.

3. Varilla de acero inyectada con resina.


Diámetro de la varilla de acero: 20 mm
Resistencia a la tensión última de la varilla de acero: 18 ton
Platina: placa plana
Diámetro del taladro: 32 mm

Inyección de resina: cinco cartuchos de resina poliéster de 580 mm de longitud


y 27 mm de diámetro. Tiempo de curado 60 minutos. Mezclado por rotación de
la varilla a través de los cartuchos en el taladro.
A una carga de 15 toneladas y una deformación elástica de cerca de 1.5 mm, una
súbita caída de carga es característica del acero de la varilla rolada al caliente.

La máxima carga es 18 toneladas a una deformación de 20 mm.

La resina es más fuerte que la inyección de cemento y el fracturamiento local y


la falla del vínculo en y cerca a la junta es limitada, comparada con la varilla
inyectada con cemento, conduciendo a un desplazamiento final reducido en la
falla de la varilla.
175

4. Varilla de fibra de vidrio inyectada con resina.


Diámetro de la varilla de fibra de vidrio: 22 mm
Resistencia a la tensión última de la varilla de fibra de vidrio: 35 ton
Platina: diseño especial de H. Weidmann AG. Suiza (ver dibujo del margen-
según Stillborg)
Diámetro del taladro: 32 mm

Inyección de resina: cinco cartuchos de resina poliéster de 580 mm de


longitud y 27 mm de diámetro. Tiempo de curado 60 minutos. Mezclado por
rotación de la varilla de fibra de vidrio en el taladro.

A aproximadamente 1.5 toneladas de carga, la falla de la interface fibra de Platina de carga y tuerca
vidrio/resina se inicia y comienza a progresar a lo largo de la varilla. especiales para varillas de
Conforme progresa la falla del vínculo se deforma sobre una longitud ‘libre’ fibra de vidrio, diseñadas y
progresivamente más larga. fabricadas por H.
Weidmann A.G. – Suiza.
La falla general del vínculo ocurre a una carga aproximadamente de 26
toneladas y una deformación de 25 mm.

La capacidad última de este ensamblaje es determinado por la resistencia del


vínculo entre el perno y la varilla de fibra de vidrio y por la resistencia
friccional relativamente baja de la fibra de vidrio.

5. Estabilizador Split Set, tipo SS39

Diámetro del tubo: 39 mm


Resistencia a la tensión última del tubo de acero: 11 ton
Platina: diseño especial del fabricante (ver Figura 12.8)
Diámetro del taladro: 37 mm

La varilla comienza a deslizarse aproximadamente a 5 toneladas y mantiene


esta carga para la duración del ensayo, lo cual en este caso fue para un
desplazamiento total de 150 mm.

6. Varilla Swellex EXL

Diámetro del tubo: 26 mm antes de la expansión


Resistencia a la tensión última del tubo de acero: 11.5 ton. (antes de la
expansión)
Tipo de platina: placa con domo (ver dibujo de margen - Según Stillborg)
Diámetro del taladro: 37 mm
Presión de bombeo para la expansión de la varilla: 30 MPa Platina de carga con domo,
utilizado por Stillborg en los
A 5 toneladas de carga la varilla comienza a deformarse localmente en la ensayos sobre la varilla
junta y al mismo tiempo, ocurre la falla del vínculo en la junta y progresa Swellex EXL.
fuera de la junta conforme la carga es incrementada. La falla general del
‘vinculo’ ocurre a 11.5 toneladas a una deformación aproximadamente de 10
mm. La varilla comienza a deslizarse a esta carga y mantiene la carga para la
duración del ensayo, la cual en este caso fue de 150 mm.
176
177

13 Reforzamiento con cablebolt

13.1 Introducción

La tendencia hacia grandes excavaciones subterráneas, tanto en la ingeniería


minera como en la ingeniería civil, ha resultado en un desarrollo gradual de la
tecnología de reforzamiento con cablebolts, para obtener un rendimiento en el
sostenimiento que exceda la capacidad de los pernos tradicionales. Una breve
revisión de algunas aplicaciones típicas de reforzamiento con cablebolt en la
minería subterránea fueron dadas en el Capítulo 11. Este capítulo concierne con
muchos de los aspectos de la estructura física del cablebolt, que son de suma
importancia para el éxito de su aplicación en el minado subterráneo en roca dura,
y los factores que afectan a la resistencia de adherencia y la capacidad del
cablebolt.

13.2 Estructura del cablebolt

Los primeros usos conocidos del reforzamiento con cablebolts en minería


subterránea, fue en la mina Willroy en Canadá (Marshall, 1963) y en las minas de
Free State Geduld Ltd. en Sudáfrica (Thorn y Muller, 1964). Durante los años 70s
ocurrió un extenso desarrollo en la tecnología de reforzamiento con cablebolts,
con grandes contribuciones hechas por grupos mineros de Australia, Canadá y
Sudáfrica. El uso de reforzamiento con cablebolts en el corte y relleno y grandes
tajeos, descritos en la Sección 11.7 del Capítulo 11, jugó un importante rol en el
desarrollo de la tecnología del cablebolt. La Figura 13.1, según Windsor (1992),
da un resumen de algunas de las estructuras del cablebolt, las cuales han sido
desarrolladas para satisfacer variados requerimientos del minado.

Al principio los cablebolts fueron hechos de desechos de cuerdas enrolladas, pero


esta práctica fue discontinuada, a causa del consumo de tiempo requerido en el
proceso de desgrasado, para hacer que estas cuerdas fueran adecuadas para su
cementación dentro de los taladros. Alambres pre-tensionados rectos, de 7 mm
de diámetro, fueron usados en Australia en la mitad de los 70s, y son descritos
por Clifford (1974), Davis (1977), Fuller (1981) y Jirovec (1978). El primer uso
de siete alambres trenzados, donde los alambres individuales eran girados
helicoidalmente alrededor de un “alambre rey” recto, en un simple cablebolt, fue
en Broken Hill - Australia (Hunt y Askew, 1977).

Las revisiones de Fabjanczyk (1982) y Fuller (1984) mostraron que, cuando se


utilizaron en el minado subterráneo cablebolts de trenzado simple, casi todas las
fallas fueron asociadas con el desgarramiento del cablebolt de la roca. Muy pocos
casos de rotura del cablebolt fueron reportados, lo cual sugiere que el componente
más débil en el sistema de reforzamiento con cablebolt, es la adherencia entre la
lechada de cemento y el cablebolt. Esto ha sido confirmado por extensas pruebas
de laboratorio y de campo, llevadas a cabo por las universidades de Queen’s y de
Laurentian en Canadá (Kaiser et al., 1992).

En un intento para remediar el problema de falla de la adherencia entre los


alambres de acero y la lechada de cemento, varios tipos de anclajes fueron
utilizados, como se muestra en la Fig. 13.1. Estos fueron reemplazados por
el desarrollo de un cablebolt “destrenzado” más simple y económico, en las
minas de Mount Isa en Australia en 1983 (Hutchins et al., 1990).
178

TIPO SECCION LONGITUDINAL SECCION TRANSVERSAL

Tendón
multialambre
(Clifford 1974)

Tendón
multialambre
destrenzado
(Jirovec, 1978)
Antinodo Nodo

Trenzado
simple

(Hunt & Ashew, 1977) Normal Indentado Estirado


Trenzado simple
cubierto

(VSL Systems, 1982)


(Dorsten et al., 1984) Forrado Cubierto Encapsulado

Anclaje de barril
y cuña sobre el
trenzado
Cuña de 3 Cuña de 2
(Matthews et al., 1983) Acción doble anclaje gemelo Anclaje simple componentes componentes

Anclaje estampado
sobre el trenzado

(Schmuck, 1979) Cuadrado Circular

Espiga de alta
resistencia al corte Tubo de acero

Concreto
(Matthews et al., 1986)

Trenzado
destrenzado

(Hutchins et al., 1990) Antinodo Nodo

Trenzado bulbado

(Garford, 1990) Antinodo Nodo

Trenzado ferulado

(Windsor, 1990) Antinodo Nodo

Figura 13.1: Resumen del desarrollo de las configuraciones de los cablebolts. Según Windsor (1992).
179

Actualmente, en la mayoría de las aplicaciones de minado subterráneo en


roca dura, se utiliza como sistema típico de reforzamiento con cablebolt, el
cablebolt de siete alambres con trenzado simple o los cablebolts modificados
(destrenzados, ferulados encasquillados, trenzados de tipo bulbo). Estos
cables generalmente son inyectados con cemento dentro de los taladros, ya
sea en forma simple o en pares, y generalmente son no tensionados, desde
que ellos son instalados o antes del comienzo del tajeado o secuencialmente
durante la operación del tajeado.

En las grandes aplicaciones de ingeniería civil, tal como cavernas de casa de


máquinas subterráneas, los cablebolts tienden a ser inyectados dentro de una
manga plástica corrugada, para protegerlo de la corrosión y luego el
ensamblaje completo es inyectado con lechada de cemento dentro del
taladro. En la mayoría de los casos, se forma un anclaje inyectado de 2 a 3
metros de largo, en el extremo final del taladro, al cual se le permite fraguar.
El cablebolt luego es tensionado y el resto del taladro es llenado con lechada
de cemento.

13.3 Resistencia de la adherencia del cablebolt

Las fuerzas y desplazamientos asociados con un cablebolt esforzado y


cementado dentro de un taladro en la roca, son ilustrados en la Figura 13.2.

presión de confinamiento

desplazamiento radial

resistencia al corte

presión de confinamiento

desplazamiento radial

fuerza de tracción

Figura 13.2: Fuerzas y desplazamientos asociados con un cablebolt esforzado,


inyectado con lechada de cemento dentro de un taladro en la roca.
180

Conforme cablebolt jala el cemento inyectado, la interferencia resultante de los


alambres de acero en espiral con su cemento inyectado asociado, causa
desplazamiento radial o dilatación de la interfase entre el cemento inyectado y
el cablebolt. La dilatación radial induce a una presión de confinamiento que es
proporcional a la rigidez combinada del cemento inyectado y la roca
circundante al taladro. La resistencia al corte, que resiste el deslizamiento del
cablebolt, es el producto de la presión de confinamiento y el coeficiente de
fricción entre los alambres de acero y el cemento inyectado. Por lo tanto, la
resistencia al corte se incrementa: con las resistencias más altas del cemento
inyectado, con la rigidez del cemento inyectado y de la roca, y con el esfuerzo
de confinamiento en la roca después de la instalación del cablebolt.
Contrariamente, se puede esperar una disminución de la resistencia al corte, si
alguno de estos factores disminuye o si el cemento inyectado se tritura.

