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De los derechos y de la
justicia. Editores del Puerto. 2º Edición actualizada. Buenos Aires,
2004
Capítulo I
Legislaciones infanto-juveniles en América Latina:
modelos y tendencias*
1. Los orígenes
El tratamiento jurídico diferenciado de la infancia-adolescencia en
América Latina se remonta a las primeras décadas del siglo XX. En 1919, se
promulga en Argentina la primera legislación específica, la ley 10.903, más
conocida como ley Agote. Hasta entonces, la única diferenciación normativa
existente se encontraba en los todavía vigentes códigos penales re-
tribucionistas del siglo XIX. En general, dicha especificidad se limitaba a
reducir las penas en tercio, tratándose de autores de delitos con edad inferior
a los 18 años1. Existen además pocas, dispersas e insignificantes leyes de
carácter civil.
El niño propietario resolvía sus conflictos como un adulto. Sin duda, el
origen de la especificidad jurídica de la infancia es de naturaleza estricta-
mente penal2.
Más allá de lo ya señalado, ninguna otra diferenciación normativa era
prevista para el momento de ejecución de las penas, que casi siempre con-
sistían en la privación de libertad. Adultos y menores de edad eran alojados
indiscriminadamente en las mismas instituciones penitenciarias.
Las deplorables condiciones de encierro y la promiscuidad entre menores
y adultos, generaron con mayor o menor intensidad en todo el continente,
•
Versión original publicada en La niñez y la adolescencia en conflicto con la ley penal. Ed.
Hombres de Maíz, El Salvador, 1995.
1
Cf. INSTITUTO INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS, Sistemas penales y derechos
humanos en América Latina, p. 94.
2
Entre los escasos trabajos de naturaleza histórica en el contexto latinoamericano, cf.
GARCIA MÉNDEZ y CARRANZA, Infancia, adolescencia y control social en América Latina. Para una
visión europea y que se remonta hasta comienzos de la edad media, cf. SANDERS, Juvenile Offenders for
Thousand Years.
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legislaciones infanto-juveniles en américa latina
capítulo I
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capítulo I legislaciones infanto-juveniles en américa latina
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Para un análisis de la influencia de los movimientos reformadores de los EE.UU. de fines del
siglo XIX y Europa a comienzos de este siglo, cf. GARCIA MENDEZ y BIANCHI, Elementos para
una historia del control socio-penal de la infancia en América Latina.
9
ACTAS, Tribunaux pour Enfants. Io Congrès Internacional. p. 57.
10
RIZZINI, Assistencia à infancia no Brasil. Uma análise de Construcao, p. 73.
11
A pesar de que todos los textos clásicos de la cultura minorista en América Latina, se
refieren al carácter revolucionario de estas reformas, el diputado francés Paul DESCHANEL
inauguró el Primer Congreso Internacional de Tribunales de Menores, en París, en 1911, con las
siguientes palabras: “Estas conferencias son necesarias para demostrar que las reformas que
12
queremos no tienen nada de revolucionario y que pueden ser realizadas sin alterar sustancialemente Sobre el proceso de construcción estigmatizante y excluyente de la categoría menor, cf. GARCIA
los códigos existentes, con una simple adaptación de las viejas leyes a las necesidades modernas” MENDEZ, Prehistoria e historia del control socio-penal de la infancia: política jurídica y derechos humanos en
(ACTAS, Tribunaux pour Enfants. Iº Congrès Internacional, p.48). América Latina.
4 5
capítulo I legislaciones infanto-juveniles en américa latina
los delitos graves cometidos por adolescentes pertenecientes a los sectores
sociales medio y alto.
III. Las legislaciones de menores: criterios de análisis y e) Criminalización de la pobreza, disponiendo internaciones que constituyen
clasificación verdaderas privaciones de libertad, por motivos vinculados a la mera falta o
carencia de recursos materiales.
Desde un punto de vista estrictamente formal, cada país posee su propia e
f) Consideración de la infancia, en la mejor de las hipótesis, como objeto de la
individualizada legislación de menores. Sin embargo, nada justifica un
protección.
análisis pormenorizado por país, en la medida en que, inspiradas inva-
g) Negación explícita y sistemática de los principios básicos y elementales del
riablemente en la doctrina de la situación irregular, estas legislaciones se
derecho, incluso de aquellos contemplados en la propia Constitución Nacional
asemejan unas a otras como gotas de agua. Por el contrario, en términos
como derechos de todos los habitantes.
sustanciales me parece posible realizar una primera y general clasificación,
h) Construcción sistemática de una semántica eufemística que condiciona el
según se trate de legislaciones producidas antes o después de la vigencia de
funcionamiento del sistema a la no verificación empírica de sus consecuencias
la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (CIDN), aprobada
reales.
por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de
Estos rasgos sumariamente descriptos constituyen la esencia de la llamada
198913. Esto significa afirmar que la Convención constituye la divisoria de
doctrina de la situación irregular. Por medio de esta doctrina jurídica, que en
aguas fundamental en la historia de los derechos de la infancia en América
realidad poco tiene de doctrina y nada de jurídica, los jueces pueden declarar en
Latina.
situación irregular (y por ende objeto explícito de cualquier tipo de disposición
Antes de la Convención, todas las legislaciones de menores se inspiraban
estatal) al niño o al adolescente que enfrente dificultades -nunca taxativamente
sin excepción en los principios de la doctrina de la situación irregular. Una
definidas-, independientemente de que las mismas puedan (por ejemplo,
doctrina que, aunque vagamente formulada, marcó decisivamente las
legislaciones de menores de nuestro continente otorgándoles los rasgos que adolescente infractor) o no (por ejemplo, niño víctima de abusos o malos tratos)
en el próximo punto se enumeran. ser atribuidas a su voluntad. La única distinción posible de realizar dentro de las
legislaciones inspiradas en esta doctrina se refiere al Código del Menor de
III. 1. Algunos rasgos centrales de las legislaciones minoristas Bolivia de 1975, derogado en 1992. En una solución tal vez más coherente con el
latinoamericanas espíritu de estas leyes, Bolivia optó por tratar de manera administrativa
(eliminando la figura del juez) los problemas de los menores. Niños y
a) Estas leyes presuponen la existencia de una profunda división al in- adolescentes en situación irregular eran sometidos a un Tribunal Tutelar que a
terior de la categoría infancia: niños-adolescentes y menores (entendiéndose pesar del eufemismo "tribunal" constituía un órgano administrativo dependiente
por estos últimos el universo de los excluidos de la escuela, la familia, la
del ejecutivo nacional. Conviene recordar, también, que este Código prohibía
salud, etc.). En consecuencia, estas leyes, que son exclusivamente de y para expresamente en su procedimiento la presencia de abogados (artículo 148).
los menores, tienden objetivamente a consolidar las divisiones aludidas
dentro del universo infancia. D. La doctrina de la situación irregular
b) Centralización del poder de decisión en la figura del juez de menores
con competencia omnímoda y discrecional. En pocas palabras, esta doctrina no significa otra cosa que legitimar una
c) Judicialización de los problemas vinculados a la infancia en situación potencial acción judicial in discriminada sobre niños y adolescentes en situación
de riesgo, con una clara tendencia a patologizar situaciones de origen es- de dificultad. Definido un menor en situación irregular (recuérdese que al
tructural. incluirse las categorías de material o moralmente abandonado, no existe nadie
que potencialmente no pueda ser declarado en situación irregular), se exorcizan
d) Impunidad (con base en una arbitrariedad normativamente recono-
cida) para el tratamiento de los conflictos de naturaleza penal. Esta impu- las deficiencias de las políticas sociales, optándose por soluciones de naturaleza
nidad se traduce en la posibilidad de declarar jurídicamente irrelevantes individual que privilegian la institucionalización o la adopción.
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13
En adelante nos referiremos a este texto sólo como la Convención.
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Me parece posible reconducir la intensidad actual de las demandas re-
formistas a la existencia de un nuevo y radical paradigma de percepción de los
derechos de la infancia (hago hincapié en el tema de la intensidad, ya que de reformulación jurídica. La Convención sugiere una inversión radical de
demandas por reformas a estas leyes, han existido siempre). Me refiero, tendencia en este aspecto.
obviamente, a la Convención Internacional. Esta ley internacional producto de La Convención Internacional aparece hoy como el dispositivo central de una
una discusión tan amplia que constituye, como ya fue dicho, una verdadera nueva doctrina: la doctrina de la protección integral. Este nuevo paradigma
divisora de aguas en la historia de la condición jurídica de la infancia. De hecho, posibilita repensar profundamente el sentido de las legislaciones para la infancia
la Convención resulta el primer instrumento jurídico efectivamente garantista en convirtiéndolas en instrumentos eficaces de defensa y promoción de los
la historia de las legislaciones de menores en América Latina. Más aún, el derechos humanos específicos de todos los niños y adolescentes. La ruptura con
contenido, alcance y espíritu de la Convención, ha provocado una reflexión la vieja doctrina es evidente. En el punto que sigue me propongo, en forma
crítica en cada uno de los mundos que conforman la cuestión de la infancia, sucinta, indicar algunas características esenciales del nuevo paradigma.
reflexión en la cual la necesidad de articulación ocupa un lugar de destacada
importancia. En este sentido, vale la pena detenerse, aunque sea brevemente, en VII. Rasgos centrales de las nuevas legislaciones
el tema de la necesidad de los cambios sustanciales que la Convención sugiere a latinoamericanas basadas en la doctrina de
cada uno de los actores envueltos en la cuestión: la protección integral
a) El mundo jurídico. En este campo, su mensaje es de una claridad poco a) Sin ignorar la existencia de profundas diferencias sociales, las nuevas
común, ya que la Convención introduce explícitamente la obligatoriedad del leyes se proponen como un instrumento para el conjunto de la categoría infancia
respeto a todos los principios jurídicos básicos, totalmente ausentes en las y no sólo para aquéllos en circunstancias particularmente difíciles.
legislaciones minoristas latinoamericanas basadas en la doctrina de la b) Se jerarquiza la función judicial, devolviéndole su misión específica de
situación irregular. Del menor como objeto de la compasión-represión, a la dirimir conflictos de naturaleza jurídica. En las legislaciones más avanzadas de
infancia/ adolescencia como sujeto pleno de derechos, es la expresión que este tipo, no sólo se prevé la presencia obligatoria de abogado, sino que además
mejor sintetiza la profundidad del nuevo paradigma. se otorga una función importantísima de control y contrapeso al Ministerio
b) Las políticas gubernamentales. La percepción no eufemística del Público.
propio niño como sujeto de derechos, y la libertad de expresar libremente sus c) Se desvinculan las situaciones de mayor riesgo, de patologías de carácter
opiniones (artículos 12 y 13 de la Convención), obligan a un replanteo individual, posibilitando que las deficiencias más agudas sean percibidas como
profundo del estrecho concepto de políticas gubernamentales (las que, por otra omisiones de las políticas sociales básicas. No es más el niño o el adolescente
parte, poseen el más absoluto derecho -y obligación- de expandirse y quien se encuentra en situación irregular, sino la persona o institución
profundizarse). Este derecho, sumado al respeto al interés superior del niño responsable por la acción o omisión.
