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ALCOHOLISMO

Dr. Edgardo N. Redolfi

Dra. M. Cecilia Mema Marsolie

Javier es un varón de 61 años, que concurre a la consulta para control de salud. Cita que
durante su adolescencia tuvo problemas con el alcohol, y su padre era alcohólico. Es
conductor de taxi. Hace tres años le diagnosticaron hipertensión arterial y hace un año le
diagnostican diabetes mellitus tipo 2, ambas en control y tratamiento. El paciente
actualmente no consume alcohol pero la pregunta hacia el médico es si podría consumir
un vaso de vino tinto diariamente por los efectos beneficiosos que le han comentado
tiene el alcohol.

El alcoholismo consiste en un consumo excesivo de alcohol de forma prolongada con


dependencia del mismo. Es una enfermedad crónica producida por el consumo
incontrolado de bebidas alcohólicas, lo cual interfiere en la salud física, mental, social y/o
familiar, como así también en las responsabilidades laborales.

Según el DSM-IV-TR (Diagnostica and Statistical Manual of Mental Disorders, fourth


edition- text revisión) existen dos trastornos relacionados con el uso del alcohol en forma
inapropiada: abuso y dependencia.

De acuerdo al Joint Committee of the National Council on alcoholism and Drug


Dependence and the American Society of Addiction Medicine, alcoholismo es “una
enfermedad primaria y crónica con factores genéticos, psicosociales y medioambientales,
que influencian su desarrollo y manifestaciones. La enfermedad es frecuentemente
progresiva y fatal”.

Alcohol: El alcohol es una sustancia químicamente denominada etanol o alcohol etílico. Se


la obtiene a través de un proceso de fermentación o destilación de los hidratos de
carbono. Es difícil encontrarlo en estado natural y puro y no resulta indispensable como
parte de la alimentación humana.

Para consumirlo a través de diversas bebidas de uso corriente debe extraérselo de


distintas frutas, cereales, granos o raíces que contengan “hidratos de carbono”.
Es una droga fundamentalmente depresora del SNC. Su transitorio efecto estimulante es
debido a su acción sobre centros nerviosos que producen desinhibiciones de la
personalidad.

Es una droga legal, socialmente aceptable, junto con el tabaco. Se debe tener en cuenta
que el límite entre lo tolerable socialmente y lo patológico no está definido.

Epidemiología:

Edad: El grupo etario con mayor cantidad de consumidores y que coincide con el que
consume más alcohol es el que va de los 20 a los 35 años. Es mayor la cantidad de
hombres que consume alcohol, en una relación 2/3-1.

En los mayores de 65 años es más grave el consumo de alcohol por la aparición de


enfermedades y sus tratamientos, que pueden complicarse por su consumo, como por
ejemplo los psicofármacos.

En cuanto a los adolescentes se ha visto que cuando comienzan a consumir alcohol antes
de los 21 años, es más probable que sea alcohólico, que si lo hace posteriormente (hasta 4
veces).

Género: En lo que se refiere al género, la prevalencia del uso de alcohol es mayor en


varones que en mujeres. Las segundas tienden a buscar ayuda para su problema y en
general se desarrolla con depresión y trastornos alimentarios; y esto es positivo ya que
los trastornos que se relacionan con el alcoholismo progresan más rápido en la mujer.

El mayor riesgo de alcoholismo en las mujeres es probablemente debido a una mayor


biodisponibilidad del alcohol por una menor actividad de una isoenzima de la
dehidrogenasa que interviene en el metabolismo del alcohol. Además existe un menor
volumen de distribución y un incremento de la oxidación del etanol en el hígado. De esta
forma se genera mayor cantidad de acetaldehído y probablemente radicales tóxicos
explicando la diferencia de vulnerabilidad a los efectos del alcohol.

