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Reproducido con permiso de Editorial Concordia

Guía del maestro


ESCUELA BÍBLICA DE VACACIONES
PARA NIÑOS, JÓVENES, Y ADULTOS

1
,
BUSQUEDA SUBMARINA

Propiedad literaria © 2015 Editorial Concordia


3558 South Jefferson Avenue, Saint Louis, Missouri, 63118-3968 U.S.A.
1-877-450-8694 • editorial.cph.org

Derechos reservados. Con la excepción de las secciones reproducibles de este manual del evento, para uso congregacio-
nal, ninguna parte de esta publicación debe ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación, o transmitida en
alguna forma o por algún medio, electrónico, mecánico, fotográfico, grabado, o de otra forma, sin previo permiso escrito
de Editorial Concordia.

Los textos bíblicos usados en esta publicación son de la Biblia Dios habla hoy © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970,
1979, 1983.
Los textos bíblicos que aparecen en las interpretaciones y en los estudios bíblicos para adultos son de La Santa Biblia,
Reina Valera Contemporánea. © Sociedades Bíblicas Unidas, 2009, 2011. Usados con permiso.

Autoras: Laura Monzón de Abbattista y Verónica Lucrecia Sturtz de Brunz


Ilustraciones: Sandra Kevorkian y Leandro Fernández
Láminas bíblicas: Sandra Kevorkian
Asistente en diagramación: Pamela Prencesvalle
Asesoramiento teológico, interpretación de las lecciones, y estudios bíblicos para adultos: Rev. Roberto Bustamante
Dirección y edición: Rev. Héctor E. Hoppe

Intervinieron en la producción del disco compacto:


Relatora de las narraciones: Pamela Prencesvalle
Grabación de relatos: Luis Pablo Say
Coro “Fuente de Vida” de la Iglesia Evangélica Luterana Argentina de Bahía Blanca, Argentina.
Director: Germán Falcioni
Composición, bases, y grabación: Germán Falcioni

Editorial Concordia es la división hispana de Concordia Publishing House.


Impreso en Colombia

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Reproducido con permiso de Editorial Concordia

CONTENIDO

Esquema .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4

Presentación .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

Historia en capítulos .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

Historias bíblicas .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20

Lección 1 .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25

Lección 2 .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31

Lección 3.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

Lección 4 .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50

Lección 5 .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56

Estudios bíblicos para adultos.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66

Celebración de clausura.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76

Canciones.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78

Reproducibles.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88

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BUSQUEDA SUBMARINA

LECCIÓN TEMA OBJETIVO HISTORIA

Que el participante
11 DIOS PROVEE
LA VIDA
reconozca que toda
su existencia viene del LA CREACIÓN
Padre de Jesucristo

Que el participante
2 ADÁN ES PUESTO
2 DIOS PROVEE
UN HÁBITAT
acepte con alegría el
lugar en el que Dios lo EN EL JARDÍN DE
pone EDÉN

3
3 DIOS PROVEE
EL SALVADOR
Que el participante se
regocije en el regalo del
Salvador
EL NACIMIENTO
DE JESÚS

DIOS PROVEE Que el participante JESÚS Y


44 UNA NUEVA disfrute de la nueva
vida que Cristo le da
LA MUJER
VIDA SAMARITANA

DIOS PROVEE

5 UN CIELO Que el participante se LA NUEVA


regocije en la nueva
NUEVO Y UNA JERUSALÉN
5 TIERRA NUEVA
vida que se acerca.

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Reproducido con permiso de Editorial Concordia

BASE VERSÍCULO PARA CANCIÓN


BÍBLICA MEMORIZAR

¡Y Dios vio que todo lo que


Génesis 1:1-2:4a había hecho estaba muy bien! Alegría de vivir
Génesis 1:31a (Dhh)

Es Dios quien nos ha hecho; él


nos ha creado en Cristo Jesús
para que hagamos buenas
Génesis 2:4b-25 obras, siguiendo el camino El lugar donde vivo
que él nos había preparado de
antemano.
Efesios 2:10 (Dhh)

Esto es muy cierto, y todos


deben creerlo: que Cristo
Jesús vino al mundo para Promesa cumplida
Lucas 2:1-20 salvar a los pecadores, de los Alabanzas a Dios
cuales yo soy el primero.
1 Timoteo 1:15 (Dhh)

El que tenga sed, y quiera,


venga y tome del agua de la Agua de vida
Juan 4:1-42 vida sin que le cueste nada. Alegría en la nueva vida
Apocalipsis 22:17b (Dhh)

Pero nosotros esperamos el


cielo nuevo y la tierra nueva Cielo y tierra nueva
Apocalipsis que Dios ha prometido, en
21:9-22:5 los cuales todo será justo y La nueva Jerusalén
bueno. 2 Pedro 3:13 (Dhh)

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PRESENTACIÓN

aestro:
Estimado m s como
e n s e ñ a a cerca de Dio s y te-
Esta EBV somo
d e to do cuanto ue
prov e e d o r
n ta d a e n un gran parq n
bie rá
nemos. Am participantes encontra -
o , lo s n a tu ra
acuátic ó lo s e revela en la idas, a
n o s ropias v
que Dios ién en sus p
s in o ta m b
leza
Palabra.
través de su

¿Por qué realizar una escuela bíblica de vacaciones?


• Porque involucra a toda la congregación en un programa evangelístico.
• Porque es una valiosa herramienta misionera.
• Porque se crece en la Palabra y da oportunidad de testificar acerca del Salvador.
• Porque la iglesia se abre a la comunidad.
• Porque es en vacaciones, cuando en general, se dispone de mayor tiempo libre.
¿Cómo prepararse?
Reúna voluntarios dispuestos a colaborar en las diferentes tareas; entre otras:
• Acondicionamiento del lugar.
• Distribución de invitaciones.
• Preparación de materiales.
• Decoración.

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BUSQUEDA SUBMARINA

Comparta con el grupo de maestros las indicaciones generales en cuanto al uso del material.
Recuerde que es muy importante que se interioricen de los lineamientos teológicos, contenidos
y desarrollo de cada clase, con anticipación. Por ejemplo, en algunas congregaciones todos los
maestros y voluntarios realizan la EVB a modo de práctica cubriendo de este modo la mayoría
de las eventualidades.
Búsqueda Submarina es un material de escuela bíblica de vacaciones sencillo de usar, para
5 días de 2 horas de duración aproximadamente, sin incluir el tiempo de la merienda. El ma-
terial es flexible para poder usarse en días consecutivos o alternados. De ser necesario puede
reducirse a 3 días, eligiendo las lecciones que crea más convenientes. Aconsejamos no suprimir
capítulos introductorios ya que se perderán detalles de la historia.

¿Cómo organizar cada día?


