CÓMO SUPERAR EL RECHAZO EN VENTAS

COMO SUPERAR EL RECHAZO EN VENTAS

No le dé más vueltas: el rechazó en la actividad de las ventas es inevitable y, por supuesto, duele.
Sin embargo, para tener éxito como comercial, tiene que aprender a superarlo.

¿Alguna vez ha sido rechazado?

—Bueno muchas veces. Pero hay que aprender a considerar que el cliente rechaza mi desempeño y
mi presentación, más no a mi persona. Es muy importante aceptar el rechazo, ya que gracias a esta
acción descubrimos una oportunidad de oro. Es decir nos da la ocasión para corregir fallas. Yo lo
considero un peldaño para mejorar, y no una piedra que obstaculiza la venta; es una experiencia que
nos permite idear cómo mejorar la presentación para ser aceptado la siguiente vez.

¿No es el rechazo un hecho imprevisto? Es decir, a lo mejor no existe una buena

razón para no ser aceptados. Pero de cualquier forma es parte del proceso de ventas.
 CÓMO SUPERAR EL RECHAZO EN VENTAS

—Es cierto. Rodeamos el rechazo de emociones, pero con frecuencia la persona ha elegido otro
producto o servicio simplemente porque se le presentó en el momento preciso. Yo lo veo así: Si
existen oportunidades donde las elecciones se hacen al azar, yo deseo tener la mayor exposición
posible. Hay que diseminarse. En vez de ser rechazado al azar, será elegido al azar. “Como dicen
alguno, la suerte es el punto equidistante entre la oportunidad y la experiencia”. Por lo tanto, si uno
tiene exposición, mayores serán las posibilidades de ser beneficiado por la suerte.

¿Lo expuesto hasta ahora se traduce en un rechazo sin dolor?

—Aun así, el rechazo duele. Es la naturaleza humana. Pero enfrentémoslo: la vida es difícil, es una
ruleta. Creo que uno debe tomar la decisión de ser feliz, en vez de esperar que la felicidad llegue
como consecuencia del número de ventas cerradas. Si así se determinara la felicidad, las personas
más desdichadas serían aquellas que hubieran sido rechazadas más veces. Sin embargo, he
descubierto que los empresarios que finalmente son exitosos deciden ser felices sin importar cuántas
veces fueron rechazados. Simplemente se abrieron paso entre los rechazos hasta que obtuvieron una
aceptación.