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Manual de presentación de niños

En las Sagradas Escrituras no se halla ni enseñanza ni ejemplos que autoricen el bautismo de niños.

Según el Nuevo Testamento el candidato al bautismo debe arrepentirse de sus pecados, Pedro les dijo: Arrepentíos, y
bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo. (Hechos 2:38) Creer en Jesucristo, 37Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo
que Jesucristo es el Hijo de Dios. (Hechos 8:37)

Estas dos condiciones no son posibles en aquellos que no han llegado al uso de la razón. 8Mas ¿qué dice? Cerca de ti está
la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: 9que si confesares con tu boca que Jesús
es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10Porque con el corazón se cree para
justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. (Romanos 10:8-10)

Por otro lado, las Sagradas Escrituras nos enseñan que la presentación y dedicación pública de los niños a Dios, solicitando
su bendición sobre ellos y su vida futura, fue y es una práctica admitida por la iglesia de todos los tiempos. Esto no es un
bautismo. Es una presentación del niño a Dios, una acción de gracias y de fe, una súplica de la bendición divina. (Los padres
traen al/a niño/a al altar mientras se canta un himno apropiado. El ministro procederá a leer las siguientes escrituras.

4Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. 5Y amarás a Jehová tú Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con
todas tus fuerzas. 6Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7y las repetirás a tus hijos, y hablarás
de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8Y las atarás como una señal
en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
(Deuteronomio 6:4- 9)

13Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les
reprendieron. 14Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los
cielos. 15Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí. (Mateo 19:13-15)

14Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños. (Mateo 18:14)

El ministro se dirigirá a la congregación: Dios ordenó la familia como una institución divina desde los orígenes de la
humanidad. Los hijos son la herencia que el Señor ha encomendado al cuidado de los padres. De ahí la obligación que ellos
tienen ante Dios y la sociedad de velar por sus hijos. Confesamos que sobre nuestras vidas y las vidas de nuestros hijos,
Jesucristo es el Rey y el Señor. Nos comprometemos en cuanto nos sea posible, a instruir a estos niños en su Santa
voluntad. La Santa Palabra nos ofrece muchos ejemplos de todo esto. Ana reconoció que su hijo Samuel pertenecía a
Jehová. María trajo al templo a su hijo para dedicarlo al Señor. Los padres de éste/a niño/a reconocen su responsabilidad
de enseñar y amonestar a esta criatura en el temor y obediencia de la Palabra de Dios desde su temprana edad. Así pues,
traemos a los hijos que Dios nos ha dado, los dedicamos a Él y suplicamos para ellos la bendición de Dios. El propósito de
éste servicio es ayudarles, como padres, a apreciar la obligación de instruir al/a niño/a en los caminos del Señor, para que
cuando vengan los años que requieran responsabilidad, pueda discernir y elegir el bien sobre el mal, y así aceptar a
Jesucristo como su Salvador y Maestro. Dios tiene un propósito para la vida de éste/a niño/a. Encontrar ese propósito y
llevarlo a cabo significa el éxito; rechazarlo o ignorarlo significará el fracaso, no importa cuánto el mundo nos aclame. Es
vuestro privilegio y deber, guiar a vuestro/a hijo/a dentro de la voluntad perfecta de Dios para su vida cristiana. A este
empeño, debéis consagraros hoy mismo; para este fin hoy dedicáis a vuestro/a hijo/a al Señor. De acuerdo con el propósito
para el cual han venido, deben responder al siguiente convenio o pacto. * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

A continuación el ministro dirá a los padres: Ante la presencia de Dios y de estos testigos,
¿Presentáis a vuestro/a hijo/a ante Dios para dedicarlo solemnemente al servicio del Señor? Los padres: Sí lo hacemos.
¿Prometen, a demás guiarle en todo el conocimiento del camino del Señor diariamente? Padres: Sí lo hacemos. ¿Prometen
instruirlo para que conozca a Cristo como su Salvador personal? Padres: Sí lo hacemos.

¿Prometen criar a esta criatura en el temor de Señor? Los padres dirán: Sí, lo hacemos.

¿Prometen que, en cuanto esté de vuestra parte, darán a esta criatura un ejemplo consecuente y piadoso de vida cristiana?
Padres: Sí lo hacemos.

