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Carrera: Biología
Grupo: 1702
2010-1
Vegetación ribereña del Estado de Sonora
México con una población de 103 263 388 habitantes (INEGI, 2005), requiere de
una gran cantidad de recursos, espacio y alimento, que permitan abastecer las
necesidades de la población. Pese a las altas demandas, que ha ocasionado el
desmonte de grandes áreas naturales ahora destinadas para la agricultura,
México cuenta con un patrimonio natural de vegetación muy amplio, con un
total probable de 30,000 especies de plantas, es uno de los países más
importantes del mundo en término de su riqueza botánica. Las compuestas,
gramíneas y cactáceas están más bien representadas en el norte del país, a la
vez que las leguminosas abundan más en los climas cálidos del sur. En Sonora y
Sinaloa se calcula que hay unas 4,000 especies de fanerógamas, esta enorme
diversidad de especies tiene su origen en los cambios climáticos y geológicos
que ha sufrido nuestro país a través del tiempo (Suarez ,2002).
Villaseñor (2003) indica que los datos sobre la diversidad florística de México
provienen de una intensa, aunque no exhaustiva, revisión de la literatura
florístico-taxonómica, complementada con el estudio continuo del material
herborizado y depositado en el Herbario Nacional (MEXU) del Instituto de
Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México. La literatura revisada
incluye desde descripciones originales, listas florísticas, floras o manuales,
hasta revisiones taxonómicas y trabajos de índole fitogeográfica. El trabajo se
ha visto beneficiado por la gran cantidad de fascículos publicados por los
distintos proyectos florísticos que se llevan a cabo en México, como son los de
la Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, la Flora de Guerrero, La Flora de
Jalisco, la Flora Novo-Galiciana, la Flora de Veracruz, la Flora del Valle de
Tehuacán-Cuicatlán, la Etnoflora Yucatanense, entre otros.
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como son el Distrito Federal (Calderón de R. y Rzedowski, 2001), Baja California
y Baja California Sur (Wiggins, 1980) y Yucatán (Durán et al., 2000). Solamente
13 estados no cuentan con un recuento publicado de su riqueza florística
(Chihuahua, Colima, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Nayarit, Nuevo León,
Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Sonora, Tamaulipas y Zacatecas).
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Un área riparia es aquella que se encuentra junto o directamente influenciada
por un cuerpo de agua. Debido a la proximidad y la interacción con los cuerpos
de agua, la vegetación ribereña tiene una forma lineal característica y
constituye una zona de transición entre los sistemas terrestres y los acuáticos.
Las áreas riparias usualmente mantienen una biodiversidad alta de flora y fauna
en comparación con las áreas no ribereñas, siendo en muchos casos el refugio
de especies vulnerables de plantas y animales (Robins y Cain, 2002). Las
comunidades vegetales ribereñas proporcionan además hábitat y alimento para
la fauna y son consideradas corredores para la dispersión de plantas y animales
(Meave et al., 1991).
Por lo general son áreas más fértiles y productivas, con mejor calidad de suelos
y constituyen la última línea de defensa para la protección de la calidad del
agua y los ecosistemas. Otra de las características importantes de las zonas
riparias es la marcada influencia sobre la organización de la diversidad y la
dinámica de las comunidades asociadas con ecosistemas acuáticos y terrestres
(Robert et al., 2000), complementando sus servicios ecológicos al brindar un
amplio rango de valor económico y social, ofreciendo a las comunidades y
productores algunos recursos, tanto maderables como no maderables, además
de los servicios ambientales de protección y conservación (Robins y Cain,
2002).
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la calidad del agua, ecosistemas sanos, el mantenimiento de la biodiversidad y
de los cursos de agua, la disminución de plagas y crecimiento algal, el
mantenimiento del stock pesquero, el incremento en el valor agregado, refugio
y microclima, la retención de nutrientes, la reducción del nivel de agua, la
desnitrificación, oportunidades para la diversificación, la recreación, el
entretenimiento cultural y espiritual y el ecoturismo (Lovett, 2003).
Los estudios han revelado que cuanto mayor sea el ancho de la zona riparia
más beneficioso será a los efectos de proceder a conservación de la
biodiversidad. Sin perjuicio de ello los corredores estrechos son asimismo
sumamente útiles para el desarrollo y conservación de algunas especies.
