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1.1 INTRODUCCIÓN
• El clima modifica las propiedades físicas, químicas y mecánicas del suelo. Por
ejemplo, la lluvia incorpora elementos químicos al suelo como a su vez, por
percolación lixivia nutrientes o por la escorrentía del agua en superficie, puede
producirse erosión.
• En las diversas plagas, la influencia del clima y tiempo afecta la susceptibilidad de las
plantas y animales, la biología de los insectos, los agentes patógenos y la
oportunidad y eficiencia de las medidas de control llevadas adelante.
Para poder diferenciar estos dos conceptos, se puede indicar que el clima hace
referencia al conjunto de condiciones atmosféricas que caracterizan a una región. El clima
supone una información enfocada a un período temporal más largo, treinta años como
mínimo. Por lo cual muchos autores coinciden en definir al clima como aquel conjunto de
fenómenos meteorológicos que describe al estado medio de la atmosfera en un determinado
lugar. También se lo puede definir como el conjunto de valores meteorológicos normales
que ocurren en un lugar. Por ejemplo, el clima de mi región es subtropical, con
precipitaciones marcadas en la temporada de verano.
En cambio, al hablar del tiempo nos referimos a las variables atmosféricas en un cierto
momento, en un mismo lugar. Se lo describe midiendo los elementos propios del tiempo
(temperatura, humedad, precipitación y vientos), al que hay que agregar las nubes
presentes (en cantidad y tipo) y los fenómenos especiales que tengan lugar, en el lugar de
observación (tormentas). Un ejemplo: el tiempo en la localidad de Río Primero es cálido,
parcialmente nublado, sin vientos y con una temperatura, en estos momentos, de
27ºC. El tiempo atmosférico de una región específica se considera como el estado o
condición que posee la atmósfera, en un momento dado, sobre esa región determinada. Es
así que los elementos del tiempo son variables, por lo que en un mismo lugar el tiempo
puede cambiar en forma repentina debido a que uno o varios de sus elementos hayan sido
modificados. Por ejemplo: el día puede estar bien claro y soleado y de a ratos se oscurece
con posibilidades de lluvia. Esto implica que por los cambios en las condiciones
atmosféricas propias del lugar, el tiempo puede verse modificado y resultar cambiante,
llevando a la principal razón por la cual las predicciones del tiempo suelen no ser exactas.
Suele encontrarse mucha confusión entre ambos conceptos (tiempo y clima). El tiempo
en un momento y lugar determinado se caracteriza por un número de magnitudes físicas
que pueden medirse y que se ven manifestadas a través de circunstancias ambientales
específicas que son observables y descriptibles. El tiempo atmosférico es el estado de la
atmósfera en un momento y lugar determinado. El estudio de las condiciones atmosféricas
lo realizan los meteorólogos, los cuales pueden predecir con un margen de error, el estado
del tiempo en un lugar, a través de observaciones de un instante determinado, mientras que
para indicar el clima se emplean datos promedios que generalmente surgen de la
información recopilada durante varios años en observaciones regulares y continuas. En
síntesis, “el clima es definido como el conjunto de las diversas modalidades diarias y
anuales que el tiempo presenta, con cierta frecuencia en cada lugar”.
Entonces, podemos definir a los elementos del clima como aquellas características que
nos sirven para evaluarlo, definirlo y clasificarlo; por otra parte, los factores como los hechos
astronómicos geográficos y aún meteorológicos que determinan las particularidades de
aquellos elementos, son considerados las causas del clima.
ELEMENTOS
• Insolación
Cantidad de radiación solar que es recibida por la superficie terrestre. Es variable según
la latitud y la orientación producida por el relieve. Es medida con el heliógrafo en número de
horas de insolación.
