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Introducción
En 1961 Louis Corman publica en París, junto con sus colaboradores, el “Test del Dibujo de
la Familia”, cuyo objetivo era explorar la adaptación del niño al medio familiar. Considera al dibujo
como un medio libre de expresión, dónde el niño crea y expresa su visión del mundo que lo rodea,
informándonos acerca de su personalidad.
El "Test del dibujo de la familia" es un test proyectivo que evalúa fundamentalmente el estado
emocional de un niño, con respecto a su adaptación al medio familiar. Si bien existen diversas
versiones, la técnica más usada en la práctica clínica actual es la descrita por Louis Corman en
1961.
El test es aplicable niños desde la edad preescolar y, si bien, su correcta interpretación exige
experiencia y formación psicoanalítica, existen parámetros orientadores de su interpretación que
el resto de los profesionales de la salud pueden utilizar en las evaluaciones de sus pacientes
ADMINISTRACIÓN DEL TEST
Esta prueba la aplica a niños a partir de los 5 o 6 años. Se caracteriza por su rápida administración
e interpretación y la economía de su material, pues solo necesita lápiz y papel.
Paso 1:
- Ubicar una mesa a la altura del niño
- Disponer de un lápiz grafito blando, con buena punta, o lápices de colores
- Dar una de las siguientes indicaciones:
- "Dibuja una familia"
- "Imagina una familia que tú conoces y dibújala"
- "Dibuja todo lo que quieras: las personas de una familia, objetos, animales"
Paso 2:
2. Preferencias afectivas:
- ¿Cuál es el más bueno de todos en esta familia?
- ¿Cuál es el menos bueno de todos?
- ¿Cuál es el más feliz?
- ¿Cuál es el menos feliz?
- ¿Y tú, en esta familia, a quién prefieres?
Como pauta general, y con el objetivo de facilitar la proyección de los sentimientos subjetivos de
los niños, Corman sugiere NO utilizar la indicación "dibuja TU familia" y cambiarla por la consigna
"dibuja UNA familia". Esta indicación da una mayor libertad al niño y por tanto permite una mejor
expresión de sus tendencias más inconscientes.
“Dibuja una familia”... o bien... “Imagina una familia que tu inventes y dibújala”.
Cuando el niño no puede responder lo induce diciéndole:
“Puedes dibujar todo lo que quieras: las personas de una familia y si quieres objetos y
animales”.
Alentándolo a través de una sonrisa, comentario o explicación. Prioriza la imaginación del niño,
tendiendo a alejar la atención de su propia familia, facilitando de esta manera la proyección de las
tendencias más personales.
Se debe tomar nota de la secuencia en que construye el dibujo, así como sus actitudes y
verbalizaciones, que son tan importantes como la producción total que realiza.
Una vez finalizado el gráfico, se da comienzo al interrogatorio diciéndole:
“¿Me puedes explicar esta familia que dibujaste?”.
“¿Dónde están?”,
“¿Qué hacen allí?”.
“Nómbrame a todas las personas, empezando por la primera que graficaste.” (Pidiéndole parentesco, sexo,
edad y cuáles son las preferencias de los unos por los otros).
TAMAÑO:
Grande: si sobrepasa los 2/3 del espacio disponible Normal
Pequeño: cuando no rebasa una cuarta parte del espacio disponible
Se proyecta la vivencia de la relación dinámica entre el individuo y el ambiente y, más
concretamente, entre el individuo y sus figuras parentales. La forma de responder a las presiones
ambientales y el sentimiento de autoestima, son también características bien reflejadas en esta
variable.
