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El EMPIRISMO

En filosofía occidental, doctrina que afirma que todo conocimiento se basa en la


experiencia, mientras que niega la posibilidad de ideas espontáneas o del pensamiento a
priori. Hasta el siglo XX, el término empirismo se aplicaba a la idea defendida sobre todo
por los filósofos ingleses de los siglos XVII, XVIII y XIX. De estos filósofos ingleses, John
Locke fue el primero en dotarlo de una expresión sistemática, aunque su compatriota, el
filósofo Francis Bacon, había anticipado algunas de sus conclusiones. Entre otros
empiristas también se cuentan David Hume y George Berkeley. Opuesto al empirismo es
el racionalismo, representado por pensadores como el francés René Descartes, el holandés
Baruch Spinoza y los filósofos de los siglos XVII y XVIII Gottfried Wilhelm Leibniz y Christian
von Wolff. Los racionalistas afirman que la mente es capaz de reconocer la realidad
mediante su capacidad para razonar, una facultad que existe independiente de la
experiencia. El pensador alemán Immanuel Kant intentó lograr un compromiso entre el
empirismo y el racionalismo, restringiendo el conocimiento al terreno de la experiencia, a
posteriori, y por ello coincidía con los empiristas, pero atribuía a la mente una función
precisa al incorporar las sensaciones en la estructura de la experiencia. Esta estructura
podía ser conocida a priori sin recurrir a métodos empíricos, y en este sentido Kant coincidía
con los racionalistas.

En los últimos años, el término empirismo ha adquirido un significado más flexible, y ahora
es utilizado en relación con cualquier sistema filosófico que extrae todos sus elementos de
reflexión de la experiencia. En Estados Unidos William James llamó a su filosofía empirismo
radical y John Dewey acuñó el término de empirismo inmediato para definir y describir su
noción de la experiencia. El término leyes empíricas se aplica a aquellos principios que
expresan las relaciones que, según se aprecia, existen entre los fenómenos, sin que
impliquen la explicación o causa de los fenómenos mismos.

Para los empiristas, a partir de la experiencia el ser humano va acumulando conocimientos;


plantea que el individuo cuando niño empieza por tener percepciones concretas y es sobre
la base de estas percepciones que forma luego sus representaciones generales y
conceptos. Es a partir de la experiencia que, Carl Rogers plantea, se da el aprendizaje
significativo en el estudiante. Señala que el aprendizaje se da cuando lo estudiado es
relevante en los intereses personales del estudiante. El individuo tiende a la
autorrealización. Formula la "teoría del aprendizaje empírico".

Lo que identifica a la ciencia como tal es una actitud frente a la cosas y a la vida que exige
una metodología estricta. Tiene que ver con la búsqueda de la verdad y con lo que ella, con
fidelidad absoluta, nos exige.
ASPECTOS FUNDAMENTALES

 La verdad absoluta no existe. El único criterio de "verdad" es la experiencia sensible.

 Niega cualquier conocimiento o principio innato. La mente no posee contenido alguno


(ideas innatas), es como una hoja en blanco que debe llenarse a partir de la experiencia y el
aprendizaje.

 Niega lo suprasensible. Cualquier realidad que no se deje comprobar de algún modo


objetivo o constatable.

 La validez de las teorías científicas depende de su verificación empírica. Toda verdad debe
ser puesta a prueba, y a partir de la experiencia, puede eventualmente ser modificada,
corregida o abandonada.

 Establece los límites y posibilidades de la razón. No se opone a la razón pero plantea que
los conocimientos no provienen de esta.

 Se contrapone al racionalismo. Puesto que esperamos que sucedan las cosas más por hábito
o costumbre que por razonamiento científico.

 Importancia del Empirismo Sensible. Lo que se percibe a través de los sentidos.

 Reconocimiento del carácter humano limitado, parcial e imperfecto. No hay ninguna


concepción en la mente humana que en un principio no haya sido engendrada en los
órganos de los sentidos, total o parcialmente.

 En un caso extremo, puede llevarnos al escepticismo.


CARCTERISTICAS DEL EMPIRISMO

El término ‘empirismo’ proviene de la voz griega empeiría, la cual puede ser traducida como
‘experiencia’. A lo largo de la historia del pensamiento han sido constatadas varias formas
de empirismo, unas radicales y otras moderadas. Así, por ejemplo, en la Antigüedad griega
puede ser citada la filosofía aristotélica; en la Edad Media, el pensamiento de Guillermo de
Ockham; en la Edad Moderna, el empirismo clásico; y en el siglo XX, el neopositivismo.

