Вы находитесь на странице: 1из 28

Veronica Seldes*

Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)


Instituto de Ciencias Antropologicas, Facultad de Filosofia y Letras
Universidad de Buenos Aires (UBA)
Belgrano 445 – CP 4624 – Jujuy – Argentina

vseldes@yahoo.com.ar

Prácticas mortuorias
prehispánicas en Quebrada de
Humahuaca (Jujuy, Argentina)
Pre-Hispanic mortuary practices in Quebrada de
Humahuaca (Jujuy, Argentina)

RESUMEN
El objetivo de este trabajo es evaluar las prácticas mortuorias prehispánicas
de los pueblos que vivieron en la Quebrada de Humahuaca (Jujuy,
Argentina). Se consideran diferentes momentos de ocupación de la región,
analizando si hubo variaciones a lo largo del tiempo en las expresiones
materiales de los rituales funerarios. Esto brinda información no solo
sobre los momentos de despedida de los difuntos, sino también sobre la
cosmovisión del grupo y sus lógicas culturales. A través de la recopilación
de investigaciones realizadas desde principios del siglo pasado, se
registra la información sobre arquitectura funeraria y el acompañamiento
mortuorio. Del análisis se desprende que algunas características como los
entierros siendo parte de los espacios de uso cotidiano, se mantuvieron a
lo largo del tiempo; mientras que el acompañamiento mortuorio registra
cambios que dan cuenta de la dinámica de los procesos sociales de estos
pueblos.

Palabras Clave: Arqueología funeraria – Prácticas sociales – Quebrada


de Humahuaca – Culto a los ancestros

ABSTRACT
This paper analyse pre-Hispanic mortuary practices of populations who
lived in Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Argentina), and consider different
moments of occupation of the region, analyzing if there were variations
in the material expressions of funeral rituals over time. It has provides
information not only about the farewell moments of the deceased, but
also in relation to the worldview and cultural logics of the group, reviewing
collection of researched conducted since the beginning of the last century,
information on funeral architecture and mortuary accompaniment.
The analysis infers that some characteristics, such as burials being part
of everyday spaces, were maintained over time. On the other hand, the
mortuary accompaniment records changes, which reflect the dynamics of
the social processes of these groups.

Keywords: Funerary archeology – Social practices – Quebrada de


Humahuaca – The ancestor's cult

* Doctora en Arqueología por la Universidad de Buenos Aires. Investigadora del Consejo Nacional
de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Instituto Interdisciplinario de Tilcara,
Facultad de Filosofía y Letras, UBA. CV: https://conicet-ar.academia.edu/VeronicaSeldes ; https://
www.researchgate.net/profile/Veronica_Seldes2.

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 129 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

E
l tratamiento dado a los difuntos en los momentos del ritual funerario ha despertado
gran interés desde los inicios de la arqueología. Sin embargo, su estudio fue variando
de acuerdo a los marcos teóricos y metodológicos que predominaron en la disciplina
a lo largo del tiempo (Seldes y Gheggi, 2016).
Hacia los comienzos de la arqueología en Argentina, y hasta mediados del siglo
pasado, las excavaciones se centraban en gran medida en los contextos mortuorios ya que
eran los espacios mejor conservados del registro arqueológico, principalmente debido a las
características de estos espacios: claramente delimitados y muchas veces con tapas que
permitían una buena preservación de su contenido. La modalidad de excavación consistía en
esa época en recuperar principalmente el material de las tumbas, esto es, los restos óseos bien
conservados y el acompañamiento para luego trasladarlos a las instituciones de pertenencia
de los investigadores (diferentes museos como el Etnográfico J.B. Ambrosetti de la Facultad de
Filosofía y Letras de la UBA y el Museo de La Plata de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo
de la UNLP). La característica de esta época es que se clasificaban y depositaban por separado
las diferentes materialidades (cerámica, lítico, etc.) y los restos óseos, sin dejar registro escrito
de los contextos de procedencia. Sumado a esto, los restos humanos eran separados en partes,
sin referencias a las conexiones anatómicas ni a las relaciones de los cuerpos con las unidades
funerarias de procedencia. Esto limitó en gran medida las posibilidades de aproximarnos al
conocimiento de los contextos mortuorios y el significado de la muerte para los pueblos que
habitaron la región en tiempos prehispánicos (Baffi, 1992).
Esos modelos teóricos esencialistas, evolucionistas en un comienzo y luego histórico –
culturales, describían a los pueblos prehispánicos a partir de una lista de rasgos que las definirían,
buscando en la evidencia algunas características ya establecidas y que permitirían asignarla a
clasificaciones previamente realizadas por reconocidos arqueólogos como Debenedetti (1910)
para los comienzos de la disciplina e Imbelloni (1938) para momentos posteriores. Todos los
hallazgos eran asignados a “culturas” determinadas de acuerdo a la lista de atributos de cada
una.
Los modelos procesuales, surgidos a mediados del siglo pasado a nivel mundial, llegados
con retraso a Argentina por lo consolidada de la Escuela Histórico – Cultural, cuestionaron el
esencialismo imperante en la arqueología, pero conservaron cierta lógica universalista que
terminaba encapsulando las posibilidades de aproximarse a la variabilidad que el mismo registro
arqueológico estaba mostrando. De esta manera, postulaban como regla general que había
una relación directa entre la riqueza del acompañamiento mortuorio, en la inversión de trabajo
en los contextos mortuorios y el status social de la persona allí enterrada, esto es, que habría
una relación isomórfica entre la energía invertida en el entierro de un individuo y la posición
social que tenía en vida (Binford, 1971; Tainter, 1978).
El surgimiento de las llamadas arqueologías postprocesuales a partir de los años 90,
generó cambios en los marcos teóricos y las formas de abordaje del registro arqueológico
y bioarqueológico. En este marco resurgen los contextos funerarios como eje de las
investigaciones. Sin embargo, se continúa en ocasiones con modelos esencialistas cuando
se propone “explicar” las prácticas mortuorias de una época o de una región sin considerar la

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 130 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

heterogeneidad que se evidencia en el registro arqueológico (Seldes, 2012). De esta manera,


los modelos universalistas, o panandinos en este caso, continúan sesgando las posibilidades de
aprehender la complejidad de los procesos sociales, culturales, políticos y económicos de los
pueblos. En este sentido y respecto al tema de los contextos mortuorios, se ha cuestionado la
asociación directa entre las características de la tumba y el ajuar y el status social del difunto ya
que se postula que tanto el tipo de entierro como el acompañamiento mortuorio responden en
realidad a una variedad de causas como las dimensiones de la organización social (incluyendo
en esto a la edad, el género y la posición vertical y horizontal del individuo) y a cuestiones
vinculadas a las creencias acerca de la muerte, las enfermedades, la vida después de la muerte
y el cosmos, entre otros (Carr, 1995).
Los aportes de los postulados derivados de la Teoría de la Práctica (Bourdieu, 1977)
constituyeron un punto de inflexión para algunas problemáticas consideradas por la arqueología,
el estudio de las prácticas mortuorias entre otras. Partiendo de la necesidad de centrarse en
el individuo en tanto actor social/ agente, a efectos de superar las concepciones adaptativas
de cultura y la pasividad de las personas frente a los cambios ambientales (Dobres y Robb,
2000; Seldes, 2009), se propuso tomar en consideración a los individuos en tanto agentes
creadores o transformadores de su propia realidad (Miller y Tilley, 1984), creadores, recreadores
y transformadores de la estructura social (Van Pool y Van Pool, 1999; Hodder, 1995; Pauketat y
Alt, 2005). O en palabras de Brumfiel:

An agency perspective argues, however, that the impetus for at least


some social changes was the desire of men and women to realize their
(socially-determined) goals. Furthermore, an agency perspective argues
that the timing of cultural change may be determined by evolving social
circumstances rather than ecological conditions (Brumfiel, 2000, p.
251).

