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TEATRO

La Fiaca por completo a desarrollar estas últimas, que indiscuti-


blemente posee.
El autor nos confiesa escribir acerca del medio am-
Autor: Ricardo Talesnik biente que él conoce mejor y que llama "la singular y
Director: Jaime Celedón amplia clase media". Rechaza el hacer, como dramaturgo,
Producción: ICTUS experimentos teatrales en su país que obedezcan a influ-
Escenografía: Cluudin di Girólamo jos europeos o norteamericanos. La posición es un tanto
Intérpretes: Nissim Sharim, Diana Sauz. Luis Meló, utópica, pues este extranjerismo debe ser considerado
Inés Moreno, Marcelo Romo, Walter Meyerstein bajo dos aspectos: 1° Una influencia temática que difícil-
Sala: La Comedia mente puede ser presentada como nativa. Los temas ex-
plotados por norteamericanos o europeos han sido el
fruto de la experiencia propia de aquellas culturas y
cuando han sido encauzados dentro de nuestra realidad
El nuevo estreno de ICTL'S pertenece ¿i un joven autor ambiental latinoamericana, el resultado ha sido siempre
argentino cuyas dos obras principales, según nos informa falso por to artificioso. En este sentido, estoy completa-
el programa, no se han dado a conocer en su país. mente de acuerdo con los puntos de vista del Sr. Tales-
La Fiaca se estrenó en Buenos Ai íes sólo ires sema- nik. 2v Una influencia en la técnica: Aquí, el asunto cobra
nas después de su eslreno en Chile. Tudo esto responde otro color. Toda la técnica teatral que poseemos en el
al intercambio teatral chileno-argentino que ICTUS ha presente proviene de la rica experiencia en el teatro que
realizado este año. Ya es un hecho conocido de nuestro han tenido otros países, llámese realismo, naturalismo,
público que esta compañía tuvo una exitosa temporada expresionismo o absurdismo. Es perfectamente lógico
en la capital argentina con El Cepillo de Dientes de Jorge usar estos medios de expresión teatral como instrumen-
Diaz. Y esta experiencia permitió a Jaime Celedón, pro- tas eficaces de comunicación entre la obra do un drama-
tagonista de El Cepillo, ponerse en contacto con valores turgo y su público. Esto no le resta a un autor ni origi-
nuevos del teatro argentino contemporáneo. Es asi como nalidad ni frescura ni espontaneidad, siempre, por de
conoció a Talesnifc y se interesó por su obra. El estreno pronto, que se haga una buena aplicación de las técnicas
de La Fiaca es el fruto valioso de los contactus teatrales a una temática propia.
entre los dos países.

Rechazo al realismo
Afán de originalidad
Talesnik rechaza el "realismo" en el teatro por lo
Ricardo Talesnik es un autor joven y de talento. anacrónico y limitado. Prefiere trabajar, dice, con un
Como todo autor joven, siente un gran temor de no medio-síntesis, es decir, una combinación de varios mo-
aparecer original y fresco. Trata, por lo tanto, de ponerse dos de expresión teatral. Esta posición de Talesnik es
dentro de una nueva perspectiva en el teatro contempo- propia de la técnica y no es una posición nueva. Si hay
ráneo al escribir sobre cuál es su posición. Pero es di- algo en común entre todos los nuevos experimentos tea-
fícil demostrar la validez de tal actitud, pues en la ac- trales, es precisamente el hacer una síntesis entre la rea-
tualidad esto es simplemente una presunción. Lo impor- lidad y lo que está más allá y que, en este caso, llama-
tante es que Talesnik aprenda mucho con su nuevo remos lo teatral. Desde luego, descartar el realismo es
estreno, que sea lo suficientemente objetivo para discer- una tendencia que ha imperado en el teatro desde la
nir sus defectos de sus buenas cualidades y dedicarse segunda década del siglo. No se considera al realismo

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ya como medio de expresión legitima, pues nadie cree que sienta el protagonista, el diálogo debe ser lo sufi-
que lo que ve sobre un escenario es Ja vida misma, sino cientemente teatral para mantener activo el interés del
una selección o aspecto de ella, y esto, presentado desde espectador. Hay momentos del primer acto en que el
el ptinLo de vista del autor. Por eso, los dramaturgos de diálogo flojo detiene el tempo dramático del argumento.
hoy juegan con la libertad que les da el teatro para com- Quizás esto se deba al lenguaje seleccionado por el au-
binar los modos de expresión tealral a que nos refería- tor y acusa una debilidad de su parte. Otros autores,
mos en un párrafo anterior. Esta combinación o síntesis como Harold Pinter por ejemplo, despiertan interés en
ha sido llamada por John Gassner, el teatricalismo de la el público a través de un lenguaje que sublima lo pro-
escena con lempo ránai y es un experimento ya realizado saico. Pero es precisamente esta sublimación de lo pro-
por los rusos Vakhtangov y Meycrhold a principios de saico la que hace que el diálogo tenga una dimensión
siglo y más larde por Max Reinhardt quien dijo que no poética en sí y sea teatral por esencia al ir más allá
existe una forma en el teatro que sea la única y verda- del rígido enmarcamiento de la vida cotidiana. Esto no
dera forma artística. Talesnik, por !o tanto, es parte de sucede con Talesnik. Es importante que el personaje
esta tendencia ya común y su protesta contra el realismo central de La Fiaca despierte mucha simpatía para que
puede perfectamente obedecer a un abuso de este género el espectador se abandere con él.
en su país, como también lo lia sido en el nuestro.

