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Vamos a realizar una ruta de gran belleza visual (se pasa por alguno de los parajes más
bonitos de Cantabria), y de gran interés cultural, pues visitaremos algunas de las
poblaciones cántabras que mejor conservan las casonas montañesas.
Aunque la distancia recorrida va a ser grande, merecerá sin duda la pena pararse a visitar
algunas de las poblaciones por donde pasamos, como Barcena Mayor, Carmona, San
Vicente de la Barquera, Comillas o Santillana del Mar. Para aquellos que quieran hacer
esta ruta en bicicleta, indicarles que lo mejor es dividirla en 2 o 3 días y les recomendaría
realizar la ruta entre semana, porque encontraremos menos tráfico, aunque en cualquier
caso extremar las precauciones pues algunas de las carreteras indicadas tienen bastante
circulación.
La ruta la comenzaremos en Cabezón de la Sal, a la que se puede llegar, los que vayan a
realizar en bicicleta de montaña, usando la FEVE tanto desde Santander como desde
Oviedo.
Nos dirigimos hacia Barcena Mayor, de la que nos separa 40 kms., por una excelente
carretera regional que lleva a Reinosa por la que conviene tomar precauciones dada la
densidad de tráfico que soporta sobre todo los fines de semana, dado que toda esta zona,
el valle de Cabuerniga, es famosa por su cocido montañés y sus magnificas carnes de
Tudanca. A la altura de Fresneda, y justo antes de comenzar la subida al puerto de
Palombera, deberemos realizar un desvío a la izquierda hacia los Tojos y Barcena Mayor.
El casco histórico de Barcena Mayor no tiene nada que envidiar al de Santillana del Mar
pero que es mucho menos conocido, por lo que la paz y tranquilidad con el que se visita
este pueblo será muy de agradecer sobre todo en verano.
Una vez visitado Barcena Mayor, desandaremos el camino realizado hasta la localidad de
Valle de Cabuerniga, donde tomaremos un desvio a la izquierda que se dirige hacia el
puerto de la Collada de Carmona. Este puerto de montaña, de 5 kms. de subida, es
considerado en la vuelta ciclista a España como de segunda categoria, por lo que conviene
tomarselo con calma.
Carmona
Una vez bajado este puerto, llegaremos al pueblo de Carmona, típico pueblo cántabro que
todavía conserva sus calles empedredas y donde podremos observar cómo se realizan las
albarcas, calzado que se utilizaba antiguamente para ir por la vega.
A continuación, seguiremos ruta hacia Puentenansa para allí tomar un desvío a la derecha
por el que nos dirigiremos hacia Pesués. Al poco de salir de esta población, saldremos a la
carretera nacional Oviedo-Santander y nos dirigiremos a la derecha en dirección a San
Vicente de la Barquera, donde destaca su casco antiguo, coronado por el conjunto
formado por las murallas, el castillo, el palacio del Corro y, sobre todo, por su
impresionante iglesia de Santa María de los Ángeles.
Playa de Merón
Tras visitar este bonito pueblo marinero, seguiremos por la carretera nacional en dirección
a Santander. Nada más salir del pueblo se cruza una ría a través del puente de la Maza. Al
finalizar este puente, dejaremos la carretera nacional tomando un desvío a la izquierda que
se dirige a la playa de Merón. Aquí encontramos una rampa diabólica que nos sube hasta
al acantilado, desde donde podremos observar una vista impresionante de la playa de
Merón. Seguiremos en dirección a Comillas a través de la Reserva Natural de Oyambre,
disfrutando del mágnifico paisaje. Comillas alberga, gracias al marques del mismo nombre,
una amplia muestra del modernismo catalán de finales del siglo XIX. Destacan el Capricho
de Gaudí, la impresionante Universidad Pontificia y el Palacio de Sobrellano así como su
casco histórico, lleno de casas señoriales.
• Dirigirnos hacia Puente San Miguel que dista 4 kilómetros de Santillana y coger ahí el
tren de vuelta a casa
• Dirigirnos hacia Barreda, donde si nos encontramos con fuerzas podemos seguir hacia
Santander por la antigua carretera nacional o coger el tren.
Por último, dar una serie de consejos para los valientes que vayan a realizar la ruta en
bicicleta:
• Es conveniente realizar una buena planificación del viaje, sobre todo en invierno
porque no todos los campings y casas rurales abren durante todo el año.
• No cargar con demasiada comida, porque en la gran mayoría de poblaciones por las
que pasamos nos dan de comer o cenar de una forma increíble por poco precio .
