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CURRICULUM, PODER Y SABER:

UN ANALISIS CRITICO DE LA EDUCACION SEXUAL


Fernando Barragán Medero *

l. La pedagogización de la sexualidad en La pedagogía, más que ninguna otra cien-


los tres últimos siglos. cia, orquesta una campaña educativa destinada
a alertar a las familias de forma obsesiva con-
No es nuestro objetivo analizar las relacio- tra la autoestimulación apoyándose en estu-
nes históricas entre pedagogía y sexualidad de dios pseudocientíficos.
forma exhaustiva, pero sí plantear algunos Su representante más genuino, Rousseau
aspectos -útiles para la reflexión- sobre los (1973), recomendará en 1762 el control de la
dispositivos de poder y de saber que se han sexualidad infantil y. sobre todo, disipar el
desarrollado en Jos 'tres últimos siglos como interés por lo sexual -considerado antinatural-
claves para comprender el presente y exami- centrando la atención en e] dolor y el sufri-
nar algunas alternativas críticas. miento asociados al parto.
"En Grecia -como señala Foucaul! (1978, La pedagogía defenderá así -por primera
p.78)- la verdad y el sexo se ligaban en la vez- el miedo, el dolor y el asco hacia la
forma de la pedagogía, por la transmisión, sexualidad infantil. Se defenderá retrasar la
cuerpo a cuerpo, de un saber precioso; el sexo información sexual hasta que sea inevitable,
servía de soporte a las iniciaciones del conoci- en cuyo caso incluiría la heterosexualidad
miento". Posteriormente -3 excepción de la reproductiva.
irrupción y expansión progresiva de la ideolo- Como ejemplo ilustrativo, el siguiente
gía judeocristiana- puede hablarse de un peri- relato de 1776 explica cómo Wolke concebía
odo amplio de libertad sexual generalizado al ]a educación sexual: ..... p]anteó a los alumnos
menos hasta el siglo XVII como demuestra preguntas escogidas acerca de los misterios
Van Ussel (1974) en su Historia de la repre- del sexo, del nacimiento, de la procreación: les
sión sexual, y como lo atestiguan obras como hizo comentar grabados que representaban a
"Diálogos recogidos no sólo para la perfec- una mujer encinta, una pareja, una cuna"
ción del latín de los niños, sino sobre todo, (Foucault, 1978, pp.39- 40).
con la finalidad de la educación para la vida" El siglo XIX implicará unos procesos de
publicada por Erasmo de Rotterdam en 1542 vital importancia para la conceptualización
(Barragán, 1989). represiva de la sexualidad y para su utilización
Sin embargo, el siglo XVIII supondrá en como sistema de control social y opresión.
palabras de Foucault (1978) la creación de una "Las condiciones de vida del proletariado,
auténtica "policía del sexo", no para reprimir- sobre todo en la primera mitad del siglo XIX,
lo o prohibirlo, sino para reglamentarIo. muestran que se estaba lejos de tomar en cuenta
Se despliegan cuatro grandes dispositivos su cuerpo y su sexo: poco importaba que aque-
estratégicos a propósito de] sexo: la histeri- lla gente viviera o muriera; de todos modos se
zación del cuerpo de la mujer, la pedagogi- reproducían" (Foueault, 1978, p.153).
zación de la sexualidad infantil, la socia1i- Permítasenos una cita cuya extensión se
zación de las conductas procreadoras y la justifica por la vigencia que ha cobrado en la
psiquiatrización del placer perverso actualidad con la expansión del neoconservadu-
(Foucault, 1978). rismo que caracteriza las dos últimas décadas.
* Profesor Titular de Didáctica y Organización Escolar. Facultad de Filosofía y CC de la Educación. Opto.
de Didáctica e Investigación Educativa y del Comportamiento. Universidad de la Laguna 38071 Tenerife
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"Para que el proletariado apareciera dotado un retomo a mecanismos similares. Para que
de un cuerpo y una sexualidad, para que su se reconozca la necesidad de la educación
salud, su sexo y su reproducción se convirtie- sexual de forma amplia, no sólo en nuestro
sen en problema, se necesitaban conflictos (en país, han hecho falta una serie de aconteci-
particular a propósito del espacio urbano: mientos que podrían considerarse continuidad
cohabitación, proximidad, contaminación, epi- de los anteriores.
demias -como el cólera en 1832- o aun prosti- Nuevos conflictos (el sida como pande-
tución y enfermedades venéreas); fueron nece- mi a, la prostitución, los conflictos medioam -