Siguiendo estas líneas de investigación se considera que las prácticas sociales puestas en
juego en los rituales, en este caso los mortuorios, constituyen una de las esferas de interacción
a través de las cuales se producen y reproducen relaciones sociales; como tales, acarrean
historias, ideas y valores que estructuran y son estructuradas por los grupos humanos, esto es,
actúan como generadores de prácticas y representaciones así como de la historia y memoria
de ese grupo (Bourdieu, 1990).
En este sentido, siendo parte de las lógicas culturales de un grupo determinado, no
habría significados unívocos y universales para las distintas prácticas sociales, que uno pueda
transpolar de un contexto social, de una región y de un momento histórico determinado a
otro (Fahlander y Oestigaard, 2008). Asimismo, de todos los rituales, los funerarios constituyen
uno de los momentos más críticos para los familiares del difunto, para los allegados y para la
sociedad en general ya que generan una serie de dispositivos que ponen en juego muchas
cuestiones referidas a la reproducción y supervivencia de los grupos sociales. La preparación

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 131 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

del espacio de entierro, la colocación de ofrendas, el tratamiento del cuerpo del difunto,
aquello que conforman las prácticas mortuorias, requieren de una mirada integral que pueda
contemplar la complejidad de las prácticas sociales en su propio marco de producción.
A partir de lo expuesto surge el interrogante acerca de cómo era vivida la muerte por
parte de las poblaciones que habitaron la Quebrada de Humahuaca en épocas prehispánicas.
Si bien desde la arqueología no es una pregunta de fácil abordaje, es posible aproximarnos a la
forma en que un grupo se vincula con el acontecimiento de la muerte a través de los rituales
funerarios (Brum Ribeiro, 2002). Es precisamente a través de la riqueza simbólica expresada
en esos momentos que podemos aproximarnos a la cosmovisión del grupo y de sus lógicas
culturales. Son los cuerpos, las ofrendas y el entorno cargados de significados los que pueden
estudiarse desde la arqueología.
Los rituales pueden abordarse evaluando si cambiaron, al menos en su expresión
material, a lo largo del tiempo. Por consiguiente, el objetivo de este trabajo es analizar las
diferentes prácticas sociales frente a la muerte a lo largo del tiempo en la quebrada de
Humahuaca (Jujuy, Argentina). El eje temporal corresponde a tres momentos de ocupación:

• Período Formativo (500 – 900 d.C.)


• Desarrollos Regionales I (900 -1250 d.C.)
• Desarrollos Regionales II (1250-1430 d.C.)

A tal efecto se combinarán la información que provee el estudio de las prácticas


mortuorias desde diferentes líneas de evidencia: la arquitectura funeraria y el acompañamiento
mortuorio.

La Quebrada de Humahuaca

Con una larga historia que se remonta desde hace por lo menos 10000 años (Aschero,
2000), la quebrada de Humahuaca se encuentra ubicada en el sector central de la provincia
de Jujuy. Constituye un estrecho valle árido surcado por el Río Grande de Humahuaca (figura
1); tiene un recorrido N - S de casi 100 km y cuenta con zonas fértiles cerca de los recursos
acuíferos con posibilidades del desarrollo de la agricultura limitadas por la aridez del paisaje
(Cabrera, 1976; Albeck, 1992).

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 132 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

Figura 1 - Ubicación de la Quebrada de Humahuaca

Fuente: Modificado de Angiorama (2001)

Siendo poco lo que se conoce para el período en el cual la región estuvo habitada por
grupos cazadores – recolectores y por los primeros agricultores, este trabajo parte del período
Formativo (500-900 d.C.), cuyas principales características se describen a continuación.

Período Formativo (500 – 900 d.C.)

Se trata de un momento en el cual las pocas poblaciones que habitaban la región


vivían en poblados dispersos, cerca de los recursos, integrando las áreas habitacionales con
los espacios agrícolas y ganaderos. Estaban organizados en comunidades pequeñas, similares
entre sí entre las cuales no habrían existido controles políticos centralizados o desigualdades
sociales estructurales (Nielsen, 2001). Los vínculos se guiaban por las relaciones de parentesco
siguiendo las reglas establecidas por el sistema de organización en Ayllus, esto es, un sistema
basado en grupos de familias extendidas que tenían el manejo colectivo de los recursos
(Moseley, 2001). Los sitios de este período tienen baja visibilidad debido a que se encuentran
en áreas fértiles donde la población se fue asentando a lo largo del tiempo. Por consiguiente,
los hallazgos se realizan habitualmente en lugares como el actual pueblo de Tilcara, a partir
de trabajos de arqueología de rescate en espacios habitados en la actualidad (Figura 2) lo que
limita las posibilidades de recuperar información exhaustiva del período en cuestión.

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 133 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

Figura 2 - Sítios Período Formativo

Fuente: Modificado de Nielsen (2001)

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 134 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

Periodo de Desarrollos Regionales (PDR) I (900 - 1250 d.C.)

En este período se registran algunos cambios, especialmente en cuanto a las


proporciones y ubicación de los poblados. En este sentido se observa un incremento en la
cantidad de sitios (Figura 3) además de modificaciones en los asentamientos que ahora se
encuentran más concentrados y con mayor densidad edilicia. A diferencia del período anterior,
las áreas productivas se ubican separadamente de las domésticas. Aparecen algunas evidencias
de cierto grado de conflictividad social como ser el hallazgo de cabezas – trofeo en sitios
característicos de este momento como son La Isla y Keta Kara (Nielsen, 2001). Esto señala un
momento de mayores niveles de violencia interpersonal aunque el registro bioarqueológico no
da cuenta de un aumento en los niveles de traumas a nivel óseo (Seldes, 2007).

Figura 3 - Sitios Período de Desarrollos Regionales I

Fuente: Modificado de Nielsen (2001)

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 135 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

Periodo de Desarrollos Regionales II (1250 – 1430 d.C.)

En el PDR II se registran nuevos cambios en la ubicación y tamaño de los asentamientos.


La población se concentra en la quebrada troncal, en conglomerados ubicados en lugares de
gran visibilidad y difícil acceso, los denominados Pucarás.1
La evidencia arqueológica refiere a situaciones de conflicto por el cual el período ha
sido denominado “estado de guerra endémica” (Nielsen, 2015). Este conflicto podría derivarse
de lo que se conoce como Anomalía climática medieval (Fritz et al., 2004; Shimada et al.,
1991; Thompson et al., 1985), esto es, un ciclo de pronunciadas sequías que actuaron como
disparadores de disputas en el acceso a los recursos y, con esto, de conflictos de carácter
interregional. Es en este período cuando se consolida un sistema de organización social de tipo
corporativo, como parte de nuevas prácticas políticas producto de la sensación de inseguridad
provocada por los conflictos. Esto implica que las sociedades habrían generado mecanismos
institucionales para regular el ejercicio del poder y restringir la acumulación económica por
parte de una persona o grupo. El poder habría tenido carácter corporativo incluyendo una
negociación constante de la posición con los demás miembros del grupo. Las principales
formas de acumulación se basaban en capitales sociales y simbólicos más que económicos
(Nielsen, 2006). Tampoco en este caso la evidencia bioarqueológica avala un aumento de la
violencia interpersonal en comparación con períodos anteriores (Seldes, 2007).

1
Se denomina Pucara a grandes asentamientos con murallas defensivas, típicos del área andina prehispánica. Si
bien los sitios arqueológicos de la región no poseen murallas, el nombre fue otorgado a grandes conglomerados
ubicados en lugares estratégicos en cuanto a acceso y visibilidad.

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 136 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

Figura 4 - Sitios Período de Desarrollos Regionales II

Fuente: Modificado de Nielsen (2001)

Métodos

Para el análisis de las prácticas mortuorias se relevaron las publicaciones realizadas


por distintos investigadores a lo largo de los años, tomando en consideración aquellas que
realizaran aportes concretos sobre los contextos funerarios en Quebrada de Humahuaca. Se
trató de abarcar la mayor cantidad de información aunque seguramente algunas han quedado

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 137 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

afuera del relevamiento realizado. Se tomó como referencia el trabajo de Seldes y Gheggi
(2016) referido a las prácticas funerarias para la clasificación del acompañamiento mortuorio.
Por otra parte se consideraron una serie de características de los entierros según se detalla a
continuación:
• Ubicación: se consignó si se encontraban en espacios domésticos o en áreas destina-
das especialmente al entierro de los difuntos.

