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FACULTAD DE EDUCACIÓN

KANT Y LA EDUCACIÓN

FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN

Jhon Paul Santos Huancas

PIURA_2018
KANT: LA EDUCACIÓN DEL HOMBRE ES PROPIA DE SU NATURALEZA

Resumen:

En este ensayo se explica desde los argumentos de Immanuel Kant que


el hombre es el único ser naturalmente educable, por poseer inteligencia
ilimitada, una naturaleza inacabada y por ser incompleto en cuanto a su
especie. Expondremos aquí los argumentos de nuestro autor tomando en
cuenta nuestros propios argumentos y explicando los suyos ayudados
por las citas textuales. Además, expondremos ejemplos de cómo el
hombre se diferencia de los animales y por qué los animales no pueden
ser educados, del mismo modo, se explica como la disciplina ayuda a que
el hombre abandone la animalidad y acoja la humanidad.

Palabras claves: educación, hombre, inteligencia, disciplina,


humanidad.

La educación es indispensable para la vida humana y necesaria para el


desarrollo de todo ser social, el ser humano al ser incompleto reclama a
la naturaleza su complementariedad, pero solo le corresponde con
capacidades bilógicas y mecánicas. Sin embargo, no todo está perdido; el
ser humano puede complementarse y aprender por poseer inteligencia,
la cuál al ser inacabada también puede ser educada. En este ensayo
trataremos la educación desde la acepción de Immanuel Kant, el cual la
describe como un proceso natural de cada persona. Por tanto, trataremos
de dar respuesta a la pregunta: ¿El hombre es educable por naturaleza?

Empezamos el desarrollo del presente ensayo citando a Kant: “Es el


hombre la única criatura que ha de ser educada. Entendiendo por
educación los cuidados, la disciplina y la instrucción, juntamente con la
educación”. (Akal, 2003, pág. 29)

Para Kant el hombre es la única criatura que ha de ser educada,


entendiendo el termino criatura como aquello creado por su creador
(Dios), destacando la figura humana sobre el resto de la creación,
animales, plantas, etc. Pues, el autor es consciente y junto con él
afirmamos que es el hombre el único ser creado que posee inteligencia
semejante a la de su creador. Esta capacidad racional debe ser cultivada
porque si no es bien cuidada y educada podría involucionar a un
salvajismo y terminar peor que una vestía salvaje, es decir, sino se
educada a la persona sabiendo que puede ser educada y disciplinada se
atenta contra su propia naturaleza y se denigra a ser peor que un animal,
que sin tener inteligencia puede responder ordenadamente a sus
instintos.

Los animales no necesitan cuidado alguno, por ejemplo cuando un pollito


sale de su cascarón no empieza a llorar como un bebé, al contrario si
ponemos una analogía del pollito con el hombre, el pollito a luchado por
si solo y sin ayuda de la madre para romper el cascarón, cómo lo ha hecho
es el tema de discusión ahora, pero si podemos afirmar que todos los
pollitos de cualquier parte del mundo rompen el cascaron por sus propias
fuerzas si desean salir y vivir, a eso le denominaremos instinto, por
instinto rompen el cascaron, y una vez afuera ellos mismos buscan a la
gallina para que les de calor. Lo mismo pasará con un carnero o un
borrego, que al nacer se paran y andan por si solos, ante estos ejemplos
podemos decir que los animales a lo mucho cuando están pequeños a lo
mucho necesita calor para poder sobrevivir y protegerse del frío y de los
depredadores, necesitan también una guía o una distante protección. En
esto último si se asemejan al ser humano. Sin duda, necesitan ser
alimentados, pero ningún otro cuidado.

Partiendo de lo antes expuesto para Kant el primer modo de educación


en su forma más primitiva es el cuidado o mantenimiento, que atiende a
las facultades físicas más elementales. Es la parte en mayor medida
compartida con los animales de toda la educación. (Romero, 2013, pág.5)

Las facultades físicas elementales como el comer, necesidad de abrigo,


seguridad, etc. Son las que posee todo ser animado con independencia
móvil, tanto los animales como las personas las poseen y comparten, para
nuestro autor estas son innatas, ya vienen constituidas y dadas por la
propia naturaleza, pero en el caso del hombre se pueden educar. El
hombre decide que darle de comer a su pequeño y a qué hora, ponerle
un abrigo y no necesariamente el abrigarlo con su cuerpo. Lo educa para
que pueda comer educadamente y vista de acuerdo con temporada. En
los animales es imposible ya que en cada uno de los viene establecido ya
un modo de comer, de caminar, de correr.

Afirmamos esto junto con el Estagirita el cual dice que la especie humana
es inacabada y por ser inacaba no es predecible, no determinada y libre.
El libre albedrio nace de una elección y al ser un ser que puede elegir por
ser inteligente, es capaz de ser educados, porque como lo afirma
Aristóteles el hombre busca por naturaleza saber.

Un animal lo es ya todo por instinto, su naturaleza le ha provisto de todo.


Pero el hombre necesita de una razón propia, pues no posee ningún
instinto, ha de construirse el mismo un plan de su conducta. Pero como
no está en disposición de hacerlo inmediatamente, ya que viene inculto
al mundo, se lo tienen que construir los demás.

“La disciplina educa al hombre inculto: La disciplina impide que el


hombre, llevado por sus impulsos animales, se aparte de su
determinación, de la humanidad”. (Akal, 2003, pág.30)

En este sentido el hombre debe ser disciplinado por otros, se le tiene que
sujetar para que, por ejemplo, no se encamine salvaje, desmedido de
peligros. Al estar en pleno desarrollo de su inteligencia cuando es bebé y
en la infancia, todavía no es capaz de auto disciplinarse y no es
consciente de los peligros que le rodean en el mundo donde vive, por lo
cual es indispensable que la madre, el padre o los tutores le disciplinen,
para que se dé cuenta de los límites y riesgos que engloban al mundo.
Aquí la disciplina borraría la animalidad que se desarrollaría de no ser
disciplinado.

