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4).

OBJETIVOS

 DETERMINAR ANALIZAR LAS NUEVAS TENDENCIAS DE


ENVASES Y EMBALAJES

5) ANALISIS DE NUEVAS TENDENCIAS DE ENVASES Y EMBALAJES

Prospectiva relacionado a los envases y embalaje para el sector agroindustrial, se observa


que la tendencia, hacia el uso de los materiales con fines de preparación de envases y
embalaje, se orienta al plástico, siendo que el metal, la madera y el vidrio serían los menos
usados para propósitos del envasado. Lo indicado se refuerza con los porcentajes de
facturación anual registrados. Por ejemplo, el sector de los materiales plásticos ocupó el
primer lugar en facturación (25% de la producción total en toneladas); el segundo lugar
ocupa el sector relacionado con el cartón ondulado (21% de la producción total en
toneladas); el tercer lugar ocupa el sector que proporciona cartoncillo y papel (ambos con
15% de la facturación); otros como el metal, madera y vidrio posiblemente con una
facturación bastante baja, por lo que no se registra en el Informe. Sin embargo, se indica
que existe una gran diferencia entre la cantidad de empresas que tienen relación con la
producción de envases de diferentes materiales. Por ejemplo, las empresas dedicadas a la
producción de envases del plástico flexible ocupan un 52 % del total de empresas; la
cantidad de empresas dedicadas al cartón ondulado ocupan el 23 % del total de empresas,
siendo que la cantidad de empresas dedicadas a la producción de envases de madera
ocupan el 6 % del total.

RELEVANTES QUE IMPACTARAN EL DESARROLLO INDUSTRIAL

Por razones de la importancia que tendrán los materiales para la preparación de envases
nos referiremos a un conjunto de aspectos relacionados con: tipo y uso de materiales,
tecnologías de envasado y control, etiquetado, satisfacción del consumidor, conservación
de la cocina tradicional, entre otros.

Utilización de recubrimientos por extrusión y laminación de capas ultrafinas menores de


4 micras. Se espera que la demanda de envases flexibles que se emplean para los
productos alimenticios crezca de manera importante en los últimos próximos años. Los
crecimientos más importantes se esperan en el sector de plásticos flexibles laminados,
incluyendo otros tipos de recubrimientos que pueden adaptarse a distintos productos
como son los farmacéuticos. La tecnología de laminación de materiales es una ampliación
de los proceso de laminado de materiales metálicos. Su adaptación hacia los materiales
flexibles de plástico ha dado un estupendo resultado por la elevada productividad, bajo
costo y calidad del material flexible. Es indudable que estos materiales superen los límites
de uso en el sector agroalimentario; pueden ser empleados en forma amplia en el sector
farmacéutico, en el sector frutícola, y otros sectores.

Una de las exigencias importantes del consumidor es que el envase para cualquier
producto posea un peso mínimo y un volumen manejable para la manipulación, transporte
y orden en los anaqueles domésticos. Precisamente, tales exigencias pueden ser
satisfechas si se ofrece al consumidor un producto envasado con materiales flexibles
laminados de espesor muy fino pero con las características adecuadas de resistencia a la
rotura, al desgarre y otras.

El uso de los materiales flexibles laminados permite disminuir el costo de transporte,


aunque no de manera significativa; disminución del costo de obtención del mismo
material lo cual es muy importante para las empresas dedicadas al sector de los envases
y embalajes.

La tecnología de obtención de tales materiales debe garantizar la efectiva prestación del


producto, asegurando que este llegue en las mejores condiciones hacia el consumidor y
permitiendo la mayor flexibilidad del proceso industrial en la obtención del mismo
material y de los productos envasados.

En conclusión, sobre los materiales para envases flexibles, se puede afirmar que aún no
se ha desarrollado, en forma íntegra, la tecnología apropiada; en diferentes laboratorios
de la Comunidad Europea y en algunos de Latinoamérica, los diferentes Centros de I + D
vienen haciendo esfuerzos denodados para el logro de la tecnología deseada en
concordancia con el mejoramiento del nivel de vida del ciudadano común y corriente.