¿Presentan a este/a niño/a en solemne sincera dedicación a Dios? Padres: Sí, lo hacemos.

Ministro: Por cuanto han prometido delante de Dios, de esta congregación dedicar a éste/a niño/a a Dios, y vosotros
mismos lo han afirmado con sus mismas palabras, les aconsejo que se dediquen a su sagrada obligación con sabiduría,
perseverancia y santa devoción.

El ministro tomará al niño en sus brazos y dirá: (Nombre del/a niño/a), te dedicamos a Dios el Padre, el Hijo, y el Espíritu
Santo. El Señor te fortalezca todos los días de tu vida.

Oración dedicatoria: Ahora, Padre Bendito, Creador del cielo y de la tierra, te ruego por el bienestar futuro de este/a
niño/a. Líbralo de las corrientes del pecado, y de las enfermedades que hacen estrago en la infancia. Que a medida que
crezca, en edad y estatura, crezca también en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Dales gracia y
sabiduría a sus padres para que lo críen en el camino cristiano. Lo dedico a tu honra y servicio en el nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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11. Dedicaciones

Cómo celebrar la dedicación de los niños por el Reverendo Gilberto Abels

La Introducción:

La dedicación de un niño al Señor es un momento en que los padres expresan sus mejores deseos para el futuro de su hijo
en el Señor. Es también una oportunidad de recordar a todos los padres presentes de su responsabilidad de criar a sus
hijos en el Señor, y de afirmar la responsabilidad de la iglesia de fortalecer a las familias de la grey.

Es un momento de felicidad para toda la familia, por lo cual hay que reconocer a todos presentes y si desean permitirlos
pasar adelante a estar con el niño. Tenga preparado un Certificado de Dedicación hecho de antemano y permita a las
fotografías, abrazos, etc.

La Ceremonia:

Voy a pedir que pasen nuestros hermanos _______________, con todos sus familiares que están con nosotros en esta
mañana para atestiguar la dedicación del niño/de la niña _______________.

Tenemos con nosotros esta mañana a _______________, hijo/hija de ____________ y _____________. Nació el _____ de
________, de este año. Pesó __________ y midió __________.

Cristo amaba mucho a los niños y leemos en Marcos 10 que le presentaban niños para que los tocase...y los bendecía. La
madre de nuestro Señor Jesucristo cumplió con la ley de Moisés, y trajo a su hijo a Jerusalén para presentarlo a Dios.
Así que _____ y _____ están cumpliendo la Palabra de Dios cuando dedican a su hijo/hija al Señor. Por medio de esta
dedicación los dos están prometiendo a Dios que harán todo lo posible para que este niño/esta niña _____, venga al
conocimiento del Señor a una temprana edad, y para que crezca en el Señor. Para asegurar esto, los padres están
prometiendo a Dios que estudiarán la Biblia diariamente y que asistirán a los servicios regulares de la iglesia. La verdad es
que una dedicación de los niños es más bien una dedicación de los padres.

Ahora les voy a preguntar si están dispuestos a cumplir con su deber espiritual como padres.

1. ¿Harán todo lo posible para instruir a su hijo/hija en los caminos del Señor? (Espere la respuesta)

2. ¿Harán todo lo posible para asistir a los servicios de la iglesia con el propósito de aprender y así ser ejemplo a su
hijo/hija? (Espere la respuesta)

3. ¿Están dispuestos a dejar todo para seguir a Cristo para el bien de su hijo/hija? (Espere la respuesta)

Hoy, ustedes los padres, han hecho un voto enfrente de esta congregación y delante de Dios. Yo como su pastor, y los
demás creyentes aquí presentes, estamos dispuestos a ayudarles, y darles el apoyo en los tiempos buenos y en los tiempos
difíciles. Hermanos, ¡Juntos veremos a esta familia crecer en la gracia y en el conocimiento del Señor! Oremos.

El artículo citado arriba es una seleccion tomada del libro titulado "Anhelando Obispado" escrito por el Rvdo. Gilberto
Abels.

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Las Iglesias cristianas evangélicas practicamos y creemos que cada persona debe dedicar a Dios toda su familia, así que
cada que llega un miembro nuevo, es decir, un bebé, lo traemos ante Dios y lo presentamos y lo dedicamos para su honra
y gloria.

