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DOSSIER

Entre la magia y la ciencia


LA ALQUIMIA
Conseguir la perfección en
todos los órdenes de la
Naturaleza impulsó la labor
de los alquimistas. En sus
laboratorios, rodeados de
secreto y misterio,
pretendieron transformar
diversos metales en oro
y plata, al tiempo que
buscaban el elixir de la
eterna juventud y remedios
para las enfermedades. Sus
ensayos alcanzaron
preponderancia y difusión
en Europa durante la Edad
Media y el Renacimiento
y, aun sin pretenderlo, Representación simbólica de los compuestos del antimonio. Grabado
de Quinta Essentia, 1574, obra del médico paracelsista L. Thurneyser.
posibilitaron el desarrollo
de la química y la medicina
80. Transformando la Naturaleza. El Alquimista
modernas. El dossier revisa Chiara Crisciani
los fundamentos teóricos de
la alquimia, sus experimentos 88. La cumbre del arte oculto. Paracelso
José María López Piñero
y el perfil de sus cultivadores,
entre los cuales destaca el 94. El Escorial. Un laboratorio de vanguardia
suizo Teofrasto Paracelso José María López Piñero
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ENTRE LA MAGIA Y LA CIENCIA. LA ALQUIMIA

Transformando la Naturaleza El laboratorio de


alquimia, por
Giovanni Stradano,

EL ALQUIMISTA 1570, Florencia,


Palazzo Vecchio,
Gabinete de
Francisco I.

Riqueza y salud estaban en el punto de mira de unos hombres, mitad


magos, mitad científicos, que con sus teorías filosóficas y sus prácticas de
laboratorio configuraron un saber, el de la alquimia, que pretendía
perfeccionar los más diversos ámbitos del universo creado. CHIARA
CRISCIANI sigue sus pasos y explica su auge durante la Edad Media

T
ratando de unificar en una enfermedades y la prolongación de la
sola definición las formas de salud y la eficiencia en vida hasta el
alquimia que se dieron en va- “término previsto por Dios” para el or-
rias civilizaciones (en China, ganismo (alquimia del elixir o alquimia
en el mundo helénico, en territorios del de la prolongevidad).
Islam), puede decirse que se trata de Resulta evidente la proximidad entre
una práctica operativa de transforma- las prácticas de los alquimistas y las de
ción concreta de sustancias materiales, los artesanos (vidrieros, tintoreros, jo-
realizada en un laboratorio. Tal trans- yeros, herreros, farmacéuticos), pero en-
formación está dedicada a “perfeccio- tre unos y otros existe una diferencia
nar” todos los niveles materiales de lo fundamental.
creado (el cuerpo humano incluido) y
la mayoría de las veces se efectúa a tra- Un arte filosófico
vés de un agente perfeccionador que Si las instalaciones y los procedimien-
no existe en la Naturaleza. Y este agen- tos a menudo son realmente bastante si-
te (lápiz, elixir, medicina) es el princi- milares, los alquimistas se distinguen del
pal objetivo de las operaciones alquí- resto porque encuadran sus operaciones
micas, por cuanto transmite la propia en el manejo de reflexiones científico-
perfección a los cuerpos oportuna- filosóficas y religiosas que las justifican,
mente preparados sobre los que es pro- apoyan y orientan. Las prácticas artesa-
yectado. nales, por el contrario, remiten a una tra-
Sobre esta base –también en el caso dición oral, a un aprendizaje de taller, a
de la alquimia medieval (siglos XII-XV)– recetarios; la alquimia –en la que tam-
son varios los objetivos particulares de bién se dan estos aspectos– se estructu-
las intervenciones del alquimista. Para ra, además, como una disciplina, o sea
empezar, la transmutación de los me- como un conjunto bastante amplio de
tales, la llamada alquimia metalúrgica, La solución perfecta, ilustración del doctrinas y textos. Así, la teoría resulta
es decir aquella serie de operaciones por manuscrito alquímico Pretiossimum Donum supeditada a la receta; junto a la tradi-
las que los metales viles, por medio del Dei, siglo XVII, París, Biblioteca del Arsenal. ción oral se desarrolla una tradición es-
lápiz, son llevados a la perfección crita, la más sólida forma de legitimación
del oro y la plata. Junto a este objetivo gemas artificiales, cristales y pigmentos de una sabiduría que se define filosófica
principal, se registra también la produc- especiales) y la búsqueda de “medica- (la alquimia es “la parte más noble y ex-
ción de sustancias inalterables (perlas y mentos” equilibrados, capaces de con- celente de la filosofía”, y “arte filosófi-
ferir incorruptibilidad al cuerpo huma- ca”). Por otra parte, se hace referencia
CHIARA CRISCIANI es profesora de Filosofía no o, aún mejor, en la cultura cristiana, a muchos libros y a su estudio, que re-
Medieval, Universidad de Pavía. la curación rápida y completa de las sultan indispensables para practicar el

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TRANSFORMANDO LA NATURALEZA. EL ALQUIMISTA
ENTRE LA MAGIA Y LA CIENCIA. LA ALQUIMIA

adiestrados y las manos ágiles y robustas, mundo” (instancia típica del hermetis- estructura del Cosmos y puede transfor-
con las cuales percibe, manipula y en- mo, que es uno de los campos de la al- marla: “Así fue creado el mundo y (de
saya con las sustancias materiales sobre quimia árabe y latina); que sabe insi- este preparado confeccionado del mis-
las que trabaja y a las que transforma. nuarse, con dulzura y competencia, en mo modo) se obtendrán en este mundo
Por estas características propias la al- los procesos naturales y teje con la Na- maravillas”.
quimia no es una protoquímica, una téc- turaleza complejos vínculos de respeto Frente a esta compleja sabiduría, en
nica de los metales, quizá todavía in- reverente, de intervención auxiliadora, cuyas teorías las esperanzas de salvación
cierta y errónea pero principalmente con de colaboración; que actúa, en fin, co- y las industriosas manos se integran en
continuidad en la química moderna. No mo quien recrea aspectos de la realidad el trabajo concreto del laboratorio, pa-
lo es porque su finalidad y sus métodos material, porque los hace concretamen- rece apropiada la advertencia del his-
son diferentes y son los propios de una te perfectos. No es casualidad que el al- toriador contemporáneo N. Sivin, según
filosofía operativa del perfeccionamien- quimista medieval se declare cocreador, quien, “es imposible que una compren-
to. Aunque resulta cierto que la instru- es decir, colaborador de Dios en el pro- sión adecuada de la alquimia venga de
mentación técnica y varios procedi- yecto de restablecimiento de una plena la historia de la química o de las reli-
mientos transitan de la alquimia a la quí- perfección de los cuerpos. Este trabajo giones por separado. La alquimia com-
mica. Pero la alquimia tampoco es sólo es religioso y también filosófico, porque prendía a ambas en íntima unión”.
una técnica de elevación espiritual, que su meta es perfeccionar pero según la
tendría que ver con las alteraciones del doctrina y la experiencia (o sea, no Del Islam a Europa
alma, alegóricamente expresadas por las por vía irracional o milagrosa). La alquimia –el término mismo, los tex-
vicisitudes de los metales, porque si bien Todo eso ya se explicaba con cla- tos fundamentales– aparece en la cul-
es cierto que los alquimistas subrayan la ridad en la Tabula Smaragdina, tura latina occidental sólo en el siglo XII,
importancia de una evolución interior texto sapiencial de fundación de la y los autores de la época hablan de ella
del operador y de la revelación de cier- alquimia árabe y latina, atribuido a como de una absoluta novedad, ignora-
tas cualidades suyas, éstas son sólo al- Hermes, donde se afirma que la da totalmente por los latinos. ¿Por qué
Miniatura medieval que representa al alquimista árabe Zadith consultando la Tabula
Smaragdina, un texto básico de la alquimia latina y árabe, atribuido a Hermes Trimegisto. gunas de las condiciones para que el tra- práctica de sublimación y des- novedad? En la cultura clásica no falta-
bajo concreto de efectiva transformación tilación que el alquimista lle- ban ciertamente conocimientos sobre
“arte filosófica”; los alquimistas necesitan cialmente operativo, un “conocimiento de sustancias materiales resulte eficaz. va a cabo replantea la minerales, metales, transformaciones
también la especial naturaleza de su “fi- que nace de actuar”, en el sentido de Por otro lado, es indudable que el pro-
losofía”, diferente en muchos aspectos que sólo con obrar el alquimista apren- yecto alquímico volcado en perfeccio- Un alquimista en su
de las concepciones filosófico-naturalis- de. Si necesarios son los libros, en el ha- nar aquí y ahora la materia, tiene evi- laboratorio, detalle de una
tas y médicas de orientación aristotélica cer filosófico del alquimista aún son más dentes connotaciones religiosas. El al- estampa del siglo XVII
titulada La alquimia de
y de carácter eminentemente doctrinario. relevantes el olfato, el gusto, el tacto quimista, de hecho, se presenta como
los flamencos, Roma,
El alquímico es un conocimiento esen- y, sobre todo, los ojos aguzados y un filósofo técnico que “se ocupa del Museo Storico dell’Arte
Sanitaria.

