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1- Elabora un mapa mental acerca de los deberes médicos contenidos en la Ley

General de Salud No. 42-01.

El sistema de salud de la República Dominicana

El sector salud en la República Dominicana se caracteriza por una alta


complejidad de instituciones, organizaciones, actores e intereses no
siempre convergentes.

Líneas estratégicas:
 Fortalecimiento del rol de rector del SESPAS;
 Organización de las Redes Regionales de Servicios Públicos de Salud;
 Acceso equitativo a los medicamentos de calidad; y
 Garantía de la salud para los más necesitados.

Ejes Transversales:
 Sistema de información gerencial y de vigilancia epidemiológica;
 Gestión de recursos humanos

2. Perfil de los Sistemas de salud de la Republica Dominicana

Las Normativas llamada a regular, organizar y estructurar el sistema de salud también


tiene que comprometerse con el cumplimiento del llamado Desarrollo de Milenio con el
que se pretende reducir a siete (7) los problemas de salud que fueron priorizados de la
siguiente manera:
 Mortalidad Materna;
 Mortalidad infantil, a pesar de que el 98% de los partos son institucionales;
 Malaria;
 Tuberculosis;
 Dengue, el cual se ha incrementado de forma alarmante produciendo una gran
cantidad de muertes;
 VIH/SIDA
 Enfermedades prevenibles con vacunas/Rabia
Principios y objetivos del sistema nacional de salud

El Sistema Nacional de Salud se regirá por los siguientes principios y objetivos:


A) Universalidad: El Estado reconoce a los residentes en el territorio nacional el
derecho de que todas las personas dispongan de servicios de salud, a la promoción de
la salud, prevención de la enfermedad y a la protección, recuperación y rehabilitación
de su salud.
B) Solidaridad: El Estado canalizará una parte de los recursos obtenidos de la
población de más altos ingresos en función de su capacidad de pago, por medio de la
cotización obligatoria u otros mecanismos establecidos por los instrumentos jurídicos
pertinentes, hacia aquella parte de la población cuyos ingresos sean insuficientes para
autofinanciar su atención, ya fuere por condición social, vejez o enfermedad. Este
principio se aplicará dentro de cada una de las instituciones que forman parte del
sistema, respetando su autonomía y objeto social.
C) Equidad: El Estado debe garantizar un nivel mínimo de prestaciones en favor de
todos los residentes en el territorio nacional, que permitan su atención integral
mediante una adecuada distribución de las cargas financieras necesarias para su
financiación, contando además con una correcta inversión del gasto social hacia la
población más pobre y vulnerable, independientemente del poder adquisitivo o
diferencias sociales, generacionales, laborales, de raza o de género.
D) Eficiencia: Equilibrio entre la disponibilidad de recursos y las necesidades de salud,
buscando satisfacer las necesidades del mayor número posible de personas. Esto
implica priorizar las intervenciones en salud más costo-efectivas para resolver
problemas de salud de la población.
E) Eficacia: El Sistema de Salud articula a varias instituciones y garantiza una correcta
interacción entre los recursos humanos, de infraestructura física, de tecnología y
de gestión, que asegure la máxima eficacia de su utilización mediante un modelo de
atención integral con énfasis en la prevención y desarrollando una conveniente y
gradual separación de funciones, desconcentración y descentralización de las
entidades que integran el sistema, en un ambiente de cooperación, competencia,
información adecuada y supervisión.
F) Integralidad: Abordar los problemas de salud desde sus diferentes vertientes y en
todas las fases de su desarrollo, garantizando, al mismo tiempo, educación y
promoción de la salud, prevención y curación de enfermedades y rehabilitación de sus
secuelas; todo ello a partir de una política de salud que se fundamente en una
perspectiva intersectorial.
G) Cooperación: Las organizaciones habilitadas por disposiciones legales para prestar
atención a la salud deberán coordinar entre sí y extra sectorialmente una óptima
utilización de su capacidad institucional, pública o privada, frente a las necesidades del
sistema y de la población.

