transformar en una herramienta que creara las bases y así generar un terreno para la vuelta de un andalucismo político-cultural. Si esto sucediera, podría comenzar a recuperarse para las mayorías un andalucismo político netamente independiente y republicano. Sin que esto suceda, será imposible que la configuración actual de la estructura logística, industrial, política, económica, laboral, educativa, comunicacional y social de la Andalucía estructural del Reino de España, salga de la situación que mezcla una dependencia cuasi colonial y un sostén de primer orden para el régimen Borbónico-Franquista. En los últimos 40 años, la oligarquía española, a través de los medios de comunicación de masas, que son las televisiones y radios públicas y privadas no-comunitarias que emiten en Andalucía, junto a la prensa asociada en AMI (antigua AEDE, ahora incluyen medios digitales afines al régimen) se han dedicado a erradicar el andalucismo político-cultural, con el destacado papel del PSOE como aparato orgánico e ideológico que lo suscita, y con los otros dos partidos de régimen intentando simplemente buscar la suplantación del rol que ejerce el PSOE: Ciudadanos (C’s) y Partido Popular (PP). Es evidente que el PSOE es la pata fundamental del continuismo del régimen franquista, del monarquismo en la Península Ibérica. Desde 1939 hasta nuestros días, el Estado continúa llamándose Reino de España, y no incluyo esta conexión entre el el franquismo- monarquismo y el PSOE-Suresnes de forma gratuita y superficial, lo digo porque hay hechos concretos en la Historia reciente que lo prueban, historia que llega hasta la fecha en que esto se escribe. Sólo hay que observar la trayectoria de gente como el primer Ministro de Educación y Ciencia del PSOE de Felipe González en 1982, José María Maravall, hijo de José Antonio Maravall, que formaban parte de la escuela de falangistas orteguianos de la cual Juan José Linz era puntal destacado en la Universidad Complutense de Madrid. Maravall padre fue mentor de Linz, y Linz lo fue de Maravall hijo, los cuales se dedicaron a infiltrar desde el mismo momento en que se dio el Congreso de Suresnes (del 11 al 13 de octubre de 1974) el falangismo orteguiano en las filas del PSOE. En 1976, con el cadáver de Franco aún caliente, Linz estrechó su colaboración con la Fundación Juan March, de la Banca March, la que financió la blitzkrieg que sobre Andalucía ordenaron Francisco Franco y sus lugartenientes Gonzalo Queipo de Llano y José Enrique Varela, con el apoyo de la Italia fascista y la Alemania nazi. Por entonces, Linz se dedicaba a ir a la Universidad de Columbia (Nueva York) para vender a Franco como el racional y benevolente dictador que era necesario para modernizar la economía y poner las bases de la futura “democratización”. Ahora citaré a Carlos Sirera, de su texto Sociología crítica. Artículos y textos para debate y análisis de la realidad social. Origen franquista de nuestro bipartidismo. “[…] Esto permitió al PSOE construir un horizonte de futuro para su acción política sin necesidad de apelar a la democratización, al marxismo o cualquier elemento que recordase a la Segunda República. Como es lógico, la Teoría de la Modernización encajaba con los gustos y preferencias de los falangistas orteguianos y, de hecho, los cuadros del partido del interior se nutrieron de arribistas cuya primera forma de socializar en política había sido, precisamente, en Falange. No había continuidad o conexión con el PSOE del exilio que, como el resto de republicanos, fue completamente olvidado en la fiesta de la nueva democracia española.” Esta situación de padrinos y mentores ocurre también con Pedro Sánchez-Castejón y Carlos Westendorp Cabeza.
Westendorp se licenció en Derecho, ingresando en
la carrera diplomática en 1964, siendo destinado como Cónsul adjunto en São Paulo en 1966, donde permaneción por espacio de tres años. Posteriormente y hasta 1975, ocupó diversos cargos técnicos en los Ministerios franquistas de Industria y Asuntos Exteriores.
En 1975, Westendorp fue enviado como Consejero
de Asuntos Económicos en La Haya dentro de la estrategia de los primeros gobiernos españoles tras la muerte de Franco para mantener una política activa hacia la Comunidad Económica Europea.