(artículo 3 de la Convención), obligan a las autoridades gubernamentales a d) Se asegura jurídicamente el principio básico de igualdad ante la ley.
repensar el concepto de políticas públicas, entendiendo estas últimas como una En el tratamiento de casos de naturaleza penal, se sustituye el binomio im-
verdadera articulación de esfuerzos entre el Estado y la sociedad civil. punidad-arbitrariedad por el binomio severidad-justicia.
Institucionalizar la participación de la comunidad constituye la mejor síntesis e) Se eliminan las internaciones no vinculadas a la comisión -debida mente
de este imperativo. comprobada- de delitos o contravenciones.
c) Las Organizaciones No Gubernamentales. El carácter jurídico hetero- f) Consideración de la infancia como sujeto pleno de derechos.
doxo de la Convención Internacional pone en evidencia, tanto que la con- g) Incorporación explícita de los principios constitucionales relativos a la
dición material de la infancia resulta directamente dependiente de su con- seguridad de la persona, así como los principios básicos del derecho contenidos
dición jurídica, cuanto el hecho de que la leyes demasiado importante como en la Convención Internacional.
para que no sea preocupación y tarea del conjunto de la sociedad. Durante h) Tendencia creciente a la eliminación de eufemismos falsamente tutelares,
mucho tiempo, para aquellos que trabajan en relación directa con la infancia, reconociéndose explícitamente que la internación o la ubicación institucional
constituyó un motivo de orgullo no ser convocados a los procesos y proyectos (sólo para dar dos ejemplos) según consta en las Reglas de las Naciones Unidas
para los jóvenes privados de libertad, constituye una verdadera y formal
privación de libertad.
12
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7
2
Basta pensar en la administración de justicia y la función concreta de la religión y sus
Cf. HESS, Criminalitá come mito quotidiano. Una difesa della criminologia come critica dell' estructuras en muchos países latinoamericanos.
ideologia, ps. 187-213. 8
3 Piénsese en las funciones reales ejercidas por la escuela como mecanismo efectivo de
Cf. HORKHEIMER y ADORNO, Dialektik der Aujklaerung.
control social (cf. CERQUElRA FILHO y NEDER, Conciliarao e violencia no Brasil).
4
Cf. PITCH, Tra diritti sociali e cittadinanza. Il movimento delle donne e la legge sulla violenza 9
Cf. LEMERT, Social Structure, Social Control and Deviation.
sessuale. 10
5 Cf. FINDLAY y ZVEKIC, Analysing Informal Mechanisms of Crime Control.
Cf. FERRAJOLl, op. cit. 11
Cf. COHEN, Visiones de control social.
6
Estos tres puntos no significan olvidar el carácter más simbólico que real del sistema de justicia
penal, el que resulta del hecho de que sólo una ínfima proporción de los hechos criminalizables
adquieren realmente el estatus de criminal.
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aspiraciones permanezcan válidas; análisis que demuestra que la acción de implica de hecho una revalorización crítica de la función de los mecanismos
los mecanismos informales, lejos de reemplazar la función de los formales de control social, la oportunidad y urgencia en analizar e! sistema
mecanismos formales, ha constituido una extensión complementaria de estos penal de menores aparece evidente. En otras palabras, resulta importante
últimos, en los que la tendencia al abandono de las garantías formales comprobar en qué medida una estructura formal de control social, en los
constituye un elemento de no poca importancia12. marcos de un sistema democrático y que por ello justamente posee una
A partir de los años 80, tanto en el contexto europeo como en el lati- importante cuota de legitimación a priori, ofrece por lo menos a nivel del
noamericano, aunque por motivos diversos, se asiste a una recuperación del discurso, aquellos límites negativos a la facultad punitiva del Estado que una
proceso democrático que se traduce en una revalorización de la cultura coyuntura política favorable permite potencialmente activar. Si se comprueba
garantista por parte del pensamiento crítico. que un mecanismo formal de control social participa, además de su
Sin olvidar la diferencia de matices que encierra la cultura garantista13 y funcionamiento selectivo, de todas las características negativas de los
mucho menos los riesgos del vaciamiento de contenidos y el reduccionismo mecanismos informales de control social, la ya débil e inexistente distinción
a que conduce “la legitimación a través del (mero) procedimiento”: dicho entre mecanismos formales e informales, debería asumir, en este caso, el
movimiento comienza a ser percibido como un paso positivo en el proceso carácter de una crisis profunda e irreversible que sólo un replanteamiento
de ampliación de espacios de libertad en el seno de la sociedad civil. La radical de sus premisas básicas podría contribuir a resolver.
revalorización de las garantías jurídicas, lo que no excluye la lucha En el marco concreto que he expuesto hasta aquí, me interesa sentar las
simultánea por una reducción del área de la vida social regulada por el De- bases para re discutir la génesis histórica y los motivos que explican el control
recho penal, en un marco de respeto de la víctima en particular y en general penal de la infancia como categoría específica, no sólo, pero con especial
de los sectores más débiles de la población, ha conducido a una visión referencia al contexto latinoamericano.
menos ideológica de los mecanismos formales de control social.
Sin olvidar la selectividad del funcionamiento concreto de los sistemas II. El niño: de la literatura tradicional al enfoque histórico
penales, existe hoy, sobre todo a nivel de la sociedad civil, una mayor con-
ciencia sobre las posibilidades de tomar seriamente el discurso jurídico do- En lo que en un sentido muy amplio puede ser denominado campo socio-
minante. Sin embargo, y contrariamente a lo que una aparente prudencia jurídica-penal, la literatura relativa a los jóvenes es de una abundancia
pudiera aconsejar, la condición de un uso positivo de las garantías jurídicas considerable. Que no pueda afirmarse lo mismo acerca del tema "niños-
formales que ofrece el sistema democrático, aparece representada hoy por sistema de la justicia penal", constituye una mera apariencia. Más allá de las
una crítica descarnada y profunda de la praxis y sobre todo del discurso de dificultades para encontrar parámetros objetivos dedicados a establecer una
algunos sectores específicos de! sistema de justicia penal. clara diferencia entre ambas categorías (niños-jóvenes), puede afirmarse que la
La legislación penal de menores constituye un campo rico e inexplorado "escasez" de trabajos sobre el tema "niños-sistema de justicia penal" se explica
en ese sentido. En el contexto de recuperación de la cultura garantista, que en buena parte por el uso eufemístico del término joven o menor que, salvo
indicación en contrario, cubre ampliamente la intervención de la justicia penal
sobre los niños14.
La abundancia de la literatura antes señalada no se traduce, sin embargo, en
un mayor conocimiento de las dimensiones reales del fenómeno. Más aún,
12
Piénsese en muchas de las disposiciones de las modernas legislaciones especiales en tema de puede afirmarse que la abrumadora mayoría de la literatura específica, ha
drogas. En una reciente investigación comparada sobre las actuales legislaciones en materia de contribuido decididamente a aumentar la confusión mistificando ulteriormente
drogas, se arriba a la conclusión de que se asiste claramente a una tendencia en el contexto
internacional a que las disposiciones normativas pertinentes se aparten de los principios generales del
Derecho (UNSDRI, 1987). La política del tratamiento de la adicción a las drogas, en los marcos del
Derecho penal, constituye, quizás, uno de los mejores ejemplos.
13 14
La palabra garantista, de dudosa existencia en la lengua castellana, remite claramente a una Resulta interesante observar la confusión casi sistemática en el uso de los términos niño-joven. La
vertiente importante de la cultura jurídica italiana. Se designa con ella al respeto consecuente de los protección es casi siempre del nifio, la delincuencia es casi siempre juvenil. Ello, aunque los sancionados
principios fundamentales del derecho (penal) liberal moderno. penalmente sean de menor edad que los protegidos.
20 21
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el problema. Una literatura que no sólo no ha resuelto el nudo de la prueba de ello es que el desconocimiento del niño por parte del arte del
contradicción protección-control penal-derechos y garantías, sino que ni Medioevo no puede ser reducido a un mero error o distracción de los
siquiera ha planteado la cuestión. artistas18. Utilizando la pintura de la época como documento cuya impor-
El contenido esencial del mensaje de la literatura tradicional sobre el tema tancia no puede despreciarse, el siglo XVII muestra una inversión de ten-
“menores-control social formal”; admite ser resumido de la siguiente manera. dencia representada por el retrato de la campaña que se organiza ya en torno
Los instrumentos jurídicos (penales) aplicados a la niñez, entendida esta al niñol9.