El empirismo clásico ─o moderno─ se desarrolló en las Islas Británicas en los siglos XVII y
XVIII en simultaneidad con el racionalismo de la Europa continental. Sus representantes
más conocidos fueron: Thomas Hobbes (Inglaterra, 1588-1679), John Locke (Inglaterra,
1632-1704), George Berkeley (Irlanda, 1685-1753) y David Hume (Escocia, 1711-1776).
Por lo demás, el empirismo clásico puede ser definido brevemente como la corriente
filosófica según la cual el origen y el límite del conocimiento vienen dados por la experiencia
sensible.
El principal problema que intenta resolver el empirismo es el del origen, límite y validez del
conocimiento humano. Este problema es considerado como previo e ineludible antes de
comenzar cualquier otra investigación. Las características fundamentales del empirismo se
mencionan a continuación.

El origen de todo conocimiento se halla en la experiencia.

La experiencia ─tanto externa o sensación como interna o reflexión─ constituye el origen y


límite del conocimiento, sirviendo de criterio de validez para el mismo. La experiencia
externa consiste en la percepción de los objetos sensibles, mientras que la interna hace
referencia a la percepción de nuestra propia vida anímica.

No existen las ideas innatas.

Al igual que el racionalismo, el empirismo también considera que el objeto del conocimiento
son las ideas, y no el mundo exterior. Sin embargo, en oposición a la corriente filosófica
continental, el empirismo niega la existencia de ideas innatas, así como la validez de la
intuición intelectual a través de la cual el racionalismo dice obtener aquéllas. En su lugar
admite tan sólo como legítima la intuición empírica, ya sea ésta externa o interna. Asimismo,
el empirismo acepta la deducción como método únicamente válido para la lógica y las
matemáticas, pero no ya para el estudio del mundo empírico, al cual le corresponde el
método inductivo.

El conocimiento humano es limitado.

El empirismo afirma que el conocimiento humano no puede trascender los límites de la


experiencia. De ahí que la metafísica ─especialmente la racionalista─ fuera considerada
por los empiristas como un saber infundado y abocado al fracaso y el error.

La razón debe orientarse hacia finalidades prácticas.

Al contrario que los pensadores racionalistas, los cuales adoptaron las matemáticas como
modelo filosófico de conocimiento, los filósofos empiristas prefirieron seguir el modelo de
las ciencias naturales y experimentales. Así, pues, entre éstos el conocimiento puramente
teorético quedó desplazado en favor de un tipo de conocimiento útil para el progreso y el
bienestar humanos, esto es, un conocimiento orientado hacia finalidades prácticas ─éticas,
políticas, pedagógicas, etc.
TESIS DEL EMPIRISMO

