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ratando de unificar en una enfermedades y la prolongación de la
sola definición las formas de salud y la eficiencia en vida hasta el
alquimia que se dieron en va- “término previsto por Dios” para el or-
rias civilizaciones (en China, ganismo (alquimia del elixir o alquimia
en el mundo helénico, en territorios del de la prolongevidad).
Islam), puede decirse que se trata de Resulta evidente la proximidad entre
una práctica operativa de transforma- las prácticas de los alquimistas y las de
ción concreta de sustancias materiales, los artesanos (vidrieros, tintoreros, jo-
realizada en un laboratorio. Tal trans- yeros, herreros, farmacéuticos), pero en-
formación está dedicada a “perfeccio- tre unos y otros existe una diferencia
nar” todos los niveles materiales de lo fundamental.
creado (el cuerpo humano incluido) y
la mayoría de las veces se efectúa a tra- Un arte filosófico
vés de un agente perfeccionador que Si las instalaciones y los procedimien-
no existe en la Naturaleza. Y este agen- tos a menudo son realmente bastante si-
te (lápiz, elixir, medicina) es el princi- milares, los alquimistas se distinguen del
pal objetivo de las operaciones alquí- resto porque encuadran sus operaciones
micas, por cuanto transmite la propia en el manejo de reflexiones científico-
perfección a los cuerpos oportuna- filosóficas y religiosas que las justifican,
mente preparados sobre los que es pro- apoyan y orientan. Las prácticas artesa-
yectado. nales, por el contrario, remiten a una tra-
Sobre esta base –también en el caso dición oral, a un aprendizaje de taller, a
de la alquimia medieval (siglos XII-XV)– recetarios; la alquimia –en la que tam-
son varios los objetivos particulares de bién se dan estos aspectos– se estructu-
las intervenciones del alquimista. Para ra, además, como una disciplina, o sea
empezar, la transmutación de los me- como un conjunto bastante amplio de
tales, la llamada alquimia metalúrgica, La solución perfecta, ilustración del doctrinas y textos. Así, la teoría resulta
es decir aquella serie de operaciones por manuscrito alquímico Pretiossimum Donum supeditada a la receta; junto a la tradi-
las que los metales viles, por medio del Dei, siglo XVII, París, Biblioteca del Arsenal. ción oral se desarrolla una tradición es-
lápiz, son llevados a la perfección crita, la más sólida forma de legitimación
del oro y la plata. Junto a este objetivo gemas artificiales, cristales y pigmentos de una sabiduría que se define filosófica
principal, se registra también la produc- especiales) y la búsqueda de “medica- (la alquimia es “la parte más noble y ex-
ción de sustancias inalterables (perlas y mentos” equilibrados, capaces de con- celente de la filosofía”, y “arte filosófi-
ferir incorruptibilidad al cuerpo huma- ca”). Por otra parte, se hace referencia
CHIARA CRISCIANI es profesora de Filosofía no o, aún mejor, en la cultura cristiana, a muchos libros y a su estudio, que re-
Medieval, Universidad de Pavía. la curación rápida y completa de las sultan indispensables para practicar el
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TRANSFORMANDO LA NATURALEZA. EL ALQUIMISTA
ENTRE LA MAGIA Y LA CIENCIA. LA ALQUIMIA
adiestrados y las manos ágiles y robustas, mundo” (instancia típica del hermetis- estructura del Cosmos y puede transfor-
con las cuales percibe, manipula y en- mo, que es uno de los campos de la al- marla: “Así fue creado el mundo y (de
saya con las sustancias materiales sobre quimia árabe y latina); que sabe insi- este preparado confeccionado del mis-
las que trabaja y a las que transforma. nuarse, con dulzura y competencia, en mo modo) se obtendrán en este mundo
Por estas características propias la al- los procesos naturales y teje con la Na- maravillas”.