Podemos afirmar que existe un componente genético en los trastornos relacionados con
el uso no saludable del alcohol. Los familiares de primer grado que tienen problemas con
el alcohol tienen 3 a 4 veces más posibilidades de ser alcohólicos.
Prevalencia:

La prevalencia del consumo de bebidas alcohólicas es mayor en el Gran Buenos Aires que
en el resto del país, siendo algo similar en región pampeana y Cuyo. Entre la población
internada en hospitales generales se comprueba alcoholismo en 15-42 % en hombres y 4-
35 % en mujeres. El nivel de alcohol en sangre puede lograrse conociendo la cantidad y
tipo de bebida consumida. A mayor tenor de alcohol en sangre, el deterioro de las
funciones cognoscitivas, motoras y perceptivas se incrementa y esto se refleja en
numerosos y gravísimos problemas relacionados con la seguridad vial, hechos de violencia
y afectación de la esfera personal, familiar, laboral y social.

En nuestro país, desde el punto de vista legal se aceptan valores determinados de alcohol
en sangre.

1. Conductores profesionales y grandes vehículos: 0 gr.%


2. Motociclistas: 0.2 gr%
3. Conductores de autos: 0.5 gr%

Dosis de alcohol:

No existe una dosis ideal de alcohol, pero podemos asegurar que está prohibido en las
embarazadas y en aquellas personas con historia familiar o personal de consumo de
alcohol importante, o quienes han sufrido hemorragia cerebral, enfermedad hepática o
pancreática , o quienes trabajan con maquinarias con riesgo de accidentes. Y su uso
debería limitarse en pacientes con gastritis, esofagitis, esófago de Barret y con historia
familiar de Ca de mama. En sujetos que pertenezcan a estos grupos la dosis ideal de
alcohol tal vez sea de 6 gr/dl.

¿Cómo se calculan los gramos de alcohol etílico (etanol) que contienen las diferentes
bebidas. Se deben conocer los grados de alcohol y el volumen de la misma, y también la
densidad del alcohol etílico. La cantidad de alcohol que contiene una bebida (graduación
alcohólica) se determina por la cantidad de alcohol etílico o etanol en mililitros que
contienen 100 cc de la bebida. Ej. Si el vino común de mesa tiene 12° (graduación
alcohólica expresada en grados Gay Lussac) significa que 100 cc de la bebida contienen 12
ml de etanol, y la densidad de alcohol es de 0.789 gr/cm3 (0.8 g/ cm3), por lo tanto si se
multiplica la densidad (0.8 gr./cm3) por el volumen (12 ml) obtenemos la masa 9.6 %. En
definitiva, una botella de 1 litro de vino común de mesa, tendrá 96 gr de etanol.
Graduaciones más comunes:

Cerveza 4-6 % Whisky 40-50 %

Sidra 4-6 % Fernet 45 %

Jerez 19 % Tequila 35-40 %

Vodka 35 -40 % Pisco 35 %

Los individuos normales metabolizan el etanol a una velocidad de alrededor de 15


mg/dl/hora, independientemente de la cantidad ingerida; pero el metabolismo se puede
acelerar en los alcohólicos, (fenómeno reversible). Además, es típico de éstos desarrollar
una considerable tolerancia central, de modo que dan la impresión de estar
prácticamente sobrios aunque tengan una Concentración de Alcohol en Sangre (CAS) de
150 mg/dl o más. Casi todos los sujetos no alcohólicos están ebrios con una CAS de 100 a
200 mg/dl, y algunos con tan sólo 30 mg/dl. Niveles superiores a 400 mg/dl pueden causar
la muerte en general por depresión respiratoria o por aspiración de vómitos.