Los caracteres fundamentales del empirismo podrían resumirse en las siguientes tesis:
1. Subjetivismo del conocimiento. En este punto, empiristas y racionalistas coinciden al
afirmar que, para conocer el mundo se ha de partir del propio sujeto, no de la realidad en
sí. La mente no puede conocer las cosas más que a partir de las ideas que tiene sobre
ellas. Por lo tanto, si lo primero en el orden del conocimiento son las ideas, éstas habrán
de tener un origen distinto a la propia mente (tesis racionalista). Su validez objetiva le vendrá
de las cosas mismas.
2. La experiencia como única fuente del conocimiento. El origen del conocimiento es la
experiencia, entendiendo por ella la percepción de los objetos sensibles externos (las
cosas) y las operaciones internas de la mente (emociones, sensaciones, etc.). Así pues,
para los empiristas, el único criterio de verdad es la experiencia sensible.
3. Negación de las ideas innatas de los racionalistas. Si todo conocimiento ha de
provenir de la experiencia esto supone que habrá de ser adquirido. La mente no posee
contenido alguno (ideas innatas), sino que es como una "tabla rasa", un receptáculo vacío
que debe "llenarse" a partir de la experiencia y el aprendizaje.
4. El conocimiento humano es limitado: la experiencia es su límite. Esta postura es
radicalmente opuesta a la de los racionalistas, para los que la razón, utilizando un método
adecuado, no tiene límites y podría llegar a conocerlo todo. Los empiristas restringen la
capacidad de la mente humana: la experiencia es su límite, y más allá de ella no es lícito ir
si no queremos caer en el error, atribuyéndole a todo lo que no ha sido "experimentado"
una realidad y existencia objetiva.
5. Negación del valor objetivo de los conceptos universales. Los empiristas aceptarán
el postulado nominalista de que los conceptos universales no hacen referencia a ninguna
realidad en sí (objetiva), sino que son nombres que designan a un conjunto de ideas
particulares o "percepciones" simples que se encuentran vinculadas entre sí. Cualquier idea
compleja ha de ser explicada por combinación y mezcla de ideas simples. Los universales
o conceptos generales son sólo designaciones de estas combinaciones más o menos
"estables" de ideas simples.
6. El método experimental y la ciencia empírica. El interés por hallar un método
adecuado para dirigir el pensamiento fue uno de los intereses principales tanto del
racionalismo como del empirismo. La diferencia entre ambos estriba en que, si para los
racionalistas el modelo ideal de método era matemático y deductivo, para los empiristas
debía ser experimental e inductivo, similar al que utilizó Newton en el campo de la física, y
que tan excelentes resultados había dado. La ciencia no puede basarse en hipótesis o
presupuestos no contrastados con la experiencia. La validez de las teorías científicas
depende de su verificación empírica. Salvo en las matemáticas, que no versan sobre
hechos, sino sobre nuestras propias ideas y sus leyes de asociación, las ciencias de los
fenómenos naturales (física, geografía, biología, etc.) deben evitar cualquier supuesto u
hipótesis metafísica, así como rechazar el método matemático deductivo. El error cometido
por los racionalistas consistió en tratar de igual forma y bajo el mismo método a todas las
ciencias, sin distinguir si se referían a hechos de la experiencia (cuestiones de hecho) o a
un simple proceder de la mente (relaciones de ideas).
El tiempo, no obstante, dio la razón a los empiristas, pues a partir del siglo XVIII la física se
independizó de la metafísica que, después de la crítica kantiana, dejará de considerarse
una ciencia. La filosofía empirista, pese a restringir el poder de la razón, sirvió de sana
autocrítica respecto a nuestros límites y posibilidades racionales.
7. Los predicados como bueno o malo no se dan en la experiencia. Conocemos las
cosas y sus cualidades físicas pero las cualidades morales o estéticas no pueden
percibirse, no tienen valor cognoscitivo sino que la guía para la vida humana es el
sentimiento
REPRESENTANTES DEL EMPIRISMO

 RENE DESCARTES (1596-1650)

Descartes es el padre de la filosofía moderna. Sus obras más importantes son: Reglas para
la dirección del espíritu, Principio de Filosofía, Meditaciones metafísicas, Discurso del
método.

Su famosa frase "Cogito, ergo sum" ("Pienso, luego existo") fue el punto de partida que le
llevó a investigar las bases del conocimiento. Su filosofía surge en el siguiente contexto: Se
ha producido ya una cierta ruptura con la filosofía medieval, pero no se había planteado
aún una nueva forma de entender la verdad. Esta filosofía se va a basar en la confianza en
la razón y la consideración de esta como algo interno del individuo. Se encuentra con el
pensamiento religioso medieval, aunque ya sumido en una gran crisis. Para Descartes la
seguridad no proviene en principio de la seguridad que nos da el pensamiento divino, ni es
algo externo como el pensamiento griego, sino que deriva de la certeza de la mente
humana.

Intenta superar los 2 grandes prejuicios medievales en el tema del conocimiento:

1. Autoridad de Aristóteles, cuya forma de pensamiento se basa en los silogismos; consiste


en aplicar teorías generales a casos concretos: a partir de 2 premisas (una mayor o general
y otra menor) vamos obteniendo conclusiones y ampliando el conocimiento: El hombre es
un ser racional; Luis es un hombre. Luego Luis es un ser racional. Descartes se plantea la
necesidad de un nuevo método ya que los silogismos no nos permiten avanzar, crear.

2. Unión fe-razón, es decir, la verdad obtenida a través de la razón y de la fe coinciden.

Razón y método: el criterio de verdad.

Sin embargo, Descartes rechaza tal principio de incomunicabilidad de los géneros, por
considerar que el saber humano no se diversifica por la distinción de objetos formales, pues
siendo la razón una, el saber del hombre es uno sin admitir límites interiores.

Una de las premisas del pensamiento de Descartes es la sumisión a un método


cuidadosamente elegido, aunque esto no es original, pues ya en Platón hay una gran
preocupación por los asuntos de método. En Descartes nos encontramos con 3 momentos
del método:
El método como camino de búsqueda de la verdad: la duda metódica. Descartes
comienza dudando de los sentidos, por un hecho patente: éstos me engañan alguna vez,
luego he de pensar que pueden engañarme siempre.