Cada día tendrá los siguientes momentos:

• Bienvenida, oración y alabanza,


20 minutos
• Relato de la historia, 15 minutos.
• División en grupos por edades y
desarrollo de la clase, 1 hora 15
minutos.

Para tener en cuenta


• Lea atentamente antes de cada clase las indicaciones de este libro del maestro.
• Comience cada día reuniendo a todo el grupo. Indique la fecha del día en el panel de
asistencia (reproducibles p 95).
• Dedique un tiempo para la oración, atendiendo los motivos de los participantes, y el
canto. Lea a continuación la historia por capítulos, uno para cada día.
• Sugerimos que la lectura la realice un maestro o un adolescente que forme parte del
programa. También puede usar el disco compacto con la historia grabada.
• Divida a los participantes, niños y adolescentes, en cuatro grupos, según las edades para
continuar con las actividades sugeridas. Recuerde tener una Biblia siempre a mano para
que los participantes vean que las historias están tomadas de la palabra de Dios.

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Este material está preparado para 4 niveles:

• Grupo 1: de 3 a 6 años
aproximadamente
• Grupo 2: de 7 a 10 años
aproximadamente
• Grupo 3: de 11 a 14 años
aproximadamente
• Adultos

Panel de Asistencia:
Para los participantes es muy interesante marcar su asistencia cada día y hacer saber que estu-
vieron presentes. El panel de asistencia es, en ese sentido, una herramienta útil, pues permite
que los mismos participantes (según su edad, serán ayudados por su maestro) marquen su pre-
sencia.
Para esta EBV el registro de asistencia constará de un pez para cada participante (reproducibles
pp 95-96) y cada día se colocará cerca del pez una burbuja (reproducibles pp 95-96). Los peces se
pegarán sobre un papel afiche color celeste o azul, imitando el mar. Los peces están en blanco,
sugerimos que el maestro pinte los peces con muchos colores vívidos. Los peces llevarán escrito
el nombre de los participantes. En las burbujas se escribirá: día 1, día 2, según corresponda.

Materiales reproducibles que encontrará al final de esta


guía:
• Tarjetas de invitación para repartir entre los niños y adolescentes de la iglesia y del barrio.
• Certificados de participación para entregar el último día.
• Imágenes reproducibles para utilizar según se indique cada día.
• Lineamientos para la celebración de clausura de la EBV junto con la congregación.
• Canciones inéditas para niños con sus letras y partituras.
• Estudios bíblicos para adultos.

Otros materiales que necesitará:


• Un reproductor de discos compactos, biblias, pizarrones, tizas, telas, etc. Al leer las lecciones
encontrará la lista de materiales específicos para cada clase.
Resumen de la historia
La familia Vargas, está de vacaciones en un parque acuático. Paula, una de sus hijas, no está
contenta con esta excursión. Pero Paula encontrará en este paseo un aprendizaje único con res-
pecto a su vida.

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BUSQUEDA SUBMARINA

Ambientación
La ambientación para esta EBV simulará un mar. Colocar en las paredes papeles afiche en dife-
rentes tonos de azul y celeste. El papel se cortará en franjas con ondas y los papeles se pegarán
intercaladamente. Sobre los afiches pegar peces de colores (ver modelos en reproducibles p 89).
También colgar peces desde el techo, a diferentes alturas. Para colgar los peces del techo utilizar
tanza y cinta adhesiva de papel o transparente.
Sobre el piso colocar, en lugares que no molesten, rocas marinas realizadas con papel de diario
abollado y pintado de diferentes colores. Con papel barrilete verde, simular musgos y algas.

Accesorio opcional para la ambientación:


Por último, preparar para cada participante unas antiparras, utilizar el modelo de reproducibles
p 90:
• Calar la parte interna de las antiparras.
• Endurecer el borde de las antiparras con cartón.
• Colocar en el espacio hueco de las antiparras, papel celofán azul.
• En el borde de las antiparras realizar una perforación y anudar hilo o elástico, para sujetar las
antiparras a la cabeza de cada participante. (En el modelo hay una marca donde se sugiere
colocar el hilo).

Entregar las antiparras antes de cada capítulo. Los participantes escucharán la historia con las
antiparras colocadas. Así parecerá que están debajo del mar durante la narración de la historia.

stro:
Querido mae ad para
re g a la d o u na oportunid nes ya
Dios le ha a
n quie
labra tanto co nes aún no
p a rt ir su P
com quie
s como con le
son creyente s como su Salvador. Dios e
a J e sú amor. Pa rt ic ip
conocen
ga la ta m b ié n el don de su ando en la pa-
re
con gozo busc -
junto a otros s aquello que él quiere co
labra de D io
municarnos.

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Historia en capítulos

Introducción

La familia Vargas vivía en una ciudad llena de edificios, casas y vehículos. Era la quinta vez que la
familia Vargas visitaba el acuario, pasando allí, varios días. En realidad, era más que un acuario.
La familia Vargas visitaba, cada año desde hacía ya cinco años, el parque acuático Aguas Azules,
famoso por sus juegos, toboganes y piscinas.
El parque acuático de diversiones Aguas Azules era conocido por sus altos toboganes y piscinas
de aguas claras y cálidas. Estaba ubicado cerca de unas hermosas playas. Dentro del parque
había también un acuario, donde se mostraban muchísimas variedades de animales marinos.
Tortugas, focas, ballenas, peces de agua fría, peces de aguas tropicales y pequeños peces de
colores eran los habitantes marinos más visitados.
Los colores más variados y las formas más raras se paseaban por los estanques del acuario.
La familia Vargas estaba integrada por Mateo, el papá, Marlen, la mamá, Miguel, el hermano ma-
yor, Paula, la niña de la casa, y Marcos, el pequeño. La familia Vargas conoció el parque y quedó
maravillada.
Pero no todos los integrantes de la familia Vargas estaban felices. Paula no estaba para nada
contenta. ¿Por qué? Porque a Paula le gustaba conocer lugares nuevos, conocer cosas nuevas…
Paula quería aprender.

Capítulo 1

La vida que viene de Dios


—Paula, ¿qué es lo que te sucede? ¿No te gusta el paseo?— preguntó Marlen, la mamá.
—¡Es que no sé porque ustedes están tan felices! ¡Aquí no hay nada nuevo!
—¡No has mirado bien, Paula!— señaló la mamá. —¡En los estanques pequeños hay nuevos pe-
ces de colores!
—¡Quiero ver cosas nuevas! ¡Otros lugares!— insistió Paula.
—¿Puedo recorrer el parque yo sola?— se animó a preguntar Paula.
Papá Mateo y mamá Marlen razonaron por unos minutos el pedido de Paula y resolvieron:

11
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BUSQUEDA SUBMARINA

—Puedes pasear por el parque acompañada por Miguel— dijeron.