La ejecución
La (rama de la obra
La producción del 1CTUS tiene sus altas y bajas.
El argumento de la obra nos encierra dentro de una Quizás por lo estrecho del escenario del Comedia no fue
habitación. Ahí empezamos a sentir ia presión que el posible presentar la obra dentro de una escenografía
mundo exterior ejerce sobre el protagonista, Néstor, quien con dos ambiente. Más importante que vislumbrar la
un buen día rehusa ir al trabajo porque le ha dado cocina, habría sido dar al departamento los ambientes
"la fiaca", expresión luntardista que en nuestro vulgo de dormitorio y üving-cumedor. Por las dimensiones de
significa "lata". Está aburrido con el hecho de que su la escenografía presentada resulla difícil imaginarse dón-
lealtad y dedicación no hayan sido reconocidos en la ofi- de queda el living-comedor del departamento (que segu-
cina. Néstor se levanta así como el antihéroe del ofici- ramente lo tiene) y afecta a la fiaca del espectador et
nista enterrado entre los engranajes de una máquina hecho de que toda la acción dramática tenga que ocu-
burocrática. Y hace un llamado al reconocimiento de su rrir en el dormitorio. La luz sobre la cama deshccliLi y
dignidad como persona. Vienen las presiones de su mu- desaseada durante toda la obra se transforma en un
jer y de su madre que ven con horror cómo Néstor símbolo del desinterés de Néstor. Desgraciadamente es
"sucumbirá" ante la vida por tener la fiaca y perderá un símbolo que contribuye a quitarle simpatía al protago-
su puesto. Pero Néstor se dispone a jugarse por entero nista, pues la cama es un tanto cebosa en apariencia.
y ahora, que está con la fiaca, aprovechara para hacer Creo que aquí, Claudio di Girótamo debería haber en-
todas las cosas bellas que él siente y que puede comu- tregado al director una planta más flexible para que pu-
nicar a los demás como jugar una pichanga en el barrio, diera dar más juego escénico a los personajes. Este mis-
enseñarle a bailar a un compañero de oficina y darse mo escenógrafo llegó a crear casi tres ambientes en el
et lujo de hacerle el amor a su mujer un lunes por la mismo escenario en El Cepillo de Dientes con lo cual la
mañana. Ella, como la madre de Néstor, reacciona en obra ganó mucho. Ya que vemos está bien. El aspecto
forma típica y lo abandona con desprecio. Varios días mismo del dormitorio nos sitúa de golpe dentro de lá
después, Néstor sigue con la fiaca pero ya agoniza de estrata social de los personajes. Lo que se objeta es
hambre: no tiene dinero ni para un pedazo de pan. Y que todo haya sido reducido a un sólo ambiente.
sucede lo inesperado: de súbito se reconoce y se defiende La dirección e interpretación es dispareja. Faltó una
públicamente en la prensa la actitud de Néstor. Vuelven mano firme en Jaime Celedón para estirar la tensión
su madre, mujer y amigo, pero ahora vienen a darle dramática en sus actores en el primer acto. Diana Sanz,
animo, que siga en su posición. No notan que Néstor, como la esposa, no aparece con la fuerza suficiente para
demacrado, pálido y débil, está agonizando de hambre. ser antagonista, Al principio la vemos demasiado débil
Llega personalmente a felicitarlo el gerente de la oficina ante la actitud do su marido, como si estuviera muy
quien, junto con comunicarle que puede volver al tra- apegada a él. Esta actitud inicial no explica el "distan-
bajo cuando desee, le ofrece una gratificación: la mitad ciamietito íntimo" que muestra al final. Faltan en esta
de un sandwich que Néstor devora con hambre canina. interpretación algunas transiciones de lo realista al ab-
La otra mitad, le dice el gerente, está en la oficina y surdo. Como está, no se explica lu actitud que tiene al
puedes comértela cuando vengas al trabajo. final de la obra cuando lo único que parece importarle
Vemos en este argumento el uso de esa síntesis de ES la notoriedad que alcanzará a través de la fiaca de
los modos de expresión teatral. El realismo nos ayuda su marido. Luis Meló, por otro lado, es un buen ejemplo
a ambientarnos dentro de ia acción a través de los per- de esta transición. Su personaje de Peralta, el compa-
sonajes, la escenografía y el lenguaje. El desenlace acen- ñero de oficina, se gana las simpatías del pública desde
túa !a dramatización de una pesadilla como es propio un comienzo. Su actuatión es, sin duda, la más pareja
del teatro del absurdo: el ver a un personaje muriendo dentro del elenco. Nissim Sharim, como Néstor, está un
de hambre y rodeado de sus seres queridos que sólo tanto fuera de su gama interpretativa. Sharim ha con-
ven la fama y gloria de Néstor consagrado sin notar la vencido antes como actor recio y es esta fuerza interior
agonía de hambre. La concepción que Talesnik ha tenido suya la que hace que su personaje aparezca algo "pe-
de su obra está, por lo tanto, muy a tono con el teatro sado". Néstor tiene momentos de ternura y delicadeza
contemporáneo. que Sharim no comunica, pues su personaje acusa falta
La obra se présenla en dos actos. El primero, de de matización. Para resumir, digamos que, aunque abun-
exposición, es más débil que el segundo. Por mucha fiaca dan los momentos de humor burdo, la dirección no supo

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de La Fiaca aquellos momentos de fino humo-
rismo que se adivinan en el texto.
Pero con sus altas y bajas, La Fiaca es bienvenida
como estreno en la temporada. Es siempre irUt-'resante
para el púhlico chileno conocer el trabajo de dramatur-
gos Ialinoamcrkanos que nos muestre, no sólo a sus
autores, sino lumbiün al pueblo que representan.

Jorge Cáncpa. CSC

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