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SALUD AMBIENTAL
Introducción
La salud y el desarrollo tienen una relación directa. Tanto el desarrollo insuficiente que conduce a
la pobreza como el desarrollo inadecuado que redunda en el consumo excesivo, combinados con
el crecimiento de la población mundial, pueden motivar graves problemas de salud relacionados
con el ambiente en los países desarrollados y en los países en desarrollo. La salud de una
comunidad esta directamente relacionada con factores que condicionan la relación entre salud y
enfermedad, y la necesidad básica humana de un ambiente seguro, y uno que provea
condicionantes idóneos de salud, y que se expresen en agua pura, alimento y techo adecuados.
(Ordóñez, 2000). Por ser reciente, queda mucho por definir respecto de su relación con las demás
disciplinas.
La salud ambiental, es parte de la Salud Pública, la cual se ocupa de impedir las enfermedades,
prolongar la vida y fomentar la salud y la eficiencia física y mental del hombre, a través del
esfuerzo organizado de la comunidad. Mientras que la salud ambiental tiene que ver con el
equilibrio ecológico que ha de existir entre el hombre y su medio que haga posible su bienestar, y
que queda plasmado en las siguientes definiciones:
Sánchez-Rosado: "el control de los factores del ambiente físico que perjudican o pueden
perjudicar la salud o la sobrevivencia del hombre".
Blumenthal: "el estudio de los agentes productores de enfermedades que han sido introducidos en
el ambiente por el hombre, así como de las enfermedades causadas por dichos agentes".
López Acuña: "refiere como el estudio de los agentes ambientales que pueden producir
alteraciones sobre la salud de las poblaciones humanas, como al diseño y puesta de en marcha
de estrategias de intervención encaminadas a contender con ese problema".
ambientales actuales están cambiando los modelos de riesgos para la salud, que responden a
eventos presentes en el entorno del hombre y que son la pobreza, el acelerado crecimiento
demográfico y el consumo exacerbado de algunos países que mantienen estilos de desarrollo
inapropiados.En este marco, algunos de los factores ambientales que afectan a la salud son: el
abastecimiento de agua potable y el saneamiento; la vivienda y el hábitat; la alimentación; la
contaminación ambiental; el empleo de productos químicos y los riesgos ocupacionales. Mientras
que algunas de las tendencias ambientales que afectan la salud son: la población y los modelos
de asentamientos; la pobreza y el subdesarrollo; el incremento en el uso de los recursos; las
políticas macroeconómicas; las tendencias transfronterizas; la carencia de equidad social.
(Suelo, agua potable, aire limpio). Así como también el funcionamiento continuo de los sistemas
naturales que reciben los desechos producidos por las sociedades humanas, sin exponer a las
personas a patógenos y sustancias tóxicas y sin comprometer el bienestar de futuras
generaciones.
Por mucho tiempo se ha reconocido la idea de un nexo inexorable entre la salud humana y el
ambiente. Hace 100 años, el cacique indio Seattle, un líder indígena en el territorio de
Washington, EUA, habló de manera patética de nuestra relación con la tierra en un discurso muy
citado: “Nosotros somos una parte de la trama de la vida y cualquier cosa que le hagamos a ella,
nos la hacemos a nosotros mismos”. Así, cuando pensamos en la salud como un estado físico,
mental y social completo, se debe reconocer que esto también incluye un contexto de bienestar
ecológico.
Toda la actividad económica debería asegurar que el ambiente sea sostenible y que no destruya
el capital humano y social ni los recursos de la sociedad. Los beneficios de una actividad
económica necesitan ser distribuidos de forma equitativa, tanto dentro como entre las naciones,
sociedades y comunidades. Esto conduce al importante concepto de participación como una parte
integral de un desarrollo sostenible.