quimia no es una protoquímica, una téc- turaleza complejos vínculos de respeto Frente a esta compleja sabiduría, en
nica de los metales, quizá todavía in- reverente, de intervención auxiliadora, cuyas teorías las esperanzas de salvación
cierta y errónea pero principalmente con de colaboración; que actúa, en fin, co- y las industriosas manos se integran en
continuidad en la química moderna. No mo quien recrea aspectos de la realidad el trabajo concreto del laboratorio, pa-
lo es porque su finalidad y sus métodos material, porque los hace concretamen- rece apropiada la advertencia del his-
son diferentes y son los propios de una te perfectos. No es casualidad que el al- toriador contemporáneo N. Sivin, según
filosofía operativa del perfeccionamien- quimista medieval se declare cocreador, quien, “es imposible que una compren-
to. Aunque resulta cierto que la instru- es decir, colaborador de Dios en el pro- sión adecuada de la alquimia venga de
mentación técnica y varios procedi- yecto de restablecimiento de una plena la historia de la química o de las reli-
mientos transitan de la alquimia a la quí- perfección de los cuerpos. Este trabajo giones por separado. La alquimia com-
mica. Pero la alquimia tampoco es sólo es religioso y también filosófico, porque prendía a ambas en íntima unión”.
una técnica de elevación espiritual, que su meta es perfeccionar pero según la
tendría que ver con las alteraciones del doctrina y la experiencia (o sea, no Del Islam a Europa
alma, alegóricamente expresadas por las por vía irracional o milagrosa). La alquimia –el término mismo, los tex-
vicisitudes de los metales, porque si bien Todo eso ya se explicaba con cla- tos fundamentales– aparece en la cul-
es cierto que los alquimistas subrayan la ridad en la Tabula Smaragdina, tura latina occidental sólo en el siglo XII,
importancia de una evolución interior texto sapiencial de fundación de la y los autores de la época hablan de ella
del operador y de la revelación de cier- alquimia árabe y latina, atribuido a como de una absoluta novedad, ignora-
tas cualidades suyas, éstas son sólo al- Hermes, donde se afirma que la da totalmente por los latinos. ¿Por qué
Miniatura medieval que representa al alquimista árabe Zadith consultando la Tabula
Smaragdina, un texto básico de la alquimia latina y árabe, atribuido a Hermes Trimegisto. gunas de las condiciones para que el tra- práctica de sublimación y des- novedad? En la cultura clásica no falta-
bajo concreto de efectiva transformación tilación que el alquimista lle- ban ciertamente conocimientos sobre
“arte filosófica”; los alquimistas necesitan cialmente operativo, un “conocimiento de sustancias materiales resulte eficaz. va a cabo replantea la minerales, metales, transformaciones
también la especial naturaleza de su “fi- que nace de actuar”, en el sentido de Por otro lado, es indudable que el pro-
losofía”, diferente en muchos aspectos que sólo con obrar el alquimista apren- yecto alquímico volcado en perfeccio- Un alquimista en su
de las concepciones filosófico-naturalis- de. Si necesarios son los libros, en el ha- nar aquí y ahora la materia, tiene evi- laboratorio, detalle de una
tas y médicas de orientación aristotélica cer filosófico del alquimista aún son más dentes connotaciones religiosas. El al- estampa del siglo XVII
titulada La alquimia de
y de carácter eminentemente doctrinario. relevantes el olfato, el gusto, el tacto quimista, de hecho, se presenta como
los flamencos, Roma,
El alquímico es un conocimiento esen- y, sobre todo, los ojos aguzados y un filósofo técnico que “se ocupa del Museo Storico dell’Arte
Sanitaria.