• Tipo: los hallazgos se clasificaron de acuerdo a los típicos sepulcros en la región: en


cámara, en urna, directo.

• Forma: se separaron en circulares y cuadrangulares.

• Tratamiento de los cuerpos: en este caso se asignaron al tipo de sepultura: entierro pri-
mario, secundario, remoción, en paquete.

• Cantidad de individuos: agrupando los entierros de acuerdo a si se había colocado un


solo individuo (entierro simple) o más de uno (entierro múltiple).

Resultados

Los resultados se ordenan de acuerdo a la metodología explicada en el acápite anterior.


En primer lugar se detallan los análisis realizados respecto al acompañamiento mortuorio, luego
la ubicación y finalmente la forma, el tratamiento y la cantidad de individuos enterrados en cada
espacio funerario. Se consideraron un total de 728 individuos, de los cuales 27 corresponden a
9 entierros del período Formativo, 165 individuos a 56 entierros del PDR I y 536 a 167 entierros
del PDR II. Los resultados se vuelcan en la tabla 1.

Tabla 1 - Cantidad de entierros e individuos analizados


Periodo Cantidad Cantidad individuos
Entierros Individuos Adultos Subadultos
Formativo 9 27 20 7
PDR I 56 165 148 17
PDR II 167 536 468 68
TOTAL 232 728 636 92
Fuente: Datos propios

Acompañamiento mortuorio

Para el análisis del acompañamiento mortuorio como se ha dicho en la sección


metodología, se tomó como base el trabajo de Seldes y Gheggi (2016) donde se consideraron
las siguientes categorías: 1. Cerámica decorada y no decorada, 2. Puntas de proyectil, 3.

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 138 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

Instrumentos líticos, 4. Cuentas de Collar, 5. Textiles, 6. Arqueofauna, 7. Artefactos de hueso, 8.


Tabletas y tubos de inhalar, 9. Cestería, 10. Piezas de oro, 11. Instrumentos de Metal, 12. Otros.
A partir de esto se elaboraron tablas para cada período que resumieran la información de los
diferentes sitios analizados.

Período Formativo final:

La información proviene de tres trabajos de arqueología de rescate en el actual pueblo


de Tilcara: Arroyo (Madrazo, 1968), Til 202 (Bordach et al., 1999; Mendonça et al., 1991 y 2002)
y Flores 1 (Seldes, 2007).

Tabla 2 - Acompañamiento Mortuorio Período Formativo


N Acompañamiento
Sitio En
A S Ce P Li Cu Te Ar Ah Tt Ct Or Im Ot T
Arroyo 1 4 1 - - - 1 - - - - - - - - 1
Flores 2 4 2 - 3 - 2 - - - - - - 1 - 6
Til 20 6 12 4 1 8 - 1 - - - - - - 2 1 13
TOTAL 9 20 7 1 11 - 4 - - - - - - 3 1 20

Referencias: En: número entierro; N: cantidad de individuos por tumba; A: adulto; S: subadulto; Ce: cerámica; P:
puntas de proyectil; Li: instrumentos líticos; Cu: cuentas de collar; Te: textiles; Ar: arqueofauna; Ah: artefactos de
hueso; Tt: tabletas y tubos de inhalar; Ct: cestería; Or: Objetos de oro; Im: instrumentos de metal; Ot: otros; T:
total de acompañamiento.
Fuente: Datos propios

En este caso son pocos los contextos disponibles para su análisis; sin embargo es posible
observar (Tabla 2) que el acompañamiento más representado son las puntas de proyectil (55%
del total de acompañamiento) (Figura 6) siendo que prácticamente no hay piezas cerámicas.
Luego de las puntas, son las cuentas de collar y los instrumentos de metal los grupos que
tienen algún tipo de presencia. La metalurgia consiste en 2 brazaletes y un anillo (Figura 5). Es
así que, el segundo grupo más representado es el de los adornos corporales.

2
En un trabajo anterior (Seldes y Gheggi, 2016) no se habían podido reconstruir los contextos funerarios de Til 20,
esto pudo ser resuelto combinando las diferentes publicaciones sobre el rescate arqueológico realizado en el
lugar.

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 139 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

Figura 5 - Brazalete - Sitio Flores

Fuente: Modificado de Seldes (2007)

Figura 6 - Puntas de proyectil - Sitio Flores

Fuente: Modificado de Seldes (2007)

PDRI

Para este período se cuenta con información de tres sitios: Muyuna (Seldes, 2007), Keta
Kara (Pelissero, 1995) y La Isla (Debenedetti, 1910).

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 140 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

Tabla 3 - Acompañamiento Mortuorio PDR I

N Acompañamiento
Sitio En
A S Ce P Li Cu Te Ar Ah Tt Ct Or Im Ot T
Muyuna 7 10 5 2 3 - 2 1 1 5 3 2 - - 3 22
Keta Kara 19 55 10 24 - - 1 - - - - - - - 1 26
La Isla 30 83 2 332 2 7 9 1 7 23 - - 33 6 14 434
TOTAL 56 148 17 358 5 7 12 2 8 28 3 2 33 6 18 482

Referencias: En: número entierro, N: cantidad de individuos por tumba, A: adultos, S: subadultos, Ce: cerámica,
P: puntas de proyectil, Li: instrumentos líticos, Cu: cuentas de collar, Te: textiles, Ar: arqueofauna, Ah: artefactos
de hueso, Tt: tabletas y tubos de inhalar, Ct: cestería, Or: Objetos de oro, Im: instrumentos de metal, Ot: otros; T:
total de acompañamiento.
Fuente: Datos propios

De acuerdo a la tabla 3, se registraron un total de 482 elementos acompañando a los


difuntos en las sepulturas. De los 56 entierros, 18 no tienen ningún tipo de acompañamiento lo
cual representa el 32.14% del total. Las piezas de cerámica fueron la ofrenda más representada
(74%). En este período aparecen objetos de oro aunque en baja proporción (7%), siendo el
segundo grupo más frecuente entre el acompañamiento mortuorio de los difuntos de este
período. Es interesante que, con excepción de la cerámica, el resto de las ofrendas se encuentran
en frecuencias muy bajas (gráfico 1).

Gráfico 1 - Acompañamiento mortuorio PDR I

Fuente: Datos propios

Un punto interesante lo constituye las desiguales representaciones del acompañamiento


mortuorio entre los sitios, siendo La Isla el que más ofrendas tiene en prácticamente todos
los rubros pero especialmente en la cerámica, siendo las diferencias muy grandes entre este
sitio y el resto. En este punto hay que resaltar el caso de la tumba 11 de La Isla que tiene 1

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 141 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

individuo con 64 piezas de cerámica y 25 de oro, lo cual resalta por la cantidad de ofrendas
que acompañan al difunto (Seldes y Gheggi, 2016).

Figura 7 - Cerámica. Sitio La Isla

Fuente: Modificado de Yacobaccio (2012)

PDR II

En este caso hay mayor cantidad de información que provienen de diversos sitios del
período (Tabla 4): Juella (Cigliano, 1967; Pelissero, 1969), Yacoraite (Palma, 1993), Los Amarillos
(Palma, 1993; Nielsen y Walker, 1999; Seldes, 2012), Peñas Blancas (Gatto, 1946; Palma, 1993),
Pucará de la Cueva (Casanova, 1933), Ciénega Grande (Salas, 1945), Campo Morado (Palma,
1993), La Huerta (Palma, 1997/98) y Pucará de Tilcara (Debenedetti, 1930).