“El hombre a diferencia de los animales es libre, y tiene por naturaleza


grande inclinación a la libertad, por esto, como lo ha dicho nuestro autor:
Ha de aplicarse la disciplina desde muy temprano, porque en otro caso
es muy difícil cambiar después al hombre; entonces sigue todos sus
caprichos”. (Akal, 2003, pág. 30)

Al ser un ser libre, puede elegir sus caprichos y en lugar de desplegar sus
capacidades y facultades las deteriora. Es necesario entonces aplicar la
disciplina desde muy temprana edad para así cultivar su ser y educarlo
desterrando de una vez por todas la animalidad. La disciplina ayuda a
educar al hombre, lo conduce y lo encamina. Para que cuando sea
consciente de si mismo pueda el mismo elegir el bien ayudado por su
buen juicio y recta intención.
Expuesto lo anterior podemos responder a la pregunta inicial del ensayo
diciendo que el hombre es educable por naturaleza, el cual, al tener una
naturaleza inacabada, es la única criatura que tiene necesidad de
cuidados y de educación. La educación la comprenden la disciplina y la
instrucción. Ningún animal necesita de estos, ninguno de ellos aprende
nada de los viejos, ellos traen todo como programado, les brota por
instinto. En cambio, el hombre necesita seguir modelos que los guie y de
los cuales va a aprender.

“Únicamente por la educación el hombre puede llegar a ser hombre. No


es, sino lo que la educación le hacer ser”. (Akal, 2003, pág. 32)

La educación es el único camino que conduce a la humanización, se


afirma entonces que el hombre es educado por otro hombre, que
igualmente está educado. Un hombre salvaje no educa conduce al
salvajismo donde no se usa la inteligencia. Cabe aclarar que educar no
es solo servir de modelo sea malo o bueno, sino que se trata de ayudar al
niño a emplear su inteligencia, a pensar, a razonar y disciplinarse.

Kant considera la educación considera la educación como un institución


propia y característica de la especie humana; así observa, en efecto, que
“el hombre es la única criatura que ha de ser educada” (AK. IX 439)

La educación no solo es concebida como aquello que permite diferenciar


al hombre respecto de los otros seres naturales, sino que es caracterizada
asimismo como una instancia decisiva para la adquisición y desarrollo
de las capacidades y facultades propiamente humanas. La condición del
hombre no se entiende como algo que le viene dada para adquirir de
manera natural estas características y diferencias, sino que es entendida
como un estatus o condición que ha de ser adquirido a través de un
proceso. Dicho proceso incluye diversos aspectos, tales como los
cuidados, la disciplina, la instrucción y la formación. Mientras que los
tres primeros aspectos se hallan vinculados al desarrollo de capacidades
humanas orientadas a la satisfacción de las necesidades básicas del
individuo, la formación se halla esencialmente ligada a la educación
moral y cívica, y es considerada por Kant como la meta fundamental del
proceso educativo.

A formación tanto en la escuela como en el hogar y la comunidad debe


ser fundamental en el proceso educativo, pues incluye los aspectos
morales y cívicos que moldean la personalidad del niño y le ayudan a
respetar normas y a saber que no todo es lícito o permitido, y que todo
acto que se hace es responsabilidad nuestra y sus consecuencias recaen
en los demás. La formación que requiere del desarrollo de nuestra
capacidad racional. Esta permite reconocer y comprender los principios
subjetivos en los que se fundan nuestras acciones, y es condición de toda
acción libre. (P. Beade, 2011, pág. 4)

Conclusiones:

Para concluir, estamos de acuerdo que el hombre es la única criatura que


es educable por naturaleza, la cual al ser inacabada posibilita su
educación y sobre todo por poseer inteligencia que le ayuda a él mismo a
ser consciente de su humanidad y educarla. Educarlo no en el sentido de
lo que se quiere que sea, sino en el sentido humano que lo que es, y quiere
llegar a ser.

Kant señala que no se debe educar al niño atendiendo a aquello que él


es, sino, por el contrario, a aquello que puede llegar a ser. Así como
también, que el hombre es la única criatura que ha de ser educada (Ak.
IX: 439).

Se concluye también que toda educación es un arte, porque las


disposiciones naturales del hombre no se desarrollan por sí mismas. El
hombre con la educación las desarrolla.

La disciplina convierte la animalidad en humanidad. Un hombre necesita


una razón propia, no tiene instinto y ha de construirse él mismo su plan
de conducta.

El desarrollo de las capacidades racionales del individuo es, en última


instancia, aquello que posibilita su desarrollo autónomo como sujeto
autónomo. La educación moral debe orientarse a la formación del
carácter moral.
BIBLIOGRAFÍA

Kant, Pestalozzi y Goethe, Sobre la educación, Editorial Minimal, 1911.


205 pág.
Kant, Immanuel, Pedagogía, Ediciones Akal, España, 3era edición,2003.
115 pág.
ILEANA P. BEADE*
Beade. Ileana, En torno a la idea de educación. una mirada desde la
reflexión pedagógica kantiana, Signos Filosóficos, vol. XIII, núm. 25,
enero-junio, 2011, pp. 101-120

Beade. Ileana, Educación y progreso en la reflexión pedagógica


kantiana, Ediciones Complusence, Revista Complutense de Educación

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