Y en este día: (Fecha) nuestros hermanos: (nombre de los padres), traen a su hijo(a) ante Dios con este propósito, que
Dios lo bendiga y lo guarde.

Pero antes de proceder a este acto de presentación, quisiera que viéramos el porqué y de dónde viene esta costumbre.

Primero quiero decirles que nosotros, no creemos ni practicamos el bautismo de bebés, que es una cosa muy diferente
de lo que es la presentación.

Alguien quizás puede decir, “es que todos los niños deben bautizarse porque tienen pecado que heredaron de sus padres
y es necesario que sean bautizados por si acaso se mueren”

1ª. Objeción, nadie hereda el pecado de sus padres.

Ezequiel 18:20 – El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del
hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.

2ª. Objeción, para bautizarse se debe de arrepentir la persona primero.

Hechos 2:38 – Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de
los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Podemos decir entonces que un niño no puede ser bautizado, así lo declara la Biblia por boca del gran apóstol Pedro uno
de los pilares de la iglesia.
3ª. Objeción, los niños son del Señor.

Si ellos llegaran morir pequeños, ellos van directo al cielo, en esto no debe de haber ninguna duda, Jesús mismo nos lo
dice.

Mateo 19:14 – Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.

Se puede decir entonces que el acto de presentar a un niño es totalmente diferente al bautismo, el cual se debe de hacer
a su debido tiempo, cuando la persona o el niño tengan la edad suficiente para hacerlo.

Así que este acto de dedicación y presentación lo hacemos a la luz de las Escrituras porque es totalmente Bíblico y
necesario para el crecimiento espiritual del niño.

Jesús fue presentado cuando era un bebé en el Templo.

Lucas 2:22 – Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén
para presentarle al Señor

Y es de esta misma forma que nosotros lo hacemos con: (nombre del niño(a), quien es traído(a) por sus padres: (nombre
de los padres) para así cumplir con uno de los preceptos Bíblicos establecidos por Dios en el Libro de:

Éxodo 13:2 – Conságrame todo primogénito. Cualquiera que abre matriz…

Éxodo 13:12 – Dedicarás a Jehová todo aquel que abriere matriz…

Es nuestra oración que Dios guarde siempre en sus caminos y proteja de todo peligro y trampa del enemigo a: (Nombre
del niño(a).

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CEREMONIA DEDICACIÓN DE INFANTES (Esta celebración se hace en el contexto del culto de adoración. Aunque muchos
pastores y pastoras acostumbran usar agua en esta ceremonia, es necesario, si esto se hace mencionar que este no es el
sacramento del bautismo. La recomendación es que en lo posible no se use agua en la ceremonia de dedicación de
infantes.) PRELUDIO

(El padre y la madre traen al infante al altar con los testigos)

INTRODUCCIÓN Pastor o Pastora: Las sagradas escrituras nos enseñan sobre la consagración de infantes al Señor. En esta
dedicación pública solicitamos al Señor su bendición ahora y para la vida futura de este niño/niña. Realizamos este acto
con acción de gracias y en fe con la seguridad de que “de los tales es el reino de los cielos.”

LECTURAS BÍBLICAS

Marcos 10:13-16 Mateo 19:13-15

I Samuel 1:20, 24-28

ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS


Oh Dios, te damos hoy las gracias por tu amor y tu bendición en nuestras vidas. Gracias por este niño/niña que hoy
dedicamos ante tu presencia del mismo modo que presentaron a Jesús en el templo a los ocho días de nacido. Gracias por
su padre y su madre y por estos testigos que se comprometen a guiarle en la enseñanza y el temor tuyo. Gracias, Oh Dios,
impártenos tu bendición, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Amén.

