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¿QUÉ ES LA HEPATITIS B?

La hepatitis B es una enfermedad producida por la infección de un virus de tipo ADN, que infecta e inflama el hígado.
Puede producir un cuadro agudo (hepatitis B aguda) o que se prolonga en el tiempo (hepatitis B crónica).

¿CÓMO PUEDO INFECTARME?


Las principales vías de contagio son la transmisión sexual, a través de agujas contaminadas que se reutilizan
inadecuadamente (acupuntura, tatuajes, piercings o compartiendo jeringuillas en adictos a drogas por vía parenteral),
de madres infectadas a hijos en el momento del parto (la lactancia materna no transmite la infección según los
expertos), contacto entre sangre o fluidos de una persona infectada con heridas de la piel o boca de otra persona o de
sus ojos (el virus puede vivir fuera del cuerpo humano durante mucho tiempo en objetos de la casa como juguetes,
cepillos de dientes o maquinillas de afeitar), transfusiones o trasplante de órganos (esto es muy raro hoy en día) o en
hospitales, en accidentes por pinchazos accidentales de personal del hospital con material proveniente de pacientes
afectos principalmente; el contagio de personal sanitario a pacientes es aún más infrecuente.

¿DE QUÉ DEPENDE LA EVOLUCIÓN A HEPATITIS CRÓNICA Y/O CIRROSIS HEPÁTICA?


Pasados 6 meses de la infección por el VHB, podemos hablar de hepatitis crónica B. Una vez establecida, la replicación
activa y continua del virus, afectando a nuevas células hepáticas, así como la inflamación de larga evolución, tienen gran
influencia en la progresión a cirrosis.
El principal factor determinante de la supervivencia a largo plazo es grado de evolución de la afectación del hígado en el
momento del diagnóstico.

¿QUÉ SIGNIFICA EL ESTADO DE PORTADOR CRÓNICO DE VHB?


Los portadores crónicos del VHB son pacientes con infección persistente por VHB, pero con niveles
de transaminasas (enzimas hepáticas) normales y carga viral (“cantidad de virus”) indetectable. El virus está como
“dormido”. Estos pacientes no tienen actividad de la enfermedad pero pueden transmitirla y pueden sufrir reactivación
del virus por diferentes motivos. Se diferencian dos subgrupos:

 Portadores inactivos: carga viral baja (mediante técnicas de PCR) y niveles de transaminasas normales.
 Portadores activos: carga viral detectable por cualquier técnica (incluso aquellas menos sensibles que la PCR) y
niveles de transaminasas elevados persistentemente o fluctuantes.
SÍNTOMAS DE LA HEPATITIS B AGUDA
Puede ser completamente asintomática y el paciente no percibir ningún cambio físico, descubriendo que ha pasado la
enfermedad cuando se realiza un control serológico a lo largo de la vida. Esta expresión clínica suele ser poco frecuente.

Cuando la infección es sintomática se suele desarrollar como una hepatitis colestasica o ictérica, habitualmente se
presentan tres períodos clínicos:

 En el primer período, llamado prodrómico, el paciente tiene síntomas parecidos a los de un cuadro gripal.
Durante esta fase puede notarse cansancio, dolor articular y muscular, fiebre, inapetencia, náuseas, vómitos y
dolor abdominal. Por ello, es muy difícil, por no decir imposible, realizar el diagnóstico en esta fase.

 Tras un período variable de tiempo que oscila entre 3 y 15 días, aparece una coloración amarilla de la piel y las
mucosas (la ictericia), junto con un color pardo oscuro, como el coñac, de la orina (coluria) y una
despigmentación de las heces (acolia). Frecuentemente aparece también prurito generalizado, que suele ser
más intenso en palma y plantas. En general la aparición de ictericia coincide con una mejora de los síntomas
pseudogripales anteriormente descritos. En esta fase es cuando se suele realizar el diagnóstico por lo llamativo
de esta coloración amarilla, que a veces puede llegar a ser muy intensa.
 Finalmente, en 2-6 semanas, desaparece progresivamente la ictericia y se inicia el llamado período de
recuperación. Durante este tiempo puede persistir la debilidad, que mejora paulatinamente; la recuperación
completa se alcanza entre 2 y 12 semanas.

La mayoría de las veces (en el 95% de los casos) el proceso evoluciona hacia la curación espontánea y se resuelve
completamente sin secuelas. Sin embargo, en algunos casos, por fortuna muy poco frecuentes, la inflamación del hígado
comporta la muerte o necrosis de la mayoría de las células hepáticas, por lo que el hígado deja prácticamente de
funcionar en pocas horas o días. Esta situación, conocida con el nombre de HA fulminante, puede producir la muerte del
enfermo a menos que se realice con urgencia un trasplante de hígado.

SÍNTOMAS DE LA HEPATITIS B CRÓNICA

La HC es una enfermedad que puede permanecer mucho tiempo sin un daño hepático relevante, estando el paciente
con los síntomas anteriormente referidos. Pero si la inflamación y el daño hepático es importante, el tejido dañado
intenta repararse mediante su sustitución por tejido fibroso (fibrosis) similar a lo que ocurre con una cicatriz en la piel.
Cuando esta fibrosis es muy importante la función del hígado va deteriorándose hasta la instauración de una cirrosis.
El tiempo en que se produce la progresión de HC a cirrosis, es muy variable, en unos pacientes no ocurre en toda su vida,
mientras que en otros se produce de forma más rápida, en 10-20 años. La tasa de evolución de HC a cirrosis es del 2 al
10% anual.
Es importante aconsejar a los pacientes con una HC por virus de la hepatitis B el seguimiento por un especialista en
enfermedades hepáticas, dado que el tratamiento de la HC puede evitar la progresión de la enfermedad hacia cirrosis.