• Conviene estar en una buena condición física, porque aunque sólo nos hayamos
referido a un puerto de montaña en toda la ruta y a una subida muy empinada, la ruta
discurre por una carreteras que son un continuo subir y bajar.
• Por último, si sufrimos algún percance, o tenemos una gran fatiga,..., siempre hay que
tener en cuenta que para coger el tren hay que ir a la carretera nacional Santander-
Oviedo, pues la linea de tren discurre en paralelo a esta carretera. Poblaciones como
Pesués, San Vicente de la Barquera (en las afueras), Cabezón de la Sal, ..... disponen
de parada de tren.
Otras actividades:
• Museo Altamira
• Cueva el Soplao
• Ferrería de Cades
• Paseando por un bosque de secuoyas
Para llegar a este bosque debemos salir en coche desde Santander y coger la autovía A-
67 hacía Torrelavega, para a continuación coger la A-8 dirección Oviedo y salirnos en la
salida hacia Comillas. Siguiendo las indicaciones hacia Comillas, a un kilómetro de la
salida encontramos a la izquierda en una curva un cartel que indica el lugar, justo en el
cartel que indica el límite entre Cabezón de la Sal y Udías, y un pequeño aparcamiento
donde deberemos dejar el coche.
Comenzamos la caminata descendiendo por la senda y ya comenzamos a ver las primeras
secuoyas a nuestra izquierda, con sus impresionantes troncos y una copa que nos impide
ver enteramente el sol.
Las secuoyas, al ser de hoja perenne, tienen hojas durante todo el año. Las vistas tanto en
horizontal como hacia arriba son espectaculares, y merece la pena pararse casi a cada
paso para disfrutar del paseo.
Bosque de secuoyas
Al llegar a un banco de madera, se nos ofrecen dos posibilidades:
• Ir a la izquierda, pero por ahí luego subiremos, así que dejaremos esta ruta para
después.
• Seguir bajando, hasta una parte del sendero donde vemos unas escaleras realizadas
en madera, para que se simulen con el entorno, en el lado izquierdo, casi de frente del
sendero por el que hemos bajado. Es fácil no verlas, pero si nos las pasamos y
seguimos bajando, enseguida se abren claros en el bosque y se dejan de ver las
secuoyas a nuestra izquierda, así que desharíamos el camino andado y nos fijaríamos
un poco más hasta encontrar las escaleras de bajada.
Bosque de secuoyas
Al llegar abajo de las escaleras, cruzando una zona con unos pinos enormes, encontramos
otro banco y tres o cuatro ejemplares de secuoyas muy espectaculares. Tras hacernos las
fotos de rigor o quedárnoslas contemplando un buen rato, pasamos a realizar la parte del
camino que más me gustó, cogiendo un sendero que vemos aparecer a la izquierda según
bajamos, justo al final de las escaleras. El sendero cada vez que tiene un paso complicado
lo han solventado o bien con unas escaleras o bien con puentes de madera, por lo que es
un paseo sencillo y sin grandes complicaciones.
Al cabo de media hora - tres cuartos de hora llegamos de nuevo al banco inicial y al
aparcamiento de coches, y hemos tenido un precioso paseo por las secuoyas de Cabezón
que te será difícil de olvidar y que querrás repetir en otras épocas del año.
Otras rutas y sitios de interés cercanos:
• Carmona
• Paseo por Comillas
• Barcena de Pie de Concha - Obios - Cabezón de la Sal
• Ruta por Polaciones y Liébana
• Museo Altamira
• Cueva el Soplao
• Ferrería de Cades
• Ruta por las villas marineras
• Ruta por la Cantabria Medieval
Tras una visita obligada a estos monumentos cruzamos el pueblo hacia la playa, en cuyas
inmediaciones se encuentra el cementerio de Comillas, con el famoso ángel exterminador,
y el monumento al marqués de Comillas.
Salimos de la playa de Comillas en dirección Santillana del Mar, bellísima población
medieval perfectamente conservada aunque un poco masificada por el turismo, sobre todo
en verano. En esta villa, conocida por ser la de las tres mentiras, por no ser santa ni llana
ni tener mar, nos daremos un agradable y tranquilo paseo disfrutando de las vistas que se
obtienen en cualquier rincón de este pueblo. Merece especialmente la pena detenerse un
tiempo en la plaza de la Torre de Don Borja, sede de la fundación Santillana, y el parador
Gil Blas, por ser una plaza de gran armonía y belleza, y la colegiata de Santillana del Mar.
El descenso nos lleva sin remedio a Vega de Pas, un pueblo con encanto y donde
podemos parar a comer y recuperar fuerzas.