Miguel y Paula peleaban gran parte del tiempo, como muchos hermanos. Pero Paula aceptó
la propuesta. Miguel, como la mayoría de los hermanos mayores, se sintió responsable por su
hermanita y prometió cuidarla.
—Nos reuniremos al atardecer— agregó Marlen, mientras los muchachos se alejaban a toda pri-
sa. Los papás de los chicos sabían que el parque contaba con seguridad, por eso se sintieron
tranquilos al dejarlos explorar solos.
—¿A dónde vamos?— preguntó Miguel.
—¡Quiero saber de dónde vienen estos peces!— respondió Paula.
—¿Qué dices, Paula? ¡Por supuesto que los peces viven en los ríos o en el mar! Aquí en el parque
tienen un lugar más hermoso para vivir, ¿no te parece?
—No, Miguel, ¡yo creo que debe haber lugares mucho más hermosos que este parque!
—Bueno, pero no quiero líos— dijo Miguel, mostrando que era el hermano mayor.
Comenzaron a caminar por los pasillos que separaban los estanques y que tantas veces habían
recorrido. De repente Paula se fija en un pequeño niño, que parecía conocer todos los estan-
ques. Paula le indica a Miguel, con una seña, que seguirán al niño que va delante.
—¿El niño de la camisa amarilla?— pregunta Miguel. Y Paula asiente con la cabeza.
El niño con la camisa amarilla camina rápidamente como si supiera que lo siguen. En pocos mi-
nutos atraviesa el parque y toma un ancho sendero de piedras que los chicos nunca habían re-
corrido. Desde este sendero pueden verse las escalinatas que los cuidadores del parque utilizan
para llegar a los estanques y alimentar a los peces. ¡Paula está fascinada! Miguel preocupado.
Paula está convencida que están siguiendo el camino correcto. El ancho camino de piedras deja
atrás los grandes estanques de peces y se angosta adentrándose en lo que parece ser una selva.
Paula queda maravillada con lo que ve a su paso.
—¡Qué pena!— dijo Paula, interrumpiendo el silencio que acompañaba a los hermanos.
—¡No tengo nada para anotar los datos del camino!
Miguel, con gesto de superación, saca de su bolsillo un pequeño anotador y un lápiz y lo entrega
a Paula mientras dice: —¡Por eso soy el hermano mayor!
Paula comienza a anotar los datos del camino y cómo lo encontraron. Al mirar hacia adelante
exclama con sorpresa:
—¡Perdimos al niño de la camisa amarilla!
El sendero de piedras se convirtió en un colchón de hojas verdes que cubrían todo el suelo. Por
todos lados había verde. Todos los verdes imaginables. Las voces de muchos turistas se cambia-
ron por los cantos de muchos pájaros. Miguel comenzó a observar todo el paisaje.
—¡Esto es hermoso! — dijo, sorprendido.
—Miguel ¡perdimos al niño de la camisa amarilla!— repitió Paula.
En ese mismo momento desde unos de los árboles más pequeños salta un pequeño niño.
—¿Me buscaban? ¿Por qué me siguen?— dijo, y siguió hablando: —Me llamo Ramón.
—¡Hola! ¡Yo soy Paula y él es mi hermano Miguel!

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Reproducido con permiso de Editorial Concordia

—¡Mucho gusto!— dijo Ramón. —¿Se perdieron?— preguntó Ramón, queriendo saber sobre
ellos.
Paula se acercó, lentamente para no asustarlo.
—¡Quiero conocer cosas nuevas!— Le dijo Paula.
—Este año el parque inauguró un nuevo estanque…— mientras Ramón explicaba, Paula inte-
rrumpe.
—¡Noooooooooo! ¡Quiero conocer cosas que no estén en este parque! ¿Sabes de dónde vienen
los peces que viven aquí?
—¡Sí, claro! ¡Síganme!— indicó Ramón, que casi comenzaba a correr.
La cerrada selva se abrió paso hacia una radiante luz que dejó ver un brillante mar azul. Arena
dorada bajo los pies. A la derecha, una casita con ventanas abiertas y cortinas que entraban y
salían según llegaba o se iba el aire de la playa. Paula quedó paralizada, viendo todo a la vez que
Ramón corría hacia la casita. Desde la casa se acercaba un hombre alto, con rostro conocido.
Tomó a Ramón entre sus brazos, con gesto cariñoso.
—¡Vengan!— grito el niño de la camisa amarilla, desde los grandes brazos que lo cobijaban.
Paula y Miguel corrieron también, al reconocer al hombre: —¡Es Don Eduardo!
Don Eduardo era el guarda parques que se ocupaba del cuidado de los animales y los estan-
ques. Paula ya había conversado con él años anteriores.
—¿Qué hacen por estos lugares?— preguntó Don Eduardo. —¿Sigues con tus investigaciones,
Paula?
—¡Sí! Don Eduardo. Quiero ver de dónde vienen las especies de peces que hay en el parque.
Miguel seguía con atención la conversación.
—Bien, ¿están preparados para un paseo?— preguntó Don Eduardo.
—¡SÍ! — exclamaron encantados los muchachos.
Se dirigieron hacia una pequeña lancha a motor. Mientras abordaban; Ramón repartió anti-
parras y patas de rana. Paula se los colocó como si fuera una experta. Miguel siguió a Paula.
La lanchita, al mando de Don Eduardo, se adentró en los arrecifes. Las suaves olas los mecía. El
cielo despejado, con el sol como testigo, acompañaba la aventura.
—¿Iremos mar adentro, verdad?— irrumpió ansiosa Paula.
—¡Espera, Paula! Ten paciencia—, contestó Don Eduardo.
A unos cuantos metros de la costa el motor de la lancha se detuvo. Los corazones comenzaron
a latir con más fuerza. Don Eduardo se acomodó las antiparras y se zambulló en las cristalinas
aguas. Asomó la cabeza fuera del agua sostenido por sus brazos en el costado de la lancha y
mirando a todos, explicó: —¡Al bajar al agua, tengan cuidado!
—¡Usen el snorkel y las antiparras y no se separen!
Don Eduardo también explicó las señas que usarían en caso de emergencia. Los oídos se cerra-
ron y sellaron con el sonido que se oye sólo bajo el mar. Al abrir los ojos, bajo el agua, el paisaje
era maravilloso. Varios peces de colores acompañaron a los visitantes. Los corales con su mo-
vimiento ondulante, parecían bailar de contentos, anunciando la llegada de los extraños. Una
pequeña manta raya se paseaba, como inspeccionando. Varios caracoles salieron desde sus

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BUSQUEDA SUBMARINA

escondites, curioseando.
Paula giraba hacia un lado y hacia otro no queriendo perderse nada. Miguel estaba extasiado.
Nadaron por varios minutos hasta que Don Eduardo indicó con su mano que debían subir a la
superficie. Ya en la lancha, Paula no dejaba de repetir:
—¡Yo sabía que existía otro mundo más asombroso!
En la playa, se sentaron cerca del mar que iba y venía. Miguel y Ramón descansaban recostados
en la arena, Paula jugaba con sus manos en la arena, mientras Don Eduardo decía:
—Todo lo que vimos fue creado por Dios, nuestro Padre. Él dio la vida, y la conserva hasta el día
de hoy.