Modelos teóricos del comportamiento del sistema roca - cemento inyectado -


cablebolt, han sido desarrollados por Yazici y Kaiser (1992), Kaiser et al.
(1992), Hyett et al. (1992). El primero de estos modelos ha sido incorporado en
un programa llamado CABLEBND (Diederichs et al., 1993), el cual, cuando
corre en conjunción con otro programa acompañante llamado CSTRESS,
predice la resistencia de la adherencia del cablebolt para propósitos de diseño.

Un aspecto particularmente importante de estos modelos teóricos es la


influencia del cambio de esfuerzos en la masa rocosa circundante. Cuando el
cablebolt es cementado dentro de un taladro antes del minado de un tajeo, los
esfuerzos en la roca pueden cambiar significativamente cuando comienza el
tajeado. En algunos lugares, tal como la caja techo de un tajeo, los esfuerzos en
la roca circundante al taladro pueden caer a niveles relativamente bajos. Estas
reducciones de esfuerzos, pueden reducir significativamente el esfuerzo de
confinamiento actuante en la interface cablebolt y cemento inyectado, y por
tanto reducir la resistencia al corte de esta interfase. Evidencias de este proceso
pueden verse en muchos tajeos de minas, donde los cablebolts muestran pocos
signos de aflojamiento, a partir de lo cual la roca ha sido limpiamente
desbrozada.

La Figura 13.3 da los resultados de un análisis usando los programas CSTRESS


y CABLEBND. Los contornos en esta figura indican reducciones en la
resistencia de adherencia del cablebolt en la caja techo de un tajeo. Note que en
la parte inferior de la caja techo, se predice una reducción del 50% en la
resistencia de adherencia del cablebolt, comparado con la resistencia del diseño
inicial.

Posteriores resultados obtenidos con el programa CABLEBND son dados en


las Figuras 13.4 y 13.5. Estas dan resistencias típicas de adherencia del
cablebolt para diferentes valores de rigidez de la roca, magnitudes de cambio de
esfuerzos y relaciones agua/cemento de la lechada de cemento. Estos cálculos
asumen un cablebolt simple de 15.2 mm, cementado dentro de un taladro de
aproximadamente 53 mm de diámetro. La Figura 13.4 muestra que el cambio
del esfuerzo en el macizo rocoso, en el cual un cablebolt es cementado, tiene un
efecto significativo sobre la resistencia de adherencia del cablebolt,
particularmente para rocas rígidas (Er = 70 a 90 Gpa).
181

50.00 60.00 70.00 80.00 90.00 100.00 110.00

Resistencia de adherencia del cable como porcentaje de la resistencia del diseño inicial

Figura 13.3: Reducción anticipada en la resistencia de adherencia del cablebolt en la


caja techo de un tajeo. Para este análisis fueron utilizados los modelos CSTRESS y
CABLEBND (Diederichs et. al., 1993).

80

70
Reistencia de adherencia del cablebolt - ton/m

60

50
Rigidez de la roca
40 Er (GPa)

30 10
30
50
20
70
10

90
0
-40 -30 -20 -10 0 10 20 30 40
Cambio del esfuerzo normal a los cables - MPa
Figura 13.4: Valores típicos de resistencia de adherencia de cablebolts para un rango de
valores de rigidez de la roca y cambios en el esfuerzo normal.
182

La Figura 13.5 muestra la importancia de la calidad de la lechada de cemento


sobre la resistencia de adherencia del cablebolt, un tópico que será discutido en
mayor detalle en seguida.

13.4 Lechada de cemento e inyección de la lechada

El aspecto de la calidad de la lechada de cemento ha sido siempre materia de


interés en los sistemas de reforzamiento para construcciones subterráneas. Uno
de los factores críticos en esta materia ha sido la evolución de las bombas de
inyección, capaces de bombear la lechada de cemento con una relación
agua/cemento (en peso) suficientemente bajo para lograr resistencias adecuadas.
Afortunadamente, este problema actualmente ha sido superado, y hay en el
mercado un rango de bombas de inyección, que pueden bombear lechadas de
cemento muy viscosas, y pueden operar con confiabilidad bajo condiciones
típicas de minas subterráneas.

50
Resitencia de adherencia del cable bolt ton/m

0.3

40
0.35

0.4
30
0.45

0.5

20
Relaciones agua/cemento de la
mezcla de lechada de cemento

10

0
0 10 20 30 40 50 60 70 80

Módulo efectivo de la roca Er - GPa

Figura 13.5: Resistencia típica de adherencia del cablebolt para un rango de valores de
rigidez de la masa rocosa y diferentesrelaciones agua/cemento de la lechada.

Resultados de un completo programa de ensayos sobre cemento Portland han


sido resumidos por Hyett et. al. (1992), y las Figuras 13.6, 13.7 y 13.8 están
basadas en este resumen. La Figura 13.7 muestra la disminución en 28 días
tanto de la resistencia compresiva uniaxial como del módulo de deformación,
con el incremento de la relación agua/cemento. La Figura 13.8 da la envolvente
de falla de Mohr para tres relaciones agua/cemento.

Estos resultados muestran que las propiedades de las lechadas de cemento con
relaciones agua/cemento de 0.35 a 0.4 son significativamente mejores que
aquellos con relaciones en exceso de 0.5. Sin embargo, Hyett et. al. encontraron
que la dispersión en los resultados de los ensayos se incrementó marcadamente
para relaciones agua/cemento menores que 0.35. La implicancia es que la
relación agua/cemento ideal a ser utilizada en el reforzamiento con cablebolt
varía en el rango de 0.35 a 0.4.
183

Las características de las lechadas de cemento, con diferentes relaciones


agua/cemento son descritas enseguida (según Hyett et. al., 1992):

Relación a/c Característica en el extremo de la manguera Característica cuando se manipula


de inyección

 0.30 Seco, estructura de salchicha rígida Fractura de la salchicha cuando es


doblada. El cemento es muy seco para
adherirse a las manos.

0.30 Estructura de salchicha húmeda. La salchicha es completamente flexible.


Se asienta ligeramente con el tiempo. El cemento se pega a las manos. Fácil-
mente enrrollable en bolas suaves y hu-
medas.

0.35 Estructura de salchicha mojada. El cemento se pega fácilmente a las ma-


La estructura se asienta con el tiempo. nos. Se cuelga de las manos cuando es
volteado hacia arriba.

0.40 La estructura de salchicha se pierde inmedia- El cemento se pega fácilmente a las ma-
tamente. Fluye viscosamente bajo su propio nos, pero puede soltarse por sacudida.
peso, a una forma de panqueque.

0.50 El cemento fluye fácilmente y salpica en su El cemento goteará desde las manos sin
impacto con el terreno. requerir sacudimiento.

10
Tiempo para bomber un litro (seg)

0
0.25 0.35 0.45 0.55

Relación agua/cemento

Figura 13.6: Tiempo para bombear 1 litro de lechada de cemento con una bomba que
usa un barrenador helicoidal, tanto para el mezclado como para el bombeo (Según Hyett
et. al., 1992).

13.5 Instalación del cablebolt

El dibujo de la izquierda en la Figura 13.9, muestra el método tradicional de


inyectar un cablebolt en un taladro ascendente. Este método puede ser llamado
el “método del tubo respiradero”. La lechada, que tiene usualmente una relación
agua/cemento  0.4, es inyectada en el fondo del taladro a través de un tubo de
gran diámetro, típicamente de 19 mm de diámetro. El aire desfoga a través de
un tubo de pequeño diámetro, el cual se extiende hacia el extremo del taladro y
184

20 100

Resistencia compresiva uniaxial - MPa


16 Módulo de deformación 80

Módulo de deformación - GPa

12 60

8 40

Resistencia
compresiva uniaxial
4 20

0 0
0.25 0.35 0.45 0.55 0.65 0.75

Relación agua/cemento
Figura 13.7: Relaciones entre la relación agua/cemento y la resistencia compresiva
uniaxial y el módulo de deformación promedios, para lechadas de cemento ensayadas a 28
días.

100

Relaciones agua/cemento de
mezclas de lechada de cemento
- MPa

80
0.32

60
Resistencia al corte

0.41

0.52
40

20

0
0 20 40 60 80 100 120 140

Esfuerzo normal - MPa

Relación σc Constante Constante Angulo de Cohesión


w/c MPa m s Fricc. ° c MPa
0.32 78 3.05 1 24 25
0.41 54 2.14 1 20 19
0.52 38 1.67 1 17 14

Figura 13.8: Envolventes de falla de Mohr para la resistencia pico de lechadas de cemento
con diferentes relaciones agua/cemento, ensayadas a 28 días.
185

es encintado sobre el cablebolt. Tanto los tubos como el cablebolt son sellados
en el fondo del taladro por medio de un tapón de hilachas de algodón o un
mortero de fraguado rápido. Como es mostrado, la dirección del recorrido de la
lechada es hacia arriba en el taladro, y esto tiende a favorecer a la columna de
lechada, la cual resulta libre de vacíos de aire, desde que el asentamiento de la
lechada tiende a llenar estos vacíos.

Aparte de la dificultad de sellar el collar del taladro, el problema principal con


este sistema es la dificultad de detectar cuando el taladro esta lleno de cemento.
Típicamente, el taladro estará lleno cuando el aire deje de fluir desde el tubo de
desfogue. Esto puede ocurrir prematuramente si el aire ingresa dentro de una
junta abierta a lo largo del taladro. Además, es probable que se deje un vacío
del tamaño del tubo de desfogue en la columna de lechada. Por lo tanto, es
preferible detener la inyección del taladro solamente cuando la lechada retorna a
lo largo del tubo de desfogue. Sin embargo, una lechada viscosa no fluirá
descendentemente en un tubo de 9 mm, requiriéndose por tanto de un tubo mas
grande.

Un método alternativo, llamado “método del tubo de inyección” es ilustrado en


el dibujo del lado derecho de la Figura 13.9. En Canadá, este método es
conocido localmente como el “método Malkoski”, y ha sido adoptado por
algunos grupos mineros para su uso con cables trenzados simples y dobles,
instalados en taladros ascendentes. En este caso, se extiende hasta el extremo
del taladro, un tubo de inyección de lechada de gran diámetro, que es encintado
en el cablebolt. El cablebolt y el tubo son sujetados dentro del taladro por una
cuña de madera insertada dentro del collar del taladro. Se tiene que tener
cuidado para evitar la compresión del tubo de inyección entre la cuña y el
cablebolt. La lechada de cemento es inyectada hasta el tope del taladro y es
bombeada descendentemente en el taladro hasta que aparezca en el collar del
taladro. El bombeo es continuado hasta que se observe en el collar del taladro
una lechada consistentemente espesa.

Puesto que se utiliza una mezcla muy viscosa (relación agua/cemento 0.3 –
0.35), la lechada tendrá que ser bombeada dentro del taladro y ahí hay un
pequeño peligro de que se formen vacíos por el asentamiento. Sin embargo, una
mezcla de relación agua/cemento más alto casi seguramente resultará en vacíos
de aire en la columna de la lechada, como resultado del asentamiento de la
misma. La principal ventaja de este método, es que es regularmente evidente
cuando el taladro es llenado de lechada, lo cual unido a un pequeño número de
componentes requeridos, hace el método atractivo comparado con el método
tradicional de cementación de cablebolts de trenzado simple. Además, no hay
probabilidad de que las lechadas mas espesas fluyan dentro de las fracturas
rocosas, prefiriendo en cambio la ruta de mínima resistencia al flujo hacia el
collar del taladro.

El procedimiento utilizado para inyectar lechadas de cemento en taladros


descendentes, es similar al método del tubo de inyección, descrito arriba, pero
sin la cuña de madera en el collar del taladro. El tubo de inyección puede ser
encintado al cablebolt o retirado lentamente desde el fondo del taladro conforme
progrese la inyección. Es importante asegurar que la velocidad de retirada no
exceda a la velocidad de rellenado del taladro, así no serán introducidos vacíos
de aire. Esto se logra aplicando manualmente, una fuerza hacia abajo, para
resistir la fuerza ascendente aplicado al tubo por el levantamiento de la columna
de lechada. Lechadas de cualquier consistencia son adecuadas para este método,
186

pero el mejor rango para cablebolts de trenzado simple, comprende relaciones


agua/cemento de 0.3 a 0.4.

Salida de aire Dirección del


recorrido de
la lechada

Dirección del
recorrido de la Cuña de madera para
lechada sugetar el cable en su
lugar durante la
inyección de la lechada
Note que el tubo para
la inyección de la
lechada debe estar
Tapón del collar libre en el taladro
del taladro

Tubo para la Tubo de


inyección de la desfogue de Tubo para la inyección
lechada de 19 mm 9 mm de la lechada de 19 mm

Ingreso de Salida del Ingreso de la


la lechada aire lechada

Método del tubo respiradero Método del tubo de inyección


de lechada de cemento

Figura 13.9: Métodos alternativos para la inyección de lechada de cemento de un


cablebolt dentro del taladro.

Cablebolts modificados, tales como los destrenzados, ferulados encasquillados,


trenzados tipo bulbo u otros, deberían ser inyectados usando mezclas con
relación agua/cemento de 0.4, a fin de asegurar que la lechada sea lo
suficientemente fluida para rellenar la estructura de estos cables. Por tanto, para
estos tipos de cablebolts, debe utilizarse el método del tubo respiradero, desde
que las características de flujo de la lechada requeridas por el método del tubo
de inyección, están limitadas a lechadas con relaciones agua/cemento en el
rango de 0.3 a 0.35.
187

Uno de los componentes más críticos en una instalación de cablebolts es la


columna de lechada de cemento. Todos los posibles cuidados deben ser tomados
para asegurar que la columna contenga tan pocos vacíos de aire como sea
posible. En el método del tubo de respiradero, un tubo respiradero de gran
diámetro permitirá el retomo tanto de la lechada como del aire. Cuando se
utiliza el método del tubo de inyección en taladros ascendentes, una lechada de
relación agua/cemento de 0.3 a 0.35 asegurará que se requiera bombeo para
causar que la columna de lechada fluya, lo cual evitará el asentamiento de la
lechada en el taladro. Una lechada con relación agua/cemento menor de 0.3
debe ser evitada, puesto que habrá tendencia a formarse vacíos de aire
encapsulados conforme esta fluya alrededor del cablebolt.

13.6 Cablebolts modificados

Los cablebolts modificados, tales como aquellos que son ilustrados en la Figura
13.1, son utilizados cuando hay probabilidad de que una reducción de los
esfuerzos de confinamiento, pueden causar una reducción en la resistencia de
adherencia de los cablebolts de trenzado simple. En la Figura 13.3, se ilustra
una situación típica donde esto puede ocurrir, y las reducciones significativas de
la resistencia de adhesión asociadas con los esfuerzos de confinamiento
reducidos son mostradas en la Figura 13.4.

En el caso de los cablebolts modificados, la penetración de la lechada en la


estructura de los mismos, resulta en una interferencia mecánica, la cual es
menos sensible a los cambios del esfuerzo de confinamiento, respecto a los
cablebolts de trenzado simple mostrados en la Figura 13.2, Consecuentemente,
se puede esperar que los cablebolts modificados mantengan una resistencia de
adhesión alta, en situaciones tales como la caja techo del tajeo ilustrado en la
Figura 13.3, donde puede ocurrir significativas reducciones del esfuerzo.

Ensayos de campo en la mina Hemlo Golden Giant, en Canadá, dieron las


siguientes cargas pico promedio, para cables con una longitud embebida de 300
mm (Hyett et, al., 1993):

Ubicación Cablebolt de 7 alambres Cablebolt destrenzado Cablebolt trenzado


encasquillado
Caja techo 15.4 ton 27.7 ton 30.4 ton
Mineral 17.9 ton 24.2 ton 27.6 ton

Aunque estos resultados de los ensayos son preliminares, ellos indican que hay
un sustancial incremento en la resistencia de adhesión para los cablebolts
modificados, en comparación con los cablebolts de trenzado simple.

Este incremento en la resistencia puede ser particularmente importante en casos


donde no sea posible utilizar platinas de carga. Buzones de mineral, ventanas de
carguío o tajeos, en los cuales son instalados los cablebolts a partir de un acceso
remoto, son ejemplos de tales casos. Un ejemplo de una aplicación sugerida de
cablebolt modificado en un tajeo, es ilustrada en la Figura 13.10. En este
ejemplo, secciones del cablebolt, cerca a la caja techo, son modificados para
compensar una suerte de platinas de carga.
188

Cablebolt de trenzado
simple

Cablebolt modificado

Figura 13.10: Aplicaciones sugeridas de cablebolts modificados, instalados a partir


de accesos distantes, para proporcionar sostenimiento a la caja techo en un tajeo donde
no esta permitido ingresar.
189

14 El método gráfico de estabilidad

14.1 Introducción

Potvin (1988), Potvin y Milne (1992) y Nickson (1992), siguiendo los trabajos
iniciados por Mathews et. al. (1981), desarrollaron el Método Gráfico de
Estabilidad para el diseño de cablebolts. La versión actual del método, basado
en el análisis de más de 350 casos históricos recolectados de minas
subterráneas canadienses, toma en cuenta los principales factores de influencia
del diseño de tajeos abiertos. Información sobre la resistencia y estructura de
la masa rocosa, los esfuerzos alrededor de la excavación, y el tamaño, forma y
orientación de la excavación, es utilizada para determinar si el tajeo será
estable sin sostenimiento, o inestable aún con sostenimiento. El método
también sugiere rangos de densidad de cablebolt, cuando el diseño esta en el
rango de “estable con sostenimiento”.

14.2 El método Gráfico de Estabilidad

El procedimiento de diseño esta basado en el cálculo de dos factores, N’, que


es el número de estabilidad modificada, que representa la habilidad del macizo
rocoso para permanecer estable bajo una condición de esfuerzo dado, y S, que
es el factor de forma o radio hidráulico, que toma en cuenta el tamaño y forma
del tajeo.

14.2.1 El número de estabilidad N’

El número de estabilidad N’, se define como:

N’ = Q’ x A x B x C (14.1)

donde Q’ es el Indice de Calidad Tunelera Q modificado


A es el factor de esfuerzo en la roca
B es el factor de ajuste por orientación de las juntas
C es el factor de ajuste gravitacional

El Indice de Calidad Tunelera modificado Q’, es calculado a partir de los resultados del mapeo
estructural de la masa rocosa, exactamente de la misma forma que la clasificación de la masa
rocosa NGI estándar, excepto que el factor de reducción del esfuerzo SRF es fijado en 1.00. El
sistema no ha sido aplicado en condiciones con agua subterránea significativa, de tal manera que
el factor de reducción por agua en juntas Jw es comúnmente 1.0. Este proceso es idéntico al usado
anteriormente en este libro para la estimación de la resistencia de masa rocosa diaclasada.

El factor de esfuerzo en la roca A, refleja los esfuerzos actuantes sobre las


caras libres del tajeo abierto en profundidad. Este factor es determinado a
partir de la resistencia compresiva no confinada de la roca intacta y el
esfuerzo actuante paralelo a la cara expuesta del tajeo bajo consideración. La
resistencia de la roca intacta puede ser determinada mediante ensayos de
laboratorio de la roca, o por estimaciones como aquellas discutidas en el
Capítulo 8. El esfuerzo compresivo inducido se establece a partir del
modelamiento numérico o se estima a partir de distribuciones de esfuerzos
publicadas como aquellas en Hoek & Brown (1980a), usando valores de
190

esfuerzos in-situ medidas o asumidas. El factor de esfuerzo en la roca, A, es


por lo tanto determinado a partir de la relación c/1, resistencia de la roca
intacta a esfuerzo compresivo inducido, sobre el borde de la abertura:

para c/1 < 2 : A = 0.1


para 2 < c/1 < 10 : A = 0.1125 (c/1) – 0.125 (14.2)
para c/1 > 10 : A = 1.0

En la Figura 14.1, se da un gráfico del factor de esfuerzo en la roca A, para


diferentes valores de c/1.
El factor de ajuste por orientación de juntas, B, toma en cuenta la influencia de las juntas sobre la
estabilidad de las caras del tajeo. Muchos casos de fallas estructuralmente controladas ocurren a lo
largo de juntas críticas, las cuales forman un pequeño ángulo con la superficie libre. Mientras el
ángulo entre la junta y la superficie sea mas pequeño, será mas fácil que el puente de roca intacta,
mostrado en la Figura 14.2, se rompa por efecto de la voladura, esfuerzos o por otro sistema de
juntas. Cuando el ángulo  se aproxima a 0, ocurre un ligero incremento de la resistencia, desde
que los bloques de roca diaclasada actúan como una viga. La influencia de las juntas críticas sobre
la estabilidad de la superficie de la excavación, es mas alto cuando el rumbo es paralelo a la
superficie libre, y es mas pequeño cuando los planos son perpendiculares entre si. El factor B, que
depende de la diferencia entre la orientación de la junta crítica y cada cara del tajeo, puede ser
determinado a partir del diagrama reproducido en la Figura 14.3.