última como un dato ontológico-biológico, han recorrido un proceso En este proceso de descubrimiento-invención de la niñez, la vergüenza y
permanente de evolución positiva realizado en el interés de los menores. No el orden constituyen dos sentimientos de carácter contrapuesto que ayudan a
resulta difícil entender las enormes dificultades y resistencias que ha modelar un sujeto a quien la escuela dará forma definitiva. La escuela,
encontrado y encuentra todo intento de corroboración empírica de las organizada bajo tres principios fundamentales: vigilancia permanente,
intenciones del discurso dominante con los resultados concretos obtenidos. El obligación de denunciar la imposición de penas corporales, cumplirá con-
tema de los menores con conducta "desviada" ha sido patrimonio casi juntamente con la familia, la doble tarea de prolongar el período de la niñez,
exclusivo de una actitud dogmáticamente moralista, que ha impedido durante arrancándola del mundo de los adultos. Es el nacimiento de una nueva
mucho tiempo cualquier confrontación seria, basada en argumentos categoría.
racionales.
Junto a las representaciones de carácter artístico, la percepción del tra-
En este contexto resulta extraño que aun desde perspectivas divergentes, el tamiento del infanticidio constituye otro elemento de central importancia en
enfoque histórico constituya el elemento común de casi todos aquellos la tarea de reconstrucción histórica.
intentos de carácter desmistificatorio.
En la antigua Roma, el vínculo de sangre contaba menos que el vínculo de
Si ha sido la perspectiva histórica la que ha permitido poner en evidencia elección. Durante el tiempo de Augusto, los recién nacidos eran expuestos en
la relatividad, arbitrariedad y contingencia de los sistemas penales, puede las puertas del palacio imperial, matándose a los que no resultaban elegidos;
afirmarse sin dudas que la función de esta perspectiva en los estudios sobre la una práctica que cumplía las funciones actuales del aborto. Hasta bien
niñez ha producido resultados análogosl5. avanzado el Medioevo, durante el cual los profundos cambios ocurridos no
Refutando las tesis de la psicología positivista que vinculan la categoría logran modificar el hecho de que el matrimonio, y en consecuencia la familia,
niñez a determinadas características de la evolución biológica, el enfoque constituyan un ámbito exclusivo de la vida privada, el infanticidio continúa
histórico la presenta como el resultado de una compleja construcción social teniendo una influencia cuantitativa de no poca importancia. Resulta
que responde, tanto a condicionantes de carácter estructural cuanto a sucesivas interesante observar que si bien recién a partir del siglo IV el infanticidio
revoluciones en el plano de los sentimientos. empieza a ser jurídicamente considerado como delito, habrá que esperar hasta
En uno de los estudios históricos más profundos y completos sobre la el siglo XVI para que comience a obtener un cierto rechazo social por parte de
niñezl6, ARIES presenta su tesis central afirmando que en la sociedad tradi- las clases populares; rechazo que coincide, por otra parte, con la necesidad
cional, y hasta bien entrado el siglo XVII, la niñez, tal como ella es entendida estructural de poseer una familia numerosa. Para decido con ARIES20, tres
hoy, no existe. Existe en cambio un período de estricta dependencia física, son las etapas más importantes de la muerte infantil hasta hoy, la muerte
luego del cual se entra, sin más, al mundo de los adultos17. Un ejemplo y como un hecho: a) provocado; b) aceptado y, por último, c) absolutamente
intolerable.
De las múltiples conclusiones de la investigación de ARIES, merecen
destacarse los siguientes puntos: a) el interés por los niños que nace en el
15 Medioevo constituye más una tarea de moralistas que de humanistas;
Para un panorama general de la perspectiva histórico-crítica puede consultarse el trabajo de
KRISBERG y AUSTIN, The children of Ishmael. Critical Perspectives on Juvenile Justice.
16
Se sigue en este punto los resultados de las investigaciones históricas de ARIES, Geschichte
der Kindheit.
17
Idem, p. 45. 18
Idem, ps. 92-93.
19
Idem, p. 107.
20
Idem, p. 439.
22
23
capítulo II
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b) más allá del breve período de dependencia física, el Medioevo percibía co- activo o pasivo), se sientan las bases que permiten ocuparse de la niñez
mo pequeños hombres a una categoría designada claramente hoy como niños; "abandonada-delincuente" como categoría específica.
c) la consolidación del descubrimiento del niño en los siglos XVI y XVII se
produce conjuntamente con el desarrollo de los sentimientos de orden y III. El niño abandonado-delincuente
vergüenza. En el siglo XVII podía hablarse ya abiertamente de niños La historia del control social formal de la niñez como estrategia especí-
corrompidos, un concepto absolutamente impensable dos siglos antes. fica, constituye un ejemplo paradigmático de construcción de una categoría
Compartiendo la necesidad del enfoque histórico, existe otra investigación de sujetos débiles para quienes la protección, mucho más que constituir un
cuya importancia difícilmente puede ser ignorada. Es la obra colectiva derecho, resulta una imposición.
dirigida por DE MAUSE21, dedicada a la historia de la niñez. Las profundas Por ello, no es causal que una de las obras pioneras en este campo haya
diferencias con las tesis de ARIES, responden, entre otros motivos, al hecho sido denominada Los "salvadores del niño" o la invención de la delincuencia26
de que se parte de un enfoque psico-histórico del tema. Pocas son las negaciones de las libertades jurídicas no justificadas por el
Resulta interesante observar, sin embargo, que las profundas y explícitas moralismo de los protagonistas de este movimiento, situación que facilita la
críticas a las tesis de ARIES, por parte de DE MAUSE22, responden más a tarea de reconstrucción histórico-crítica en la medida en que no exige una
una diferencia de programa de acción (ausente por otra parte en la obra sofisticada labor de interpretación del material de que se dispone, sino más
predominantemente descriptiva de ARIES), que a una diversa constatación de bien una adecuada exposición del mismo.
hechos históricos. Así por ejemplo, la "inexistencia" del niño en el período En las escasas recolecciones de documentos históricos dedicadas al tema
anterior al siglo XVII, es explicada, no por la falta de amor de los padres, sino de control penal de los menores27 puede advertirse, objetivamente, una cierta
por la falta de madurez emocional para tratar al niño como una persona correspondencia con las tesis de ARIES, lo que se refleja en un tratamiento
autónoma23. De modo similar a la clasificación realizada por ARIES, DE penal predominantemente indiscriminado de los niños respecto de los
MAUSE establece también una tipología de las etapas de la infancia, pero adultos, por lo menos hasta fines del siglo XIX. Ello tanto a nivel normativo
desde la perspectiva de los diversos momentos de las relaciones entre padres cuanto en el momento de ejecución de las penas28.
e hijos24. En el caso del infanticidio, por ejemplo, las afirmaciones de DE
MAUSE) confirman y refuerzan lo expuesto por ARIES, sosteniendo que
dicha práctica fue considerada como normal hasta el siglo XIX25. Pero las
profundas divergencias entre ambos enfoques pueden resumirse en la
acusación de DE MAUSE acerca de la tendencia de las investigaciones socio-
históricas a justificar -describiendo sin indignación moral- las crueldades del
pasado. Más allá de la polémica, la investigación de DE MAUSE está
destinada a mostrar la evolución de la niñez, también como un largo proceso, 26
pero en el cual la lucha por la disminución del sufrimiento moral y físico PLATT, The Child Savers. The Invention of delinquency.
27
Cf. SANDERS, Juvenil Offenders for a Thousand Years.
ocupa un lugar de central importancia. Creada la niñez y abriéndose 28
Para el período anterior a la mitad del siglo XIX, las disposiciones jurídicas que toman en
plenamente la posibilidad de su corrupción (el niño corrupto como sujeto consideración la edad a los efectos de imposición de sanciones penales, pueden ser consideradas
como la prehistoria del Derecho penal de menores. Muy poco es lo que se sabe de esta
prehistoria, ya que no existen investigaciones especificas. Sin que ello signifique alterar en lo
más mínimo la afirmación anterior, se transcribe aquí un viejo texto del jurista inglés William
BLACKSTONE, que proporciona una idea aproximada del pensamiento imperante antes del
movimiento de reformas que comienza en 1889: "... los niños (infants), que no han llegado a la
edad de la razón, no deberían ser pasibles de prosecución criminal alguna. ¿Cuál es la edad de la
razón? es una cuestión que varía en los diferentes países. La ley civil clasificaba los menores de
edad, o sea aquellos por debajo de los veinticinco años, en tres etapas: infantia, desde el
nacimiento a la edad de siete años; pueritia, de siete a catorce; y pubertas, de catorce en
21
Cf. DÉ MAUSE, Evolutiom der Kindheit. adelante. La etapa de pueritia o niñez resultaba a su vez subdividida en dos partes iguales: de
22
Idem, p. 18. siete a diez y medio, es la aetas infamias proxima; de diez y medio a catorce, la aetas pubertati
23
Idem, p. 35. proxima. Durante la primera etapa de la infancia y la siguiente media etapa de la niñez, infantiae
24
Idem, ps. 82-83. proxima, no eran punibles por ningún tipo de crimen. Durante la otra media etapa de la niñez,
25
Idem, ps. 51-52.
25
24
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capítulo II
tarea de concebir y poner en práctica aquellos mecanismos que recojan Y
"protejan" a quienes han sido expulsados o no han tenido acceso al sistema escolar.
Si el siglo XVIII "descubre" la escuela como el lugar de producción de Si como se verá mas adelante, 1899 constituye una fecha que marca un cambio
orden y homogenización de la categoría niño, el siglo XIX se abocará a la fundamental en la historia del control penal de la niñez, existen algunos
antecedentes previos cuya mención resulta imposible pasar por alto, en la medida
que ayudan a entender la dirección Y lógica de los acontecimientos posteriores.
