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CONSIGNAS

1) A partir de la bibliografía asignada, analice en Fausto de J.W. von


Goethe las razones por las cuales se sostiene que esta obra no
responde totalmente a la tradición clásica. Proponga ejemplos en su
argumentación.
2) Analice uno de los poemas trabajados en clase de F. Hölderlin (“A la
Naturaleza”, “Como cuando en día de fiesta…”, “Mitad de la vida” o
“Paseo”), haciendo referencia al tema de la naturaleza como motivo
central en la poética del autor y de la época.

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1)
El Fausto de Goethe tiene el carácter de una obra fragmentaria, está
compuesta en veinticuatro escenas, una “Dedicatoria” y el “Preludio en el
teatro”. Estos últimos se ajustan a la composición clásica, sin embargo el
alejamiento de la obra de este canon se puede encontrar casi a lo largo de toda
ella. Las unidades de tiempo y espacio se disuelven al desarrollarse las
escenas en diferentes lugares y en días y momentos del día diferentes. La
escritura presenta tramos en versos de distintos pies métricos y también se
desarrolla en prosa como ocurre en la escena “Día gris”, sin embargo esto no
implica una pérdida de la forma en cuanto al carácter de unidad que logra
otorgarle al contenido.
El tratamiento que Goethe le da a la caracterización del héroe también
se modeliza en torno de cambios en su comportamiento y en el modo de
enfrentar sus conflictos. De un soñador que busca el saber de los saberes de
modo desesperado, y, que, ante la presunción de la imposibilidad de ello, llega
al punto de renunciar al deseo de vivir, pasa a un hombre de mundo, anhelante
de experiencias. Esta metamorfosis, se nos presenta intermediada por una
experiencia de intenso carácter emocional al oír las campanadas de la Pascua
de Resurrección que lo transportan a sus vivencias infantiles y, como dice
Berman, como por efecto de un Deus ex machina, de la profunda congoja sale
a la luz del día. Se mezcla con los otros, gentes del pueblo, y ese abrirse,
propiciará la circunstancia que lo pondrá frente a Mefistófeles. De este
encuentro surgirá la instancia del pacto que lo transformará en hombre
mundano expectante del amor.
En los primeros avatares de su nueva amistad, estará en circunstancia
de ensoñaciones y mirajes. Verá a la bella Helena en el espejo en la cocina de
la bruja y esa visión lo hará arder en deseo. Ahora, el amante, el deseante,
estará preparado, rejuvenecido y poseedor de disponibilidades gracias al
dinero de Mefistófeles podrá hacerse del anhelado objeto, la amada. Es aquí
donde entra en escena Margarita, la bella joven inocente que encontrará en
Fausto, Enrique para ella, la oportunidad de liberación de las ataduras morales
que la sujetan. Su transformación no será el mero producto de una seducción
mediada por costosos regalos, sino la desujeción de íntimos impulsos
reprimidos que se enfrentan con el mundo que la rodea.

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Los personajes se presentan atravesados por dualidades contradictorias.
Por un lado Fausto un soñador, que en un momento siente el malestar de
haber podido tener responsabilidad en la muerte de pacientes junto con su
padre como médico, puede aparecer como indolente frente al costo humano
que implica su desenvolvimiento como sujeto. Asimismo, Margarita, una
doncella que se permite atravesar los fantasmas más intensos a fin de
proseguir el camino de su transformación y Mefistófeles, un demonio que
intenta el mal pero produce el bien.
Volviendo a la composición de la obra, en cuanto a la versificación,
vemos como toma métricas más reducidas en los parlamentos de personajes
menores y se extienden en los Fausto y Mefistófeles. Por otro lado, en cuanto a
su conjunto formal, el mismo autor la concibió, de algún modo, como un
collage. Incorporó en ella partes creadas para otros trabajos como “Preludio en
el teatro” y “La noche de Valpurguis”. Este método compositivo da cuentas de
un rechazo de fórmulas y sistemas, de una fascinación por lo multiforme así
como se da la vida natural. Es de señalar por último el homenaje a
Shakespeare que representa en Fausto el engarce de “Sueño de una noche de
Valpurguis”
Evidentemente Goethe compromete su trabajo con un diálogo entre los
elementos clásicos y las reglas que está dispuesto a destender. De algún modo
este procedimiento le permite al autor, como al héroe romper con la asfixia de
lo cerrado y rutinario y abrirse un camino de peregrino por las oportunidades
que le ofrece el arte literario.