Considerando las características que poseen, los corredores estrechos que se
encuentran en los paisajes alterados, experimentan una situación de borde
mayor debido a su área, y por consiguiente tienden a experimentar efectos de
borde más serios, como cambios de temperatura e invasión de hierbas no
nativas; siendo ello determinante en la eficacia del corredor mismo.
Vegetación ribereña del Estado de Sonora
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El estado de Sonora se localiza en el extremo noroeste de la República
Mexicana, cuenta con una extensión territorial de 184,934 Km cuadrados los
cuales representan el 9.4 % de la superficie del territorio del país, por lo que es
el segundo estado más grande del país. La orografía del estado de Sonora la
componen ríos, montañas, lomeríos y las zonas planas que son las que
predominan en el estado, los ríos que desembocan principalmente en el Golfo
de California, las zonas de bosques del estado se encuentran en parte noreste
del estado, la parte plana y de lomeríos se encuentra en el centro y norte, así
como toda la zona costera del estado. Los principales ríos con que cuenta el
estado de Sonora son el río Colorado, río Concepción, el río San Ignacio, el río
Sonora, el río Mátepe, el río Yaqui y el río Mayo. En la actualidad ninguno de los
ríos desemboca libremente en el mar. La utilización del agua se realiza en un
alto porcentaje para la agricultura. En el estado existen cuatro grupos climáticos
que son: seco desértico (BW); semisecos (BS); subhúmedos (AC) y templados
(Cw). En el 90 % del área predomina el clima seco y semiseco y en general en el
estado predomina la poca disponibilidad del agua.
Vegetación desértica
Bosques
Pastizales
Selva
Terrenosagrícolas
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El Desierto Sonorense tiene cuatro subdivisiones en Sonora: 1) el Altiplano de
Arizona, 2) las Planicies de Sonora, 3) la Costa Central del Golfo y 4) el Valle
Bajo del Río Colorado. La gobernadora o hediondilla (Larrea divaricata) es un
elemento importante en todas las subdivisiones, las cuales se caracterizan por
tener clima árido y caliente.
Las Planicies de Sonora en los valles grandes desde Benjamín Hill hasta
Guaymas tienen más árboles leguminosos, especialmente mezquites (Prosopis
velutina) y palo fierros, y hay muchos ocotillos machos o jaboncillo (Fouquieria
macdougalii). Los mezquites son ampliamente utilizados, su volumen de
madera para la elaboración de carbón vegetal representa una valiosa fuente de
ingreso, aportada en gran medida por los municipios de Caborca y La Colorada.
El matorral del desierto de la Costa Central del Golfo se encuentra cerca del
Golfo de California en Sonora y Baja California y tiene más húmedad del mar.
Aquí las plantas son más suculentas, es decir almacenan agua en los tejidos.
Ejemplos característicos de estas plantas son los torotes (Bursera hindsiana, B.
microphylla), los sangrengados (Jatropha cinerea, J. cuneata) y sahueso
(también llamado cardón, Pachycereus pringlei). En la Sierra Bacha, al sur de
Puerto Libertad, se encuentra la única población de cirios (Fouquieria
columnaris) en Sonora, ya que ésta es una planta característica de Baja
California.
En Sonora, el Valle Bajo del Río Colorado comprende la región del Pinacate y las
dunas del Gran Desierto de Altar hasta San Luis Río Colorado. El clima es muy
caliente y muy seco y el matorral es muy sencillo con gobernadora, chamizo
(Ambrosia dumosa), zacate galleta (Pleuraphis rígida) y ocotillo (Fouquieria
splendens).
Los bosques de SBC más intactos se encuentran en Sonora, mientras que una
gran parte del área de SBC hacia el sur, llegando hasta Costa Rica, ya están
desmontadas. La SBC se diferencia de los matorrales del desierto y espinosos
en que los árboles son más altos que los cactus columnares y el dosel del
bosque es continuo. En la SBC cerca de Alamos, los árboles y cactus más
importantes son el mauto (Lysiloma divaricatum), amapa (Tabebuia
Vegetación ribereña del Estado de Sonora
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impetiginosa), pochote (Ceiba acuminata), otros torotes (Bursera spp.) y etcho
(Pachycereus pecten-aboriginum).