sarias urgencias económicas (desarrollo de la bientales, étnicos y multiculturales), urgen-
industria pesada con la necesidad de una mano cias económicas (la imponente reconversión
de obra estable y competente, obl igación de de las economías socialistas, la adecuación del
controlar el flujo de población y de lograr sistema educativo al sistema de producción
regulaciones demográficas); fue finalmente capitalista, el control de la población en el ter-
necesaria la erección de toda una tecnología cer mundo y la promoción de la maternidad en
de control que permitiese mantener bajo vigi- el primero) y tecnologías de control (una
lancia ese cuerpo y esa sexualidad que al fin gran profusión de programas educativos y
se le reconocía (la escuela, la política habita- materiales curriculares sobre educación sexual
cional, la higiene pública, las instituciones de básicamente "preventivos" cuya función anali-
socorro y seguro, la medicalización general de zaremos más adelante).
las poblaciones -en suma, todo un aparato
administrativo y técnico permitió llevar a la
clase explotada, sin peligro, el dispositivo de 2, Los modelos de sexualidad y educa-
sexualidad; ya no se corría el riesgo de que el ción sexual de las clases opresoras
mismo desempeñara un papel de afirmación
de clase frente a la burguesía; seguía siendo el A lo largo de estos tres siglos -con prece-
instrumento de la hegemonía de esta última). dentes históricos que no comentaremos aquí-
De allí, sin duda, las reticencias del proletaria- se han perfilado varios modelos de sexuali-
do a aceptar ese dispositivo; de allí su tenden- dad y educación sexual que guardan relación
cia a decir que toda esa sexualidad es un asun- entre sí.
to burgués que no le concierne" (Foucault, "No hay una estrategia única, global, váli-
1978,pp. 153- 154) da para toda la sociedad y enfocada de manera
A lo largo de todo el siglo XX, se han pro- uniforme sobre todas las manifestaciones del
ducido importantes avances en el reconoci- sexo: por ejemplo. la idea de que a menudo se
miento de la educación sexual. Desde las rei- ha buscado por diferentes medios reducir todo
vindicaciones suecas a principios de siglo, o la el sexo a su función reproductora, a su forma
difusión de los programas en la década de los heterosexual y adulta y a su legitimidad matri-
sesenta con la inclusión de la educación sexual monial, no da razón. sin duda, de los múltiples
en el curriculum como materia obligatoria, objetivos buscados, de los múltiples medios
hasta la gran expansión que estamos viviendo empleados en las políticas sexuales que con-
en los noventa, pero ¿podemos interpretar cernieron a ambos sexos, a las diferentes eda-
estos logros como una prueba de transforma- des y las diversas clases sociales" (Foucault,
ción social o estamos ante una reproducción - 1978, p.126)
haciendo salvedad de las diferencias cualitati- En consecuencia hemos de conocer los
vas- de las características que se manifestaron diferentes modelos de sexualidad y educación
en la centuria precedente? sexual como fonnas de representación social
Un siglo después, las reflexiones de que inciden en la práctica educativa y las con-
Foucault cobran una vigencia insospechada, es secuencias que cada uno de ellos implica para
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la vida cotidiana y nuestra construcción de] dad no resulta suficiente la crítica generali-
concepto de sexualidad. zada a la defensa de la genitalidad, la hete-
Nuestra cultura ha elaborado una serie de rosexualidad o la reproducción, porque los
modelos de sexualidad que explican parcial- mecanismos utilizados y la definición de los
mente la realidad, así como unos modelos de mismos -como puede observarse en la figura-
educación sexual coherentes con los anteriores no se centran ya exclusivamente en estos
que intentan preservar esa forma de represen- aspectos.
tar la realidad. En segundo lugar se presenta la sexualidad
En cuanto a la sexualidad hemos de hablar dependiendo de los instintos biológicos al
de los modelos judeocristiano, burgués y libe- margen de los condicionantes sociales y cultu-
ral capitalista. rales, impidiendo la comprensión del carácter
En primer lugar, por la complejidad y eminentemente social. "Se impide captar la
diversidad de estos modelos, en la actuali- intencionalidad humana y la naturaleza social