Los primeros antecedentes modernos del tratamiento diferencial en el caso de
acercándose a la pubertad, de diez y medio a catorce, eran en efecto punibles en caso de ser declarados menores "delincuentes", pueden encontrarse en disposiciones relativas a limitar la
doli capaces, o sea capaces de hacer el mal; pero con diversos atenuantes y sin aplicar el máximo de la publicidad de los hechos de naturaleza penal supuestamente cometidos por
ley. Durante la última etapa (de la edad de la pubertad y en adelante), los menores eran punibles ya sea menores. En ese sentido, existe una ordenanza suiza de 1862, transformada luego
con la pena capital o con los otros tipos de penas.
en ley especial de 1872, con disposiciones que incluían además la inimputabilidad
La ley en Inglaterra en algunos casos privilegiaba el infant por debajo de los veintiún años, con
respecto a delitos menores para evitar multas, cárcel y similares, y en particular en casos de omisión,
penal de los menores de 14 años (medidas similares pueden encontrarse en el
tales como no reparar un puente o una calle u otros delitos similares; ello por no tener acceso a su Código Penal alemán de 1871). Pero, en materia de antecedentes, parecen existir
patrimonio hasta los veintiún años. Pero en los casos de una notable perturbación del orden público, pocas dudas de que la Norway's Child Welfare Act de 1896, redactada en 1892,
amotinamientos, agresiones o símiles (que los niños en edad adulta son por lo menos tan propensos a aprobada en 1896 y puesta en vigor en el 1900, constituye el documento jurídico
cometer como los adultos), los niños de más de catorce años de edad son pasibles de recibir todas las más importante. La misma posee ya todas las características del actual derecho de
sanciones que les corresponderían a los mayores de veintiún años.
menores29. En este sentido, resulta importante dejar en claro aquí que todas las
En relación a los crímenes (felonies), la leyes aún mas casuística y estricta, haciendo diferencia
entre los varios niveles de edad y discreción. De acuerdo al antiguo Derecho sajón, se establecían los disposiciones jurídicas de carácter socio-penal (ambos términos nacen y se
doce años como la posible edad de la razón ... de allí en adelante hasta los catorce años, se entraba en desarrollan en un proceso de permanente confusión) contenidas en la política de
la aetas pubertatis proxima, en la cual podía o no ser considerado culpable de un delito, de acuerdo con reformas se refieren invariablemente a dos aspectos fundamentales: a) aumento de
su capacidad o incapacidad personal... Esta última constituía la etapa en que se dudaba acerca de si la edad de la responsabilidad penal para sustraer a los niños completamente del
habían llegado o no a la edad de la razón; pero por debajo de los doce años se entendía que no podían sistema penal de los adultos, y b) imposición de sanciones específicas para los
ser considerados en posesión de una voluntad culpable. Por otra parte, luego de los catorce años, la
inocencia no podía ser supuesta sin más, en los casos de haber cometido un crimen punible con la
niños "delincuentes".
pena capital. Pero de acuerdo a la ley vigente, que existe por los menos desde la época de Eduardo III, La evolución y las características de los instrumentos jurídicos destinados al
la capacidad de discernir acerca de la maldad de un acto y de asumir la culpa, no resulta tanto medida control de los menores, deben, necesariamente, interpretarse a la luz de la
por su edad en años y días, sino por la capacidad de discernimiento del delincuente. Un niño de once conciencia social imperante durante las distintas épocas. Las diversas políticas de
años puede poseer tanta o más malicia que uno de catorce, y en estos casos, la máxima es que malitia segregación de los menores que comienzan a adquirir carácter sistemático a partir
supplet aetatem (la malicia reemplaza la edad). Por debajo de los siete años, en realidad, un niño no del siglo XIX, resultan legitimadas en el contexto "científico" del positivismo
puede ser reo de un crimen, ya que la discrecionalidad criminal es casi una imposibilidad natural, pero
a los ocho años de edad puede, sin embargo, ser reo de un crimen. Tampoco por debajo de los catorce
criminológico y las consecuentes teorías de la defensa social que de esta corriente
años, aunque un niño constituye prima facie, un sujeto doli incapax; si a juicio de la corte y el jurado es se derivan.
considerado doli capax y en condiciones de discernir entre el bien y el mal, puede ser sentenciado y Como la esencia de muchos documentos de la época lo demuestran, la salvaguarda
condenado a muerte. De este modo una niña de trece años ha sido quemada en la hoguera, por el de la integridad de los niños resulta subordinada al objetivo de protección de la
homicidio de su ama, y un niño de diez y otro de nueve años de edad, que habían matado a sus sociedad frente a futuros "delincuentes"30. A la confusión ya señalada, se suma la
compañeros, fueron sentenciados a muerte y el de diez fue efectivamente ahorcado, ya que resulta del
consideración indiscriminada de los conceptos de delincuencia, pobreza y abuso.
proceso, el hecho que uno de los homicidas se dio a la fuga, mientras el otro ocultó el cuerpo de la
víctima, hechos que denotaban claramente la conciencia de la culpa y la capacidad para discernir entre
Habrá que esperar hasta nuestros días para asistir a una verdadera organización de
el bien y el mal. la conciencia y reacción social que reconozca el abuso y maltrato a los niños como
Hubo un caso en el siglo pasado en el que un niño de ocho años, fue juzgado en Abingdon por un problema grave pero, sobre todo, que forma parte de la esfera pública. Ello no
incendiar dos graneros y demostrándose que actuó con malicia, venganza y astucia, fue considerado debe extrañar, si se toma en cuenta que el castigo a los niños ha sido legitimado
culpable y condenado a morir en la horca... " (SANDERS, op. cit., ps. 60-62).
29
Cf. DAHL, Child Welfare and Social Defence, p. 8.
30
Cf. PFOHL, The Discovery of Child Abuse, p. 311.
26
27
para una historia del control socio-penal de la infancia
capítulo II
33
Toda la información relativa a este Congreso ha sido obtenida directamente de sus
Actas, publicadas en 1912, bajo el título Tribunaux pour Enfants, ler. Congrès International.
Trabaux preparatoires. Comptes rendus analytiques et etnographiques publiés su nom du Comitè d'
organisation par M. Marcel Kleine (Secretario General del Congreso). En lo sucesivo esta
publicación será citada como Actas, con el nombre del relator en los casos en que ello
31
corresponda.
Idem, p. 312.
32
Idem, ps. 317 y siguientes.
29
28
para una historia del control socio-penal de la infancia
capítulo II
una simple adaptación de las viejas leyes a las necesidades modernas"34.
Pero la protección Y preservación de los jóvenes en peligro moral no constituye
El propio temario del Congreso, que abría el camino para la aprobación el único motivo declarado de la legitimación de estos tribunales. En el final de su
unánime de la creación de los tribunales de menores franceses un año des- discurso de apertura del Congreso, DESCHANEL expone otros motivos que ayudan
pués, ofrece algunas indicaciones de considerable importancia. La segunda a comprender la real dimensión de los problemas planteados: "Yo me siento muy
parte de la primera pregunta pone en evidencia el carácter meramente re- feliz de poder transmitir una fe profunda en el futuro de los tribunales para niños.
tórico acerca de si debe existir una jurisdicción especial de menores. El de- Tengo la certeza de que en algunos años todos los países civilizados los habrán
talle tiene su importancia ya que el fuerte moralismo que impregna todos organizado completamente. Estos tribunales se transformarán en todas partes en
estos temas determina la existencia de un altísimo nivel de consenso. Salvo centros de acción para la lucha contra la criminalidad juvenil. No sólo ayudándonos
pequeñas excepciones, las contradicciones en este campo de lo jurídico se a recuperar la infancia caída, sino también a preservar la infancia en peligro moral.
caracterizan por la marginalidad y banalidad de los argumentos. Tampoco Estos tribunales podrán transformarse, además, en auxiliares de la aplicación de las
puede pasarse por alto el hecho de que la segunda parte de la primera pre- leyes escolares y las leyes del trabajo. Alrededor de ellos se agruparán las obras
gunta ofrece las bases que permitirán subordinar la tarea de salvaguarda de admirables de la iniciativa privada, sin las cuales la acción de los poderes públicos
los niños a las exigencias de la defensa social. El segundo tema, por su parte, no podría ser eficaz. Al mismo tiempo que mantienen la represión indispensable,
legitima dando por descontado la participación de instituciones de carácter suministrarán una justicia iluminada, apropiada a quienes deben ser juzgados. Serán
privado en la delicada tarea del control de los menores. al mismo tiempo la mejor protección de la infancia abandonada Y culpable, Y la
El tercer tema constituye uno de los puntos más espinosos del derecho de
salvaguarda más eficaz de la sociedad"35.
menores, un aspecto que conserva toda su vigencia y que se refiere fun-
De la lectura completa de las discusiones Y propuestas de las Actas del
damentalmente a la imposición de condenas de carácter indeterminado, así
como a la intervención de la justicia penal respecto de comportamientos no Congreso Y su comparación con las resoluciones conclusivas36, puede apreciarse
criminales de los menores. con facilidad la influencia concreta del delegado americano. La enorme
Pero la verdadera importancia del Congreso de París no proviene de la legitimación a priori de su presencia se debía al hecho de representar al país, no
enorme adhesión que recoge, ni de su representatividad en el mundo político- sólo pionero en la materia, sino en el cual la política sociopenal de menores había
judicial. Su carácter de momento decisivo en la historia del control socio- alcanzado el punto más alto de realizaciones administrativas concretas. Por ello no
penal de los niños proviene, sobre todo, del hecho de que por primera vez se puede pasarse por alto el hecho de que los juristas europeos de la época que se
exponen en forma sistemática todos aquellos temas que con pequeñas ocuparon del tema, alabaron permanentemente el pragmatismo y la flexibilidad de
variaciones constituyen hasta hoy una constante recurrente en la abrumadora los americanos que se reflejaba en el desapego absoluto a las formas dogmático-
mayoría de los discursos oficiales sobre el menor "abandonado-delincuente". jurídicas. Razón de más tiene PLATT37, al afirmar que si los europeos se
Dos son los motivos más importantes, declarados por el Congreso, que caracterizan por su contribución al desarrollo de la teoría penal, los americanos que
sirven para legitimar las reformas de la justicia de menores: las espantosas se ocupan del problema representan una posición dominante en materia de adminis-
condiciones de vida en las cárceles, en las que los niños eran alojados en tración de la cuestión penal. La contribución del delegado americano al Congreso
forma indiscriminada con los adultos, y la formalidad e inflexibilidad de la de París, cuyos puntos más importantes conviene recordar aquí, confirma
ley penal, que obligando a respetar, entre otros, los principios de legalidad y plenamente las afirmaciones de PLATT.
de determinación de la condena, impedían la tarea de represión-protección,
propia del derecho de menores.