La transición entre los trópicos del nuevo mundo y la zona templada del norte
se encuentra más o menos a 29-30° de latitud N en el valle del Río Yaqui entre
Tónichi y San Pedro de la Cueva, reflejando las heladas del invierno, las cuales
llegan a Sonora como producto de los frentes del ártico. Los bosques templados
con encinos, pinos y/o pinabetes se encuentran al este en la Sierra Madre
Occidental y al noreste en las sierras aisladas como son las sierras de los Ajos,
Huachinera, la Madera, los Pinitos y San Luis. En general, los bosques tienen
más encinos (encinales), especialmente con Quercus albocincta, Q. arizonica, Q.
emoryi y otros. También se encuentra táscate o huata (Juniperus coahuilensis)
en elevaciones bajas, y más pinos (bosque de pino-encino) en elevaciones más
altas. Bosques con pinabetes (Abies concolor, A. durangensis, Pseudotsuga
menziesii) solamente ocurren en los habitats más fríos de la Mesa del
Campanero y la Sierra de los Ajos.
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ser consultado por cualquier persona de cualquier parte del mundo y a
cualquier hora y día del año. El encargado de este Herbario en el Departamento
de Investigaciones Científicas y Tecnológicas del alma mater (Dictus), Jesús
Sánchez Escalante, dirigente de la institución, explicó que desde hace ocho
años se tiene el sitio www.aguaje.dictus.uson.mx con el registro de más de ocho
mil ejemplares representativos de más de dos mil especies del estado.
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Asimismo, resulta de suma importancia destacar que la degradación de las
tierras riparias está comúnmente asociada con la remoción de la vegetación. La
extracción de árboles de esta zona incrementa la luz y el calor que llega a los
cursos de agua, favoreciendo el crecimiento de algas nocivas y malas hierbas
que alteran de sobremanera los ecosistemas acuáticos.
El uso indebido que el ser humano viene haciendo de estas tierras desde hace
ya bastante tiempo, contribuirá con seguridad en un futuro más que próximo a
su total degradación. El pastoreo, en particular, puede causar diversos
problemas como sobrepastoreo, pisoteo y el incremento de la tasa de erosión,
cambio en la comunidad florística debido a un pastoreo preferencial, invasión de
especies exóticas e incremento de la turbidez en los arroyos y de nutrientes y
bacterias (Price y Lovett, 2002).
La biodiversidad del río Yaqui al igual que el resto del Estado de Sonora, no
escapa de las presiones naturales y antropogénica que lo deterioran y
disminuyen hasta el grado de la desaparición, así factores o causas como la
cacería furtiva, tala y desmontes inmoderados, incendios, contaminación,
ganadería excesiva, entre otros, producen efectos como la erosión y pérdida de
suelo, que culminan en la disminución de las poblaciones de flora y fauna
endémica.
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especies de flora y fauna y demás recursos biológicos, destinando áreas
representativas de los sistemas ecológicos del país a acciones de preservación
e investigación. III) La preservación de las especies endémicas, amenazadas, en
peligro de extinción o sujetas a protección especial. IV) El combate al tráfico o
apropiación ilegal de especies. V) El fomento y creación de las estaciones
biológicas de rehabilitación y repoblamiento de especies de fauna y flora
silvestre. VI) La participación de las organizaciones sociales, públicas o privadas,
y los demás interesadas en la preservación de la biodiversidad. VII) El fomento y
desarrollo de la investigación de la fauna y flora silvestre, y de los materiales
genéticos, con el objeto de conocer su valor científico, ambiental, económico y
estratégico para la Nación. VII) El desarrollo de actividades productivas
alternativas para las comunidades rurales. XIX) El conocimiento biológico
tradicional y la participación de las comunidades, así como los pueblos
indígenas en la elaboración de programas de biodiversidad de las áreas en que
habiten.
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Bibliografia
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Price, P. & Lovett, S. 2002. Managing riparian land. Fact Sheet 1, Land &
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(http://www.municipiodenogales.org)
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www.semarnat.gob.mx