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El Banco Agrícola de Venezuela (BAV) nace como una iniciativa impulsada por el Gobierno
Bolivariano para promover el desarrollo social y productivo de la Nación, en el marco de un
nuevo modelo de gestión social que fomenta la participación protagónica del pueblo. En el
BAV los campesinos, campesinas, productores y productoras pueden obtener un
financiamiento agrícola con tasas de interés solidarias, requisitos mínimos y orientación para
garantizar el éxito de su plan productivo y su impacto social positivo en las comunidades.
A través de este nuevo Decreto Ley (con Rango, Valor y Fuerza de Ley que regule el Banco
Agrícola de Venezuela) se concretarán los lineamientos que regulen el financiamiento agrario,
en condiciones de fácil acceso, que garantice el reimpulso del desarrollo del sector agrícola en
territorio venezolano y una interrelación entre la actividad agraria y el desarrollo social.
Decreto Nº 8.330 14 de julio de 2011
Fuentes de financiamiento
Los recursos del Banco Agrícola de Venezuela, C.A., contará con financiamiento proveniente de
las captaciones del público, dentro de su proceso natural de intermediación; los fondos
directos o indirectos aportados por el Ejecutivo u otros órganos del Estado, los mismos se
regirán por las políticas generales de financiamiento aprobadas en asamblea de accionistas, sin
embargo cuando se trate a recursos dirigidos a planes de capitalización, podrán ser aplicados
para aplicar políticas de saneamiento de los activos crediticios del banco. Del mismo modo, los
recursos derivados de giro nominales de las operaciones del banco, entre otras.
Por su parte el artículo 16 indica que en BAV podrá realizar otras operaciones, conforme a su
naturaleza de banco universal, tales como otorgar bajo condiciones especiales créditos y
operaciones de financiamiento a los productores del sector agrícola y empresas del sector
agrícola y de alimentos, en sus diferentes formas asociativas.
También podrá otorgar créditos para actividades agrarias con un plazo de 20 años, conceder
créditos no garantizados por montos que en su conjunto no exceda del 5% de la cartera bruta
de crédito agrícola, los cuales en ningún caso podrán otorgarse a una misma persona natural o
jurídica.
Del mismo modo podrá otorgar o ejecutar programas de subsidio directo y otros incentivos al
sector agrícola con recursos del Ejecutivo nacional, estadal, municipal o cualquier otro órgano
o ente de la Administración Pública.