Capítulo 2

Un lugar para cada uno


Aquella tarde Paula tenía la cara radiante de felicidad. Su mamá y su papá lo notaron.
Al amanecer del segundo día, Paula y Miguel se apresuraron para llegar a la casa de Don
Eduardo y se sentaron a esperarlo bajo la sombra de unas palmeras c erc anas a la c asa.
Ramón llegó más tarde con un mensaje: —Don Eduardo nos espera cerca de la orilla pasando
las rocas— y señaló hacia la izquierda de la casa.
Caminaron presurosos. La arena hacía pesados sus pasos. A medida que se acercaban a la costa
las olas brindaban su canto marino. Paula se animó a decir: —¿No es hermoso el sonido de las
olas?
Miguel, que no había dicho nada hasta el momento, miró a Paula y le sonrió.
—¡Me encanta este lugar, Paula! ¡Gracias por traerme!
A lo lejos, Don Eduardo los saluda y les señala el lugar dónde los espera.
—¡Buenos días a todos!— saludó a la distancia Don Eduardo.
Extendiendo su mano hacia ellos les entregó las antiparras, los snorkel, y las patas de rana. Mien-
tras ellos se colocaban los accesorios, Don Eduardo les comentaba qué lugar conocerían.
—¡Bucearemos por los arrecifes! Los arrecifes son poco profundos. Es el espacio que Dios creó
para que habitaran los peces, los corales, los caracoles de mar, y varios moluscos.
—¡No se separen!— agregó Don Eduardo.
Paula observó que Don Eduardo llevaba, colgada de su pecho, una cámara fotográfica, y pre-
guntó para qué era. Entregando la cámara a Paula, Don Eduardo le dijo: —Es para tu investiga-
ción, para que puedas mostrar tus descubrimientos al resto de tu familia.
Paula agradeció emocionada. Caminaron adentrándose en el mar, cuando el agua apenas pasa-
ba la cintura, Don Eduardo ordenó sumergirse. Las suaves olas escoltaban la entrada del equipo
de conquistadores del mar. Una vez debajo del agua se encontraron con especies que no habían
visto el día anterior. Miguel y Ramón nadaban delante, y Paula, detrás, tomaba fotografías de

14
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BUSQUEDA SUBMARINA

Historias bíblicas

Día 1: La creación
Génesis 1 (Dhh)
1
En el comienzo de todo, Dios creó el cielo y la tierra. 2La tierra no tenía entonces ninguna forma;
todo era un mar profundo cubierto de oscuridad, y el espíritu de Dios se movía sobre el agua.
3
Entonces Dios dijo: «¡Que haya luz!» Y hubo luz. 4 Al ver Dios que la luz era buena, la separó de
la oscuridad 5 y la llamó «día», y a la oscuridad la llamó «noche». De este modo se completó el
primer día. 6 Después Dios dijo: «Que haya una bóveda que separe las aguas, para que estas que-
den separadas.» Y así fue. 7 Dios hizo una bóveda que separó las aguas: una parte de ellas quedó
debajo de la bóveda, y otra parte quedó arriba. 8 A la bóveda la llamó «cielo». De este modo se
completó el segundo día.
9
Entonces Dios dijo: «Que el agua que está debajo del cielo se junte en un solo lugar, para que
aparezca lo seco.» Y así fue. 10 A la parte seca Dios la llamó «tierra», y al agua que se había juntado
la llamó «mar». Al ver Dios que todo estaba bien, 11 dijo: «Que produzca la tierra toda clase de
plantas: hierbas que den semilla y árboles que den fruto.» Y así fue. 12 La tierra produjo toda clase
de plantas: hierbas que dan semilla y árboles que dan fruto. Y Dios vio que todo estaba bien. 13
De este modo se completó el tercer día.
Entonces Dios dijo: «Que haya luces en la bóveda celeste, que alumbren la tierra y separen
14-15

el día de la noche, y que sirvan también para señalar los días, los años y las fechas especiales.»
Y así fue. 16 Dios hizo las dos luces: la grande para alumbrar de día y la pequeña para alumbrar
de noche. También hizo las estrellas. 17 Dios puso las luces en la bóveda celeste para alumbrar
la tierra 18 de día y de noche, y para separar la luz de la oscuridad, y vio que todo estaba bien.
19
De este modo se completó el cuarto día.
20
Luego Dios dijo: «Que produzca el agua toda clase de animales, y que haya también aves que
vuelen sobre la tierra.» Y así fue. 21 Dios creó los grandes monstruos del mar, y todos los anima-
les que el agua produce y que viven en ella, y todas las aves. Al ver Dios que así estaba bien,
22
bendijo con estas palabras a los animales que había hecho: «Que tengan muchas crías y llenen
los mares, y que haya muchas aves en el mundo.» 23 De este modo se completó el quinto día.
Entonces Dios dijo: «Que produzca la tierra toda clase de animales: domésticos y salvajes, y los
24

que se arrastran por el suelo.» Y así fue. 25 Dios hizo estos animales y vio que todo estaba bien.
26
Entonces dijo: «Ahora hagamos al hombre a nuestra imagen. Él tendrá poder sobre los peces,
las aves, los animales domésticos y los salvajes, y sobre los que se arrastran por el suelo.»
27
Cuando Dios creó al hombre, lo creó a su imagen; varón y mujer los creó, 28 y les dio su bendi-
ción: «Tengan muchos, muchos hijos; llenen el mundo y gobiérnenlo; dominen a los peces y a las
aves, y a todos los animales que se arrastran.»
29
Después les dijo: «Miren, a ustedes les doy todas las plantas de la tierra que producen semilla, y
todos los árboles que dan fruto. Todo eso les servirá de alimento. 30 Pero a los animales salvajes,
a los que se arrastran por el suelo y a las aves, les doy la hierba como alimento.» Así fue, 31 y Dios
vio que todo lo que había hecho estaba muy bien. De este modo se completó el sexto día.

20
Reproducido con permiso de Editorial Concordia

Génesis 2:1-4a (Dhh)


1
El cielo y la tierra, y todo lo que hay en ellos, quedaron terminados. 2 El séptimo día terminó
Dios lo que había hecho, y descansó. 3 Entonces bendijo el séptimo día y lo declaró día sagrado,
porque en ese día descansó de todo su trabajo de creación. 4 Ésta es la historia de la creación del
cielo y de la tierra.

