1. Hacer un plan. Decide que es lo que quieres lograr en esta sesión de práctica. Reúne todo lo que vas a necesitar: Tu carpeta con tu música, agua para beber, un lápiz para hacer tus anotaciones, una grabadora de voz, un espejo, un tapete de yoga, etc. 2. Calienta tu cuerpo. Estírate: Tienes que asegurarte de que los músculos de tu cuello, intercostales, abdominales y faciales estén relajados. Relaja también tu lengua y labios haciendo vibraciones de lengua sin sonido, vibraciones de labios (trompetillas), y trabalenguas diciendo “Rapsberries”. Toma al menos 3 minutos para hacer esto y sentir como los músculos se van despertando. 3. Prepara también el aire. Haz algunos ejercicios de jadeo y ejercicios de ataque de la voz. Asegura viéndote al espejo que la alineación de tu cuerpo es la correcta y facilita el buen uso del soporte del aire. Utiliza al menos 3 minutos en ejercicios de respiración para mejorar tu soporte y también hazlos varias veces al día. 4. Calienta tu voz. Con los ejercicios de vocalización, empieza suavemente con suspiros, trompetillas, vibraciones de lengua, en la parte media de tu voz. Después comienza a cantar algunas notas y a hacer escalas de 5 notas en trompetillas, suspiros, “V” vibrada; después haz lo mismo pero cambiando a vocales. Esto debe tomar al menos unos 5 minutos. 5. Trabaja en la técnica. Utiliza los ejercicios que vemos en tus clases de canto con las silabas o vocales asignadas. Aquí es donde debes sacar las grabaciones de tus clases y las hojas de ejercicios a practicar que te dará tu maestro al principio del semestre. Tus vocalizaciones deben ser anotadas cada clase. Experimenta con diferentes vocales si así lo deseas. Haz notas de cada uno de los ejercicios y de los logros y sensaciones correctas que vas adquiriendo de cada uno, identifica que vocales funcionan mejor para cada registro de tu voz. Haz esto 15 minutos diarios para ir creando tu condición vocal. 6. Trabaja en tu repertorio. Hay muchas cosas que necesitamos abordar antes de que comiences a repasar una y otra vez tus piezas asignadas. Siempre necesitas hacer primero la traducción del texto, tener el ritmo correcto, y después de esto, no antes, poner las notas. En cualquier idioma primero debes tener un sentido correcto de lo que significa cada palabra antes de aprenderte la entonación correcta. Escribe en tus partituras los símbolos del AFI (Alfabeto fonético internacional) para cada palabra, identifica las palabras completas para no cortarlas, después toca las notas en un piano, canta las notas en una vocal o en una silaba neutra, y habla el texto en ritmo, después de hacer todo esto entonces si es prudente comenzar a cantar el texto, con las notas y entonación correcta en un tempo lento, cómodo y gradualmente ve aumentando el tempo hasta obtener la velocidad marcada en tu partitura. Si algo no está saliendo, entonces regresa a revisar los pasos anteriores y encuentra el porqué. No te brinques los pasos, ya que la memoria muscular es muy poderosa: asegúrate que trabaje a tu favor y no en tu contra.