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 142 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

Tabla 4 - Acompañamiento Mortuorio PDR II

N
Acompañamiento Mortuorio
Sitio Ent

A S Ce P Li Cu Te Ar Ah Tt Ct Or Im Ot T

Juella 28 70 15 13 - 3 1 - 1 - 1 - - - 6 25
Yacoraite 26 72 5 83 - 4 - - 1 4 5 - - 13 33 143
Los Amarillos 6 148 6 31 - - 1 1 1 8 5 - - 1 26 74

Peñas Blancas 26 52 6 51 - 1 - - - 6 - - - - 4 62

Pucara de la Cueva 3 4 - 4 - 4 - 1 - - - - - - 2 11
Ciénega Grande 16 17 5 - - - - - - - - - - - - -
Campo Morado 7 16 2 19 - - - - - 6 - - - - 19 44
La Huerta 25 44 14 17 - - 2 - 1 8 - - - 1 20 49

Pucara de Tilcara 30 45 15 57 - - 1 - 1 9 - - - 1 16 85

TOTAL 167 468 68 275 - 12 5 2 5 41 11 - - 16 126 493

Referencias: En: número entierro, N: cantidad de individuos por tumba, A: adultos, S: subadulto, Ce: cerámica,
P: puntas de proyectil, Li: instrumentos líticos, Cu: cuentas de collar, Te: textiles, Ar: arqueofauna, Ah: artefactos
de hueso, Tt: tabletas y tubos de inhalar, Ct: cestería, Or: Objetos de oro, Im: instrumentos de metal, Ot: otros; T:
total de acompañamiento.
Fuente: Datos propios

Gráfico 2 - Acompañamiento Mortuorio PDR II

Fuente: Datos propios

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 143 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

De acuerdo a la tabla 4 y gráfico 2, para este período, de los 167 entierros analizados,
se observa que la mitad del acompañamiento lo constituyen las piezas cerámicas (56%). El
segundo grupo más representado es la categoría otros que incluye instrumentos de madera
en su mayoría aunque se hallaron calabazas y cascabeles. A continuación las categorías más
representadas son los instrumentos líticos seguido de cuentas de collar, artefactos de hueso
y tabletas y tubos de inhalar (Gráfico 2 y Figura 8). Es en Yacoraite, Peñas Blancas y el Pucará
de Tilcara donde hay mayor cantidad de ofrendas de cerámica, siendo Yacoraite el que mayor
acompañamiento mortuorio tiene de todos los sitios analizados aquí.

Figura 8 - Tableta de Inhalar. Sitio Los Amarillos

Fuente: Tomado de Horta Tricallotis (2012)

Ubicación entierros

Período Formativo: la posibilidad de recuperar información contextual sobre la


ubicación de los espacios de entierros para este período se dificulta por el hecho de que
los asentamientos están por debajo de las ocupaciones actuales, en el pueblo de Tilcara por
ejemplo; por consiguiente, son esporádicas las excavaciones sistemáticas que han podido
realizarse y que, además, se haya recuperado información que permita inferir fehacientemente

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 144 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

si existían espacios segregados para el entierro de los difuntos. Sin embargo, hasta el momento
pareciera que todos los entierros de este período fueron realizados en espacios domésticos
(Nielsen, 2001; Zaburlín et al., 2006).
PDRI: De acuerdo a las investigaciones realizadas, los hallazgos de este período remiten
a entierros en espacios domésticos. Si bien Debenedetti (1910) postulaba que en el sitio La Isla
había hallado al menos dos necrópolis, trabajos posteriores han concluido que estos espacios
no constituían áreas únicas de entierro sino que convivían con recintos de uso doméstico
(Rivolta, 2000).
PDR II: en este período aparecen por primera vez en la región, áreas segregadas para
el entierro de los difuntos: Pucará de Volcán y Pucará de Tilcara (Nielsen, 2001). Se trata de
espacios utilizados solamente como cementerios y se encuentran localizados en las laderas
de estos conglomerados. Salvo estos dos casos, los entierros en los más de 30 asentamientos
conocidos para la época, continuaron realizándose en ámbitos domésticos.

Tipos de entierros

Formativo final: en los 9 entierros analizados, se registra cierta diversidad ya que 4


fueron realizados en cistas, o sea, “cámaras con bóveda en saledizo o falsa bóveda, con cierres
de lajas y clastos” (Mendonça et al., 1991, p. 35). También se registran entierros directos, 3 en
este caso, en espacios que no están especialmente preparados para el entierro de los difuntos,
salvo alguna laja sosteniendo lateralmente los cuerpos. Por último se hallaron urnas donde se
depositaban a los niños fallecidos (Tabla 5).Estas urnas no son las conocidas como “funerarias”,
elaboradas exclusivamente con la función de albergar los cuerpos, sino que se trata de grandes
ollas iguales a las que se utilizaban cotidianamente para la cocción de los alimentos.
Respecto a la cantidad de individuos enterrados en cada espacio, en su mayoría se trata
de entierros múltiples, esto es, donde se depositaban dos o más individuos fallecidos (Tabla 5).
Los difuntos eran inhumados en posición genuflexa, característica que se mantiene para todos
los períodos aquí analizados.

Tabla 5 - Tipos entierro Período Formativo


Entierro Tipo
Sitio Simple Múltiple Cista Directo Urna TOTAL
Arroyo - 1 1 - - 1
Flores - 2 - 1 1 2
Til 20 1 5 3 2 1 6
TOTAL 1 8 4 3 2 9
Fuente: Datos propios

PDR I: De los 56 entierros (Tabla 6), 67.86% son múltiples (38 entierros) y en su mayoría
directos (67.86%), registrándose pocos casos de entierros en urna (3.57). Por otra parte es
interesante lo que remarcan las investigaciones en el sitio Muyuna y La Isla sobre el hecho que

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 145 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

los entierros directos no presentan ningún tipo de estructura ni preparación previa salvo que
han sido sellados con una capa de barro (Nielsen, 2001). En este sentido Keta Kara difiere del
resto ya que se trata de entierros en cistas.

Tabla 6 - Tipos entierro Período PDR I


Entierro Tipo
Sitio Simple Múltiple Directo Cista Urna TOTAL
Muyuna 3 4 7 - - 7
Keta Kara 6 13 3 16 - 19
La Isla 9 21 28 - 2 30
TOTAL 18 38 38 16 2 56
Fuente: Datos propios

PDRII: para este período se registra (Tabla 7) que la modalidad de entierro es en su


mayoría de tipo simple (57.48%). También es alta la frecuencia de estructuras funerarias con
más de un individuo (40.72%). Cuando se observan los tipos de entierro la modalidad que mayor
presencia tiene es la cista (59.28%) mientras que, en mucha menor frecuencia, hay individuos
enterrados directamente en el suelo (16.77%) y en urnas (2.40%).

Tabla 7 - Tipos entierro Período PDR II

Entierro Tipo
Di-
Simple Múltiple S/d Cista Urna S/d
Sitio recto TOTAL
Juella 23 2 3 3 9 14 2 28
Yacoraite 8 18 - 2 23 1 - 26
Los Amarillos 2 4 - 2 3 1 - 6
Peñas Blancas 18 8 - 13 7 4 2 26
Pucara de la Cueva 2 1 - 1 2 - - 3
Ciénega Grande 15 1 - - 12 4 - 16
Campo Morado 3 4 - 2 5 - - 7
La Huerta 12 13 - 3 17 5 - 25
Pucara de Tilcara 13 17 - 2 21 7 - 30
TOTAL 96 68 3 28 99 36 4 167
Fuente: Datos propios

Discusión

Las prácticas mortuorias en Quebrada de Humahuaca en sus diferentes momentos


de ocupación antes del arribo y conquista del imperio incaico en el año 1436 d.C., tuvieron
características comunes a lo largo del tiempo. Una de ellas es que, a diferencia de lo que sucede

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 146 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

en otras regiones del NOA como los valles calchaquíes, no hay urnas exclusivamente diseñadas
y decoradas para uso fúnebre sino que se utilizaron vasijas cerámicas de uso cotidiano.
Otra cualidad que permanece a lo largo del tiempo es que se habría dado una cercanía
de estos espacios funerarios con los domésticos, no existiendo separación física marcada
entre el mundo de los vivos y el de los muertos, salvo dos casos en el PDR II. Esto ha sido
interpretado en el sentido que el mundo de los muertos era una parte constitutiva de la
experiencia cotidiana, no estaban alejados de la vida diaria de forma tal que los deudos tenían
que trasladarse a la tumba del difunto sino que la misma formaba parte de esa esfera diaria de
interacción social (Acuto et al., 2011). Al mismo tiempo esta convivencia entre los vivos y los
difuntos podría considerarse que “otorgan sentido de pertenencia, comunidad, perpetuidad,
memoria e identidad” (Ortiz y Nieva, 2015, p. 161).
En este proceso también se registran particularidades que merecen ser destacadas.

