Terminación de terapia

La terminación de terapia se da cuando se ha resuelto exitosamente los problemas

que llevaron a la persona a tratamiento, es lo ideal que así suceda. Que el terapeuta
haya pautado acuerdos con el cliente y establecido metas u objetivos, por lo que el
paciente podrá funcionar sin el grupo apoyado en sus propios recursos. Se
menciona en el escrito que el grupo actúa innegablemente terapéuticamente a
medida que suprime los síntomas, facilita y estimula una mejor adaptación
individual. Ahora bien cuando se inicia la curación? Psicoanalíticamente la curación
se inicia cuando las partes en lucha y las dos pulsiones se unen, gracias a lo cual
desaparecen los conflictos internos y las fantasías destructivas, pero es el grupo
también quien colabora a la recuperación a través de su aceptación, corrección de
las distorsiones de autoimagen a través de la prueba de realidad y también
aportando al individuo la posibilidad de identificarse con aspectos valiosos de los
compañeros. La terapia de grupo no es una sesión psicológica para hacer el trabajo
más fácil y reunir a todos los clientes con dificultades parecidas, es más que esto y
la terminación de esta marca un impacto en el progreso y recuperación de cada
persona, pues esta debe sentirse preparada. La terminación de la terapia depende
tanto si es grupo es abierto o cerrado, si es abierto la terminación es decisión
individual década miembro y su recuperación es medible a través del transcurso de
la terapia y no al final solamente, pero también el terapeuta toma parte de la decisión
porque es este quien determina si el paciente está listo o no. Cuando la terminación
es planeada, la persona que se va muestra hacia los compañeros y hacia el grupo,
de manera que considero que esta es una parte muy valiosa porque da lugar al
individuo a verbalizar y demostrar que se siente preparado para continuar solo.

Es importante destacar que para el grupo también es de impacto la terminación de

parte de un miembro la terapia, esta se vive con emergencia, ya que provoca en el
grupo miedo, ansiedad, celos, rechazo, desamparo, desesperanza. En otros
miembros se despierta incluso la envidia, los celos y la rivalidad. Pero estas tácticas
no son negativas para el paciente, al contrario lo ponen a prueba y si las supera es
un indicio de que está preparado para dar por terminada la terapia. En el paciente
próximo a partir también puede haber ambivalencia, y puede presentar una
regresión para querer evitar la separación.

Cuando el grupo es cerrado y se establece el plazo de terminar el tratamiento, los

pacientes se resisten, en forma positiva es que puede ser un estímulo para acelerar
el proceso de cambio, cuando el cambio en la terminación surgen más dificultades
que cambios entonces se ve la necesidad de integrarse a otro grupo.
En cuanto a la coterapia, esta se da cuando dos o más terapeutas tratan a un grupo.
En un principio se realizaban con fines de docencia, pero existen grandes ganancias
como por ejemplo si los terapeutas son de corrientes distintas puede aumentar el
insigth tanto de pacientes como de terapeutas, entre las desventajas esta que
disminuye la conexión empática. La coterapia es trabajar en equipo y esto conlleva
a la necesidad de comunicarse abiertamente, trabajar en cooperación, estar
dispuestos a compartir sus habilidades. Me llama la atención que se obtiene
mayores beneficios cuando se elige al compañero de terapia no por amistad o
coincidencia sino por compatibilidad y cuando se habla antes y después de la
terapia para abordar temas como contratransferencia y los problemas que
surgieron. Así como la coterapia puede ser buena, también puede verse afectada
por la rivalidad y el narcisimo, contratransferencia, confusión, falta de comunicación,
falta de congruencia y sexualización de la relación entre los terapeutas.

Un grupo terapéutico llevado por terapeutas que se llevan mal despiertan ansiedad
en los miembros, da lugar a que los pacientes olviden sus necesidades y asuman
la tarea de ayudar a sofocar o bajar los ánimos.

Es primordial el dialogo post sesión, no hablar por miedo o para evitar

contradicciones sería contraproducente para tanto para el equipo como para el
avance del grupo de terapia.