1.0

0.8
Factor de esfuerzo en la roca A

0.6

0.4

0.2

0
0 5 10 15
c
Relación resistrencia uniaxial a esfuerzo inducido
1

Figura 14.1: Factor de esfuerzo en la roca A, para diferentes valores de c/1


191

Puente rocoso

Tajeo
abierto

Figura 14.2: Orientación de la junta crítica con respecto a la superficie de la


excavación (Según Potvin, 1988).

90° Diferencia en rumbo


1.0

0.9

60°
0.8

0.7
Factor de ajuste por orientación B

45°
0.6

0.5

0.4 30°

0.3

0.2

0.1

0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90

Diferencia relativa de buzamiento entre


la junta critica y la superficie del tajeo

Figura 14.3: Factor de ajuste B, que toma en cuenta la orientación de las juntas con
respecto a la superficie del tajeo (Según Potvin, 1988).
192

8 Caídas

7 Superficie

(Caidas por gravedad y lajamiento)


del tajeo

Factor de ajuste por gravedad C


6

4
Lajamiento
3

0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
Inclinación de la superficie del tajeo

Figura 14.4: Factor de ajuste por gravedad C, para caídas por gravedad y
lajamientos. Según Potvin (1988).

6
Factor de ajuste por gravedad C
(Deslizamiento)

4
Deslizam.
3

0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
Inclinación de la junta crítica

Figura 14.5: Factor de ajuste por gravedad C, para modos de falla por deslizamiento.
Según Potvin (1988).

El factor final C, es un ajuste por el efecto de la gravedad. La falla puede


ocurrir desde el techo debido a caídas inducidas por la gravedad o, desde las
paredes del tajeo, debido a lajamientos o deslizamientos.

Potvin (1988) sugirió que tanto las fallas inducidas por gravedad y como las
fallas por lajamiento, dependen de la inclinación de la superficie del tajeo .
El factor C para estos casos puede ser calculado a partir de la relación C = 8
– 6 Cos  , o determinado a partir del diagrama graficado en la Figura 14.4.
Este factor tiene un valor máximo de 8 para paredes verticales y un valor
mínimo de 2 para techos horizontales de tajeos.

La falla por deslizamiento dependerá de la inclinación  de la junta crítica, y


el factor de ajuste C, es dado en la Figura 14.5.
193

1000

500

200

100
Número de estabilidad N'

ZONA ESTABLE
50

20

10

5
2
ZONA DE HUNDIM IENTO
1
0.5

0.2

0.1
0 5 10 15 20 25
Radio hidráulico S - mt

Figura 14.6: Gráfico de estabilidad que muestra zonas de terreno estable, terreno hundible y
terreno con requerimiento de sostenimiento. Según Potvin (1988), modificado por Nickson
(1992).

14.2.2 El factor de forma S:

El radio hidráulico o factor de forma, para la superficie del tajeo bajo


consideración, es calculado de la siguiente forma:

Area de la sección tranversal de la sup erficie analizada


S (14.3)
Perímetro de la sup erficie analizada

14.2.3 El gráfico de estabilidad

Usando los valores de N’, el número de estabilidad y el radio hidráulico S, se


puede estimar la estabilidad del tajeo a partir de la Figura 14.6. Esta figura
representa el rendimiento de tajeos abiertos observados en varias minas
canadienses, que fueron tabuladas y analizadas por Potvin (1988) y
actualizado por Nickson (1992).
194

14.3 Diseño de cablebolts

Cuando el análisis de estabilidad indica que el tajeo requiere sostenimiento, se


puede utilizar el diagrama dado en la Figura 14.7 como una guía preliminar
para la densidad de los cablebolts. En este diagrama, la densidad del cablebolt
es relacionada con la frecuencia de discontinuidades (juntas) a través del
tamaño de bloques (parámetro RQD/Jn) y el radio hidráulico de la excavación,
ambos deben ser considerados para tener una idea del tamaño relativo de los
bloques. De los tres envolventes de diseño mostrados en esta figura, el uso de
uno de ellos deberá basarse tanto en el uso de la abertura como en la
experiencia en el sostenimiento con cablebolt en el lugar. Al inicio de un
proyecto, el diseñador debería considerar el uso de la envolvente más
conservadora.

Potvin et. al. (1989) observaron que hay mucha dispersión en los datos usados
para derivar la Figura 14.7, reflejando la naturaleza de prueba y error en el
diseño actual de cablebolts. Ellos también establecieron que los cablebolts
probablemente no sean efectivos cuando el factor de tamaño relativo de
bloques (RQD/ Jn)/Radio Hidráulico, es menos de 0.75, y cuando la densidad
del cablebolt es menos de 1 cable por 10 m2 en el borde de la excavación.

La longitud del cablebolt debe ser tal que ellos sean anclados lo
suficientemente lejos en terreno no disturbado, para que el anclaje sea efectivo.
Potvin et.al. sugirieron como guía aproximada de diseño, que la longitud del
cablebolt debe ser aproximadamente igual al abierto de la excavación. Ellos
encontraron que los cablebolts generalmente no son exitosos para la
estabilización de tajeos muy grandes.

0.40
Sostenimiento ineficaz

0.35
Densidad del cablebolt (cablebolt/m2 )

0.30

0.25

0.20

0.15

0.10
Densidad inadecuada de cablebolts

0.05

0
0 1 2 3 4 5 6 7 8
RQD/Jn
Radio hidráulico S (m)

Figura 14.7: Diagrama de diseño de la densidad de los cablebolts. Según Potvin y


Milne (1992).
195

Potvin et. al. (1989) sugirieron que el diseño de los cablebolts debe incluir
consideraciones del mecanismo potencial de falla. Cuando se predice que la
falla será por deslizamiento, los cablebolts deberán estar inclinados de 17º a 27º
con respecto al plano sobre el cual es probable que ocurra el deslizamiento. La
orientación más favorable de los cablebolts para sostener una falla por
lajamiento es perpendicular a la foliación.

14.4 Discusión del método

Potvin y Milne (1992) advirtieron que el uso de los diagramas de diseño debe
ser limitado a condiciones similares encontradas en las minas usadas como
casos históricos en el desarrollo de la base de datos empírica. Condiciones
geológicas anómalas como fallas, zonas de corte o cizallamiento, diques o
inclusiones de desmonte, pueden crear situaciones en los cuales una mala
instalación del cablebolt puede llevar a resultados inesperados. Es mas, los
cablebolts deben cubrir la superficie de la excavación completamente, puesto
que el diseño del sostenimiento esta basado en la suposición que los cables
forman una zona continua de roca reforzada alrededor de la excavación.

Observaciones prácticas sugirieron que el área principal de incertidumbre en el


uso del método, está en la densidad de juntas de la masa rocosa. Cuando el
número de juntas y otras discontinuidades por unidad de volumen de roca es
altamente variable, el valor de Q’ será una incógnita. Bajo estas condiciones, el
diseño derivado del método gráfico de estabilidad debe ser considerado como
un primer paso en el proceso de diseño y se tendrán que hacer ajustes locales al
diseño, dependiendo de las condiciones observadas en el tajeo.

La calidad de la instalación de los cablebolts, es otra variable que ha sido


reconocida cuando se usa este método. Cuando exista incertidumbre sobre la
efectividad de la inyección de lechada de cemento, se tendrá que adoptar una
aproximación conservadora.

Adicionalmente, el uso de elementos modificadores como platinas o cablebolt


destrenzados no han sido incluidos en el método de diseño, quizá por que estos
elementos no fueron usados mucho en el momento del desarrollo de los
diagramas. Con el tiempo y el incremento de la experiencia, es probable que
estos aspectos sean tomados en cuenta en este método empírico de diseño.

14.5 Ejemplo de aplicación del gráfico de estabilidad

Un cuerpo mineralizado de 15 m de potencia (de caja techo a caja piso) esta


ubicado a una profundidad de 500 m debajo de la superficie, y será minado por
el método de tajeo abierto. El acceso es por la caja techo y existe la opción de
colocar sostenimiento con cablebolts en abanico en la caja techo, a partir de
galerías. Los detalles de la geología estructural de la masa rocosa y la
clasificación Q’ son dadas en la siguiente sección.

El diseño del tajeo, usando el método gráfico de estabilidad, es un proceso


iterativo. Para empezar, se deberían proponer dimensiones razonables del tajeo,
dependiendo del acceso para la perforación, de las consideraciones prácticas del
minado, y de las consideraciones económicas, como se ilustra en el bosquejo
del margen. En este ejemplo, el ancho completo del cuerpo mineralizado (15 m)
será minado con un tajeo simple, planeándose los subniveles de perforación en
intervalos de 25 m de profundidad, con los cortes superior e inferior cada 100
m.
196

Para estas dimensiones, se lleva a cabo el procedimiento de diseño gráfico de


15 m estabilidad. Este análisis indica la estabilidad del tajeo propuesto, y si las
Corte superior
dimensiones tienen que ser cambiadas, un análisis posterior debe ser llevado
Subnivel 1
a cabo con las nuevas dimensiones. El procedimiento es realizado
iterativamente hasta que se logre un diseño estable satisfactorio.
Subnivel 2
En este caso, la geometría del cuerpo mineralizado sugiere que el
Subnivel 3 sostenimiento deberá tomar la forma de un anillo de cablebolts, instalados
desde las galerías de acceso. Estos anillos deberán extenderse hacia arriba
desde cada galería, para sostener la parte posterior de cada tajeo, y hacia
Corte inferior
afuera del extremo de la galería en la masa rocosa de la caja techo, lo cual
Cablebolts instalados desde
crea un contrafuerte estable en cada galería. También si el diseño indica la
galerías de acceso necesidad de sostenimiento adicional, los cablebolt deberán ser instalados
desde las galerías de acceso de la caja techo, para proporcionar adecuada
cobertura.

14.5.1 Geología estructural

El rumbo del cuerpo mineralizado es Este-Oeste y buza 65º al Norte. Se han


15 m
Corte superior llevado a cabo extensos registros de los testigos de los sondajes y mapeos
subterráneos, recopilándose un total de 1250 rasgos estructurales. El análisis
Subnivel 1
de esta información geológica estructural, por medio del programa DIPS,
indica que la masa rocosa contiene 5 sistemas de juntas, los cuales son
Subnivel 2
descritos en la Tabla 14.1.
Subnivel 3

14.5.2 Clasificación Q’
Corte inferior

Cablebolts adicionales, de ser requeridos


Los datos recolectados a partir de los mapeos geológicos son usados
instalados desde las galerías de acceso de para calcular el Indice de Calidad Tunelera modificado Q’, según lo
la caja techo
definido en este libro. De aquí Q’ = RQD/Jn x Jr/Ja.

