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Mariología y la lucha malárica en Ortiz

Por José Obswaldo Pérez

En 1936 se inició el proceso de erradicar el paludismo en Ortiz,


durante el gobierno del general Eleazar López Contreras. Fue
durante esta gestión gubernamental cuando se avanzó
hacia un proceso de modernización del Estado con la
introducción de cambios y reformas estructurales. Es de notar
que, dentro de las políticas sociales del gobierno, se crea el
Ministerio de Sanidad y Asistencia Social desde donde el
doctor Arnaldo Gabaldón, Director General de Mariología,
emprende un plan para erradicar el flagelo del paludismo. En
esta acción, la institución mariológica envío a esta población
una comisión integrada por el doctor Alberto Fernández,
acompañado por los bachilleres Tarciso Arzola Falcón, Carlos
Burgos Courlander y Ángel Viso Pittaluga, estudiantes de
Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV),
quienes realizaron estudios sobre el índico esplénico y
parasitario para determinar la magnitud de la malaria en el
municipio. Estas investigaciones terminaron siendo tesis de
grado de los jóvenes investigadores para optar el título de
médico1.

En el tercer trimestre de ese año se funda la Estación de


Mariología de Ortiz, en una vieja casa ubicada en la esquina
de la Plaza Bolívar, llamada La Figuereña, propiedad de don

1 Tarciso Arzola Falcón se gradúa de médico en 1936 con su tesis de


grado “Índice esplénico de un sector del Distrito Roscio (Estado
Guárico)”, Carlos Burgos Courlander se titula en la promoción Hospital
Vargas 1938, con su trabajo de grado “La percutáneo reacción en las
intolerancias arsenicales” y Rafael Ángel Viso Pittaluga, en la misma
promoción, con el trabajo “Contribución al estudio biológico del
paludismo”. También, Viso Pittaluga, natural de Calabozo, es autor de la
investigación “Estudio de la forma leucocitaria de los palúdico de
Ortiz”(Colmenárez Arreaza G y col (2008);pp.189-196; Rodríguez,2007:
pp.199-203).
Domingo Rodríguez Moreno(Rodríguez,2005;p.A6). A esta
estación se le asignó un presupuesto de 160 bolívares
mensuales, para gastos de personal y funcionamiento. Dentro
sus empleados contaban con varias visitadoras sociales, entre
ellas, Lucía Herrera, quien atendía a los hogares con
problemas palúdicos. Doña Benigna Lamas, repartidora de
quinina y doña Cándida Rosalía Vegas, mejor conocida
como Rasa Vegas, también visitadora social y repartidora de
quinina.

De esta manera, la población se ve beneficiada con esta


obra como parte de la política del Programa de Febrero de
1936 y el Plan Trienal de 1938 del gobierno del general Eleazar
López Contreras. Un recuento histórico de esta Estación
Mariológica nos lo refiere Miguel Ángel Suarez en un
extraordinario discurso pronunciado en Ortiz, con motivo de
los 50 años de Mariología Zona XIII y publicado en el
Suplemento Cultural del Diario El Nacionalista, en su edición
del domingo 12 de octubre de 1986. El autor nos cuenta
aquel momento con prosa poética:

“Cuando las ruinas pregonaban su decadencia, en las


esquina de las calles Sucre y Las Mercedes, frente a un
ángulo de la Plaza Bolívar, era construida la sede de la
Estación de Mariología, donde hoy funciona la Medicatura
Rural. Fue el atisbar de épocas mejores. El punto de
referencia para la historia del nuevo Ortiz. Era el presagio de
tiempos libres de amarguras”(p.14)

De este documento, también, se puede extraer que su primer


jefe fue el inspector Viriato Silva, quien se establece con su
familia en Ortiz. Pero, “al poco tiempo, lo vencen las
condiciones adversas y solicita cambio” (Suarez, 1986; p.14).
A comienzo del año 37, le sucede el inspector Roberto
Escalona, quien en el mes de julio del citado año, fue
transferido para la recién fundada Estación Mariológica de
Villa de Cura. En su lugar, tomó posesión el inspector Miguel
Ángel Suarez, quien fue designado para efectuar
investigaciones oocisticas en anofelinos mediante
exploraciones in situ y la recolección de zancudos para
determinar la capacidad vectorial de los agentes
transmisores del paludismo. Llegó a Ortiz, con 19 años de
edad y permaneció en esta población por dos años hasta el
4 de junio de 1939.

