«Tienen boca y no hablan» (Sal 115,5; Bar enseñe cómo deben conducir su vida, sea 6,7). Esta sátira de los «ídolos mudos» (ICor que les *revele los secretos divinos (Dan 12,2) subraya uno de .los rasgos más 5,11s; cf. Gén 41,39). De todos modos no característicos del *Dios vivo en la se trata de una palabra de hombre, sujeta a revelación bíblica: Dios habla a los hombres, fluctuación o a error: profetas y sabios están y la importancia de su palabra en el AT no es en comunicación directa con el Dios vivo. sino la preparación del hecho central del NT, 2. Ahora bien, la palabra divina no se da a donde esta palabra —el Verbo— se hace los privilegiados del cielo como una carne. enseñanza esotérica que deban ocultar al AT. I. DIOS HABLA A LOS HOMBRES. En el común de los mortales. Es un mensaje que AT el tema de la palabra divina no es objeto hay que transmitir; no a un pequeño círculo, de especulación abstracta, como sucede en sino al entero pueblo de Dios, al que Dios otras corrientes de pensamiento (cf. el logos quiere alcanzar por intermedio de sus de los filósofos alejandrinos). Es ante todo portavoces. Así la experiencia de la palabra un hecho de experiencia : Dios habla de Dios no es sólo cosa de un pequeño directamente a hombres privilegiados; por número de místicos: todo Israel se ve ellos habla a su pueblo y a todos los llamado a reconocer que Dios le habla por hombres. boca de sus enviados. Si se da el caso de 1. El profetismo es una de las bases que en un principio desconozcan y fundamentales del AT: en todos los siglos desprecien la palabra divina (p.e. Jer 36), habla Dios a hombres escogidos, con la hay signos indiscutibles que acaban siempre misión de transmitir su palabra. Estos por imponer su evidencia. En la época del hombres son, en el sentido lato del término, NT el judaísmo entero profesará que «Dios *profetas. Puede variar la manera como habló a nuestros padres, muchas veces y en Dios se dirige a ellos: a unos habla «en muchas maneras» (Heb 1,1). visiones y en sueños)) (Núm 12, 6; cf. IRe II. ASPECTOS DE LA PALABRA. La palabra 22,13-17); a otros con una inspiración de Dios puede enfocarse en dos aspectos, interior más indefinible (2Re, 3-15...; Jer indisociables, pero distintos: revela y obra. 1,4; etc.); a Moisés habla «cara a cara» 1. Dios revela al hablar. Dios habla para (Núm 12,8). Con mucha frecuencia ni poner el pensamiento del hombre en siquiera se precisa el modo de expresión de comunicación con su propio pensamiento. su palabra (p.e. Gén 12,1). Pero eso no es Su palabra es alternativamente ley y regla lo esencial: todos estos profetas tienen clara de vida, revelación del sentido de las cosas conciencia de que les habla Dios, que su y de los acontecimientos, promesa y palabra los invade en cierto modo hasta anuncio del porvenir. hacerles violencia (Am 7,15, cf. 3,8; Jer a) La concepción de la palabra divina como 20,7ss). Para ellos la palabra de Dios es, *ley y regla de vida se remonta a los pues, el hecho primero que determina el orígenes mismos de Israel. En el momento sentido de su vida, y la forma extraordinaria de la *alianza en el Sinaí Moisés dio al en que la palabra surge en ellos hace que pueblo de parte de Dios una carta religiosa y atribuyan su origen a la acción del *Espíritu moral resumida en diez «palabras», el de Dios. Sin embargo, en otros casos la Decálogo (Éx 20,1-17; Dt 5,6-22; cf. Éx palabra puede llegar por vías más secretas, 34,28; Dt 4,13; 10, 4). Esta afirmación del aparentemente más próximas a la psicología Dios único ligada a la revelación de sus normal: las que sigue la *sabiduría divina exigencias esenciales fue uno de los para dirigirse al corazón de los hombres primeros elementos esenciales que permitieron a Israel tomar conciencia de que promesa: estos tres aspectos de la palabra «Dios habla». Ciertos relatos bíblicos divina se acompañan y se condicionan subrayaron el hecho dando cuerpo y vida al mutuamente a todo lo largo del AT. cuadro del Sinaí y presentando a Dios Reclaman por parte del hombre una hablando directamente a todo Israel desde respuesta, de la que volveremos a hablar dentro de la nube (cf. Éx 20,1...; Dt 4,12); más abajo. de hecho otros pasajes ponen claramente 2. Dios obra al hablar. Sin embargo, la de relieve el papel de mediador de Moisés palabra de Dios no es sólo un mensaje (Éx 34,10-28). Pero de todos modos la ley inteligible dirigido a los hombres. Es una se impuso a título de palabra divina. Como realidad dinámica, un poder que opera tal vieron en ella los sabios y los salmistas la infaliblemente los efectos pretendidos por fuente de la felicidad (Prov 18,13; 16,20; Sal Dios. Dios la envía como un mensajero vivo 119). (Is 9,7; Sal 107,20; 147,15): se lanza en b) Sin embargo. con la ley divina se halla cierto modo sobre los hombres (Zac 1,6). ligada desde los orígenes una *revelación de Dios vela sobre ella para realizarla (Jer Dios y de su acción acá en la tierra : «Yo 1,12), y, en efecto, ella produce siempre lo soy Yahveh, tu Dios, que te he sacado del que anuncia (Núm 23,19; Is 55,10s), ya se país de Egipto» (Éx 20,2). Tal es la certeza trate de los acontecimientos de la historia, esencial que funda la autoridad de la ley de las realidades cósmicas o del término del misma. Si Israel es un pueblo monoteísta, designio de salvación. no es en modo alguno por sabiduría a) Esta concepción dinámica de la palabra humana. sino porque Yahveh habló a sus no era desconocida del antiguo Oriente, que la escuchaba en forma cuasimágica. En el padres, luego a Moisés, para darse a AT se aplicó en primer lugar a la palabra conocer como «el *único» (Éx 3,13-15; cf. profética: cuando Dios revela de antemano