Pruebas y exámenes
Una serie de exámenes de sangre llamados pruebas analíticas para la hepatitis viral se realizan cuando hay sospecha de
hepatitis. Pueden ayudar a detectar.
 Una nueva infección
 Una infección pasada que sigue activa
 Una infección pasada que ya no sigue activa
Los siguientes exámenes se realizan para buscar daño en el hígado si usted tiene hepatitis B crónica:
 Nivel de albúmina: mide la cantidad de albúmina en la sangre. La albúmina es una proteína producida por el
hígado, esta ayuda a mantener el líquido dentro del torrente sanguíneo sin que se filtre a otros tejidos. Los
niveles de albúmina bajos podrían indicar un problema del hígado o los riñones.
 Pruebas de la función hepática o Perfil hepático:
*La proteína total
*Las enzimas que se encuentran en el hígado: Incluyendo la alanina aminotransferasa, aspartato aminotransferasa,
fosfatasa alcalina y gamma-glutamil transpeptidasa
*La bilirrubina: Una sustancia de color amarillo que es parte de la bilis. Se forma cuando los glóbulos rojos se
descomponen. El exceso de bilirrubina en la sangre puede causar ictericia. También hay una prueba de orina para la
bilirrubina
 El tiempo de protrombina: Mide el tiempo que tarda en coagular la sangre. El hígado produce la protrombina

¿SE TRATA DE LA MISMA MANERA LA HEPATITIS AGUDA QUE LAS FORMAS CRÓNICAS?

A la hora de hablar del tratamiento de la hepatitis B, debemos diferenciar entre las formas agudas de esta
infección y las formas crónicas.

 Las hepatitis B AGUDAS, que son las más frecuentes, no tienen habitualmente un tratamiento específico y tan
solo precisa de un soporte sintomático, con adecuada hidratación y reposo. Hay algunos pacientes que
desarrollan formas muy graves de hepatitis agudas. Esto ocurre en un porcentaje muy bajo, pero en estos casos
está indicado hacer tratamiento con fármacos antivirales, es decir, unos medicamentos que tratan de disminuir
la cantidad de virus para conseguir una mejora evolución clínica.

 Las hepatitis B CRÓNICAS tienen una particularidad, y es que el virus de la hepatitis o mejor dicho una parte de
él (llamado ADNccc) queda incluido dentro del núcleo de los hepatocitos (las células del hígado) lo cual dificulta
mucho la posibilidad de conseguir una erradicación absoluta, que es necesario para poder conseguir la curación.
Es por ello que en la actualidad el tratamiento de las formas crónicas de la hepatitis B tiene como objetivo
mejorar la calidad de vida del paciente y evitar la progresión de la enfermedad a cirrosis y/o al desarrollo
de hepatocarcinoma (cáncer de hígado).

¿EN QUÉ CONSISTE EL TRATAMIENTO DE LA HEPATITIS CRÓNICA B?

En la actualidad se dispone de varios fármacos para el tratamiento de la hepatitis crónica B:

 Interferón: es el primer fármaco que se empleó en el tratamiento de la hepatitis B. En la actualidad se usa la


forma pegilada, que permite la administración del medicamento una vez a la semana. Este fármaco se
administra mediante inyecciones subcutáneas y suele acompañarse de frecuentes efectos secundarios. En
cualquier caso el interferón puede ser una buena alternativa de tratamiento y será su médico especialista el que
valore la idoneidad o no del mismo. Con este medicamento se puede conseguir la curación de la hepatitis
crónica hasta en un 4-6%. No tiene riesgo de desarrollar resistencias.
 Análogos de los nucleósidos/nucleótidos: a este grupo de fármacos pertenecen la lamivudina, adefovir,
telbivudina, entecavir y tenofovir. Estos dos últimos son los más potentes y todos ellos son medicamentos
antivirales que se toman por vía oral y cuyos efectos secundarios son menos frecuentes que con el interferón,
siendo mucho mejor tolerados.
PREVENCIÓN:
Los niños y las personas en alto riesgo de enfermar de hepatitis B deben recibir la vacuna contra el virus de la hepatitis
B.
 Los bebés deben recibir su primera dosis de la vacuna contra la hepatitis B al nacer. Deben recibir las 3 vacunas
de la serie a la edad de 6 a 18 meses.
 Los niños menores de 19 meses que no hayan sido vacunados deben recibir dosis "de recuperación".
 Los trabajadores de la salud y aquellos que conviven con alguien con hepatitis B deben recibir la vacuna.
 Los bebés nacidos de madres que tengan hepatitis B aguda o que hayan tenido la infección en el pasado deben
recibir una vacuna especial contra la hepatitis B dentro de las 12 horas posteriores al nacimiento.
 La vacuna o la inyección de inmunoglobulina contra la hepatitis B (IGHB) pueden ayudar a prevenir la infección si
usted la recibe dentro de las 24 horas posteriores al contacto con el virus.
 Evite compartir objetos personales, como cuchillas de afeitar o cepillos de dientes.
 NO comparta agujas para inyectarse drogas ni otros equipos de drogas (como pajillas para inhalar drogas).
 Limpie los derrames de sangre con una solución que contenga una parte de blanqueador casero por 9 partes de
agua.
 Tenga cuidado al hacerse tatuajes y perforaciones en el cuerpo.
El sexo seguro significa tomar medidas antes y durante el sexo que pueden evitar que usted quede infectado o que le
transmite una infección a su pareja.
LA HEPATITIS B NO SE CONTAGIA A TRAVÉS DE:
 besos o abrazos,
 compartir utensilios de cocina o vasos,
 tos o estornudos,
 lactancia materna.

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