Día 2: Adán es puesto en el jardín de Edén


Génesis 2:4b-25 (Dhh)
4
Cuando Dios el Señor hizo el cielo y la tierra, 5 aún no había plantas ni había brotado la hierba,
porque Dios el Señor todavía no había hecho llover sobre la tierra, ni había nadie que la traba-
jara. 6 Sin embargo, de la tierra salía agua que regaba todo el terreno. 7 Entonces Dios el Señor
formó al hombre de la tierra misma, y sopló en su nariz y le dio vida. Así el hombre se convirtió
en un ser viviente.
8
Después Dios el Señor plantó un jardín en la región de Edén, en el oriente, y puso allí al hombre
que había formado. 9 Hizo crecer también toda clase de árboles hermosos que daban fruto bue-
no para comer. En medio del jardín puso también el árbol de la vida y el árbol del conocimiento
del bien y del mal.
10
En Edén nacía un río que regaba el jardín, y que de allí se dividía en cuatro. 11 El primero se lla-
maba Pisón, que es el que da vuelta por toda la región de Havilá, donde hay oro. 12 El oro de esa
región es fino, y también hay resina fina y piedra de ónice. 13 El segundo río se llamaba Guihón,
y es el que da vuelta por toda la región de Cus. 14 El tercero era el río Tigris, que es el que pasa al
oriente de Asiria. Y el cuarto era el río Éufrates.
15
Cuando Dios el Señor puso al hombre en el jardín de Edén para que lo cultivara y lo cuidara, 16
le dio esta orden: «Puedes comer del fruto de todos los árboles del jardín, 17 menos del árbol del
bien y del mal. No comas del fruto de ese árbol, porque si lo comes, ciertamente morirás.»
18
Luego, Dios el Señor dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Le voy a hacer alguien que
sea una ayuda adecuada para él.» 19-20 Y Dios el Señor formó de la tierra todos los animales y to-
das las aves, y se los llevó al hombre para que les pusiera nombre. El hombre les puso nombre
a todos los animales domésticos, a todas las aves y a todos los animales salvajes, y ese nombre
se les quedó. Sin embargo, ninguno de ellos resultó ser la ayuda adecuada para él. 21 Entonces
Dios el Señor hizo caer al hombre en un sueño profundo y, mientras dormía, le sacó una de las
costillas y le cerró otra vez la carne. 22 De esa costilla Dios el Señor hizo una mujer, y se la presentó
al hombre, 23 el cual, al verla, dijo: «¡Ésta sí que es de mi propia carne y de mis propios huesos! Se
va a llamar “mujer”, porque Dios la sacó del hombre.» 24 Por eso el hombre deja a su padre y a su
madre para unirse a su esposa, y los dos llegan a ser como una sola persona.
Tanto el hombre como su mujer estaban desnudos, pero ninguno de los dos sentía vergüenza
25

de estar así.

21
Reproducido con permiso de Editorial Concordia

Lección 1

DIOS PROVEE LA VIDA


Tema: Dios me provee la vida y la salvación.
Objetivo: Que el participante reconozca que toda su existencia viene del Padre de Jesucristo.
Historia: La creación.
Base bíblica: Génesis 1:1-2:4a.

Interpretación

El relato de los “orígenes de los cielos y la tierra” (2:4) no es un cuento de hadas con el que el
pueblo de Israel atribuye a su Dios (Yahvé) toda esta obra increíble a fin de exaltarlo sobre los
dioses de los pueblos vecinos y contrincantes (tenidos por capaces de ayudar con las cosechas,
pero no de crear la tierra, las plantas y los ciclos del año). Tampoco es un cuento de hadas que
esta tribu perdida en el desierto inventa para ubicarse en tiempo y espacio a fin de darle un
sentido a una realidad carente de sentido. Ambos intentos hubiesen significado que Israel contó
esta historia por estar perdido frente a las otras naciones y sus dioses o frente a la realidad y al
mundo que habitamos.
Esta historia no fue inventada por el pueblo de Israel. Israel la recibió por medio de Moisés de
parte de Dios mismo (Éxodo 33:11). El Dios que cuenta la historia es un Dios veraz, que dice lo
que es y hace que exista lo que él dice (Salmo 119:160; Romanos 4:17). Dios nos cuenta la historia
de cómo creó todo con el propósito de que recibamos de su mano lo que él nos da y para que
reconozcamos que lo que él nos da no es algo limitado, sino que es todo.
Dios no solamente es capaz de afectar al orden de la creación a nuestro favor (moviendo los
ciclos del año y ayudando para que la tierra produzca frutos). Dios en verdad crea, sostiene y
hace productivo al orden de la creación a favor de todas sus criaturas. Es precisamente de esto
que nos habla la narrativa de los siete días: en los tres primeros (1:3-10), Dios crea y organiza los
espacios de la creación en términos de luz y tinieblas (primer día), arriba del cielo y debajo del
cielo (segundo día), tierra seca y mares (tercer día). En los siguientes días, Dios utiliza esos es-
pacios como instrumentos para producir sus criaturas: vegetales (tercer día, 1:11-13), lumbreras
(cuarto día, 1:14-19), aves y peces (quinto día, 1:20-23), animales terrestres (sexto día, 1:24-25) y
seres humanos (sexto día, 1:26-31). Todo (lo que somos, lo que tenemos, lo que nos rodea) es re-
galo del Creador, que produce el universo entero, como así también cuida esa pequeña plantita
“insignificante”; que nos da una fruta o una mascota; que nos da lo primordial para la vida; que
“programa” las condiciones para que las cosas funcionen bien, pero al mismo tiempo está pre-
sente con su bendición (1:22, 28), dando el milagro de la vida y la productividad a cada criatura.
Que Dios mismo nos cuente esta historia también responde a que estamos perdidos. Él nos
relata esta historia para que abramos los ojos a nuestra realidad: no viviríamos ni un segundo a
menos que Dios, que tiene vida en sí mismo, nos la comparta (Salmo 104:27-30; Juan 1:2-3; 5:26;
Hebreos 1:2-3). Con todo, nos creemos capaces de controlar nuestra existencia; creemos no ne-

25
,
BUSQUEDA SUBMARINA

cesitar a Dios, pensamos que somos dioses (Génesis 3:3-6; 11:4). Pero el Padre creador muestra
su bondad inmensa no solamente en que él nos sigue sosteniendo con sus dones a pesar de que
nos hemos separado de él, nuestra fuente de vida (Mateo 5:45); él muestra su bondad sin límites
en que cuando éramos sus enemigos, se reconcilió con nosotros, y nos recoge en su seno pater-
nal por medio de Cristo Jesús, en quien ahora tenemos vida en abundancia (Juan 10:10) y vida
eterna (Juan 3:16; Romanos 6:23).