Cámaras secretas
Q ué es lo que hacía exactamente el al-
quimista, y cómo era su laboratorio? Al
No faltan, por ejemplo, descripciones de
un laboratorio. Un texto del siglo XIV re-
tipos de hornos, hornillos y recipientes pa-
ra los diferentes usos que se hallan en un la-
parecer, hasta hace pocos decenios, algunos comienda que se monte de la siguiente ma- boratorio de alquimista. En numerosos ma-
privilegiados pudieron visitar laboratorios nera: “El artífice debe disponer de un edi- nuscritos –desde los más antiguos– estas cui-
de alquimistas en Marruecos y hace años fue- ficio especial, alejado de la vista de los hom- dadísimas descripciones van acompañadas
ron hallados los restos de un laboratorio de bres. En él deberá haber dos o tres cámaras por dibujos muy detallados, para alegría de
destilación, con todos los aparatos necesarios, en las que puedan llevarse a cabo las ope- los historiadores de las técnicas y los ins-
en el centro de París; al parecer, este local fue raciones para sublimar, conseguir disolu- trumentos. En otros tantos casos, por el con-
destruido –se desconoce la razón– en la se- ciones y destilaciones”. En el mismo siglo, trario, las operaciones alquímicas están re-
gunda mitad del siglo XIV. También ha si- el franciscano Buenaventura da Iseo, en su presentadas alegóricamente en espléndidas
do descubierta recientemente, en el palacio célebre Liber Compostille, añade, hablando de ilustraciones simbólicas. Pero, a propósito
real de Palma de Mallorca, una cámara se- dichas estancias, que algunas deben ser lu- de manuscritos y como ya hemos dicho, has-
creta, quizá el laboratorio de un alquimista minosas y otras estar en penumbra, pero ta el siglo XIV escasean los latinos medie-
al servicio del soberano. Estos testimonios y siempre bien dotadas de ventanas. Con- vales: algunos han jugado con la hipótesis
restos arqueológicos, si bien confirman la cuerda luego con la necesidad de que el la- de que sea debido al hecho de que, hasta di-
existencia de artífices dedicados no sólo a boratorio esté aislado, ya sea para salva- cha época, la práctica prevaleciera sobre el
la redacción de tratados, no conservan por guardar a quien en él trabaja de las protes- desarrollo de la teoría, y que los escasos tex-
desgracia suficientes rastros de la forma de tas de los vecinos por culpa del ruido, hu- tos, utilizados como prontuarios en la acti-
proceder del trabajo alquímico: una vez más mos y olores emitidos, o para garantizarle vidad de laboratorios llenos de humo, entre
nuestros informadores privilegiados son los cierta discreción. Buenaventura, como otros, fuego, ácidos y líquidos corrosivos, sufrie-
mismos alquimistas. dedica detalladas descripciones a los muchos ran a menudo daños y destrucción.
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TRANSFORMANDO LA NATURALEZA. EL ALQUIMISTA
ENTRE LA MAGIA Y LA CIENCIA. LA ALQUIMIA
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TRANSFORMANDO LA NATURALEZA. EL ALQUIMISTA
ENTRE LA MAGIA Y LA CIENCIA. LA ALQUIMIA
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ENTRE LA MAGIA Y LA CIENCIA. LA ALQUIMIA
PARACELSO
Estableció un antes y un después en el desarrollo de la alquimia y de la
medicina en el Renacimiento. JOSÉ MARÍA LÓPEZ PIÑERO recuerda la
ajetreada biografía del sabio suizo, analiza las principales innovaciones de
su obra y su difusión en el contexto social y científico del siglo XVI
P
aracelso marca un hito en el frontalmente los fundamentos del gale-
desarrollo cultural del si- nismo, basándose sobre todo en doctri-
glo XVI. Para situar adecuada- nas procedentes de la alquimia. Despla-
mente la alquimia, la destila- zó a un segundo plano la teoría de los
ción y el paracelsismo, conviene recor- cuatro elementos de Empédocles y la de
dar, aunque sea de modo sumario, la los cuatro humores cardinales de los ga-
imagen actualmente vigente sobre su lenistas y convirtió las tres “sustancias” al-
personalidad y la influencia de su obra, químicas en el centro de su visión del or-
como consecuencia de un siglo de in- ganismo humano y sus enfermedades.
vestigación continuada en torno al te-
ma. Al margen de ella, su figura y su Las tres sustancias fundamentales
producción han sido y continúan sien- Afirmó que todos los seres, vivos o ina-
do víctimas de acercamientos irrespon- nimados, están integrados por la com-
sables, que lo convierten en una gran binación, en proporciones variables, de
personalidad de la magia y el ocultismo. mercurius, sulphur y sal, que eran al
Paracelso fue el sobrenombre de The- mismo tiempo elementos y modos de
ophrastus Bombast von Hohenheim comportarse la materia. Al quemarse un
(1493-1551). Nacido en la localidad sui- cuerpo, el mercurius sería lo volátil, que
za de Einsiedeln, se educó en la zona se escapa en forma de humo; el sulphur,
minera de la Carintia, donde se fami- lo combustible, que produce la llama, y
liarizó con las prácticas metalúrgicas y la sal, lo resistente al fuego, que queda
alquímicas. Más tarde, estudió medici- en las cenizas.
