Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Hasta hace algunos años se pensaba que el déficit atencional sólo afectaba a los niños, sin
embargo, ¿qué pasa cuando los adultos también presentan este trastorno?
Cómo se manifiesta
El déficit atencional tiene relación en cómo funciona el cerebro y en cómo las personas se
van adaptando a las diferentes demandas cognitivas que se les van presentando. Muchas
personas con déficit atencional se acomodan bien a su realidad debido a sus capacidades.
Pero, un buen rendimiento en el trabajo les demanda un aporte importante de energía. Así, las
personas con déficit atencional que logran adaptarse a diferentes escenarios van
teniendo un desgaste diario que los puede llevar a colapsar.
De esta manera, no es raro ver profesionales exitosos de entre 30 y 40 años que se sienten
muy cansados, que tienen problemas para dormir, que son dispersos y que, definitivamente,
no rinden como lo hacían antes. Además, les cuesta mantenerse concentrados, tienen fallas
en su memoria y se distraen fácilmente. “Cuando esto sucede, comienza el problema: sienten
que el resto rinde más que ellos, que los otros son mejores y más capaces y vienen las
dificultades con la autoestima”, comenta el especialista y agrega:“Lo más probable es que
ellos hayan vivido toda su vida sin un diagnóstico de déficit atencional y, por lo tanto,
nunca hayan sido tratados”.
Lo que sucede es que las personas con déficit atencional funcionan a través de la motivación:
van a estar bien si están contentos, si les produce placer lo que hacen. Sin embargo, si el
trabajo se les hace rutinario, disminuye su interés, bajan su rendimiento y comienzan con un
estrés crónico: dolor de cabeza, insomnio, dolores abdominales, sensación de
insatisfacción, cansancio y mal humor.
Dentro de este grupo, también debieran estar atentos los impulsivos o hiperactivos, ya que
ambas son condiciones asociadas al déficit atencional. Por ejemplo, las personas que siempre
andan apuradas, que no toleran los tacos ni las colas, o no saben esperar; los que se desesperan
con la gente lenta para caminar o son impulsivos en la toma de decisiones. “Al ser
hiperactivos piensan mucho, son muy creativos. El problema es que tienen muchas ideas
pero la mayoría del tiempo quedan en nada, ya que concretan poco”, comenta.
Aspectos positivos
Lo bueno es que no todo es negativo. Las personas con estas características tienen
capacidades sobresalientes. Por ejemplo, tienen una enorme facultad para percibir todo tipo
de información; tienen todas las antenas puestas. Son personas muy sensibles, muy intuitivas
y muy buenos líderes. Por lo general, son exitosos si están haciendo cosas o trabajos que
los estimulan.
Por otra parte, tienen una gran capacidad para conceptualizar; esto significa que con poca
información pueden manejar muy bien un tema. Son buenos vendedores, psicólogos,
doctores, publicistas y arquitectos ya que entienden la necesidad del otro. Así son capaces de
plasmar las ideas de los demás y tienen mucha empatía y percepción del resto.
Cuándo sospechar
Hay ciertas claves que pueden hacer pensar que un adulto puede tener déficit atencional. Por
ejemplo, aquellos que durante su etapa de colegio siempre tuvieron un promedio medio,
medio-bajo y, sin embargo, obtuvieron excelentes puntajes en la PSU y se convirtieron en
universitarios exitosos.
También entran los casos contrarios: alumnos de grandes promedios en el colegio que una
vez que llegan a la universidad, comienzan a repetir ramos y a cambiarse una y otra vez de
carrera, y luego de trabajo. “El punto es estar atento a las disociaciones entre los logros
de una persona y sus capacidades”.
Diagnóstico
Es clínico. El especialista debe investigar cuáles son los síntomas actuales del paciente y
cómo ha sido su historia. Además, se deben realizar pruebas neuropsicológicas para detallar
el perfil de funcionamiento cognitivo del paciente. “La idea es tener un diagnóstico
categórico y definitivo ya que una persona que padece déficit atencional lo va a tener
ahora y siempre”.
Para el especialista es importante destacar que hay que ser cautos pues hay patologías que
pueden confundirse con déficit atencional. Entre estas se destacan la depresión, la ansiedad,
las obsesiones compulsivas y la demencia. Y esta es la razón de por qué es tan relevante que
un neurólogo haga un diagnóstico diferencial de la condición.
