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Pruebas diagnósticas

Reflujo vesicoureteral: evaluación y tratamiento


Nerea Felip Santamaría, Cristina Fernández Lucas y Miguel Téllez Martínez-Fornés
Servicio de Urología. Hospital Severo Ochoa. Leganés. Madrid. España.

¿ ?
adultos, respectivamente. En general, el grado de daño renal
Cuál es la actitud a seguir para los reflujos grados I-II es bajo (10-20%) y más alto para
reflujos de grado III-V (> 50%).
ante la sospecha clínica de
reflujo vesicoureteral en un
niño Sintomatología
El RVU en la edad pediátrica puede diagnosticarse a raíz de
Se debe realizar ecografía y cistouretrografía
descubrir una dilatación de la vía urinaria superior en la eco-
miccional seriada para confirmar la presencia y grafía prenatal, lo que obliga al estudio del neonato; o a raíz de
el grado del reflujo. El tratamiento conservador episodios de ITU en el paciente pediátrico. Es poco frecuente
suele ser el más indicado. descubrir un RVU en un adulto a partir de un episodio de ITU
y/o de pielonefritis.
Es importante tener en cuenta que la sintomatología clínica
de una ITU en el niño, complicada o no, es completamente dife-
rente a la del adulto. Las manifestaciones más frecuentes son:
astenia, anorexia, irritabilidad, retardo ponderal, fiebre, náu-
seas, vómitos, etc. A partir de los 4 años de edad muchos reflu-
jos de grado leve-moderado (I-III) pueden ser perfectamente
El reflujo vesicoureteral (RVU) se define como el paso retró- tolerados y asintomáticos. En los niños mayores y adultos el
grado de orina desde la vejiga al uréter, pelvis renal o siste- reflujo puede manifestarse con la sintomatología característica
ma calicial intrarrenal. Existen 2 tipos de RVU: primario (por de la infección urinaria. No debe olvidarse que en los varones
alteración del sistema valvular ureterovesical) y secundario mayores y adultos masculinos puede manifestarse como una
(consecuencia de otra enfermedad obstructiva congénita o ad- prostatitis y/o epididimitis de repetición.
quirida).
El RVU es una enfermedad benigna, que en ocasiones, en re- Clasificación del reflujo vesicoureteral
flujos de alto grado y por lo general secundarios a obstrucción
del tracto urinario inferior, puede desembocar en una grave La clasificación actual del RVU es la indicada por el Comité de
afectación del tracto urinario superior conduciendo a la insu- Estudio Internacional del Reflujo de 1981. Está basada en el ni-
ficiencia renal. vel que alcanza el contraste, durante la práctica de la cistoure-
La incidencia del RVU se estima en el 1% de los recién naci- trografía miccional seriada (CUMS), en sentido ascendente en
dos vivos, aunque algunos autores consideran dicha incidencia el tracto urinario superior, así como el grado de dilatación que
infraestimada por no ser detectada en estadios leves sintomá- produce en la vía urinaria (tabla I; figs. 1 y 2).
ticos. En caso de pacientes pediátricos con infección del tracto
urinario (ITU) inferior de repetición, se encuentra RVU en el
40-70% de los casos.
El RVU puede desaparecer de forma espontánea con la edad Tabla I. Clasificación Internacional del reflujo
en los primeros años de vida, aunque raramente esto ocurre a vesicoureteral
partir de los 10 años y casi nunca desaparece en adultos.
Se sospecha una predisposición familiar. El RVU puede pre- Grado Descripción
sentarse de forma aislada o formando parte de cuadros sindró- I RVU hasta uréter no dilatado
micos que asocian anomalías renales y extrarrenales. II RVU hasta pelvis y cálices no dilatados
El término nefropatía por reflujo (NR) se utiliza para desig-
III RVU hasta riñón, dilatación leve-moderada de uréter, pelvis
nar las alteraciones que se producen en el parénquima renal y cálices, con mínimo abombamiento de fórnix
como consecuencia de un RVU. Por otro lado, el RVU se asocia IV RVU hasta riñón, dolicouréter moderado, dilatación de pelvis
o otras anomalías renales, como es la displasia renal, que jus- y cálices
tificaría las lesiones renales encontradas en esta entidad pato- V RVU hasta riñón, dilatación severa de uréter, pelvis y cálices.
lógica. Pérdida de impresión de papilas
La NR sigue siendo la tercera y quinta causa más frecuente
RVU: reflujo vesicoureteral.
de insuficiencia renal en las bases de datos pediátricas y de

