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UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA

DE LA SELVA
FACULTAD DE RECURSOS NATURALES RENOVABLE

INSTALACIÓN DE CAMAS PARA EL SEMBRÍO DE LECHUGA - BIOL DE


GRAMÍNEA

ALUMNOS : ATERO MORALES, Julinio


BONIFACIO ESPINOZA, Jhomel
DÁVALOS CÁCERES, Treicy
MAYS GRADOS, Yanela

DOCENTE : CASTRE RUIZ, Sandro

CURSO : FERTILIDAD DE SUELOS

GRUPO: “LOS FRESAS”

SEMESTRE : 2018 - II

TINGO MARIA-PERU
2018
I. INTRODUCCIÓN

La lechuga es un cultivo hortícola que es producido, prácticamente,


en todo el mundo, si no es al aire libre, está bajo invernadero, por lo que se puede
decir que es un cultivo cosmopolita. Es una hortaliza de clima frío, con cierta
tolerancia a heladas débiles en sus estados iniciales, pero cerca de la cosecha es
susceptible a quemaduras de las hojas externas por heladas, quedando muy
expuestas a ataques de enfermedades (Giaconi y Escaff, 2001). La temperatura
óptima de crecimiento está entre 15 y 18°C, prefiere temperaturas frescas para
formar una cabeza más compacta; la mínima es de 12°C, bajo esta temperatura la
planta no crece; y la máxima entre 18 y 24°C, temperaturas superiores producen
deterioro de la lechuga por crear cabezas más sueltas y con tendencia a emisión
de tallo floral o “subida”. Sin embargo, estas temperaturas son generales, cada tipo
de lechuga, e inclusive variedad, tiene requerimientos propios de temperatura para
su crecimiento.

Los suelos preferidos por la lechuga son los ligeros, arenoso-


limosos, con buen drenaje, situando el pH óptimo entre 6,7 y 7,4, En los suelos
humíferos, la lechuga vegeta bien, pero si son excesivamente ácidos será
necesario encalar, Este cultivo, en ningún caso admite la sequía, aunque la
superficie del suelo es conveniente que esté seca para evitar en todo lo posible la
aparición de podredumbres de cuello.

OBJETIVOS

- Selección e instalación de lotes para el sembrío de lechuga con la aplicación


de biol de gramínea.
- Preparación del biol de gramínea.
II. REVISIÓN LITERARIA

2.1. Selección del lote

Para el establecimiento del cultivo es necesario que el sitio cumpla


con los requerimientos climáticos y edáficos, además de tener una topografía
apropiada para su desarrollo, ya que una buena ubicación del cultivo constituye la
base para implementar un adecuado manejo. La topografía más recomendada para
la siembra de estas especies es la plana o la ondulada (Figura 46), con pendientes
inferiores al 30%, ya que la siembra en suelos con pendientes superiores dificulta
el manejo y se presentan problemas de erosión y lavado de nutrientes. Se debe
disponer de agua para las labores agrícolas y la ubicación del cultivo debe permitir
el fácil transporte tanto de los insumos como de la producción (Jaramillo & Díaz,
2006).

No es recomendable establecer siembras en terrenos nuevos


donde no se haya establecido un cultivo colonizador, como fríjol, papa, maíz u otra
hortaliza, lo que facilita o mejora las condiciones del suelo y aporta nutrientes,
además del manejo de malezas.

Se recomienda en terrenos enmalezados realizar una guadañada


superficial y luego incorporar estas malezas con un pase de rastrillo; esta práctica
permite aportar abonos verdes al lote, ya que las malezas en su proceso de
descomposición proporcionan nutrientes. Las lechugas son cultivos de alta
densidad y ciclo de vida corto, por lo cual para su establecimiento se requiere que
la superficie donde se va a sembrar esté desprovista de otras plantas con las que
pueda competir; además, el suelo se debe roturar, ya que las raíces de la lechuga
son suaves y requieren un suelo mullido para su normal desarrollo (Jaramillo &
Díaz, 2006).Además de las siembras en campo abierto, los diferentes tipos de
lechuga se pueden sembrar bajo condiciones protegidas; esto requiere de una
inversión inicial en la construcción y adecuación de los invernaderos. Las ventajas
de este sistema consisten en que permite mayor densidad de siembra, mejor
protección contra efectos ambientales adversos, mayor protección contra
enfermedades, ya que el follaje no se moja por efecto de las lluvias, además se
aplica riego localizado 80%; sin embargo, se Figura 46. Siembras en terrenos
ondulados. Lechuga bajo condiciones protegidas debe tener cuidado respecto del
incremento de la humedad relativa dentro del invernadero, por encima del 80%, por
cuanto se favorecería la prevalencia de enfermedades como el mildeo velloso
(Bremia lactucae) y el mildeo algodonoso o esclerotinia (Esclerotinia esclerotiorum).