Período Formativo

Para este período se registraron pocas piezas cerámicas y más de la mitad del
acompañamiento lo constituyen las puntas de proyectil. Siendo que se trata de período
caracterizado por la ausencia de un poder centralizado y de desigualdades estructurales
(Nielsen, 2001), sería de esperar que no hubiera gran conflictividad social; sin embargo el
hecho de la presencia de puntas de proyectil como acompañamiento mortuorio sumado a
que en Til 20 se halló una punta de proyectil incrustada en el talón de uno de los individuos
(Bordach et al., 1999; Mendonça et al., 1991; Mendonça et al., 2002), estaría señalando algún
tipo de violencia interpersonal para el período. Si bien las puntas pudieron haber sido utilizadas
principalmente para actividades de caza, la evidencia de Til 20 indicaría que por lo menos en un
caso se dio algún tipo de situación conflictiva. No hay que descartar que al ser pocos los casos
analizados haya algún tipo de sesgo ya que en general se trata de sitios de baja visibilidad que
no han podido excavarse más que en algunos pocos sectores.
El segundo grupo más representado dentro del acompañamiento lo constituyen los
adornos corporales, cuentas de collar, brazaletes y anillos. Esto llama la atención en el sentido
de que no hay prácticamente representación de objetos de uso cotidiano o doméstico, salvo
como vimos la presencia de las puntas que podrían tener doble función de caza y como armas
en situaciones de violencia interpersonal.
Respecto a la ubicación, dada la escasez de excavaciones sistemáticas para este
período, sabemos, por trabajos de arqueología de rescate en el ejido urbano de Tilcara (Bordach
et al., 1999; Mendonça et al., 1991; Mendonça et al., 2002) así como por las investigaciones
realizadas por Salas en Estancia Grande (Salas, 1948; Palma y Olivera, 1992/1993), que los
difuntos eran enterrados en espacios domésticos (Nielsen, 2001; Zaburlín et al., 2006), en su
mayoría en entierros con más de un individuo y que se alternaban las modalidades de utilización
de contenedores como cistas, urnas o directamente en el suelo sin preparación previa del

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 147 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

espacio. A su vez en el caso de Flores se registró que uno de los espacios fue reutilizado (Seldes
y Gheggi, 2016), lo cual concuerda con lo hallado en sitios del mismo período como Til-20
(Bordach et al., 1999; Mendonça et al., 1991; Mendonça et al., 2002).
Los difuntos, no permanecían solos en sus sepulturas ya que eran enterrados en grupos
de dos o más, en espacios domésticos y acompañados de objetos ofrendados en los rituales
funerarios.

PDR I

De acuerdo a lo visto para este período, la mayoría (67.86%) de los difuntos han sido
enterrados con algún tipo de acompañamiento. A su vez se observa que fue la cerámica la
ofrenda con más representación en el repertorio del acompañamiento mortuorio (74.27% del
total), a diferencia del período anterior en el cual predominaban los objetos no utilizados en el
cotidiano. En este sentido, la presencia de vasijas cerámicas, como parte del acompañamiento
mortuorio, ha sido asociado a la práctica de darle comida y bebida a los ancestros como
característica de muchas sociedades prehispánicas andinas (Nielsen y Boschi, 2007). El aumento
de la cerámica en el registro funerario podría ser parte de la importancia que fue adquiriendo
el culto a los ancestros en las sociedades quebradeñas (Nielsen, 2007).
Una de las características más relevantes de los resultados obtenidos para este periodo,
es el incremento en forma considerable de la cantidad de ofrendas, en este sentido, mientras
que en el período anterior la proporción es de 0.74 ofrendas por individuo, en el PDR I es de
2.92.
La novedad es la aparición de objetos de oro, considerados bienes suntuarios de
acuerdo a la literatura arqueológica (Nielsen, 2001), lo cual daría cuenta de cierta importancia
que estarían adquiriendo los bienes de prestigio para la demostración de poder, punto que se
asocia con lo que se discute a continuación.
Un punto interesante lo constituye las diferencias entre el acompañamiento mortuorio
entre los sitios, siendo La Isla el que más ofrendas tiene en todas las categorías, y en la
cerámica el predominio más notable (Tabla 3). Como se mencionó con anterioridad, es de
resaltar el caso de la tumba 11 de La Isla que contiene un individuo junto a un acompañamiento
compuesto de 64 piezas de cerámica y 25 de oro, lo que indica una gran cantidad de ofrendas
que acompañan al difunto (Seldes y Gheggi, 2016). La abundancia de bienes de prestigio en
esta tumba, especialmente las piezas de oro, sumado a la ausencia de ofrendas en otras ha
sido interpretado como parte de ceremonias de ostentación en luchas por el prestigio y por el
poder (Nielsen, 2001; Tarragó et al., 2010). Mientras algunas tumbas contienen gran cantidad
de ofrendas hay otras en las que no hay nada, lo cual podría indicar un momento donde la
diferenciación social estaría emergiendo (Seldes y Gheggi, 2016).
Igual que en el período anterior, los entierros parecen haberse realizado en espacios
domésticos en entierros múltiples. Si bien Debenedetti (1910) menciona que en La Isla habrían
existido necrópolis, ya hemos hecho referencia a investigaciones que concluyen que se trata

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 148 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

de entierros realizados en espacios de uso doméstico (Rivolta, 2000).


Una característica propia de este período es la preparación de los espacios funerarios
ya que, salvo en Keta Kara que habría que continuar analizando para evaluar sus diferencias
con otros sitios del período, en su mayoría son entierros directos en el suelo, sin que se hayan
elaborado estructuras para tal fin. El procedimiento consistía en cavar un pozo en el suelo para
luego depositar a los difuntos con su acompañamiento para sellarlo finalmente con una capa
de barro (Nielsen, 2001). Este tipo de entierros con poca inversión de trabajo se contrapone
con algunos de los entierros con gran cantidad de acompañamiento, lo cual podría estar
indicando que la energía en este período estaba puesta en las ofrendas y no tanto en los
espacios funerarios.

PDR II

En este caso, al igual que en el período anterior, es la cerámica el acompañamiento


más elegido para dejar junto a los difuntos (56% del total), lo cual diferencia a ambos de los
sucedido en el período Formativo. Nuevamente podría pensarse que se trata de un sesgo por
el reducido tamaño de la muestra de ese período y que tal diferencia no sea real.
Hay un dato que resulta también relevante y es la ausencia de puntas de proyectil entre
el acompañamiento, en un momento que ha sido denominado como de “guerra endémica”.
Lo raro de esto es que sí aparecen en otros contextos de excavación. Por alguna razón no
se ha elegido como ofrenda a las puntas. Es de resaltar que el registro bioarqueológico no
estaría avalando un aumento de la violencia interpersonal en este período en comparación
con los anteriores (Seldes, 2007 y 2012). Tal vez ambos puntos estén relacionados. Habrá que
profundizar el análisis combinando la funebria y la bioarqueología con otras líneas de evidencia
que vayan surgiendo en las investigaciones.
Una característica única del PDRII es la existencia de al menos dos asentamientos con
áreas segregadas para el entierro de los difuntos (Pucará de Tilcara y Pucará de Volcán), aunque
la mayoría de los enterratorios siguieron realizándose en espacios domésticos. La presencia
de espacios destinados especialmente al entierro de difuntos se une al hecho de la aparición
de tumbas sobreelevadas tal como sucede en el Pucará de Tilcara en la Unidad Habitacional 1
(Otero et al., 2017) y en las cistas de la unidad 400 y en las del complejo A, ambos en el sitio Los
Amarillos (Taboada y Angiorama, 2003). Todo esto conforma un escenario de mayor visibilidad
de los espacios mortuorios respecto de períodos anteriores. En este sentido, es interesante que
la aparición de cementerios ha sido vinculado a la apropiación de territorios en sociedades de
tipo corporativa, como forma de garantizar el acceso a recursos escasos así como legitimar
derechos territoriales de un grupo a través de la presencia de ancestros enterrados ahí que
certificarían vínculos con esos espacios (Saxe, 1970; Seldes y Gheggi, 2016). Queda pendiente
explicar por qué aparecen cementerios en dos asentamientos siendo que hay registrados más
de 30 poblados para el período.
Entre las diferencias con los períodos anteriores está el hecho que hay mayor frecuencia

