Alumno.

Martínez Rivas Brayan Eduardo

Profesor. Lic. Guadalupe Juárez Quesada
Materia. Técnicas de expresión

TRABAJO INFANTIL
La participación de menores de edad en ejecución de trabajos es común y en ocasiones
desapercibido en la sociedad. Algunas actividades son difíciles y exigentes, otras, más
peligrosas e incluso reprobables desde un punto de vista ético. En el marco de su trabajo,
los niños realizan una gama muy amplia de tareas y actividades que derivan en una
violación a las garantías dedicadas a estos seres.
Se entiende por trabajo infantil a toda actividad física, mental, social o moralmente
perjudicial que priva a las niñas y los niños de su niñez, potencial y dignidad, pues interfiere
con su educación, les impide realizar actividades propias de su edad y limita su desarrollo
pleno e integral. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia (UNICEF) conceptúan al trabajo infantil como cualquier trabajo que
supere la cantidad mínima de horas de acuerdo a la edad de la niña o niño y de la naturaleza
del trabajo.
En 2008, según la OIT, existían aproximadamente 215 millones de niños trabajando en el
mundo; de éstos más de la mitad realizan jornadas completas exponiéndose a las peores
formas de trabajo infantil.
Pese a esto una gran parte forman parte del servicio doméstico, realizan labores dentro de
talleres o se encuentran ocultos en plantaciones. Aunque los menores que tienen más
probabilidades de trabajar son aquellos que viven en situación de pobreza y en zonas
rurales (7 de cada 10), esto no es limitante para la explotación de niños en trabajos que
afectan su pleno desarrollo y su estructura ético-social.
Estableciendo cifras alrededor del mundo podemos encontrar que el 22 % de los niños
trabajan en el de servicios, 69% en el sector agrícola y 9 % en la industria. En aspectos
nacionales, México presenta un 30% de trabajo infantil en actividades agropecuarias, 13%
trabajan en la industria manufacturera, 5% en la construcción, 21% son trabajadores
industriales, artesanos o ayudantes, 21% en comercios establecidos y el otro 4% en
servicios domésticos.
Aproximadamente en el mundo el 53 % de niños entre 5 y 17 años (que representan126
millones) que se dedican a ejecutar labores de carácter peligroso, se encuentran en riesgo
de generar graves consecuencias a corto y largo plazo, enfermedades o discapacidades
permanentes e incluso derivar en la muerte de éstas almas inocentes.
En formas extremas los niños son sometidos a situaciones de esclavitud, separados de su
familia y/o abandonados a su suerte en la calle de grandes ciudades. Cuándo calificar o no
de “trabajo infantil” a una actividad específica dependerá de la edad del niño o la niña, el
tipo de trabajo en cuestión y la cantidad de horas que le dedica, las condiciones en que lo
realiza, y los objetivos que persigue cada país.
Es por ello necesario crear acciones que eliminen inmediatamente los trabajos en los que
a los niños se les esclavice, venda o trafique, donde se ofrezcan como servidumbre por el
pago de deudas, los recluten a la fuerza para participar en conflictos armados, los obliguen
a cometer actividades ilícitas como la trata, la prostitución o el tráfico de drogas y, en
general, en todas aquellas situaciones que alteren la salud, la integridad o los valores del
menor.