• Lluvia
Las nubes se forman al producirse el enfriamiento del aire, provocando la condensación del
vapor de agua, hasta ahora invisible, en gotitas o partículas de hielo visibles. Las partículas
son tan pequeñas que son sostenidas en el aire por leves corrientes verticales. En gran
parte, las diferencias entre formaciones nubosas se deben a variaciones en las
temperaturas de condensación. Cuando se produce a temperaturas inferiores a la de
congelación, las nubes suelen estar formadas por cristales de hielo; las que se forman en
aire más cálido suelen contener pequeñas gotas de agua. Por otro lado, encontramos que
afecta su formación el movimiento de aire asociado al normal desarrollo de las nubes. Las
nubes se forman en espacios con aire en estado de reposo tendiendo a aparecer en
estratos o capas, mientras que las que aquellas nubes que se forman entre vientos o aire
con fuertes corrientes verticales presentan un importante desarrollo vertical. Unos de los
instrumentales más utilizados para medir la nubosidad es el nefómetro.
• Presión atmosférica
La presión atmosférica puede ser definida como el peso de la masa de aire por unidad
de superficie, razón por la cual la presión puede ser mayor a nivel del mar que sobre las
cumbres de las montañas, sin embargo, no es dependencia única de la altitud. Al momento
en que existan grandes diferencias de presión se pueden visualizar con cierta facilidad;
puesto que con una presión alta nos sentimos mucho más cansados, situación que suele
ocurrir en un día de verano. Con un valor de presión demasiado baja (por ejemplo, encima
de los 3.000 metros sobre el nivel medio de los mares) nos sentiremos más ligeros, pero
también tendremos mayor dificultad al respirar.
• Viento
• Temperatura
• Humedad
• Radiación
• Evaporación
La evaporación puede ser definida como el proceso que transfiere agua desde el suelo
de vuelta a la atmósfera; cuando el agua pasa de la fase líquida a la gaseosa. Los índices
de evaporación del agua poseen influencia de varios factores tales como la radiación solar,
la temperatura, la humedad y el viento. El agua que existe en ríos, lagunas y lagos, es
FACTORES
• Movimiento de la Tierra
A través del movimiento de rotación que efectúa sobre su propio eje se eleva la fuerza
centrífuga junto a la línea del ecuador y achatando la zona de los polos. La circunvalación
que produce la Tierra supone un recorrido de más de 40.000 kilómetros. El movimiento de
rotación se realiza desde el Occidente (Este) al Oriente (Oeste) y da una vuelta completa
sobre su eje en 23 horas, 56 minutos y 41 segundos. A consecuencia de este movimiento
existe la sucesión de días y noches. Por otra parte, el movimiento de rotación afecta también
a todos los vientos, excepto aquellos próximos al paralelo del Ecuador. A este efecto
específico se lo denomina Efecto de “Coriolis”.
La posición inclinada del eje de rotación de la Tierra produce que el plano del Ecuador y
la eclíptica se corten formando un ángulo aproximado de 23º 27'. Este ángulo de inclinación
genera que en los trópicos se reciba cada día dos veces y media más calor que en los
polos, a la vez que produce una variación en la duración del día y la noche y la consiguiente
diferencia en la energía recibida según la latitud.
La velocidad media en que la Tierra da una vuelta alrededor del sol es de 29,76
kilómetros por segundo, demorando para ello 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos.
A este movimiento se lo denomina de traslación. En este recorrido (revolución) se describe
una elipse en uno de cuyos focos se encuentra el Sol. El movimiento de traslación de la
Tierra y la inclinación del eje terrestre provocan una variación en la inclinación de los rayos
solares que según la latitud y las diferentes épocas del año, dan lugar a la sucesión de
estaciones (verano, otoño, invierno, primavera) separadas por dos equinoccios (el 21 de
marzo y 21 de marzo) y dos solsticios (21 de junio y 21 de diciembre).
Las líneas de latitud son denominadas paralelos y se van acortando a medida que se
acercan a los polos. Desde ese lugar cualquier punto del globo puede ser descripto en
términos de distancia angular desde los puntos de referencia del ecuador (0 grados de
latitud) y del meridiano de Greenwich (0 grados de longitud).
Las zonas climáticas serán distintas según la latitud en que se encuentra el lugar o la
región, encontrándose zonas frías en los extremos, que se van transformando en templadas,
hasta llegar a cálidas en la zona media del planeta sobre el Ecuador.