Pastor o Pastora: Amados hermanos y hermanas, nos congregamos aquí delante de la presencia de nuestro Dios sabiendo
que “herencia de Jehová son los hijos e hijas, cosa de estima el fruto del vientre.” (Salmo 127:3) Además poseemos una
gran responsabilidad delante de Dios por nuestras hijas e hijos. Recordemos el proverbio que nos dice: “instruye al niño
en su camino y aún cuando fuere viejo no se apartará de él” (Proverbios 22:6). Los niños y niñas están al cuidado y amparo
del padre y la madre. Ellos y los testigos deben velar por el bienestar de este niño / niña y su instrucción en la Palabra de
Dios y su voluntad. El padre y la madre y los testigos de ________________________ reconocen su responsabilidad de
enseñar y educar a este niño/niña en el temor y la obediencia a la Palabra de Dios.

VOTOS DE DEDICACIÓN

(El pasto r o la pa stora se dirigen a los pa rientes y testigos)

Pastor: Ante la presencia de Dios y estos testigos, ¿prometen ustedes educar a esta criatura en el temor de Dios?

Parientes/Testigos: Lo prometemos, siendo el Señor nuestro ayudador.

Pastor: ¿Prometen guiarle en el conocimiento del camino del Señor?

Parientes/Testigos: Lo prometemos, siendo el Señor nuestro ayudador.

Pastor: ¿Prometen darle a esta criatura un ejemplo consecuente y piadoso de vida cristiana?

Parientes/Testigos: Lo prometemos, siendo el Señor nuestro ayudador.

Pastor: ¿Prometen instruir este niño/niña en la doctrina y enseñanza de Dios?

Parientes/Testigos: Lo prometemos, siendo el Señor nuestro ayudador.

Pastor: ¿Presentan este niño/niña en solemne dedicación a Dios?

Parientes/Testigos: Si, lo/la presentamos en solemne dedicación a Dios.

Pastor: Por cuanto ustedes han prometido delante de Dios y de estos testigos dedicar este niño/niña a Dios, afirmándolo
con sus palabras, les aconsejo que dediquen su tiempo y esfuerzo a esta sagrada obligación con sabiduría y perseverancia.

ACTO DE DEDICACIÓN

Pastor: (Con el niño o la niña en sus brazos e imponiéndole las manos) ______________________________, te dedicamos
a Dios, Creador supremo, a su Hijo Jesucristo nuestro Salvador y al Espíritu Santo, el gran consolador y protector. El Señor
te bendiga y te guarde todos los días de tu vida.

ORACIÓN DE DEDICACIÓN Oh Dios eterno, creador del cielo y de la tierra, y de todo cuanto en ella existe, te adoramos en
este día por la bondad de tener este niño/niña en tu presencia. Te rogamos, por el bienestar de él/ella. Que tú des
sabiduría y dirección a su padre y a su madre al igual que a los testigos para guiarle en tu camino mientras ocurra el
proceso de crecimiento. Permite, que según crezca en estatura y edad, así mismo crezca en gracia y temor tuyo. Lo dedico
a tu honra y servicio y a una vida cristiana consagrada a tí. En el nombre de tu hijo Jesús lo pedimos. Amén

CÁNTICO DE ALABANZA (Cantar algún himno o estribillo que aluda a la niñez)


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Para esta entrada de #CoaliciónResponde respondemos a la pregunta, “¿Cuál es el propósito de presentar bebés en la
iglesia?”.

Mi esposa y yo escogimos un vestido alegre y especial para nuestra bebé de tres meses. Estábamos esperando ese
día con gran gozo y al fin llegó: el día de su presentación en la iglesia. Estaba tan linda, y es un hermoso recuerdo.

Esta pregunta es muy relevante para mí y muy cercana a mi corazón. Quizás has participado en una de estas
dedicaciones, ya sea sentado(a) entre la congregación o como padre con tu hijo(a).

Todo lo que hacemos y deseamos debe estar sujeto a la autoridad de la Biblia. Así que quiero tratar dos puntos en
cuanto a esta pregunta: ¿Qué soporte bíblico encontramos para la presentación de nuestros hijos?, y ¿Cómo
podemos practicar la presentación de los niños en la iglesia? Por medio de estas preguntas, quiero mostrar que el
presentar a los bebés en la iglesia es un acto de una humilde obediencia y dependencia en Dios tanto de los padres
como de la congregación. Así que el propósito de presentar a los bebes en la iglesia es reconocer quién es Dios
como Creador y Señor de la vida, y quiénes somos nosotros como recipientes del regalo que son los bebes.