Los invernaderos en este caso funcionan como una simple cubierta,


ya que en el día deben estar lo más aireados que sea posible y en la noche, a fin
de favorecer la disminución de temperaturas, no se deben cerrar, tal como lo
requieren los materiales recomendados para zonas frías.

2.2. Preparación del terreno

El sistema radicular de la lechuga no es muy profundo; sin embargo,


requiere de una preparación adecuada de suelo para lograr una textura suelta que
facilite el trasplante y establecimiento del cultivo. En extensiones grandes, para la
preparación de suelo se recomienda el uso del tractor, y en áreas más pequeñas y
suelos que han sido trabajados con anterioridad se puede utilizar monocultor. En
primer lugar se nivela el terreno, especialmente en zonas con tendencia al
encharcamiento, luego se procede a la construcción de los surcos y de la
acaballonada o de eras, dependiendo del sistema de siembra utilizado Las camas
o eras se construyen de 10 a 15 cm de altura, y entre uno y dos metros de ancho,
de acuerdo con las condiciones topográficas del terreno, el sistema de riego y las
distancias de siembra recomendadas para las diferentes variedades (Alzate &
Loaiza, 2008; Flórez et al., 2012).

Una vez preparado el suelo, y de acuerdo con las


recomendaciones derivadas del análisis de éste, se debe aplicar pre siembra e
incorporar las enmiendas de tipo químico o de abonos orgánicos, las cuales se
orientan según la recomendación de un asistente técnico (Flórez et al., 2012).

El suelo es la columna vertebral de los sistemas de producción


agrícola; de factores como la estructura físico-química y la actividad biológica
dependen la fertilidad del cultivo, la óptima penetración de las raíces y el desarrollo
adecuado de las plantas. Por consiguiente, todas las prácticas de manejo deberán
estar orientadas a mantener y mejorar las condiciones del suelo; conservar los
horizontes, la materia orgánica, el balance de los nutrientes y la riqueza de los
microorganismos benéficos. Se debe evitar la compactación y la erosión causadas
por el uso excesivo de maquinaria agrícola y problemas con el comportamiento del
agua en el suelo. Es necesario que el agricultor conozca el uso previo del terreno y
realice un análisis de las características físico-químicas y microbiológicas del suelo,
con el fin de identificar los riesgos potenciales de la producción de hortalizas. Así
mismo, se deben establecer programas para prevenir la erosión de los suelos
mediante prácticas como coberturas nobles, sistemas de drenajes, labranza
mínima y manejo de curvas a nivel para siembras en ladera (Herrera et al., 2006).

2.3. Biol de gramínea

El Biol es un abono orgánico líquido que se origina a partir de la


descomposición de materiales orgánicos, como estriércoles de animales, plantas
verdes, frutos, entre nosotros, e ausencia e oxígeno. Es una especie de vida (bio),
muy fértil (fertilizante), rentables econlógicamente y económicamente. Contiene
nutrientes que son asimilados fácilmente, por las plantas hacéndolas más vigorasas
y resistentes. La técnica empleada para obtener biol es a través de biodigestores”
(INIA, 2008).

El Biol es el resultado de la fermentación de estiércol y agua a


través de la descomposición y transformaciones químicas de residuos orgánicos en
un ambiente anaerobio. Tras salir del biodigestor, este material ya no huele y no
atrae insectos una vez utilizado en los suelos. El biol como abono es una fuente de
fitorreguladores que ayudan a las plantas a tener un óptimo desarrollo, generando
mayor productividad a los cultivos. Este manual comparte resultados de pruebas
de laboaratorios y experiencias directas de productores en campo. Recomendamos
pruebas en campo para entender mejor el funcionamiento del biol con diferentes
cultivos y tipos de suelos.

El biol es un producto estable biológicamente, rico en humus y una


baja carga de patógenos. El biol tiene una buena actividad biológica, desarrollo de
fermentos nitrosos y nítricos, microflora, hongos y levaduras que serán un excelente
complemento a suelos improductivos o desgastados.
III. MATERIALES Y MÉTODOS

3.1. Materiales y métodos


- Machete
- Lampa
- Pico
- Pala
- Carretilla
- Acerrin
- Tierra negra
- Estiercol de gramínea
- Suero de leche
- Levadura
- Melaza de caña
- Boro
- Potasio
- Manganeso
- Reciduos vegetales