Dt 6,4). Así también, a medida que la sus planes es cierto que luego los realizará. historia se va desenvolviendo, la palabra de La historia es un cumplimiento de sus Dios Io ilustra sobre su oculto significado. En *promesas (cf. Dt 9,5; lRe 2,4; Jer 11,5); cada una de las grandes experiencias los acontecimientos sobrevienen a su nacionales le descubre intenciones secretas llamamiento (Is 44.7s). En el Éxodo (Jos 24,2-13). Este reconocimiento del «manda, y vienen los insectos» (Sal 105, *designio de Dios en los acontecimientos de 31.34). Al final de la cautividad de Babilonia este mundo no es tampoco de origen «dice de Jerusalén: "¡sea habitada!", y dice humano; está en conexión con el de Ciro: "Mi pastor..."» (is 44,26.28). conocimiento profético, prolongado por la b) Pero si éste es el caso de la historia, reflexión sapiencial (cf. Sab 10-19). En una ¿cómo dudar de que la creación entera palabra, dimana de la palabra de Dios. *obedece igualmente a la palabra de Dios? c) En fin, la palabra de Dios sabe franquear En efecto, bajo la forma de una palabra es los límites del tiempo para desvelar como debemos representarnos el acto anticipadamente el porvenir. Paso a paso original del *creador: «Dijo, y fue hecho» ilustra a Israel sobre la próxima etapa del (Sal 33,6-9; cf. Gén 1; Lam 3, 37; Jdt 16,14; designio de Dios (Gén 15,13-16; Éx 3,7-10; Sab 9,1; Eclo 42,15). Desde entonces esta Jos 1,1-5; etc.). Finalmente, más allá de un misma palabra sigue activa en el universo, porvenir inmediato que se colora de tintas rigiendo los astros (Is 40,26), las aguas del sombrías, revela lo queacontecerá «en los abismo (Is 44,27) y el conjunto de los últimos tiempos», cuando realice Dios su fenómenos de la naturaleza (Sal 107,25; designio con plenitud: es todo el objeto de 147,15-18; Job 37,5-13; Edo 39,17.31). La la escatología profética. Ley, revelación, palabra de Dios, más que los *alimentos terrestres, es la que, como un *maná revelación y regla de vida, es para ellos *luz celestial, conserva en vida a los hombres (Sal 119,105); en cuanto promesa, da que creen en Dios (Sab 16,26; cf. Dt 8, 3 seguridad respecto al porvenir. Así pues, LXX). quienquiera que sea el que la transmita, c) Tal eficacia, comprobable en la creación hay que *escucharla (Dt 6,3; Is 1,10; Jer como en la historia, no puede faltar a los 11,3.6), sea para «tenerla en el corazón» oráculos de salvación que conciernen a los (Dt 6,6; 30,14) y ponerla en práctica (Dt «últimos *tiempos)); en efecto, «la palabra 6,3; Sal 119,9.17.101), sea para contar con de Dios permanece siempre» (Is 40,8). Por ella y esperar en ella (Sal 119,42.74.81 etc. eso, de un siglo a otro, el pueblo de Dios ; 130,5). La respuesta humana a la palabra recoge piadosamente todas estas palabras de Dios constituye, pues, una actitud interior que le describen anticipadamente su compleja, que comporta todos los aspectos porvenir. Ningún acontecimiento agota su de la vida teologal: la *fe, puesto que la significación mientras no llegan los «últimos palabra es revelación ; la *esperanza, tiempos» (cf. Dan 9). puesto que es promesa; el *amor, puesto III. EL HOMBRE ANTE DIOS QUE HABLA. La que es regla de vida (cf. Dt 6,4ss). palabra de Dios es por tanto un hecho IV. PERSONIFICACIÓN DE LA PALABRA DE frente al cual no puede el hombre Dios. La palabra divina no es un elemento permanecer pasivo: el portavoz ejerce un de tantos en la economía del AT; la domina ministerio con muy graves totalmente, dando sentido a la historia en responsabilidades; el oyente de la palabra cuanto es creadora de la misma, suscitando se ve requerido a tomar posición, lo cual en los hombres la vida de fe en cuanto se pone en juego su destino. les dirige como un mensaje. No debe, pues, 1. El ministerio de la palabra no se presenta sorprender el ver que esta importancia se en el AT como una fuente de goces traduce a veces en una personificación de la místicos: por el contrario, todo *profeta se palabra, paralela a las de la *sabiduría y del expone a la contradicción e incluso a las *Espíritu de Dios. Tal es el caso de la *persecuciones. Cierto que Dios, al poner en palabra reveladora (Sal 119,89) y sobre todo su boca sus propias palabras, le da fuerza de la palabra operante, ejecutora de las suficiente para transmitir sin temor el órdenes divinas (Sal 147,15; 107,20; Is 55, mensaje que se le confía (Jer 1.6-10). Pero, 1 1 ; Sab 18,14ss). En la filigrana de estos en cambio, es responsable delante de Dios textos se descubre ya la acción del Verbo de de esa *misión de la que depende la suerte Dios en la tierra, aun antes de que el NT la de los hombres (Ez 3,16-21 ; 33,1-9). De revele a los hombres con plenitud. hecho, si trata de evadirse, Dios puede NT. Algunos pasajes del NT reasumen la hacerle volver a la fuerza, como lo da a doctrina de la palabra de Dios en sentido entender la historia de Jonás (ion 1; 3). idéntico al del AT (cf. Mt 15,6). Así María Pero las más de las veces los portavoces de cree en la palabra que le es transmitida por Dios desempeñan su misión con riesgo de el ángel (Le 1,37s.45), y a Juan Bautista se su tranquilidad e incluso de su vida; y esta le dirige la palabra como a los profetas de *fidelidad heroica es para ellos causa de otros tiempos (Lc 3,2). Pero las más de las *sufrimiento (Jer 15,16ss), un duro deber veces el misterio de la palabra tiene ya por cuyo salario no perciben inmediatamente centro la persona de Jesús. (IRe 19,14). I. PALABRA DE DIOS Y PALABRA DE JESÚS. 