Portada del primer volumen de una edición
na, doctorándose en la Universidad de de 1658 de la Opera Omnia de Paracelso, En su Opus Paramirum (1530-31), lo
Ferrara bajo la dirección de Niccolò Le- Biblioteca de La Universidad de Barcelona. expuso del siguiente modo: “En cada
oniceno. La radical inquietud de su per- cuerpo hay tres sustancias, es decir, ca-
sonalidad le hizo pasar toda su vida re- Inglaterra, Dinamarca y todos los terri- da cuerpo consiste en tres cosas, cuyos
alizando viajes, cuya importancia para torios alemanes”. nombres son sulphur, mercurius y sal.
la experiencia médica defendió, entre Solamente durante el curso académi- Cuando las tres están reunidas existe un
otros muchos textos, en su Spital-Buch co 1527-28, fue profesor en la Universi- cuerpo, al que sólo puede añadirse la vi-
(1529): “Mi experiencia la he consegui- dad de Basilea, de donde tuvo que sa- da y lo que de ella depende. Cuando co-
do, con gran dedicación, de Lituania, lir huyendo ante la reacción producida ges un cuerpo con la mano tienes de mo-
Holanda, Hungría, Dalmacia, Croacia. por el contenido renovador de su ense- do invisible tres sustancias bajo una for-
Rodas, Italia, Francia, España, Portugal, ñanza y su provocadora conducta. En las ma. Es necesario que hablemos de ellas,
clases, se jactaba de su göttliche grobheit porque de estas tres sustancias en una
JOSÉ MARÍA LÓPEZ PIÑERO, de la Real Acade- (divina grosería) y, en la noche de San forma depende toda la salud. Si tienes en
mia de la Historia. Catedrático jubilado de Juan, había llegado a hacer una hogue- la mano (un trozo de) madera, aparece
Historia de la Medicina, U. de Valencia. ra con textos médicos clásicos. Criticó ante tus ojos solamente un cuerpo. Este Theophrastus Paracelso (1493-1541), retratado por Rubens sobre un retrato de Quentin Metsys, Bruselas, Museo Real de Bellas Artes.
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LA CUMBRE DEL ARTE OCULTO. PARACELSO
ENTRE LA MAGIA Y LA CIENCIA. LA ALQUIMIA
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LA CUMBRE DEL ARTE OCULTO. PARACELSO
ENTRE LA MAGIA Y LA CIENCIA. LA ALQUIMIA
expone en una mezcla de castellano y “destilación”, término que tenía enton- de Cirugía y, en 1589, Felipe II le nom-
latín sus concepciones sobre las bases ces un significado más amplio que el ac- bró “protomédico de la Ciudad y el Rei-
doctrinales del “conoscimiento des- tual, incluyendo también reacciones quí- no de Valencia”.
ta primera materia metalorum”. micas en sentido estricto. Éste es el con- A pesar del nombre de la cátedra, ob-
Considera un error especialmen- texto en el que hay que situar los libros viamente procedente del libro de Gess-
te grave aceptar los supuestos del sobre “destilación” de medicamentos ner, Cózar no era seguidor del galenis-
hilemorfismo aristotélico y “que la simples y compuestos de Hieronymus mo ecléctico, sino un convencido pa-
materia en que se han de convertir Brunschwig: Liber de arte destillandi de racelsista, que había publicado dos años
los metales juxta opinionem Aristo- simplicibus. Das Buch der waren Kunst antes un Dialogus veros medicinae fon-
telis... sit prima materia in univer- zu Distilliren die eintzigen Ding (1500) tes indicans (Diálogo que indica las ver-
sali”, argumentando que “esto con- y Liber de arte destillandi de compositis, daderas fuentes de la medicina, 1589),
traría a toda filosofía” mediante textos Das Buch der waren Kunst zu Distilli- en el que denunció la insuficiencia de la
de tratados alquímicos atribuidos a Ra- ren die Composita und Simplicia (1512). medicina tradicional, sobre todo desde
mon Llull y Arnau de Vilanova. También Sin embargo, la mayoría de los médicos el punto de vista terapéutico, y propu-
critica la confusión entre el sulphur y despreciaba entonces la alquimia abier- so una nueva fundamentación basada
el mercurius philosophorum, es decir, tamente. Especialmente duras fueron las en los principios quemiátricos.
como principios alquímicos, y el azu- palabras de Andrés Laguna en su tra- El programa de Cózar provocó una du-
fre y el mercurio “vulgares”: “Por tanto, ducción comentada de Dioscórides, cu- ra reacción en su contra en el ambiente
cuando los philósophos [alquimistas] di- ya primera edición (1555) apareció en médico valenciano, a la que en nume-
cen quod sulphur et mercurius sunt prin- la misma década en la que Lluís de Cen- Destilatorio de vapor inventado por el paracelsista extremeño Diego de Santiago.
