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La meteorización de rocas y suelos implica tres tipos de procesos: física, química y biológica. La meteorización física incluye la descompresión, termoclastia y gelifracción, que fracturan las rocas. La meteorización química altera la composición mineral a través de procesos como la oxidación, disolución y carbonatación. La meteorización biológica involucra efectos mecánicos y químicos de organismos vivos. La meteorización descompone las ro
La meteorización de rocas y suelos implica tres tipos de procesos: física, química y biológica. La meteorización física incluye la descompresión, termoclastia y gelifracción, que fracturan las rocas. La meteorización química altera la composición mineral a través de procesos como la oxidación, disolución y carbonatación. La meteorización biológica involucra efectos mecánicos y químicos de organismos vivos. La meteorización descompone las ro
La meteorización de rocas y suelos implica tres tipos de procesos: física, química y biológica. La meteorización física incluye la descompresión, termoclastia y gelifracción, que fracturan las rocas. La meteorización química altera la composición mineral a través de procesos como la oxidación, disolución y carbonatación. La meteorización biológica involucra efectos mecánicos y químicos de organismos vivos. La meteorización descompone las ro
Como sabemos, gran parte de las rocas y minerales se forman en las
profundidades de la Tierra; las cuales al ascender a la superficie, entran en contacto con la atmosfera, hidrósfera y biosfera lo que origina sus condiciones propias de las rocas varíen completamente, haciendo que estas se descompongan o degraden, llamando a este proceso meteorización. Existe principalmente dos tipos de meteorización: la meteorización física y química; aunque también se considera un tercer tipo de este proceso, la meteorización biológica. La meteorización se considera como un proceso exógeno (que se origina por causas externas) y es importante entre otras cosas para el estudio de las formas del relieve y también para entender los suelos y sus nutrientes. Un dato importante que debemos de tomar en cuenta es la temperatura y presión máxima bajo las cuales se da meteorización, 100°C y 1kbar respectivamente.
(En la imagen se puede evidenciar como el exterior de la roca se a
oxidado a causa de la meteorización química, así mismo se ha partido en dos por acción de la meteorización física) ● Meteorización Mecánica: La meteorización mecánica o física es proceso de desintegración o ruptura en la roca, sin afectar a su composición química o mineralógica. En estos procesos la roca se va fracturando, es decir, se va disgregando en materiales de menor tamaño y ello facilita el proceso de erosión y transporte posterior. Las condiciones ambientales que originan este proceso son el agua, calor, sal, etc. Sus factores que la provocan son: a) La descompresión: Es la expansión y el agrietamiento que se producen en rocas que se han formado a gran profundidad, al encontrarse en la superficie donde la presión es mucho menor. A causa de esta dilatación comienzan a experimentar la formación de grietas o diaclasas con lo que se forman losas horizontales.
b) Termoclastia: Es la fisura de las rocas aflorantes como
consecuencia de la diferencia de temperatura entre el interior y la superficie. La diferencia térmica día-noche es la causa: durante el día, al calentarse, la roca se dilata; sin embargo, por la noche, al enfriarse, se contrae. Al cabo de un tiempo acaba rompiéndose. Este tipo de meteorización es importante en climas extremados con gran oscilación térmica entre el día y la noche (como en el desierto). La termoclastia da origen a una forma típica de meteorización mecánica en rocas graníticas que se denomina exfoliación en capas de cebolla; debido a que la radiación solar penetra muy superficialmente en el granito, calentando apenas uno o varios centímetros a partir de la superficie, que es la zona que se dilata, mientras que al enfriarse, se va separando del núcleo interno que conserva la misma temperatura más tiempo.
c) Gelifracción: Es la rotura de las rocas aflorantes a causa de la
presión que ejercen sobre ellas los cristales de hielo. El agua, al congelarse, aumenta su volumen en un 9 %. Si se encuentra en el interior de las rocas, ejerce una gran presión sobre las paredes internas que acaba, tras la repetición, por fragmentarlas. Este tipo de meteorización es importante en climas húmedos y con repetidas alternancias hielo-deshielo (+0 °C/-0 °C), como los montañosos. d) Haloclastia: Es la rotura de las rocas por la acción de la sal. En determinados ambientes hay una gran presencia de sal. Esto es en los ambientes áridos, ya que las lluvias lavan el suelo llevándose consigo la sal, la cual se precipita sobre el suelo al evaporarse el agua. La sal se incrusta en los poros y fisuras de las rocas y, al recristalizar y aumentar de volumen, aumenta la presión que ejercen sobre las paredes internas (similar a la gelifracción) con lo que se puede ocasionar la ruptura. El resultado son rocas muy angulosas y de menor tamaño, lo que generalmente da lugar a los procesos de erosión. ● Meteorización Química: Es el tipo de meteorización en la cual la roca sufre alteraciones en su composición mineral provocando la perdida de cohesión; en otras palabras, se descompone. Los procesos más importantes son los atmosféricos, el vapor de agua, el oxígeno y el dióxido de carbono que están implicados en: a) Oxidación: Se produce al reaccionar algunos minerales con el oxígeno atmosférico. Se forman nuevos minerales con elementos en uno o más estados oxidados (mayor carga positiva) b) Disolución: Es muy importante en minerales solubles como cloruros, nitratos, en rocas calcáreas y en el modelado kárstico. c) Carbonatación: Se produce al combinarse el dióxido de carbono con el agua formando ácido carbónico, el cual se combina con ciertos minerales como el carbonato de calcio que se transforma en bicarbonato: el primero es insoluble en el agua pero el segundo no lo es, por lo que es arrastrado por ella. d) Hidratación: En esta reacción, el agua es incorporada a la estructura de algunos minerales aumentando de volumen como sucede con el yeso o sulfato de calcio hidratado. Este proceso es fácil de ver, por ejemplo, mezclando anhidrita con agua, lo que produce una reacción exotérmica (desprende calor) al transformarse en yeso (sulfato de calcio hidratado).