2. La acogida hecha a la palabra. Por lo que 1. La palabra opera y revela. En ninguna se refiere a los oyentes de la palabra, deben parte se dice que la palabra de Dios es dispensarle en su *corazón una acogida dirigida a Jesús como se decía antiguamente confiada y dócil. La palabra, en cuanto de los profetas. Sin embargo, en san Juan refieren palabras de Jesús que muestran como en los Sinópticos su palabra se claramente el objeto de esta elección. En la presenta exactamente como la palabra de parábola de la *semilla la palabra — que es Dios en el AT: poder que opera y luz que el Evangelio del reino—es acogida revela. diversamente por sus diversos oyentes : *Poder que opera: con una palabra realiza todos «oyen»; pero los que la Jesús los *milagros que son los signos del «comprenden» (Mt 13,23) o la «acogen» reino de Dios (Mt 8,8.16; Jn 4,50-53). (Mt 4,33) o la «guardan» (Le 8,15) la ven También con una palabra produce en los producir en ellos su *fruto. Asimismo Jesús, corazones los efectos espirituales cuyos terminado el sermón .de la montaña, en que símbolos son estos milagros, como, por acaba de proclamar la nueva *ley, opone la ejemplo, el *perdón de los pecados (Mt 9,1- suerte de los que «oyen su palabra y la 7 p). Con una palabra transmite a los Doce ponen en práctica» a la de los que «la oyen sus poderes (Mt 18,18; Jn '20,23) e instituye sin ponerla en práctica» (Mt 7,24.26; Lc los signos de la nueva alianza (Mt 26, 26-29 6,47.49): casa fundada sobre la roca por un p). En él y por él está, pues, en acción la lado, sobre la arena por otro. palabra creadora, operando acá en la tierra Estas imágenes introducen una perspectiva la salvación. de *juicio; cada cual será juzgado según su *Luz que revela: Jesús anuncia el Evangelio actitud frente a la palabra : «Quien se del reino, «anuncia la palabra» (Mt 4,33), avergonzare demí y de mis palabras, el Hijo dando a conocer en *parábolas los del hombre se avergonzará también de él *misterios del reino de Dios (Mt 13,11 p). cuando venga en la gloria de su Padre» (Mc En apariencia es un *profeta (Jn 6,14) o un 8,38 p). doctor que *enseña en nombre de Dios (Mt El cuarto evangelio vuelve a las mismas 22,16 p). En realidad habla «con ideas con particular insistencia. Muestra que *autoridad» (Mt 1,22 p), como de su propio en los oyentes de Jesús se opera una fondo, con la certeza de que «sus palabras división a causa de sus palabras (Jn 10,19). no pasarán» (Mt 24,35 p). Esta actitud deja Por un lado se hallan los que creen (Jn 2,22; entrever un misterio, al que el cuarto 4,39.41.50), escuchan su Palabra (5, 24), la evangelio se asoma con predilección. Jesús guardan (8,51s; 14,23s; 15, 20), «dice las palabras de Dios» (Jn 3,34), dice *permanecen en ella (8,31) y en quienes «lo que el Padre le ha enseñado» (8,28). ella permanece (5,38; 15,7); éstos tienen la Por eso «sus palabras son espíritu y vida» vida eterna (5,24), no verán jamás la (6,63). Repetidas veces emplea el muerte (8,51). Por otro lado los que hallan evangelista con énfasis el verbo «hablar» esta palabra demasiado dura (6,60), que no (lalein) para subrayar la importancia de este «pueden escucharla» (8,43) y que por lo aspecto de Jesús (p.c. 3,11; 8,25-40; 15,11; mismo la rechazan y repudian a Cristo: a 16,4...), pues Jesús «no habla de sí mismo» éstos la palabra misma de Jesús los juzgará (12,49s; 14,10), sino «como le ha hablado el último día (12,48), porque no es su primero el Padre» (12,50). El misterio de la palabra de él, sino la del Padre (12.49; palabra profética, inaugurado en el AT, 17,14), que es *verdad (17,17). Es por alcanza, pues, en él, su perfecto tanto una misma cosa tomar posición frente cumplimiento. a la palabra de Jesús, frente a su persona y 2. Los hombres frente a la palabra. Por eso frente a Dios. Según la decisión tomada se se intima a los hombres que tomen posición ve el hombre introducido en una vida frente a esta palabra que los pone en teologal hecha de fe, de confianza y de contacto con Dios mismo. Los Sinópticos amor, o arrojado por el contrario a las Dios. Por esta razón frente a la palabra tinieblas del mundo malvado. apostólica tiene lugar la misma división que II. LA PALABRA EN LA IGLESIA. 1. La acción se observaba ya frente a Jesús: negativa de la Palabra de Dios. Los Hechos y las por parte de unos (Act 13,46; lPe 2,8; 3,1); epístolas apostólicas nos muestran la acogida por parte de otros (lTes 1,6), que palabra de Dios prosiguiendo en la tierra la reciben la palabra (lTes 2,13), la escuchan salvación inaugurada por Jesús. Por lo (Col 1,5; Ef 1,13),. la reciben con docilidad demás, esta palabra no designa tanto una para ponerla en práctica (Sant 1,21ss), la serie de «palabras del Maestro» recogidas y guardan a fin de ser salvos (ICor 15,2; cf. repetidas por los discípulos (cf. Mt 10,14; Ap 3,8), la glorifican (Act 13,48), de modo lCor 7,10.12.25) cuanto el mensaje mismo que permanece en ellos (Col 3,16; 1Jn 1, del *Evangelio, proclamado en la 10; 2,14). Si es menester, éstos so-portan *predicación cristiana. El ministerio por causa de ella la prueba y el *martirio apostólico es esencialmente un servicio de (Ap 1,9s; 6,9; 20,4) y gracias a ella vencen esta palabra (Act 4,29ss; 6,2.4), que se a las potencias del mal (Ap 12,11). Así se debe anunciar para que resuene en el dilata en la historia la acción de la palabra mundo entero (8,4.25; 13,5; 18,9s; lTes 1, divina, que suscitó en los hombres fe, 8); servicio sincero, que no falsifica el esperanza y amor. mensaje (2Cor 2,17; 4,2); servicio animoso, III. EL MISTERIO DEL VERBO DE Dios. 1. El que lo proclama con audacia (Act 4,31; FIp Verbo hecho carne. De este misterio de la 1,14). palabra divina nos comunica Juan el último Ahora bien, esta palabra es por sí misma un secreto, relacionándola en la forma más poder de salvación: el *crecimiento de la estrecha con el misterio