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Los electrólitos mantienen el equilibrio entre los líquidos corporales por la acción de

hidratación de las células de los tejidos y ayudan al balance del Ph en el cuerpo del ave.

Los electrólitos dan el balance esencial del equilibrio osmótico celular, esto significa que en
un período de tensión o enfermedad, las células mantienen su nivel de líquido impidiendo
así, una deshidratación del animal; manteniéndo un adecuado balance de agua en el
organismo. Asimismo:
* Regulan el equilibrio ácido básico del organismo.
* Mantienen íntegras las estructuras celulares.

Las vitaminas son compuestos orgánicos esenciales en el crecimiento normal y el


mantenimiento del metabolismo de los animales, su deficiencia en la dieta produce
desórdenes en el metabolismo y en consecuencia predispone eventuales enfermedades. Las
deficiencias de estas vitaminas repercuten en el estado de salud del ave dando por
consecuencia bajas en las producciones de huevo, pobre incubabilidad y por lo tanto pobres
nacimientos, además de pollitos con un peso inferior al nacer, asi mismo en el pollo de
engorde, su deficiencia alarga el tiempo de engorde, aumenta la conversión y aumenta los
problemas de patas entre otros padecimientos.

El estrés calórico es uno de los problemas que causa mayores pérdidas económicas en las
granjas avícolas de América Latina. Una gran mayoría de las granjas avícolas son abiertas y
debido a esto es muy difícil realizar un buen control de las condiciones ambientales.

Como consecuencia el estrés calórico afecta prácticamente durante todo el año, no sólo en la
época seca sino también en la época de lluvias, en la que además del calor, la alta humedad
es un factor muy estresante para las aves. En general, se considera que el estrés calórico
comienza cuando la combinación de la temperatura y la humedad relativa es superior al valor
de 105.

Año tras año el estrés calórico golpea a nuestras granjas, y muchas veces no somos
conscientes de las pérdidas económicas diarias que estamos teniendo como consecuencia de
elevadas mortalidades, disminución de la producción, reducción de la calidad de nuestros
productos y mayor susceptibilidad a padecer procesos patológicos por una disminución de la
activación del sistema inmune.

A la hora de poner remedios, como mejorar las instalaciones o aplicar determinados


tratamientos a las aves, somos reacios al ver el dinero que cuestan estas medidas y en cambio
no analizamos bien lo que ya estamos perdiendo. En mi opinión, una medida determinada,
no hay que considerarla por el gasto inicial que representa, sino por lo que te puede devolver,
es decir, el retorno de inversión.
Las aves son una especie animal muy susceptible al estrés calórico y esto es muy difícil
cambiarlo, al menos a corto plazo. Lo que sí tenemos que intentar es mitigar el estrés que
sufre el ave, tanto con medidas de manejo como con tratamientos.
Una sola medida no va a solucionar el problema. Tenemos que combinar mejoras de manejo,
mejoras de las instalaciones, medidas aplicadas en la dieta y tratamientos en el agua de
bebida.

La utilización de ventiladores en las granjas avícolas afectadas por estrés calórico mitigan en
cierto modo el estrés que sufre el ave, pero esta medida de manejo no soluciona el problema
al 100%. Con frecuencia se observan aves postradas con hiperventilación a pesar de la
presencia de ventiladores. Por ello es muy importante realizar tratamientos vía agua de
bebida, que son más efectivos que los tratamientos vía pienso, ya que la tendencia del ave
bajo estrés calórico es la de disminuir el consumo de pienso para reducir la producción de
calor endógeno.

A la hora de realizar un tratamiento en el agua de bebida, hay que recordar cuales son las
alteraciones fisiológicas que padece el ave bajo estrés calórico:

- Hiperventilación que conduce inicialmente a alcalosis respiratoria.

- Pérdida de electrolitos (Na+, K+, Ca2+) en las deyecciones, que conduce a un


desequilibrio electrolítico. La pérdida de calcio es importante en si misma ya que empeora la
calidad de la cáscara, viéndose en las granjas un aumento de roturas y fisuras de huevos.