Cámaras secretas
Q ué es lo que hacía exactamente el al-
quimista, y cómo era su laboratorio? Al
No faltan, por ejemplo, descripciones de
un laboratorio. Un texto del siglo XIV re-
tipos de hornos, hornillos y recipientes pa-
ra los diferentes usos que se hallan en un la-
parecer, hasta hace pocos decenios, algunos comienda que se monte de la siguiente ma- boratorio de alquimista. En numerosos ma-
privilegiados pudieron visitar laboratorios nera: “El artífice debe disponer de un edi- nuscritos –desde los más antiguos– estas cui-
de alquimistas en Marruecos y hace años fue- ficio especial, alejado de la vista de los hom- dadísimas descripciones van acompañadas
ron hallados los restos de un laboratorio de bres. En él deberá haber dos o tres cámaras por dibujos muy detallados, para alegría de
destilación, con todos los aparatos necesarios, en las que puedan llevarse a cabo las ope- los historiadores de las técnicas y los ins-
en el centro de París; al parecer, este local fue raciones para sublimar, conseguir disolu- trumentos. En otros tantos casos, por el con-
destruido –se desconoce la razón– en la se- ciones y destilaciones”. En el mismo siglo, trario, las operaciones alquímicas están re-
gunda mitad del siglo XIV. También ha si- el franciscano Buenaventura da Iseo, en su presentadas alegóricamente en espléndidas
do descubierta recientemente, en el palacio célebre Liber Compostille, añade, hablando de ilustraciones simbólicas. Pero, a propósito
real de Palma de Mallorca, una cámara se- dichas estancias, que algunas deben ser lu- de manuscritos y como ya hemos dicho, has-
creta, quizá el laboratorio de un alquimista minosas y otras estar en penumbra, pero ta el siglo XIV escasean los latinos medie-
al servicio del soberano. Estos testimonios y siempre bien dotadas de ventanas. Con- vales: algunos han jugado con la hipótesis
restos arqueológicos, si bien confirman la cuerda luego con la necesidad de que el la- de que sea debido al hecho de que, hasta di-
existencia de artífices dedicados no sólo a boratorio esté aislado, ya sea para salva- cha época, la práctica prevaleciera sobre el
la redacción de tratados, no conservan por guardar a quien en él trabaja de las protes- desarrollo de la teoría, y que los escasos tex-
desgracia suficientes rastros de la forma de tas de los vecinos por culpa del ruido, hu- tos, utilizados como prontuarios en la acti-
proceder del trabajo alquímico: una vez más mos y olores emitidos, o para garantizarle vidad de laboratorios llenos de humo, entre
nuestros informadores privilegiados son los cierta discreción. Buenaventura, como otros, fuego, ácidos y líquidos corrosivos, sufrie-
mismos alquimistas. dedica detalladas descripciones a los muchos ran a menudo daños y destrucción.

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TRANSFORMANDO LA NATURALEZA. EL ALQUIMISTA
ENTRE LA MAGIA Y LA CIENCIA. LA ALQUIMIA

técnicas e, incluso, en los siglos de de-


terioro de los estudios, estos conoci-
mientos permanecen vivos, aunque frag-
Alquimistas con hábito
mentados y debilitados, en los lapida-
rios, los recetarios técnicos y en las en- N o son pocos los nombres de francis- el interés de los franciscanos, defensores de
canos ligados a la alquimia. Roger la pobreza, por la alquimia, arte de produ-
ciclopedias de la Alta Edad Media. Sin Bacon, en el siglo XIII, juega un papel pri- cir oro y riqueza. En realidad, su interés es-
embargo, tales informaciones y nocio- mordial tanto en la integración filosófica tá decididamente volcado en la alquimia
nes se ven privadas del fondo teórico de la alquimia árabe en la cultura latina, terapéutica y la prolongación de la vida. Y
y filosófico que define el proyecto de como en la proposición de nuevas líneas en verdaderamente no es tan extraño que
transformación-perfeccionamiento de la la alquimia del elixir. Según Salimbene de quien, como Bacon y los espiritualistas, si-
materia específica de la alquimia. Adam, practicar la alquimia (aquí enten- gue un programa de profunda renovatio re-
Dichas teorías y perspectivas filosófi- dida como arte metalúrgico) es el undé- ligiosa y eclesial, vea en la alquimia –arte
cas son justamente vistas como “nuevas”. cimo “defecto” del discutido general de la de la transformación y del perfecciona-
Nuevas y todas ellas tomadas de la cul- Orden Elia da Cortona (a quien se atri- miento de la materia– un auxilio precioso
tura árabe, heredera y transformadora buyen opúsculos y sonetos alquímicos), para sus propios fines, a la vez que un ca-
Alambiques que utilizaban los alquimistas en
de la alquimia helenística: de hecho, es sus laboratorios, en un manuscrito del junto a su orgullo y a su codicia de rique- so ejemplar de renovación.
la cultura árabe la que crea las teorías siglo XV, Padua, Biblioteca Universitaria. zas. Bonaventura da Iseo es definido por
específicas, los conceptos, la misma ter- el mismo Salimbene como “sabio, in-
minología técnica y las principales orien- operativo, por el obvio interés econó- dustrioso y sagacísimo” y es autor del Li-
taciones doctrinarias sobre las que se ba- mico que comportan las prácticas de ber Compostille. En él podemos leer pró-
sa la alquimia latina medieval. transmutación. No es casualidad que logos significativos (sobre el sentido
Tras una primera fase de ávida aper- príncipes y potentados estén atentos a del arte, su finalidad, la organiza-
tura frente a este conocimiento se con- estas promesas, y hallamos alquimistas ción del trabajo alquímico, el uso
firman, también en Occidente, líneas y huéspedes, con suerte diferente, de pe- del “talento” recibido de Dios) y
corrientes alquímicas relativamente au- queñas y grandes Cortes; intereses al- muchas recetas: algunas son espe-
tónomas de la influencia islámica, y uni- químicos de varios tipos se hallan pre- cíficamente alquímicas y minera-
das, por el contrario, a los desarrollos sentes tanto en la corte de los papas del lógicas; otras más alquímico-mé-
científicos y filosóficos que, especial- siglo XII como en la de Federico II. dicas. Resulta importante la con-
mente con la institución de la univer- Aquí, Miguel Escoto –uno de los pri- tribución de Bonaventura a la al-
sidad, el nacimiento de las órdenes meros autores latinos de alquimia– es- quimia de las aguas medicinales,
mendicantes y el desarrollo de la cul- cribe textos en los que coordina nue- en los confines entre alquimia, me-
tura de Corte, hacen particularmente vi- vas doctrinas árabes con aportaciones dicina y farmacología. En el si-
vo el panorama doctrinal de los si- artesanales ya conocidas, y enlaza la glo XIV destacan dos nombres: Ar-
glos XIII y XIV. Aunque integrado en es- práctica alquímica con la ciencia astro- nau de Vilanova y Giovanni di Ru-
te panorama, el programa alquímico, so- lógica, basándose en la reconocida co- pescissa. El primero no es francis-
bre todo por el peso dado a la operati- rrespondencia entre metales y planetas. cano, es un médico famoso en su
vidad, a la transformación concreta y a profesión (es médico de papas y re-
una relación de colaboración con la Na- Contra los falsarios yes) y como catedrático en la Uni-
turaleza, resultará siempre anómalo res- En la alquimia metalúrgica, el texto la- versidad de Montpellier. Arnau,
Un alquimista muestra a sus discípulos las páginas de la Tabula Smaragdina, miniatura del pecto de la filosofía natural aristotélica tino más significativo es la Summa per- aunque laico, hace suyos los idea-
manuscrito Alchemica, siglo XVI, Manchester, J. Rylands University Library. entonces dominante. No es una casua- fectionis magisterio (atribuida al alqui- les evangélicos de los franciscanos
lidad que los programas alquímicos no mista árabe Geber y escrita en realidad espirituales de Provenza, a quienes
estén incluidos en los curricula univer- por el franciscano Paolo di Taranto, ha- sostiene con su prédica, sus polé-
Fases del proceso alquímico sitarios, y la alquimia permanecerá co- cia mediados del siglo XIII). micos escritos y obras pías, con el
mo un conocimiento no institucionali- Junto a las críticas teóricas, las acu- apoyo de los potentados y con pro-