En su estudio, Suarez detecta tres aspectos que afectan el


plan antimalárico en Ortiz. El primero, los efectos secundarios
que genera la aplicación de la vacuna antivariólica en los
pacientes. Cuenta el funcionario que la aplicación de la
inoculación era rechazada por algunos enfermos palúdicos.
“La reacción producía fiebre que desencadenaba las
recidivas o estimulaba los nuevos ataques maláricos,
especialmente en los niños” (Suarez, 1986; p.15).

Segundo, la inoperatividad de la campaña de dotar de


letrinas a las casas, debido a los escasos recursos de los
habitantes, “ya que la capacidad económica de sus
moradores apenas alcanzaba para medio comer”. Y tercero,
los malos procedimientos utilizados en la denominada
reconstrucción de Ortiz, llevada a cabo por una misión
técnica agropecuaria del Ministerio de Agricultura y Cría2.
Sobre este punto, Suarez se opone a este plan, ya que según
él las obras de excavaciones era la “entrega por adelantado
de las urnas a los sufridos moradores” y concluye que “fue el
último golpe en el viacrucis de su aniquilamiento con los
nuevos criaderos de anofeles excavados al lado de cada
casa reconstruida” (p.16).

Al inferir el discurso de Suarez, se observa que existían dos


planes que confrontaban en la denominada “reconstrucción
de Ortiz”. El de MAC y el de Mariología. El primero, según el

2 Esta misión inició sus actividades en Ortiz el primero de enero de 1944,


según el diario oficial El Heraldo.
autor, había generado el fracaso del plan malárico,
empujando los índices de mortalidad que, para el año de
1942, sólo en el casco urbano de Ortiz había 80 habitantes.
Estas divergencias de políticas públicas merecen la
consideración de un estudio aparte.

Por los momentos, la Estación de Mariología de Ortiz se


dedicaba a realizar investigaciones epidemiológicas entre
1937 a 19393. Durante esos tres años se implementaron
acciones sanitarias, entre las cuales se mencionan: a) la
introducción de cajas umbilicales (curetaje del ombligo de los
recién nacidos) que según el inspector Suárez, parcialmente
aceptaba la partera Díaz; b) el plan de tratamiento
antimalárico en niños escolares recomendado por el profesor
Boyd, de la Fundación Rockefeller, para la reducción del
bazo, “tratamiento que ningún alumno pudo seguir con
regularidad dado la frecuente inasistencia por los ataques
febriles”.

Los inicios del resurgimiento: La llegada del DDT


Con la Junta Revolucionaria de Gobierno, presidida por
Rómulo Betancourt se continuó con la campaña antimalárica
y se crean regiones sanitarias, según decreto No.31 del 12 de
noviembre de 1946. Una de las primeras entidades
beneficiadas son las integradas por los estados Aragua,
Carabobo y Miranda, además de los Distritos Nigua del
estado Yaracuy y Roscio del estado Guárico, donde estaba
incluido el pueblo de Ortiz (Rodríguez Dellán, 1973; p.51).

Para esta fecha, según el censo de 1941, la población


municipal de Ortiz era de 1.353 habitantes, distribuidos en 423
en el centro urbano y 930 en las áreas rurales. El 60% del total
de habitantes pertenecía a las zonas rurales. Su economía
persistía rezagada y en condiciones desventajosas.

3Revista Venezolana de Sanidad y Asistencia Social (1960). Volumen 25,


p.315.
El 2 de diciembre de 1945, día del Panamericanismo, se inició
el uso del DDT en Venezuela, mediante una campaña
efectiva y sistemática en todo el país. Ortiz recibe los primeros
rociamientos a principios de 1946, con la aplicación de este
insecticida de acción residual al interior de todas las viviendas
del área malárica con el fin de eliminar los zancudos y evitar
que llegaran a ser infectantes.