- Pérdida de agua intracelular que conduce a una deshidratación.

- Acidosis metabólica si persiste durante el suficiente tiempo el estrés calórico.

Cuando la combinación de Temperatura y humedad relativa es muy elevada, la única


posibilidad que tiene el ave para disipar el calor es por medio de la hiperventilación. Esta
hiperventilación genera inicialmente un aumento del pH o alcalosis respiratoria por exceso
de bicarbonato.

Como respuesta, a nivel renal se aumenta la excreción de este bicarbonato junto con iones
positivos como el Na+, K+ y Ca2+. Este aumento de la osmolaridad extracelular causa una
pérdida de agua intracelular, lo que es compensado por un aumento en el consumo de agua
del ave. El aumento en el consumo de agua no es suficiente como mecanismo compensatorio
y se instaura una deshidratación, que es una de las causas principales de muerte en el
caso de estrés calórico.

Se observa además en todo este proceso un aumento en el nivel de creatinina y aspartato-


aminotransferasa, lo que indica un fallo renal y hepático.

Posteriormente a la alcalosis respiratoria, si el estrés calórico persiste, se instaura una acidosis


metabólica como consecuencia de una reducción en el suministro de oxígeno a los tejidos,
por una redistribución del flujo sanguíneo a la piel así como por la deshidratación. Con la
acidosis metabólica, muchos órganos internos no pueden funcionar correctamente, y aparece
pronto una insuficiencia renal, insuficiencia cardíaca, postración y muerte. La acidosis
metabólica también es promovida por la pérdida constante de bicarbonato.
Por todo esto, para luchar contra el estrés calórico se pueden por un lado administrar
electrolitos en el agua de bebida. Los principales electrolitos que se utilizan son el
Bicarbonato Sódico (NaHCO3), el Cloruro de sodio (NaCl), el Cloruro Potásico (KCl) y el
Cloruro de Amonio (NH4Cl). Estos electrolitos son beneficiosos ya que inducen un aumento
en el consumo de agua, pero también dan lugar a la presencia de camas húmedas, lo que
puede llegar a ser perjudicial.

Hay que tener en cuenta que el Bicarbonato de Sodio, si bien ayuda a reducir la acidosis
metabólica, en las fases iniciales del estrés calórico puede aumentar la alcalosis respiratoria
y dar lugar a un aumento en la mortalidad.
Para evitar el problema de la aparición de heces pastosas al aplicar electrolitos, se puede
administrar al mismo tiempo Betaína al agua de bebida. La Betaína, es un producto natural
que se obtiene de algunas plantas como la remolacha, en las que actúa como osmorregulador.
La Betaína actúa como un osmolito intracelular que compensa el diferencial electrolítico que
se genera con la pérdida de agua y potasio en las aves y ayuda a mantener el balance hídrico
celular evitando la deshidratación y reduciendo el daño tisular. Además, otra de sus ventajas
es que este mecanismo necesita menos energía que el movimiento de iones por medio de las
tradicionales bombas Na+ K+ ATPasas. Esta energía extra la puede usar el ave para fines
productivos. No hay que olvidar también que la betaína tiene un efecto de protección de las
células intestinales por su efecto osmorregulador, lo cual puede ser beneficioso en casos de
coccidiosis y enteritis necrótica. Diversos autores han demostrado la efectividad de la Betaína
en el caso del estrés calórico (Tabla 1).
Tabla 1. Efecto de la administración de betaína sobre los resultados productivos de broilers
sometidos a estrés por calor desde los 19 a 48 días de edad.

La aplicación de Vitamina C también tiene un efecto beneficioso en el estrés calórico, al


reducir los niveles de corticosteroides séricos y totales del ave, reduciendo por lo tanto el
estrés y mejorando las variables productivas (Tabla 2). Los corticosteroides son los
responsables de las respuestas compensatorias del ave estresada por calor, tales como la
hiperventilación, el bombeo de sangre hacia zonas periféricas y la disminución de la actividad
del sistema inmune (inmunosupresión). No hay que olvidar por ejemplo que la
hiperventilación representa un gasto energético muy grande para el ave, consumiendo
alrededor de 540 calorías para eliminar 1 gr de agua.