Por la tarde, se nos plantean 3 alternativas:
• Aquellos que hayan escogido esta ruta para salir de Cantabria, pueden tomar la
carretera dirección Entrambasmestas, donde se coge la carretera N-623 justo antes de
comenzar el puerto de El Escudo, o dirección San Pedro de Romeral, y seguir
disfrutando de los bellos paisajes pasiegos saliendo a la N-623 justo después de pasar
el puerto de El Escudo y tras pasar el pueblo de Cabañas de Virtus.
Vega de Pas
• Para los que quieran volver a Santander sin más sobresaltos, recomiendo salir a
Entrambasmestas. Alli cogemos la carretera N-623 en dirección Santander. Por el
camino pasamos por algunos pueblos que conviene no dejar de visitar, como Alceda,
Ontaneda, y Puente Viesgo, con su famoso Balneario y las cuevas prehistóricas de
Puente Viesgo.
• Para los que se les haya hecho corta la ruta, o para los que quieran disfrutar del
excepcional paisaje de esta zona, con impresionantes vistas casi en cada curva que
da la carretera, podemos salir de Vega de Pas en dirección el puerto de Estacas de
Trueba, con unas buenas vistas sobre el valle. Justo antes de llegar a Espinosa de los
Monteros, ya en la provincia de Burgos, se puede coger el portillo de la Lunada para
volver a Santander, con unas espectaculares vistas al poco de pasar la cima del circo
glaciar del valle del Miera, desde un mirador habilitado. Al llegar a San Roque de
Riomiera, continuamos hacia Liérganes, donde podemos terminar la jornada
degustando un bien ganado chocolate con bizcocho, buñuelos o churros, y dándonos
luego una vuelta por esta bella localidad para bajar esta merienda. Para más datos de
la ruta al portillo de la Lunada desde Santander, pulsar aqui.
Esta comarca del Alto Asón es conocida internacionalmente por la calidad y cantidad de
sus cuevas en la que existen unas 4000 cavidades catalogadas, de entre más de 9000 que
existen en Cantabria, ubicándose algunos de los sistemas subterráneos más grandes de la
región. Son famosas por sus yacimientos arqueológicos y sus pinturas prehistóricas
cuevas como Covalanas, Cullalvera, El Mirón o La Haza.
Al poco de salir de Ramales cogeremos la carretera CA-256 en dirección al valle de Soba,
que nos llevará por los pueblos de la Veguilla y Gándara, donde pararemos para
contemplar las cascadas del río Gándara desde un mirador recientemente construido.
Seguimos la carretera y a unos 2 kilómetros llegamos al portillo de la Sía, donde nos
dirigiremos por la carretera CA-265 hacia el collado del Asón, desde cuyo mirador
podremos observar una gran vista del valle del Asón y la preciosa cascada del Asón,
nacimiento del río y que merece la pena visitar sobre todo en época primaveral y de
deshielo.
Iríamos a visitar las villas marineras de la costa oriental: Castro Urdiales, Laredo y
Santoña. Comenzaría mi visita en Castro Urdiales, visitando la zona marinera, el faro y la
iglesia de Santa María, para a continuación irme a Laredo a ver la puebla vieja y realizar
una excursión a la Atalaya para ver una preciosa vista de Laredo y Santoña, y por último
iría a Santoña para realizar una visita a la zona del Buciero y el fuerte de San Martín y
terminar en la playa de Berría. En función del día y de lo cansados que estéis, podéis parar
a la vuelta a visitar la playa de Langre, cerquita de Somo y muy espectacular. Más
información en Ruta por las villas marineras
Segundo día:
En este día iremos a visitar una de las zonas menos conocidas pero no por ello menos
espectaculares de Cantabria: El valle de Soba y el Asón. La ruta comienza con una visita a
la Bien Aparecida, patrona de Cantabria. Si te gusta la espeleología, la zona de Ramales
es tu paraíso particular, con kilómetros de cuevas subterráneas. Imprescindible parar en el
pueblo de La Gándara y en el nacimiento del rio Asón, sobre todo en primavera y al inicio
del verano que es cuando el rio lleva más agua y las cascadas son más espectaculares.