En 1979, tras la creación del Ministerio de
Relaciones con la Comunidad Europea, Westendorp fue nombrado asesor del mismo, ocupando diversos puestos en el Ministerio hasta 1986 en el que fue nombrado, tras la incorporación del Reino de España a la CEE, Embajador Permanente de España en la misma con sede en Bruselas.
En 1991 es nombrado Secretario de Estado para la
CEE en sustitución de Pedro Solbes, hasta que finalmente Felipe González le nombra Ministro de Asuntos Exteriores en sustitución de Javier Solana Madariaga por un breve periodo de tiempo. Ya con Aznar, Westendorp fue nombrado Embajador Representante Permanente de España ante las Naciones Unidas hasta que en 1997, la propia ONU, lo designa como Alto Representante Internacional para Bosnia y Herzegovina. De hecho la bandera de Bosnia Herzegovina, adoptada por el Alto Comisionado de la ONU en febrero de 1998 y presentada en los Juegos Olímpicos de Invierno de Nagano (Japón) está diseñada por Westendorp.
En 1999 es elegido en las listas del PSOE como
Diputado para el Parlamento Europeo. Posteriormente salió elegido diputado en la asamblea de Madrid, cargo que ocupó desde 2003 hasta que fue nombrado embajador de España para Estados Unidos en Washington D.C. (District of Columbia).
Y en cuanto a la relación de Westendorp con
Pedro Sánchez sólo hay que leer algunas perlas que el reciente artículo del mísmisimo diario de PRISA, enorgullecido, nos regaló a cargó de Jordi Pérez Colomé que continúa ahora. Cuando el presidente del Gobirno tenía 24 años, el matrimonio Westendorp le daba algunas noches de cenar en Nueva York. En 1996, Pedro Sánchez trabajaba en Manhattan y Carlos Westendorp había dejado de ser ministro de Exteriores para convertirse en empabajador en Naciones unidas.
“Cuando es hijo de unos amigos, pues le atiendes
y le das de comer porque normalmente los jóvenes comen fatal”, dice Westendorp. La Mujer de Westendorp, Amaya de Miguel, había trabajado con el padre de Pedro Sánchez en el Instituto Nacional de Artes Escénicas del Ministerio de Cultura a principios de los 90.
Westendorp mantiene hoy la relación filial con
Pedro Sánchez: “Le llamo siempre Pedrito. Es como mi nieto. Así le llamaré siempre. ¿Cómo le voy a llamar?” El exministro fue una figura importante para el joven Sánchez. Un par de años después le llevaría a Sarajevo, pero antes Sánchez fue a Bruselas.
En Bruselas le recibió el eurodiputado Enrique
Barón, que había sido ministro en el primer Gobierno de Felipe González y Presidente del Parlamento Europeo. Barón había conocido al padre de Pedro Sánchez en la Fundación de Autor de la SGAE.
Sánchez quería trabajar en el Parlamento europeo
y Barón le dijo que su experiencia americana era más que suficiente: “Si has estado en Wall Street, que es el santuario del capitalismo, vienes bien preparado para estar en el Grupo Socialista porque no sólo has visto la teoría, sino también la práctica”, le dijo.
La empresa donde Pedró Sánchez trabajó en Nueva
York nunca ha trascendido, más allá de una consultora o empresa financiera, según las versiones.
En 1998 la eurodiputada Bárbara Dührkop era la
encargada del presupuesto en el grupo socialista europeo (Social & Democrats). Era un trabajo complejo y pidió refuerzo al partido. Le mandaron al joven economista Pedro Sánchez, a quien Dürkop no conocía de nada. “Tenía firmes opiniones políticas”, recuerda Westendorp de sus cenas neoyorquinas con Sánchez. Se había afiliado ya al PSOE, había ido a la Escuela de Formación Jaime Vera, del Partido.
A su llegada a Bruselas, se afianzó su amistad
con Óscar López, entonces otro de los jóvenes prometedores del partido, cuya carrera arrancó antes –fue Secretario de Organización del PSOE y era diputado cuando Pedro Sánchez sólo entraba cuando avanzaba en las listas– y ahora es “sólo” senador.
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Tan sólo unas páginas más para comprender la
composición, historia y desarrollo del régimen monárquico-franquista que juramos hacer caer.