EL CASO DE MARÍA

María tiene 7 años y está cursando el primer grado de primaria, por segunda vez, ya que
no logró completar su proceso de adquisición de la lectoescritura en el ciclo pasado. La
anterior maestra reportó que es una niña sumamente distraída y con poco interés en la
escuela, además de que falta mucho.
El ciclo escolar comenzó hace dos meses; al principio la niña se mostraba motivada, sin
embargo, desde hace aproximadamente dos semanas, María se pasa el día mirando por la
ventana y después del recreo llora sin cesar, hasta la hora de la salida. Su maestra se ha
acercado a ella para preguntarle qué le pasa, sin éxito, pues la niña sólo llora. Entonces la
maestra recurre a las compañeritas con quien a veces juega para que le pregunten por
qué llora tanto y a veces incluso se esconde en el baño. María les confía que le da miedo
que llegue la hora de la salida porque su “madrina” vendrá a recogerla y, cuando eso pasa,
la lleva a su casa y la pone a limpiar. Pero eso no es todo: su madrina tiene un hijo que
estudia en la secundaria y también la obliga a hacer “cosas”; María no aclara qué tipo de
cosas le obliga a hacer el joven de 15 años, sin embargo, la actitud de ella le parece muy
sospechosa a su maestra, quien cita a la madre de María para preguntarle por qué su hija
debe ir a casa de su madrina y si confía plenamente en la señora. Ella responde que
necesita trabajar porque tiene dos hijos más, y por eso pide apoyo a la madrina de la niña
para que la cuide; agrega que la madrina es buena y siempre la ha tratado bien.
En una conversación con la maestra del ciclo escolar anterior, la maestro del ciclo actual
se ha enterado de que en una ocasión María llegó con una quemadura en un pie que
tardó mucho en sanar; la niña dijo que su madrina la había quemado, pero su mamá no le
creyó.
La maestra cree que se encuentra frente a un caso de maltrato físico y psicológico por
parte de la madrina de la niña, pero también sospecha que el niño de secundaria podría
estar abusando sexualmente de María, pues ella dice que a veces, si la trata bien y es
cariñoso con ella, le promete regalos, la abraza y le da besos.