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Reflujo vesicoureteral: evaluación y tratamiento
N. Felip Santamaría, C. Fernández Lucas y M. Téllez Martínez-Fornés

Diagnóstico nario superior y la uretra, por lo que sólo se utiliza en el control


de los niños sometidos a tratamiento médico.
Ecografía urológica
Estudio isotópico (gammagrafía + renograma:
Un 15% de los pacientes con diagnóstico prenatal de malfor- MAG 3, DMSA)
mación urinaria presentan un RVU diagnosticado en el período
posnatal. A menudo se trata de reflujos graves bilaterales que Los estudios isotópicos renales son pruebas precisas que nos
tienen un bajo índice de resolución espontánea. permiten conocer la morfología y la evolución de la funcionali-
La sensibilidad de la ecografía para la detección del RVU es dad renal diferencial (gammagrafía: función de cada riñón por
del 10% y el valor predictivo positivo del 40%. La ecografía separado) y las curvas de eliminación (renograma isotópico
puede ser normal a pesar de un diagnóstico fehaciente de RVU, para poder conocer si hay patrones de obstrucción que hayan
incluso de grado elevado. No obstante, ante la sospecha de RVU desencadenado el RVU).
se suele realizar una ecografía dada su mínima invasividad y la Se recomiendan para realizar el seguimiento de los reflujos
posibilidad de detectar otras anomalías urológicas asociadas. IV-V, ya que hay mayor riesgo de lesiones en el parénquima
renal.
Cistouretrografía miccional seriada (CUMS)

Es la prueba más utilizada y eficaz en el diagnóstico del RVU Manejo terapéutico del reflujo vesicoureteral
que precisa una manipulación endouretral, no carente de com-
plicaciones. La infección urinaria puede aparecer en el 20% de El objetivo principal del tratamiento del RVU es evitar el de-
los casos. En nuestra opinión, sólo debe practicarse cuando el terioro del tracto urinario superior. Los reflujos de bajo grado
beneficio que obtengamos, en cuanto al tratamiento terapéuti- (I-II) tienen bajas posibilidades de lesionar el parénquima renal
co del paciente, así lo aconseje. No estamos obligados a realizar por lo que se debe realizar tratamiento conservador. En la figu-
CUMS que no aporten ningún dato esencial en el seguimiento ra 3 se muestra un algoritmo del manejo terapéutico del reflujo
del paciente. vesicoureteral.
Algunos autores entienden por tratamiento conservador la
Cistografía isotópica simple observación del paciente, utilizando los antibióticos de
amplio espectro, en dosis terapéuticas, en caso de infecciones
Aunque somete al paciente a una menor irradiación que las urinarias sintomáticas. Otros autores prefieren utilizar pautas
CUMS ofrece menos informaciones anatómicas del tracto uri- de antibioticoterapia supresiva nocturna (se usa un tercio de la

Figura 1. Cistouretrografía miccional seriada: Figura 2. Cistouretrografía miccional seriada:


reflujo vesicoureteral de grado II. reflujo vesicoureteral de grado V.