La atribución de un carácter revolucionario a estas reformas por parte de
sus receptores -el contexto latinoamericano resulta un buen ejemplo de ello-
constituye una interpretación subjetiva y absolutamente errónea.
En el discurso de apertura del Congreso, Paul DESCHANEL, diputado y
miembro de la Academia Francesa, se encarga de afirmar lo contrario en
forma clara y explícita: "Estas conferencias son necesarias para demostrar
34
que las reformas que queremos no tienen nada de revolucionario y que ACTAS, Tribunaux pour Enfans. 1º Congrès International, p. 48.
35
Idem, p. 49.
pueden ser realizadas sin alterar sustancialmente los códigos existentes, con 36
Idem, ps. 683-685.
37
Cf. PLATT, op. cit., p. 46.
30 31
capítulo II
He aquí otra influencia que favorece una modificación del derecho penal y
La claridad de la intervención del delegado americano, C. R. HENDERSON, procesal"39.
exime la más de las veces de realizar interpretaciones o comentarios adicionales,
los que por este motivo pueden ser reducidos al mínimo indispensable. Puede Que los impulsores de las reformas se encarguen de repetir y subrayar su carácter
decirse en todo caso que el enfoque de HENDERSON parte de la eliminación total no revolucionario se explica por el hecho de que se trata más bien de introducir
de cualquier tipo de relativismo fijando categorías absolutas y universales aquellos cambios de tipo procesal que permitan la discrecionalidad absoluta de las
amparadas en el marco "científico" del positivismo. De este modo afirma que: medidas a adoptar, evitando el conflicto con las teorías penales dominantes. Para que
el Estado pueda ejercer las funciones de "protección y control" (resulta imposible
"En primer lugar, la psicología ha demostrado la existencia de diferencias radicales separar ambos términos), es necesario modificar radicalmente los principios
entre los niños y los adultos, poniendo de relieve los rasgos característicos de la procesales propios del derecho iluminista. Ello se logra, en primer lugar, anulando la
adolescencia. distinción entre menores delincuentes, abandonados y maltratados, una propuesta que
El niño no es más un adulto en miniatura, ni en cuerpo, ni en espíritu: es un niño. había encontrado eco concreto en la Resolución III del VIII Congreso Penitenciario
Posee una anatomía, una fisiología y una psicología particulares. Su universo no es realizado en Washington en 1910.
más el del adulto. No es un ángel ni un demonio; es un niño. El estudio de la Pero la piedra angular de las reformas se basa en alterar sustancialmente las
infancia se ha convertido en una rama de una ciencia especial. La difusión del funciones del juez. El famoso profesor de Derecho penal, A. PRINS, delegado belga
resultado de estas investigaciones ha producido una revolución en los métodos al Congreso de París, afirma que la jurisdicción de menores debe poseer un carácter
educativos... Los principios de las investigaciones han dejado de ser teorías
familiar y que el juez de menores debe ser un padre y un juez de vigilancia40. Con
abstractas y especulativas, para transformarse en generalizaciones producto de
tonos diversos, todos los delegados coinciden en el principio anterior, cuyo requisito
hechos y experiencias empíricas. Las escuelas-reformatorios se han convertido en
verdaderos laboratorios de ciencias pedagógicas. En todos los países civilizados, de plena realización pasa por la anulación de la figura de la defensa. En este sentido,
asociaciones de carácter filantrópico han puesto en pie iniciativas en favor de los resultan claras las palabras del delegado italiano que, citando a GAROFALO, afirma:
niños abandonados. Sus integrantes han descubierto, simultáneamente, las "... la intervención del defensor no parece necesaria, porque a menudo, en nuestro
necesidades del niño y los errores de los procedimientos legales. Muchas de estas país, la defensa no se limita -escribe GAROFALO- a ofrecer excusas por los peores
personas son juristas de profesión"38. actos delictivos, sino además a hacer su apología"41.
Con pequeñísimas variaciones, los asistentes al Congreso coinciden en la
necesidad de las sentencias de carácter indeterminado. Si la condición indispensable
Si el siglo XVIII, fija la categoría social del niño tomando como punto de para la protección es la sentencia, sólo una sentencia de carácter indeterminado podrá
referencia la escuela, al inicio del siglo XX se asiste a la fijación de la categoría convertir a la protección en un hecho permanente. La delegada belga por la Comisión
socio-penal del "menor" que tiene como puntos de referencia la "ciencia" Real de Patronatos, Madame Henry CARTON DE WIART, lo expone con estas
psicológica, y una estructura diferenciada de control penal. palabras:
Que no toda la política de reformas responda a meras razones huma- "La medida de la puesta en libertad vigilada debe revestir las características de
nitarias, consecuencia de un cambio en la conciencia social que descubre la una sentencia indeterminada. Un término fijo constituye una protección
"incapacidad y debilidad" de la categoría niños, parece fuera de discusión,
sobre todo si se tiene en cuenta lo expresado por HENDERSON en el sentido
de que:
39
Idem, p. 57.
38 40
ACTAS, Tribunaux Pour Enfans. 1º Congrès International, p. 56. Idem, p. 61.
41
Idem, ps. 250-251.
33
32
capítulo II para una historia del control socio-penal de la infancia
42
Idem, p. 545.
44
43
Con posterioridad a la realización de este ensayo fue adelantada una investigación que tiende - Cf. INSTITUTO INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS, Sistemas penales y
parcialmente- a colmar este vacío. Un primer volumen, Infancia, adolescencia y control social en derechos humanos.
América Latina (GARCIA MENDEZ y CARRANZA) reconstruye, en cinco países latinoamericanos,
la historia de los métodos de control de la infancia, desde donde fue posible obtener información, hasta 45
Por complejas razones, que no es del caso tratar aquí, puede afirmarse que las teorías
la aparición de las primeras leyes de menores, en la década del 20 de nuestro siglo. En un segundo (y prácticas) criminológicas en el contexto latinoamericano, durante fines del siglo XIX y comienzos
volumen, Del revés al Derecho, el mismo análisis se extiende históricamente desde las primeras leyes
específicas, hasta las legislaciones vigentes a la fecha. del siglo XX, alcanzan su punto más alto de desarrollo en la Argentina. Por este motivo, determinar
35
34
para una historia del control socio-penal de la infancia
capítulo II
Dicho con palabras de ZAFFARONI48, es la minimización formal del control
responden a los contenidos de una clase dirigente agrícola-ganadera. En las para lograr el máximo de represión material. Por ello es que en términos
palabras del director de la Sección de Menores de la Policía de Buenos Aires, generales, la política de reformas no se agota en la creación de una jurisdicción
los tribunales de menores se creaban "Por la salud física de la raza, por su separada de la de los adultos. Se trata además de elevar en la medida de lo posible
salud moral, por el porvenir de las nuevas generaciones, por la grandeza de la la edad mínima de la inimputabilidad, para aumentar cuantitativamente la franja
patria, es indispensable cuidar la cosecha humana y prestar a la infancia la de la población, en el mejor de los casos objeto de la protección, pero despojada
atención que se merece ... El Gobierno y la sociedad argentinos han dado de todas las garantías formales del proceso penal.
repetidas pruebas de lo que les preocupa la solución de este problema, con la
promulgación de la ley 10.903, creando los Tribunales de Menores, la Un jurista brasileño de la época ofrece una síntesis de estas ideas con una
habilitación de la Alcaldía de Menores como casa de observación y claridad que exime de todo comentario:
clasificación médico-psicológica de la infancia abandonada y
delincuente..."46. "El carácter principal de esos tribunales (de menores) es la simplicidad. Simplicidad en
la organización. Simplicidad en las prácticas de juzgamiento. Simplicidad en la
Pero la nueva ley abre nuevos problemas. Uno de los más importantes se refiere aplicación de las medidas de carácter coercitivo... (un) tribunal numeroso equivaldría a
a la intervención judicial frente a los casos de abandono material o moral de la la muerte de esta luminosa creación. Basta un juez para juzgar. Pero ese juez debe ser
infancia (es decir, frente a aquellos comportamientos no "delincuentes"). Pese a que exclusivamente un juez para menores: no debe, no puede; ejercer otra función.
difícilmente pudiera concebirse una interpretación más amplia del abandono material Si en las grandes ciudades, o en las regiones donde el coeficiente de la criminalidad es
o moral que la contenida en el arto 2l de la ley 10.903 (denominada ley Agote, que más elevado, resulta necesaria la creación de diversas especializaciones del crimen,
incluye "la venta de periódicos, publicaciones u objetos de cualquier naturaleza que también es imperioso que se designen jueces especiales para el juzgamiento de los
fueren, en las calles o lugares públicos ... "), el hecho de que los jueces de menores menores. Tales jueces tienen la función espinosa y dificilísima de familiarizarse con ese
sólo puedan intervenir en los casos en que los menores comparezcan como autores o mundo misterioso Y quizás impenetrable que es el alma infantil. Cada uno de ellos será
víctimas de un delito, plantea un problema de central importancia para una cultura un juez calmo y amoroso, dedicado a su sacerdocio, juez-padre, es la expresión que
político-social que sólo concibe la protección como una forma de control represivo. mejor debería caracterizado. Nada de formalidades perjudiciales. Nada de requisiciones
públicas. Nada de acusación y de defensa.