Tratamiento
El déficit atencional siempre se debe tratar; si no se hace, cada vez se hará más evidente, y
por lo tanto, acarrea más problemas a la vida diaria. Lo más importante es que tanto el
paciente como su familia entiendan qué es lo que está pasando y sepan de qué se trata el
déficit atencional. Que sean capaces de comprender al paciente cuando, por ejemplo, no llega
con todo lo que se le pidió del supermercado.
“La primera etapa del tratamiento es reconocer los síntomas y entender por qué ocurren. De
esa manera, los pacientes y sus familias podrán hacer cambios en las rutinas diarias para
funcionar mejor. También es importante disminuir la carga de trabajo y el no realizar
demasiadas cosas sin priorizar ni asumir que el tiempo es limitado. Organizar, planificar y
evitar el exceso de estímulos ayuda a mantenerse concentrado y a terminar las cosas que se
empiezan. Además, es fundamental evitar las rutinas largas que aburran y hacer del estudio
y/o el trabajo algo motivante y desafiante en el día a día”, señala.
En todo caso, se hace necesario aclarar que lo que buscan los tratamientos –más allá de
mejorar el rendimiento de una persona– es que el paciente tenga una mejor calidad de
vida, que le cueste menos tener tiempo libre, que establezca buenas relaciones y que pueda
disfrutar más de los momentos.
Por último, señalar que los tratamientos son indefinidos ya que dependen de la exigencia
cognitiva de cada persona. Y a pesar de que no existe nada que “cure” el déficit atencional,
si este es debidamente diagnosticado y tratado, se convierte en una condición totalmente
manejable.
Síntomas
*No todos quienes tienen déficit atencional manifiestan los mismos síntomas, pudiendo
presentar distintas combinaciones de ellos.
E
El TDAH y su tratamiento
Dr. José Angel Alda, Sr. Eduardo Serrano, Dr. Juan J. Ortiz, Dr. Luis San
(TDAH)?
origen neurobiológico que se inicia en la edad infantil y que afecta entre un 3-10 %
Hiperactividad
levantan del asiento, lo tocan todo, no paran quietos, parecen “movidos por un
tranquilidad.
Inatención
Impulsividad
principal es la inatención.
TDAH, tipo con predominio hiperactivo-impulsivo: la conducta que
El tratamiento del TDAH de niños y adolescentes tiene por objetivo mejorar los
TDAH.
Terapia de conducta:
(estímulo aversivo)”.
perturbadora es peligrosa.
La técnica puede aplicarse hasta los 6-8 años de edad del niño.
comportamiento inadecuado.
castigo.
Terapia cognitiva:
y adolescentes:
lleva a cabo después del horario escolar y que tiene como objetivo intervenir sobre
exámenes.
Mejorar la autoestima en cuanto a la competencia académica, identificando
cumplimiento de tareas.
aula.
estudio en el hogar.
Los fármacos para el tratamiento del TDAH están entre los más estudiados y
seguros de todos los que se utilizan en niños y adolescentes, siendo muy eficaces
para el tratamiento de los síntomas del TDAH. Entre el 70 y el 80% de los pacientes
psicológicas y psicopedagógicas.
España.
del TDAH:
pérdida de apetito y de peso, sobre todo al inicio del tratamiento; dificultad para
(la piel toma un color amarillo debido al aumento de la bilirrubina), reflejo de una
Los estudios a largo plazo sobre el efecto del tratamiento del TDAH en el
No existe ninguna evidencia científica que haya demostrado que el tratamiento con
adolescente.
Para los pacientes que estén tomando estimulantes, una práctica aceptada es la
adolescente tanto en casa como en la escuela. Uno de los mejores momentos para
realizar esta evaluación sin tratamiento suele ser en un período del curso escolar en
conocimiento suficiente del niño, por ejemplo al inicio del segundo trimestre.
en vacaciones?
a evitar.
poco tiempo para jugar y empezar con la tarea) y tender puentes cuando
se evitan errores.
además de utilizar el mismo criterio para las situaciones que puedan surgir
en el tiempo.
10.Actuar más que quejarse.
que a los niños con problemas de hiperactividad les cuesta mucho hacer
cosas que la mayoría de los otros niños hacen sin problemas. Tener presente
controlar.
Bibliografía
Masson; 2001
units/aatrm/pdf/gpc_tdah_hiperactividad_aiaqs2010_compl.pdf