MODELO MODELO MODELO LffiERAL


JUDEOCRISTIANO BURGUES CAPITALISTA

La función de la sexualidad Reconoce el placer aunque La función primordial de la


es la procreación como de forma no explícita. sexualidad es la comu-
expresión del amor. El amor y el sexo deben nicación, el afecto y el
Debe ser heterosexual, darse unidos aunque el placer.
genital sexo representa "los Defiende la necesidad de
Condena explícita del pla- instintos" . satisfacción sexual
cer, la homosexualidad, La penetración y la genita- tanto en el hombre
masturbación y el uso lidad siguen siendo las como en la mujer.
de los métodos anticon- formas preferentes de Se respetan todas las orien-
ceptivos. relación sexual taciones sexuales.
Condena, en suma, todas Tolera la homosexualidad Permite el uso de todos los
las manifestaciones como algo vergonzoso métodos anticoncepti-
sexuales extramatrimo- y poco normal. vos.
niales La autoestimulación puede Propone formas de relación
El deseo sexual no debe ser producir problemas sexual no genitales.
expresado por ]a mujer posteriores. La autoestimulación cons-
quien debe conservar su La conversación de tono tituye una conducta
virginidad hasta el hipócrita es el exponen- sexual nonna!.
matrimonio te más claro de esta teo- La consecución del orgas-
La prostitución es tolerada ría en la vida cotidiana. mo no es, necesariamen-
como desahogo del Reconoce la sexualidad te, el fin último de las
varón, más impetuoso infantil pero la conside- relaciones sexuales.
que la mujer. ra incompleta. Se afirma la existencia de
la sexualidad infantil
como expresión natural
y completa.

Figura 1. Modelos de sexualidad


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de los conflictos que se presentan en la medi- o el vacío afectivo producido por la ausencia
da en que se omiten las distintas perspectivas del amor.
de tales conflictos" (Torres, 1991, p, 101), Pero por encima de las diferencias entre
Como tercera limitación fundamental los modelos descritos en cuanto a los conteni-
hemos de señalar que los tres modelos presen- dos que incluyen y los que excluyen, 10 que
tan una interpretación posible de la sexualidad caracteriza a los tres es una metodología con-
humana presentándola como "la verdad" por sistente en la transmisión de la información
excelencia excluyendo otras perspectivas frente a la construcción autónoma del conoci-
explicativas. la contrastación y el conflicto. La miento, impidiendo dar una respuesta a los
amenaza, el miedo y la represión -a veces de intereses intelectuales de los grupos con los
forma explícita, otras de forma oculta- son que se trabaja y a una sustitución de las creen-
mecanismos de uso frecuente para asegurar la cias y teorías autónomas por las "verdades"
"reproducción del modelo". Asimismo, la uti- que supuestamente representa la ciencia. Cada
lización de consignas como la defensa de la vez que impedimos la reflexión crítica y la
monogamia y la fidelidad -entendida como toma de conciencia del sistema de creencias y
exclusividad en las relaciones sexuales- son representaciones sociales sobre sexualidad de
nuevos mitos que generan errores entre la los grupos humanos, estamos favoreciendo la
población que se percibe excluida de los gru- imposición autoritaria de un sistema de repre-
pos con posibilidad de contraer el sida. sentación que -en última instancia- se yuxta-
En consecuencia, los tres modelos promue- pone al anterior sin favorecer el pensamiento
ven la "homogeneización" del comportamien- autónomo.
to sexual humano contrariamente a la defensa Los estudios realizados para analizar la
de la diversidad y la multiculturalidad. relación entre estos modelos y la clase social
Los modelos predominantes en educación (Barragán, 1988) muestran cómo los sectores
sexual son el tradicional, el preventivo y el más desfavorecidos de la población se identi-
integrador humanista (Barragán, 1989; fican con modelos de sexualidad más conser-
Barragán et al., 1993). vadores y que restringen el comportamiento
Estos modelos se correlacionan de forma sexual humano Uudeocristiano y liberal), así
directa con los descritos sobre sexualidad mismo estos modelos guardan una relación
humana. directa con los modelos de educación sexual.
Su limitación fundamental es el reduccio- Por el contrario las clases sociales más favore-
nismo al que someten la sexualidad humana, cidas optan por los modelos más abiertos tanto
presentando solamente una parte del conoci- en sexualidad como en educación sexual.
miento disponible y excluyendo otra parte -
que necesariamente no es conflictiva- pero
que impediría comprender en su globalidad la 3, El curriculum como selección de la
sexualidad humana como fenómeno social cultura dominante
interdisciplinar.
En su intento de normativizar el compor- Seríamos demasiado ingenuos si creyéra-
tamiento sexual humano se plantea desde la mos que la actual expansión de los programas
abstinencia sexual, la lucha contra la promis- educativos de educación sexual, afectivo-
cuidad y las conductas sexuales consideradas sexual, o de educación para la salud y preven-
de riesgo, hasta la justificación del comporta- ción del sida son el reflejo de la preocupación
miento sexual por el amor y la afectividad social por presentar los conocimientos más sig-
exclusivamente. Para ello se han actualizado nificativos elaborados por las distintas ciencias
y utilizan mecanismos como el miedo, la cul- sociales y que estos conocimientos están al ser-
pabilización, la amenaza, la irresponsabilidad vicio de la libertad y la transformación social.
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La gran profusión de materiales curricula- Los modelos analizados excluyen la multi-