 El mercado nacional e internacional, desde el punto de vista de la cocina tradicional,


requieren la adaptación de los envases a productos precocidos.

Las condiciones laborales modernas y la asimilación del sexo femenino al sector


industrial han creado nuevas condiciones en la preparación de los alimentos con la cocina
tradicional. Este es un tema fundamentalmente práctico que debe ser orientado a las
tendencias industriales con respecto no solamente a los hábitos del consumidor sino a las
nuevas necesidades de tiempo y de economía de la familia - 91 - moderna (los escolares
y estudiantes toman solos sus alimentos mientras trabajan sus progenitores; el trabajador
toma sus alimentos directamente en el trabajo).

Las tendencias generales de diseño se orientan hacia el ahorro de espacio, la reutilización


múltiple del envase, la facilidad de reciclado, la obtención de envases relacionados con
la preparación de comida rápida y precocida, envases para uso múltiple, envases que
permitan el envasado y el aseguramiento de la calidad en un - 93 - sólo proceso, etc. La
introducción y extensión en el mercado de algún elemento adicional que mejore las
cualidades del envase deberá ir acompañada a la presentación de ventajas que repercutan
directamente en el consumidor final. Actualmente se viene experimentando la reacción
del consumidor frente al reemplazo del corcho por un material de silicona para la
preparación de tapones para uso múltiple.

 Nuevos poliésteres que combinen una barrera óptima a los gases y aromas y al mismo
tiempo tengan propiedades de sellado, resistencia al calor y rigidez

El diseño de envases con nuevos materiales definitivamente tiene repercusión para la


industria y para el nivel de vida y del entorno que lo permiten los materiales
biodegradables. En la dirección de este tipo de materiales se presentan dos vías muy
definidas, como son:

 Desarrollo y utilización de métodos no destructivos para analizar los alimentos


envasados que permitan medir el contenido de diversos compuestos en el interior
del envase, como: CO2, O2, grasas y otros, sin perforar éste ni contaminar el
producto.

Cabe resalta que en la gran mayoría de empresas de la Comunidad Europea aún no se


han iniciado trabajos de investigación y desarrollo orientados a la obtención de los
métodos no destructivos mencionados. Ello debido por un lado, a las dimensiones de las
empresas envasadoras y sobre todo a un cierto retrazo en aspectos de innovación
tecnológica. Sin embargo, una revisión rápida de las principales industrias
manufactureras, todo hace ver que existe un elevado interés para la industria en general;
muchas de ellas estarían dispuestas a introducirse en la comercialización inmediata y otras
al uso dado la aplicación práctica de tales métodos.
Es indudable que el uso amplio de éste tipo de métodos tendría una elevada repercusión
en la industria agroalimentaria que, sin lugar a dudas atañe a todos los sectores y
subsectores integrándose a los diferentes niveles de producción: controlar el producto sin
atentar contra él. Definitivamente se tendrá que afrontar en este aspecto el paradigma
sobre la presencia de sensores existentes. Se presenta la oportunidad y desafío del uso de
los envases “inteligentes”, que sean capaces de indicar la evolución de determinados
parámetros, como: la relación tiempo/temperatura a la cual a estado sometido el alimento,
la concentración de gases interna, la relación entre los diferentes gases, la alteración de
algún elemento del sistema, otros. En este aspecto, los diferentes países de la CE vienen
desarrollando actividades de investigación que les han permitido alcanzar resultados muy
importantes y de bastante perspectiva en el mediano plazo.

GRADO DE IMPORTANCIA E IMPACTO SOBRE LA CALIDAD DE VIDA Y EL


ENTORNO.

Es indudable que, el desarrollo de nuevas tecnologías debe buscar el mejoramiento de los


niveles de vida del ser humano, sobre todo si consideramos la dinámica del mercado y el
factor medio ambiente. En este sentido haremos una revisión rápida de las principales
tendencias en cuanto se refiere al consumo de alimentos

 Extensión del consumo de alimentos en paquetes con cierre multiuso tipo


cremallera, superando los problemas actuales de fugas y manteniendo velocidades
adecuadas de producción.

Una de las características importantes del consumidor moderno, por múltiples


razones, es que consume su alimento en diferentes períodos de tiempo; es decir, desea
tener sus alimentos en un envase que le permita abrir y cerrar tantas veces como sea
necesario hasta consumir la totalidad de su alimento, conservando la calidad del
mismo. El uso del cierre multiuso es ya una realidad en el mercado de los países
europeos. Sin embargo, no se han resuelto totalmente los problemas álgidos de fugas,
penetración de microorganismos en los alimentos, y otros. Cabe indicar que, existen
barreras de índole tecnológica que la industria correspondiente deberá afrontar para
la preparación de los cierres multiuso y sobre todo afrontar los límites deseables de
velocidad de producción. Ello será posible si se ensambla en una sola dirección los
esfuerzos multisectoriales y de investigación para desarrollar nuevos procesos
tecnológicos capaces de garantizar la salida al mercado de los envases con cierre
multiuso.

 Importancia del reciclaje del envase de vidrio desde la percepción como más
ecológico por parte del consumidor.

El envase de vidrio, en el mercado europeo tiene una gran aceptación por parte de los
consumidores que lo aceptan como un envase “saludable”, tradicionalmente utilizado
en diferentes tipos de alimentos, con una elevada garantía, mejor que la de

otros materiales y sobre todo con la capacidad de conservar el sabor de los alimentos,
dado su impenetrabilidad e inalterabilidad del alimento. Además de lo mencionado
líneas arriba, el envase de vidrio tiene una gran relevancia desde el lado ecológico. El
consumidor europeo le da al vidrio un alto valor ecológico. Consecuentemente se
asevera que, si se le agrega a la buena percepción que tiene el consumidor sobre el
envase de vidrio, las elevadas propiedades de reciclaje, entonces es posible que en las
siguientes décadas se incremente el uso del vidrio. Sin embargo, existen determinados
aspectos que la industria del envase deberá afrontar. Entre otros, estos aspectos son:
gestión del material para reciclado, recuperación del material del flujo de basura,
costes de reciclado, seguridad de la reutilización del material reciclado dentro del
sector agroalimentario. Si la industria del vidrio, asimila correctamente y en el corto
plazo las percepciones actuales del consumidor, es probable que modifique o haga las
correcciones pertinentes a la tecnología empleada y entonces el envase de vidrio
puede ser considerado como uno de los materiales más interesantes desde el lado del
factor ecológico.

 Introducción al mercado de envases de materiales biodegradables o reciclables en


alimentación.

La contaminación del medio ambiente a partir de los desechos de envases de


diferentes materiales es un problema que se deberá resolver en los próximos
quinquenios a nivel mundial. Es indudable que este tema tiene una repercusión
tecnológica. Se deberá desarrollar envases inteligentes que ensamblen con nuevas
disposiciones legales desde el lado de la no contaminación microbiológica del
alimento a partir del uso de los materiales biodegradables. Sin embargo este tipo de
orientación, impulsada únicamente por requerimientos externos (legales y
normativos) no es, sin duda, un impacto para el desarrollo de la industria del envase
y embalaje.

ENVASES Y EMPAQUES BIODEGRADABLES

Actualmente, muchos esfuerzos están orientados hacia la investigación y desarrollo del


área de envasado de alimentos debido a la demanda de productos cada vez más seguros,
nutritivos, duraderos y de alta calidad, siendo innumerables los avances tecnológicos
conseguidos en este sector. A la hora de elegir un envase para un producto, es necesario
conocer los mecanismos de deterioro primarios del producto y el material que mejor se
adapta a las condiciones del mismo. Se dispone de una amplia gama de envases de
diversos materiales y características para satisfacer la demanda de la gran cantidad de
productos alimenticios que existen en la actualidad. Debido a esta enorme variabilidad no
es posible el uso de un envase ideal que sea válido para todos ellos y, por lo tanto, es
necesario seleccionar para cada uso el envase y la tecnología de envasado más adecuados
en función de distintos parámetros como: las características del producto, forma de
transporte y distribución comercial, vida útil esperada, costos, posibilidad de reutilización
o reciclado de los materiales, compatibilidad con el medio ambiente, etc. Inicialmente,
dentro de las materias primas utilizadas en la fabricación de envases para alimentos se
pueden citar el metal, el vidrio y el papel. En los últimos cincuenta años ha habido una
sustitución gradual de estos materiales por polímeros provenientes de la industria
petroquímica ya que los mismos permiten obtener materiales flexibles con características
distintivas. A pesar de que la mayoría de los productos poliméricos sintéticos derivados
del petróleo garantizan la protección deseada en términos de costo,