CAS mg/dl EFECTO ESPERABLE LOCALIZACIÓN DE LA


ALTERACIÓN FISIOLÓGICA
25 A 50 Relajación, sedación
50 a 100 Alteración de la Corteza cerebral
coordinación, euforia,
conversación a gritos,
reducción obvia de las
inhibiciones sociales.
100 a 200 Ataxia, depresión de la Sistema límbico y cerebelo
motricidad fina, disminución
de la ideación, de la
capacidad de atención
sostenida y de la memoria,
escasa capacidad de juicio,
labilidad anímica, lenguaje
farfullado incipiente.
200 a 300 Ataxia y lenguaje farfullado Sistema reticular
marcados, náuseas y ascendente
vómitos, temblores,
irritabilidad.
300 a 400 Anestesia, estadio 1 Sistema reticular
(inconciencia), falta de ascendente
memoria.
Superior a 400 Insuficiencia respiratoria, Bulbo
coma, muerte.
Consumo excesivo:

Su consumo excesivo está asociado a trastornos como cirrosis, demencia, pancreatitis,


miocardiopatías y neuropatías periféricas. También se ha relacionado con Ca de esófago,
hígado, laringe, faringe y mama.

Durante el embarazo produce el desarrollo del Sindrome de alcoholismo fetal, constituye


un grave problema que afecta el cerebro del feto.

También se lo relaciona con situaciones en las que han intervenido alcohólicos:


homicidios 86%, violencia sexual y de género 60% y 57% respectivamente, accidentes de
tránsito fatales 40 a 50%, y no fatales 25 a 35%, quemaduras 64%, suicidios 20%.

El motivo más importante por lo que la gente consume alcohol es para lograr un efecto
positivo sobre el humor y aliviar el stress.

Si bien no todos los bebedores excesivos van a terminar desarrollando el Síndrome de


dependencia, todos los que lo desarrollan han tenido consumos altos y prolongados de
alcohol. No existe un límite exacto para evitar esta dependencia, pero se ha visto que
aumenta cuando se bebe más de 12 L/etanol/año, es decir 230 g/etanol/semana, y que en
igualdad de volumen consumido la aparición del cuadro se relaciona con la proporción de
situaciones en las que el sujeto tomaba más de cinco copas/día (Midanik y col, 1994)

¿Cómo identificamos en APS (Atención Primaria de la Salud) a un paciente alcohólico?

Debemos sospechar adicción a drogas o alcohol, cuando comienza con síntomas como
cambios en el humor, pérdida de peso o síntomas que no tienen explicación. Mientras
más temprano el diagnóstico mayor la recuperación. Deberíamos tener en cuenta a los
bebedores en riesgo, bebedores con problemas, abuso y dependencia:

Abuso: Consumo variable de alcohol o drogas con algunas consecuencias adversas


relacionadas con el uso de las mismas.

Dependencia física: Estado de adaptación que se manifiesta por un Síndrome de


supresión específico para la sustancia que se produce por una suspensión o disminución
brusca de la misma o administración de un antagonista.

Dependencia psíquica: Sentimientos de necesidad del uso de sustancias psicoactivas con


el fin de percibir sus efectos positivos o evitar los efectos relacionados con la abstinencia
de la misma.
Adicción: Proceso crónico y primario acompañado de factores neurobiológicos, sociales,
psíquicos, genéticos y medioambientales que influyen en su desarrollo y manifestaciones.
Se caracteriza por conductas que dificultan el control del uso de la sustancia, utilización
compulsiva y persistencia de su consumo a pesar del conocimiento de los riesgos que ello
acarrea.

En APS se estima que existe entre un 10 – 35 % de pacientes con problemática de alcohol.

La identificación será más útil en los que se encuentran en el grupo de bebedores de


riesgo (aquellos que exceden el umbral diario, semanal o por ocasión de consumo de
alcohol), ya que con simples medidas puede eliminarse el daño asociado con el uso no
saludable de alcohol.

Si bien todas las personas deberían ser identificadas en cuanto a conductas de riesgo por
el alcohol, se debería actuar específicamente en aquellos con historia familiar de
alcoholismo, fumadores, historia de accidentes o traumatismos frecuentes, y los
medicados con drogas que pueden interactuar con el alcohol.

La identificación se logra con herramientas como cuestionarios, ejemplo:

CAGE (Cut down on drinking, Annoyed by criticism Guilty feeling, and, Eye opener)

C ¿Intentó suspender el uso del alcohol o drogas?