res que reflejan en mayor o menor escala los plicidad de perspectivas para presentar una
modelos descritos al referirnos a la sexualidad única impidiendo de esta forma que el propio
humana y a la educación sexual reproducen la alumnado "construya autónomamente" su
ideología de las clases hegemónicas a través modelo de representación de la realidad y la
de los contenidos que se proponen y, sobre sexualidad. Los silencios son evidentes si ana-
todo, de la exclusión de contenidos y perspec- lizamos las propuestas de la reforma educativa
tivas, así como a través de la forma en que uti- emprendida por el Ministerio de Educación: el
lizan esos materiales. placer ocupa un papel muy secundario, por
"Desde los presupuestos de las teorías de poner un solo ejemplo.
la reproducción y, principalmente, de los de En consecuencia es necesario un mayor
la reproducción cultural, los recursos didácti- protagonismo del profesorado y profesionales
cos funcionan como un filtro de selección de de la sanidad -atribuyéndoles una función
aquellos conocimientos y verdades que coin- reflexiva y crítica- así como del alumnado en
ciden con los intereses de las clases y grupos la construcción en la práctica de los programas
sociales dominantes; se considera que desem- de educación sexual.
peñan un papel muy decisivo en la recons- Adicionalmente -aunque no por ello menos
trucción de la realidad que efectúan tanto el grave- nos parece sospechosa la urgencia por
alumnado como el profesorado" (Torres, la difusión, distribución y reproducción de
1991, p.98). materiales curriculares sin otras medidas de
Los diversos enfoques o modelos de edu- apoyo.
cación sexual comentados con anterioridad Como ha señalado acertadamente Bonafé
están al servicio de los grupos de poder, por (1992, p. 9) sobre el uso de los materiales
eso ninguno de los tres nos parecen la alterna- curriculares "Dada la gran variedad de deman-
tiva para resolver los conflictos actuales en das profesionales, no es nada extraño que
educación sexual. La inclusión de información muchos profesores den la bienvenida a un
sobre el uso del preservativo -por citar un artefacto que decide por ellos los objetivos,
ejemplo- implica una concepción genitalista los contenidos y las actividades de aprendiza-
de la sexualidad humana que excluye en gene- je, además de su ordenación, secuencia y tem-
ral la promoción de la comunicación, la ternu- paralización. No es de extrañar que los siste-
ra o el erotismo como formas de desarrollo mas prefabricados sean considerados ahorra-
sexual que no implicarían penetración sexual. dores de tiempo". Generalmente, "personas
Los análisis sobre los procesos de exclu- ajenas a la situación de enseñanza deciden,
sión de dimensiones de la realidad en los desde un nivel superior del sistema, la práctica
libros escolares son de capital importancia, de la enseñanza. Planificación y ejecución se
pues como subraya Pierre Mcherey , "una separan, y el trabajo del profesor es expropia-
obra está vinculada a la ideología no tanto do de su propio control profesional. Este es
por lo que dice como por lo que no dice: Es uno de los argumentos fundamentales de la
en los significativos silencios del texto, en defensa de la tesis de la proletarización docen-
sus vacíos y ausencias, donde la presencia de te"(Bonafé, 1992, p. 10).
la ideología puede sentirse de manera más Efectivamente, como ha señalado Gimeno
positiva" (Eagleton, 1978,p. 52). "Y son (1991, p. 13), al profesorado se le está exi-
estos silencios los que el profesorado debe giendo más esfuerzo profesional por las
tratar de hacer "hablar", si pretende facilitar a demandas sociales, la extensión de la cultura
sus estudiantes una formación rigurosa e obligatoria y la heterogeneidad del alumnado
impedir una distorsión de la realidad" "Y no se puede decir que se transformen sen-
(Torres, 1991, p. 103). siblemente las posibilidades laborales para que
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los profesores en su puesto de trabajo puedan aprendizaje": Quienquiera que aspire a la cre-