Conveniencia, formato, marketing y características físicas, químicas y ópticas, tienen la


desventaja de que no son biodegradables, siendo responsables de gran parte de los
residuos contaminantes que se acumulan en la naturaleza. Además, su fabricación
requiere un alto costo energético y generalmente se descartan tras el primer uso, siendo
su destrucción también muy costosa y contaminante. Por lo tanto, ha surgido la necesidad
de proponer restricciones ambientales basadas en una verdadera política de control de
residuos no degradables con el fin de reducir la cantidad de desechos de envases además
de reutilizar los materiales y reciclarlos para producir nuevos insumos. Así, se han
realizado numerosos estudios para valorar algunos materiales alternativos; en ese sentido,
surgió el concepto de materiales biodegradables asociado al uso de materias primas
renovables. Los mismos son capaces de ser degradados por el medio Conveniencia,
formato, marketing y características físicas, químicas y ópticas, tienen la desventaja de
que no son biodegradables, siendo responsables de gran parte de los residuos
contaminantes que se acumulan en la naturaleza. Además, su fabricación requiere un alto
costo energético y generalmente se descartan tras el primer uso, siendo su destrucción
también muy costosa y contaminante. Por lo tanto, ha surgido la necesidad de proponer
restricciones ambientales basadas en una verdadera política de control de residuos no
degradables con el fin de reducir la cantidad de desechos de envases además de reutilizar
los materiales y reciclarlos para producir nuevos insumos. Así, se han realizado
numerosos estudios para valorar algunos materiales alternativos; en ese sentido, surgió el
concepto de materiales biodegradables asociado al uso de materias primas renovables.
Los mismos son capaces de ser degradados por el medio.

Películas biodegradables

Dentro de los materiales que pueden utilizarse para desarrollar envases para alimentos se
encuentran las películas biodegradables. Estas películas no pretenden reemplazar a las de
polímeros sintéticos sino que se proponen como envases auxiliares mejorando la
eficiencia de los materiales tradicionales. La utilidad de estas películas está determinada
por sus propiedades mecánicas y de barrera, las cuales dependen de la microestructura y
composición. La interpretación de estos aspectos básicos aporta datos útiles y permiten
caracterizar las películas desarrolladas para su aplicación industrial. Las formulaciones
deben incluir al menos un componente capaz de formar una matriz cohesiva y continua.
Los materiales básicos utilizados para el desarrollo de las mismas son: proteínas (de
gluten, de suero, de leche, etc), lípidos (ceras naturales, ácidos grasos, etc.) y
polisacáridos (celulosa y derivados, almidón y otros hidrocoloides), (Embuscado y
Huber, 2009).

Otro de los componentes que se incluye en las formulaciones son los plastificantes, los
cuales ayudan a mantener la integridad de las películas, ya que reducen su fragilidad,
aumentando la flexibilidad y la resistencia a la ruptura (Sothornvit y Krochta 2005).

Los requerimientos básicos para un plastificante en un sistema polimérico son su


compatibilidad con el polímero formador de la matriz y su permanencia dentro de la
estructura resultante Al adicionarse a la formulación, los plastificantes se asocian
fisicoquímicamente con el polímero, reduciendo la cohesión de la estructura, interfieren
en la asociación de las cadenas poliméricas, facilitan su deslizamiento, por lo que
aumentan la flexibilidad de las películas. Ejemplos de plastificantes de grado alimentario
son los polialcoholes (glicerol, sorbitol, manitol, sacarosa, propilenglicol y
polietilenglicol), siendo el agua el plastificante más común (Lazaridou y Biliaderis, 2002;
Mali y col., 2002).