Antes de ir a ver algunos versículos en la Biblia, tengo que aclarar que no tenemos ningún mandato bíblico que nos
llame a presentar a nuestros hijos en la iglesia. Así que los versículos que mencionaré no son mandatos para las
presentaciones, mas sí son apoyo bíblico para hacer de estas presentaciones un tiempo en donde Dios sea
glorificado, Cristo exaltado y donde tanto los padres como la congregación se comprometan con el poder del
Espíritu Santo a orar, enseñar y guiar a estos bebes en el conocimiento de Dios.

DESDE EL ANTIGUO TESTAMENTO


Génesis 1-2 nos relatan la historia de la creación de nuestro Dios trino y del mandato de multiplicarse (Gen. 1:21–22, 26–28).
Así que podemos comenzar diciendo que el reproducirnos teniendo bebes —siempre que sea posible— es un acto de obediencia
a lo que Dios ordenó desde el principio a Adán y a Eva. Esto nos ayuda y nos anima a ver estas presentaciones como un fruto de
la obra de Dios en bendecir a parejas con la gracia de tener hijos.

Más adelante vemos que Dios llama al pueblo de Israel a amarle con todo su ser como el único Dios, porque el SEÑOR es uno.
Y a guardar las palabras de Su ley en sus corazones y que den fruto. Este fruto tiene que verse específicamente en cómo los
padres aman a Dios y enseñan a sus hijos, “Y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu
casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes” (Deut. 6:7).

En otras palabras, en todo tiempo tenemos que enseñarles a nuestros hijos quién es Dios, cuán precioso es, cuán poderoso y
soberano es, cómo ha provisto salvación en la persona de Cristo por su sacrificio en la cruz, y cómo nos ha llenado de Su
presencia por medio del Espíritu Santo. En la sabiduría de Dios, somos llamados a guiar a nuestros hijos a ver su necesidad de
arrepentimiento de pecado y poner su fe en el Salvador. En la presentación de nuestros hijos, les estamos apuntando a ellos a
cada una de estas cosas desde tan temprana edad. Les estamos diciendo que nosotros no podemos solos, no somos sus
salvadores, no somos perfectos, no somos fuertes en nosotros mismos, y que necesitamos de Dios. Al presentar a nuestros hijos,
el enfoque está en nuestro compromiso como padres con Dios, y en el compromiso como cuerpo de Cristo en apoyar a los
padres en su llamado de modelar y de enseñar de Dios a nuestros hijos.

En la presentación de los bebes, damos testimonio que Dios es quien formó y creó cada parte del cuerpo de nuestros hijos y
todos los días de sus vidas están en sus manos soberanas (Sal. 139:15–17).

HASTA AL NUEVO TESTAMENTO


Uno de los versículos más usados en la presentación de bebés en la iglesia es Marcos 10:13–16. Aquí vemos a Jesús corrigiendo
la idea de ese contexto de que los niños no eran útiles para la sociedad porque no tenían nada que ofrecer. Jesús —siendo su
Creador (Col. 1:15–17)— muestra que ellos han sido creados a Su imagen y los usa como ejemplo de con qué actitud debemos
de venir a Él. Cuando presentamos a nuestros bebés estamos diciéndoles, “tú necesitas una actitud de arrepentimiento y fe en
Jesús para salvación que solo Él te puede dar y a la que tú debes responder”. ¿Pero cómo entenderán si son solo bebes? No
importa la edad, nuestro llamado es criar a nuestros hijos en la disciplina e instrucción del Señor (Ef 6:4) y esto lo hacemos al
ayudarles a ver esta necesidad del Buen y Amoroso Salvador Jesús. Si su edad no lo permite en ese momento, ¡sin duda será
algo que le recordaremos en lo adelante! Y también nosotros lo recordaremos.

De igual manera le comunicamos a la congregación que venir a Dios no es por medio de lo que traemos o podemos hacer, sino
confiando en lo que Cristo hizo en la cruz y hace como nuestro intercesor para con el Padre por Sus hijos. La congregación
juega un importante papel en la presentación, porque los miembros afirman que tanto los padres como ellos se comprometen a
orar, enseñar y guiar a los niños al conocimiento de Dios. La congregación ora por los padres y les envía en Su tarea de
discipular a Sus hijos, recordándoles que aunque es su responsabilidad, la iglesia está ahí para animarles, apoyarles y unir
fuerzas, dependiendo de la gracia de Dios en Cristo y por medio del Espíritu Santo.