Más información en Ruta por Soba y Asón
Tercer día:
Para descansar de dos días de mucho coche, y coger fuerzas para los siguientes días, el
tercer día lo pasamos en Santander. Si hace un buen día, daros un paseo desde el paseo
de Pereda hasta la península de la Magdalena por la avenida de Reina Victoria, y tras dar
la vuelta a la península seguir hacia el Sardinero para terminar en el hotel Chiqui, este
paseo hará que volváis enamorados de Santander. Si encima tenéis fuerzas para seguir
andando y realizar la senda del faro, volverás sorprendido de los espectaculares
acantilados que te puedes encontrar dentro de la ciudad de Santander, y visitareis mi
mirador favorito de la ciudad: el mirador de Mataleñas. Para los que estén cansados,
pueden coger tanto en el faro como en las cercanías del hotel Chiqui el autobús municipal
que os devolverá al centro de Santander y allí terminar la jornada visitando el Centro
Botín y tapeando por la zona de Peña Herbosa, Cañadio,... Más información en Rutas
turísticas por Santander
Cuarto día:
En el cuarto día vamos a visitar uno de los valles más conocidos fuera de Cantabria, sobre
todo por su gastronomía, pero que es poco visitado: los Valles Pasiegos. Sin embargo,
indicar dos cosas:
Lo mejor es que esta excursión se haga en un día despejado, pues este valle tiene
frecuentes nieblas y las carreteras son bastante sinuosas.
Este es un buen plan para el último día, para aquellos que vuelvan a su casa por Burgos-
Palencia, pues el valle del Pas se encuentra en el límite provincial entre Burgos y
Cantabria y se sitúa a escasos kilómetros de la carretera nacional N-623 que une
Santander con Burgos.
Si estamos en el cuarto día, podemos ser valientes y hacer la ruta completa, es decir, de
Selaya subir el puerto de la Braguía para llegar a Vega de Pas, donde podemos disfrutar
de un cocido montañés en el mítico Hotel-Restaurante México, para luego con fuerzas
renovadas subir el puerto de Estacas de Trueba y justo antes de llegar a las Machorras y
Espinosa de los Monteros coger a la izquierda la carretera que nos lleva al puerto de
Lunada, terminando esta preciosa jornada tomando un chocolate con churros o bizcocho y
dando un paseo por el bello pueblo de Liérganes.
Quinto día:
Aunque los cántabros solemos ser optimistas con el tiempo, hay que reconocer que es
difícil pasar una semana en Cantabria y que no nos llueva algún día. En este quinto día
vamos a resumir todas las propuestas que podemos hacer en caso de que alguno de los
días salga lluvioso:
Sexto día
No nos podemos ir de Cantabria sin visitar las villas occidentales de Cantabria: San
Vicente de la Barquera, Comillas y Santillana del Mar. Si Santillana del Mar está saturada,
cosa que suele ocurrir los fines de semana de verano, siempre es posible salir por
Comillas a Cabezón de la Sal e ir a Cabuerniga a visitar dos joyas mucho menos
conocidas pero con mucho sabor y un cierto parecido: Barcena Mayor y Carmona. Más
información de esta ruta en Ruta por la Cantabria Medieval
Séptimo día
Para el último día tenemos que ofrecer varias opciones en función de los sitios que nos
queden por visitar:
• Parque de la Naturaleza de Cabárceno. Si vas con niños estarás el día entero, pero en
medio día se puede ver razonablemente bien. Intentar evitar en la medida de lo posible
los fines de semana de verano, puentes y festivos, porque se producen grandes
aglomeraciones en la entrada. Más información en Parque de la Naturaleza de
Cabárceno
• Para los que vuelven a su casa por Burgos, hacer la ruta corta por la Vega de Pas
(más información en Ruta por los Valles Pasiegos), visitar el románico del sur de
Cantabria y norte de Palencia (más información en Arte románico en Campoo y
Valderredible ) o disfrutar de un buen cocido montañés en el valle de Cabuérniga
para subir Palombera y salir por Reinosa a la autopista (más información en Ruta por
Campoo y Palombera)
Otras alternativas
En esta ruta de siete días hemos obviado intencionadamente dos preciosas zonas de
Cantabria: Polaciones y Liébana - Picos de Europa, que se encuentran algo alejadas de
Santander, que es la base que hemos establecido para tener el alojamiento en estos siete
días.
Para aquellos montañeros o senderistas que quieran realizar alguna ruta por Picos de
Europa, o para aquellos que quieran descubrir un precioso valle donde todavía parece que
el tiempo se ha detenido, como es Polaciones, una solución es reservar un par de días de
hotel por la zona de Potes. El primer día partiríamos de Santander a Polaciones, parando
antes por ejemplo en la cueva de El Soplao, y si salimos de Polaciones por el puerto de
Piedrasluengas llegamos a Potes, pudiendo visitar por el camino la preciosa iglesia
románica de Santa María de Piasca, del siglo XII. Más información en Ruta por Polaciones
y Liébana