2-Elabora una lectura analítica y reflexiva acerca de los diferentes informes que
emiten los profesionales de la salud, indicando sus elementos característicos.
Los informes de salud tienen como propósito principal contribuir a la mejora de la salud
de una población determinada.
Son un elemento de apoyo básico para el diseño y la planificación de las políticas
sanitarias, y pueden servir además para rendir cuentas y evaluar.
A partir de la valoración de distintos tipos de informes de salud, con una orientación
abierta a los determinantes colectivos, y otro de ámbito internacional más centrado en
el impacto de los servicios sanitarios, se aportan algunas sugerencias sobre la
pertinencia y la mejor utilización de tales documentos, entre las que destaca la
necesidad de una comunicación fluida entre las y los profesionales técnicos y políticos,
a través de la organización de espacios de encuentro y diálogo; trabajar desde la
transparencia, tanto de los/las autores/as (mediante la declaración de intereses) como
de la información presentada y en lo posible contando con la máxima participación;
promover el uso de marcos conceptuales sobre los determinantes sociales de la salud;
orientarse al enfoque de las desigualdades en salud; incluir información relevante para
la acción política; estructurar la información de tal modo que permita la comparación o
benchmarking con otros ámbitos similares y prospectivamente; presentar la información
de forma atractiva con elementos tales como rankings, mapas u otras herramientas; y
diseñar estrategias de comunicación adaptadas a actores relevantes.
Un informe de salud es, literalmente, cualquier valoración sobre la salud de las
personas o de las poblaciones cuyo propósito principal, implícito o explícito, es
contribuir a la mejora de la salud de una población determinada.
Las topografías médicas, inspiradas en los tratados hipocráticos —particularmente en
Aires, aguas y lugares— son un claro antecedente, pero será con el nacimiento de la
salud pública moderna, a mediados del siglo xix, que los informes de salud se
convertirán en un elemento destacado de las políticas públicas, en el ámbito local —.
Junto a la descripción y la cuantificación de enfermedades y fallecimientos, estos
primeros informes exploraban sus probables causas y hasta se señalaban posibles
soluciones, puesto que se pretendía resolver o al menos paliar los enormes problemas
de salud de las poblaciones humanas.

Los informes de salud se han ido convirtiendo en un elemento de apoyo básico para el
diseño y la planificación de políticas de salud. No obstante, entre sus potenciales
utilidades también destacan la de rendir cuentas y la evaluación, sin olvidar algunas
más bien espurias, como la burocracia o la mera propaganda. Esto nos lleva a
considerar también la autoría de tales informes, que tanto pueden elaborarse por
fuentes independientes de las administraciones responsables como por ellas mismas; y
desde luego el ámbito de referencia, que puede ser local o hasta incluso el planeta
entero, como ocurre con el informe de la salud en el mundo que la Organización
Mundial de la Salud (OMS) edita anualmente desde 19953.

los primeros Informes SESPAS —el primero se publicó hace más de 20 años—
pretendían suplir la insuficiencia de la información sanitaria oficial, que años después
se subsanaría en parte con la serie de indicadores del grado de desarrollo de Salud
para todos, y luego con el primer informe sobre la salud.
Desde 2003 se complementa mediante el informe anual del Sistema Nacional de Salud.
Precisamente durante la presidencia de la Junta Directiva de SESPAS de Lluís
Bohigash, en 2008, se replantearon el propósito y el alcance de nuestros informes
bienales y, para soslayar en lo posible eventuales sesgos atribuibles a la autoría oficial,
se propició una alianza con el Observatorio de Políticas y Sistemas Sanitarios que tuvo
como consecuencia la edición, en el año 2010, del informe español Health in Transition
(HiT) elaborado por el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud en nombre de
SESPAS8.
Los distintos enfoques de los informes de salud dependen en gran parte de si adoptan
una perspectiva poblacional, más propia de la salud pública, que acostumbra a
destacar el papel de los determinantes colectivos de la salud, o la perspectiva del
sistema sanitario, cuya influencia sobre la salud y la enfermedad es más explícita. De
ahí que, con el propósito de aportar algunas sugerencias que podrían mejorar la
influencia de estos informes sobre las políticas públicas «saludables» y las políticas de
salud, recurramos a dos ejemplos ilustrativos.

Entre los primeros nos centramos en el ejemplo más precoz, que actualmente incluye
un análisis de los barrios particularmente orientativo desde el punto de vista de las
políticas públicas, pero cabe destacar otros informes existentes, que además permite
cierta interactividad, que se complementa con un ranking que clasifica los distintos
territorios según el grado de desarrollo de la salud comunitaria.

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