También se ha descrito que productos antioxidantes pueden tener utilidad en el estrés


calórico, como la adición de Zinc en la dieta o la administración de Vitamina E y Selenio. La
administración de ácido acetilsalicílico también puede ayudar por su efecto vasodilatador,
que puede mejorar la ventilación del ave, y compensar algo la acidosis metabólica.

Así no hay un único ingrediente que nos vaya a solucionar el problema del estrés calórico,
sino una combinación de los mismos. Y no hay que olvidar que, para tener éxito al aplicar un
producto en el agua de bebida, es importante que el agua sea de calidad y fresca. En este
sentido el mentol es una sustancia natural que puede ayudar a hacer esta agua de bebida más
apetecible.
VITAMINAS
La mayoría de raciones para aves son pobres en las vitaminas A, D, B12, biotina, niacina, acido
pantoténico y riboflavina por lo que las mismas deben administrase de forma suplementaria. Los pollitos
pequeños son más susceptibles a estados vitamínicos carenciales.
Las vitaminas liposolubles (A, D, E, K) se almacenan y acumulan en el hígado y otros lugares del cuerpo
mientras que las hidrosolubles (B1, B2, B6, B12, Nicotinamida, Acido Pantoténico, Biotina, Acido
fólico, Colina, Inositol, PABA) no tienen mucha capacidad de almacenamiento corporal, por este motivo se
deben incorporar regularmente estas vitaminas en cantidades adecuadas a través de la ración o en el agua de
bebida.
Otro punto interesante a saber es que, aunque la vitamina C es sintetizada por el organismo aviar, se observan
respuestas muy favorables a su adición extra en situaciones estresantes.
Las funciones principales de las vitaminas en las aves de corral son:
Vitamina A.
Esencial para el desarrollo y funcionamiento normal de los epitelios, especialmente de los ojos y de los
aparatos respiratorio, digestivo y reproductivo así como de los sistemas urinario y nervioso. Entonces podemos
razonar que el daño causado por su deficiencia se observará rápidamente en estos aparatos o en patologías de
estrecha relación con ellos, por su daño en las distintas membranas mucosas.
Cuando esta se encuentra carente los signos notorios de su deficiencia en pollos y pavipollos se
ven en la detención de crecimiento, somnolencia, debilidad, incoordinación motriz, emaciación y
piel escamosa, cuando su falta es crítica, se presenta ataxia, lagrimeo, parpados con exuberante material
caseoso y xeroftalmia definitiva. En gallos baja la motilidad espermática, así como la disminución en contajes de
esperma y la presencia de muchos espermatozoides anormales
Vitamina D3.
Colabora en la asimilación y mejor destino del calcio y fósforo, entonces es necesaria en el desarrollo normal
de los huesos y tejidos córneos, indispensable para obtener cascarones resistentes.
Cuando es deficitaria en pollitos es causante de raquitismo, mal emplume y crecimiento retardado;
en aves adultas puede presentarse fragilidad de huesos, cáscaras débiles, menor producción de huevos
comerciales y problemas con incubabilidad.
Vitamina E.
Por evitar la destrucción oxidativa de las células y de los ácidos grasos cumple con una función
antioxidante; también influye en el mejoramiento de la fertilidad e interviene activamente en el buen
funcionamiento nervioso y muscular así como en la formación de eritrocitos. Además ha sido demostrada la
potenciación del mecanismo de defensa corporal aumentando la respuesta inmunológica a las enfermedades
infecciosas.
Vitamina K.
Estimula la producción de pro trombina y por ende la coagulación normal de la sangre. Por eso deben
adicionarse niveles de vitamina K cuando se presenten condiciones que producen su deficiencia como coccidiosis,
medicación prolongada en la ración de antibióticos o sulfas, o en pollitos incubados de gallinas deficientes en
vitamina K.