Aspectos de nuestra vida que pueden estar relacionados con la lección:


La necedad de la soberbia humana se manifiesta de múltiples formas. No solamente con ex-
presiones extremas, como la de aquellos que reniegan abiertamente de Dios, sino también con
cosas que nos son muy propias: pensar que la vida y las cosas que nos rodean son algo ordinario,
son hechos comunes y corrientes, efectos lógicos de las leyes con las que funciona el universo
o producto de la casualidad o de nuestros propios esfuerzos y capacidades. Detrás y por medio
de toda la creación (desde lo más inmenso e increíble hasta lo más pequeño y cotidiano) está
la mano del Creador que se da así mismo junto con todos sus dones; y que, aún más, se volvió
nuestro Redentor en Cristo para darnos sus dones sin límite.

Lección 1 Nivel 1

¿Qué necesito?
• Lámina correspondiente a esta lección. (La creación).
• Biblias.
• Recipiente de gran tamaño (plástico o de cualquier material), pequeños juguetes (animalitos,
plantas, personas), toallas de papel o tela.
• Témperas y pinceles, bandejas descartables plásticas o de polietileno expandido (telgopor).
• Papel afiche blanco.
• Las letras necesarias de reproducibles (pp 114-115) como moldes.

Dinámica:
Reúna al grupo de niños alrededor del recipiente lleno de agua. Diga a los niños que usarán el
agua para transformar algunos elementos que usted trajo. Muestre a los niños presentes los ju-
guetes que ha traído a la clase. Si hay animales de diferentes especies, nómbreselas a los niños.
Comience usted, tomando uno de los juguetes y al meterlo al agua diga que lo transformará en…:
por ejemplo, si tiene en la mano un león diga que lo transformará en un árbol. Repita esta acción
dos veces y luego permita que los niños intenten la transformación. Será importante escuchar a
cada niño diciendo en qué elemento quiere transformar su juguete. Por supuesto que no suce-
derá nada. Después de varios intentos, pregunte a los participantes cómo creen que aparecieron
los animales, las plantas o las personas en el mundo. Pregunte cómo creen que existe el mundo.

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Reproducido con permiso de Editorial Concordia

Lección bíblica:
Abra su Biblia en Génesis 1:1-2:4(a). Con la Biblia abierta comparta:
El mundo y todas las cosas que hay en él, existen porque Dios lo creó. Dios creó el cielo y la tierra
y el mar. Creó la luz y la oscuridad. Creó el agua y lo seco. Creó las plantas, las semillas, los árbo-
les. Y los árboles dan frutos y la tierra produce todo tipo de hierbas.
Dios creó también las luces que están en el cielo para alumbrar el día y la noche: el sol, la luna y
las estrellas. Y Dios vio que todo era bueno.
Dios creó los animales que están en el agua, los grandes y los pequeños. También creó las aves
que están en el cielo. Creó también los animales grandes y pequeños que habitan la tierra, los
domésticos y los salvajes y los que se arrastran por el suelo. Dios vio que estaba todo bien.
Dios también creó al hombre y a la mujer. Dios creó el hombre y a la mujer a su imagen y los
bendijo para que tengan muchos hijos. Cuando todo quedó terminado, Dios descansó. Dios creó
todo el mundo y lo que en él existe en seis días y el séptimo día descansó. Dios declaró sagrado
al día en el que descansó.
Previamente a la clase pegue con cola vinílica dos o tres papeles afiche entre sí, para hacer un
cartel grande, según la cantidad de alumnos. Utilice las letras, del sector de reproducibles, como
moldes ampliados. Calque las letras del pasaje bíblico en el centro de los papeles.
A continuación coloque pintura (témperas) en las bandejas descartables, un color por bandeja.
Pida a los niños que se descalcen. Los niños apoyarán el pie en la bandeja y lo sellarán sobre el
papel afiche, rodeando el texto bíblico. También se puede pintar la planta del pie de los niños
con rodillo. Colocar el afiche terminado en un lugar visible. Cada pie puede tener un color dife-
rente, para que las letras queden más coloridas.

Versículo para memorizar:


Y Dios vio que todo lo que había hecho estaba muy bien. Génesis 1:31

Oración:
Señor, nuestro Padre Dios, te damos gracias porque nos has creado y nos diste vida. Gracias
por cuidar de esa vida y darnos todo lo que necesitamos. Te pedimos que nos ayudes a com-
partir tu amor con aquellos que no te conocen. En el nombre de tu Hijo Jesús. Amén.

Continúen con las hojas del alumno.

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,
BUSQUEDA SUBMARINA

Lección 1 Nivel 2

¿Qué necesito?
• Lámina correspondiente a esta lección. (La creación).
• Biblias.
• Mesa o banco.
• Elementos sugeridos para la dinámica de inicio:
1. Huevo
2. Planta pequeña en maceta
3. Un alumno o voluntario
4. Un pañuelo o trozo de tela (en lo posible negro)
• Una hoja oficio por alumno.
• Fibras, fibrones, y lápices de colores.
• Dos o tres papeles afiches de color, cola vinílica.
• Las letras del pasaje bíblico (usar ABC de reproducibles pp 114-115).

Dinámica:
Reúna al grupo de niños alrededor de la mesa o banco. Tenga listos (cerca de usted) los elemen-
tos sugeridos anteriormente.
Coloque los elementos: huevo, planta, y voluntario a la vista de los alumnos. Pregunte a los
niños si esos elementos les resultan conocidos. Permita que mencionen sus nombres. Dirigién-
dose al grupo diga que usted intentará modificar el estado de los elementos. Coloque el huevo
en el centro de la mesa. Muestre el pañuelo negro, por ambos lados, mostrando que no hay
nada en él. Realice algunos movimientos o gestos, imitando los de un mago. Mientras realiza los
movimientos diga algún pase mágico y diga que usted intentará transformar el huevo en una
gallina. Cubra el huevo con el pañuelo, realice pases mágicos.
Después de unos segundos de suspenso, descubra el elemento debajo del pañuelo y con des-
ilusión muestre que el huevo no se ha transformado. Mostrando un renovado interés, diga que
intentará nuevamente, esta vez con la planta. Intentará que a la planta le crezcan flores. Repita
el mismo procedimiento que realizó con el huevo. Nuevamente se frustrará el intento.
Realice el mismo procedimiento con el voluntario (al que usted intentará hacer crecer el pelo).
Por supuesto que ninguno de los intentos funcionará.
Pregunte entonces a los niños cómo puede hacerse para conseguir flores en una planta o para
lograr una gallina de un huevo. Permita unos minutos de diálogo.
Pregunte: ¿Cómo es que estamos en este mundo? ¿Y los animales? ¿Y las plantas?

