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la voz del seductor

La voz

El poder de las palabras

El lenguaje

El tono

El timbre

Ejercicios

Consejos

El Tono

El Tempo

Recomendaciones
La voz

Un componente fundamental a la hora de seducir es la voz. Con ella podemos manipular las
situaciones más diversas, sin que la otra persona advierta, por ejemplo, nuestro alto grado de
nerviosismo.

En el cine mundial una buena voz es recompensada por millones de dólares, pensemos en algunos
actores, que más allá de sus dotes profesionales, se los puede identificar rápidamente sólo con
escuchar un par de palabras. Esto queda demostrado en personajes como Demi Moore, Jack
Nicholson o la argentina Graciela Borges.

Pero no todo queda localizado en la voz, a este “órgano” lo acompañan, los gestos y
principalmente la boca.

La voz, es esencial para completar el encanto de una persona, hombres y mujeres agraciadas
físicamente pueden ver arruinado su atractivo con una voz desagradable. Pero por suerte… ¡esto
tiene solución!
El poder de las palabras

Es importante tener en cuenta que las palabras que usamos son valiosas, pero no tanto como
creemos. Se han realizado estudios que demuestran que las personas tienden a oír un 50% de lo
que les dicen, y que sólo retienen un 10% de lo que oyen.

También es fundamental que decidamos de antemano, qué puntos queremos dejar bien claros
para nuestro interlocutor. Los mismos pueden ser datos esenciales que nos interesa remarcar en
un encuentro.

Lo que no decimos es tan importante como lo que decimos y fundamentalmente cómo lo decimos.

El saber escuchar y demostrar que estamos interesados en lo que nos están diciendo, por más que
nos cuenten las travesuras de sus sobrinos cuando vieron a Papa Noel, puede marcar el punto de
partida de una buena relación. Nuestros gestos, nuestra postura, nuestra mirada, y hasta nuestros
silencios, son sumamente importantes.

Tendemos a recordar mejor lo que ocurre al principio y al final de las reuniones, así que nos
conviene exponer los mensajes importantes en esos momentos. Pero, sin duda, la “VOZ” es “la
frutilla del postre”. Sus palabras, el tono, el timbre, los matices (es el tinte de la voz), deben
convertirse en una dulce melodía a los oídos del objeto de nuestro deseo. También hay que tener
en cuenta que a la hora de seducir con nuestros relatos es necesario cautivar a la otra persona, no
sólo con el contenido (lo que decimos) sino con el continente (como lo decimos). Poder darle
diferentes tonos a una narración es muy valioso, pero nunca es bueno exagerar.
El Lenguaje

El lenguaje es un proceso cultural y social que permite, mediante el uso de símbolos y signos la
comunicación con los demás.

La finalidad de ésta exposición consiste en colaborar con el desarrollo del potencial de la voz,
perfeccionar la dicción (la manera de pronunciar) y enriquecer la entonación, con el objetivo de
lograr un mayor dominio de nuestra expresión oral.

Se pretende conseguir el máximo rendimiento vocal y de esta forma obtener una óptima
comunicación oral.

El tono

El tono es la cualidad del sonido que nos hace identificarlo como más agudo o más grave con
respecto a otro sonido. La VOZ debe poder articularse y modularse con sonoridad y belleza

El timbre

El timbre es la cualidad del sonido que nos permite identificar su origen y personalizarlo. Por el
timbre distinguimos unas voces de otras.

El timbre o color permiten fácilmente la clasificación de la VOZ. La voz no es igual para todas las
personas. La voz es una de las expresiones humanas en donde más se pone de manifiesto las
características del individuo.
Ejercicios

Ejercicios para mejorar la dicción

Leer diariamente, en voz alta, diferentes estilos de narraciones, poesías, noticias, cuentos,
diálogos, etc.

Improvisar una charla de dos minutos sobre cualquier tema, y, grabarla. Escuchar y analizar en qué
tropezó.

De vez en cuando, imitar a actores y locutores. Esta sugerencia no es para que plagies estilos, sino
para comparar las entonaciones, la velocidad, el ritmo, los énfasis; y, sobre todo, el sentido que
dan a sus lectura o diálogos.

Trabalenguas, los clásicos de siempre:

Tres tristes tigres tragaban trigo en un trigal.