El empeño por borrar todo tipo de distinción entre menores delincuentes y
El criterio adoptado es este: segregar al acusado del público, principalmente de otros
abandonados, se convierte en la profecía que se autorrealiza. DE ARENAZA lo menores. No admitir, sino en casos particulares, la acusación, que busca siempre
expresa con estas palabras: "Se da el caso de ser necesario en determinados casos, ensombrecer el cuadro, argumentando la culpa del acusado, ni de la defensa que,
simular o acusar al niño de una contravención, para que la acción protectora del intentando atenuar la culpa, podrá conducir al cerebro del menor a la convicción, de
Estado pueda realizarse en su beneficio"47. que el hecho delictuoso de que es hecho reo, es una banalidad, una acción trivial,
La cuestión de los menores "abandonados-delincuentes" es puesta en sus perdonable, que podrá repetir a voluntad entregándose a sus pasiones, sin riesgo de
orígenes en términos tales, que sólo la eliminación de todo tipo de formalidades punición.
jurídicas constituye la única garantía eficaz de las tareas de “protección-represión”. El juez actúa como padre. Es lo que afirma el juez tutelar de Chicago. Eminente
juzgador de centenares de menores acusados de faltas más o menos graves"49
la dirección asumida por la política socio-penal hacia los menores en ese país permite trazar un cuadro
bastante aproximado de la situación -por lo menos de sus tendencias- en el resto de los países
latinoamericanos. Existe un excelente trabajo (inédito), de reconstrucción histórica del desarrollo de la
criminología en la Argentina, realizado por DEL OLMO, Apuntes para la reconstrucción histórica de la
criminología argentina, sobre el que específicamente me apoyo para realizar estas afirmaciones.
46
DE ARENAZA, Los menores abandonados, p. 36.
47 48
Idem, p. 38. Cf. ZAFFARONI, Sistema contravencional de la ciudad de Buenos Aires. La minimización
formal para la represión material.
49
BRITTO LEMOS, Os systemas penitencarios do Brasil, ps. 79-80.
36
37
para una historia del control socio-penal de la infancia
capítulo II
51
VELÁZQUEZ ANDRADE, La delincuencia juvenil, p. 49.
52
Idem, ps. 85-86.
50
39
RIBEIRO, Delincuencia infantil y medicina, p. 226.
38
capítulo II para una historia del control socio-penal de la infancia
de prisión y tomando en cuenta la condición social de donde provienen los protección de sus sujetos más débiles, las únicas formalidades admitidas son
menores delincuentes, la disciplina cívico-militar es la más apropiada"53. las de carácter puramente disciplinario.
Sin pretender en lo más mínimo reducir la enorme influencia de los de- Difícilmente puede encontrarse un ejemplo más claro de medicalización
sarrollos americano y europeo en la política latinoamericana de menores, un de los problemas sociales del que a continuación se transcribe:
balance provisorio de lo dicho hasta aquí podría conducir a la conclusión "No habiendo castigo para los niños delincuentes, sino acción protectora del
errónea de pensar que los proyectos y realizaciones en este campo en América Estado, ¿qué significación tendrían los tribunales para menores? Serían abso-
Latina, constituyen un mero reflejo de los acontecimientos en los países lutamente inútiles.
desarrollados. Existen sin embargo, algunas indicaciones en contrario. Si las cortes juveniles constituyen un perfeccionamiento de las instituciones ju-
Para mediados de los años 30 se asiste en el campo de la teoría crimi- rídicas de los Estados Unidos y de Europa, nosotros podremos resolver nuestro
nológica a un movimiento que teniendo como epicentro la Argentina se problema con un criterio más moderno y dar un paso más decisivo aún en el
sentido del progreso.
extiende a todo el continente. En los límites de la antropología criminal, se
Todo niño que hubiese cometido un acto antisocial sería llevado directamente al
desarrollan, cada vez con mayor fuerza, corrientes psicologistas y pedagógicas Instituto de Observación y Clasificación del Departamento Nacional del Niño, y
que ponen en duda los fundamentos mismos de los mecanismos punitivos: la de ahí, después de un prolijo estudio médico-psicológico, al establecimiento más
ley, el juez y la pena aparecen como los mayores imputados. adecuado para su tratamiento médico-pedagógico. Para un criterio estrictamente
El desarrollo de estas tendencias no permanece en los límites estrechos de científico, el propósito es proteger y no castigar. El tribunal por lo tanto es
los gabinetes médicos o incluso de las universidades (cuya importancia en la innecesario"55
época no debe subestimarse). Entre 1884 y 1937, cuatro proyectos de Independientemente de las intenciones declaradas, las corrientes psico-
organización de instituciones para menores fueron presentados al Parlamento lógicas de la antropología criminal cumplen la obra más gigantesca de ne-
argentino (1884, 1919, 1923, 1937). Como puede apreciarse, dos de ellos son gación y mistificación de los profundos conflictos estructurales que atra-
anteriores incluso a la creación de los Tribunales de Menores. Conviene viesan las sociedades latinoamericanas. Una vez más, las interpretaciones
transcribir aquí un breve extracto de los fundamentos del proyecto de 1923, ya
resultan superfluas e innecesarias, frente a la claridad de los protagonistas de
que resulta altamente representativo de la ideas dominantes: "Aislar al menor -
la época:
dice-, estudiarlo a la luz de la observación cotidiana, por el hombre de ciencia,
significa poner de relieve la enfermedad: presentar el diagnóstico y ensayar el "Insistiremos en el punto de vista clínico-psicopedagógico. Aquellos que hablan
régimen de curación adecuado"54. de la niñez abandonada y delincuente como problema social, sólo quieren ver las
consecuencias de un proceso y no su génesis y evolución"56.
Los términos del conflicto dominante en la época hacen referencia al
contraste de un enfoque jurídico y un enfoque médico-psicológico de la En las décadas de los 40 y 50 comienza un lento y contradictorio proceso
"criminalidad': El problema de la inimputabilidad aparece explícita o im- de legitimación cultural de las distintas corrientes bio-psico-antropológicas
plícitamente en el centro del debate. Demás está decir que las corrientes que fundamentan el derecho de menores. Ello no significa, sin embargo, en
médico-psicológicas se baten por un aumento de la edad de la inimputabilidad los hechos, una alteración radical de los rasgos esenciales de la política
en términos de las leyes penales. La asunción consecuente de estas posiciones anterior. La indeterminación de las penas, la confusión entre menores
conduce paradójicamente a exigir la abolición de los Tribunales de Menores. delincuentes y abandonados, la lucha permanente por el aumento o
En los términos en que la cultura dominante concibe la protección de sus disminución de la edad de la imputabilidad penal, pero por sobre todo el
ejercicio de la "protección" a través de las múltiples variantes de la segre-
gación, permanecen como temas (y hechos) centrales en el discurso y la
práctica oficiales.
53 55
Idem, p. 59. FORADORI, El psicólogo en las cárceles y en las colonias para menores delincuentes, p. 343.
54 56
Diario de Sesiones de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación del 16 de agosto de 1923. Idem.
41
40
capítulo II para una historia del control socio-penal de la infancia
El rasgo más característico, a partir de la década de los 40, aparece re- Vagas referencias de carácter estructural, desajustes emocionales, fallas
presentado por la internacionalización57 y la sociologización del tema en la personalidad y padres divorciados, sustituyen a la anormalidad física, la
“menores”: El primer elemento no es nuevo. Ya en 1924, los Tribunales de decadencia de la raza y la amoralidad de los inmigrantes, en la legitimación
Menores habían sido un tema central del III Congreso Latinoamericano de de recurrentes prácticas de clasificación, segregación y privación de todo
Criminología celebrado en Buenos Aires en 1938. A propósito de este último tipo de derechos y garantías. En nombre de la reeducación, las medidas
Congreso, resulta interesante poner de relieve que en sus resoluciones aparece tutelares se constituyen en el eufemismo que designa y legitima las nuevas
objetivamente expuesta una contradicción que la política de “protección- formas de segregación. Una indicación interesante de este desarrollo es el
represión” no ha podido resolver hasta hoy. En el mismo proyecto de uso esquizofrénico del término menor delincuente. Pero la mala conciencia no
declaración se establece: “que la distinción entre menores delincuentes y se traduce, curiosamente, en lo más mínimo en un replanteo profundo o
menores abandonados es ineficaz para el mejor tratamiento de los mismos”; y radical de los términos del problema. Por el contrario, la capilaridad del
unas líneas más adelante, “que el principio de la estricta legalidad de los control social activo de los países desarrollados se refuerza como aspiración
delitos y de las sanciones debe mantenerse en el derecho positivo como explícita y objetivo a lograr. En efecto, se afirma: "no puede medirse con la
garantía de las libertades individuales, que consagran todos los regímenes misma vara la situación de Chile y los Estados Unidos. Mientras en nuestro
democráticos de América”. país se considera -aunque impropiamente- delincuente al menor que comete
De todos modos será recién con la introducción de las corrientes socio- un acto que, de haber sido cometido por un adulto, constituiría delito, en
lógicas norteamericanas sobre el tema menores, que la internacionaliza_ EE.UU. el término 'delincuencia' comprende una gran variedad de actos o de
ción del discurso comienza a adquirir mayor peso. formas de conducta que, en su mayoría, no son perseguibles cuando su autor
El problema de los "menores" es tema del Congreso Panamericano del es un adulto: por ejemplo, en la descripción jurídica de delincuencia entran
Criminalista, Santiago de Chile, 1944, del 1 Congreso Panamericano de las situaciones siguientes: faltar habitualmente a la escuela, ser incorregible,
Medicina, Odontología Legal y Criminología, La Habana. 1946, de la 1 eludir la autoridad del padre o tutor, comportarse de manera inmoral o
Conferencia Panamericana de Criminología, Río-San Pablo, 1947, del Se- indecente, vagar de noche por las calles sin justificación, dedicarse a
minario Latinoamericano sobre Prevención del Delito y Tratamiento del ocupaciones ilegales, etcétera"59.