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 149 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

de entierros con un solo individuo (57.84%) y que se retoma la modalidad de elaboración de


espacios funerarios como lo son las cistas (59.28% del total de este período).Esto marca una
diferencia respecto a la decisión de priorizar el espacio privado para el entierro de los difuntos,
lo cual convive con prácticas vinculadas a espacios para la depositación de los cuerpos. Siendo
que se trata de sociedades corporativas, se esperaría que la práctica hacia los difuntos sea la
de enterrarlos en tumbas colectivas o familiares. Esto es algo que por el momento no puede
explicarse y que requiere de profundizar este tipo de estudios.
Otra característica peculiar de este período es que, a diferencia del período anterior
y respecto a la cantidad de ofrendas por individuo, en el PDR II el acompañamiento vuelve
a bajar a menos de un objeto por individuo (0.92) lo cual marca una gran diferencia entre el
PDRI y los momentos previos y posteriores. En este sentido, de acuerdo a lo planteado por
Nielsen, es posible pensar que si bien en el PDR I parecieran haberse dado casos de ostentación
por la cantidad y riqueza de las ofrendas, en el PDR II esto habría sido resignificado frente al
afianzamiento de las sociedades de tipo corporativas (Nielsen, 2006; Seldes, 2007) ya que, no
se habrían consolidado jefaturas o señoríos en los cuales el jefe acumulaba bienes de prestigio
sino que la importancia de una persona no se medía ya por la cantidad de bienes que alguien o
un grupo acumulaba, sino por las redes de redistribución que articulaba. En otras palabras, se
trataba de mantener el anonimato del poder conservando el control corporativo (Acuto, 2007).
Sin embargo, no se puede dejar de mencionar lo que ocurrió en el Complejo A en el
sitio Los Amarillos ya que investigaciones revelaron que en el sector central del sitio habría
habido un área que funcionó como centro de actividades ceremoniales con gran visibilidad
desde amplias superficies del asentamiento (Nielsen y Walker, 1999). Nielsen considera que
ese espacio fue estructurado de tal manera que un determinado sector social tenía acceso
directo a las actividades que se realizaban mientras que otro grupo podía participar desde una
plaza cercana. Lo sucedido en Los Amarillos podría ser contradictorio con lo que se dice sobre
las sociedades corporativas y la no acumulación por parte de un jefe o grupo; sin embargo,
estas no constituyeron construcciones monumentales que surgieran para inmortalizar a un
individuo en particular; siguiendo esta idea se ha propuesto que la evidencia hallada en el
Complejo A estaría dando cuenta de ceremonias públicas que no se realizarían para glorificar
a alguien poderoso sino a emblemas corporativos de grupos definidos por criterios como
descendencia o etnicidad (Nielsen, 2006). Por consiguiente se estaría propiciando cierto
sentido de integración comunal más que de segregación de un grupo. Esto no quiere decir que
no hubieran competencias por el liderazgo sino que bien pudo ser un momento de tensión
entre la consolidación de un sistema corporativo y la lucha por el poder (Acuto, 2007).
También es en el PDR II, como ya se mencionó, pareciera que asume gran importancia
lo que se conoce como el culto a los ancestros, esto es, el “conjunto de prácticas religiosas
que permiten la intervención de los muertos en los asuntos de los vivos” (Nielsen y Boschi,
2007, p. 52). Se trata de una práctica que se dio en diferentes sociedades prehispánicas del
área andina por la cual, se consideraba a los antepasados como fundadores de los ayllus,
propietarios de las tierras y fuente ultima de toda autoridad. El principal referente del ancestro
era el cuerpo del difunto o partes de él, los difuntos en la forma de ancestros eran los que

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 150 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

mantenían el bienestar de la comunidad, garantizaban las cosechas y el ganado. Este culto en


las sociedades corporativas como las que se dieron en la Quebrada de Humahuaca, funcionaba
como articulador de las colectividades y como integrador dando legitimidad a los sistemas de
organización sociopolítica a la vez que un argumento para la territorialidad de estos grandes
grupos sociales.

Conclusiones

La combinación de diferentes aspectos de las prácticas mortuorias ha servido para


demostrar que las mismas en la Quebrada de Humahuaca en tiempos prehispánicos tienen
una complejidad que amerita investigarla considerando sus particularidades en los diferentes
momentos de ocupación. De esta manera, no es posible generalizar y plantear una sola
modalidad para la región ya que son muchas las cuestiones puestas en juego a la hora de
despedir a los difuntos por parte de los grupos sociales (Carr, 1995).
Los resultados obtenidos avalan la idea ya postulada por distintos investigadores sobre
la cotidianeidad con la que la muerte de los seres queridos era percibida constituyéndola parte
de la vida cotidiana (Acuto et al., 2011; Seldes y Gheggi, 2016). Las poblaciones de la Quebrada
privilegiaban el entierro de los difuntos en espacios compartidos para los primeros periodos
considerados en este trabajo mientras que en el PDRII en general, los fallecidos se entierran en
tumbas individuales.
A lo largo del tiempo conviven diferentes formas de construcción de las sepulturas,
siendo que durante el PDR I se decide no invertir energía en la elaboración de los espacios
funerarios pero es cuando al mismo tiempo las ofrendas se multiplican respecto al resto de los
períodos, con la presencia de objetos de oro considerados bienes suntuarios. Es también en
el PDR I que el acompañamiento mortuorio parece señalar un proceso de desigualdad social
que luego fue clausurado en el PDR II con el afianzamiento de sociedades de tipo corporativas.
El PDR II se caracteriza a nivel mortuorio por la aparición de espacios segregados para el
entierro de individuos lo cual podría vincularse como se ha dicho a la legitimación de derechos
sobre el territorio. Finalmente la evidencia funeraria no registra un aumento de violencia social
lo cual coincide con los análisis bioarqueológicos.
A modo de cierre, es posible concluir que las prácticas mortuorias, como toda
prácticas social, produce y reproduce las lógicas socio culturales, portan y transmiten memoria
e identidad (Bettencourt, 2008) y por lo tanto pueden brindar importante información sobre los
modos de vida de los pueblos.

Agradecimientos: A Florencia Botta por ayuda incondicional. A los evaluadores


que con sus comentarios han permitido enriquecer el trabajo. A los editores por la ayuda y
asesoramiento.

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 151 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

Referencias Bibliográficas

ACUTO, Felix. Fragmentación vs. integración regional: repensando el período Tardío del
Noroeste Argentino. Estudios Atacameños, San Pedro de Atacama, Chile, v. 34, p. 71-95, 2007.
Disponible en: <https://doi.org/10.4067/s0718-10432007000200005>. Fecha de acceso:
13/01/2018.

ACUTO, Felix; KERGARAVAT, Marisa y AMUEDO, Claudia. Experiencias de la muerte y


la representación de las personas en las prácticas funerarias del valle calchaquí norte.
Comechingonia. Centro de Estudios Históricos Carlos S.A. Segreti, Córdoba, v. 14, p. 23–54,
2011. Disponible en: <https://revistas.unc.edu.ar/index.php/comechingonia/article/view/17891>.
Fecha de acceso: 13/01/2018.

ALBECK, María Esther. El ambiente como generador de hipótesis sobre dinámica sociocultural
prehispánica en la Quebrada de Humahuaca. Cuadernos. Facultad de Humanidades y Ciencias
Sociales, Universidad Nacional de Jujuy, San Salvador de Jujuy, v. 3, p. 95–106, 1992.