rosas ocasiones se esfuerza por contra-
cipium et origo omnium metallorum telles redactó su carta: “Llaman Mercu- rrestar con demostraciones experimen-
bien dicen si son bien entendidos, pe- rio al azogue los alquimistas y tienen La medicina académica tuvo ante el Al núcleo luterano en torno a Witten- tales: “Los fenómenos químicos más evi-
ro no los vulgares, sino aquellos que los por cosa muy resoluta que puede trans- paracelsismo dos posturas opuestas. La berg pertenecía Andreas Libavius (1546- dentes resultan inadvertidos para los
philósophos entienden, y esto dicen por formarse en cualquier metal como ap- descalificación de Paracelso y sus doc- 1616), médico de formación, pero que inexpertos, sobre todo para los médi-
el símbolo y concordancia que con los ta y natural materia de todos. Empero trinas suele personificarse en Thomas fue professor historiarum en la Univer- cos que sienten aversión de toda prác-
otros tienen”. Las Coplas sobre la piedra de aquesto, se dan a mil diablos, que Liebler (Erastus), profesor en Heidelberg sidad de Jena y, más tarde, inspector de tica de la filosofía y niegan la utilidad y
philosophal están dedicadas primaria- viéndole en potentia propinqua de ser y más tarde en Basilea, célebre por su enseñanza secundaria en Rotenburg. Su la necesidad de este importantísimo ar-
Monstruo alegórico con los símbolos de la
mente a un procedimiento técnico, que purísima plata, no le pueden jamás cua- fanatismo religioso, que lo convirtió en Alchymia (1595) no es en absoluto “el te. Por ello, convendría ante todo con-
transformación alquímica, según un grabado Centelles describe en un lenguaje típi- jar ni reducir a que obedezca al marti- uno de los principales defensores mé- primer tratado de química moderna”, co- vencerlos, rogándoles que, por lo me-
de la segunda mitad del siglo XVIII. camente alquímico. Por una parte, está llo, aunque gastan toda su hacienda en dicos de la “caza de brujas”. Su violen- mo lo han calificado sus panegiristas, si- nos, observaran las operaciones que re-
lleno de complicadas metáforas dirigi- carbón y soplan toda la vida. Y a la ver- to ataque en Disputationes de medicina no una mera recopilación “recogida de alizan los buenos químicos. Sin embar-
solamente se refleja en los seguidores del das a los iniciados: “Toma la dama que dad, como Mercurio fue siempre un nova Philippi Paracelsi (1571) está ba- los mejores autores”, tal como indica ya go, muchos tienen un ánimo tan depra-
movimiento lulista, sino también en sus mora en el cielo/ ques hija del Sol sin gran burlador, ansí el azogue les da fi- sado en argumentos teológicos desde un su título completo. Entre otros muchos vado que prefieren volver la cabeza y ta-
contradictores. Resulta muy significativo duda ninguna/ y aquesta prepara en ba- nalmente el pago que por su vanidad cerrado aristotelismo. temas, se ocupa del nitrato de plomo y parse los oídos por miedo de que, con-
que Nicolau Eymerich, su más acerbo ño de Luna/ do lave su cara de su ne- merecen, porque son ordinariamente La oposición a los medicamentos quí- del que se llamaría “espíritu fumante de vencidos de la verdad, se vean obligados
enemigo durante el siglo XIV, hubiera es- gro velo./ Después si pudieres al Sol y vanos y perniciosos a la república”. micos fue encabezada durante más de un Libavius”, es decir, cloruro de estaño co- a reconocer que estaban equivocados”.
crito un Tractatus contra alchimistas y un al hielo/ en el mismo baño la tenga en siglo por la Facultad de Medicina de Pa- mo un líquido humeante obtenido me- El paracelsismo no tuvo continuidad ofi-
Dialogus contra lullistas y que arreme- prisión/ hasta que purgada de su im- rís, que consiguió la prohibición de los diante la “destilación” de la amalgama cial en Valencia hasta fines del siglo XVII,
tiera conjuntamente contra ambos en su perfección/ nos sea lucero acá en este preparados de antimonio desde 1566 has- de estaño con cloruro de mercurio. Sin por obra del movimiento médico nova-
famoso Directorium inquisitorum. suelo”. Por otro lado, desciende en oca- ta 1666. Guy Patin, además de decir que embargo, debe principalmente su cele- tor, seguidor del sistema iatroquímico.