L a Summa de Paolo di Taranto nos pro-


porciona una lista exhaustiva de las
operaciones que el alquimista lleva a ca-
esquemas que definen el conjunto del opus.
Por otra parte, el propósito del proceso y
su desarrollo quedan reducidos a cuatro fa-
zado, estructurado, es cierto, pero sólo
según las reglas de la propia tradición.
saciones: si, como parece, los alquimis-
tas no pueden imitar a la Naturaleza, no
obtienen verdadero oro con sus opera-
puestas de reforma. A Arnau se le
atribuyen varias obras alquímicas,
coherentes en sus propuestas de fi-
bo con los metales y minerales: sublima- ses (que son repetibles a varios niveles y Todo por el oro ciones; tratan de hacer pasar por ver- nes tanto transmutatorios como te-
ción, destilación, calcinación, disolución, pueden comportar muchas operaciones): La trayectoria de la alquimia latina pre- dadero un oro falso, “teñido”, es decir, rapéuticos. Giovanni di Rupescis-
solidificación, endurecimiento, encerado. reducir cualquier sustancia a una masa in- senta varios momentos significativos metales viles modificados sólo en su sa, por el contrario, pertenece a la
A éstas luego se les añaden las operaciones forme, indistinta (nigredo); recuperar en ella entre los siglos XII y XV. En una pri- apariencia y en la superficie. Por tanto, corriente de los espirituales. Su li-
de ensayo –cimentación y crisol– conoci- los cuatro elementos y refinarlos (ablutio); mera fase se impone, comprensible- son unos falsarios. bro sobre la quintaesencia desarro-
das por varios tipos de artesanos desde la reestructurarlos de forma equilibrada (con- mente, la perspectiva metalúrgica. Des- Sobre estas premisas, las órdenes re- lla plenamente la integración en-
época helenística. También Roger Bacon, gelatio); fijar (fixatio) la perfección así ob- de un punto de vista teórico, porque las ligiosas vetan el estudio y la práctica del tre técnicas destilatorias y alqui-
en su Opus Tertium, proporciona una lista tenida. Este producto proyectará luego su doctrinas árabes proporcionan cono- arte, y el papa Juan XXII condena a los mia terapéutica.
aún más detallada de los procedimien- perfección sobre otros cuerpos, a su vez pre- cimientos sobre el mundo inorgánico alquimistas falsarios en 1317. Estas con- Hay quien ha juzgado singular y El filósofo y científico franciscano del siglo XIII
tos. Además, hay numerosos y variados parados con varios procedimientos. poco desarrollados en el sistema natu- denas –que testimonian por otro lado la visto como una ironía de la Historia Roger Bacon, según un grabado decimonómico.
ral aristotélico; desde un punto de vista amplia difusión de la alquimia –parece

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TRANSFORMANDO LA NATURALEZA. EL ALQUIMISTA
ENTRE LA MAGIA Y LA CIENCIA. LA ALQUIMIA