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Figura 3. dosis indicada en ITU, diariamente y antes de acostarse, previo
vaciado de la vejiga si es posible). Debe realizarse, al menos,
Algoritmo del manejo terapéutico durante los primeros 4 años de vida, ya que el riesgo de cica-
del reflujo vesicoureteral. trices renales adquiridas es menos frecuente después de esta
edad. Otros autores esperan hasta los 7-8 años. Ningún estudio
demuestra que la profilaxis antibiótica a largo plazo prevenga
RVU
las infecciones urinarias, sin embargo, reduce la incidencia de
cicatrices después de una pielonefritis.
El manejo de los niños con reflujo de alto grado (III-V) tiene
RVU v en < 1 año aspectos comunes con los de bajo grado, como son el trata-
RVU i-ii sin iTU RVU V en > 1 año
RVU iii-iV miento de las ITU y la antibioticoterapia supresiva nocturna.
No obstante, en estos casos, es importante descartar anomalías
asociadas como obstrucción del tracto urinario inferior (valvas
Observación Profilaxis antibiótica Tratamiento quirúrgico de uretra posterior en los niños, obstrucción de la uretra distal
en las niñas), vejiga neurógena ocultas o divertículos paraure-
terales. El tratamiento de los RVU secundarios requiere tratar
iTU o cicatrices o
la causa primaria.
iTU
persistencia RVU iii-iV
Tratamiento quirúrgico del RVU

Existen 2 modalidades de tratamiento quirúrgico del RVU: tra-


Figura 4. Orificio ureteral refluyente. Visión endoscópica tamiento endoscópico y cirugía convencional.
antes de tratamiento endoscópico. El tratamiento endoscópico consiste en la inyección submu-
cosa de diferentes sustancias expansoras en el meato ureteral
refluyente. Pueden ser sustancias reabsorbibles como colágeno
y el dextranómero de ácido hialurónico (Deflux®) o irreabsor-
bibles como la pasta de politetrafluoroetileno (Teflón®) y el po-
lidemitilsiloxano (Macroplastique®) (figs. 4 y 5).
En casos de RVU de grado I-III asociados a ITU de repetición
o pielonefritis y que no mejoran con tratamiento conservador
se considera una opción alternativa a la cirugía convencional
por su menor morbilidad. Sus complicaciones más frecuentes
son la obstrucción ureteral (< 2%) y la recidiva, especialmente
en los grados más graves. La recidiva aparece en el 20-30% de
los pacientes sin aparente relación con la sustancia implanta-
da. Suele ser de bajo grado y se suele corregir con una nueva
inyección endoscópica.
El seguimiento postoperatorio incluye la realización de una
ecografía (para descartar obstrucción) y una CUMS (para eva-
luar la resolución o no del reflujo) a los 3 meses del tratamiento
quirúrgico. Sólo se repetirán las pruebas 3-5 años después del
tratamiento endoscópico si la sintomatología del paciente así lo
Figura 5. Orificio ureteral. Visión endoscópica tras recomendara.
tratamiento endoscópico con macroplastique. El objetivo de la cirugía convencional es aumentar la longitud
del uréter intravesical para recuperar el mecanismo valvular
que impida el ascenso de orina. Conlleva una mayor morbili-
dad, pues se trata de un procedimiento quirúrgico invasivo.
Está indicada en casos de fallo del tratamiento endoscópico en
pacientes muy sintomáticos y como tratamiento de elección en
los reflujos de alto grado (IV-V). J

A tener en cuenta

• El RVU y la ITU suelen estar asociados aunque no


está demostrada la asociación causa-efecto. De
patogenia distinta, sus efectos se potencian entre sí.

• Se debe realizar CUMS para confirmar la presencia y


el grado del reflujo.

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Pruebas diagnósticas

• El tratamiento conservador suele ser el más


indicado, teniendo en cuenta el elevado índice de
resolución espontánea del RVU.

• La corrección quirúrgica del RVU no consigue


mejorar el funcionalismo renal.

• Cuando está indicado, el tratamiento


endoscópico se prefiere en los RVU de grado I-III.

• La cirugía convencional se reserva para los casos


más graves de RVU.

Errores habituales

• La sintomatología clínica de una ITU en el niño es


completamente diferente a la del adulto.

• Se debe sospechar reflujo en casos de dilatación


renal prenatal y de infección urinaria febril de la
vía superior.

• El objetivo principal del tratamiento del RVU no


es eliminar las infecciones de orina, sino evitar el
deterioro del tracto urinario superior.

Bibliografía recomendada
Alonso Usabiaga I, Bravo Bravo C, Taillefer PG, Valls Moreno E,
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