La Agenda 21 del Programa de Acción de las Naciones Unidas acordada en Río de Janeiro en
1992, reitera que “los seres humanos son el centro de las preocupaciones para un desarrollo
sostenible. Ellos tienen el derecho a una vida saludable y productiva, en armonía con la
naturaleza.” (ONU, 1993).
(p. ej. radionúclidos naturales, luz ultravioleta) o por su ausencia (p. ej. yodo, y hierro).
• Agentes nocivos físicos y químicos agregados al ambiente por actividades humanas (p.ej. óxidos
de nitrógeno, hidrocarburos aromáticos policíclicos, partículas originadas en la utilización de
combustible de petróleo, residuos producidos por la industria, desechos biomédicos y radiactivos).
Los factores socioeconómicos controlan cómo se usan los recursos. El que una persona tenga
hambre, alimentación adecuada o sobrealimentación, depende no solamente del estado de sus
recursos naturales, sino también de factores socioeconómicos como las prácticas agrícolas usadas
o el mal empleo de esos recursos y si el alimento es seguro, nutritivo y está razonablemente
disponible.
A veces parece existir un dilema ético entre promover la salud y la protección del ambiente. Una
posición extrema es que cualquier control que limite la explotación de recursos puede inhibir al
individuo o a la comunidad para mejorar su nivel de vida, por lo tanto infringe sus derechos y
libertades, así como también disminuye su capacidad para mantener la salud. Al otro extremo está
la posición de que cualquier acción para proteger el ambiente y mantener la integridad del
ecosistema se justifica, sin tomar en cuenta el impacto sobre la salud y la actividad humana.
Las Naciones Unidas tienen establecido que asegurar la supervivencia humana debería tomarse
como un principio de primer orden. Este principio para garantizar la supervivencia humana es
consecuente con la Declaración Universal de las Naciones Unidas sobre derechos humanos
(ONU, 1948), que afirma “toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado para la salud y
bienestar de sí mismo y su familia, incluyendo el alimento, trabajo, educación, ropa, vivienda,
salud pública, y los servicios sociales necesarios”. “El respeto a la naturaleza y control de la
degradación ambiental” es un segundo principio. Este último debería orientar todas las actividades
humanas, excepto cuando entre en conflicto con el primero.
El desarrollo sustentable implica que todos tengan acceso a los recursos ambientales para
satisfacer sus necesidades. Esto debe hacerse con un compromiso continuo para mejorar la
comprensión general de cómo el ambiente y la salud se vinculan estrechamente y considerando
que no se deben sobrepasar las capacidades finitas de absorción de los ecosistemas globales.
En los países desarrollados prácticamente son inexistentes los riesgos tradicionales y, por el
contrario, los riesgos modernos son de una amplia diversidad; por el contrario, en los países en
vías de desarrollo son altamente prevalentes los riesgos tradicionales y de moderados a altos los
riesgos modernos. Por tanto, como muchos de los países en vías de desarrollo presentan ambos
tipos de riesgo, se dice que se encuentran en una etapa de "riesgo transicional".
El saneamiento básico y la calidad ambiental son los dos elementos que definen las necesidades
de acción de la Organización Panamericana de la Salud en la Región de las Américas.
Mientras que en el área de calidad ambiental indica la caracterización del impacto del desarrollo,
como la contaminación ambiental, y su efecto sobre la salud pública. Los componentes operativos
de calidad ambiental, refieren a siete rubros que involucran desafíos globales para la salud y el
medio ambiente; alimentación y agricultura; agua; industria; asentamientos humanos y
urbanización; y problemas transfronterizos e internacionales. (Ver Tabla 1)
Entre las actividades primordiales de saneamiento básico y calidad ambiental que se han
realizado, encontramos a las que atañe: fortalecimiento del marco legal, sistemas de información,
laboratorios, desarrollo de recursos humanos, capacidad gerencial, participación social, desarrollo
de centros cooperantes, uso eficiente de recursos, aspectos económicos-financieros y aspectos
de políticas como la privatización o descentralización de los servicios de salud.