Tabla 14.1: Geología estructural de la mina del ejemplo

Set Buzamiento° Dir. Buzam.° Descripción


A 64±10 009±20 Planar, lisa o rugosidad media. Relleno de mica o
calcita con algunas zonas de panizo y sericita.
Espaciamiento de 10-30 cm. Juntas paralelas a la
caja del techo del cuerpo mineralizado
B 84±7 098±24 Ligeramente rugoso a rugoso sin relleno. Espa-
ciamiento de 35 a 45 cm. Las juntas son
perpendiculares al cuerpo mineralizado.
C 15±9 180±40 Pobremente desarrollado pero continuo en varios
metros. Rugoso con relleno de calcita o panizo.
Ampliamente espaciado
D 47±9 095±9 Rumbo paralelo a las juntas B, pero con
buzamiento mas echad. Planar, liso a rugosidad
medi, sin relleno. Espaciamiento 50 cm.
E 45±8 217±13 A menudo no evidente; clasificado como aleatorio.
Liso a rugosidad media, con poco o sin relleno

Se estableció como valor promedio del RQD para la masa rocosa 78, con un
rango de 70 a 86.
197

Basado en una inspección de la masa rocosa en el pique y excavaciones de


desarrollo, se decidió que no todos los 5 sistemas de juntas ocurrían en todos
los lugares, y que una descripción razonable del diaclasamiento era “tres
sistemas mas juntas aleatorias”. La Tabla 4.6.2G da el valor del número de
sistemas de juntas para esta descripción como Jn = 12.

Se encontró que el número de rugosidad de la junta Jr, varía entre 1 (lisa


planar en la Tabla 4.6.3F) y 2 (lisa ondulada en la Tabla 4.6.3C).
Similarmente, el número de alteración de la junta Ja varía entre 1 (paredes de
la junta no alteradas, superficie solo teñida, en la Tabla 4.6.4B) y 2 (paredes
de la junta ligeramente alteradas con cubiertas discontinuas de mica o
sericita, en la Tabla 4.6.4C).

Los valores escogidos para ser incluidos en la evaluación de Q’,


dependieron de la ubicación del tajeo que está siendo diseñado, y los
sistemas de juntas considerados son los más importantes en aquella
ubicación.

Los valores de Q’, junto con las evaluaciones de laboratorio de la resistencia


de la roca intacta c, el módulo de Young E, y la relación de Poisson v, son:

Ubicación Q’ c (MPa) E (GPa) v


Caja techo 2.4 70 40 0.25
Zona mineralizada 6.3 100 53 0.10
Caja piso 5.1 175 55 0.21

14.5.3 Diseño preliminar del tajeo

El diseño preliminar del tajeo estará basado en las dimensiones del abierto
del techo del tajeo de 15 m y una altura del tajeo de 25 m. La evaluación de
la estabilidad y la tercera dimensión del tajeo (ancho en el rumbo en este
caso), dependerán de la estimación de los factores A, B y C incluidos en la
Ecuación 14.1.

El factor A, influencia de los esfuerzos inducidos por el minado, se


determina con la Ecuación 14.2, a partir de la relación de la resistencia de la
roca intacta al esfuerzo compresivo inducido c/1. La resistencia de la roca
intacta fue discutida anteriormente, y el esfuerzo compresivo inducido puede
ser estimado considerando los esfuerzos in-situ y la geometría propuesta
para el tajeo.

Los esfuerzos in-situ son listados en la siguiente tabla, y las orientaciones de


los mismos han sido graficados en una proyección hemisférica inferior y son
mostrados en el esquema del margen.

Magnitud Magnitud a 500 m


Trend ° Plunge °
(MPa/m profundidad) de profundidad MPa
σ1 358 10 0.0437 21.9
σ2 093 28 0.0299 15.0
σ3 250 60 0.0214 10.7
198

Figura 14.8: Contornos de los esfuerzos principales máximos 1 inducidos en la roca


circundante de un tajeo de 15 m de abierto y 25 m de altura. Se asume que los esfuerzos
in-situ actuando sobre el tajeo son 22 MPa (inclinado a 10º) y 12 MPa, como se muestra
en la figura.

Una estimación preliminar del esfuerzo compresivo inducido en cada porción del
borde del tajeo, puede ser obtenido a partir de un modelamiento numérico
elástico simple. Como se discutió anteriormente, las dimensiones del techo del
tajeo y de la caja techo han sido establecidas por consideraciones prácticas de
minado. Luego, el gráfico de estabilidad puede ser utilizado para obtener un
valor razonable del ancho del tajeo.

Un análisis con el programa PHASES, considerando un tajeo de 15 m de abierto


y 25 m de altura, da los contornos de los esfuerzos principales máximos,
reproducidos en la Figura 14.8. De este gráfico, los esfuerzos compresivos
inducidos en el techo del tajeo, son alrededor de 30 MPa, y en la caja techo es
menor que 5 MPa. Se asume para el mineral una resistencia compresiva no
confinada c = 100 MPa, y para la roca de la caja techo c = 70 MPa. Por lo
tanto, las relaciones respectivas de c/1 son aproximadamente 3.3 y 14. Usando
estos valores, se puede calcular el factor de esfuerzo de la roca, utilizando la
Ecuación 14.2, lo cual da una valor de A = 0.25 para el techo del tajeo y A = 1
para la caja techo.

El factor B es usado para tomar en cuenta la influencia de la orientación de las


juntas sobre la estabilidad del tajeo. La junta más crítica que influye en la
estabilidad del borde del tajeo, es generalmente aquella que es más cercanamente
paralela al borde. Para este ejemplo, los sistemas de juntas críticas para los
varios componentes del borde del tajeo, son listados en seguida, junto con los
valores de B hallados con la Figura 14.9.
199

Sistema de Diferencia en Diferencia en


Factor B
juntas el rumbo ° buzamiento °
Caja techo del tajeo A 0 0 0.3
Extremos del tajeo B 0 0 0.3
Parte posterior del tajeo C 0 15 0.2

90° Diferencia en rumbo


1.0

0.9

60°
Factor de ajuste por orientación B

0.8

0.7

45°
0.6

0.5

0.4 30°

0.3 Caja techo del tajeo

Extremo del tajeo


0.2
Techo del tajeo
0.1

0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
Diferencia relativa de buzamiento entre
la junta critica y la superficie del tajeo

Figura 14.9: El factor de corrección B para la mina del ejemplo.

6
(Caidas por gravedad y lajamiento)
Factor de ajuste por gravedad C

Extremo del tajeo


2
Caja techo del tajeo
1
Techo del tajeo

0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
Inclinación de la superficie del tajeo

Figura 14.10: Factor de ajuste por gravedad para la mina del ejemplo.
200

El factor C toma en cuenta la influencia de la orientación de las paredes del


tajeo. Una comparación de la geometría de la mina del ejemplo, con los
esquemas mostrados en las Figuras 14.4 y 14.5, sugiere que los modos
dominantes de falla serán las caídas por gravedad desde el techo del tajeo y las
fallas por pandeamiento desde la caja techo y los extremos del tajeo. El factor
de ajuste por gravedad, se obtiene de la Figura 14.10, la cual da C = 2, para el
techo del tajeo, C = 5.5 para la caja techo, y C = 8 para los extremos del tajeo.

Ahora, a partir de la Ecuación 14.1, puede calcularse el número de estabilidad


N’ para el techo y la caja techo del tajeo, mostrándose en la Figura 14.11 el
gráfico de estabilidad.

Q’ A B C N’
Techo del tajeo 6.3 0.25 0.2 2.0 0.63
Caja techo del tajeo 2.4 1.0 0.3 5.5 4.0

El gráfico de estabilidad da el radio hidráulico del tajeo, que será estable con o
sin sostenimiento. Los valores del radio hidráulico y los anchos del tajeo
asociados son como sigue:

Techo Caja techo


Dimensión conocida 15m de abierto 27.6m de altura
Radio hidráulico estable <3 <4.5
Transición sin sostenimiento 3 a 4.5 4.5 a6.5
Estable con sostenimiento 4.5 a 7.5 6.5 a 10
Transición con sostenimiento 7.5 a 9 20 a 12
Ancho calculado del tajeo
estable <10 <13.4
Transición sin sostenimiento 10 a 22.5 13.4 a 24.6
Estable con sostenimiento 22.5 a  24.6 a 72.6
Transición con sostenimiento 72.6 a 184

El análisis indica que el techo del tajeo es mas crítico que la caja techo,
aunque ambos estén con sostenimiento. Para un tajeo con un abierto de 15 m,
con una altura vertical de 25 m, el ancho del tajeo a lo largo del rumbo,
debería ser menor que 10 m para que el tajeo sea estable sin sostenimiento.

Esta distancia en el rumbo es muy corta para permitir el desarrollo económico


y seguro de ventanas de carguío. Por lo tanto, ambos, el techo y la caja piso
del tajeo tendrán que ser sostenidos. La máxima longitud segura en el rumbo,
de un tajeo con sostenimiento, es controlada por la estabilidad de la caja techo
y es cercano a 75 m.

La decisión sobre una longitud razonable en el rumbo, deberá ser tomada en


base a consideraciones de la práctica de minado (longitud total del cuerpo
mineralizado, secuencia de tajeado, diseño de ventanas de carguío, etc.). Si
por ejemplo, se determina que una longitud razonable de un tajeo en el rumbo
es 60 m, un cálculo de chequeo, utilizando los mismos procedimientos
descritos anteriormente, mostrará que este tajeo es estable con sostenimiento.
201

1000

500

200

100
Número de estabilidad N'

ZONA ESTABLE
50

20

10

5 N'=4
2
ZONA DE HUNDIMIENTO
1
N'=0.63
0.5

0.2

0.1
0 5 10 15 20 25
Radio hidráulico S - mt

Figura 14.11: Estabilidad del techo y de la caja techo del tajeo para la mina del ejemplo.

El diseño preliminar para el sostenimiento de un tajeo donde no se pueda


ingresar, puede ser llevada a cabo utilizando la Figura 14.7. Los datos de
entrada requeridos para este análisis son dados en la siguiente tabla, y son
graficados en la Figura 14.12.