Biodegradables

son aquellos materiales capaces de descomponerse en dióxido de carbono, metano, agua,


componentes inorgánicos o biomasa, mediante la acción enzimática de microorganismos,
que puede ser medida por tests estandarizados en un período específico de tiempo, en
condiciones normalizadas de depósito. Las velocidades de biodegradabilidad dependen
enormemente del espesor y geometría de los artículos fabricados. Las velocidades altas
de degradación se obtienen para films de bajo espesor, mientras que los artículos más
gruesos: platos, bandejas, etc. pueden necesitar tiempos elevados para degradarse
biológicamente.

PELÍCULAS ACTIVAS DE ALMIDÓN DE MAÍZ

La tendencia actual y con buenas perspectivas a futuro consiste en incorporar aditivos a


las formulaciones con el fin de ampliar la funcionalidad de las películas biodegradables
(Li y col., 2006). Se pueden agregar agentes antimicrobianos, antioxidantes y otros
preservativos, además de vitaminas y minerales para enriquecer las formulaciones desde
el punto de vista nutricional. La incorporación de agentes activos a diferentes matrices se
ha utilizado comercialmente para la liberación de drogas y pesticidas en artículos para el
hogar, textiles, implantes quirúrgicos, productos farmaceúticos y otros dispositivos
biomédicos pero pocas aplicaciones relacionadas con los alimentos están disponibles
actualmente. Para prevenir la contaminación microbiana de los productos alimenticios se
utilizan agentes antimicrobianos que pueden incorporarse en los alimentos durante su
elaboración o aplicarse en la superficie de los mismos (Kim y col., 2002). Estos
procedimientos presentan una limitada efectividad debido a la rápida pérdida de actividad
de los aditivos incorporados. Una opción innovadora es el desarrollo de envases activos
antimicrobianos que permiten una mejor eficiencia en la protección de los alimentos ya
que ofrecen una mayor estabilidad del preservador con la finalidad de extender la vida
útil y/o mejorar la calidad del alimento.
Los envases antimicrobianos se pueden desarrollar a partir de diferentes tecnologías:

1. Adición de bolsas que contienen agentes antimicrobianos dentro del envase.

2. Incorporación de agentes antimicrobianos dentro de la matriz polimérica del envase.

3. Incorporación de agentes antimicrobianos sobre la superficie del polímero.

4. Inmovilización de agentes antimicrobianos dentro de la matriz polimérica por enlaces


iónicos o covalentes.

5. Utilización de polímeros que son inherentemente antimicrobianos.

Se han publicado numerosos artículos y patentes sobre la incorporación de


antimicrobianos naturales y sintéticos (algunos con status GRAS), en papel y materiales
termoplásticos para desarrollar envases activos que protegen a los alimentos de una
amplia variedad de microorganismos que limitan su vida útil.

El estudio de las propiedades de las películas biodegradables que contienen


antimicrobianos y su monitoreo durante el almacenamiento resultan indispensables con
el fin de proponer aplicaciones para los envases activos desarrollados a partir de las
mismas. Así, los envases activos despiertan un gran interés en la industria alimentaria,
orientándose actualmente las investigaciones hacia el desarrollo de este tipo de envases.

ENVASES INTELIGENTES PARA LA CONSERVACIÓN DE ALIMENTOS

En la actualidad, la competencia en la industria alimentaria es muy elevada y cualquier


empresa que no ofrezca la calidad en sus productos está condenada al fracaso. El
consumidor exige cada vez más y la industria se mantiene en pie ofreciendo lo que se le
pide: calidad, seguridad e inocuidad. Es importante, pues, destacar la labor que llevan a
cabo las autoridades para poder ofrecer los alimentos de excelente calidad (Gimferrer,
2009).
Las tecnologías emergentes en materia de conservación de alimentos, se han convertido
en el centro de atención de gran parte de la industria alimentaria.
Las cada vez más altas exigencias de calidad de los productos, significan que el
desempeño del envase que los contiene ya no se mide según las tres funciones típicas,
que son contener, proteger e informar, y que se conceptualizan como los elementos
satisfactores del consumidor final. Actualmente existe una gran variedad de materiales,
con diferentes permeabilidades a los gases, con resistencias variables y permisividad a la
luz (transparentes, traslúcidos, opacos), pero además, existen elementos que permiten
conocer si la temperatura ha sido constante durante el almacenamiento o si ha habido, por
tanto, roturas de la cadena del frío, así como la concentración y la composición del gas
en el interior (Rodríguez, 2004).