El inquisidor Eymeric, a finales del a menudo polémicos o malévolos–, y a


los mismos textos alquímicos: no están
que, por la esperanza de una riqueza tan
fácil, se abandonen los oficios y su sub-
siglo XIV, considera falsarios a todos los documentados en cartularios univer- vierta así el orden social.
sitarios, ni en registros de corpo- La otra condición, siempre reco-
alquimistas y les acusa de pacto demoníaco raciones ni en listados. mendada, es el silencio: los al-
En los textos de los alquimis- quimistas deben ser cautos y
que no tuvieron efectos relevantes, vis- disponer “medicamentos” en los que la tas, sin embargo, hallamos una prudentes al hablar, actitudes
to que se continúan escribiendo textos incorruptibilidad (perfección) de los me- documentación que resulta sin que nos retrotraen a preocu-
de transmutaciones, incluso dedicados tales nobles se una al dinamismo de la duda significativa acerca de la paciones “monopolísticas”
a pontífices–. Y si el inquisidor Nicolás vida. Se trata de “fármacos”, de elixires imagen que ellos tratan de propias también de otros pro-
Eymeric, a finales del siglo XIV, consi- que multiplican su perfección también dar de su sabiduría y de ellos fesionales. Pero sobre todo,
dera a todos los alquimistas falsarios y sobre el cuerpo del ser humano, garan- mismos. a la convicción de que a es-
les acusa de pacto demoníaco, otros tes- tizando salud y longevidad. Para empezar, el alquimis- te excelso conocimiento só-
tigos, los juristas, recuerdan transmuta- Esta orientación “terapéutica” –que ta se presenta como filósofo lo pueda acceder aquel a
ciones eficaces (Giovanni d’Andrea de- aproxima estrechamente, aun en sus y artífice. Así abundan, como quien el alquimista mismo
clara haber asistido a ellas, incluso en la muchas diferencias, alquimia y medici- apertura de sus tratados, las seleccione, con un lenguaje
Curia papal), y juzgan legítimo el arte na– es típica de la alquimia latina de la remisiones a largas y repeti- a veces intencionadamente
transmutatorio, siempre que se ejercite Edad Media tardía. Se expresa en textos das lecturas, a los muchos li- críptico. Por lo demás, ad-
bajo el control del príncipe. muy amplios, filosóficamente absor- bros, a vigilias de estudio; se vierten muchos autores, sólo
Sin embargo, en el siglo XIV la alqui- bentes, ricos en intercambios con la fi- apoyan en indicaciones sobre especiales iluminaciones di-
mia metalúrgica parece resentirse por es- losofía natural y la medicina contempo- robustez, salud, vigor físico, vinas, o mejor aún providen-
tas exclusiones y críticas. La transmuta- ránea (el Testamentum atribuido a Ra- sentidos agudos y adiestra- ciales encuentros que el prin-
ción de los metales permanecerá entre mon Llull; el Rosarios atribuido al fa- dos, condiciones de otra par- cipiante mantiene con los
los fines de la alquimia, pero es justo moso médico Arnau de Vilanova). te indispensables para afron- maestros más expertos, pue-
el programa de transformación de la ma- La alquimia del elixir se coaliga, ade- tar las fatigas físicas del opus. den aclarar los textos oscu-
teria el que (quizá también por la difi- más, en el siglo XIV, con la preexisten- Luego vienen subrayadas ros. En varias descripciones
cultad de fundar plenamente la trans- te tradición farmacológica de las aguas ciertas actitudes característi- de estos encuentros, la rela-
mutación) se articula y se alarga a otros destiladas; nuevos hallazgos técnicos cas que el alquimista debe ción entre alquimistas se de-
objetivos. permiten la destilación del vino. El poseer. Estará dotado –repi- sarrolla siguiendo etapas de-
aguardiente y el alcohol así obtenidos ten los textos– de bene- finidas. El que más sabe,
El elixir de la vida coinciden con la idea del elixir en la volencia, humildad, devoción comprueba en el otro la pre-
En esta dirección, los alquimistas del si- obra de Giovanni di Rupescissa: él de- (necesaria para obtener la sencia de las dotes necesa-
glo XIV desarrollan las muy innovado- fine como “quintaesencia” este produc- ayuda divina en una actividad rias, y se dedica a potenciar-
ras perspectivas que ya Roger Bacon ha- to, que repetiría en la Tierra la inco- que se aproxima a la del Cre- las; los dos leen juntos los
bía avanzado sobre la base del pseudo- rruptible materia de los cuerpos celes- ador); de laboriosidad, cons- textos de la tradición y se es-
aristotélico Secretum secretorum. Para tes. Además, según él, con el alcohol es tancia, paciencia (sin las que fuerzan por interpretarlos y
La Luna y el Sol, símbolos alquímicos de lo
Bacon, la alquimia es una ciencia que posible extraer la quintaesencia de otras le sería imposible controlar y seguir con femenino y lo masculino, miniatura de
por superar las contradicciones de los
engloba cualquier tipo de generación y sustancias, y obtener fármacos más efi- éxito las operaciones del laboratorio). Splendor Solis, 1589. autores que, a la postre, se revelan só-
transformación y es, por tanto, la base caces que los tradicionales. Estas co- lo aparentes. Sobre todo maestro y alum-
El adepto, ilustración de un tratado del siglo XVII de la medicina y la alquimia práctica. És- rrientes medicofarmacológicas repre- Perfil del alquimista En resumen: la alquimia (metalúrgica) no trabajan juntos: además del estudio
que describe las diversas operaciones del ta es capaz de producir oro más perfecto sentan el máximo desarrollo de la al- Dos son las condiciones consideradas in- sería un arte que multiplica riqueza de diligente, de las pruebas repetidas con
proceso alquímico, Londres, British Museum. que el natural: sobre todo puede pre- quimia latina medieval: Paracelso, en el dispensables para el trabajo de alquimis- riqueza, y por ello suscita inquietudes paciencia, el “aprender actuando” jun-
siglo XVI, también partirá de ellas. ta. Para empezar, que tenga una amplia éticas sobre el destino social de tales ri- to a alguien más experto, es la forma
¿Quién es el alquimista? Es cierto que, disponibilidad económica; este arte –se quezas. Quizá sea por esta razón por la típica de adiestramiento.
La piedra de la juventud especialmente en los siglos XIII y XIV, ratifica– no es para pobres. Ingredientes, que el lugar privilegiado para las acti- Para conseguir pericia, adueñarse de
uno tiene la impresión de que quien se libros, instrumentos, el mismo laborato- vidades de los alquimistas metalúrgicos conocimientos, encontrar expertos o

É sta es, hijo, la piedra excelsa (…) que


transforma todos los cuerpos imper-
fectos en cuerpos capaces de producir has-
hasta el punto de rejuvenecer a los viejos
(…). Por eso, hijo, si la posees, posees un te-
soro que no perece. Además esta medicina
dedica a estas investigaciones es un mé-
dico, o que al menos tiene una buena
preparación médica. Nada más erróneo
rio, son caros. Ni el alquimista puede va-
lorar con certeza el tiempo necesario pa-
ra conseguir el éxito (de hecho, continúa
son las Cortes, con sus príncipes ávidos
e impacientes de resultados, pero bue-
nos patrones y financieros.
providenciales maestros, el alquimista
viaja y mucho. El viaje, es cierto, puede
ser un topos que alude a un itinerario ini-
ta el infinito verdadero oro y verdadera pla- tiene aún otro poder, que es el de quitarle según las investigaciones actuales, por- recomendando paciencia), así que no Y, por otra parte, también por la per- ciático del adepto. Por otra parte, sin
ta. E igualmente decimos que posee virtud los defectos a cualquier ser animado y el de que la figura del alquimista como tal, su puede programar con seguridad la pro- plejidad moral que suscita esta forma de embargo, el alquimista Leonardo de
y eficacia superiores al resto de medicinas vivificar todas las plantas en primavera, a papel, su pertenencia social, son bas- pia inversión. Así suena una adverten- producir riqueza, algunos maestros es- Maurperg (siglo XIV) ha dejado una des-
y que realmente puede curar todas las en- causa de su gran y maravilloso calor”. tante difíciles de descifrar. Faltan, en es- cia repetida a menudo: “Que nadie em- colásticos, aun juzgando a la alquimia cripción muy minuciosa de su largo pe-
fermedades del cuerpo humano (…). Por te caso, documentos que informen sobre prenda estas operaciones si no cuenta científicamente posible, desaconsejan vi- regrinaje. Real o metafórico, quizá es el
esto, ya que es de naturaleza sutilísima y (De Pseudos-Lullo, Testamentum, en otros trabajos y profesiones. Investiga- con fondos abundantes, al menos para vamente su práctica. Realmente existe el propio viaje lo que indica la esencia del
nobilísima, y conduce a todas las cosas a su M. Pereira, L’oro dei filosofi. Saggio sulle idee di ciones, cursos de formación, prestacio- dos años, para poder comprar todo aque- peligro de que provincias enteras se con- programa alquímico: un recorrido –de
temperamento perfecto, conserva la salud un alchimista del Trecento, CISAM, Spoleto, nes que, como las alquímicas, no están llo necesario para este arte. Si uno co- viertan en presas de una confusión eco- la materia y del artífice– desde las ca-
y refuerza las energías, y las multiplica 1992, pp. 109-110) institucionalizadas, son confiados a los mienza igualmente y después le falta el nómico-financiera por una superproduc- rencias y los errores iniciales hasta la es-
testimonios de los demás –demasiado dinero, perderá las sustancias y todo”. ción del precioso metal. Sin hablar de tabilidad y la perfección. n

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ENTRE LA MAGIA Y LA CIENCIA. LA ALQUIMIA

La cumbre del arte oculto

PARACELSO
Estableció un antes y un después en el desarrollo de la alquimia y de la
medicina en el Renacimiento. JOSÉ MARÍA LÓPEZ PIÑERO recuerda la
ajetreada biografía del sabio suizo, analiza las principales innovaciones de
su obra y su difusión en el contexto social y científico del siglo XVI