mismo de Jesús, Iglesia se identifica con su crecimiento (Act Hijo de Dios: Jesús es en cuanto *Hijo la 6,7; 12, 24; 19,20), y aun las cadenas con palabra subsistente, el Verbo de Diem. De él que se carga al Apóstol no logran deriva, pues, en última instancia toda encadenarla (2Tim 2,9). Es la «palabra de manifestación de la palabra divina, en la salvación» (Act 13,26), la «palabra de vida creación, en la historia, en la realización (Flp 2,16), la palabra segura (1Tim 1,15; final de la salvación. Así se comprende lo 2Tim 2,11; Tit 3,8), la palabra viva y eficaz que se dice en la epístola a los Hebreos : (Heb 4,12); otras tantas expresiones que «Después de haber hablado a nuestros subrayan su acción en los corazones de los padres por los profetas, nos ha hablado Dios creyentes. Así, a ella es a la que éstos por su Hijo» (Heb 1,1s). deben su regeneración cuando creen en ella Así pues, Jesús en cuanto verbo existía en en el momento del *bautismo (1P 1,23; Dios desde los principios, y él mismo era Sant 1,18; cf. Ef 5,26). En la obra de la Dios (Jn l,ls). Era la palabra creadora en que salvación se descubre así la misma eficacia todo fue hecho (1,3; cf. Heb 1,2; Sal de la palabra que el AT presentía en el 33,6ss), la palabra iluminadora que brillaba marco de la creación y en el desarrollo de la en las tinieblas del mundo para aportar a los historia, y que los evangelios atribuían a la hombres la *revelación de Dios (Jn 1,4s.9). palabra de Jesús. Pero .ele he-cho la palabra Ya en el AT era él quien se manifestaba bajo anunciada por los apóstoles ¿es otra cosa las formas externas de la palabra operante y que la palabra misma de Jesús, elevado revelante. Pero finalmente, al término de los como *señor a la diestra de Dios, y que tiempos, este verbo entró abiertamente en habla por sus apóstoles y confirma su la historia haciéndose carne (1,14); palabra con signos (Mc 16,20)? entonces vino a ser para los hombres objeto 2. Los hombres delante de la palabra de de experiencia concreta (l Jn 1,1 ss), de modo que «nosotros vimos su *gloria» (Jn cambiado de aspecto el problema vital 1,14). planteado por la palabra de Dios: quien cree De esta manera llevó a término su doble en la palabra, quien reconoce al Verbo y lo actividad de revelador y de autor de la acoge, entra por él en una vida teologal de salvación: como Hijo único dio a los hijo de Dios (Jn 1,12); quien rechaza la hombres a conocer al Padre (1,18); para palabra, quien desconoce al Verbo, salvarlos introdujo en el mundo la *gracia y permanece en las tinieblas del mundo y con la *verdad (I,14.16s). El Verbo manifestado eso mismo está ya juzgado (cf. 3.17ss). al mundo está ahora ya en me-dio de la Tremenda perspectiva que todo hombre historia humana: antes de él la historia debe afrontar, abiertamente si se halla en tendía hacia su encarnación; después de su presencia del Evangelio de Jesucristo, venida tiende hacia su triunfo final. En secretamente si la palabra divina sólo le efecto, él también se manifestará en un llega bajo formas imperfectas. A todo último combate, para dar fin a la acción de hombre habla el Verbo, de todo hombre los poderes malignos y pro-curar acá en la aguarda una respuesta. Y el destino eterno tierra la *victoria definitiva de Dios (Ap de este hombre depende de su respuesta. 19,13). 2. Los hombres delante del Verbo hecho --> Escuchar - Enseñar - Juicio - Libro - carne. Siendo Cristo el Verbo subsistente Palabra - Predicar - Profeta - Revelación - «venido en carne», se comprende que la Sabiduría - Sembrar - Verdad. actitud adoptada por los hombres frente a su palabra y frente a su persona determina por Palabra humana el mismo caso su actitud frente a Dios. Conforme a una concepción común en la Efectivamente, su venida a la tierra dio lugar antigüedad, el mundo bíblico no ve entre ellos a una división. Por un lado, las únicamente en la palabra humana un vano tinieblas no lo acogieron (Jn 1,5), eI sonido, un simple medio de comunicación *mundo malvado no lo conoció (1,10), los entre los hombres: la palabra expresa la suyos — su propio pueblo — no lo recibieron persona. participa de su dinamismo. está (1,11): es toda la historia evangélica que dotada en cierto modo de eficacia. De ahí su desemboca en la pasión. Pero por otro lado importancia en la marcha de la vida: según los hay que «creyeron en su nombre» su calidad implica para el que la pronuncia (1,12): éstos «recibieron de su plenitud honor o confusión (Eclo 5,13); la muerte y gracia sobre gracia» (1,16), y él les dio la vida están en su poder (Prov 18,21). Para poder ser hijos de Dios (1,12), él que es hijo juzgar el valor del hombre es por tanto por naturaleza (1,14.18). como la piedra de toque que permite Así cristalizó en torno al Verbo encarnado un experimentarlo (Eclo 27,4-7). Se comprende drama que en realidad dura desde que Dios que los maestros de sabiduría inculquen su comenzó a hablar a los hombres por sus buen uso y denuncien sus defectos: en este profetas. Pero también, cuando los profetas punto el NT reproducirá sencillamente la proclamaban la palabra de Dios ¿no era ya enseñanza del AT. el Verbo en persona el que se expresaba por 1. Del mal uso de la palabra. Tenemos en su boca, el mismo Verbo que había de primer lugar al charlatán, que se hace tomar carne al fin de los tiempos para detestar (Eclo 20,5-8); al necio, al que se hablar directamente a los hombres cuando reconoce por sus dichos fuera de propósito lo enviara el Padre personalmente a la (20,18ss); al falso amigo, que como tierra? A esta acción oculta, preparatoria, ha consolación sólo ofrece «palabras de viento» sucedido ahora una presencia directa y (Job 12, 6). Pero hay algo