Generalidades del envasado


Los alimentos han sido envasados de muy diversas maneras desde hace miles de años. El
envasado, además de ayudar a guardar o transportar los alimentos, los preservaba y los
protegía
de agentes ambientales dañinos como el agua, el aire o la luz. Los primero s envases de
alimentos eran esencialmente rígidos (barriles, frascos, latas...) y se fabricaban
básicamente utilizando metales como el acero y el vidrio. Más tarde se introdujeron los
plásticos y materiales
Flexibles.
Algunos envases incorporan materiales o sistemas activos de control de parámetros tales
como humedad, contenidos de gases o sustancias bacteriostáticas que impiden el
crecimiento de microorganismos (Gimferrer, 2009).

Actualmente, los envases son esenciales para la comercialización de los alimentos, ya que
además de ofrecer una mejor conservación, mayor tiempo de vida de anaquel y seguridad
e información para el consumidor, deben generar un impacto visual que los diferencie de
productos similares para lograr la preferencia de los consumidores a quienes va dirigido
el
Producto (Cruz, 2006)
.
El propósito de los envases es preservar la calidad y seguridad del producto que contiene,
desde
su fabricación hasta el momento en que es utilizado por el consumidor, igualmente la
importante función del envase, es proteger el producto de daños físicos, químicos, o
biológicos, cuando los envases no cumplen su función protectora, el resultado puede ser
u n producto inseguro, especialmente cuando se produce una contaminación por
microorganismos, provocando una indeseable pérdida en la integridad del producto
(Nettles, 2002)
En los últimos años, los sistemas de envasado para alimentos han ido evolucionando
como respuesta a las exigencias de los consumidores en cuanto a caducidad, conservación
de sus propiedades, frescura y apariencia. Por una parte, los métodos modernos de
marketing necesitan un envasado atractivo que comunique algo al consumidor, para que
de esta forma este adquiera el producto y en segundo lugar, los envases han ido
evolucionando a lo largo de los años como respuesta a los profundos cambios en la forma
de vida, y la industria del envasado ha tenido que responder a esos cambios (García,
2008).

Envases inteligentes

Un envase inteligente se define como un sistema que monitoriza las condiciones del
producto envasado, siendo capaz de registrar y aportar información sobre la calidad del
producto o el estado del envase, poniendo en evidencia las posibles prácticas “anormales”
que haya sufrido el alimento o el envase durante toda la cadena de suministro, como lo es
el transporte o el almacenamiento (García, 2008).

Es importante destacar la diferencia que existe entre envase activo y envase inteligente,
mientras que el envase activo interacciona con el producto o con su entorno para mejorar
uno o más aspectos de su calidad o seguridad, el envase inteligente es capaz de registrar
y suministrar información relativa al estado del envase y/o producto. El envase inteligente
se basa en una tecnología emergente que usa la función “comunicación” del envase para
mejorar la calidad y seguridad de los productos que contiene, ya que es un sistema de
embalaje capaz de llevar a cabo las funciones inteligentes como detectar, sentir, grabar,
trazar, comunicar y/o aplicar lógica inteligente con el fin de aumentar la vida útil, la
seguridad, mejorar la calidad, informar y evitar posibles problemas. Dentro del sistema
global de embalaje, el envase inteligente es el encargado de recoger y procesar la
información procedente del entorno con la finalidad de transmitirla al consumidor /
usuario de ese envase (Aguirre, et al, S/F)

Finalidad y función de los envases inteligentes

El objetivo del envasado inteligente es controlar la seguridad y calidad de los alimentos.