P
aracelso marca un hito en el frontalmente los fundamentos del gale-
desarrollo cultural del si- nismo, basándose sobre todo en doctri-
glo XVI. Para situar adecuada- nas procedentes de la alquimia. Despla-
mente la alquimia, la destila- zó a un segundo plano la teoría de los
ción y el paracelsismo, conviene recor- cuatro elementos de Empédocles y la de
dar, aunque sea de modo sumario, la los cuatro humores cardinales de los ga-
imagen actualmente vigente sobre su lenistas y convirtió las tres “sustancias” al-
personalidad y la influencia de su obra, químicas en el centro de su visión del or-
como consecuencia de un siglo de in- ganismo humano y sus enfermedades.
vestigación continuada en torno al te-
ma. Al margen de ella, su figura y su Las tres sustancias fundamentales
producción han sido y continúan sien- Afirmó que todos los seres, vivos o ina-
do víctimas de acercamientos irrespon- nimados, están integrados por la com-
sables, que lo convierten en una gran binación, en proporciones variables, de
personalidad de la magia y el ocultismo. mercurius, sulphur y sal, que eran al
Paracelso fue el sobrenombre de The- mismo tiempo elementos y modos de
ophrastus Bombast von Hohenheim comportarse la materia. Al quemarse un
(1493-1551). Nacido en la localidad sui- cuerpo, el mercurius sería lo volátil, que
za de Einsiedeln, se educó en la zona se escapa en forma de humo; el sulphur,
minera de la Carintia, donde se fami- lo combustible, que produce la llama, y
liarizó con las prácticas metalúrgicas y la sal, lo resistente al fuego, que queda
alquímicas. Más tarde, estudió medici- en las cenizas.
Portada del primer volumen de una edición
na, doctorándose en la Universidad de de 1658 de la Opera Omnia de Paracelso, En su Opus Paramirum (1530-31), lo
Ferrara bajo la dirección de Niccolò Le- Biblioteca de La Universidad de Barcelona. expuso del siguiente modo: “En cada
oniceno. La radical inquietud de su per- cuerpo hay tres sustancias, es decir, ca-
sonalidad le hizo pasar toda su vida re- Inglaterra, Dinamarca y todos los terri- da cuerpo consiste en tres cosas, cuyos
alizando viajes, cuya importancia para torios alemanes”. nombres son sulphur, mercurius y sal.
la experiencia médica defendió, entre Solamente durante el curso académi- Cuando las tres están reunidas existe un
otros muchos textos, en su Spital-Buch co 1527-28, fue profesor en la Universi- cuerpo, al que sólo puede añadirse la vi-
(1529): “Mi experiencia la he consegui- dad de Basilea, de donde tuvo que sa- da y lo que de ella depende. Cuando co-
do, con gran dedicación, de Lituania, lir huyendo ante la reacción producida ges un cuerpo con la mano tienes de mo-
Holanda, Hungría, Dalmacia, Croacia. por el contenido renovador de su ense- do invisible tres sustancias bajo una for-
Rodas, Italia, Francia, España, Portugal, ñanza y su provocadora conducta. En las ma. Es necesario que hablemos de ellas,
clases, se jactaba de su göttliche grobheit porque de estas tres sustancias en una
JOSÉ MARÍA LÓPEZ PIÑERO, de la Real Acade- (divina grosería) y, en la noche de San forma depende toda la salud. Si tienes en
mia de la Historia. Catedrático jubilado de Juan, había llegado a hacer una hogue- la mano (un trozo de) madera, aparece
Historia de la Medicina, U. de Valencia. ra con textos médicos clásicos. Criticó ante tus ojos solamente un cuerpo. Este Theophrastus Paracelso (1493-1541), retratado por Rubens sobre un retrato de Quentin Metsys, Bruselas, Museo Real de Bellas Artes.

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LA CUMBRE DEL ARTE OCULTO. PARACELSO
ENTRE LA MAGIA Y LA CIENCIA. LA ALQUIMIA

mirada médica…El cuerpo humano es- (Joannes de Rupescissa), en especial su


tá compuesto únicamente de sulphur, Liber de consideratione quintae essentiae.
mercurius y sal. De estas tres cosas de- El paracelsismo en su conjunto fue un
pende su salud, su enfermedad y todo lo movimiento intermedio entre la medici-
que lo afecta. Como sólo hay tres (sus- na académica y la subcultura alquímica.
tancias), en ellas reside el origen de to- El núcleo de la alquimia era la trans-
das las enfermedades y no en los cua- mutación de los metales, idea compati-
tro humores, cualidades y cosas seme- ble con el hilemorfismo aristotélico, ya
jantes”. que si la materia prima permanece in-
mutable, solamente había que modificar
Causas de las enfermedades la forma, mediante operaciones adecua-
Suponía que la ordenación de las tres das hasta conseguir, por ejemplo, el oro
“sustancias” en el organismo humano se más perfecto. En esta línea, los alqui-
debía a una fuerza vital específica que mistas desarrollaron numerosas técnicas
llamaba “arqueo”. Si su acción era in- químicas, en especial la sublimación y la
suficiente, se producían depósitos se- destilación. En la Baja Edad Media, el
micristalinos semejantes al poso de los descubrimiento del alcohol etílico y de
procesos fermentativos (“tártaro”), que sus efectos como disolvente de las ma-
eran la causa de enfermedades como las terias orgánicas permitió extraer de éstas
Maestros y aprendices se afanan en las diversas labores del proceso de la destilación en un reumáticas, las litiasis, la gota, la infla- su quinta essencia, en la que residirían
laboratorio alquímico, grabado del siglo XVII, a partir de una pintura de Giovanni Stradano. mación de las articulaciones, etc. (“en- sus propiedades peculiares, y el hallaz-
fermedades tartáricas”). go de los primeros ácidos minerales, en-
conocimiento no te sirve, ya que los rús- leto, haces como los rústicos, pero si dis- En el Volumen Paramirum (1530-31) tre ellos, el aqua regia, combinación de
ticos también lo saben y lo ven. Debes tingues su sulphur, su mercurius y su sal, ordenó la etiología en cuatro entia: ens nítrico y clorhídrico, permitió disolver las
fundamentar y comprobar que tienes en sabes lo que es el hueso y, si está enfer- astrale (influjos del ambiente y del cos- inorgánicas, incluido el oro.
la mano sulphur, mercurius y sal. Cuan- mo, lo que le falta y requiere, y por qué mos), ens veneni (causas dependientes
do hayas visto las tres cosas y las hayas y cómo padece. Ver lo superficial es pro- de los alimentos y demás sustancias que Ocultismo e inquisición
distinguido unas de otras de modo ma- pio del rústico. Ver lo interno y oculto es entran en el organismo), ens naturale Por otra parte, la alquimia estaba asocia-
nifiesto y verdadero, tendrás los ojos con propio del médico… Volvamos al ejem- (disposición constitucional) y ens spiri- da en diversas formas a la astrología y a
los que un médico debe ver. Con esos plo de la madera. Cuando quemas un tuale (acciones patógenas del pensa- varias corrientes mágicas y místicas. En
ojos tienes que ver tan claramente co- cuerpo, lo que arde es sulphur, el humo miento y la voluntad). La imaginación, sus textos se manifiesta la profunda di-
mo un rústico ve la simple madera. Tó- es mercurius y sal lo que se convierte en instrumento del ens spirituale, no es ma- ferencia entre los patrones de conducta
malo como un ejemplo, ya que en el ser cenizas. La combustión confunde el terial en sí misma, pero puede influir en vigentes en esta subcultura científica y los
humano debes reconocer las tres, lo mis- entendimiento del rústico, pero para el cuerpo: “El espíritu es el señor, la ima- de la académica. No estaban destinados
mo que en la madera. Si ves su esque- el médico es una ocasión de iniciar su ginación es el instrumento y el cuerpo, como las obras científicas académicas a
la materia plástica”. Entre las “enferme- la publicación, es decir, a la comunica-
dades de la imaginación” figura, por ción abierta a todo el mundo de la forma
Paracelso en España ejemplo, una chorea imaginativa, dife- más clara posible, sino a un círculo res-
rente de la chorea lasciva y de la cho- tringido de iniciados. En consecuencia,