Dibujos grandes: personas que reaccionan habitualmente a las presiones ambientales con actitud
agresiva y expansiva. Si son demasiado grandes, tendiendo a presionar los bordes de la página,
denotan “sentimientos de constricción ambiental, acompañados de acciones o fantasías
sobrecompensatorias”. El orgullo o vanidad, el deseo de superar los sentimientos de inferioridad, la
necesidad de demostrar algo, ..., podrían ser otras tantas características anejas a este tipo de
representaciones gráficas
Dibujos pequeños: se asocian a una autoimagen de la persona insuficiente, a sentimientos de
inferioridad, a formas autocontroladas de responder a las presiones ambientales, y a retraimiento.
EMPLAZAMIENTO:
Arriba puede representar el mundo de las ideas, la fantasía, y lo espiritual
Abajo significa lo sólido, lo firme, y lo concreto
Centro puede representar la zona del corazón, de los afectos, y de la sensibilidad
Los dibujos situados en la zona inferior del eje vertical parecen revelar un mayor contacto con la
realidad y corresponden a sujetos más firmemente arraigados. Según esto, el emplazamiento en
la zona inferior del papel correspondería a sujetos más maduros. Con todo, si los dibujos llegan al
borde final de la página, parece que reflejan tendencias represivas, inseguridad, necesidad de
apoyo, y dependencia exagerada.
SOMBREADO
Las hipótesis que parecen mejor establecidas presuponen que el sombreado en cualquier cantidad
es un índice de ansiedad, y que, si es intenso (en tal caso va acompañado de un trazo vigoroso y
fuerte), refleja una descarga de la agresividad.
LAS BORRADURAS
Al igual que los sombreados, los borrados parecen ser indicadores importantes de conflictos
emocionales.
Produce en el niño, este tiende a racionalizar su problema, como ocurre, por ejemplo, cuando en la
entrevista nos indica que no ha tenido tiempo de dibujar cierto personaje, que no le ha cabido o,
simplemente, que se le ha olvidado.
La supresión de las manos en parte o en la totalidad de los personajes puede atribuirse (en niños
de hasta 9 años) a la insuficiente capacidad analítica, dependiente del desarrollo intelectual
INTERPRETACIÓN DE LA PRUEBA
La interpretación del test de dibujo de familia se realiza en cuatro planos:
I. Plano gráfico.
Las reglas generales de la grafología, en gran medida son aplicables al dibujo, dado que la forma
en el que el sujeto utiliza un lápiz y traza puntos, rectas y curvas, es reveladora de su
psicomotricidad y por tanto de sus disposiciones afectivas.
En los trazos del dibujo hay que distinguir La amplitud y la fuerza. Las líneas trazadas con
movimientos amplios y que ocupan buena parte de la página indican una gran expansión vital y
una fácil extraversión de las tendencias. Por el contrario si el movimiento es restringido, con
líneas curvas (o bien en el caso que trace una línea larga, si se le compone con pequeños trazos
entrecortados) puede deducirse una inhibición de la expansión vital y una fuerte tendencia a
replegarse en si mismo.
La fuerza del trazo se manifiesta a su vez por su grosor, la intensidad del color y la marca que
deja en el papel (a veces llega a rasgarlo). Un trazo fuerte significa fuertes pulsiones, audacia,
violencia o bien liberación instintiva, un trazo flojo significa suavidad, timidez o bien inhibición de
los instintos.
Un rasgo trazado con una energía desproporcionada indica pulsiones brutales, a veces
reacciones de temor a la impotencia. Un trazo muy leve por el contrario puede indicar delicadeza
de sentimientos y espiritualidad, significa también timidez, incapacidad para afirmarse y hasta
neurosis de fracaso.
Se debe considerar también el Ritmo del trazado. Es frecuente que el sujeto repita en un
personaje o de un personaje a otro los mismos trazos simétricos (por ejemplo rayitas o puntos)
pudiendo llegar a una verdadera estereotipia. Es lo contrario del dibujo libre ejecutado al arbitrio
de la imaginación; significa precisamente que el sujeto ha perdido una parte de su
espontaneidad, que vive dominado por lo reglado
El sector de la página tiene una significación gráfica: