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1.

FILTRACIÓN

La filtración es el proceso de retiro de sólidos suspendidos del agua


mediante el paso del agua a través de una tela permeable o una cama de
materiales porosos.

El agua subterránea es filtrada naturalmente a medida que fluye a través


de las capas porosas de la tierra superficial, está sujeta a contaminación
de diversas fuentes. Algunos contaminantes plantean una amenaza a la
salud humana y la filtración es uno de los más antiguos y simples métodos
de retirarlos. Las leyes federales y estatales requieren que la mayoría de
sistemas pequeños cuenten con una filtración de agua. Los métodos de
filtración incluyen filtración lenta y rápida de arena, filtración de tierra
diatómica, filtración directa, filtración de empaque, filtración de membrana
y filtración de cartucho.

La filtración se puede definir como el proceso por el cual se separa la


materia en suspensión mediante el paso del agua a través de una capa
porosa.

Según las condiciones la filtración puede efectuarse a través de un


soporte delgado, soporte grueso o soporte con precarga.

1.1. Filtración sobre soporte delgado

Existen numerosos tipos de filtros con soportes delgados. Se dividen


por su forma de trabajo en filtros abiertos, que funcionan a la presión
atmosférica y filtros a presión.

Solo se indicarán aquí los filtros que se utilizan en una filtración fina.
Esta filtración fina se denomina generalmente microfiltración, para
diferenciarla de la macrofiltración que consiste en retener partículas de
más de 150 micras y de la ultrafiltración, cuyo poder de filtración está
comprendido entre 0,4 y 0,004 micras.

1.1.1. Microtamizado en superficie libre


El objeto principal de un microtamizado, es eliminar el plancton
contenido en las aguas de superficie. Es evidente que eliminará al
mismo tiempo las materias en suspensión de gran tamaño y los
residuos animales o vegetales que el agua contenga. Se obtiene un
rendimiento óptimo, manteniendo una pérdida de carga global
sensiblemente constante, resultante de un atascamiento parcial debido
al depósito de las partículas que se retienen. La eficacia de este
aparato, sin embargo viene siempre limitado por varios factores:

 Las telas lavadas, al principio del ciclo de filtración, no contienen


aún un depósito conveniente y, durante ese tiempo, la filtración
solo se encuentra limitada por las dimensiones o talla misma de
la malla.
 La eliminación del plancton es siempre parcial. Este puede
proliferar de nuevo, tanto más cuanto mayor es la temperatura.
 Algunos huevos de pequeñas dimensiones pasan fácilmente a
través de las telas, y se desarrollan en los tanques situados
aguas abajo, donde puede observarse a veces la presencia de
crustáceos perceptibles a simple vista.

1.1.2. Microtamizado a presión

Se realiza generalmente con alguno de los tipos de filtros siguientes:

 Filtros con discos apilados: en los que la filtración tiene lugar a a


través de los espacion que quedan entre discos. Estos filtros son
especialmente sensibles a las aguas que contienen algas y
elementos fibrosos que pueden provocar un atascamiento
irreversible.
 Filtros de platillos, cestillo o elementos filtrantes cubiertos: o De
una tela metálica lisa o plegada, para aumentar la superficie de
filtración. Este dispositivo se obstruye especialmente por
formación de una capa con los elementos fibrosos o por
incrustación de elementos duros, como granos de arena fina. o
De un hilo metálico o de plástico arrollado sobre un armazón, es
igualmente sensible a la incrustación de granos de materia dura.
o De un perfil de forma especial arrollado sobre montantes. Este
dispositivo reduce los inconvenientes de los tipos anteriores.
 Filtros de cartuchos o placas finas filtrantes: estos cartuchos o
placas pueden ser de papel, de fibras de celulosa o sintéticas
que se descartan después de colmatados o atascados. Este tipo
de filtro se utiliza con frecuencia como filtro de seguridad,
cuando el agua debe mantenerse exenta de toda materia que
pueda interferir en los destinos del agua como por ejemplo su
uso para la fabricación de bebidas gaseosas. Pueden así
retenerse partículas extraordinariamente finas, del orden de
algunas micras y aún eliminar ciertas bacterias. Es evidente que
a un filtro d este tipo no debe llegar agua relativamente
cargadas, ya que se produciría una colmatación instantánea.