peor: la palabra visible. Pero para los hombres no ha de los malos, que es una asechanza hay que añadir todavía la sabiduría y la sanguinaria (Prov 12,6). El sabio debe bondad, como lo hace la mujer perfecta guardarse de la maledicencia (Eclo 5,14), (Prov 31,26). Entonces la palabra humana pues la *lengua causa más víctimas que la es como un agua profunda, un torrente espada (Prov 12,18; Eclo 28,17s). Las desbordante, una fuente de vida (Prov 18,4; palabras del chismoso se reciben con cf. Dt 32,1s); en efecto, la boca habla de la frecuencia «como golosinas» (Prov 26,22), abundancia del corazón, de modo que el pero hieren cruelmente: los salmistas, con el hombre bueno saca del suyo un tesoro (Lc acento de personas que han sufrido mucho, 6,45). Hablando bajo la acción del Espíritu denuncian constantemente la maledicencia y Santo, puede edificar, exhortar y consolar a la calumnia que les afectan (Sal 5,10; 10,7). sus hermanos (ICor 14,3), pues su palabra En el NT la epístola de Santiago vuelve a de hombre expresa entonces la *palabra de estos mismos consejos sobre los extravíos Dios. de la palabra (Sant 3,2-12). -> Lengua - Mentira - Silencio. Por otra parte, hay también que temer otros peligros, particularmente las palabras Patria impuras (Eclo 23,12-21) y los falsos La patria, «tierra de los padres», es uno de juramentos. La ley mosaica los prohibía (Éx los aspectos esenciales de la experiencia de 20,7; Núm 30, 3; Dt 23,22...). Por temor a un pueblo. Para el *pueblo del AT la patria que se presten inconsideradamente, el ocupó un lugar importante en la fe y en la Eclesiástico acaba por aconsejar que se esperanza. Pero eso era sólo una etapa restrinja el número de los juramentos (Eclo preparatoria de la revelación, pues al fin dio 23,7-11). Finalmente, Jesús enseñará un Dios a conocer la existencia de otra patria, a ideal de sinceridad que hará inútiles los la que están destinados todos los hombres. juramentos (Mt 5,33...), ideal que será AT. 1. La experiencia de una patria. La retenido por la Iglesia apostólica (Sant 5,12; historia del pueblo de Dios comienza con un 2Cor 1,27s). Entre los pecados de la palabra desarraigo: Abraham debe abandonar su se puede por último mencionar la confianza patria para ir a otro país del que todavía no supersticiosa en su eficacia mágica. sabe nada (Gén 12,1s). Ahora bien, el nuevo Frecuente en el antiguo Oriente, conocida en el ambiente bíblico (palabra de mal augurio : enraizamiento de su raza tarda en realizarse. Durante su permanencia en Núm 22,6; palabra de aparecidos: ls 29,4), Canaán son los patriarcas *extranjeros y es prohibida por la ley bajo pena de muerte huéspedes (Gén 23,4; Heb 11,13); la por la misma razón que las otras herencia del país se les ha prometido (Gén operaciones mágicas (Lev 20, 6.27). 12,7), pero todavía no se les ha dado. De la 2. Del buen uso de la palabra. Al revés que misma manera *Egipto, donde habitan los pecadores y que los necios, los sabios cierto tiempo, es para ellos tierra extranjera deben saber regular exactamente sus (cf. 15,13). Sólo después del *éxodo y de la palabras. Una palabra dicha a propósito, una *alianza del Sinaí es cuando se cumple la respuesta oportuna son un tesoro y una promesa de Dios: Canaán se convierte en su alegría (Prov 15,23; 25,11), pues« hay propia *tierra, una tierra llena de tiempo de callar y tiempo de hablar» (Ecl significación religiosa. En efecto, no sólo es 3,7). Hay por tanto que contener las recibida de Dios como un don, sino que el palabras (Eclo 1,24), usar en el lenguaje hecho de que Dios posea en ella su lugar de balanzas y pesos, poner un candado a la residencia —el santuario del *arca,luego el lengua (Eclo 28,25; Sal 39,2; 141,3), ser *templo de Jerusalén — le confiere un valor lento para hablar (Sant 1,19). A esta mesura sagrado. Por todas estas razones aparece ligada con la fe. dado en herencia a su pueblo. Amó a esta 2. La experiencia del desarraigo. Pero Israel patria con todas las fibras de su corazón, pasa también por la experiencia contraria. tanto más que su propia misión era para ella Un doble desastre nacional devasta ocasión de un nuevo drama. En efecto, finalmente esta patria amada. Al mismo como en otro tiempo había desconocido la tiempo el pueblo es deportado lejos de ella voz de los profetas, también ahora la patria y pasa por la experiencia del desarraigo. El judía desdeña al que le revela su verdadera *exilio no hace sino avivar el apego de los vocación. En Nazaret Jesús es desechado: judíos a su patria (Sal 137, 1-6), cuyas ningún profeta es reconocido en su patria desgracias lloran (cf. Lam). Entonces (Mt 13,54-57 p; Jn 4, 44). A Jerusalén, la comprenden que esta catástrofe tiene por capital nacional, sabe Jesús que no va sino causa el pecado nacional, que Dios ha para morir (Lc 13,33). Por eso llora sobre la sancionado en forma ejemplar (Lam ciudad culpable que no ha reconocido el 1,8.18s; Is 64,4...; Neh 9,29ss). Durante tiempo en que Dios la *visitaba (Lc 19,41; todo el tiempo que se prolonga la prueba, la cf. 13,34s p). Así pues, la patria terrenal de patria humillada o lejana ocupa un puesto los judíos va irremisiblemente hacia su central en su oración (Neh 9, 36s), en sus ruina, pues no ha cumplido lo que Dios preocupaciones (2,3), en sus esperanzas de aguardaba de ella. Una nueva catástrofe porvenir (Tob 13, 9-17; Bar 4,30-5,9). significará a los ojos de todos que Dios le Adictos a las instituciones del pasado, se retira la misión que se le había encargado esfuerzan constantemente por restablecerlas en el designio de salvación (Mc 13,14-19; Lc y hasta cierto punto lo logran. Pero al 19,43s; 21,20-23). mismo tiempo descubren en los