U no de los argumentos favoritos de Pa-


racelso era la importancia de los via-
jes para que los médicos adquiriesen expe-
rencias se ocupan del clima español, de las
tortugas que vio aquí, del carácter de los es-
pañoles, que compara al de los gallos, de
rea coacta seu naturalis. No se trata, sin
embargo, de una innovación conceptual,
ya que continuó recurriendo a la doc-
eran manuscritos y estaban redactados en
un lenguaje esotérico, lleno de enreve-
sados símbolos y metáforas. Durante el
riencia, que contraponía con su habitual “di- Santiago de Compostela como lugar de pe- trina estoica de las “representaciones en- La representación del enrojecido sol naciente, uno de los símbolos de la alquimia, en una Renacimiento, los manuscritos alquími-
vina grosería” a la escolástica libresca de los regrinación y de un ridículo nigromante gañosas” o “falsas creencias” como me- miniatura de Splendir Solis, de Salomón Trimosin, siglo XVI, Londres, British Library. cos eran colecciones, en latín e idiomas
que se quedaban cómodamente en sus ca- que pretendía obtener con una campanilla canismo mediante el cual la imaginación vulgares, de obras o de fragmentos en su
sas “con los genitales calentitos”. Viajó mu- “videncias” parecidas a las que hoy difun- produce las alteraciones somáticas. medicamentos de carácter artificial. Apar- Solamente a partir de los años sesenta del mayor parte de origen bajomedieval, co-
cho y estuvo en España entre 1517 y 1519. den continuamente tantas emisoras espa- También se enfrentó con la farmaco- te del mercurio, no sólo en unciones, si- siglo XVI se editaron en el original ale- mo los de Joan de Peratallada y los fal-
En la primera parte del Spital-Buch ñolas de televisión. terapia galenista, limitada a los remedios no también por vía oral, utilizó prepa- mán sus numerosos manuscritos y apa- samente atribuidos a Ramón Llull, Arnau
(1529) habla de “mi experiencia, que con Son numerosas sus citas a obras autén- naturales, con su planteamiento que- rados de azufre, plomo, cobre, hierro, recieron las traducciones latinas que los de Vilanova, san Alberto Magno, etcéte-
gran diligencia he obtenido de Lituania, los ticas o apócrifas de Arnau de Villanova, Ra- miátrico del tratamiento medicamentoso. plata, oro y, sobre todo, de antimonio, difundieron en países no germánicos, ra. Muchos incluían también un conjun-
Países Bajos, Hungría, Dalmacia, Croacia, món Lull y Averroes, mientras que ignora En estrecha relación con sus teorías pa- el más difundido de los cuales fue el “tár- gracias a la actividad de la primera ge- to desordenado de recetas y anotaciones
Rodas, Italia, España, Portugal, Inglate- las de los médicos que en las instituciones tológicas, pensaba que en la naturaleza taro emético” (tartrato potásico de anti- neración de paracelsistas, integrada prin- de muy diversa índole.
rra y todas los territorios alemanes”. De for- académicas oficiales seguían aferrados al es- hay arcana, es decir, principios curativos monio), que se continúa empleando ac- cipalmente por Adam Bodenstein, Mi- El hecho de que la investigación his-
ma semejante, en el prólogo del primer tra- colasticismo tradicional. En contrapartida, específicos de cada enfermedad, que el tualmente en el tratamiento de las es- chael Toxites, Gerhard Dorn, Adam Schö- tórica haya comprobado el carácter apó-
tado de Das erste Buch der Grossen Wundarz- las traducciones latinas de su obra en ale- médico debe aislar mediante las prácti- quistosomiasis. Criticó duramente la co- ter y Johannes Huser. Sus ideas tenían crifo de los escritos alquímicos atribuidos
ney (1536), se pavonea de que no sólo ha es- mán, editada a partir de 1560, tuvieron cas alquímicas. Ello condujo al perfec- mercialización por los banqueros Fugger una relación directa con la alquimia mé- a Ramón Llull no debe hacer olvidar que
tudiado, “sino viajado hacia Granada, ha- gran difusión en España. cionamiento de la técnica farmacéutica del guayaco como antisifilítico y los abu- dica bajomedieval, dentro de la cual so- los lulistas del Renacimiento los acep-
cia Lisboa, a través de España”. Otras refe- José María López Piñero y a la introducción de preparados quí- sos de las unciones mercuriales. bresalía la producción del catalán de me- taban como auténticos. La estrecha aso-
micos minerales, que fueron los primeros Paracelso publicó muy pocas obras. diados del siglo XIV Joan de Peratallada ciación entre lulismo y alquimia no

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LA CUMBRE DEL ARTE OCULTO. PARACELSO
ENTRE LA MAGIA Y LA CIENCIA. LA ALQUIMIA