Delincuente, Río de Janeiro, 1953 y del 11 Congreso Hispano-Luso-Ameri- El principio de legalidad resulta así un "lujo" para sujetos fuertes, que en
cano-Filipino, San Pablo, 1955, para citar sólo los más importantes. el caso de la "delincuencia habitual", los mecanismos de criminalización
secundaria se ocuparán de dar contenido concreto. Para los menores, el tra-
Pero la internacionalización del discurso sobre el menor, que alcanza
su punto más alto en la década de los 60, no puede reducirse a un mero in- tamiento reservado es otro: "aunque el juez llegue a la conclusión de que el
tercambio de enfoques, originados en distintos contextos nacionales. La hecho no se ha cometido o que al menor no le ha cabido participación en él,
hegemonía de las teorías criminológicas norteamericanas durante dicho podrá aplicar las medidas de protección que establece la ley, si dicho menor
período en el contexto latinoamericano, difícilmente se expresa en otra se encontrare en peligro moral o material"60.
área con más fuerza y claridad que en el campo de la juvenile delin-
quency58.
59
PEÑA NÚÑEZ, Asistencia al menor delincuente, p. 9.
60
Idem, p. 18. Esta posición, que en términos generales no ha sufrido modificaciones sustanciales
hasta hoy, ignora absolutamente los importantes cambios ocurridos en algunos países desarrollados,
por lo menos en términos socio-culturales. La profunda negatividad de los beneficios coercitivos, por
una parte, y el respeto riguroso de los derechos del menor, por la otra, han logrado imponerse como
57
Sobre el tema de la internacionalización del conocimiento criminológico en América Latina, tema en el contexto internacional últimamente. Para un excelente ejemplo de esta posición, véase el
véase el trabajo de DEL OLMO, América Latina y su criminología. trabajo de KETCHAM, Children' s Rights: The problem of non criminal misbehavior.
58
Sobre la influencia general de las corrientes sociológicas americanas en el campo de la
criminología, véase el trabajo de BARATTA, Criminología crítica y crítica del derecho penal. Un
balance de la extensión y grado de influencia real de la sociología americana sobre la criminología
latinoamericana espera todavía su autor.
43
42
capítulo II
* Versión original publicada en Cuadernos de reflexión, Actas del Seminario Nacional "Aspectos
de políticas sociales, jurídicas y comunitarias en relación al niño en situación de calle", Ed. Gurises
Unidos-INAME-Red Uruguaya de ONGs, Montevideo, 1990.
45
44
capítulo III
política de la infancia-adolescencia en américa latina
diferenciado de control socio-penal1 de los menores dentro del universo de Estados Unidos de Norteamérica sino también, aunque en menor medida, en
los modelos de control de los adultos. La Convención Internacional sobre los Europa.
Derechos del Niño, por su parte, constituye la manifestación final de un Entre 1900 y 1925, la idea y práctica de una jurisdicción especial de me-
segundo proceso de ruptura que aquí se intenta esquemáticamente nores es un hecho consumado en toda el área de la llamada cultura jurídica
reconstruir.
occidental.
El proceso que va desde 1899 (primer Tribunal de Menores) hasta 1989 El hecho que explica que la agresividad del movimiento de los reforma-
(Convención Internacional sobre los Derechos del Niño), constituye una dores y la radicalidad de sus demandas pudieran resolverse por canales bu-
larga marcha que puede ser resumida en el pasaje de la consideración del rocráticos-administrativos, sin una confrontación violenta con quienes
menor como objeto de la compasión-represión, al niño-adolescente como mantenían y defendían la situación anterior (derecho penal retribucionista -
sujeto pleno de derechos.
menores alojados en instituciones para adultos), se explica también por las
El movimiento social que provoca la primera gran ruptura en el campo funciones que las transformaciones del movimiento de los reformadores
de la política de la infancia, es el llamado movimiento de los reformadores2. producían en el plano de control social del grupo de menores objeto de las
Son básicamente las condiciones de vida en las cárceles donde los me- políticas de intervención.
nores eran alojados en forma indiscriminada con los adultos, así como la Las Actas del Primer Congreso Internacional de Tribunales de Menores,
ausencia de una normativa específica, los elementos que constituyen la realizado en París en 1911, ofrecen algunas informaciones que permiten
bandera de lucha de un movimiento, que en un período relativamente corto, corroborar lo afirmado anteriormente. El delegado de EE.UU. al Congreso
consigue transformar en realizaciones concretas todas sus propuestas. de París, HENDERSON (básicamente un especialista en la cuestión de la
¿Cuáles son las relaciones del movimiento de los reformadores con el administración penitenciaria), da una pista sin eufemismos para entender la
Estado y el mundo jurídico? plena e inmediata aceptación que los organismos del Estado hicieron de las
La particular conformación político-cultural de los Estados Unidos de banderas de transformaciones impulsadas por los reformadores, al expresar
Norteamérica de comienzos de siglo, caracterizada en este campo por la textualmente:
ausencia de teóricos importantes en el campo del derecho penal (situación
“El movimiento democrático de este siglo ha provocado un acercamiento de las
completamente diferente a la imperan te en Europa), y la existencia en clases sociales, anteriormente desconocido. En consecuencia, son numerosas las
cambio de un grupo cualitativa y cuantitativamente importante de admi- personas que comprenden los peligros de las familias obreras y pobres. He aquí,
nistradores de la cuestión penal, determina que el mundo del Estado y el otra influencia que favorece una modificación del derecho penal y procesal”3.
mundo jurídico se fusionen en una comunidad de acciones e intereses.
A pesar de que el carácter radical de las transformaciones resulta parte
Una división clara en el sentido de que lo dispuesto fáctica y normati- integrante de la imagen que el movimiento de los reformadores tiene de sí
vamente para los menores no sería de ninguna manera trasladado al mundo mismo, imagen aumentada incluso entre sus epígonos en el contexto lati-
de los adultos, asegura una relación fluida y no conflictiva del movimiento noamericano, algunos de los propios reformadores poseían una idea del
de los reformadores con el Estado y el mundo jurídico, no sólo en los propio movimiento tal vez mucho más ajustada a la realidad; idea que sirve
al mismo tiempo para entender el carácter, en definitiva no conflictivo, que
rige la resolución de las contradicciones que deberían haber provocado las
demandas radicales del movimiento de los reformadores.
En el discurso de apertura del mencionado Congreso de París, Paul
DESCHANEL, diputado y miembro de la Academia Francesa, se encarga de
1
Uso la expresión control socio-penal en un sentido estricto, ya que el carácter dominante de la corroborar la afirmación anterior al expresar:
legislación produce con la categoría situación irregular la confusión plena de los aspectos penales y
socio-asistenciales.
2
El núcleo más importante de los reformadores estaba constituido por personas de la alta
sociedad, en particular mujeres, que percibieron en la causa también una forma importante de ascenso
e interacción social. Sobre el tema, cf. PLATT, Los "salvadores del niño” o la invención de la
delincuencia. 3
ACTAS, Tribunaux Pour Enfans. Iº Congrès Internlltional. p. 57.
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política de la infancia-adolescencia en américa latina
"Estas conferencias son necesarias para demostrar que las reformas que queremos sus pares norteamericanos, la particular conformación político-cultural del
no tienen nada de revolucionario y que pueden ser realizadas sin alterar
sustancialmente los códigos existentes, con una simple adaptación de las viejas mundo jurídico determinaba una constelación de fuerzas completamente
leyes a las necesidades modernas"4. diferente.
La composición social del movimiento de los reformadores latinoame-
Dos son, básicamente, los puntos que condensan las demandas revolu- ricanos no difería en esencia de la composición de los reformadores del
cionarias de los reformadores: a) la existencia de lugares de internación es- Norte. También en América Latina, la caridad y la asistencia brindaban
pecíficamente para menores, y b) la creación de una jurisdicción especializada oportunidades sumamente interesantes de ascenso e interacción social.
(Cortes Juveniles o Tribunales de Menores). Caridad y asistencia que, sin embargo, debían balancearse con las exigencias
El secreto que asegura una relación no conflictiva de los reformadores con dominantes en términos de control social, así como con el poder de la
el mundo jurídico reside -además de los motivos ya expuestos- en que las corporación médico-psiquiátrica, consecuencia lógica del predominio po-
alteraciones radicales propuestas, tanto en las funciones del juez como en la sitivista antropológico.
mecánica del proceso, se limitan exclusivamente al universo de los menores, De todos modos, con pocos años de diferencia respecto de los movi-
renunciando explícitamente a extender las nuevas ideas al campo del control mientos ocurridos en EE.UU. y Europa, entre 1919 (Argentina) y 1939
penal de los adultos.
(Venezuela), legislaciones específicas de menores fueron introducidas en
prácticamente todos los países latinoamericanos. Pero si las ideas del mo-
II. Reformadores y reformas en América Latina vimiento de los reformadores se imponen ampliamente en América Latina,
Bajo el telón de fondo de los agudos conflictos sociales que generan una no puede decirse lo mismo respecto del programa de transformaciones
reubicación subordinada en el mercado internacional, y bajo una fuerte concretas que dichas ideas implicaban.
hegemonía cultural de un positivismo de corte antropológico, es que el Dos aspectos fundamentales separan la praxis latinoamericana del mo-
movimiento de los reformadores hace su irrupción en el contexto latinoa- delo puro de los reformadores: a) la no instauración efectiva de los tribunales
mericano. Más allá de las profundas diferencias de carácter estructural, al- previstos en la legislación específica (en el ámbito de la justicia nacional,
gunos aspectos vinculados a la cultura jurídica hegemónica en América Latina Argentina constituye un ejemplo extremo de esta situación; sólo 70 años
marcan diferencias decisivas con los acontecimientos ya relatados en el después de promulgada la ley, los tribunales de menores han sido ins-
contexto de los Estados Unidos de Norteamérica. taurados. En otros países, su número reducido los transforma en un ins-
En el contexto latinoamericano, los códigos penales de corte retribu- trumento meramente simbólico). b) La persistencia -aun declarando su
cionista, básicamente de origen francés y español, utilizaban respecto de los excepcionalidad- en la práctica de colocar menores en instituciones peni-
menores la institución del discernimiento como único criterio para decidir tenciarias para adultos.
acerca de la imputabilidad o inimputabilidad. Sin embargo, pese a los problemas e impurezas apuntados, no caben
Además de la aplicación del criterio del discernimiento, los códigos pe- dudas acerca de que el modelo reformador se impuso ideológicamente, en
nales disponían, generalmente, que la condición de menor determinaba algún forma amplia y consensual en América Latina. También en este caso, la re-
tipo de reducción de la pena (casi siempre de 1/3, en el caso de la prác- lación entre Estado y movimiento social se resuelve en forma no conflictiva
ticamente exclusiva aplicada pena privativa de libertad). a pesar de la radicalidad de las demandas. También en América Latina, las
Este sistema no disponía, en cambio, ninguna diferencia respecto al lugar transformaciones radicales en el plano del control socio-penal de los
de cumplimiento de la pena, lo que debía ocurrir y de hecho ocurría, en las menores, no debían, de ningún modo, extenderse al mundo del control de los
mismas instituciones penitenciarias previstas para los adultos. adultos.
