LECTURA Y ESCRITURA: UN PROBLEMA EN LA JUVENTUD

La lectura es una actividad que únicamente el ser humano ha logrado desarrollar, es una de las
acciones que nos diferencian de los demás seres vivos y que permite el progreso continuo del
intelecto, resulta imposible disociar los grandes avances científicos, culturales, históricos, de la
lectura, pues la mayoría de éstos se han logrado a través del aprendizaje de generaciones
anteriores que han plasmado sus ideas, pensamientos y creaciones en un libro. En la actualidad
la lectura y la escritura son actividades cuya frecuencia de aplicación se ha reducido
sobremanera, principalmente en la población adolescente/joven; durante una gran parte de
tiempo esta temática se ignoró; probablemente debido a la “globalización”, al inundar con
tecnologías, al enfoque de los gobiernos en la política y no en la educación, a los medios de
comunicación, entre otros aspectos; generando una cantidad innumerable de consecuencias
para el desarrollo intelectual, físico, emocional, psicológico, familiar y profesional de dicho grupo
etario, tomando en cuenta que las redes sociales han reducido la importancia de la correcta
comunicación verbal y escrita en nuestra sociedad.

La comunicación virtual minimiza la oportunidad de generar canales apropiados de expresión

verbal y escrita; añadido a esto los errores ortográficos y gramaticales son más tolerados e
incluso son aceptados como “adecuados”, así mismo se incrementan neologismos y vulgaridades
a las conversaciones y a los escritos; situaciones que producen una aparente
pérdida/modificación del lenguaje, dejando atrás por ejemplo, expresiones en verso, rima, prosa,
elegantes y agradables al lector; imponiéndose una cultura lingüística marcada por la ignorancia
y la impertinencia.

“La ortografía es uno de los indicadores más confiables del nivel educacional que posee
una persona” (Blanco, 2013: sp).

Es necesario tomar en cuenta que las bases de la educación se encuentran en el hogar, por lo
tanto se puede inferir que hoy en día los padres y madres de familia están muy ocupados
buscando satisfacer las necesidades materiales y no las intelectuales y afectivas de sus hijos.
Además, los gobiernos poco se preocupan por la educación del pueblo, aunque existen matrices
y planes de seguimiento para educar a las mentes jóvenes, no existe el interés de los educadores
por lograr que las personas hagan uso apropiado de las normas y reglas de sintaxis, puntuación
y ortografía; incluso varios de estos “mentores” son quienes necesitan recordar cómo se escribe
correctamente.
De acuerdo con Barcia, 2012, (citado por Blanco, 2013):

La ortografía tiene un tremendo poder descalificador social. Para pedir un empleo el

muchacho escribe: 'Senior jerente', y pierde la plaza. Más vale que docentes y alumnos
se tomen en serio el manejo de la lengua. La inclusión social comienza por el lenguaje, y
si usted es un disminuido verbal para expresarse oralmente es un ciudadano de segunda.
(sp.)

No obstante, Viñas (sf), menciona que:

(…) desde el campo de la docencia y de la pedagogía, los trabajos indagados coinciden

en apuntar a la escuela como institución responsable en la formación de los nuevos
lectores y de individuos que sepan expresar claramente una idea en el papel. Sin
embargo, ateniéndose a usos enraizados y caducos -en algunos casos-, poco tienen en
cuenta la realidad de los chicos, su relación con las nuevas tecnologías y las nuevas
formas de abordar la lectura y la escritura que ellos llevan a cabo en sus prácticas
cotidianas. (p.6)

Leer es comunicarse, conversar con el pensamiento de otros, conectar con los demás y con sus
espacios, lugares, tiempos e incluso época, cultura y educación. Cuando leemos se desarrolla
nuestra sensibilidad, la capacidad de soñar, imaginar, crear, divertirse, entretenerse; es tomar
contacto con el alma del escritor, con su inventiva y su deseo más profundo de compartir sus
ideas.

El ejercicio de la lectura es una actividad que se puede desarrollar durante el tiempo libre,
siempre y cuando, el individuo esté rodeado de un entorno social favorable y esto requiere
del apoyo de los padres a través del ejemplo. En este sentido es muy importante la
presencia del libro en casa así como la imagen del adulto leyendo frente al niño.
(Anónimo)

De acuerdo con estadísticas mencionadas por Ross (sf.);

En los países desarrollados sobre todo, leer no está de moda. Leer es una actividad que
se valora poco en la sociedad y que los jóvenes ven como algo “de mayores” o de gente
rara e introvertida. De ahí que muchos adolescentes renieguen de la lectura y que
aquellos que leen, prefieran mantenerlo en privado por vergüenza. (…) Los jóvenes, los
lectores novatos, se han criado ya en un mundo globalizado, tecnológico, con nuevas
vías de comunicación digital, con un acceso a la información y al entretenimiento que los
 más mayores no hubieran podido ni imaginar cuando ellos eran jóvenes. Y este mundo
tecnológico hace que una actividad como la lectura literaria tradicional se esté
convirtiendo poco a poco en algo raro de ver. (sp.)

A pesar de conocer que la lectura tiene varios beneficios (entre ellos: mejora la comprensión,
ejercita las conexiones neuronales, reduce las faltas ortográficas, amplía la capacidad de
redacción y el léxico); los mismos son, en la actualidad, poco valorados e incluso ignorados por
muchos jóvenes.

