La importancia de la participación de los alumnos en los procesos de enseñanza y
aprendizaje, la vamos a desarrollar desde cuatro ángulos: el institucional, el de los trabajos de investigación, la formación del profesorado y el aula. Lo hacemos a modo de breve reflexión introductoria, pues el análisis detallado de las ideas especificadas aparecen en los capítulos posteriores y correspondientes.
1.2 En la formación del profesorado.
Además de la importancia institucional y legal que tiene el tema de la participación de los
alumnos en los procesos de enseñanza y aprendizaje, -cualquiera que sea el ámbito en los que tengan lugar dichos procesos-, el estudio de la participación discente desde el punto de vista de los Estudiantes de Magisterio, basándonos en sus observaciones sobre el trabajo cotidiano en aulas reales de EGB, es también de mucho interés por las siguientes razones: En primer lugar, el poder detectar las inadecuaciones en el concepto de participación discente manejado por los futuros profesores, así como el conocer el funcionamiento interno de las aulas desde ambas perspectivas (la participación discente a través de estos paniculares observadores), son aspectos en sí mismos importantes que amplían nuestro conocimiento sobre la escuela y sus actores principales. Así, ilustran este primer propósito de nuestra investigación las palabras de R. J. Shavelson “Los juicios de los profesores constituyen un componente crucial del proceso de enseñanza. Sus juicios sobre rasgos de capacidad general - inteligencia y rendimiento- son razonablemente exactos. Sin embargo, la exactitud de los juicios en determinadas tareas - o sobre los problemas de lectura de los alumnos- es considerablemente inferior de lo que cabría esperar. Si bien existen indicaciones de que estas inexactitudes se pueden superar, hasta cieno punto, a través de la formación, se necesita un mayor número de investigaciones sobre los procesos de juicio del profesorado. Tales investigaciones servirían como base para enseñar a los profesores a mejorar sus juicios. Al hacerlo, puede que aumente la eficacia de los profesores, a la hora de ayudar a sus alumnos a alcanzar objetivos educativos valorados”.
1.1.3. En el terreno de la investigación educativa.
Por otro lado, desde el punto de vista de los métodos y procedimientos de la
investigación en la enseñanza, se ha utilizado la participación de los alumnos como variable dependiente alternativa a la comúnmente empleada, a saber, el rendimiento de los alumnos para comprobar los efectos de diversas variables independientes modificaciones en el comportamiento del profesor o en los métodos y técnicas de enseñanza, por ejemplo) en las investigaciones de estilo convencional. Así Doyle definió como docentes eficaces a “los que obtienen altos niveles de participación y bajos niveles de desorden en las aulas”. En la misma línea de investigación ecológica, Stodolsky cuantificó la participación de los alumnos, como variable dependiente de una serie de rasgos de la actividad instructiva, para demostrar que la estructura de ésta era distinta -en si y en sus efectos participativo Ya Gimeno y Fernández marcaron un hito en la investigación empírica española sobre la formación del profesorado en un estudio muy ambicioso de ámbito estatal, donde estudiaron mediante encuestas la metodología de enseñanza en las Escuelas Universitarias de Magisterio; la participación de los estudiantes era una de las dimensiones principales de dicho estudio. Una década más tarde Gimeno dirigió una evaluación del curriculum experimental en las Enseñanzas Medias de la Comunidad Valenciana e igualmente la participación de los alumnos/as en las aulas ocupaba un lugar relevante; se compararon centros de la Reforma con los que No-Reforma, con pequeñas diferencias en casi todos los aspectos considerados; la participación de los alumnos dejaba mucho que desear tanto en unos como en otros centros. Finalmente, Corraliza en una investigación descriptiva sobre la participación en diez centros escolares de la Comunidad Autónoma de Madrid, que se detalla más adelante Modos de investigación”, señala la necesidad de que en el futuro se analice la participación en la actividad del aula, al menos con más amplitud y profundidad que ellos, pues en su estudio la participación en el aula era una pequeña parte de su objeto principal, la participación a nivel de centro. Así lo indica con las siguientes palabras: “Junto a los resultados expuestos en este apanado (se refiere el autor a los procedentes de aplicar una escala de observación en diez aulas de los diez centros de la muestra, para ver el carácter más o menos participativo cte sus actividades) se pretende destacar la imponencia decisiva de las experiencias vividas en el aula con el fin de evitar que la panificación sea una actividad periférica en la marcha del centro. Las formas de hacer y los contenidos que caracterizan un aula participativa deben ser objeto de análisis y discusión en el futuro