2)
El poema de Friedrich Hölderlin, Como cuando en día de fiesta…, que
pertenece a la serie de “Poemas tardíos” o “De la torre”, se abre con una
estrofa en la cual, en tono hímnico se describe la alegría del labrador que,
después de la tormenta en la tibia noche de rayos helados, se halla frente al
espectáculo de lo verde y frutal. En esta estrofa también encontramos una
referencia a algo del orden de lo divino que se recuperará luego en la sexta en
cuanto al nacimiento de Baco, la viña que, de la lluvia alegre del cielo, gotea. El
poema se organiza en ocho estrofas, las cuales con excepción de la quinta de
ocho versos y la octava de tres, se desarrollan en nueve. La métrica y la rima

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son libres, pero el ritmo fluye casi a la perfección en el encabalgamiento de
versos. La forma en que se yuxtaponen las proposiciones, parataxis, aparece
como íntimamente ligada con este efecto en tempo y tono.
La primera estrofa se cierra con dos puntos y la segunda abre con el
adverbio “así” estableciendo una comparación entre el labrador y el poeta que
se desarrollará a lo largo del poema. Así comienza esta explicitación sobre la
condición del poeta y su posición entre la naturaleza y los hombres. Los cuatro
primeros versos de la segunda estrofa presentan la primera comparación entre
el labrador y los poetas, aquellos que no educa nadie sino la potente
Naturaleza. Relación que de algún modo puede llevarlos a estos a alguna
forma de melancolía cuando ella parece dormir, pero, en ese pasaje
temporario, los poetas no dejan de presentirla. Ella, como maestra divina, les
ha enseñado que presintiéndose es que reposa. Repentinamente el canto
vuelve a tomar un tono hímnico en la tercera estrofa. El poeta anuncia que por
esperar su resurgir lo ha visto y, así, su palabra es la que está en condiciones
de nombrar, pero no todo. El poeta nombra, pero es, a su vez, curador de lo
sagrado. Y se alza el canto en himno triunfal, en su reengendramiento, a la
creadora de Todo, y vuelve súbitamente a un tono lento, y se deriva el poeta a
los signos de los dioses, esos, que para él, son, de lo divino, el lenguaje. Estos
temporales entre cielo y tierra y entre pueblos, pensamientos son que terminan
en silencio en el alma del poeta, porque la palabra poética instaura la verdad.
Funda el sentido de lo que es y se conoce. Entonces, el alma del poeta, dueña
de lo sagrado, tocada, sacudida, inflamada, habrá de cumplir con que se logre
ese fruto de amor, la poesía, obra de los dioses y los hombres, que de ambos
da testimonio como Semele que por su poderoso empeño, parió la divinidad del
licor de las vides, el fuego celestial del que los hombres alegremente beben.
Para Hölderlin, los poetas, hombres de corazón limpio, son quienes
están llamados a sostener el mismo empeño que Semele y tomar el rayo del
cielo y, aún mismo, a la propia divinidad entre las manos, sin temor, como no
temen los dioses. Así, con la cabeza descubierta bajo la tempestad, hacerse
del fuego divino para traer a los hombres los dones de lo eterno en las cifras de
la poesía, porque son los poetas quienes compartiendo penas de dios,
conservan el corazón eterno firme, para hacer en el canto la vida, al saber que
la vida es, en sí misma, canto.

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En este poema, la naturaleza es la gran unidad, la cosa misma de la que
hasta son engendrados los dioses. Es ella con la que entra en relación la
poesía, como sostiene Blanchot “(…) no es la naturaleza como planta, pueblo o
cielo, menos aún la naturaleza como conjunto de cosas reales, sino lo que
Empédocles llama la totalidad sin límites: (…) un Todo donde no obstante se
integra y se comprende esa libertad de no ser limitado por nada” (2004: 196)

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BIBLIOGRAFÍA
Textos Fuente
Bunge, Augusto (traductor) & Johann Wolfgang von Goethe:Fausto. 2ª ed.
Sección Anglogermánica del Instituto de literatura de la facultad de filosofía y
letras de la Universidad de Buenos Aires. 1949

Valverde Pacheco , José María (traductor) Friedrich Hölderlin: “Como cuando


en un día de fiesta…”, en Poemas. Icaria. Barcelona. 1983.

Obras críticas
Berman, Marshall: “El Fausto de Goethe: La tragedia del desarrollo”, en Todo lo
sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la modernidad. Siglo XXI.
Buenos Aires. 1989.

Blanchot, Maurice: “El itinerario de Hölderlin”, en El espacio literario, trad. Jorge


Jinkis y Vicky Palant. Paidós. Barcelona. 2004

________________: “La palabra “sagrada” de Hölderlin”, en Revistas Estudios


de Filosofía. Universidad de Antioquia. Nº 9, Febrero de 1994.

Heidegger, Martin: “Hölderlin y la esencia de la poesía”, en Arte y Poesía.


F.C.E.Buenos Aires. 1992.

________________: “Carta a Böhlendorf”, en Correspondencia completa. Ed.


Hiperión.Madrid. 1990.

Hölderlin, Friedrich: “Estudio preliminar”, en Poesía última. El hilo de Ariadna.


Buenos Aires. 2016.

Vedda, Miguel: “Sobre la «unidad» de la biografía y la obra goetheanas:


destrucción de un mito”, en Leer A Goethe. Quadrata. Buenos Aires. 2015.

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