oráculos de 2. La nueva patria. El pueblo nuevo que es los profetas una imagen transfigurada de la la Iglesia no suprime el enraizamiento de los patria futura: es la nueva *tierra santa y la hombres eh una patria terrestre, como nueva *Jerusalén, centro de una tierra tratan de hacerlo ciertas ideologías actuales. reunificada, las cuales adquieren la El amor de la patria será siempre para ellos fisonomía de un *paraíso recuperado. De un deber, como prolongación del amor de la este modo la patria es a la vez para los familia. Por eso los cristianos de origen judío judíos una realidad concreta, análoga a conservan, como Jesús mismo, su afecto a todas las demás patrias humanas, y una la patria de Israel; en otro plano reivindica concepción ideal, que descuella por su san Pablo el derecho de ciudadanía romana pureza y su grandeza sobre todas las demás que posee por nacimiento (Act 22,27s). Pero ideologías nacionalistas en que se cristalizan la patria de Israel ha perdido ya su los sueños humanos. Sin ser multinacional, significación sagrada, transferida ahora ya a como lo es en la misma época la concepción una realidad más alta. La *Iglesia es la del imperio romano, tiende, no obstante, a *Jerusalén de lo alto, de la que somos hijos la universalidad por razón de la vocación de (Gál 4,26), como los israelitas eran hijos de *Israel: en Abraham deben ser benditas la Jerusalén de la tierra. Allá en lo alto es todas las familias de la tierra (Gén 12,3), y donde tenemos nuestro derecho de Sión debe venir a ser la *madre de todas las ciudadanía (Flp 3,20). De esta manera todos patrias (Sal 87). los hombres pueden tener parte en la NT. 1. Jesús y su patria. Siendo Jesús experiencia de la nueva patria. En otro plenamente hombre, hizo también la tiempo los paganos eran *extranjeros para experiencia de la patria. La suya no fue un Israel (Ef 2, 12); pero ahora comparten con país cualquiera sino la tierra que Dios había los judíos el honor de ser conciudadanos de los santos (2,19). Así el *cielo es la verdadera patria, de la que Israel, escogida existencia cotidiana, el estado del hombre entre las patrias terrenales, no era más que que vive en armonía con la naturaleza, la *figura, llena de sentido, pero provisional. consigo mismo, con Dios; concretamente, es Acá abajo no tenemos domicilio *bendición, *reposo, *gloria, *riqueza, permanente, y buscamos el del porvenir *salvación, *vida. (Heb 13,14). Esta patria preparaba Dios ya 2. Paz y felicidad. «Tener buena salud» y antiguamente a los patriarcas; y ellos, más «estar en paz» son dos expresiones allá de la tierra de Canaán, suspiraban ya paralelas (Sal 38,4); para preguntar cómo con toda su fe por esta patria mejor (Heb está uno, si se halla bien, se dice: «¿Está en 11,14ss). Todo hombre debe hacer como paz?» (2Sa 18,32; Gén 43,27); Abraham, ellos: por encima del rincón de tierra en que que murió en una vejez dichosa y saciado está enraizado con los suyos debe discernir de días (Gén 25,8), partió en paz (Gén la nueva patria, donde vivirá con ellos para 15,15; cf. Lc 2,29). En sentido más lato la paz es la seguridad. Gedeón no debe ya siempre. –> Cielo - Exilio - Padres - Pueblo - Tierra. *temer la muerte ante la aparición celestial (Jue 6,23; cf. Dan 10,19); Israel no tiene ya que temer a enemigos gracias a Josué, el Paz vencedor (Jos 21,44; 23,1), a David (2Sa El hombre ansía la paz desde lo más 7,1), a Salomón (lRe 5, 4; IPar 22,9; Eclo profundo de su ser. Pero a veces ignora la 47,13). Finalmente, la paz es concordia en naturaleza del bien que tan ansiosamente una vida fraterna: mi familiar, mi amigo, es anhela, y los caminos que sigue para «el hombre de mi paz» (Sal 41,10; Jer alcanzarlo no son siempre los caminos de 20,10); es confianza mutua, con frecuencia Dios. Por eso debe aprender de la historia sancionada por una *alianza (Núm 25,12; sagrada en qué consiste la búsqueda de la Eclo 45,24) o por un tratado de buena verdadera paz y oír proclamar por Dios en vecindad (Jos 9,15; Jue 4,17; lRe 5,26; Lc Jesucristo el don de esta verdadera paz. 14,32; Act 12,20). I. LA PAZ, FELICIDAD PERFECTA. Para 3. Paz y «salud». Todos estos bienes, apreciar en su pleno valor la realidad materiales y espirituales, están designada por la palabra hay que percibir el comprendidos en el saludo, en el deseo de sabor de la tierra latente en la expresión paz (el salamalec de los árabes). con el que semítica aun en su concepción más en el AT y en el NT se saluda, se dice espiritual, y en la Biblia hasta el último libro «buenos días» o «adiós)) ya en la del NT. conversación (Gén 26,29; 2Sa 18,29), ya 1. Paz y bienestar. La palabra hebrea por carta (p.c. Dan 3, 98; Flm 3). Ahora shalóm deriva de una raíz que, según sus bien, si se debe desear la paz o informarse empleos, designa el hecho de hallarse sobre las disposiciones pacíficas del visitante intacto, completo (Job 9,4), por ejemplo, (2Re 9,18), es que la paz es un estado que acabar una casa (1Re 9,25), o el acto de se ha de conquistar o defender; es *victoria restablecer las cosas en su prístino estado, sobre algún enemigo. Gedeón o Ajab en su integridad, por ejemplo, «apaciguar» esperan regresar en paz, es decir, a un acreedor (Éx 21,34), cumplir un voto vencedores de la guerra (Jue 8,9; lRe (Sal 50,14). Por tanto la paz bíblica no es 22,27s); asimismo se desea el éxito de una sólo el «pacto» que permite una vida exploración (Jue 18,5s), el triunfo sobre la tranquila, ni el «tiempo de paz» por esterilidad de Ana (1Sa 1,17), la *curación oposición al «tiempo de *guerra» (Ecl 3,8; de las heridas (Jer 6.14; Is 57,18s); Ap 6,4); designa el bienestar de la finalmente, se ofrecen «*sacrificios pacíficos» (salutaris