3.2. Métodos

La labranza primaria consiste en la primera labor de rotura de


suelo. Es una acción más bien agresiva que permite airear, mover o dar vuelta el
suelo. Este movimiento causa que queden expuestos insectos adultos, larvas y
huevos de manera que los predadores los pueden consumir o también quedan
expuestos a la luz y sol, lo que los deshidrata y mata. Por otra parte, remueve la
vegetación presente, trae las semillas de malezas a la superficie, las cuales, si
tienen suficiente humedad en el suelo, germinan y son fáciles de eliminar con otra
labor de movimiento de suelos.
3.3. procedimiento

- Se recorrió todo la parcela a trabajar, cada grupo escogieron su


parcela en donde realizaríamos la práctica, Posteriormente
después del reconocimiento de la parcela se pasó a instalar las
camas.
- Usando un machete se procedió a limpiar las malezas presentes
en la cama, y todas las malezas cortadas fueron sacadas a los
bordes de la parcela.
- Luego con la ayuda de un pico se removió el suelo en toda el aria
de la parcela para que de esta manera podamos mejorar la
aeración y la filtración del agua en la estructura del suelo también
para poder sacar las raíces presentes en el interior del suelo.
- Luego de que la parcela estuvo limpio y libre de maleza se
procedió a aplicar un sustrato para mejorar las condiciones del
suelo en una relación de 3, 2,1. Es decir:
Tres baldes de tierra negra, tres baldes de aserrín de arroz y un
balde de arena, de esta manera el suelo tendrá una mejor
aeración, mejor porosidad, mejor retención de agua, etc. De esta
manera el terreno quedo listo para ser sembrado.

Preparación de biol.
- En un balde limpio y seco con tapa se le coloco una manguera de
60cm y el otro extremo a un litro con contenido de agua.
- posteriormente se añadió 3kg de excremento de ganado con
presencia de gramínea, 200gr de cal agrícola, 1lt de suero de
leche, 20gr de levadura 100gr de potasio, 100gr de boro, 100gr de
manganeso, ½ lt de melaza de caña, 1kg de cáscara de naranja y
10lt de agua.
- Luego se procedió a mesclar los componentes y se aseguró la
tapa tanto del balde como del litro para que así no pueda ingresar
el aire ya que el objetivo es obtener un biol anaeróbico, y se dejó
en reposo.

IV. CONCLUSIONES

Las exigencias del sistema económico y de alimentación obligan a


que los campos produzcan de manera constante. La economía busca en el suelo
que los productos sean de tamaño y cantidad; para conseguir su objetivo el hombre
optó por el uso indiscriminado de agroquímicos, con resultados económicos
importantes para los productores pero nefastos para los suelos, plantas y
consumidores. Los productos para el consumo humano tienen que ver más con la
calidad que el tamaño y la cantidad y eso lo conseguimos solo a través de mejorar
la tierra y potenciar las plantas con fertilizantes orgánicos naturales. El biol es una
excelente alternativa para el tratamiento de suelos y plantas, económico, su
elaboración y aplicación es sencilla, los resultados: suelos conservados, plantas
vigorosas y productos de calidad aptos para el consumo humano.
V. RECOMENDACIONES

- Se recomienda usar zarandas para separar las raíces y piedras del suelo.
- Se recomienda que las parcelas deben estar en un lugar estratégico.
- Se recomienda en la preparación de biol asegurar bien las tapas.
VI. BIBLIOGRAFÍA

- Alzate JF, Loaiza LF. 2008. Monografía del cultivo de la lechuga.


Colinagro, 37 p.

- Flórez I. 1986. Cultivos de hortalizas. Instituto Tecnológico y de Estudios


Superiores de Monterrey, División de Ciencias Agropecuarias y
Marítimas, Departamento de Agronomía, Monterrey, México, 170 pp.

- Jaramillo JE. 2001. El manejo agronómico de cultivos como herramienta


de manejo integrado de plagas y enfermedades tendiente a la producción
limpia de hortaliza. En: Hortalizas: plagas y enfermedades. Compendio
de eventos No. 1. Corporación Colombiana de Investigación
Agropecuaria, Sociedad Colombiana Entomológica Socolen, pp. 5-21.

- Jaramillo JE, Díaz C. 2006. Manual técnico 20: El cultivo de las


Crucíferas. Rionegro, Corporación Colombiana de Investigación
Agropecuaria, Centro de Investigación La Selva, 176 pp.

- Jaramillo JE, Ríos G. 2007. Estrategias de producción limpia de


hortalizas. Rionegro, Corporación Colombiana de Investigación
Agropecuaria, Centro de Investigación La Selva. Boletín Técnico, 96 pp.
VII. ANEXOS

Figura 1: reconocimento del terreno.


Figura 2: preparacion del suelo.

Figura 3: limpeza de la restos de raízes.


Figura 4: parcela lista para sembrar.

Figura 5: biol de gramínea.

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