Cuando sueño siento la existencia de las cosas igual que en la vigilia y, sin embargo, no
existen. La dificultad para distinguir el sueño de la vigilia presta la posibilidad de dudar
también de la existencia de las cosas. Sin embargo es cierto que, aún fuera del estado de
vigilia, hay verdades que prevalecen, las matemáticas: "Pues, duerma yo o esté despierto,
dos más tres serán siempre cinco, y el cuadrado no tendrá más que cuatro lados".

Descartes introduce un nuevo motivo de duda: la hipótesis de que puede que Dios haya
puesto en mi mente estas ideas con la intención de engañarme. Pero existiría una posible
objeción a esta hipótesis: podría repugnar a la voluntad divina el querer engañarme. Para
evitar equívocos con la fe, Descartes sustituye la denominación de Dios engañador por
Genio maligno, un ser todopoderoso que tiene la voluntad de engañarme en todo lo que
pienso. Con esta hipótesis ahora parece que no puedo tener nada por cierto sin correr el
riesgo de ser engañado; incluso con las verdades matemáticas puede ocurrir que "haya
querido que me engañe cuantas veces sumo dos más tres, o cuando enumero los lados de
un cuadrado". Con todo este proceso de duda, desarrollado en la 1ª Meditación Metafísica,
Descartes persigue, como hemos dicho, llegar a una verdad absoluta, eliminando los
prejuicios (algo parecido a la ironía socrática).

Llegado a este punto, en la 2ª Meditación Metafísica, Descartes aplica la duda a la propia


duda. Y es entonces cuando encuentra un elemento que prevalece a la duda. Si dudo que
dudo es indudable que sigo dudando. El hecho de dudar, aunque me esté engañando,
siempre puedo tener la certeza de que estoy dudando. Y dudar o engañarse implica
necesariamente que estoy pensando; y si estoy pensando es indudable que estoy
existiendo. Por tanto estamos ante la primera verdad indubitable, la de mi propia existencia
como verdad pensante, a partir de la cual va a construir todo el conocimiento: Pienso, luego
existo (Cogito, ergo sum)

Ya en su tiempo Descartes recibió la objeción de que el cogito era la conclusión de un


silogismo -a los que precisamente Descartes quiere evitar en su intento de ruptura con la
filosofía medieval- cuya premisa mayor (sobreentendida) sería "todo lo que piensa existe",
la premisa menor "yo pienso", y la conclusión "yo existo". Pero Descartes no aceptó este
planteamiento, ya que, según él, "cuando alguien dice pienso, luego existo, no infiere su
existencia del pensamiento como si fuese la conclusión de un silogismo, sino como algo
notorio por sí mismo, contemplado por simple inspección de espíritu.
JOHN LOCKE (1630-1704)

Cursó estudios de teología, química y medicina en Oxford. Allí entró en contacto con la
doctrina escolástica y la teoría de Descartes. Es la formulación clásica del empirismo inglés.
Parte del principio de que todo conocimiento, incluso el abstracto es adquirido, y se basa
en la experiencia, rechazando las ideas innatas. El objeto de conocimiento son las ideas,
definidas como contenido del entendimiento y sin ningún carácter ontológico, ya que son el
resultado directo de la sensación o la reflexión (ideas simples), o el resultado de la actividad
asociativa de la inteligencia humana (ideas compuestas). No representa un empirismo
radical y acepta el conocimiento por demostración, no fundamentado en la experiencia,
(como la demostración de la existencia de Dios por el argumento cosmológico o
teleológico), y la validez de conceptos originados por el sujeto (como los matemáticos o
geométricos). Sus obras más importantes son: Ensayo sobre el entendimiento humano,
Tratado sobre el gobierno civil, La racionalidad del cristianismo.

DAVID HUME (1711-1776)

Estudió en un primer momento Derecho, pero pronto se dedicó a la Filosofía. Su filosofía


proviene a la vez del empirismo de Locke y del idealismo de Berkeley. Trata de reducir los
principios racionales (entre otros la casualidad) a asociaciones de ideas que el hábito y la
repetición van reforzando progresivamente., hasta llegar, algunas de ellas, a adquirir una
aparente necesidad. Por lo tanto, las leyes científicas sólo son para los casos en que la
experiencia ha probado su certeza. No tienen, pues, carácter universal, ni es posible la
previsibilidad a partir de ellas. La sustancia, material o espiritual no existe. Los cuerpos no
son más que grupos de sensaciones; el yo no es sino una colección de estados de
conciencia. Es el fenomenismo. Sus principales obras son: Tratado sobre la naturaleza
humana, Investigación sobre el entendimiento humano, Investigación sobre los principios
de la moral

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