S RQD x Jn / S Densidad del perno Espaciamiento


(pernos/m2) del perno (m)
Techo 6 1.1 0.19 – 0.33 1.7 a 2.3
Caja techo 9.45 0.69 0.23 – 0.36 1.7 a 2.1
Extremos 4.86 1.34 0.16 – 0.3 1.8 a 2.5

Este análisis indica que los cablebolts deben ser colocados en patrones
regulares de alrededor 2 m x 2 m de espaciamiento. A fin de proporcionar
esta densidad de sostenimiento, los cablebolts tendrán que ser instalados
desde los subniveles y desde las galerías de la caja techo, según como se
indica en el numeral 14.5.

Note que en la Figura 14.12, los datos graficados para la caja techo, se
acercan a la zona “sostenimiento inefectivo”. Conforme el diseño progrese,
sería recomendable hallar los medios para reducir el radio hidráulico del
tajeo, por ejemplo, mediante un relleno inicial. Si esto pudiera ser logrado
exitosamente durante los ciclos regulares de minado, el espaciamiento de los
cablebolts puede ser aumentado como mínimo a 2.5 m x 2.5 m, ahorrando
cerca de una tercera parte de cablebolts requeridos sin tal reducción.
202

0.40

Extremos
0.35

Sostenimiento ineficaz
Caja techo

Densidad del cablebolt (cablebolt/m )


2
0.30 Techo

0.25

0.20

0.15

0.10
Densidad inadecuada de cablebolts

0.05

0
0 1 2 3 4 5 6 7 8
RQD/Jn
Radio hidráulico S (m)

Figura 14.12: Densidad de los cablebolts para el diseño preliminar de un tajeo abierto
en la mina del ejemplo.

Siguiendo a los análisis preliminares, el diseño de las dimensiones del tajeo y


el espaciamiento del sostenimiento, deberán ser refinados conforme se
disponga de mayor información sobre las características de la masa rocosa y
sobre las restricciones operacionales, y conforme sean evaluados la economía
del minado del mineral y los costos del sostenimiento.
203

15 Sostenimiento con shotcrete

15.1 Introducción

La industria de la Ingeniería Civil, fue la pionera en el uso del shotcrete para el


sostenimiento de excavaciones subterráneas. La revisión del desarrollo de la
tecnología del shotcrete ha sido presentada por Rose (1985), Morgan (1992) y
Franzén (1992). Rabcewicz (1969) fue el gran responsable de la introducción
del uso del shotcrete para sostenimiento de túneles en la década de 1930 y del
desarrollo del Nuevo Método Austriaco de Túnelería para la excavación en
terrenos débiles.

En años recientes la industria minera ha llegado a ser un principal usuario del


shotcrete para el sostenimiento subterráneo. Puede esperarse que haga sus
propias contribuciones a este campo conforme este sea aplicado en otras áreas
del sostenimiento subterráneo. Los trabajos simultáneos de socavones múltiples,
dificultades de acceso y condiciones de carga inusuales, son algunos de los
problemas que son peculiares al minado subterráneo y que requieren de
aplicaciones nuevas e innovadoras de la tecnología del shotcrete.

Una de las áreas importantes de la aplicación del shotcrete en el minado


subterráneo es el sostenimiento de aberturas ‘permanentes’ tales como rampas,
galerías de transporte, estaciones de piques y cámaras de chancado. La
rehabilitación del sostenimiento convencional con pernos de roca y malla puede
ser muy disruptiva y costosa. Un número cada vez más grande de estas
excavaciones están siendo shotcreteadas inmediatamente después de la
excavación. La incorporación del reforzamiento con fibras de acero en el
shotcrete, es un factor importante en el uso cada vez mayor de éste, desde que
minimiza los procesos de labor intensiva de la instalación de la malla.

Recientes pruebas y observaciones sugieren que el shotcrete puede proporcionar


un sostenimiento efectivo en condiciones de estallidos de rocas moderados
(McCreath y Kaiser, 1992, Langille y Burtney, 1992). Mientras que los
resultados de estos estudios son aún limitados para obtener conclusiones
definitivas, las indicaciones son suficientes para prestar atención más seria a
esta aplicación en el futuro.

15.2 Tecnología del shocrete.

Shotcrete es el nombre genérico del concreto de cemento, arena y agregados


finos, los cuales son aplicados neumáticamente y compactados dinámicamente
bajo alta velocidad

15.2.1 Shotcrete mezcla seca

Como se ilustra en la Figura 15.1, los componentes del shotcrete seco, los
cuales pueden ser ligeramente pre-humedecidos, son alimentados a una tolva
con agitación continua. El aire comprimido es introducido a través de un tambor
giratorio o caja de alimentación para transportar los materiales en un flujo
continuo hacia la manguera de suministro. El agua es adicionada a la mezcla en
la tobera o boquilla. Gunita, un nombre patentado para el mortero rociado seco,
usado a principios de 1990, ha caído en desuso, a favor del término más general
‘shotcrete’.
204

Figura 15.1: Esquema simplificado de un sistema típico de shotcrete mezcla seca.

Equipo típico para shotcrete


mezla seca

Figura 15.2: Equipo típico de shotcrete mezcla húmeda

15.2.2 Shotcrete mezcla húmeda.

En este caso los componentes del shotcrete y el agua son mezclados


(usualmente en un mezclador montado en un camión) antes de la entrega a una
unidad de bombeo de desplazamiento positivo, el cual luego suministra la
mezcla hidráulicamente hacia la boquilla, donde es añadido el aire para
proyectar el material sobre la superficie rocosa.

El producto final de los procesos de shocrete ya sea seco o húmedo es muy


similar. El sistema de mezcla seca tiende a ser más ampliamente usado en
minería, a causa de la inaccesibilidad para el tránsito de camiones grandes de
mezclado y a causa de que este generalmente usa equipos más pequeños y
compactos. Estos equipos pueden ser movilizados en forma relativamente fácil
en el medio ambiente de una mina subterránea. El sistema de mezcla húmeda es
ideal para aplicaciones de alta producción, donde un pique profundo o un túnel
de gran longitud están siendo avanzados, y donde los accesos permiten operar al
equipo de aplicación y a los camiones de suministro sobre una base más o
205

menos continua. Las decisiones para usar procesos de shotcrete seco o húmedo
son usualmente adoptadas para cada sitio en particular.

15.2.3 Shotcrete con microsílica reforzado con fibras de acero

De los varios desarrollos en la tecnología del shotcrete de los años recientes, dos
de los más significativos fueron, la introducción de la microsílica como un
añadido cementante, y el reforzamiento con fibras de acero.

La sílica fume o microsílica es un producto de la industria de metal ferro silicón


y es una puzolana extremadamente fina. Las puzolanas son materiales
cementantes que reaccionan con el hidróxido de calcio producido durante la
hidratación del cemento. La microsílica, añadida en cantidades del 8 al 13% por
peso de cemento, permite que el shotcrete logre resistencias compresivas que
son al doble o al triple del valor de las mezclas de shotcrete simple. El resultado
es un shotcrete extremadamente fuerte, impermeable y durable. Otros beneficios
incluyen la reducción del rebote, el mejoramiento de la resistencia a la flexión,
el mejoramiento de la adhesión con la masa rocosa y la habilidad para colocar
capas de hasta 200 mm de espesor en un paso simple a causa de su “calidad
pegajosa”. Sin embargo, cuando se usa el shotcrete de mezcla húmeda, esta
calidad de pegajosa disminuye la trabajabilidad de los materiales, requiriéndose
de superplastificantes para restaurar la trabajabilidad.

El shotcrete reforzado con fibras de acero fue introducido en la década de 1970


y ha ganado una amplia aceptación en el mundo como el reemplazo del
tradicional shotcrete simple reforzado con malla de alambres. El rol principal
que juega el reforzamiento en el shotcrete es impartirle ductibilidad al material
que de otro modo sería frágil. Como se puntualizó al inicio, el sostenimiento de
la roca, es solo para asumir cargas significativas una vez que la roca circundante
a una excavación subterránea se deforme. Esto significa que deformaciones no-
elásticas desigualmente distribuidas de magnitud significativa, pueden
sobrecargar y conducir a la falla del sistema de sostenimiento, a menos que el
sistema tenga suficiente ductibilidad para acomodarse a estas deformaciones.

Diseños típicos de mezclas de shotcrete con sílica fume, reforzadas con fibras
de acero son resumidas en la Tabla 15.1. Estas mezclas pueden ser usadas como
punto de partida cuando se adopte un programa de shotcrete, pero puede que sea
necesario buscar asistencia de un experto para afinar los diseños de mezclas, a
fin de adecuarse a los requerimientos específicos. Para varias aplicaciones de
mezcla seca puede ser ventajoso comprar shotcrete pre-mezclado en bolsas de
hasta 1,500 kg de capacidad como se ilustra en la Figura 15.3.

Tabla 15.1 Diseños típicos de mezclas de shotcrete con sílica fume, reforzado con fibras de acero (Según
Wood,1992).

Componentes Mezcla Seca Mezcla húmeda


Kg/m3 Materiales secos % Kg/m3 Materiales húmedos %
Cemento 420 19.0 420 18.1
Aditivo sílica fume 50 2.2 40 1.7
Agregados combinados 1,670 75.5 1,600 68.9
Fibras de acero 60 2.7 60 2.6
Acelerantes 13 0.6 13 0.6
Superplastificantes - - 6 litros 0.3
Reductor de agua - - 2 litros 0.1
Aditivo de aire - - si fuera requerido. si fuera requerido
Agua controlada en controlada en la 180 7.7
la boquilla boquilla
Total 2,213 100 2,321 100
206

Figura 15.3: Componentes del shotcrete


seco pre-mezclado, embolsado, que está
siendo descargado hacia la tolva de
alimentación de una faja transportadora,
provisto de un pre-humedesedor , el cual
descarga en la tolva de una máquina
shotcretera

Figura 15.4: Tipos de fibras


de acero dispo-nibles en el
mercado norte americano.
Según Wood et.al. (1993)

La Figura 15.4 muestra los tipos de fibra de acero que está corrientemente
disponible en el mercado norteamericano. En adición a su uso en el shotcrete,
estas fibras también son ampliamente usadas en pisos de concreto para edificios,
en pistas de aeropuertos y en aplicaciones similares de concreto.

Wood et al. (1993) reportó los resultados de un estudio comparativo


comprensivo en el que fueron usados para reforzar muestras de shotcrete, todas
las fibras mostradas en la Figura 15.4; estas muestras fueron sometidas a un
207

rango de ensayos. Muestras de shotcrete simple y shotcrete con sílica fume,


reforzado con fibras de acero, fueron preparados y lanzados sobre paredes
verticales, usando los procesos de mezcla seca y húmeda. Todas las muestras
reforzadas con fibras contenían la misma dosificación de fibras de acero: 60
Kg/m3 (ver Tabla 15.1). Todas las muestras fueron curadas bajo condiciones
de humedad relativamente controladas y todas fueron ensayadas después de
7 días de lanzadas sobre los paneles verticales.

Estos ensayos mostraron que la adición de fibras de acero al shotcrete con Fibras de acero ‘Dramix’
sílica fume, mejoró tanto la resistencia compresiva como la resistencia a la usados por Kompen (1989)
en ensayos de pandeo de
flexión del shotcrete endurecido hasta el 20%. También se obtuvo un
placas. Las fibras están
significativo incremento de la ductibilidad en todos los ensayos sobre pegadas con un pegamento
muestras reforzadas con fibras, comparando con las muestras de shotcrete soluble en agua para facilitar
simple. Mientras que las diferentes fibras dieron diferentes grados de el manipuleo y la distribución
mejoramiento, se halló que todas las fibras que fueron ensayadas excedieron homogénea de las fibras en el
los niveles de rendimiento comúnmente especificados en Norteamérica (es shotcrete
decir, resistencia compresiva de 30 MPa a 7 días para mezcla seca, 25 MPa
para mezcla húmeda y resistencia a la flexión de 4 MPa a 7 días).

Kompen (1989) llevó a cabo ensayos de pandeamiento sobre placas de


shotcrete no reforzado y shotcrete reforzado con fibras de acero ‘Dramix’. El
shotcrete tuvo una resistencia compresiva no confinada, determinada a partir
de ensayos sobre cubos, de 50 MPa . Los resultados de estos ensayos son
reproducidos en la Figura 15.5. La resistencia pico de estas placas se
incrementó aproximadamente 85% y 185% para 1.0 y 1.5% de volumen de
fibras, respectivamente. La ductibilidad de las placas reforzadas con fibras se
incrementó aproximadamente en 20 y 30 veces para 1.0 y 1.5% de volumen
de fibras, respectivamente.

15.2.4 Shotcrete reforzado con malla

Mientras que el shotcrete reforzado con fibras de acero ha sido ampliamente


aceptado en la ingeniería minera y civil, el shotcrete reforzado con mallas
está aún siendo ampliamente usado y es preferido en algunas aplicaciones. La malla eslabonada, que es
En masas rocosas de muy mala calidad, aflojadas, donde la adhesión del muy fuerte y flexible, no es
shotcrete a la masa rocosa es mala, la malla proporciona una significativa ideal para la aplicación del
cantidad de reforzamiento, aun sin shotcrete. Por consiguiente, cuando se shotcrete, a causa de la
dificultad del shotcrete para
estabilizan taludes en masas rocosas de muy mala calidad o cuando se
penetrar la malla.
construyen muros de contención para el relleno subterráneo, la malla
electrosoldada es frecuentemente utilizada para estabilizar la superficie o
para proporcionar reforzamiento. En tales casos, se aplica el shotcrete simple
posteriormente, para proporcionar sostenimiento adicional y para proteger a
la malla contra la corrosión.

Kirsten (1992, 1993) llevó a cabo un conjunto comprensivo de ensayos de


pandeamiento en laboratorio sobre placas de shotcrete reforzadas con malla
y con fibras de acero. Las curvas carga-deflexión que fueron obtenidas son
similares a aquellas reportadas por Kompen, reproducidas en la Figura 15.5.
El halló que la capacidad portante de carga, de muestras de shotcrete
La malla de alambres solda-
reforzado con malla y reforzado con fibras de acero, no fueron dos, firmemente adosada a la
significativamente diferentes, pero que las muestras reforzadas con malla superficie de la roca, propor-
fueron superiores en pandeamiento tanto con cargas puntuales como con ciona excelente reforzamien-
cargas uniformemente distribuidas. El concluyó que esto fue debido a la to para el shotcrete
ubicación más favorable del reforzamiento con malla en las placas sometidas
a pandeo.
208

40 Dramix ZC 30/50, 1.5% en volumen

35

Carga, P (KN)
30
25
20
15 Agrietamiento en la
parte central
10 Sostenimientos con
agrietamiento
5 No reforzado Dramix ZC 30/50, 1.0% en volumen
0
0 10 20 30 40 50 60
Deflexión, (mm)
Figura 15.5: Curvas carga deflexión para placas de shotcrete sin refuerzo y reforzadas
con fibras de acero, ensayadas en pandeo. Según Kompen (1989).

Kirsten también concluyó que el control de calidad requerido para obtener una
dosificación consistente y distribución uniforme de las fibras en el shotcrete, es
mas fácilmente logrado en las aplicaciones de la ingeniería civil que en la
ingeniería minera. Esto es un reflejo de los múltiples trabajos de socavones y
las dificultades de acceso que son problemas comunes asociados con muchas
minas. Bajo estas circunstancias, se obtendrá un reforzamiento más confiable
con la malla más que con las fibras de acero. Sin embargo, en minas grandes, en
las cuales varias de las aberturas permanentes son similares a aquellas de la
ingeniería civil, estos problemas de control de calidad no surgirían.

15.3 Aplicaciones del shotcrete

La calidad del producto shotcrete final es cercanamente relacionada a los


procedimientos usados en su aplicación. Estos procedimientos incluyen: la
preparación de la superficie, las técnicas del lanzado (manipulación de la
boquilla o tobera), la iluminación, la ventilación, las comunicaciones y el
entrenamiento de la cuadrilla.

El shotcrete no debería ser aplicado directamente a la superficie rocosa seca,


con polvo o congelada. El área de trabajo es usualmente rociado con un chorro
de aire-agua para remover la roca suelta y el polvo de la superficie a ser
shotcreteada. La roca húmeda creará una buena superficie, sobre la cual se
colocará la capa inicial de la pasta de shotcrete. El hombre que manipula la
boquilla deberá comenzar en la parte baja de la pared, moviendo la boquilla en
pequeños círculos de tal manera de avanzar hacia el techo. Se debe tener
cuidado para evitar la aplicación de materiales frescos del rebote o shotcrete
sobrerociado. Es esencial que el abastecimiento de aire sea consistente y tenga
suficiente capacidad para asegurar el suministro constante y permanente de
shotcrete a alta velocidad a la superficie rocosa. La distancia del lanzado es
idealmente de 1 a 1.5 m. El sostener la boquilla más alejada de la superficie
rocosa, resultará en una velocidad inferior del flujo de los materiales, lo cual
conducirá a una pobre compactación y a un mayor rebote.

Un operador bien entrenado puede producir manualmente un shotcrete de


excelente calidad, cuando el área de trabajo esta bien iluminado y bien
ventilado, y cuando los miembros de la cuadrilla están en buena comunicación
209

los unos con los otros, usando signos manuales pre-establecidos o equipos de
radio FM de voz activada. Sin embargo, este es un trabajo de mucho
cansancio y no confortable, especialmente durante la descarga hacia arriba
de la cabeza, por lo que se está incrementando el uso de sistemas robóticos
compactos para permitir que el operador controle remotamente la boquilla.
En las Figuras, 15.6, 15.7 y 15.8 se ilustran equipos robóticos típicos, usados
para la aplicación del shotcrete en excavaciones subterráneas.

Cuando el shotcrete es aplicado a la masa rocosa con juntas bien definidas y


portantes de agua, es importante proveerla de drenaje a través de la capa de
shotcrete, a fin de liberar las altas presiones de agua. Taladros de drenaje,
fijados con tubos plásticos como los ilustrados en la Figura 15.9 son

Figura 15.6: Un robot shotcrete montado sobre camión que esta siendo usado en un
gran túnel de ingeniería civil. Note que la distancia entre la boquilla y la superficie
de la roca es aproximadamente un metro.

Figura 15.7: Una unidad robótica compacta montada sobre trailer para una
aplicación de shotcrete remotamente controlada.
210

Figura 15.8: Operador de shotcrete usando


una unidad de control remoto para aplicar el
shotcrete a un frente rocoso en una gran
excavación de ingeniería civil.

Figura 15.9: Tubos de plástico usados


para proporcionar drenaje a una capa de
shotcrete aplicado a la masa rocosa con
juntas portantes de agua.
211

comúnmente usados para este propósito. Donde la filtración de agua no es


restringida a pocos rasgos estructurales específicos, una esterilla de fibra
porosa puede ser adosada a la superficie de la roca antes que la capa de
shotcrete sea aplicada. Cuando se practica el drenaje, el agua de los drenes
deberá ser colectado y dirigido a una cuneta o sumidero.

15.4 Diseño del sostenimiento con shotcrete

El diseño del sostenimiento con shotcrete, de excavaciones subterráneas, es un


proceso impreciso. Sin embargo, una observación que es comúnmente hecha
por los ingenieros prácticos con años de experiencia en el uso del shotcrete en
subterráneo, es que este casi siempre rinde mejor que lo anticipado. Hay
varios ejemplos (muy pocos de los cuales están documentados) donde el
shotcrete ha sido usado como un último acto de desesperación, en un esfuerzo
para estabilizar la falla de la roca alrededor de un túnel, y para sorpresa de la
mayoría de la gente, esto trabajó.

La interacción compleja entre una masa rocosa que falla alrededor de una
abertura subterránea, y una capa de shotcrete de variado espesor con
propiedades que cambian conforme esta endurece, desafía la mayoría de los
intentos de análisis teóricos. El análisis simplista de interacción del
sostenimiento, de forma cerrada, descrito en el Capítulo 9, da una indicación
muy cruda de la posible acción del sostenimiento del shotcrete. Es solo en los
años recientes, con el desarrollo de las herramientas numéricas poderosas,
tales como los programas FLAC2 y PHASES, que ha sido posible contemplar
análisis realísticos, que explorarán el posible comportamiento de interacción
del sostenimiento del shotcrete. Un entendimiento claro del comportamiento
del shotcrete requerirá muchos años más de experiencia en el uso y en la
interpretación de los resultados obtenidos con estos programas. Es importante
también reconocer que el shotcrete es siempre muy usado solo y su uso en
combinación con pernos de roca, cablebolts, cerchas reticuladas o cerchas
normales (arcos metálicos) complica el problema de analizar su contribución
al sostenimiento.

La metodología corriente del “diseño” del sostenimiento con shotcrete, cae


muy pesadamente en reglas de prueba y experiencia precedente. Wickham et
al. (1972) relacionó el espesor del shotcrete para revestimiento de un túnel a
su Valoración de la Estructura Rocosa (RSR) y produjo el gráfico dado en la
Figura 4.2, en el Capítulo 4. Bieniawski (1989) dio recomendaciones sobre el
espesor del shotcrete (en conjunción con pernos de roca o cerchas) para
diferentes Valoraciones de Masa Rocosa (RMR) para una abertura de 10 m de
ancho. Estas recomendaciones son resumidas en la Tabla 4.5 del Capítulo 4.
Grimstad y Barton (1993) han publicado un diagrama actualizado
(reproducido en la Figura 4.3 del Capítulo 4) relacionando diferentes sistemas
de sostenimiento, incluyendo shotcrete simple y shotcrete reforzado con
fibras, al Indice de Calidad Tunelera Q. Vandewalle (1990) coleccionó varias
reglas de prueba de una variedad de fuentes y las incluyó en su monografía.

La Tabla 15.2 es una compilación de la práctica corriente del shotcrete por los
presentes autores, combinado todas estas reglas empíricas y adicionando sus
experiencias prácticas. Se advierte al lector que esta tabla solo puede ser usada
como una guía aproximada en la decisión del tipo y espesor del shotcrete a ser
aplicado en una aplicación específica. Con certeza se requerirán
modificaciones para tratar con las variaciones locales en las condiciones de la
roca y de la calidad del shotcrete.
212

Tabla 15.2: Resumen de las aplicaciones del shotcrete recomendado en la minería subterránea, para
diferentes condiciones de masa rocosa.

Descripción de la masa Comportamiento de la Requerimiento de Aplicación de Shotcrete


rocosa masa rocosa sostenimiento
Roca ígnea o metamór- Ningún astillamiento, laja- Ninguno Ninguno
fica masiva. miento o falla
Condiciones de bajos
esfuerzos.
Roca sedimentaria ma- Las superficies de algunas Sellado de la superficie Aplicar 25 mm de espesor de shotcrete simple
siva. pizarras, lodolitas o lutitas para prevenir el desmo- para superficies permanentes tan pronto como sea
Condiciones de bajos pueden desmoronarse como ronamiento. posible después de la excavación. Reparar daños
esfuerzos resultado de los cambios en en el shotcrete después de la voladura
el contenido de humedad
Roca masiva con El panizo de la falla puede Provisión de sosteni- Remover el material débil en una profundidad
simple falla o zona de ser débil y erosionable y miento y sellado de la igual al ancho de la falla o zona de corte. Si fuera
corte, amplia. puede causar problemas de superficie en la vecindad requerido, se puede usar malla electrosoldada
estabilidad en la roca de la falla o zona de para proporcionar sostenimiento temporal a la
diaclasada adyacente corte débil caida de rocas. Rellenar el vacío con shotcrete
simple. Extender el shotcrete reforzado con fibras
de acero lateralmente a un mínimo del ancho de
la zona de panizo
Roca metamórfica o Lajamiento superficial, Retención de la roca Aplicar 50 mm de shotcrete sobre malla elec-
ígnea masiva. astillamiento y posibles fracturada y control de trosoldada anclada detrás de las platinas de los
Condiciones de altos daños por estallidos de la dilatación de la masa pernos, o aplicar 50 mm de shotcrete reforzado
esfuerzos rocas rocosa con fibras de acero sobre la roca e instalar pernos
de roca con platinas de carga, luego aplicar una
segunda capa de shotcrete de 25 mm. Extender la
aplicación del shotcrete hacia la parte inferior de
las paredes si fuera necesario.
Roca sedimentaria ma- Lajamiento superficial, Retención de la roca Aplicar una capa de 75 mm de shotcrete
siva. astillamiento y posible alta fracturada y control de reforzado con fibras de acero directamente sobre
Condiciones de altos deformación en las pizarras la alta deformación la roca limpia.
esfuerzos. y rocas blandas. Pernos de roca o varillas son también necesarias
para sostenimiento adicional.
Roca metamórfica o Potencial de caída o Provisión de sosteni- Aplicar 50 mm de shotcrete reforzado con fibras
ígnea con pocas juntas deslizamiento de cuñas o miento en adición a de acero a la superficie rocosa, sobre la cual están
de amplio espaciado. bloques, debido a cargas aquel disponible de los expuestas las trazas de las juntas
Condición de bajos gravitacionales pernos de roca o cables
esfuerzos.
Roca sedimentaria con Potencial de caída o des- Provisión de soteni- Aplicar 50 mm de shotcrete reforzado con fibras
pocos planos de lizamiento de cuñas o miento en adición a de acero sobre las trazas de las discontinuidades
estratificación y juntas bloques debido a cargas aquel disponible con que están expuestas, con particular atención a las
de amplio espaciado. gravitacionales. Las pernos de roca o cables. trazas de los planos de estratificación.
Condiciones de bajos exposi-ciones de planos de Sellado de las
esfuerzos. estrati-ficación pueden exposiciones de los
deteriorarse con el tiempo planos de estratificación
débiles
Roca metamórfica o Fallas combinadas contro- Retención de la roca Aplicar 75 mm de shotcrete simple sobre malla
ígnea diaclasada. ladas por las estructuras y fracturada y control de electrosoldada anclada detrás de las platinas de
Condiciones de altos por los esfuerzos alrededor la dilatación de la masa los pernos, o aplicar 75 mm de shotcrete
esfuerzos. de los bordes de la rocosa reforzado con fibras de acero sobre la roca.
abertura. Instalar pernos de roca con platinas y luego
aplicar una segunda capa de 25 mm de shotcrete.
Capas de shotcrete de mayores espesores pueden
ser requeridas en altas concentraciones de
esfuerzos
Roca sedimentaria dé- Lajamientos, astillamientos Control de la falla de la Aplicar 75 mm de shotcrete reforzado con fibras
bil, estratificada y dia- y posible alta deformación masa rocosa y de la alta de acero a la superficie limpia de la roca tan
clasada. deformación pronto como sea posible. Instalar pernos de roca,
Condiciones de altos con platinas, a través del shotcrete, aplicar una
esfuerzos segunda capa de shotcrete de 75 mm
Roca metamórfica o Desmoronamiento de pe- Prevención del desmoro- Aplicar 50 mm de shotcrete reforzado con fibras
ígnea altamente diacla- queñas cuñas y bloques namiento progresivo. de acero sobre la superficie limpia de la roca en
sada. definidos por la el techo de la excavación.
Condiciones de bajos intersección de las Pernos de roca o varillas pueden ser necesarios
esfuerzos. diaclasas. para sostenimiento adicional de los bloques
grandes.
213

Tabla 15.2: (continuación)


Descripción de la masa Comportamiento de la Requerimientos de Aplicación del shotcrete
rocosa masa rocosa sostenimiento
Roca sedimentaria Separación de estratos en Control de la separación Pernos de roca o varillas requeridas para
alta- mente excavaciones amplias y de los estratos y del controlar la separación de los estratos. Aplicar 75
estratificada y des-moronamiento de las desmoronamiento. mm de shotcrete reforzado con fibras de acero a
diaclasada. trazas de estratificación en las trazas de los planos de estratificación antes
Condiciones de bajos caras inclinadas. del empernado.
esfuerzos
Roca ígnea o meta- Alta deformación o ‘flujo Control de la falla de la Aplicar 100 mm de shotcrete reforzado con
mórfica severamente plástico’ de la masa rocosa masa rocosa y de la fibras de acero tan pronto como sea posible e
diaclasada, conglome- circundante a la dilatación. instalar per-nos de roca con platina a través del
rados o relleno cemen-excavación. shotcrete. Aplicar 50 mm adicionales de
tado. shotcrete si fuera requerido. Extender el
Condiciones de altos sostenimiento hacia la parte inferior de las
esfuerzos paredes si fuera necesario.
Roca Alta deformación y ‘flujo Control de la falla de la Aplicar 50 mm de shotcrete reforzado con fibras
sedimentaria
alta- mente diaclasadaplástico’ de la masa rocosa masa rocosa y de la de acero tan pronto como sea posible, instalar
con superficies
alrededor de la abertura. dilatación. cerchas reticuladas o cerchas normales (arcos
cubiertas de arcilla. Las rocas ricas en arcilla metálicos) ligeras, con invert si fuera necesario,
Condiciones de altos pueden hincharse. luego más shotcrete reforzado con fibras de acero
esfuerzos. para cubrir las cerchas reticuladas o normales. Se
puede requerir marchavantes para estabilizar el
frente de la excavación. Se puede dejar
resquicios en el shot-crete final para permitir el
movimiento resultante de la alta deformación o
hinchamiento. Estos resquicios deberán ser
cerrados una vez que la excavación sea estable.
Condición de estalli- Astillamientos, lajamientos Retención de la roca Aplicar 50 a 100 mm de shotcrete sobre la malla
dos moderados en roca y estallidos moderados fracturada y control de la o enlazado con cables, firmemente adosados a la
masiva sometida a propagación de la falla. superficie de la roca, por medio de pernos de
condiciones de altos roca o cablebolts.
esfuerzos

El shotcrete no puede prevenir que la deformación tome lugar, especialmente


en un medio ambiente de altos esfuerzos. Sin embargo, este puede asistir en
controlar las deformaciones, particularmente cuando es usado en
combinación con los pernos de roca, varillas o cables. El sostenimiento con
shotcrete llega a ser muy efectivo cuando se lleva a cabo instalaciones de
pernos o cables después de una aplicación de shotcrete inicial. Esto permite
que las cargas de la platina sean transmitidas sobre una gran área de la masa
rocosa subyacente.
214
La construcción segura y económica de túneles, excavaciones mineras
subterráneas y cavernas de casas de máquinas dependen de un gran número
de factores, uno de los cuales es la correcta elección del sistema de
sostenimiento para asegurar que la excavación permanezca estable. Estos
sistemas de sostenimiento, que pueden incluir pernos de roca, cables
inyectados, shotcrete y otros tipo de reforzamiento, necesitan ser aparejados a
las características de la masa rocosa, a las técnicas de excavación utilizadas y
al rendimiento requerido de las excavaciones. El libro Sostenimiento de
excavaciones subterráneas en roca dura trata de las investigaciones
requeridas para establecer los requerimientos de sostenimiento, los métodos
que son utilizados para el diseño de los sistemas de sostenimiento y de los
muchos detalles de la correcta instalación del sostenimiento. Un número de
programas de computadora amigables al usuario son descritos y se dan
detalles de cómo obtener este software. Una lista comprensiva de referencias
sobre todos los aspectos del diseño de sostenimiento de rocas es dado al final
de este libro.

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