Cabe destacar que el DDT (dichloro diphenyltrichloro ethane,


por sus siglas en inglés) apareció en el mercado comercial en
1945 y se convirtió en una arma fulmínate para acabar con el
paludismo. Se trataba de un polvo blanco y ceroso cuyas
propiedades insecticidas fueron descubiertas en1939 por el
suizo Paul Müller, quien trabajaba con la compañía alemana
Bayer. Fue usado por primera vez en 1944 para controlar el
tifus exantemático –enfermedad transmitida por la pulga
humana–en el viejo continente y luego fue rápidamente
utilizado para eliminar a los Anofeles (Cueto, 2016).

Su utilización no sólo tuvo asidero en el campo sanitario sino


que se extendió al área agrícola hasta su prohibición en
Venezuela, mediado de la década de 70, por efectos
secundarios en los seres humanos y sus agentes
contaminantes en el medioambiente.

Algunos historiadores, periodistas y escritores concuerdan en


considerar que el resurgimiento de Ortiz comenzó realmente
con la llegada del DDT. A raíz de este acontecimiento datos
estadísticos demuestran los cambios demográficos que
sensiblemente se observan en esta localidad post DDT, con el
crecimiento poblacional y el impacto cuatro (03) variables
circunstanciales las cuales dinamizan su economía, según la
apreciación de Rodríguez Dellán: 1)Las reformas agrarias que
inciden desde 1946 en las zonas rurales, 2) las inversiones
capitalistas en el campo que contribuyen directa e
indirectamente en la mejoría local y 3) la construcción de la
Represa de Calabozo que permite generar a la afuera de
Ortiz una explotación de piedra picada y granzón destinada
a la obra.
Fuentes consultadas

COLMENÁREZ ARREAZA G Y COL (2008). Doctores en Ciencias


Médicas egresados de la Universidad Central de Venezuela
desde 1785 – 2007. López JE, Briceño-Iragorry L, editores.
Colección Razetti. Volumen VI. Caracas: Editorial Ateproca;
pp.189-196.

CUETO, MARCOS (2016). La salud internacional y la Guerra Fría


Erradicación de la malaria en México, 1956-1971. En:
Históricas Digitales. Disponible en:
http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/li
bros/salud/internacional.html.
KIPLE KENNETHF (2003).The Cambridge Historical Dictionary of
disease. EEUU: Cambridge University Press

OTERO SILVA, M. (1971). Casas Muertas. Editorial Salvat S.A.


Primera edición.

PEÑA, L. (1986). La malaria y la diplomacia estadounidense en


Venezuela (1941-1945). Tierra Firme. Caracas, Vol. IV. N° 13.

PEREZ, JOSÉ OBSWALDO (2017). La salud pública en Ortiz.


Políticas gomecistas entre 1908-1927. Revista Electrónica
Fuego Cotidiano.

RODRIGUEZ M, FERNANDO (2012).Semblanzas Orticeñas. Villa


de Cura: Editorial Miranda.

RODRÍGUEZ, FERNANDO (2007).Los linajes Rodríguez y Viso de


Calabozo y sus vínculos con Ortiz. En: Ponencias. II Encuentro
de Historiadores y Cronistas de Venezuela. Calabozo-Guárico.
Caracas: Miguel Ángel García e Hijo, srl; pp.199-203.
SUAREZ, MIGUEL A. (1986, 12 de octubre). Boceto para el
último capítulo de Casas Muertas. Discurso pronunciado en
Ortiz, en Homenaje a los 50 años de Mariología Zona XIII. San
Juan de los Morros: Suplemento Cultural del Diario El
Nacionalista, pp.13-18.

Campaña Antimalárica en Venezuela. Miembro de una cuadrilla identifica una vivienda en la


que ha aplicado DDT, 1945. Foto En: Carlos Gottberg. Imagen y huella de Arnoldo Gabaldón.
Caracas: Intevep, 1981

El inspector Miguel Ángel Suarez durante en un extraordinario discurso pronunciado en Ortiz,


con motivo de los 50 años de Mariología Zona XIII(Foto Reproducción JOP)

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