e) Hidrólisis: Es la rotura en la estructura de algunos minerales
por la acción de los iones de H+ y OH- de agua, fundamentalmente en la meteorización del feldespato, que se transforma en arcillas y del granito que puede llegar a la caolinización (transformación en arcillas, especialmente en caolín).
f) Bioquímica: La acción de los ácidos orgánicos procedentes de
la descomposición de materiales biológicos en el suelo o por la acción físico - química de los propios vegetales vivos. ● Meteorización Biológica: Debido a la constaste actividad de los seres vivos, estos tienen efectos mecánicos (raíces de las plantas, galerías, madrigueras) o químicos (aumento de concentración de CO2 por fermentaciones, generación de ácidos por descomposición de materia orgánica). El efecto conjunto de los tres tipos de meteorización es que se produce la disgregación de la roca, permitiendo su posterior erosión y transporte por los agentes geológicos. ● Relación de la meteorización y los suelos: Como hemos entendido, la meteorización es aquel proceso de desintegración o degradación de la roca para dar paso a la formación de otras. Sin embargo, la meteorización desempeña también un papel importantísimo en la creación de los suelos que cubren la superficie de la Tierra y sustentan toda vida. Un suelo refleja, hasta cierto grado, el material rocoso del cual se derivó, pero la roca basal no es el único factor que determina el tipo de suelo, ya que diferentes suelos se desarrollan sobre rocas idénticas en áreas distintas cuando el clima varía de un área a otra. Por lo tanto, otros factores ejercen influencias importantes sobre el desarrollo del suelo, como el relieve, el tiempo y el tipo de vegetación. La composición de un suelo varía con la profundidad. El afloramiento natural o artificial de un suelo revela una serie de zonas diferentes entre sí. Cada una de estas zonas constituye un horizonte, que representan, desde la superficie hacia adentro, las capas más meteorizadas o descompuestas y con diferentes acumulaciones de minerales por lixiviación o lavado del suelo, hasta llegar a la roca madre o fresca, de la cual se derivó el suelo. Conforme avanza la descomposición del material, el agua que percola hacia abajo comienza a lixiviar algunos de los minerales y los deposita en niveles inferiores, los cuales con el paso del tiempo, se vuelven más gruesos y alcanzan mayores profundidades. Composición de suelos: Componentes Solidos: Constituido a su vez por la fracción mineral, fragmentos procedentes de la descomposición de la roca madre y caracterizada por los diferentes tamaños de granos de los fragmentos y su disposición. La fracción orgánica o humus originada por la descomposición de restos de los seres vivos por la acción de las bacterias y hongos y en diferentes grados de mineralización por iones procedentes de la fracción mineral. Componentes Líquidos: Agua que circula por los diferentes horizontes provocando la disolución y precipitación de sales en los diferentes horizontes.
Componentes gaseosos: Gases atmosféricos en cantidades variables, (oxígeno, dióxido de carbono, etc.).
Estructura del suelo:
Horizonte A: Es el más superficial, y se caracteriza por su color oscuro, debido a la presencia en el mismo de abundante materia orgánica. Además, es el más afectado por los procesos de disolución, que arrastran sus iones hacia horizontes más profundos, por lo que se le conoce también como horizonte de lixiviación o de lavado. Horizonte B: Recibe también el nombre de horizonte de acumulación, porque en él se produce el depósito de iones procedentes del lavado del A. Se caracteriza por la abundancia de componentes minerales, que pueden ser tanto arcillas, producto de la meteorización de la roca, como sales precipitadas (carbonato cálcico e hidróxidos de hierro). Horizonte C: Es el formado directamente sobre la roca, por lo que está constituido mayoritariamente por fragmentos más o menos alterados y estructurados de ésta.
Factores que intervienen en la formación de los suelos:
En la formación de un suelo intervienen una serie de factores que van a afectar a su configuración: Roca Madre: Determina el tipo de fracción inorgánica e influye mucho en las etapas iniciales del desarrollo. Clima: Determina tanto los procesos de meteorización cómo la existencia de los seres vivos que potencialmente van a efectuar la colonización de una región. Pendiente: Las altas pendientes favorecen los procesos erosivos y dificultan la instalación de vegetación, impidiendo en algunos casos la formación del suelo. Seres Vivos: El tipo de organismos que colonizan un suelo condicionan su evolución, pues son el aporte de su fracción orgánica. Así, a igualdad de los otros factores la vegetación colonizadora puede originar suelos con mayor o menor acidez (en el clima mediterráneo, los pinos o eucaliptos originan suelos mas ácidos y más pobres que el que se genera en un encinar). Tiempo de Evolución: La formación de los horizontes del suelo requiere de tiempo y de estabilidad en los otros factores.