abordar estos retos que esos curricula extensos ación científica, deberá primero renunciar pre-
y complejos les demandarían como profesio- cisamente a aquello que hace posible la creati-
nales. No se puede decir tampoco que la cali- vidad -el pensamiento autónomo- para some-
dad del profesorado mejore al tiempo que pre- terse a los modelos de pensamiento dominan-
dominan esas tendencias. La apreciación de tes en aquel momento en la comunidad cientí-
que se trata de un colectivo en proceso progre- fica e imbuirse de ellos hasta el punto de
sivo de prolctarizaci6n, no sólo pedagógica- incorporarlos sustituY¿llllulu,s a ,su propia
mente, sino también cultural mente, es un manera de razonar. Si no hace esto, ninguna
hecho incontestable (Apple, 1989; Martínez, persona llegará a ser científica y si lo hace,
1989; Ortega, 1989; y Popkewitz, 1990)" estará tan colonizada por la "ciencia oficial"
La proletarización del profesorado implica que le será muy difícil pensar por su cuenta y
además que el modelo que básicamente se está cambiar los paradigmas dominantes, requisito
difundiendo en educación sexual es el "pre- imprescindible para el progreso científico"
ventivo", (Moreno, I 992,pp. 29- 30)
En consecuencia, la clave no está tanto en En la actualidad la ruptura de los paradig-
la difusión de materiales -quizá sirvan para mas dominantes es imprescindible y para ello
tranquilizar nuestras conciencias- sino en el contamos con los grandes avances que han
diseño de estrategias de formación y evalua- producido las ciencias sociales en el presente
ción de programas que promuevan la mejora siglo, la incorporación de la Pedagogía como
continua y el cambio social en vez de "la ren- ciencia crítica a partir del movimiento de la
tabilidad a corto plazo". teoría curricular sociocrítica y el diseño de
Los problemas sociales son suficiente- estrategias o metodologías constructivistas
mente graves como para analizar críticamen- así como un movimiento crítico emergente de
te por qué a pesar de la profusión de iniciati- formación de profesorado y profesionales de
vas no disminuyen los embarazos no desea- la salud.
dos y sigue en ascenso el sida y lo que es más Como consecuencia proponemos una serie
negativo: no estamos logrando la felicidad de principios para la reflexión que nos permi-
humana. tan el cambio.
No nos cansaremos de repetir que la fun- En primer lugar, la ruptura de los paradig-
ción primordial de la educación sexual no es mas dominantes comienza por la reflexión
la prevención sino la promoción de] desarrollo sobre nuestras propias concepciones sobre
sexual integral de las personas, ]0 cual signifi- sexualidad y educación sexual -especialmente
ca aprender a ser felices, fomentar la autoesti- entre las personas que nos dedicamos a la
ma personal, erradicar la opresión y jerarqui- práctica educativa- para tomar conciencia de
zación por cuestión de género, aprender a ellas y no tratar de imponerlas, sean éstas con-
resolver los conflictos de la vida cotidiana en servadoras o progresistas. Potenciar la cons-
vez de excluirlos. En definitiva construir una trucción se opone a la obediencia intelectual.
sexualidad que potencie la diversidad. En segundo lugar, la complejidad de los
fenómenos sexuales y las relaciones educati-
vas exigen un abordaje interdisciplinar, lo cual
4. ¿La utopía como alternativa? exige, a su vez, la utilización de una metodo-
logía constructivista compleja, contraria a la
"Las mujeres y los hombres que aspiran a presentación cerrada e inflexible de objetivos,
dedicarse al trabajo científico se encuentran - contenidos, actividades de aprendizaje o crite-
de manera en apariencia inevitab]e- atrapados rios de evaluación de la forma más simple
en lo que podríamos llamar "la paradoja del posible con la excusa -hoy insostenible- de
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ayudar al profesorado y profesionales de la sectores más conservadores para disfrazar