expone en una mezcla de castellano y “destilación”, término que tenía enton- de Cirugía y, en 1589, Felipe II le nom-
latín sus concepciones sobre las bases ces un significado más amplio que el ac- bró “protomédico de la Ciudad y el Rei-
doctrinales del “conoscimiento des- tual, incluyendo también reacciones quí- no de Valencia”.
ta primera materia metalorum”. micas en sentido estricto. Éste es el con- A pesar del nombre de la cátedra, ob-
Considera un error especialmen- texto en el que hay que situar los libros viamente procedente del libro de Gess-
te grave aceptar los supuestos del sobre “destilación” de medicamentos ner, Cózar no era seguidor del galenis-
hilemorfismo aristotélico y “que la simples y compuestos de Hieronymus mo ecléctico, sino un convencido pa-
materia en que se han de convertir Brunschwig: Liber de arte destillandi de racelsista, que había publicado dos años
los metales juxta opinionem Aristo- simplicibus. Das Buch der waren Kunst antes un Dialogus veros medicinae fon-
telis... sit prima materia in univer- zu Distilliren die eintzigen Ding (1500) tes indicans (Diálogo que indica las ver-
sali”, argumentando que “esto con- y Liber de arte destillandi de compositis, daderas fuentes de la medicina, 1589),
traría a toda filosofía” mediante textos Das Buch der waren Kunst zu Distilli- en el que denunció la insuficiencia de la
de tratados alquímicos atribuidos a Ra- ren die Composita und Simplicia (1512). medicina tradicional, sobre todo desde
mon Llull y Arnau de Vilanova. También Sin embargo, la mayoría de los médicos el punto de vista terapéutico, y propu-
critica la confusión entre el sulphur y despreciaba entonces la alquimia abier- so una nueva fundamentación basada
el mercurius philosophorum, es decir, tamente. Especialmente duras fueron las en los principios quemiátricos.
como principios alquímicos, y el azu- palabras de Andrés Laguna en su tra- El programa de Cózar provocó una du-
fre y el mercurio “vulgares”: “Por tanto, ducción comentada de Dioscórides, cu- ra reacción en su contra en el ambiente
cuando los philósophos [alquimistas] di- ya primera edición (1555) apareció en médico valenciano, a la que en nume-
cen quod sulphur et mercurius sunt prin- la misma década en la que Lluís de Cen- Destilatorio de vapor inventado por el paracelsista extremeño Diego de Santiago.
rosas ocasiones se esfuerza por contra-
cipium et origo omnium metallorum telles redactó su carta: “Llaman Mercu- rrestar con demostraciones experimen-
bien dicen si son bien entendidos, pe- rio al azogue los alquimistas y tienen La medicina académica tuvo ante el Al núcleo luterano en torno a Witten- tales: “Los fenómenos químicos más evi-
ro no los vulgares, sino aquellos que los por cosa muy resoluta que puede trans- paracelsismo dos posturas opuestas. La berg pertenecía Andreas Libavius (1546- dentes resultan inadvertidos para los
philósophos entienden, y esto dicen por formarse en cualquier metal como ap- descalificación de Paracelso y sus doc- 1616), médico de formación, pero que inexpertos, sobre todo para los médi-
el símbolo y concordancia que con los ta y natural materia de todos. Empero trinas suele personificarse en Thomas fue professor historiarum en la Univer- cos que sienten aversión de toda prác-
otros tienen”. Las Coplas sobre la piedra de aquesto, se dan a mil diablos, que Liebler (Erastus), profesor en Heidelberg sidad de Jena y, más tarde, inspector de tica de la filosofía y niegan la utilidad y
philosophal están dedicadas primaria- viéndole en potentia propinqua de ser y más tarde en Basilea, célebre por su enseñanza secundaria en Rotenburg. Su la necesidad de este importantísimo ar-
Monstruo alegórico con los símbolos de la
mente a un procedimiento técnico, que purísima plata, no le pueden jamás cua- fanatismo religioso, que lo convirtió en Alchymia (1595) no es en absoluto “el te. Por ello, convendría ante todo con-
transformación alquímica, según un grabado Centelles describe en un lenguaje típi- jar ni reducir a que obedezca al marti- uno de los principales defensores mé- primer tratado de química moderna”, co- vencerlos, rogándoles que, por lo me-
de la segunda mitad del siglo XVIII. camente alquímico. Por una parte, está llo, aunque gastan toda su hacienda en dicos de la “caza de brujas”. Su violen- mo lo han calificado sus panegiristas, si- nos, observaran las operaciones que re-
lleno de complicadas metáforas dirigi- carbón y soplan toda la vida. Y a la ver- to ataque en Disputationes de medicina no una mera recopilación “recogida de alizan los buenos químicos. Sin embar-
solamente se refleja en los seguidores del das a los iniciados: “Toma la dama que dad, como Mercurio fue siempre un nova Philippi Paracelsi (1571) está ba- los mejores autores”, tal como indica ya go, muchos tienen un ánimo tan depra-
movimiento lulista, sino también en sus mora en el cielo/ ques hija del Sol sin gran burlador, ansí el azogue les da fi- sado en argumentos teológicos desde un su título completo. Entre otros muchos vado que prefieren volver la cabeza y ta-
contradictores. Resulta muy significativo duda ninguna/ y aquesta prepara en ba- nalmente el pago que por su vanidad cerrado aristotelismo. temas, se ocupa del nitrato de plomo y parse los oídos por miedo de que, con-
que Nicolau Eymerich, su más acerbo ño de Luna/ do lave su cara de su ne- merecen, porque son ordinariamente La oposición a los medicamentos quí- del que se llamaría “espíritu fumante de vencidos de la verdad, se vean obligados
enemigo durante el siglo XIV, hubiera es- gro velo./ Después si pudieres al Sol y vanos y perniciosos a la república”. micos fue encabezada durante más de un Libavius”, es decir, cloruro de estaño co- a reconocer que estaban equivocados”.
crito un Tractatus contra alchimistas y un al hielo/ en el mismo baño la tenga en siglo por la Facultad de Medicina de Pa- mo un líquido humeante obtenido me- El paracelsismo no tuvo continuidad ofi-
Dialogus contra lullistas y que arreme- prisión/ hasta que purgada de su im- rís, que consiguió la prohibición de los diante la “destilación” de la amalgama cial en Valencia hasta fines del siglo XVII,
tiera conjuntamente contra ambos en su perfección/ nos sea lucero acá en este preparados de antimonio desde 1566 has- de estaño con cloruro de mercurio. Sin por obra del movimiento médico nova-
famoso Directorium inquisitorum. suelo”. Por otro lado, desciende en oca- ta 1666. Guy Patin, además de decir que embargo, debe principalmente su cele- tor, seguidor del sistema iatroquímico.
Si se tiene en cuenta que Valencia ha- siones a un tono casi puramente des- la teoría de la circulación de la sangre era bridad a los excelente grabados que re-
bía sido un núcleo influyente del lulis- criptivo: “El fuego primero te dixe que “paradójica, inútil, falsa, imposible, ab- presentan un edificio “ideal” dedicado a
mo bajomedieval, así como la enseñan- fuese/ muy blando al principio de la so- surda y nociva”, escribió un Martyrologie laboratorio de “destilación”. Sin estar di- PARA SABER MÁS
za regular en dicha ciudad de las doc- lución/ lo mismo te digo que sea la im- de l’antimoine, con una lista de los “már- rectamente aplicado a la medicina, su GARCÍA FONT, J., Historia de la alquimia en Es-
trinas del autor mallorquín en relación bibición/ pues mucho erraría quien no tires” que supuestamente habían muer- planteamiento corresponde al galenis- paña, Madrid, Editora Nacional, 1976.
con diversas áreas científicas, no resul- lo entendiese/ ya que después el cuer- to víctimas de este medicamento. Resul- mo ecléctico, cuya figura central en la LUANCO, J. R., La alquimia en España, 2 vols., Bar-
celona, 1889-97. Reimpresión: Madrid, Colección
ta extraño que hubiera destacados al- po tuviese/ muy fixo a lo blanco y en su ta admirable que, en este ambiente y tres primera mitad del siglo XVII sería Daniel Aliatar, 1980.
quimistas como Pere de Rossellis, Àngel perfección/ seguro lo tienes del fuerte años antes de su muerte, Johann Günt- Sennert, desde su cátedra en Wittenberg. LÓPEZ PIÑERO, J. M., Paracelsus and his Work in
de Aiora y, sobre todo, Lluís de Cente- ladrón/ que no te entre en casa por más her von Andernach defendiera el uso de 16th and 17th Century Spain, Clio Medica, 8
(1973).
lles, dos de cuyas obras, Coplas sobre la que quisiese”. los remedios químicos como una rectifi- Una pionera cátedra valenciana LÓPEZ PIÑERO, J. M., El “Dialogus” (1589) del para-
piedra philosophal y una carta acerca de cación de detalle del galenismo en su úl- En el siglo XVI, la única cátedra de me- celsista Llorenç Coçar y la cátedra de medicamen-
los fundamentos teóricos de la alquimia, Alquimia frente a medicina timo libro De medicina veteri et nova dicamentos químicos fue la de Remediis tos químicos de la Universidad de Valencia (1591),
circularon ampliamente a través de co- La posición marginal de la cultura al- (1571). El principal adelantado de la pos- morborum secretis, et eorum usu (Reme- Valencia, Cátedra e Instituto de Historia de la Medi-
cina, 1977.
pias manuscritas, llegando incluso las química no impidió que sus técnicas y tura ecléctica fue Conrad Gessner, que dios secretos de las enfermedades y su LÓPEZ PIÑERO, J. M., y PORTELA MARCO, E., “Estudio
Coplas a ser impresas por el paracelsis- algunas de sus concepciones fueran pe- había publicado, con un planteamiento utilización), que la Universidad de Va- introductorio”, en DIEGO DE SANTIAGO, Arte separato-
ta italiano Leonardo Fioravanti. netrando en el mundo académico y lle- semejante, Thesaurus de remediis secre- lencia dotó en 1591. Como titular fue ria (Sevilla, 1598), Alicante, Instituto de Cultura
Juan Gil-Albert, 1994.
La carta (1552), dirigida a un “Doctor garan a influir de modo importante en tis, liber physicus, medicus, et partim chy- nombrado Lorenzo Cózar, una de las per-
MORENO ALCAÑIZ, E., Facetas de la alquimia y los al-
Manresa” residente en Murcia, con mo- los orígenes de la medicina moderna. Portada del libro Dialogus veros... del médico micus (1552), bajo el seudónimo de sonalidades médicas más destacadas de quimistas españoles, Anales de Física y Química,
tivo de la visita de un discípulo suyo, La primera etapa consistió en asimilar la paracelsista valenciano Lorenzo Cózar, 1589. Evonymus Philiatrus. la ciudad, ya que había sido catedrático 42 (1946).