Vitamina C.
Es importante en la formación del colágeno, eleva la resistencia a las infecciones, pues aumenta la
leucocitosis y el poder fagocítico de la sangre, es necesaria en la absorción y utilización del hierro.
Aunque la vit. C es sintetizada por el organismo aviar, y no es necesario adicionarla en la dieta pero se ha
observado respuestas muy favorables a la adición de niveles externos en situaciones estresantes como golpes
de calor. El déficit de vitamina C produce disminución en la producción de huevos, cáscara frágil y
baja de fertilidad (codorniz), susceptibilidad a las afecciones infecciosas y anemia.
Ácido Pantoténico.
Forma parte de la coenzima A, interviene en los procesos de acetilación, síntesis de colesterol,
transformación de la colina y ácidos grasos.
Su deficiencia provoca retardo del crecimiento, lesiones hepáticas, perosis, plumas quebradizas,
dermatitis, y degeneración de la piel alrededor del pico, ojos y cloaca, en reproductores menor
incubabilidad.
Biotina.
Ayuda con el metabolismo de carbohidratos, lípidos y proteínas, es esencial para el desarrollo
embrionario. En aves jóvenes con deficiencia causa agrietamiento y degeneración de almohadillas
plantares y tendones distendidos y en adultos baja la incubabilidad. En pavos plumas remeras mal
formadas, metatarso encorvado y dermatitis en dedos, almohadillas plantares, base del pico, anillo del ojo y
cloaca.
Colina.
Involucrada en los impulsos nerviosos, componente de los fosfolípidos y donadora de grupos
metilo. En aves jóvenes su carencia provoca retardo en crecimiento y perosis, en adultos la mortalidad se
incrementa, la producción de huevos disminuye y aumentan los abortos de yemas desde los ovarios.
Folacina.
Relacionada con el metabolismo de la vitamina B12 e interviene en la incorporación de carbonos de las
grandes moléculas. La falta de ella produce crecimiento deficiente, pobre emplume, anemia y perosis, y en
pavitos trastornos nerviosos, alas caídas y cuello rígido. En adultos producción de huevos y/o incubabilidad
reducidas.
Niacina.
Requerida por todas las células, componente esencial de las enzimas metabólicas que intervienen en
la glucólisis y respiración celular. La deficiencia lleva a una serie de trastornos metabólicos en especial del
sistema nervioso central y los tejidos de regeneración rápida como piel y mucosa gastrointestinal.
Tiamina (B1).
Promueve el apetito y crecimiento y es requerida para el metabolismo energético. Su presencia
es indispensable para la funcionalidad del sistema nervioso y sistema cardiovascular. Su deficiencia
causa trastornos cardiacos y del sistema nervioso pues su metabolismo depende casi en su totalidad del consumo
de glucosa. Esta falta de tiamina conduce a mal emplume, anorexia extrema, perdida de coordinación motriz,
polineuritis y muerte.
Riboflavina (B2).
Es un componente de varios sistemas enzimáticos de transmisión de hidrogeniones. Su carencia ocasiona
lesiones en la unión entre piel y mucosa de los orificios naturales, lesiones pancreáticas y
duodenales, en pollitos parálisis con incurvación de dedos, retardo del crecimiento y diarreas inespecíficas.
Piridoxina (B6).
Funciona como coenzima en el metabolismo proteico y nitrogenado, está involucrada en la eritropoyesis y
en las funciones normales de los sistemas endocrinos. En pollitos su menor nivel provoca inapetencia,
pobre crecimiento, incoordinación nerviosa, convulsiones. En aves adultas menor consumo de alimento,
reducción en la producción de huevos e incubabilidad, pérdida de peso y muerte inminente.
Vitamina B12.
Esencial para el desarrollo normal y reproducción de las aves. Interviene en diversas funciones
metabólicas en especial de carbohidratos y grasas. La deficiencia se manifiesta con crecimiento lento,
mala conversión alimenticia reducción del tamaño de huevo, incubabilidad mala, corazón, hígado y riñones
grasos.