hostia), que significan la *pecado sie4 hpre presente. La historia del comunión entre Dios y el hombre (Lev 3,1). tiempo de los jueces es la de Dios que 4. Paz y justicia. La paz, en fin, es lo que suscita *libertadores encargados de está bien por oposición a lo que está mal restablecer esa paz que Israel ha perdido (Prov 12,20; Sal 28,3; cf. Sal 34,15). «No por sus faltas. David piensa haber realizado hay paz para los malvados» (Is 48,22); por su cometido una vez que ha liberado al país el contrario, «ved al hombre justo: hay una de sus enemigos (2Sa 7,1). El rey ideal,se posteridad para el hombre de paz» (Sal llama Salomón, rey pacífico (1Par 22,9), 37,37); «los *humildes poseerán la tierra y bajo cuyo reinado se unen fraternamente *gustarán las delicias de una paz los dos *pueblos del norte y del sur (lRe 5). insondable» (Sal 37,11; cf. Prov 3,2). La paz 3. La lucha por la paz. es la suma de los bienes otorgados a la a) El combate profético. Ahora bien, este *justicia: tener una tierra fecunda, comer ideal se corrompe pronto, y los reyes tratan hasta saciarse, vivir en seguridad, dormir sin de procurarse la paz, no como fruto de la temores, triunfar de los enemigos, justicia divina, sino con *alianzas políticas, multiplicarse, y todo esto en definitiva con frecuencia impías. Conducta ilusoria, porque Dios está con nosotros (Lev 26,1- que parece autorizada por la palabra de 13). La paz, pues, lejos de ser solamente una apariencia profética de ciertos hombres, ausencia de guerra, es plenitud de dicha. menos solícitos de escuchar a Dios que «de II. LA PAZ, DON DE Dios. Si la paz es fruto y tener algo que meterse en la boca» (Miq signo de la *justicia, ¿cómo, pues, están en 3,5): en pleno estado de pecado osan paz los *impíos (Sal 73,3)? La respuesta a proclamar una paz durable (Jer 14,13). esta pregunta acuciante se dará a lo largo Hacia el año 850 Miqueas, hijo de Yimla, se de la historia sagrada : la paz, concebida en alza para disputar a estos falsos profetas la primer lugar como felicidad terrenal, aparece palabra y la realidad de la paz (lRe 22,13- como un bien cada vez más espiritual por 28). La lucha se hace muyviva con ocasión razón de su fuente celestial. del sitio de Jerusalén (cf. Jer 23,9-40). El 1. El Dios de paz. Ya en los comienzos de la don de la paz requiere la supresión del historia bíblica se ve a Gedeón construir un pecado y por tanto un *castigo previo. altar a «Yahveh Ñalom» (Jue 6,24). Dios, Jeremías acusa: «Curan superficialmente la que domina en el cielo puede, en efecto, llaga de mi pueblo diciendo: ¡Paz! ¡Paz! Y crear la paz (Is 45,7). De él se espera, pues, sin embargo, no hay paz» Jer 6,14). este bien. «Yahveh, es grande, que quiere la Ezequiel clama: ¡Basta de revoques! La paz de su servidor» (Sal 35,27): bendice a pared tiene que caer (Ez 13,15s). Pero una Israel (Núm 6,26), su pueblo (Sal 29,11), la vez que ésta se ha derrumbado, los que casa de David (IRe 2,33), el sacerdocio (Mal profetizaban desgracias, seguros ya de que 2,5). En consecuencia, quien *confía en él no hay ilusión posible, proclaman de nuevo puede dormirse en paz (Sal 4,9; cf. Is 26,3). la paz. A los exilados anuncia Dios: «Yo, sí, «¡Haced votos por la paz de Jerusalén! sé el designio que tengo sobre vosotros, Vivan en seguridad los que te aman» (Sal designio de paz y no de desgracia : daros 122, 6; cf. Sal 125,5; 128,6). porvenir y esperanza» (Jer 29,11; cf. 33,9). 2. Da pacem, Domine! Este don divino lo Se concluirá una alianza de paz, que obtiene el hombre por la oración confiada, suprima las bestias feroces, garantice pero también por una «actividad de seguridad, bendición (Ez 34,25-30), pues, justicia», pues Dios quiere que coopere a su dice Dios, «yo estaré con ellos» (Ez 37,26). establecimiento en la tierra, cooperación b) La paz escatológica. Esta controversia que se muestra ambigua a causa del sobre la paz está latente en el conjunto del mensaje profético. La verdadera paz se que no venga el Señor el úl timo *día, la paz despeja de sus limitaciones terrenales y de sigue siendo un bien venidero; el mensaje sus falsificaciones pecadoras, convirtiéndose profético conserva, pues, su valor: «el fruto en un elemento esencial de la predicación de la justicia se *siembra en la paz por los escatológica. Los oráculos amenazadores de que practican la paz» (Sant 3,18; cf. Is los profetas terminan ordinariamente con un 32,17). Tal es el mensaje que proclama el anuncio de restauración copiosa (Os 2,20...; NT, de Lucas a Juan, pasando por Pablo. Am 9,13...; etc.). Isaías sueña con el 1. El evangelista Lucas quiere en forma «príncipe de la paz» (Is 9,5; cf. Zac 9,9s), especial trazar el retrato del rey pacífico. A que dará una «paz sin fin» (Is 9,6), abrirá su nacimiento anunciaron los ángeles la paz un nuevo *paraíso, pues «él será la paz» a los hombres, a los que Dios ama (Lc (Miq 5,4). La naturaleza está sometida al 2,14); este mensaje, repetido por los discípulos gozosos que escoltan al *rey a su hombre, los dos reinos separados se entrada en su ciudad (19,38), no quiere *reconciliarán, las *naciones vivirán en acogerlo *Jerusalén (19,42). En la boca del paz (Is 2,2...; 11,1...; 32,15-20; cf. rey pacífico los votos de paz terrena se 65,25), «el justo florecerá» (Sal 72,7). convierten en un anuncio de salvación: Este *evangelio de la paz (Nah 2,1), la como buen judío, dice Jesús: «¡Vete en liberación de Babilonia (Is 52,7; 55. 