salud. especialmente la sexualidad femenina. ¿Por
Los materiales curriculares deben presen- qué no hablar de educación sexual para el pla-
tar alternativas abiertas otorgando un papel cer, para la comunicación o para el erotismo?
autónomo y constructor tanto al alumnado Desde nuestro punto de vista el término
como al profesorado acercando la teoría y la sexual implica comunicación, afectividad, pla-
práctica a través de la investigación en la cer y de fonna secundaria reproducción, por
acción y convirtiendo la innovación en una ello no necesita ningún aditivo.
tarea compartida que se genera en los propios Las posibilidades de combinación son infi-
centros educativos o los centros de salud. nitas, cambian de unas personas a otras, de
Es necesario diseñar y desarrollar nuevos unos grupos sociales a otros, entre diferentes
modelos de educación sexual que -por enci- culturas y cambian a lo largo de nuestra vida
ma de otras funciones como la preventiva o en nuestras diferentes relaciones sexuales.
la promoción de la salud- tengan como obje- Por último, los modelos de formación pro-
tivo básico la toma de conciencia de las rela- fesional deben incidir en estos mismos aspec-
ciones de poder y opresión de la utilización tos convirtiendo al profesorado en profesiona-
de la sexualidad humana como sistema de les críticos y reflexivos y no en meros ejecuto-
control social para promover un conocimien- res o reproductores de programas o materiales,
to emancipatorio que permita la transforma- muy al contrario el profesorado debe recrear y
ción social. mejorar continuamente el currículum.
En este contexto, es necesario erradicar la La conclusión no es evidentemente la con-
pedagogía del miedo o la imposición presen- formidad, el desánimo o el pesimismo.
tando alternativas más amplias a la sexualidad Comprender y transformar la enseñanza,
en vez de restringirlas y difundir nuevos convertir los deseos en realidad no es un
mitos. Es el momento de difundir un modelo sueño sino una posibilidad que está a nuestro
de sexualidad más complejo que permita desa- alcance. La falacia creada por las "minorías
rrollar todas las funciones que implica: comu- opresoras" de que carecemos de la fuerza
nicación, placer, afectividad y reproducción. necesaria para la transfonnación social ha de
En tercer lugar, la denominación de los ser combatida enérgicamente potenciando la
programas esconde una ideología implícita filosofía educativa de la creación y la transfor-
que debe ser explícita. La educación para la mación.
salud puede incluir la educación sexual siem- Es absolutamente necesario comenzar la
pre que se expresen claramente las diferencias década de la "desintosidación", tomando el
entre las funciones vitales, aunque sería prefe- término de la reflexión de Rosario Miranda
rible su tratamiento separado (ver Barragán, (1994, p.46) que reproducimos a continua-
1994). No es posible equiparar la sexualidad ción.
humana al resto de las funciones vitales por- "El miedo al semen y a los flujos vaginales
que son diferentes. La sexualidad no es una se suma al miedo al humo o al colesterol en
enfermedad (aunque se hable de síntomas de una sociedad que ignora que cuerpo sano es
la menstruación o la menopausia) sino una aquél que disfruta en estado de bienestar ajeno
facultad cuyo desarrollo y expresión hace más a la inquietud por la enfermedad. Vivir preo-
humanas a las personas. Así mismo la deno- cupado por la salud es un sucedáneo de vivir
minación de afectivo-sexual (Barragán, 1995) con salud por el que la colectividad olvida que
no parece ser la más adecuada porque separa a causa del tacto llegan al cuerpo -además de
lo sexual de lo afectivo y destaca una de las hijos y enfermedades- placeres, poderes, feli-
funciones sobre las demás, justamente aquella cidad y saberes que aumentan las defensas
que ha sido utilizada históricamente por los tanto como los antibióticos.
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Claro que todo lo que se roza es suscepti- lada en V Congreso Español de


ble de ser contraído, sea un virus o un matri- Sexología. Sexualidad, sida y sociedad.
monio. Claro que hay contagios: la risa, el Federación Española de Sociedades
baile, el ritmo, el humor, el saber y la sensibi- Sexológicas. Granada, 16, 17 Y 18 de sep-
lidad se contagian. O no. Igual que las infec- tiembre.
ciones", BARRAGAN, F. (1995). Educación sexual:
La isla misteriosa. Comunicación presenta-
da en Encuentro por la Unidad de los
Biblio¡:rafía Educadores Latinoamericanos. Pedagogía
95. Ministerio de Educación. Palacio de las
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infantiles, la infonnación sexual y las teo- de febrero.
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