1.2. Filtración a través de un soporte grueso

En este tipo de microfiltración, no solo se produce una retención en


superficie, sino también una retención sobre una cierta profundidad
que, sin embargo, nunca es importante.

La porosidad se obtiene según los casos:

 Con hilos de algodón, vidrio, polipropileno, etc, bobinados de


forma especial sobre un núcleo rígido, con una porosidad
decreciente hacia la salida del filtrado. Las gamas de caudal
van desde algunos litros hasta 500 m3 por hora.
 Con productos aglomerados porosos: metal, arena,
porcelana, plástico, etc. Los filtros Chamberland utilizan
elementos de porcelana de una porosidad muy fina, que con
un pequeño caudal, da lugar a una pérdida de carga
importante. Después de su atascamiento, pueden
desmontarse los elementos y algunas de ellas ser sometidas
a acción del vapor, pero nunca se consigue una limpieza
completa y, en algunos casos, se produce un atascamiento
irreversible.

1.3. Filtración a través de soporte con precarga


Para el tratamiento por microfiltración de caudales importantes, sin
que se produzca el atascamiento irreversible del elemento filtrante, se
utilizan filtros con precarga.
La filtración en este caso, no se efectúa a través de elementos fijos,
sino a través de un material filtrante que se introduce en el aparato al
principio de cada ciclo de funcionamiento, para formas sobre un
soporte fijo una capa filtrante microporosa (precarga).
Después del atascamiento, se elimina esta precarga, vertiéndola al
exterior, durante la operación de lavado, reemplazándola por otra
similar. La precarga usada es sometida a un proceso de lavado para
poder volver a utilizarla si se la encuentra en buen estado.
La contextura de la capa filtrante incluye una multitud de canales de
muy pequeño diámetro, con lo que puede obtenerse generalmente un
filtrado de pequeña turbiedad.

1.4. Filtración a través de un lecho filtrante


- Se utiliza una filtración sobre lecho filtrante, cuando la cantidad de
materias que deben retenerse es grande y la dimensión de las
partículas contenidas en el agua es relativamente pequeña.
- Para que una filtración de este tipo sea eficaz, es preciso que las
materias puedan penetrar profundamente dentro del lecho y no
bloquearlo en su superficie. Por otra parte, es preciso que el o los
materiales que componen el lecho, se elijan cuidadosamente, tanto
en su granulometría como en la altura de capa, de forma que el
filtrado responda a la calidad deseada.
- Puede efectuarse esta filtración sin acondicionamiento previo del
agua en el caso de la filtración lenta o rápida, de un agua de la que
solo se desea reducir su contenido en materias en suspensión, sin
actuar sobre su color o su contenido en materias orgánicas.
- Cuando se pretende obtener la clarificación óptima de un agua, por
filtración rápida, es necesario acondicionarla previamente por
adición de reactivos con o sin decantación.
- Un filtro se atasca a medida que su lecho se carga de materiales
retenidos. Cuando el atascamiento alcanza un valor excesivo o la
calidad del filtrado no es aceptable, debe procederse al lavado del
lecho filtrante. Es indispensable que, con este lavado, se devuelvan
al lecho sus cualidades iniciales, sin las cuales, el filtro iría
perdiendo eficacia y el material filtrante debería retirarse para su
limpieza completa o para ser reemplazado.
- El buen funcionamiento de un filtro depende del perfecto reparto a
través de la masa filtrante del agua a filtrar, del agua de lavado y
eventualmente del aire, si se utiliza este fluido para el lavado.
1.5. Filtración lenta

La filtración lenta tiene por objeto la depuración de las aguas de


superficie sin coagulación ni decantación previa. Las enzimas
segregadas por las algas y microorganismos (membrana biológica),
que se fijan sobre la arena coagulan las materias coloidales. Para
obtener buenos resultados se necesitan generalmente tres etapas de
filtración:

 Filtros de desbaste que trabajan a un caudal de 20 a 30 m3/día


por m2 de filtro.
 Prefiltros que trabajan a un caudal de 10 a 20 m3/día por m2 de
filtro.
 Filtros que trabajan a un caudal de 3 a 7 m3/día por m2 de filtro

Debido a la baja velocidad de filtración, la pérdida de carga, en cada


etapa es bastante pequeña y los filtros se lavan, por término medio,
una vez al mes. Los filtros de desbaste y los prefiltros se lavan mas a
menudo, en función de la turbiedad del agua cruda.
Después del lavado, la calidad del agua filtrada no es satisfactoria, por
lo que deben verterse al desagüe, hasta que se forme la membrana
biológica para lo cual se precisan varios días.

La filtración lenta da buenos resultados de clarificación, en tanto que


el agua se mantenga poco cargada de materias en suspensión y se
respete una pequeña velocidad final de filtración, pero si, el agua llega
cargada, los filtros de desbaste y los prefiltros no son suficientemente
eficaces y la turbiedad del agua tratada puede elevarse, muy por
encima del límite dado por las normas a menos que se reduzca la
velocidad de filtración.

Por otra parte, estos filtros son especialmente sensibles a un


desarrollo fuerte de plancton, que puede producir un atascamiento
superficial.

Un agua de superficie, muy cargada de materias orgánicas y de


contaminantes químicos, puede tener aún mal sabor después de
filtrada a través de filtros lentos.

Algunos consideran la filtración lenta como un proceso de afinado.


Debe advertirse, sin embargo, que su acción biológica no elimina
todos los microcontaminantes (fenoles, detergentes, pesticidas), por
ejemplo, el rendimiento de eliminación de pesticidas organoclorados
es solamente del 50 % aproximadamente, la filtración lenta, por tanto,
es un procedimiento de afino muy limitado.
1.6. Filtración rápida

En el proceso de filtración rápida, el agua atraviesa el lecho filtrante a


velocidad de 4 a 50 m/h. La acción biológica es prácticamente nula,
se observa solamente una nitrificación en ciertos casos en los que se
limita la velocidad, el contenido en oxígeno es suficiente y se
encuentran en el agua bacterias nitrificantes en condiciones nutritivas
favorables.

Procesos de filtración rápida

 La filtración directa, cuando no se adicionan reactivos al agua


a filtrar.
 La filtración con coagulación sobre filtro, de un agua no
decantada previamente.
 La filtración de un agua coagulada y decantada

1.7. Filtros a presión

Los filtros a presión se rigen por los mismos principios de los filtros de
arena, grava y sistema de drenaje están colocados dentro de un tanque
de acero, generalmente de forma cilíndrica, y su distribución es similar
de los filtros gravitacionales. El agua se hace pasar a presión con una
velocidad de filtración que varía de 80 a 160 l/m2/min.
Generalmente estos filtros operan sin sedimentación previa, pero es
conveniente emplear coagulación.

La experiencia ha demostrado que no son recomendables para tratar


el agua de consumo doméstico, utilizándose con gran éxito en la
recirculación del agua de piscinas y en la industria. No se emplean en
plantas de tratamiento estatales o privadas destinadas a consumo
humano.

El lavado del material filtrante se efectúa en la misma forma que para


el filtro rápido, es decir haciendo circular el agua en sentido inverso al
escurrimiento normal.

1.8. Filtración de agua coagulada y decantada

Los flóculos que resultan de la coagulación total del agua, se eliminan


en su mayor parte en el proceso de decantación, el agua que llega a
los filtros solo contiene trazas de flóculos cuya cohesión depende de
los reactivos utilizados. Con una buena decantación, los filtros se
encuentran en la situación ideal que consiste en recibir un agua de
calidad prácticamente constante y poco cargada. La filtración viene a
ser, entonces un tratamiento de acabado y de seguridad necesario
cuando se destine el agua al consumo público, a tratamientos
industriales de productos elaborados o fabricaciones industriales de
calidad.