María Chuchena su choza techaba, y un techador que por ahí pasaba le dice: María
Chuchena, ¿Tu techas tu choza o techas la ajena? No techo mi choza ni techo la ajena. Yo techo la
choza de María Chuchena.

Compré pocas copas, pocas copas compré y como compré pocas copas, pocas copas
pagué.

Pablito clavó un clavito ¿Qué clavito clavó Pablito?


Ejercicios bocales

Desarrollar los recursos de la expresión hablada, perfeccionando la técnica articulatoria y


respiratoria es necesario para una correcta dicción. Los ejercicios deberán realizarse con lentitud,
interrumpiendo y repitiendo cuantas veces sea preciso. De la paciencia, de la constancia y del
tiempo empleado en ellos dependerá el resultado. Es bueno realizar las prácticas frente a un
espejo.

1. Relajación y Postura.

Los hombros suben hasta la zona donde comienzan las orejas, se deja en esa posición cinco
segundos y luego se dejan caer con el propio peso de los mismos. Los hombros rotan primero
hacia delante (como dibujando un circulo cinco veces, y luego se repite el mismo ejercicio hacia
atrás. El objetivo es el desbloqueo de la estructuración corporal a través de la relajación.

2. Respiración.

El objetivo es ejercer control sobre el volumen de la voz. Con la inspiración el abdomen se eleva
automáticamente, con la expiración los músculos del abdomen se relajan. Para obtener una mayor
capacidad respiratoria es preciso ejercitar la toma de aire por nariz, llevándolo a los pulmones
(inflando el abdomen), recuerda que el diafragma deberá presionar hacia abajo con fuerza, luego
se larga suavemente el aire por boca. Para darte cuenta que estas haciendo bien el ejercicio
puedes recostarte y poner un libro sobre el abdomen y así ver como sube y baja con la inspiración
y la expiración respectivamente. Ten siempre presente que para una buena respiración los
hombros no tienen que subir.
3. Ablandamiento y apertura de los órganos que intervienen en la articulación.

Ejercicios de mandíbula (un buen bostezo,

sonrisa exagerada y trompita) El objetivo es desarrollar la apertura bucal facilitando así la


preparación para hablar.

4. Ejercicios de labios, lengua y paladar

Hacer puchero con vibración de los labios y realizar todos los movimientos posibles con la lengua,
dentro y fuera de la boca El objetivo es dar elasticidad y agilidad a la articulación.

5. Impostación de voz

Uso de los resonadores (labios, dientes, paladar óseo, faringe bucal y nasal, etc.). Pero la caja de
resonancia es mucho mayor aún: abarca a toda la cabeza, toda la cavidad torácica, y como dijimos,
el cuerpo entero. Una voz potente se consigue mejorando la resonancia, y ésta depende, entre
otras cosas, de la posición de los labios durante la formación del sonido. La impostación no debe
ser ni demasiado fuerte, ni demasiado suave.

6. Ejercicios de articulación

Vocales y consonantes (Lectura por sílabas, realizar una lectura marcando el correcto sonido de las
letras divididas en sílabas. Lectura por letras, igual al ejercicio anterior pero marcando las letras y
sonidos). El objetivo es la pronunciación correcta de vocales y consonantes encaminada a una
correcta dicción. También esnecesaria para una buena articulación, la relajación de la mandíbula.
Para ello mueve la mandíbula inferior de un lado a otro y déjala caer. Articula relajadamente las
distintas sílabas.
7. Recursos de la expresión hablada

Melodía, acentuación y ritmo. El objetivo es utilizar las herramientas de expresión que permiten
enriquecer un discurso.

Masajes faciales

El estiramiento de los músculos de la cara debe posibilitar una relajación de las zonas musculares
tensas. Como consecuencia de una tensión general, existen a menudo en la zona de los músculos
faciales y masticadores tensiones que afectan el timbre de voz.

Siéntate derecho y pon las yemas de sus dedos en medio de la frente y estira lentamente la frente
con los dedos, desde el centro hasta las sienes.

A continuación sitúa los dedos en los pómulos y estira los músculos a la barbilla. Finalmente, con
las yemas de los índices entre los labios y la barbilla, estira los músculos de esta zona tirando
horizontalmente hacia las comisuras de los labios.

Repite cada ejercicio 5 veces por día.