RECONOCIENDO NUESTRA TAREA Y A NUESTRO DIOS


El propósito de presentar a los bebés en la iglesia es reconocer quién es Dios como Creador y Señor, y quiénes somos nosotros
como recipientes del regalo que son los bebés. Nuestra tarea como padres es apuntar a nuestros hijos desde temprana edad al
Salvador y Señor Jesús, y orar por ellos día a día para que Dios les dé Su gracia para que puedan ver la belleza de Cristo por
medio del Espíritu Santo. La congregación apoya a los padres para que juntos podamos tomar la responsabilidad de enseñar a
nuestros hijos sobre nuestro Dios y participar en ver a Dios obrando Su obra salvífica en nuestros hijos. Muchos padres tienen
ansiedad y temor de cómo guiar a sus hijos al Señor, y como congregación podemos ayudarles a juntos humillarnos bajo la
poderosa mano de Dios, echando toda ansiedad sobre Él, y ¿por qué? Porque Él tiene cuidado de nosotros, (1 Ped. 5:6–7).

#CoaliciónResponde es una serie donde pastores y líderes de la iglesia responden a inquietudes que llegan a Coalición
por el Evangelio por diversos medios, y que son parte de las inquietudes que caracterizan la iglesia en nuestra región.

Nuestra iglesia cree que los niños son un regalo de Dios, y estamos muy contentos de que usted se
interese en presentar y dedicar su hijo a Dios.

Presentar a un niño es un compromiso público que haces delante de Dios, tu iglesia y tu familia. La
presentación proporciona a los padres, una oportunidad para expresar públicamente su deseo de
liderar y nutrir espiritualmente al niño en cooperación con el Espíritu Santo, por lo tanto su hijo va a
desarrollar un deseo de amar a Dios y amar a los demás.

A continuación tenemos una lista de preguntas frecuentes sobre la presentación de niños.

Tómese el tiempo necesario para leer las respuestas a las preguntas que hemos preparado. Si luego
de leerlo usted tiene alguna duda puede comunicarse con nuestra oficina al 0343 4951157 o
contactar a uno de nuestros pastores.

¿Qué es lo que dice la Biblia de la presentación de los niños?

El origen en las escrituras de la presentación de un niño se encuentra en 1 Samuel 1:27–28, donde


una mujer piadosa llamada Ana año tras año oró a Dios para que Él le conceda un hijo. Dios
respondió su oración y dio a luz un hijo, a quien llamó Samuel. Cuando nació Samuel, Ana oró estas
palabras:

«Yo le pedí este niño, y él me lo concedió. Por eso ahora se lo entrego, para que le sirva todos los
días de su vida». (TLA)

En Lucas en el capítulo 2, tras el nacimiento de Jesús, María y José llevaron al niño Jesús al templo
y lo presentaron.

En ambos pasajes de las escrituras, los padres confiaron su hijo completamente a Dios.

Los escritos de Moisés se encuentran en Deuteronomio 6:5–9 describen el plan de Dios para los
padres que deseen el bien para sus hijos:

Ama a tu Dios con todo lo que piensas, con todo lo que eres y con todo lo que vales. Apréndete de
memoria todas las enseñanzas que hoy te he dado, y repítelas a tus hijos a todas horas y en todo
lugar: cuando estés en tu casa o en el camino, y cuando te levantes o cuando te acuestes.
Escríbelas en tiras de cuero y átalas a tu brazo, y cuélgalas en tu frente. Escríbelas en la puerta de
tu casa y en los portones de tu ciudad.

Un paso clave para dar testimonio de su deseo de guiar a su hijo en los caminos de Dios es
presentarlo públicamente, a través de una ceremonia de presentación.

¿Para presentar a mi hijo debo ser miembro de la iglesia?