ANGIORAMA, Carlos. De metales, minerales y yacimientos. Contribución al estudio de la


metalurgia prehispánica en el extremo noroccidental de Argentina. Estudios Atacameños.
Universidad católica del norte, San Pedro de Atacama, Chile, v. 21, p. 63-88, 2001.

ASCHERO, Carlos. El poblamiento del territorio. En: TARRAGÓ, Myriam (ed.). Nueva Historia
Argentina, vol. I. Buenos Aires: Editorial Sudamericana, p. 17-59, 2000.

BAFFI, Elvira Inés. Caracterización biológica de la población prehispánica tardía del sector
septentrional del valle Calchaquí (Pcia. de Salta). Tesis de doctorado. Facultad de Filosofía y
Letras, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires. 1992. 218p.

BETTENCOURT, Ana Maria dos Santos. Life and Death in the Bronze Age of the NW of Iberian
Peninsula. En: FAHLANDER, Fredrik y OESTIGAARD, Terje (eds.). The materiality of death: bodies,
burials, beliefs. Oxford, BAR International Series 1768, p. 99-104, 2008.

BINFORD, Lewis. Mortuary Practices: their study and their potencial. Memoirs of the Society for
American Archaeology. New York, v. 25, p. 6-29, 1971.

BORDACH, María Asunción; DALERBA, Laura y MENDONÇA, Osvaldo. Vida y Muerte en


Quebrada de Humahuaca. Córdoba: Universidad Nacional de Río Cuarto, 1999. 108p.

BOURDIEU, Pierre. Outline of a theory of practice. Cambridge: Cambridge University press,


1977. 255p.

______, Pierre. Sociología y Cultura. México: Editorial Grijalbo, 1990. 317p.

BRUM RIBEIRO, Liliane. Limpando Ossos E Expulsando Mortos: Estudo Comparativo de Rituais
Funerários em Culturas Indígenas Brasileiras Através de uma Revisão Bibliográfica. (Dissertação
de Mestrado em Antropologia Social). Curso de Pós-Graduação em Antropologia Social, Centro
de Ciências Humanas, Universidade Federal de Santa Catarina, 2002. 225p.

BRUMFIEL, Elizabeth. On the archaeology of choice. Agency studies as a research stratagem.


En: DOBRES, Marcia Anne y ROBB, John (eds.). Agency in Archaeology. London; New York: Ed.

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 152 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

Routledge, p. 249-255, 2000.

CABRERA, Angel. Regiones Fitogeográficas Argentinas. Enciclopedia Argentina de Agricultura y


Jardinería, tomo II. Segunda Edición. Buenos Aires: Editorial ACME, 1976. 89p.

CARR, Edward. Mortuary practices: their social, philosophical – religious, circumstancial, and
physical determinants. Journal of Archaeological Method and Theory, New York, v. 2, p. 105–
200, 1995. Disponible en <https://doi.org/10.1007/BF02228990>. Fecha de acceso: 12/01/2018.

CASANOVA, Eduardo. Tres ruinas indígenas en la Quebrada de la Cueva. Anales del Museo
Nacional de Historia Natural “Bernardino Rivadavia”, Buenos Aires, v. XXXVII, 1933, p. 255-320.

CIGLIANO, Eduardo. Investigaciones antropológicas en el yacimiento de Juella (Depto. Tilcara,


Provincia de Jujuy). Revista del Museo de la Plata (Nueva Serie), La Plata, v. VI, n.34, p. 123–238,
1967.

DEBENEDETTI, Salvador. Exploración arqueológica en los cementerios prehistóricos de La Isla


de Tilcara. Publicaciones de la Sección Antropología, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad
de Buenos Aires, Buenos Aires, v. 6, 1910.

_________, Salvador. Las ruinas del Pucará, Tilcara, Quebrada de Humahuaca (Provincia de
Jujuy). Archivos del Museo Etnográfico, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos
Aires, Buenos Aires, II, p. 7–142, 1930.

DOBRES, Marcia Anne y ROBB, John. Agency in archaeology. Paradigm or platitude? En:
DOBRES, Marcia Anne y ROBB, John (eds.). Agency in Archaeology. London y New York: Ed.
Routledge, p. 3–17, 2000.

FAHLANDER, Fredrik y OESTIGAARD, Terje. The materiality of death: bodies, burials, beliefs.
En: FAHLANDER, Fredrik y OESTIGAARD, Terje (eds.). The materiality of death: bodies, burials,
beliefs. Oxford, BAR International Series 1768, p. 1-15, 2008.

FRITZ, Sherilyn; BAKER, Paul; LOWENSTIEN, Tim; SELTZER, Geoffrey; RIGSBY, Catherine;
DWYER, Gary; TAPIA, Pedro; ARNOLD, Kimberly; KU, Teh-Lung y LUO, Shangde. Hydrologic
variation during the last 170.000 years in the southern hemisphere tropics of South America.
Quaternary Research, 61, p. 95–104, 2004. <DOI:10.1016/j.yqres.2003.08.007>.

GATTO, Santiago. Exploraciones arqueológicas en el Pucara de Volcán. Revista Museo de La


Plata (nueva serie). Sección Antropología, La Plata, v. IV, n. 18, 1946.

HODDER, Ian. Posprocessual Archaeology. Advances in Archaeological Method and Theory,


New York, v. 8, p. 1–26, 1995. Disponible en: <https://doi.org/10.1016/B978-0-12-003108-
5.50006-3>. Fecha de acceso: 10/04/2015.

HORTA TRICALLOTIS, Helena. El estilo circumpuneño en el arte de la parafernalia alucinógena


prehispánica (Atacama y Noroeste Argentino). Estudios atacameños, v.4, p. 35-34, 2012. San
Pedro de Atacama. Disponible en: <http://dx.doi.org/10.4067/S0718-10432012000100002>.
Fecha de acceso: 01/2018.

IMBELLONI, José. Tabla Clasificatoria de Indios. Physis, Buenos Aires, v. XII, p. 229–249, 1938.

MADRAZO, Guillermo. Alfarería prehumahuaca en Tilcara (Quebrada de Humahuaca, Prov. de

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 153 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

Jujuy). Etnia, Museo Etnográfico Municipal Dámaso Arce, Olavarría, v. 8, p. 16-18, 1968.

MENDONÇA, Osvaldo; BORDACH, María Asunción; ALBECK, María Esther y RUIZ, Martha.
Ambiente, comunidad y comportamiento biosocial en el Formativo de Tilcara, Quebrada de
Humahuaca, Jujuy. Pacarina, Universidad Nacional de Jujuy, Jujuy, v. 2, n. 2, p. 135–147, 2002.

_________, BORDACH, María Asunción; RUIZ, Martha y CREMONTE, Beatriz. Nuevas evidencias
del período agroalfarero temprano en Quebrada de Humahuaca. Los hallazgos del sitio Til 20
(Tilcara, Jujuy). Comechingonia, Córdoba, v. 7, p. 31–45, 1991.

MILLER, Daniel y TILLEY, Christopher. Ideology, power and prehistory: an introduction. En:
MILLER, Daniel y TILLEY, Christopher (eds.). Ideology, Power and Prehistory. Cambridge
University press, Cambridge, p. 1-15, 1984.

MOSELEY, Michael. The Incas and their Ancestors: The Archaeology of Peru. Revised Edition.
London: Thames & Hudson Ltd., 2001. 288p.

NIELSEN, Axel. Evolución social en Quebrada de Humahuaca (AD 700-1536). En: ______ y
Eduardo BERBERIÁN (eds.). Historia Argentina prehispánica, tomo 1, Editorial Brujas, Córdoba,
p. 171-264, 2001.

_________. Plazas para los antepasados: descentralización y poder corporativo en las


formaciones políticas preincaicas de los Andes circumpuneños. Estudios Atacameños,
San Pedro de Atacama, Chile, v. 31, p. 63–89, 2006. Disponible en: < http//10.4067/S0718-
10432006000100006>. Fecha de acceso: 13/01/2018.