Bostezar, es un ejercicio ideal para relajar los músculos de la laringe. La laringe desciende cuando
se bosteza, y por ello los músculos de la laringe se estiran, sobre todo en la parte interna. Bosteza
tan a menudo como sea posible y no impidas nunca un bostezo, ni lo interrumpas.

Zumbido con vibración, piensa en el sonido que realiza un gato cuando duerme o el gruñido de un
perro, intenta imitarlo tocando suavemente con tu mano la nuez de Adán o el cuello. Para que
este ejercicio esté correctamente hecho tiene que vibrar esa zona.

Consejos

• Nunca pidas excusas por tu nerviosismo o por pequeños defectos en tu habla; esto puede
llamar la atención por detalles que no han sido percibidos por el interlocutor.

• Intenta no utilizar muletillas, tales como: bien, buen, mmmm, eh, etc.

• Trata de emplear lenguaje coloquial (diario, común), no intentes seducir a través de


términos o palabra que no manejas habitualmente ya que puedes quedar en ridículo.

• Siempre ten en cuenta que “uno es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios”.
Juzga el valor de las palabras antes de hablar.

• Hablar es una de las armas más poderosas.

• Es necesario cultivar la paciencia sea cual sea la situación. Hay un momento para todo en
la vida, no pretendas adelantarlo.

• Emplee frases de relleno tales como “Sí, veo por donde va”, o “Es un tema interesante”,
acompañando con un sutil movimiento de cabeza asintiendo.

• No compitas con el ruido de fondo. Evita conversar en ambientes ruidosos.

• Trata de no utilizar frases negativas o resaltar defectos de tu personalidad o físicos tales


como, “suelo ser algo distraído”, “me cuesta comunicarme”, “nunca me gustó la verruga que
tengo en el cuello”, etc.

• Y un buen truco para aquellos caballeros amantes de las buenas delanteras femeninas es,
en algún momento de la conversación susurrar para obligar a la dama a inclinarse para poder
escuchar bien y de esa manera poder echar un vistazo al paisaje.
El tono

Muchos hombres consideran que con sólo susurrar al oído consiguen un tono seductor, pero nada
más alejado, ya que esta actitud puede ser confundida con los vulgarmente conocido “babosos”.
Para poder lograr un tono seductor hay que trabajar nuevamente no sólo sobre el contenido, sino
también sobre el continente, es decir, utilizar las herramientas que la naturaleza nos dio sin
intentar realizar un cambio drástico en el momento y por supuesto aderezarlo con factores
externos, ya sea una mirada intensa, una sutil caricia y las palabras justas. Es sabido que las voces
graves son consideradas más seductoras que las agudas, pero no es recomendable abusar de
tonos graves. La lentitud y claridad en el habla es un factor fundamentas para llegar a ser un
hombre seductor y seguro.

Las voces finitas y chillonas por lo general son una característica negativa, tanto en hombres como
en mujeres. En estos casos hay un desafío mayor, poder lograr que esta peculiaridad genere
ternura y simpatía sin llegar a ser el bufón de toda reunión. Es buenodemostrar que uno puede
reírse de si mismo, eso también habla de un hombre seguro.

Los ejercicios para lograr bajar unos tonos (de agudo a grave) están directamente relacionados con
los de la respiración. Otro buena práctica es la de copiar los tonos musicales, por ejemplo las notas
de un piano de mayor a menos una por una, sin esforzar la voz ya que podemos lastimar las
cuerdas. Para esta ejercitación es muy efectivo gravarse y luego escuchar que tan bien copiamos
las notas.

El Tempo

Es la velocidad o el ritmo. La utilización de la voz durante un tiempo muy prolongado en lugares


cerrados con humo y música alta, suele producir disfonía. El mejor consejo para este caso es
alejarse de los parlantes, ingerir bastante líquido para tener las cuerdas hidratadas y por más que
sea difícil, no gritar.

Los ejercicios de proyección de la voz son variados, tediosos y ridículos, pero necesarios.

Ejemplo: Pronunciar una vocal alargándola lo más posible e imaginarnos que la proyectamos hacia
algún punto de referencia que se encuentre a más de dos metros. Repetirlo con todas las vocales.

Otro ejercicio de proyección es pronunciar una vocal y hacer de cuenta que la tomamos con la
mano y la tiramos con fuerza hacia delante, por supuesto que todo este movimiento va
acompañado por el sonido de la vocal.

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