A ¿Se ha disgustado cuando alguien le habló sobre el hecho de que usted consuma
alcohol o drogas?
G ¿Siente usted alguna culpa sobre hechos que usted ha cometido mientras utilizaba
alcohol o drogas?
E ¿Necesita usted consumir drogas o alcohol al despertarse para comenzar la jornada?

Otro cuestionario es el AUDIT (Alcohol Use Disorder Identification Test), es decir, test para
identificar trastornos relacionados con la ingesta de alcohol.

Y marcadores biológicos. Aumento de transaminasas, aumento del VCM y aumento de


GGT. Este último es el marcador más sensible para abuso crónico, y se normaliza en seis
semanas luego de la abstinencia.

Criterios para el diagnóstico de intoxicación alcohólica (DSM IV)

1. Ingesta reciente de alcohol.


2. Cambios psicológicos comportamentales desadaptativos clínicamente significativos
(sexualidad inapropiada, agresividad, labilidad emocional), durante la intoxicación
o minutos después.
3. Uno o más de los siguientes síntomas que aparecen durante o poco después del
consumo de alcohol:
 Lenguaje farfullante.
 Incoordinación.
 Marcha inestable.
 Nistagmo.
 Deterioro de la atención o de la memoria.
 Estupor o coma.
4. Los síntomas no se deben a enfermedad médica ni se explican mejor por la
presencia de otro trastorno mental.

Uso saludable de alcohol:

Se refiere al consumo no problemático, es decir, que no altera las capacidades laborales,


las relaciones interpersonales ni problemas legales. El consumo saludable de alcohol, en
forma moderada y prudente, está en relación con la disminución de enfermedad
coronaria, diabetes tipo 2 y algún tipo de cáncer.

Es verdad que el efecto beneficioso del alcohol se debe en parte al etanol, existen bebidas
como el vino tino, que contienen polifenoles como el resveratrol que aumenta la función
de antioxidantes endógenos. Y en cuanto a la diabetes, la adiponectina (hormona derivada
del tejido adiposo) que mejora la sensibilidad de la insulina, aumenta con el consumo de
alcohol provocando la hipótesis de un menor riesgo de desarrollar diabetes. Se ha visto
que el etanol aumenta la relación NADH/NAD que inhibe la gluconeogénesis y que tiene
efecto sobre la glucemia de ayuno y no en la posprandial, y además beneficiarían más a
los pacientes con valores de HbA1c más elevada.

El consumo de alcohol estaría inversamente relacionado al desarrollo de enfermedad


coronaria.

Se demostró que existe relación entre mortalidad total y consumo de alcohol. Por lo tanto
un bajo consumo de alcohol está significativamente asociado con una disminución en la
mortalidad total, mientras que un alto consumo del mismo aumenta la mortalidad. De
igual manera, a los pacientes cardiópatas que no consumen alcohol sería aconsejable
sugerir la ingesta de alcohol, si ya vienen consumiendo alcohol se puede sugerir que la
ingesta no sea mayor de 14 a 28 gr/día en hombres, y 14 gr/d en mujeres.

Clínica:

La signosintomatología de un paciente alcohólico se basa en síntomas fisiológicos,


cognitivos y conductuales, sin tener que estar presentes todos ellos para realizar
diagnóstico. El cuadro clínico se caracteriza por:

 Vivencia subjetiva ante el consumo: significa “ansia” o deseo intenso. Surge ante
determinadas situaciones externas o internas (ciertos estados afectivos), o
síntomas de abstinencia. El paciente comienza a notar que no controla bien las
cantidades que bebe, lo hace en más ocasiones, más cantidad y/o en situaciones
en las que no quería beber. Tiende a controlarse.
 Síntomas comportamentales: El paciente estructura su vida en relación con el
alcohol, descartando o dejando de lado cualquier otro placer; el alcohol pasa a
formar parte del centro de su vida. El sujeto no dependiente varía sus niveles y
patrones de consumo según el día o el entorno. El sujeto dependiente aumenta
progresivamente la cantidad.
 Síntomas psicofisiológicos:
1. TOLERANCIA: Se refiere a la necesidad de aumentar progresivamente la
cantidad de alcohol para conseguir los cambios afectivos y conductuales
que lograba con cantidades menores.
2. ABSTINENCIA: Es un conjunto de síntomas y signos que surgen cuando la
persona suspende voluntaria o involuntariamente el consumo de alcohol:
 Temblor de grandes oscilaciones de los brazos, la boca y la lengua.
 Náuseas y vómitos.
 Sudoración.
 Hipertensión.
 Trastornos del sueño.
 Alteración del humor y nerviosismo.
 Ansiedad.
 Tristeza e irritabilidad.
 Alteraciones de la temperatura corporal e hiperreflexia.
Son pocos los casos en que puede desencadenarse el DELIRIUM TREMENS que se
caracteriza por ser un trastorno mental grave con afectación de la conciencia,
obnubilación, desorientación, alucinaciones visuales, temblor. Agitación, insomnio y
signos severos de hiperactividad autonómica.

En estadios avanzados de la dependencia, los síntomas de abstinencia comienzan en la


mañana al levantarse, por no tomar alcohol durante la noche, y lleva a la necesidad de
consumir una copa a primera hora.

Síndrome alcohólico fetal:

La relación del alcohol y el embarazo fue reconocida en 1973 luego de estudios realizados.

La probabilidad de que una mujer embarazada tenga un niño con síndrome alcohólico
fetal es del 56 %, siendo la mortalidad perinatal del 17 al 20 %, mientras que la mortalidad
perinatal de la madre sin problemas de alcohol es de 1.3 a 2%.

El SAF es una de las causas más frecuentes de retraso mental, por encima del síndrome de
Down y la espina bífida. Se considera la primera causa de retardo mental evitable.

El período más crítico para la teratogénesis es en las primeras semanas después de la


concepción.

El SAF se caracteriza por un retardo del crecimiento antes o después del parto:

 Características deformes de la cara.


 Características deformes de la cabeza.
 Circunferencia cerebral extremadamente pequeña.
 Aplanamiento de rasgos faciales.
 Inicios de anomalías en el SNC.

Se ha visto que en las madres que presentan consumos moderados de alcohol pueden
provocar en sus hijos:

1. Tiempo de reacción retardado.


2. Pobreza en la atención sostenida.
3. Menor cociente intelectual.
4. Agresión.
5. Conducta delictiva.

Por todo esto se recomienda “NO INGERIR ALCOHOL DURANTE EL EMBARAZO”

Tratamiento:

Se basa en desintoxicación y rehabilitación.

Desintoxicación: Se realizará a través de:

1. Supresión absoluta del alcohol.


2. Vigilancia y control de la hidratación del paciente.
3. Prevención y tratamiento de los síntomas de abstinencia. Se efectúa a través de
fármacos como las Benzodiacepinas, aunque se ha demostrado la eficacia de la
carbamazepina.
4. Vitaminoterapia: en especial del grupo B.
5. Tratamiento de las afecciones concomitantes.

Rehabilitación: Se basa en el sostén del paciente a través del tratamiento farmacológico,


la psicoterapia y grupos de autoayuda (Alcohólicos Anónimos)

Bibliografía:

1. Greca, Alcides A. Gallo, Roberto F. Parodi, Roberto L. Carlson, Damián. Medicina


Ambulatoria. Segunda edición. Corpus Editorial. 2006.
2. Guía del Curso Relación Médico-Paciente II. Facultad de Ciencias Médicas,
Universidad Nacional de Cuyo. 2003.
3. Kaplan, H.; Sadock, B.; Grebb,J. Sinopsis de psiquiatría. Ciencias de la conducta.
Psiquiatría clínica. Edit. Panamericana. 1996.
4. PRONAP. Módulo IV. 2001.
5. Rossi, Marcelo. La psiquiatría en la medicina general, vol. IV. Edit. Suárez Richards.
2002.
6. Suárez Richards, Manuel. Introducción a la psiquiatría. Edit. POLEMOS. 2006.k

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