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Reproducido con permiso de Editorial Concordia

Lección bíblica:
A continuación invite a los niños a leer la Biblia. Busquen Génesis 1:1-2:4a. (La lectura es extensa,
por lo que puede dividir la porción bíblica en secciones cortas que leerán varios alumnos).
Después que los niños terminen de leer, realice usted la misma lectura. Después de realizadas las
lecturas, pregunte otra vez: ¿Cómo es que estamos en este mundo? ¿Y los animales? ¿Y las plantas?
Comparta: Dios es el creador de todo lo que vemos y de lo que no vemos. No somos producto
de la casualidad o de la magia realizada por algún mago. Dios eligió crearnos a nosotros y a este
mundo. Con la creación del mundo, nos da también todo lo que necesitamos. Dios nos da la vida
y nos ama.
A continuación entregue la hoja blanca a cada niño participante. Pida a cada niño que dibuje en
su hoja alguna de las cosas que Dios creó. Luego reparta fibras, fibrones, y lápices de colores.
Con anticipación a la clase, pegue con cola vinílica dos o tres afiches de color (según la cantidad
de niños de la clase). En la parte media de los afiches pegar las letras del pasaje bíblico (ver ABC
de reproducibles, pp 114-115). Alrededor de las palabras del pasaje bíblico pegar los dibujos de
los niños.

Versículo para memorizar:


Y Dios vio que todo lo que había hecho estaba muy bien. Génesis 1: 31a (Dhh)

Oración:
Nuestro Padre Dios, te damos gracias por habernos creado. Te damos gracias por el mundo que
creaste para nosotros. Gracias por cuidarnos cada día. En el nombre de Jesús. Amén.

Continúen con las hojas del alumno.

Lección 1 Nivel 3

¿Qué necesito?
• Lámina correspondiente a esta lección. (La creación).
• Encuesta del sector reproducibles, una por alumno (p 100).
• Material descartable para armar una maqueta que muestre la creación: rollos de cartón, pape-
les de colores, envases pequeños de cartón, caja grande de cartón.
• Cola vinílica.
• Tijeras.
• Pizarra y tizas (o un papel afiche y fibrón, si no hay pizarrón).
• Hilo grueso o cordón de color.
• Letras necesarias para formar el pasaje bíblico, del ABC de reproducibles (pp 114-115).
• Cubo para armar de reproducibles (p 101) para la actividad adicional.
• Cartulina blanca para endurecer los cubos de reproducibles para la actividad adicional.

29
,
BUSQUEDA SUBMARINA

Dinámica:
Comience la clase conversando, con sus alumnos, acerca de cuáles son las creencias que ellos
conocen acerca de cómo comenzó el mundo. Permita un tiempo para la discusión.
Reparta, entre los presentes, la encuesta, una por alumno, del sector reproducibles. Lea, junto a
sus alumnos la encuesta, y pida a los participantes que la completen. Una vez que hayan com-
pletado la encuesta, calcular cuál es la opción más elegida y volcar los resultados en un pizarrón
o papel afiche. Converse con los alumnos acerca de las diferentes ideas que hayan surgido.

Lección bíblica:
Abra su Biblia en Génesis 1:1-2:4a
Diga al grupo presente que usted quiere presentarles la verdad acerca del comienzo del univer-
so.
Pida a sus alumnos que busquen el pasaje bíblico y compartan la lectura del mismo. Realizar la
lectura, al menos dos veces.
Una vez realizada la lectura, comente: Durante todos los tiempos las personas han buscado la
verdad que estuvo frente a sus narices. Dios, el Señor, es el creador del mundo y de lo que en
él habita. Dios, no sólo formó el universo, sino que lo sustenta día a día. Dios te creó a ti y es el
que le da sentido a tu vida toda. No sólo te creó, Dios te ama y te cuida cada día de tu vida. Dios
Padre, Dios Hijo, y Dios Espíritu Santo crearon el mundo para ti. Pide al Espíritu Santo que te guíe
para creer esta verdad.
Antes de la clase prepare la caja de cartón de la siguiente manera: abra la caja de un solo lado,
de tal modo que sus lados formen una L. Invite a sus alumnos a organizar una maqueta que
muestre la creación de Dios, usando la pared vertical para hacer el cielo, y la horizontal para la
tierra.
Al finalizarla, en la pared vertical de la caja, peguen las letras del ABC, formando el pasaje bíblico.

Actividad opcional:
Entregar a cada participante una copia del cubo para armar, de la sección de reproducibles
(p 101). Entregar también el trozo de cartulina blanca, del tamaño de la hoja reproducible. Pegar
la hoja del cubo sobre la cartulina, para endurecerlo. Colorear las caras del cubo. Armarlo, ple-
gando por las líneas de puntos y pegando las solapas. Escribir el pasaje bíblico en una tirita de
papel y guardarlo dentro del cubo.

Versículo para memorizar:


Y Dios vio que todo lo que había hecho estaba muy bien. Génesis 1:31a (Dhh)

Oración:
Nuestro Dios creador, te agradecemos por darnos la vida, por ponernos en un mundo hermo-
so, y por enviar a Jesús para ser nuestro Salvador. En el nombre de Jesús. Amén.

Continúen con las hojas del alumno.

30
,
BUSQUEDA SUBMARINA

Estudios bíblicos
para adultos

Charla 1
DIOS PROVEE LA VIDA
Tema: Dios me provee la vida y la salvación.
Objetivo: Que el participante reconozca que toda su existencia y plenitud depende y viene del
Padre de Jesucristo.
Historia: La creación.
Base bíblica: Génesis 1:1-2:4a

MOMENTO DE ORACIÓN

INTRODUCCIÓN
• Invite a los participantes a sentarse en ronda para presentarse.
• Indique que necesita un voluntario para un juego inicial. El juego consiste en que ese volun-
tario se aparte por un momento del grupo, a un lugar donde no pueda oír ni ver lo que usted
hace. Una vez que se haya apartado, entréguele a cada participante un objeto suficientemen-
te pequeño para que lo puedan ocultar. Sólo uno de esos objetos (que sea distinguible del
resto) será el “tesoro especial”. Haga volver al voluntario y dígale que todos tienen un objeto
oculto, pero que él tiene que encontrar el tesoro especial (descríbale el objeto, pero no le
diga quién lo tiene). Tiene 3 segundos y una única oportunidad para encontrarlo. Por su-
puesto que esto no va a funcionar, así que, dele otra oportunidad. Esta vez también tendrá 3
segundos y una única oportunidad para encontrarlo, pero tendrá la “pequeña” ayuda de que
usted le señalará a la persona que tiene el “tesoro especial”. ¿Cómo funcionó esta vez? ¡Por
supuesto que habrá salido bien!
• Saber quién tiene, y dónde se nos da lo que necesitamos, hace una gran diferencia.

NUESTRAS VERDADERAS NECESIDADES


• Invite a los participantes a identificar sus principales necesidades y dónde las buscan o en-
cuentran.
• En caso que nadie mencione las necesidades más fundamentales, como la existencia misma,
la creación que nos rodea o Dios, usted debería hacerlo, señalando que hay muchas cosas
que damos por hecho, cuando en realidad, ninguna de ellas nos pertenece por derecho pro-
pio. Todas son dones que no provienen de nuestra mano ni están en nuestras manos.