Si se tiene en cuenta que Valencia ha- siones a un tono casi puramente des- la teoría de la circulación de la sangre era bridad a los excelente grabados que re-
bía sido un núcleo influyente del lulis- criptivo: “El fuego primero te dixe que “paradójica, inútil, falsa, imposible, ab- presentan un edificio “ideal” dedicado a
mo bajomedieval, así como la enseñan- fuese/ muy blando al principio de la so- surda y nociva”, escribió un Martyrologie laboratorio de “destilación”. Sin estar di- PARA SABER MÁS
za regular en dicha ciudad de las doc- lución/ lo mismo te digo que sea la im- de l’antimoine, con una lista de los “már- rectamente aplicado a la medicina, su GARCÍA FONT, J., Historia de la alquimia en Es-
trinas del autor mallorquín en relación bibición/ pues mucho erraría quien no tires” que supuestamente habían muer- planteamiento corresponde al galenis- paña, Madrid, Editora Nacional, 1976.
con diversas áreas científicas, no resul- lo entendiese/ ya que después el cuer- to víctimas de este medicamento. Resul- mo ecléctico, cuya figura central en la LUANCO, J. R., La alquimia en España, 2 vols., Bar-
celona, 1889-97. Reimpresión: Madrid, Colección
ta extraño que hubiera destacados al- po tuviese/ muy fixo a lo blanco y en su ta admirable que, en este ambiente y tres primera mitad del siglo XVII sería Daniel Aliatar, 1980.
quimistas como Pere de Rossellis, Àngel perfección/ seguro lo tienes del fuerte años antes de su muerte, Johann Günt- Sennert, desde su cátedra en Wittenberg. LÓPEZ PIÑERO, J. M., Paracelsus and his Work in
de Aiora y, sobre todo, Lluís de Cente- ladrón/ que no te entre en casa por más her von Andernach defendiera el uso de 16th and 17th Century Spain, Clio Medica, 8
(1973).
lles, dos de cuyas obras, Coplas sobre la que quisiese”. los remedios químicos como una rectifi- Una pionera cátedra valenciana LÓPEZ PIÑERO, J. M., El “Dialogus” (1589) del para-
piedra philosophal y una carta acerca de cación de detalle del galenismo en su úl- En el siglo XVI, la única cátedra de me- celsista Llorenç Coçar y la cátedra de medicamen-
los fundamentos teóricos de la alquimia, Alquimia frente a medicina timo libro De medicina veteri et nova dicamentos químicos fue la de Remediis tos químicos de la Universidad de Valencia (1591),
circularon ampliamente a través de co- La posición marginal de la cultura al- (1571). El principal adelantado de la pos- morborum secretis, et eorum usu (Reme- Valencia, Cátedra e Instituto de Historia de la Medi-
cina, 1977.
pias manuscritas, llegando incluso las química no impidió que sus técnicas y tura ecléctica fue Conrad Gessner, que dios secretos de las enfermedades y su LÓPEZ PIÑERO, J. M., y PORTELA MARCO, E., “Estudio
Coplas a ser impresas por el paracelsis- algunas de sus concepciones fueran pe- había publicado, con un planteamiento utilización), que la Universidad de Va- introductorio”, en DIEGO DE SANTIAGO, Arte separato-
ta italiano Leonardo Fioravanti. netrando en el mundo académico y lle- semejante, Thesaurus de remediis secre- lencia dotó en 1591. Como titular fue ria (Sevilla, 1598), Alicante, Instituto de Cultura
Juan Gil-Albert, 1994.
La carta (1552), dirigida a un “Doctor garan a influir de modo importante en tis, liber physicus, medicus, et partim chy- nombrado Lorenzo Cózar, una de las per-
MORENO ALCAÑIZ, E., Facetas de la alquimia y los al-
Manresa” residente en Murcia, con mo- los orígenes de la medicina moderna. Portada del libro Dialogus veros... del médico micus (1552), bajo el seudónimo de sonalidades médicas más destacadas de quimistas españoles, Anales de Física y Química,
tivo de la visita de un discípulo suyo, La primera etapa consistió en asimilar la paracelsista valenciano Lorenzo Cózar, 1589. Evonymus Philiatrus. la ciudad, ya que había sido catedrático 42 (1946).
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