Pero si las espantosas condiciones de vida en las cárceles ofrecían a los Para una lectura histórica, crítica de los modelos dominantes de control
reformadores latinoamericanos una bandera de lucha tan fuerte como la de social, la cuestión de los menores no constituye una excepción. De modo
similar que en la historia de la cárcel5.
5
Sobre la historia de la cárcel, cf. el trabajo ya clásico de MEWSSI y PAVARINI, Cárcel y
4
ACTAS, Tribunaux Pour Enfans. 1° Congrès Illternational. fábrica. Los orígenes del sistema penitenciario.
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capítulo III política de la infancia-adolescencia en américa latina
El análisis histórico del paradigma proteccionista-salvacionista de los a la crisis del positivismo antropológico, no logran introducir' se o afianzarse
reformadores permite percibir que la crisis de este modelo de control per- dentro del mundo de lo jurídico. Ello también por la falta o deficiencia del
tenece, por así decido, a la fisiología y no a la patología del modelo. Más aún, instrumento institucional adecuado capaz de reemplazar el uso del concepto
en América Latina, donde la implantación de la nuevas ideas (nos referimos acto delictivo por el de conducta desviada, como base de la nueva política socio-
básicamente a las décadas del 20 y 30 de este siglo), coincide con el comienzo penal a ser instaurada.
de la crisis del positivismo, por lo menos en sus concepciones más Dicho en otras palabras, la forma concreta en que se produce el cambio
groseramente antropológicas. radical de paradigma, del positivismo psico-antropológico (énfasis en
Posteriormente, durante las décadas del 40 y comienzos del 50, sólo el desajustes de carácter individual), a las concepciones de la sociología fun-
carácter cerrado y absurdamente autosuficiente de una parte del mundo jurídico, cionalista (énfasis en motivos de carácter estructural-teoría de las subculturas),
permitió dilatar la agonía del modelo proteccionista-salvacionista. Sin embargo, demuestra la posibilidad de que profundas mudanzas en el enfoque del
y en un cierto sentido en forma bastante independiente del mundo jurídico, a problema, dejen inalterado todo el campo legislativo.
partir de fines de los años 40 y comienzos de la década del 50, este proceso Sin embargo, las políticas sociales distribucionistas de la década del 50 y 60
sufre globalmente profundas alteraciones. disminuyen de hecho en forma notable el peso de la función del estamento
Aun con matices bien diferenciados, en la década del 50 se asiste en América judicial en el conjunto de las políticas para la infancia.
Latina a la instauración de proyectos estatizantes y distribucionistas, que La cuestión de las garantías jurídicas, que no es otra cosa que la concepción
producen un fuerte impacto en el área de la política social. Más aún, la política de la infancia-adolescencia como sujeto pleno de derechos, no figura ni
social comienza a hacer parte de pleno derecho del ámbito de las políticas siquiera implícitamente en la agenda de las políticas sociales del sector. La
públicas.
legislación vigente facilita la tarea. La falta de distinción, en el plano
¿Cuál es concretamente el impacto de la nueva situación en los tres actores
conceptual y de las consecuencias reales, entre los casos de infracción a la ley
que aquí estamos considerando?
penal y la situación irregular del menor abandonado, permite que la negación de
El Estado se hace cargo de buena parte de la asistencia anteriormente
las garantías penales y procesales se produzca paradójicamente sin violar el
desarrollada por instituciones de la iglesia. El proceso no es simple. A pesar de
derecho positivo de ese menor.
las tareas de promoción social, así como de algunos intentos tímidos de
promover una cierta autogestión de los problemas sociales, comienzan a ser III. De los reformadores al movimiento social
parte de las tareas de gobierno, se conservan, bajo nuevas formas, algunos
rasgos importantes de las ideas y prácticas de los reformadores. A partir de la década del 60, se asiste a una lenta e inexorable crisis de las
El movimiento de los reformadores criollos reduce considerablemente su políticas distribucionistas.
número y capacidad operativa. La crisis fiscal del Estado provoca el vaciamiento de las políticas públicas.
El asistencialismo y la caridad se repliegan hacia áreas delimitadas y muy La red de servicios sociales sufre un deterioro de enorme magnitud (en los
específicas (ejemplos: niñas ciegas, algunas formas de discapacidad, etcétera). países donde existía), reduciéndose en muchos casos a una mera apariencia y
Por otra parte, el asumir y formular políticas sociales amplias pero con una función simbólica. En los otros países, la crisis no hace más que reducir las
metodología estrictamente vertical por parte del Estado, explica la inexistencia cifras de la asistencia-caridad, y consolidar una cultura de la pobreza ya
de un movimiento social (en el sentido moderno del término), que se oponga o existente.
acompañe a las políticas formuladas. Es en este contexto que surge por primera vez un movimiento social, en una
Un punto sumamente interesante que merece subrayarse es el hecho de que clave político-ideológica completamente diferente al modelo de los
estas profundas transformaciones en el campo de la política social no dejan reformadores.
prácticamente ninguna huella en el mundo de los juristas y, por ende, en el El mundo jurídico resulta inicialmente un mero observador de este proceso.
derecho positivo. A pesar de ello, el Estado produce una masiva transferencia de competencias
Años más tarde, las concepciones funcionalistas de la sociología americana hacia el mundo jurídico. Esta situación podría ser definida como la
en el campo de la juvenile delinquency, a pesar de que contribuyen decisivamente judicialización de la política del menor.
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capítulo III
en todas las tácticas y estrategias de acción permanente.
Las experiencias exitosas en este campo, como el Estatuto del Niño y del
Para concluir, todo Estado que pretenda avanzar en la consolidación y Adolescente de Brasil, aprobado por el parlamento en julio de 1990, que entró
profundización de la democracia (discurso hoy común en todos los países en vigor el 13 de octubre del mismo año, demuestran que si el mundo jurídico
latinoamericanos), debe priorizar la inversión en el plano de las políticas públicas preexistente a esta nueva cultura del movimiento social permanece ajeno o se
dirigidas a sus sectores más débiles y vulnerables, entendiendo esta inversión (y no opone a las transformaciones jurídicas, este último (el movimiento) crea su
gasto) como soporte material de la ciudadanía. propio cuerpo de juristas en el mismo proceso de movilización.
El mundo jurídico necesita realizar un doble movimiento en una dirección de De un modo similar que en el plano jurídico, el movimiento social debe
ruptura del aislamiento. incorporar el análisis macro de la coyuntura para orientar su acción en el plano
En primer lugar, abandonar la abstracción consistente en desentenderse de de las políticas públicas específicas. Conviene recordar que una decisión como
asumir las consecuencias reales de la aplicación de las disposiciones jurídicas. Son ésta deberá enfrentarse a los riesgos implícitos de los estructuralistas, que
los eufemismos y los como si, los elementos que han permitido mantener una supeditan la mejora de las condiciones de la infancia a cambios radicales o
distinción -en los hechos inexistente- entre penas y medidas de seguridad, o entre estratégicos en el conjunto de la sociedad.
el destino concreto de los menores abandonados o autores de una infracción penal El riesgo vale, sin embargo, la pena. El descuido o ignorancia de este
(para dar sólo dos ejemplos de esta cuestión). Sólo así el mundo de los juristas plano (del mismo modo que del plano jurídico-institucional), convierten el
podrá acompañar la práctica del movimiento social. trabajo social en un gracioso artesanado6 que en el mejor de los casos recrea,
El segmento judicial, por su parte, sin abandonar la lucha por condiciones bajo un barniz de modernidad, las prácticas del asistencialismo más
materiales que permitan optimizar el desarrollo de sus actividades, debería re tradicional.
formular éstas, tanto en función dé los recursos técnicos y materiales El movimiento social tiene la palabra.
racionalmente posibles, como de abandonar la ilusión de realizar directamente
tareas de política social.
El desafío consiste en cumplir con las funciones de un control social
democrático, evitando, de hecho o de derecho, la criminalización de las
desventajas sociales. Una profunda reforma de la legislación que permita separar
los aspectos de carácter tutelar o asistencial (que deben ser objeto de políticas
sociales desarrolladas por el movimiento social y el Estado), de aquellos
vinculados directamente a la comisión de actos infraccionales, podría ser una
prioridad en la agenda del sector.
El movimiento social tiene la responsabilidad central en todo proceso que
intente revertir la grave situación de fragmentación anteriormente des cripta.
Sin embargo, el proceso de reformulación de objetivos y prioridades debería
darse simultáneamente con una profunda reestructuración de la cultura del
movimiento social. El pasaje por el proceso de discusión y defensa de la
Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, ofreció y ofrece los
elementos para adquirir el grado de madurez específico necesario para vincularse
al mundo jurídico, sin el mínimo temor a la pérdida de identidad. En este sentido,
cuando se habla de reestructuración de la cultura del movimiento social conviene
recordar que uno de los requisitos de éxito de este acercamiento consiste en que 6
éste vaya mucho más allá de una mera táctica coyuntural o superficial. Ello se La Expresión es de Antonio Carlos GOMES DA COSTA.
refiere a la necesidad de incorporar plenamente la dimensión jurídico-institucional,
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