El incremento constante y acelerado de la tecnología podría significar en el futuro no muy lejano

la pérdida parcial o total de la lectura y escritura tradicional; ya que los planes futuristas incluyen
la creación de los llamados “chips de conocimiento” que servirán para guardar gran cantidad de
información a la que el cerebro podrá acceder cuantas veces sea necesario, entonces el
conocimiento se transformara en una actividad que no implique esfuerzo, sin embargo la
comprensión adecuada de dicho conocimiento representará un gran reto, pues al abandonar
actividades como la lectura el cerebro deshabilitara conexiones neuronales encargadas de
procesos cognitivos superiores, disminuyendo las capacidades comprensivas, atencionales,
memorísticas, entre otras.

La situación que nos atañe a las nuevas generaciones consiste en traducir las mejoras
tecnológicas en un aprendizaje que puede ser fácilmente combinado con la práctica de la lectura
y la escritura, transformando el conocimiento y la creatividad en sabiduría; objetivo que parece
difícil de cumplir ya que la aparente evolución en unas áreas genera involución en otras,
entonces, si la tecnología avanza, en contraparte el sistema educativo es obsoleto, en la mayoría
de los hogares se descuida la lectura y se impone la tecnología, y los gobiernos no se preocupan
por implementar mejoras que otorguen aprendizajes significativos; viéndose confrontados dos
aspectos importantes: (1) un mundo de conocimiento al que podemos tener acceso a través de
la lectura y el manejo propicio de la tecnología, y (2) un sistema de gobierno basado en la
manipulación de un pueblo (jóvenes adultos) ignorante a través del manejo inadecuado de la
tecnología.

Poniendo en evidencia todas estas perspectivas, resulta realmente fácil imaginar o tener una
idea más clara del fenómeno de la lectoescritura en la actualidad y el futuro cercano más probable
en cuanto a esta temática. Se observa ahora gran deficiencia y dificultad al momento conectar
ideas cuando se está escribiendo algún texto, así mismo comprender lo que se escribe o lo que
ya ha estado escrito es para muchos jóvenes algo difícil de poner en práctica, también podemos
encontrar en mayor porcentaje errores gramaticales, sintácticos y ortográficos; los mismos que
tienden a confundir al lector; y, de continuar en este ritmo solamente harán falta unos cuantos
años más para entender que la generación de jóvenes que se desarrollan en la actualidad ha
abandonado casi por completo este hábito.

Ante tal condición de decadencia de la lectoescritura es necesario tomar acciones positivas que
permitan el desarrollo adecuado de esta práctica tan beneficiosa, al respecto menciona Reyes
(2013):

Lectura y escritura son palabras que indican no solo pilares de la educación, sino también
habilidades humanas que permiten plasmar y diseminar el conocimiento. Asimismo, son
capacidades que todas las personas pueden adquirir en un proceso que va más allá de
la comprensión de los símbolos y sus combinaciones. El dominio de la lectura y la
escritura implica el conocimiento del uso adecuado de los íconos (letras, signos y reglas)
y, además, la creación de un hábito en torno a la destreza. Esa rutina es importante en la
educación infantil y debe fomentarse desde los primeros años de vida. Los especialistas
sugieren hacerlo de manera tal que signifique un gusto para que los niños se vayan
maravillando con el universo de conocimientos y experiencias que entrega un texto o un
relato, cualquiera sea su tipo. Poco a poco, la habilidad permite aprender cosas sobre el
mundo que los rodea. La lectura, en particular, se convierte en un medio de incalculable
valor para aumentar el deseo de saber. (sp.)

De este modo incentivar la lectura y escritura desde los primeros años de vida podría ser la
solución más plausible frente a esta problemática, y dicho incentivo debería ser aplicado no solo
en los hogares sino también en los centros educativos de todos los niveles.

A pesar de las posibles soluciones que se puedan proponer, la realidad es que las consecuencias
de las fallas que ya son evidentes en los jóvenes al momento de escribir y la dificultad para
comprender lo que está escrito con lenguaje científico, impiden que el individuo explote el
máximo de conocimiento a través de estos medios, por lo que en el futuro será tal vez un
profesional con discernimiento limitado, perdiendo la oportunidad de desempeñar un cargo
importante, o aún peor, conseguir un trabajo se convertirá en un verdadero suplicio. Se puede
demostrar así la importancia de recuperar dichos hábitos, de una forma didáctica quizá, para
atraer e incentivar a los jóvenes a la lectoescritura.
Referencias bibliográficas:

Viñas, R. (sf). LOS JÓVENES, LA LECTURA Y LA ESCRITURA A TRAVÉS DE LOS MEDIOS.

Blanco, D. (2013). Los diez problemas de ortografía más comunes entre los jóvenes.

Ross, T. (sf). La Lectura y los Jóvenes. El Magacín. Recuperado de:

https://www.elmagacin.com/la-lectura-y-los-jovenes/

Reyes, P. (2013). La Importancia de la Lectura y la Escritura. Caligrafix. Recuperado de:

http://caligrafix.cl/blog/la-importancia-de-la-lectura-y-la-escritura/