PROBIOTICOS
Son microorganismos vivos que cuando son administrados por la vía digestiva, mejoran el
equilibrio de la microflora intestinal siendo favorables para la salud del huésped.
Especies microbianas usadas como probióticos en animales:
 Bacterias Gram+ Lactobacillus acidophilus, rhamnosus reuteri, salivarius, farciminis.
 Enterococcus faecium, mundtii.
 Pediococcus acidilactici.
 Bacillus cereus, licheniformis, subtilis.
 Levaduras Saccharomyces cerevisiae.

La forma de administración de estos microorganismos es a través de la ración alimenticia o por el


agua de bebida, además de estos medios también se pueden suministrar a través de spray en la incubadora.
Estos productos actúan por la exclusión competitiva, la misma que se fundamenta en mecanismos como:

 Competición por la pronta adhesión a los sitios receptores,


 Competencia por los nutrientes con los patógenos,
 Producción de sustancias antibacterianas,
 Promueven y estimulan la respuesta inmune de las aves.

ELECTROLITOS
Calcio.
Su función importante es a nivel del sistema nervioso y músculos esqueléticos,influye en la formación
de los huesos y de la cáscara de los huevos, colabora en la coagulación de la sangre y junto con el NA y K
mantienen el normal funcionamiento del corazón.
Fósforo.
Involucrado en la formación del hueso, metabolismo de carbohidratos y grasas,mantiene el equilibrio
ácido-base del cuerpo y transporta el calcio para la formación del cascaron.
Magnesio.
Esencial para la formación del esqueleto, es un activador enzimático del metabolismo de la glucosa,
tiene un efecto depresor del sistema nervioso central y periférico.
Potasio.
Principal catión del líquido intracelular, tiene acción directa sobre el corazón, interviene en la
transmisión neuromuscular, necesario para la excitabilidad y conductibilidad normal del nervio y la
contractibilidad muscular normal.
Sodio.
Principal ión del líquido extracelular, tiene efecto en el equilibrio y la distribución hídrica, además en el
equilibrio ácido-base, del sistema cardiovascular y los riñones en donde actúa directamente en la excreción
diurética.

Bajo estas consideraciones y conocedores de la acción de estos elementos reguladores del normal desempeño
de las aves, podremos tomar la decisión más adecuada para saber cuando emplear suplementos vitamínicos,
electrolíticos o de exclusión competitiva en nuestras parvadas, sugiriendo su empleo general en recepciones,
casos de anorexia, estados de stress, convalecencia y recuperación de reacciones post-vacunales, estados
tóxicos por micosis o micotoxinas, tratamientos prolongados con antibioterapia, golpes de calor, cambios de
ración, en fin todos aquellos inconvenientes que comprometen la consecución del mejor desempeño productivo.

Pérdida de electrolitos (Na+, K+, Ca2+) en las deyecciones, que conduce a un


desequilibrio electrolítico. La pérdida de calcio es importante en si misma ya que
empeora la calidad de la cáscara, viéndose en las granjas un aumento de roturas y
fisuras de huevos.

- Pérdida de agua intracelular que conduce a una deshidratación.


- Acidosis metabólica si persiste durante el suficiente tiempo el estrés calórico.
Cuando la combinación de Temperatura y humedad relativa es muy elevada, la única
posibilidad que tiene el ave para disipar el calor es por medio de la hiperventilación.
Esta hiperventilación genera inicialmente un aumento del pH o alcalosis respiratoria
por exceso de bicarbonato.

Como respuesta, a nivel renal se aumenta la excreción de este bicarbonato junto con
iones positivos como el Na+, K+ y Ca2+. Este aumento de la osmolaridad extracelular
causa una pérdida de agua intracelular, lo que es compensado por un aumento en
el consumo de agua del ave. El aumento en el consumo de agua no es suficiente
como mecanismo compensatorio y se instaura una deshidratación, que es una
de las causas principales de muerte en el caso de estrés calórico.