12), paz!», pero con esta palabra devuelve la es realizado por el *siervo doliente (53,5), salud a la hemorroísa (8,48 p), perdona los que con su sacrificio anuncia cuál será el pecados a la pecadora arrepentida (7,50), precio de la paz. Así pues, « ¡ paz al que marcando así su *victoria sobre el poder de está lejos y al que está cerca! Las heridas la *enfermedad y del *pecado. Como él, los seráncuradas» (57,19). Los gobernantes discípulos ofrecen a las ciudades, junto con del pueblo serán paz y justicia (60,17): su saludo de paz, la salvación en Jesús «Voy a derramar sobre ella la paz como (10,5-9). Pero esta salvación viene a río, y la gloria de las trastornar la paz de este *mundo: «¿Pensáis *naciones como torrente desbordado» (66, que he venido a traer la paz a la tierra? No, 12; cf. 48,18; Zac 8,12). sino la división» (12.51). De este modo c) Finalmente, la reflexión sapiencial aborda Jesús no se contenta con proferir las mismas la cuestión de la verdadera paz. La fe amenazas que los profetas contra toda afirma,: «Gran paz para los que aman tu seguridad engañosa (17,26-36; cf. ITes ley; nada es para ellos escándalo» (Sal 5,3), sin,' que separa los miembros de una 119,165); pero los acontecimientos parecen misma familia. Según el decir del poeta contradecirla (Sal 73,3) suscitando el cristiano, no vino a destruir la guerra, sino a problema de la *retribución. Éste sólo sobreañadir la paz, la paz de pascua que quedará plenamente resuelto (Eclo 44,14) sigue a la victoria definitiva (Lc 24,36). Así con la creencia en la vida futura perfecta y pues, los discípulos irradiarán hasta los personal: «Las almas de los justos están en confines del mundo la pax israelitica (cf. Act la mano de Dios... A los ojos de los 7,26; 9,31: 15,23), que en el plano religioso insensatos parecen muertos... pero están en es como una transfiguración de la pax paz» (Sab 3,1ss), es decir, en la plenitud de romana (cf. 24,2), pues Dios anunció la paz los bienes, en la *bienaventuranza. por Jesucristo mostrándose «el Señor de III. LA PAZ DE CRISTO. La esperanza de los todos» (10,36). profetas y de los sabios se hace realidad 2. Pablo, uniendo ordinariamente en los concedida en Jesucristo, pues el pecado es saludos de sus cartas la *gracia a la paz, vencido en él y por él; pero en tanto que no afirma así su origen y su estabilidad. muera el pecado en todo hombre, en tanto Manifiesta sobre todo el nexo que tiene con la *redención. Cristo, que es «nuestra paz», 4. Beata pacis visio. El cristiano, firme en la hizo la paz, *reconcilió a los dos pueblos esperanza que le lleva a contemplar la uniéndolos en un solo *cuerpo (Ef 2,14-22), *Jerusalén celestial (Ap 21,2), tiende a «reconcilió a todos los seres consigo, tanto realizar la *bienaventuranza: a los de la tierra como a los del cielo, «Bienaventurados los pacíficos» (Mt 5,9), haciendo la paz por la *sangre de su *cruz» pues esto es vivir como Dios, ser *hijos de (Col 1, 20). Así pues, como «estamos Dios en el Hijo único, Jesús. Tiende por reunidos en un mismo cuerpo», :la paz de tanto con todas sus fuerzas a establecer acá Cristo reina en nuestros corazones» (Col en la tierra la concordia y la tranquilidad. 3,15), gracias al *Espíritu que crea en Ahora bien, esta política cristiana de la paz nosotros un vínculo sólido (Ef 4,3). Todo terrenal se muestra tanto más eficaz cuanto creyente, *justificado, está en paz por que es sin ilusión; tres principios guían su Jesucristo con Dios (Rom 5,1), el Dios de infatigable prosecución. amor y de paz (2Cor 13,11), que lo Sólo el reconocimiento universal del santifica *señorío de Cristo por todo el universo en el «a fondo» (1Tes 5,23). La paz, como la último advenimiento establecerá la paz *caridad y el *gozo, es *fruto del Espíritu definitiva y universal. Sólo la Iglesia, que (Gál 5,22; Rom 14,17), es la *vida eterna rebasa las distinciones de raza, de clase y de anticipada acá abajo (Rom 8,6), rebasa toda sexo (Gál 3,28; Col 3,11), es en la tierra el inteligencia (Flp 4,7), subsiste en la lugar, el signo y la fuente de la paz entre los tribulación (Rom 5,1-5), irradia en nuestras pueblos, puesto que ella es el cuerpo de relaciones con los hombres (ICor 7,15; Rom Cristo y la dispensadora del Espíritu. 12,18; 2Tim 2,22), hasta el *día en que el Finalmente, sólo la justicia delante de Dios y Dios de paz que resucitó a Jesús (Heb entre los hombres es el fundamento de la 13,20), habiendo destruido a Satán (Rom paz; puesto que ella es la que suprime el 16,20), restablezca todas las cosas en su pecado, origen de toda división. El cristiano integridad original. sostendrá su esfuerzo pacífico oyendo a 3. Juan explicita todavía más la revelación. Dios, único que da la paz, hablar a través Para él, como para Pablo, es la paz fruto del del salmo, en que están reunidos los *sacrificio de Jesús (Jn 16,33); como en la atributos del Dios de la historia: «Lo que tradición sinóptica, no tiene nada que ver dice Dios es la paz para su pueblo... con la paz de este mundo. Fidelidad brota de la tierra y justicia mira Como el AT, que veía en la *presencia de desde lo alto de los cielos. Yahveh mismo Dios entre su pueblo el bien supremo de la dará la dicha, y la tierra su fruto. Justicia paz (p.e. Lev 26, 12; Ez 37,26), muestra marchará ante su faz, y paz en la huella de Juan en la presencia de Jesús la fuente y la sus pasos» (Sal 85,9-14). realidad de la paz, lo cual es uno de los aspectos característicos de su perspectiva. -> Bienaventuranza - Bendición - Guerra - Cuando la tristeza invade a los discípulos Justicia - Reconciliación - Reposo - Salvación que van a ser separados de su Maestro, - Unidad - Victoria. Jesús los tranquiliza: «La paz os dejo, mi paz os doy» (Jn 14,27); esta paz no está ya ligada a su presencia corporal, sino a su *victoria sobre el *mundo; por eso Jesús, victorioso de la muerte, da con su paz el Espíritu Santo y el poder sobre el pecado (20, 19-23).