No necesita ser miembro de la Iglesia Congregacional para que su niño sea dedicado públicamente
en uno de nuestros servicios.
Animamos a los padres a tomar una decisión respecto a si esta será su iglesia.
¿Por qué? Cuando usted presenta su hijo a Dios, usted asiente que está dispuesto a colaborar con
Dios y la iglesia para criar a su hijo en cooperación con los planes de Dios.
Para esta “asociación” con la iglesia, uno o ambos padres deberían comprometerse con la doctrina y
visión de la iglesia, para que puedan ser UNO con la iglesia.
Cuando usted elige convertirse en miembro de la Iglesia Congregacional, usted afirma que está de
acuerdo con las creencias y valores de esta iglesia, y que desea que esta sea SU iglesia.

Para que su hijo se presentado:

a. Le pedimos a los padres que tengan una relación personal con Jesucristo.
b. Pedimos a los padres estar de acuerdo con las creencias y valoren de nuestra iglesia.
c. Le pedimos a los padres ser participantes regulares de servicios de fin de semana.
d. Le pedimos a los padres que viven juntos y que no están casados que tomen la decisión de
casarse, según el plan de Dios para su relación, antes de participar de la presentación de su hijo.

Estamos abiertos a tener charlas con usted sobre cualquiera de los puntos mencionados. Si usted
está interesado, póngase en contacto con uno de nuestros pastores o llame al 0343 4951 157.

¿Cómo es la presentación de niños?

Durante la presentación de niños, los padres expresan delante de Dios, su familia y la iglesia, su
deseo de criar a su hijo en una manera que honre a Dios. Los padres son los principales modelos
para sus hijos, ellos juegan un papel primordial en la presentación.
Se les pedirá a los padres que respondan afirmativamente algunas preguntas sobre el compromiso.
// Estas preguntas se le proporcionarán en el encuentro previo a la presentación que deberá tener
con los pastores.

¿Ustedes bautizan a los niños?

La escritura da evidencia que el bautismo sigue a la decisión de un individuo de recibir a Cristo como
salvador (Hechos 2:41, 8:12 y 10:47–48).
El nuevo testamento registra los bautismos de adultos creyentes solamente.

En la Biblia, encontramos a los padres llevando a sus hijos a Jesús. Él los sostuvo, oró por ellos y
nos dijo que los dejemos ir a Él. Pero él no los bautizo y no le dijo a nadie que los bautice. En Centro
Congregacional creemos que el bautismo es para aquellos que han tomado una decisión personal de
seguir a Cristo y que tienen la madurez y la capacidad de entender lo que eso significa.
Como regla general, hemos determinado que un creyente debe tener al menos 6 años de edad para
ser bautizado.

Presentar a un niño no es un sacramento; ni imparte gracia o salvación a un niño. La salvación viene


solamente por la fe en Jesucristo, cuando la persona reconoce su pecado, recibe el perdón y la vida
eterna a través de Cristo y su obra en la Cruz.

En lugar de bautizar a los bebés o niños, aquí animamos a los padres cristianos a presentar a sus
hijos. Se trata de una ceremonia en que los padres hacen un compromiso público donde se
comprometen a guiar a sus hijos según el plan de Dios.

¿A qué edad un niño puede ser presentado?

No tenemos un requisito de edad establecido para la presentación de niños, la edad para que un
niño sea dedicado es desde su nacimiento a ocho meses de edad, aunque hay padres que desean
dedicar a sus hijos que ya no son bebes, generalmente en casos donde los padres son nuevos
creyentes en Cristo y no habían presentado a sus hijos cuando eran bebés.

¿Una Madre soltera puede presentar a su hijo?

¡Sí! Presentar a un hijo significa el compromiso de los padres (incluyendo a padres solteros) para
hacer su mejor esfuerzo para criar a su hijo para ser un seguidor de Cristo. Además, animamos a los
padres solos para presentar a sus hijos y a comprometerse a guiarlos en el camino de Cristo. La
decisión de presentar a un niño no tiene relación con las creencias de su ex cónyuge; sin embargo
sugerimos que los padres solos, conversen sobre la presentación del niño con su ex cónyuge.
Una madre soltera necesita hacer un esfuerzo adicional para criar a un niño. Como iglesia, estamos
comprometidos en apoyar a padres solteros proveyéndoles apoyo y fundamento para la crianza de
sus hijos.

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