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Origen
Aparición de la escritura
Creación de la imprenta
La radio y la televisión
Sin duda fueron dos medios bastante usados en el siglo XX, que
también ayudaron a globalizar el mundo.
La era tecnológico
2- Características
3.1- Libros
Corresponden a un medio escrito. Gracias a adelantos tecnológicos se
ha posibilitado su reproducción en serie y en consecuencia, pueden
llegar a varios receptores a la vez.
3.3- La televisión
Es un sistema de transmisión de imágenes en movimiento. Al mezclar
el sonido con la imagen, los mensajes entregados por la TV impactan
y persuaden a los receptores de manera más rápida y certera.
3.4- La radio
Sistema de transmisión de mensajes orales. Sus mensajes son
transmitidos por medio de ondas hertzianas y puede recorrer varias
distancias en un lapso de tiempo breve. Su modo de transmisión de
mensajes es simultáneo.
3.5- Internet
Es una red de redes, en la cual la información está estructurada y
organizada de acuerdo a temas y áreas. Así los "buscadores" facilitan
el trabajo en la entrega e interpretación de la información.
3.6- Cine
Surge en 1895 con la primera película de los hermanos Lumiere:" La
salida de los obreros de la fábrica". El cine al ser limitado en su tiempo
real, comprime la narración por medio del empleo de medios técnicos
y estructurales, como por ejemplo, el guión cinematográfico, escenas,
plano, secuencia, etc.
4- Funciones de los medios de comunicación masivas
4.1- Informar
Recogen y entregan información de manera veraz y oportuna sobre
los diversos acontecimientos mundiales y de distintos temas de
interés. Esta información busca ser lo más objetiva posible.
4.2- Educar
Transmiten la cultura de las distintas comunidades; su pasado,
presente y proyecciones futuras. Los avances tecnológicos han
posibilitado la transmisión de programas educativos de manera más
atractiva para la comunidad.
4.3- Entretener
La sociedad demanda de los medios la entretención y el
esparcimiento. Así estos contribuyen a llenar espacios de tiempo para
descansar y divertirse. Esta es una de las funciones más desarrolla
por los programas televisivos, aunque también está presente en otros
medios de comunicación.
En el ámbito del lenguaje los medios ejercen una gran influencia. Ellos
son los responsables, por ejemplo, de la difusión de numerosos
extranjerismos. Por ejemplo en cualquier retransmisión deportiva
podemos escuchar play off por eliminatoria, break por rotura de
servicio, tie break por desempate, pressing por presión...; y sin los
medios de comunicación no cabría pensar que en español se hubieran
aclimatado términos como fútbol, penalti, córner, pívot, surf... Del
mismo modo, a ellos se debe la difusión de muchas palabras o
expresiones que se apartan de la norma: reportar en lugar de informar,
recepcionar en lugar de recibir, entreno en lugar de entrenamiento,
ganar de siete puntos en lugar de ganar por siete puntos, en orden a
en lugar de para.
Cada vez que la moral o la ética son tema de debate, la influencia que
los medios masivos de comunicación ejercen en esos ámbitos aparece
a menudo en tela de juicio. La notable preponderancia que los mass
media, en especial la TV, tienen en las sociedades modernas, ha
valido como motivo suficiente para que incluso desde los sectores más
dispares se coincidiera en señalar a los medios como el principal
causante del problema en cuestión.
En una época en la que hacer dinero de forma rápida y fácil parece ser
la máxima que obsesiona a la mayoría (no por nada es en esta época
cuando la especulación y el poder financiero han alcanzado mayor
auge y legitimidad), los medios no escapan a esta realidad. El caso
más paradigmático es, claro, el de la televisión, un medio que alguna
vez supo tener como funciones el informar, formar y entretener; a
nadie escapa que en los últimos años la de entretener (se podría decir
que a toda costa) ha relegado a las otras dos.
Esto se advierte con claridad en los informativos televisivos, cada vez
más orientados a la crónica rosa, las noticias curiosas, la publicidad
encubierta y la manipulación en la información de verdad relevante
para la vida de los ciudadanos.
Este aumento del poder de los medios, exacerbado en las últimas dos
décadas, no puede entenderse si no se lo lee dentro de la lógica del
neoliberalismo imperante. Desde las caídas de la Unión Soviética y del
muro de Berlín, y con ello de cualquier tipo de contrapeso, el
neoliberalismo se extendió de manera imparable. Con el falaz pretexto
de el Fin de la historia, los promotores -y a la postre grandes
beneficiarios- del neoliberalismo a ultranza no encontraron mayores
impedimentos para que sus recetas se fueran aplicando a lo largo y
ancho del mundo.
MULTIMEDIOS Y PLURALIDAD
Así, en tan solo una década, el mapa de los medios ha ido cambiando
notablemente a medida que los países creían ciegamente en lo que
el pensamiento único proponía y se entregaban sin más al
neoliberalismo puro y duro. La creación de gigantescos multimedios,
mediante la fusión entre medios y la absorción de otros menores,
provocó una concentración nunca antes vista en todos los sectores de
la comunicación. Esta corriente de concentraciones llevó en poco
tiempo al surgimiento de oligopolios manejados por unas pocas firmas,
a menudo pertenecientes a megaempresas con fuertes intereses en
sectores económicos, financieros y políticos.
Todos estos aspectos cuestionan los valores éticos que rigen hoy a los
medios. Y no puede decirse que todos estos señalamientos hayan
caído en saco roto. Muy por el contrario, el malestar generado en
diversos ámbitos ha provocado una variedad de reacciones: se han
dedicado libros, ensayos y artículos analizando la realidad de los
medios y reclamando una vuelta a la ética.
Los libros de estilo, los manuales de ética y otros códigos del cómo
proceder y ejercer en los medios son signos de una saludable
actividad deontológica, pero tan solo con ello no alcanza. Como bien
indica Klinenberg, «la mayoría de los medios de comunicación están
dirigidos actualmente por empresarios formados en las business
schools (...). Cuando la información se convierte en mercancía, la
distinción entre las diferentes producciones periodísticas (información,
entretenimiento, info-entretenimiento) pierde sentido y con ella la
especificidad del trabajo de investigación». Por eso, si la lógica
empresarial con la que se maneja buena parte de los medios masivos
continúa ejerciéndose de manera estricta y sin dejar lugar para
atender a criterios éticos y periodísticos, difícilmente puedan esperarse
cambios sustanciales.