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ENTRE LA MAGIA Y LA CIENCIA. LA ALQUIMIA

El Escorial, un laboratorio de vanguardia


L a persistencia de los tópicos de la “le-
yenda rosada” y de la “negra” en torno
a Felipe II viene impidiendo conocer la es-
sus once habitaciones, “con que se hacen mil
pruebas de la naturaleza y que con la fuer-
za del arte del fuego y otros medios e ins-
lista pormenorizada de los productos que
allí se obtenían y expone el funcionamien-
to de sus tres principales aparatos, adjun-
pecial relación que mantuvo con la alqui- trumentos descubren sus entrañas y secre- tando incluso dibujos de los mismos. El pri-
mia, la “destilación” y el paracelsismo. La tos”. Su testimonio es el de un profano, lo mero se utilizaba para obtener las quinta-
“rosada”, que lo presenta como “adalid del mismo que el de Jerónimo de Sepúlveda: esencias y constaba de veintiséis “vasos de
catolicismo”, ocultando, entre otras muchas “¿A quién no admiran aquellas máquinas tan vidrio, unidos entre sí con largos tubos tam-
cosas, que fue el gran protector de la secta grandes de sacar aguas por vidrios? ¡Qué de bién de vidrio”; el calor se aplicaba única-
Familia Charitatis, ha llegado a desorientar cosas preciosas y de gran valor hay en esta mente en el horno sobre el que descansaba
incluso a importantes investigadores sobre oficina!”. el primero de ellos, “donde se coloca la ma-
el tema, como A. G. Debus. Está sólida- Muy distinta es la información que pro- teria de la que se pretende extraer la quin-
mente documentado que, ya en 1557 y porcionan el médico murciano Juan Alon- taesencia”. El segundo aparato, llamado “to-
1559, durante su estancia en los Países Ba- so de Almela y el “gentilhombre de cáma- rre filosofal”, era “el principal instrumen-
jos, trabajaron a su servicio y de los “ensa- ra” flamenco Jehan Lhermite. Almela se to para destilar aguas de toda clase, en abun-
yos alquímicos” que en 1567 se efectuaron
en el domicilio de su secretario Pedro del mandado construir por Felipe II, el
Hoyo, donde se construyeron los “hornillos”
necesarios. laboratorio de “destilación” de El
En el jardín real de Aranjuez se inició tem-
pranamente la práctica regular de “destila-
Escorial era el más importante de Europa
ciones”, siendo el flamenco Frans Holbecq el ocupa con conocimiento profesional del la- dancia” y tenía una altura de unos veinte
primer titular del “oficio de destilador de boratorio, deteniéndose en las habitaciones pies y un diámetro tal “que tres hombres
aguas y aceites”, que desempeñó desde su donde había numerosos alambiques, en una apenas la pueden abrazar”. Además del hor-
nombramiento en 1572 hasta 1594, aunque destinada a “los hornos para el arte chími- no y la base de ladrillos, Lhermite informa
hubo entonces otros destacados como el ita- ca” y en otras dos, situadas en el piso su- que “está hecha de latón, en forma de torre,
liano Giovanni Vicenzo Forte y el castellano perior, en las que sobre hornos y calderas de y destila por el calor del vapor; contiene un
Juan del Valle. grandes dimensiones estaban instalados gran número de vasos y alambiques de vi-
El laboratorio de “destilación” de El Es- “evaporatorios” con más de cien alambiques, drio, y en veinticuatro horas extrae más de La torre filosofal. Además del horno y la base de ladrillos, estaba Aparato para obtener “quintaesencias”, que constaba de veintiséis
corial era el más importante de Europa. En uno de los cuales producía diariamente ca- 200 libras de aguas destiladas de las hier- “hecha de latón, en forma de torre, y destila por el calor del vapor”. “vasos de vidrio, unidos entre sí con largos tubos también de vidrio”.
su Historia de la Orden de San Jerónimo (1605), si doscientas libras y el otro, “noventa libras bas que en ella se colocan”, cifra que coin-
José de Sigüenza expone que fue construido y más de aguas”. cide bastante aproximadamente con la pro- numerosos puestos de carácter científico o los vinos, el análisis de las aguas, los vene- modernidad a menudo sorprendente, aunque
por iniciativa personal de Felipe II y habla Lhermitte describe con cierto detalle la porcionada por Almela. El tercer aparato era técnico que figuraban en la Casa Real en nos, etcétera. sean también evidentes algunos rasgos que
con admiración de los aparatos instalados en “mayson por distiller des eaux”, ofrece una el ideado por Diego de Santiago, el más im- tiempos de Felipe II. Por otra parte, es un ejemplo sobresalien- lo relacionan con la cultura extraacadémica
portante de los “destiladores de Su Majes- El nombramiento más antiguo del que te del paso a primer plano de la experimen- de los alquimistas.
tad”. En el laboratorio trabajaron, por su- tengo noticia corresponde, como he dicho, tación como criterio científico y, en conse-
puesto, boticarios y también diferentes al- a Francisco Holbecq (1572). Poco más tar- cuencia, de rechazo de la autoridad de los clá- La necesaria experimentación
quimistas. de, los “destiladores de Su Majestad” se con- sicos desde una clara idea del progreso. Su li- La destilación o “arte separatoria” no queda
virtieron en un grupo. Entre los que tra- bro corresponde a los resultados de toda una reducida a un mero complemento de las ide-
“Destiladores de Su Majestad” bajaron en El Escorial figura el antes cita- vida de trabajo, “en especial de veinte años a as tradicionales, sino que sirve a Diego de
Uno de ellos fue Richard Stanyhurst, exi- do Giovanni Vicenzo Forte, procedente de esta parte, comunicándolos con los Destila- Santiago para contraponer orgullosamente la
liado de Inglaterra y que residió en El Es- Aranjuez y autor de una importante me- dores de Su Majestad, confiriendo con mé- medicina “de los modernos” a la “medicina
corial entre 1592 y 1595, dedicando al mo- moria técnica. dicos y siempre haciendo experiencias, en las antigua”. En sus críticas de esta última, in-
narca su obra El toque de Alquimia (1593), El extremeño Diego de Santiago fue su cuales y en varios instrumentos que he in- siste precisamente en la cuestión central del
destinada a “declarar los verdaderos y fal- personalidad científica más destacada, es- ventado se ha gastado cuanto mi trabajo me método: “La medicina antigua debe haber si-
sos efectos del arte [alquímico] y cómo se pecialmente por su tratado, de estricta ha podido dar”. Resulta lógico que el texto do escripta, discurriendo con el entendi-
conoscerán las falsas prácticas de los enga- orientación paracelsista, Arte separatoria y carezca casi totalmente de citas, ya que miento, sin venir a la demostración y expe-
ñadores y haraneros vagamundos”. En co- modo de apartar todos los Licores, que se sacan “cuando la cosa se ve, no tenemos necesidad riencia”. Lo mismo que la cátedra de medi-
nexión con este ambiente estuvo el paracel- por vía de destilación (1598). Incluye un de- de autoridades ni alegaciones”. Por ello, ad- camentos químicos de Valencia, el laborato-
sista italiano Leonardo Fioravanti, que asi- tallado estudio de los instrumentos, técni- quiere mayor relieve la única referencia que rio de El Escorial desapareció prácticamente
mismo dedicó a Felipe II su tratado Della cas y materiales empleados en la destilación, aparece en todo el libro, dedicada a alqui- durante el siglo XVII. En la Casa Real de los
Fisica (1592), cuyo “Libro IV” está consa- un resumen de sus fundamentos teóricos y mistas y destiladores y al propio Paracelso. Austrias madrileños, la quemiatría no tuvo
grado a la alquimia. Sin embargo, los prin- una amplia exposición de sus aplicaciones La influencia de este último, muy clara a continuidad hasta el movimiento novator de
Vista del Monasterio de El Escorial, por Johannes Blaeu, realizada a partir del séptimo diseño cipales encargados del laboratorio fueron los para la preparación de medicamentos y pa- lo largo de la obra, fue asimilada por Diego finales del siglo XVII.
del arquitecto Juan de Herrera. “destiladores de Su Majestad”, uno de los ra cuestiones relacionadas con las conservas, de Santiago con un talante crítico de José María López Piñero

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