EL DIOS TRINO, DADOR DE TODO BIEN


• Si los participantes no oyeron aún Génesis 1:1-2:4a, invítelos a leerlo. Si ya lo hicieron previa-
mente, puede leer parte o repasar con ellos el contenido de lo allí leído.
• A fin de visualizar la narrativa de la creación, invítelos a completar el cuadro “¿Qué nos dio
Dios en cada día?” de la “Hoja del Participante”. Para guiarlos en esta parte, considere la infor-
mación de la sección “Interpretación”.

66
Reproducido con permiso de Editorial Concordia

Día ¿Qué nos dio?


Primero Luz Tinieblas
Espacios
Segundo Arriba del cielo Abajo del cielo
(por pares)
Tierra seca Mares
Tercero
Vegetales
Cuarto Lumbreras
Criaturas
Quinto Aves y peces
Sexto Animales terrestres y humanos
Séptimo Descanso

Una vez completo el cuadro, invítelos a considerar cuánto de lo que somos, hacemos, y
nos rodea proviene de la mano de Dios, y cuánto de otra fuente (otros seres o nosotros
mismos).
• Invítelos a considerar el punto 2 en la “Hoja del participante” (cita de Lutero, Catecis-
mo Mayor II, 13-16a p 116).

NUESTRA REBELDÍA
• Saber de dónde viene aquello que más necesitamos hace una gran diferencia... ¡pero
no lo es todo!
• Invítelos a leer Romanos 1:18-23 (ver “Hoja del participante”).
• Ya sea en ignorancia o no, corremos detrás de otros nuevos “dioses” (el dinero, la
fama, nuestra propia fuerza o capacidad), atribuyéndole a ellos aquello que nos vie-
ne de esa única mano bondadosa.
• Y esto no es insignificante. Este Dios, por generoso que sea, es Dios único, celoso y
terrible, que nos confronta con su implacable “No tendrás dioses ajenos delante de
mí” (Éxodo 20:3) y con su consecuente condena sobre la humanidad rebelde.

SU MISERICORDIA EN CRISTO
• Invítelos a leer 2 Corintios 5:17-21 (ver “Hoja del participante”).
• El dador de todo bien nos dio la salida a nuestro dilema.
• Él nos dio a su Hijo Jesucristo para que, haciéndose humano como nosotros, cargara
con nuestra condena, pero siendo Dios y hombre perfecto nos dé a cambio la justicia
delante de Dios que no tenemos.
• El Cristo dado en la cruz es don supremo del Creador, por el que toda la creación es
hecha nueva, es liberada del dilema que produjimos por el pecado.
• Todo bien viene del Dios Trino. Y este Dios Trino se nos da a sí mismo en Cristo por
medio del perdón y del Bautismo.

CIERRE
• Invítelos a terminar la reunión leyendo la explicación de Lutero al epílogo del Credo
Apostólico.

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Reproducido con permiso de Editorial Concordia

TUTu Palabra
PALABRA
Laura Monzón Germán Falcioni

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Bu - cean - do en tu Pa - la - bra pue - do co - no - cer

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87
,

100
Creencia Concepto Tu respuesta
BUSQUEDA SUBMARINA

Todas las especies tienen un ori-


Evolución gen común.

El medio ambiente condiciona la


LECCIÓN 1 NIVEL 3

reproducción de los seres vivos,


Selección natural según sean sus características.

La vida se originó fuera de nuestro


planeta. Los organismos viajaron
Cósmica en meteoritos hasta acá.

Big Bang Por casualidad una gran cantidad


de materia hizo explosión origi-
nando el tiempo y el espacio.

Generación espontánea La materia en condiciones propi-


cias, puede originar vida.
Reproducido con permiso de Editorial Concordia

LECCIÓN 1 NIVEL 3 LESSON 1 LEVEL 3

101
,
BUSQUEDA SUBMARINA

HOJA DEL PARTICIPANTE


Lección 1
Dios provee la vida
Base bíblica: Génesis 1:1-2:4a
ESTUDIOS BÍBLICOS

1) ¿QUÉ NOS DIO DIOS EN CADA DÍA?


PARA ADULTOS

Día ¿Qué nos dio?


Primero
Espacios
Segundo
(por pares)
Tercero

Cuarto
Quinto Criaturas

Sexto
Séptimo

2) PRIMER ARTÍCULO DEL CREDO APOSTÓLICO (explicación de Lutero)


Dios me ha donado y me conserva sin cesar mi cuerpo y alma y vida, mis miembros grandes y
pequeños, todos mis sentidos, mi razón, mi inteligencia, etc., la comida y la bebida, vestidos y
alimentos, mujer e hijos, servidumbre hogar, hacienda, etc. Añádase a esto que Dios pone todo
lo creado para servir al provecho y las necesidades de nuestra vida: el sol, la luna y las estrellas
en el cielo, el día y la noche, el aire, el fuego y el agua, la tierra y todo cuanto ella lleva y puede
producir: las aves, los peces, toda clase de animales, los cereales y toda clase de plantas y tam-
bién los que son más bien haberes corporales y temporales, un buen gobierno, paz y seguridad.
De tal manera que ninguno de nosotros es capaz de poseer o conservar por sí mismo su vida y
todo lo que acabamos de enumerar, y que podríamos seguir enumerando, aunque fuera lo más
insignificante.

116
Reproducido con permiso de Editorial Concordia

3) ROMANOS 1:18-23
La ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad y maldad de quienes injusta-
mente retienen la verdad. Para ellos, lo que de Dios se puede conocer es evidente, pues Dios
se lo reveló; porque lo invisible de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se
hacen claramente visibles desde la creación del mundo, y pueden comprenderse por medio
de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues a pesar de haber conocido a Dios,
no lo glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razona-
mientos, y su necio corazón se llenó de oscuridad. Aunque afirmaban que eran sabios, se
hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes de hombres mortales,
de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.

4) EPÍLOGO DEL CREDO (explicación de Lutero)


Ésta, la doctrina del Credo [apostólico], no aporta otra cosa, sino la gracia, nos hace justos y
agradables a Dios... pues aquí vemos cómo Dios se nos da a nosotros enteramente con todo
lo que tiene y puede... El Padre nos da todo lo creado; Cristo, todas sus obras; el Espíritu
Santo, todos sus dones.
Pues Dios nos ha creado precisamente para redimirnos y santificarnos. Y, además de haber-
nos donado y concedido todo cuanto en la tierra y en los cielos existe, nos ha entregado a
su Hijo y asimismo al Espíritu Santo para atraernos por medio de ambos hacia sí.

117
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