Se observa además en todo este proceso un aumento en el nivel de creatinina y


aspartato-aminotransferasa, lo que indica un fallo renal y hepático.
Posteriormente a la alcalosis respiratoria, si el estrés calórico persiste, se instaura
una acidosis metabólica como consecuencia de una reducción en el suministro de
oxígeno a los tejidos, por una redistribución del flujo sanguíneo a la piel así como por
la deshidratación. Con la acidosis metabólica, muchos órganos internos no pueden
funcionar correctamente, y aparece pronto una insuficiencia renal, insuficiencia
cardíaca, postración y muerte. La acidosis metabólica también es promovida por la
pérdida constante de bicarbonato.
Por todo esto, para luchar contra el estrés calórico se pueden por un lado administrar
electrolitos en el agua de bebida. Los principales electrolitos que se utilizan son el
Bicarbonato Sódico (NaHCO3), el Cloruro de sodio (NaCl), el Cloruro Potásico (KCl)
y el Cloruro de Amonio (NH4Cl). Estos electrolitos son beneficiosos ya que inducen
un aumento en el consumo de agua, pero también dan lugar a la presencia de camas
húmedas, lo que puede llegar a ser perjudicial.

Hay que tener en cuenta que el Bicarbonato de Sodio, si bien ayuda a reducir la
acidosis metabólica, en las fases iniciales del estrés calórico puede aumentar la
alcalosis respiratoria y dar lugar a un aumento en la mortalidad.

Para evitar el problema de la aparición de heces pastosas al aplicar electrolitos, se


puede administrar al mismo tiempo Betaína al agua de bebida. La Betaína, es un
producto natural que se obtiene de algunas plantas como la remolacha, en las que
actúa como osmorregulador. La Betaína actúa como un osmolito intracelular que
compensa el diferencial electrolítico que se genera con la pérdida de agua y potasio
en las aves y ayuda a mantener el balance hídrico celular evitando la deshidratación
y reduciendo el daño tisular. Además, otra de sus ventajas es que este mecanismo
necesita menos energía que el movimiento de iones por medio de las tradicionales
bombas Na+ K+ ATPasas. Esta energía extra la puede usar el ave para fines
productivos. No hay que olvidar también que la betaína tiene un efecto de protección
de las células intestinales por su efecto osmorregulador, lo cual puede ser
beneficioso en casos de coccidiosis y enteritis necrótica. Diversos autores han
demostrado la efectividad de la Betaína en el caso del estrés calórico (Tabla 1).

La aplicación de Vitamina C también tiene un efecto beneficioso en el estrés


calórico, al reducir los niveles de corticosteroides séricos y totales del ave,
reduciendo por lo tanto el estrés y mejorando las variables productivas (Tabla 2). Los
corticosteroides son los responsables de las respuestas compensatorias del ave
estresada por calor, tales como la hiperventilación, el bombeo de sangre hacia zonas
periféricas y la disminución de la actividad del sistema inmune (inmunosupresión).
No hay que olvidar por ejemplo que la hiperventilación representa un gasto
energético muy grande para el ave, consumiendo alrededor de 540 calorías para
eliminar 1 gr de agua.

ambién se ha descrito que productos antioxidantes pueden tener utilidad en el estrés


calórico, como la adición de Zinc en la dieta o la administración de Vitamina E y
Selenio. La administración de ácido acetilsalicílico también puede ayudar por su
efecto vasodilatador, que puede mejorar la ventilación del ave, y compensar algo la
acidosis metabólica.
Así no hay un único ingrediente que nos vaya a solucionar el problema del estrés
calórico, sino una combinación de los mismos. Y no hay que olvidar que, para tener
éxito al aplicar un producto en el agua de bebida, es importante que el agua sea de
calidad y fresca. En este sentido el mentol es una sustancia natural que puede
ayudar a hacer esta agua de bebida más apetecible.