Las velocidades de filtración dependen de la calidad del filtrado que se


desee, pueden variar entre 5 y 20 m/h, según la calidad del agua
decantada y la naturaleza de los filtros utilizados.

Medio poroso filtrante

Un material filtrante se caracteriza generalmente por los siguientes factores


cuyas definiciones y métodos de medida se detallan mas adelante:

 Granulometría: se caracteriza por una curva representativa de los


porcentajes en peso de los granos, que pasas a través de las mallas de
una sucesión de tamices normalizados.
 Talla efectiva: corresponde al 10 % de la curva anterior y determina, en
gran parte la calidad del filtrado, juntamente con los dos factores
siguientes.
 Coeficiente de uniformidad: relación de las tallas correspondientes a los
porcentajes 60 y 10 de la curva granulométrica anterior.
 Forma de los granos: angulosos (material triturado) o redondos (arena de
río o mar). Se obtienen calidades de agua filtrada similares, con un
material anguloso o talla efectiva menor que la de un material de granos
redondos. Para una misma granulometría, el aumento de pérdida de
carga es menor con granos angulosos que con granos redondos, ya que
contrariamente a lo que se puede pensar, los granos angulosos se
acoplan menos fácilmente unos con otros, que los granos redondos, y
dejan secciones de paso mayores.
 Friabilidad: mediante el ensayo correspondiente, puede elegirse los
materiales utilizables en filtración, sin peligro de que se produzcan finos
en las operaciones de lavado. Su importancia depende del tipo de
funcionamiento del filtro. Así un material friable debe rechazarse
especialmente en el caso de un filtro que funcione de arriba hacia abajo y
que se lave solamente con agua, ya que los finos que se formen
producirán un atascamiento en superficie.
 Pérdida por ataque con ácido: es evidente, que no puede tolerarse una
pérdida importante por ataque con ácido, ya que el agua puede contener
gas carbónico agresivo.
 Masa volúmica de los granos: que constituyen el medio filtrante

Materiales filtrantes granulares

El material filtrante de los filtros rápidos puede estar compuesto de arena natural
de sílice, carbón de antracita triturado, magnetita triturada, arenas trituradas y
también se ha usado en forma experimental con variado resultado, esferas y
gránulos de plástico manufacturado a tamaños específicos similares a los
naturales.

Las arenas naturales y los minerales triturados que se emplean normalmente,


difieren en tamaño y en distribución de tamaños, en la forma y en la variación de
la forma, así como en densidad y composición química. Los valores de la media
y las variaciones proporcionan parámetros para:

 Describir la geometría de los materiales


 La predicción racional de su comportamiento hidráulico
 Calcular la remoción de impurezas por filtración.

El tamaño de las partículas es tridimensional y describe el volumen de los


granos. La forma de la partícula es un concepto geométrico mas difícil. En
filtración de agua, la forma es una medida deseable del área superficial del grano
en relación a su volumen, es decir, una longitud o diámetro. Solo en el caso ideal
de sólidos geométricos regulares puede este diámetro, o medición de longitud,
identificar tanto al volumen real como al área superficial verdadero.

Los diámetros y áreas superficial que dependen del diámetro característico de


las partículas. Las irregulares que no se pueden medir directamente en un
sentido geométrico significativo. A causa de esto, se recurre a características
indirectas del tamaño y forma para relacionarlas con propiedades significativas
del flujo a través de los materiales filtrantes y con la purificación resultante.

Tamaño del grano y distribución de los tamaños


Generalmente, los parámetros del tamaño medio del grano y la variancia en
tamaño del grano se determinan por cribado de una muestra representativa de
granos de filtro a través de un juego de mallas calibrado.

Se principia con el peso de materiales tamizados que caen al recipiente del fondo
a través de una columna vertical de mallas cada vez mas finas, las porciones de
arena retenidas entre mallas contiguas se suman en secuencia y se registran los
pesos acumulativos. Después de convertir a porcentajes de peso, iguales o
menores que el tamaño nominal de la malla mas abierta superior se puede trazar
una curva de suma para propósitos de generalización según se aprecia en la
figura.

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