Estos sistemas monitorizan los mecanismos de alteración del alimento que son debidos a:
 Procesos fisiológicos (p. ej., respiración de frutas)
 Químicos (p. ej., oxidación de lípidos)
 Biológicos (bacterias, mohos, levaduras y parásitos)
 Y que a su vez, están relacionados con:
 Cambios de pH
 Actividad del agua
 Concentración de gases
 Temperatura, etc.
Los sistemas inteligentes se basan en el seguimiento de estos cambios para
informar al consumidor sobre el estado del producto. Este tipo de envasado es
beneficioso no sólo para el consumidor sino también para la industria ya que
proporciona a los productos un valor añadido permitiendo monitorizar la calidad
de los alimentos, mejorar la gestión de la cadena de producción o conseguir un
eficaz sistema anti-fraude/anti-pirateo (Bravo, 2006).

Ventajas de los Envases Inteligentes Un gran aporte al consumidor final que hacen los
envases inteligentes, está en aquellas características que facilitan el consumo o uso de los
contenidos, siendo en este caso, la industria alimentaria la gran beneficiada. Considerando
las actuales tendencias de los alimentos procesados listos para consumo o para cocción,
los envases inteligentes aportan novedosas opciones que facilitan las distintas formas de
preparación y consumo de alimentos, sin necesidad de vaciar el contenido a otros medios
para su cocción y preparación

Nuevas tendencias de los envases inteligentes

Son muchas las diferentes vertientes y posibilidades que ofrece el envase inteligente
desde el uso de etiquetas RFID que son capaces de identificar, trazar en incluso
monitorizar al producto y/o envase a lo largo de toda la cadena de distribución hasta los
indicadores que a través de un cambio de color informan en tiempo real del estado en el
que se encuentra el producto. Pero la necesidad de diferenciación en el mercado y la
inquietud del propio consumidor, que es cada vez más exigente y demanda más seguridad,
ha impulsado la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías aplicables al envase
y embalaje con el fin de convertirlo en un medio de comunicación veraz y efectivo.
Dentro de las tendencias actuales podemos destacar el desarrollo de tecnologías como la
impresión de elementos electrónicos (“printed electronics”), esta tecnología permite
imprimir componentes electrónicos tales como: circuitos, antenas, sobre diferentes
sustratos o materiales a través de tintas conductivas, lo cual hace que sea una herramienta
muy versátil en su aplicación sobre los diferentes materiales de envase. La introducción
de esta tecnología permitirá desarrollar potentes y llamativos dispositivos comunicativos
como en el caso de los llamados papeles interactivos. Ejemplo de esta tecnología es un
proyecto desarrollado por ACREO en colaboración con AddMarkable AB en el que se
desarrolla un envase capaz de iluminarse y emitir sonidos cuando se toca un sensor
impreso en el mismo envase o, por otro lado, el multinacional Storaenso que ha
desarrollado un sistema de apertura automático basado en un sistema de laminación
controlada del adhesivo de unión cuando se aplica un determinado voltaje (Aguirre, et al,
S/F)

BIBLIOGRAFIA

Aguirre, R. M., Herranz, N. Envases inteligentes: Información y seguridad en el envase.


Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (ITENE).

Embuscado, M. y Huber, K. Edible films and Coatings for food Applications. Springer,
London New York. (2009).

Lazaridou, A. y Biliaderis, C. (2002). Thermophysical properties of chitosan. Chitosan-


starch and chitosan-pullulan films near the glass transition. Carbohydrate Polymers, 48,
179 – 190.

Bravo, M. A. (2006). ¿Hacia dónde van los envases para alimentos y bebidas?, la AMEE
responde. Alimenpack Julio – Agosto.

Cruz, C. H. (2006). Los envases para alimentos y su diseño. Mundo Alimentario Marzo
– Abril: 26 – 28.
García, L. M. L. (2008). Envasado al vacío y en atmósfera modificada y utilización
potencial de los envases activos e inteligentes en la carne de aves. Revista del Comité
Científico 7: 49

Nettles, C. C. (2002). Microbial Control by Packaging: A Review. Critical Reviews in


Food Science and Nutrition, 42(2):151–161.

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