El balance de electrolitos en la dieta (BED), puede influenciar en el crecimiento, apetito,


desenvolvimiento óseo, y respuestas al estrés térmico, como también en el metabolismo
de ciertos nutrientes, como aminoácidos, minerales y vitaminas. Los principales
elementos involucrados en el equilibrio, son los cationes sodio (Na +); potasio (K+); y
magnesio (Mg++); los aniones cloro (Cl -); bicarbonato (HCO3-) y fosfato bibásico [H2PO4-
], Vieites et al., 2004.
Gallinas ponedoras en situaciones de estrés por calor aumentan la frecuencia respiratoria para
restablecer la temperatura interna del cuerpo, lo que provoca una disminución de HCO3 y
CO2 sanguíneos, y resulta en un cuadro de alcalosis respiratoria. Este trastorno dificulta el
proceso de deposición de calcio sobre la superficie del huevo, causando daños en la calidad
del producto final y su tiempo de almacenamiento.
Así los aminoácidos limitantes son aquellos que aparecen en menor cantidad en la
formulación y limitan el desempeño de las aves. Existe un orden de limitación en dietas a
base de maíz y soja, siendo primer lugar la metionina en segundo la lisina y en tercer lugar
puede estar la treonina o triptófano dependiendo de la edad del ave.

Por ejemplo, los aminoácidos son los principales constituyentes de tejidos estructurales y de
protección como son:

 PIEL
 PLUMAS
 LIGAMENTOS
 TEJIDOS BLANDOS COMO ÓRGANOS INTERNOS Y MÚSCULOS

Un aumento de la concentración de lisina sobre las necesidades para ganancia de peso puede
inducir un mayor peso de la pechuga. Por ello, las necesidades de lisina son mayores cuando
se utiliza como criterio el peso de la pechuga en lugar de la ganancia de peso.
Como la metionina es limitada en fuentes de proteínas vegetales y se requiere un alto nivel
para el crecimiento de plumas y la síntesis de proteínas, la metionina siempre se clasifica como
el primer aminoácido limitante en aves de corral. La metionina tiene muchas funciones
fisiológicas, por ejemplo, como un importante donante de metilo para proporcionar el grupo
metilo (CH4) necesario para el metabolismo en el cuerpo.

La metionina también es conocida por reducir el estrés oxidativo en el cuerpo al aumentar


los compuestos antioxidantes como el glutatión.

Se ha demostrado que la alimentación con L-metionina aumenta el desarrollo de


vellosidades tanto en pollos de engorde
La metionina no solo sirve como un componente de la proteína del cuerpo, sino que
también participa en el desarrollo del tracto digestivo y el rendimiento del
crecimiento. Además, tiene la función de aumentar la masa muscular, el desarrollo de
plumas y mejorar la producción de huevos en las aves de corral.
La L-metionina es la única forma biológicamente funcional de metionina fácilmente
utilizada por las células intestinales de los polluelos jóvenes.

Los productores de pollos pueden colaborar con la salud intestinal y la rentabilidad general
suplementando a los pollos de engorde con una fuente de metionina que puede proteger el
rendimiento, mejorando la relación de conversión alimenticia (FCR), la tasa de crecimiento
y el rendimiento de la carne aumentando la rentabilidad del productor.
El Triptófano no sólo está involucrado en el mantenimiento y la acumulación del tejido
corporal magro, sino que forma parte de una serie de rutas metabólicas que regulan el
comportamiento, el apetito y la actividad gástrica. Por ejemplo, la investigación científica ha
demostrado que el Triptófano aumenta la expresión y excreción de la grelina, un péptido de
28 aminoácidos, que es producido y secretado por el estómago y el duodeno; este péptido
actúa a nivel del cerebro estimulando la ingesta de alimento. En otro sistema endócrino, la
serotonina es producida a partir del triptófano y se convierte en melatonina. Mientras que la
serotonina estimula la contracción del músculo liso a lo largo del tracto gastrointestinal, la
melatonina estimula y sincroniza los procesos que están asociados con la alimentación, la
digestión y el vaciado gástrico. Por último, el Triptófano es un precursor de la niacina, una
vitamina soluble en agua que está involucrada en muchas reacciones de oxidación en el ciclo
de Krebs.

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