_________. Armas Significantes: Tramas Culturales, Guerra y Cambio Social en el Sur


Andino Prehispánico. Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, Chile, v. 12, p. 9–41,
2007. Disponible en: <http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=359933355002>. Acceso en:
28/05/2018. 

_________. El estudio de la guerra en la arqueología sur- andina. Corpus Archivos virtuales


de la alteridad americana, Buenos Aires, v. 5, n. 1, 2015. <DOI: 10.4000/corpusarchivos.1393>.

_________ y Lucio BOSCHI. Celebrando con los antepasados. Arqueología del espacio público
en Los Amarillos, Quebrada de Humahuaca, Jujuy, Argentina. Jujuy: Ediciones Mallku, 2007.
132p.

_________ y William WALKER. Conquista Ritual y Dominación Política en el Tawantinsuyu:


El caso de Los Amarillos (Jujuy, Argentina). En: ZARANKIN, Andrés y ACUTO, Felix (eds.). Sed
Non Satiata. Teoría Social en la Arqueología Latinoamericana Contemporánea. Buenos Aires:
Ediciones Tridente, p.153-169, 1999.

ORTIZ, Gabriela y NIEVA, Luis. Rituales y memorias del pasado. Prácticas funerarias en la región
del río San Francisco, Jujuy, Argentina. En: SELDES, Verónica y GHEGGI, María Soledad (eds.),
Antropología biológica y estudios del comportamiento mortuorio de los pueblos prehispánicos
del noroeste Argentino. Buenos Aires: Fundación Azara, p. 149–174, 2015.

OTERO, Clarisa; BORDACH, María Asunción y MENDONÇA, Osvaldo. Las prácticas funerarias
en el Pucará de Tilcara (Jujuy, Argentina). Nuevos Aportes para su conocimiento a partir del
caso de la Unidad Habitacional 1. Antípoda. Revista Antropología y Arqueología. Bogotá, 27,
p. 141-163, 2017. Disponible en: <https://dx.doi.org/10.7440/antipoda27.2017.06> Fecha de

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 154 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

acceso: 28/05/2018.

PALMA, Jorge. Aproximación al estudio de una sociedad compleja: un análisis orientado en la


funebria. Arqueología. ICA, Facultad de Filosofía y Letras, UBA, v. 3, p. 41-68, 1993. 

_________. Ceremonialismo mortuorio y registro arqueológico. Apuntes sobre complejidad


social. Relaciones. Sociedad Argentina de Antropología, Buenos Aires, v. XXII/ XXIII, p. 179-202,
1997/98.

_________ y OLIVERA, Daniel. Hacia la Contrastación de un Modelo Arqueologico para el


Formativo Regional de Humahuaca: el caso de Estancia Grande. Cuadernos del Instituto
Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano. Buenos Aires, 14, p. 237-259,
1992/93.

PAUKETAT, Timothy y ALT, Susan. Agency in Postmold? Physicality and the Archaeology of
Culture – Making. Journal of Archaeological Method and Theory. Springer international
publishing, v. 12, n. 3, p. 213–236, 2005. Disponible en DOI: <10.1007/s10816-005-6929-9>.
Fecha de acceso: 14/01/2018.

PELISSERO, Norberto. Arqueología de la Quebrada de Juella. San Salvador de Jujuy: Dirección


Provincial de Cultura de Jujuy, 1969. 98p.

_________. El sitio arqueológico de Keta Kara. Buenos Aires: Centro Argentino de Etnología
Americana, 1995. 169p.

RIVOLTA, Clara. 90 años de investigación en la Quebrada de Humahuaca: un estudio reflexivo.


Tilcara: Instituto Interdisciplinario de Tilcara, FFyL-UBA, 2000. 70p.

SALAS, Alberto. El Antigal de Ciénega Grande (Quebrada de Purmamarca. Prov. de Jujuy).


Publicaciones del Museo Etnográfico. Facultad de Filosofía y Letras, serie A, Universidad de
Buenos Aires, Buenos Aires, v. V, p. 7–268, 1945.

_________. Un Nuevo Yacimiento Arqueológico en la Región Humahuaca. Actas y Memorias


XXVIII Congreso Internacional de Americanistas. Paris, p. 643-648, 1948.

SAXE, Arthur. Social dimensions of mortuary practices. Ph. D. Dissertation, University of


Michigan, University Microfilms, Ann Arbor, 1970. 235p.

SELDES, Verónica. Aportes de la bioarqueología al estudio de la complejidad y la desigualdad


social en la Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Argentina). Tesis Doctoral, Facultad de Filosofía y
Letras, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 2007. 286p.

______. Más allá de la adaptación. La interpretación del registro bioarqueológico. Anuario de


Arqueología. Escuela de Antropología, Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional
de Rosario, v.1, p. 109-118, 2009.

______. Hacia una bioarqueología social. La Quebrada de Humahuaca en perspectiva histórica.


España: Editorial Académica Española, 2012. 176p.

______ y GHEGGI, María Soledad. Prácticas Mortuorias en Quebrada de Humahuaca CA.


500–1550 AD. Revista Andes. Salta, v.27, 2016. Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.
oa?id=12749260012>. Fecha de acceso: 28/05/2018.

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 155 / 156
Prácticas mortuorias prehispánicas en Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Veronica Seldes
Argentina)

SHIMADA, Izumi; SCHAAF, Crystal; THOMPSON, Lonnie G. y MOSLEY- THOMPSON, Ellen.


Cultural impacts of severe droughts in the prehistoric andes: application of a 1500 – year ice
core precipitation record. World Archaeology, n. 22, p. 247-270, 1991.  Disponible en: http://
www.jstor.org/stable/124787. Fecha de acceso: 28/05/2018.

TABOADA, Constanza y ANGIORAMA, Carlos. Buscando los indicadores arqueológicos de


la unidad doméstica. Cuadernos, Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, Universidad
Nacional de Jujuy. San Salvador de Jujuy, n. 20, p. 393 – 407, 2003.

TAINTER, Joseph. Mortuary practices and the study of prehistoric social systems. Advances in
Archaeological Method and Theory, v. 1, p. 105-141, 1978.

TARRAGÓ, Myriam; GONZALEZ, Luis; AVALOS, Gimena y LAMAMÍ, Marcelo. Oro de los señores.
La Tumba 11 de La Isla de Tilcara (Jujuy, Noroeste Argentino). Boletín Del Museo Chileno De
Arte Precolombino, Santiago de Chile, Chile, v. 15, n. 2, p. 47-63, 2010. Disponible en: <http//
doi.org/10.4067/s0718-68942010000200004>. Fecha de acceso: 28/05/2018.

THOMPSON, Lonnie. G.; MOSLEY-THOMPSON, Ellen; BOLZAN, John F. y KOCI, B. R.. A 1500-
year record of tropical precipitation in ice cores from the Quelcaya Ice Cap, Perú. Science, 229,
p. 971 973, 1985. <DOI:10.1038/336763a0>.

VAN POOL, Christine y VAN POOL, Todd. The scientific nature of postprocessualism.
American Antiquity, Washington, v. 64, n.1, p. 33–53, 1999. Disponible en DOI: <https://doi.
org/10.2307/2694344>. Published online: 20 January 2017. Fecha de acceso: 28/05/2018.

YACOBACCIO, Hugo D. Intercambio y caravanas de llamas en el sur andino (3000-1000 AP).


Comechingonia, v. 16, p. 31-51, 2012.

ZABURLÍN, María Amalia; SELDES, Verónica y MERCOLLI, Pablo. Reflexiones sobre los últimos
rescates arqueológicos en Tilcara. En: AUSTRAL, Antonio y TAMAGNINI, Marcela (comps.).
Problemáticas de la Arqueología Contemporánea. Córdoba: Universidad Nacional de Río
Cuarto, p. 325–349, 2006.

Recebido em: 01 de fevereiro de 2018


Aprovado em: 21 de maio de 2018

REVISTA M.
Rio de Janeiro, v. 3, n. 5, p. 129-156, jan./jun. 2018 156 / 156

Вам также может понравиться