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La historia de la clonación de animales empezó hace más de tres décadas con los experimentos del
investigador John Bertrand Gurdon, 2 de octubre 1933), británico. Sus descubrimientos relativos
a clonación le valieron el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 2012.
La historia de la clonación de animales empezó hace más de tres décadas con los experimentos del
investigador John Bertrand Gurdo
Se utilizo la Técnica conocida como transferencia nuclear de la célula somática pero estas
fueron a partir de células embrionarias Obtuvieron óvulos del anfibio cercano desactivaron
su núcleo y lo sustituyeron con el de la rana extinta. Los resultados fueron asombrosos.
Algunos de los huevos comenzaron a dividirse espontáneamente y a crecer hasta una
fase embrionaria. Ninguno de los embriones consiguió sobrevivir, pero los tests genéticos
confirmaron que las células divididas contenía material genético de la rana extinta. Pero estas
no tuvieron buenos resultados debido a que se destruyeron con luz ultravioleta los núcleos de
óvulos de ranas y éstos fueron reemplazados con núcleos de células intestinales de embrión de
rana lograron obtener renacuajos, pero éstos no sobrevivieron.
Un grupo de científicos japoneses experimentó con un ratón. Éste recibió un anestésico que
lo puso a dormir por unos minutos, el tiempo necesario para extraer de él una gota de
sangre desde su cola, cantidad suficiente para llevar a cabo la clonación, en un proceso que
no resulta cruel o traumático para el animal.
De esa gota de sangre, se separan los glóbulos blancos (leucocitos), que contienen células
periféricas mononucleares, que son las que finalmente se usan en el proceso de clonación.
Actualmente existen miles de especies animales que están en peligro de extinción, algunas
más críticas que otras pero que, si no se interviene, finalmente se terminarán
perdiendo. La clonación de especies vivas, puede significar una luz de esperanza para
animales que, de otra manera desaparecerían.
El logro de los japoneses hace más sencilla la clonación, sobre todo en mamíferos, los más
complicados y en los que el éxito de reproducción natural y artificial era escaso. Ya no
se requieren células madre o especiales, basta con leucocitos, los que son muy fáciles de
obtener, ya sea de animales jóvenes o adultos.
Si bien la clonación avanzó mucho desde los tiempos de la oveja Dolly, todavía queda ver
los resultados a largo plazo y en animales más grandes que un ratón y, que se encuentren
expuestos al mundo exterior
PARKINSON EN ANIMALES
MADRID. Una nueva investigación, desarrollada por científicos del Memorial Sloan-
Kettering Cancer Center (MSKCC), y las universidades de Cornell y Connecticut (todos
en EE.UU.), describe una nueva forma de producir células nerviosas terapéuticas que
pueden curar a ratones con enfermedades parecidas al Parkinson. El nuevo trabajo,
que se publica en la última edición de la revista «Nature Biotechnology», proporciona
la primera evidencia de que las células clonadas pueden curar una enfermedad en un
modelo animal.
Dado que el método inicial valió para las células de ciertos ratones, pero no de todos
los examinados, los autores del presente trabajo científico han desarrollado una forma
mejor y más eficaz de generar selectivamente neuronas de dopamina que eliminan esa
variabilidad a fin de que el clonado terapéutico pueda ser igualmente eficaz en
cualquier animal.
Células madre
El nuevo estudio demuestra la precisión con la que las células nerviosas cultivadas en
el laboratorio imitan al desarrollo normal del cerebro, incluyendo el tiempo que lleva el
proceso, el aspecto de las células y sus funciones. La nueva técnica proporcionará a los
científicos una oportunidad de ver cómo se desarrolla el cerebro in vitro, y la
realización de experimentos como observar las consecuencias para el desarrollo de
interrumpir uno o múltiples genes.