La disposición y forma del relieve influyen en la circulación del aire. Por ello la
topografía terrestre puede modificar el modelo de flujo que posee el aire sobre áreas muy
amplias a la vez que generar sistemas de circulación local completamente independientes
entre unos y otros. Si el pico de una montaña se ubica aislado en una región, el flujo de aire
puede bifurcarse (separarse en dos) y fluir a su alrededor, más que subir por aquel. Es
razón por la cual las localidades o establecimientos agrícolas situados próximos a las zonas
montañosas, y especialmente en los desfiladeros pueden experimentar vientos más fuertes
que en las propias cimas.
En menor importancia existen también los micro factores o factores locales, son
aquellos que afectan en el lugar específico, como la topografía local, tipo de suelo y tipo de
cubierta (cubierta vegetal, hielo, nieve).
• Altitud
Se puede definir la altitud como la distancia vertical entre un punto existente sobre la
superficie terrestre (por ejemplo la cima de una montaña) y el nivel medio de los mares
(superficie del mar). En general, cuanto mayor sea la altitud sobre el nivel del mar, menor
será la temperatura. La diversidad de paisajes que se encuentran a lo largo de la cordillera
de los Andes se encuentra muy ligada a la altitud. De este modo, mientras los picos están
cubiertos de nieve, los valles interiores son semitropicales.
La atmósfera puede ser considerada como una máquina térmica, siendo el sol la fuente
de energía. La radiación solar calienta la superficie terrestre y el suelo entrega a la
atmósfera su calor. Está claro que el sol no calienta de igual modo siempre; así el efecto del
día o la noche, posición con respecto a los polos o al Ecuador, mar y continente, bosques y
desiertos, marcan grandes diferencias. Esto produce que la atmósfera sufra un
calentamiento diferencial.
COMPOSICIÓN DE LA ATMÓSFERA
Una definición común de la atmósfera es: envoltura gaseosa que rodea a la tierra. La
mezcla mecánica compuesta por distintos gases de poca actividad química conforma el aire,
lo cual explica que la atmósfera sea una mezcla y no una combinación de estos gases.
Dentro de esta mezcla, el oxígeno es el único elemento activo, pero al estar rodeado por
elementos que poseen poca actividad no permite combinación alguna.
La lluvia arrastra al CO2 como ácido carbónico débil, el cual extrae por lixiviación
minerales de las rocas, especialmente Calcio. A través de los ríos y arroyos estos minerales
llegan al océano, en donde son incorporados a las conchas de los organismos marinos que
al morir caen al fondo el mar, donde lentamente forman depósitos de piedra caliza. Ahora
bien, si esta eliminación del CO2 existente en la atmósfera y su almacenamiento en caliza
continuase constantemente sin obstáculos que interfieran, la atmósfera quedaría sin CO2,
gas fundamental junto al vapor de agua para el efecto invernadero, el clima de la tierra
se volvería frío conduciéndonos a un período de tipo glacial. Un efecto contrario ocurriría
con la acumulación del CO2 y otros gases en demasiada cantidad, produciendo el
calentamiento global; razón por la cual el CO2 juega un importante papel como regulador de
la temperatura de la Tierra.
ESTRUCTURA DE LA ATMÓSFERA
La atmósfera está formada por las siguientes capas: tropósfera, estratósfera, mesósfera,
termósfera y exósfera. De este modo, su estructura se basa en la división que se hace
atendiendo a la distribución o variación vertical de la temperatura.
La tropósfera, es la primer capa y se extiende desde el nivel del suelo hasta una altura
media aproximadamente a unos 12 kilómetros. Es la región con mayor importancia dentro
de la atmósfera al desarrollarse en ella la vida. Por otra parte, allí tienen lugar la mayoría de
los fenómenos atmosféricos observables en la naturaleza, lo que lleva a la ocurrencia de los
fenómenos más relevantes para la climatología. La temperatura disminuirá en la
Por estas razones, la altura parece estar relacionada directamente con los valores de la
temperatura y de la presión que se encuentra a nivel del mar; de hecho, se ha comprobado
una diferencia importante entre el espesor de la tropósfera en la línea del Ecuador, donde
puede alcanzar una altura aproximada de 16 kilómetros a diferencia de en los polos, cuando
la altura máxima registrada es de solamente 8 kilómetros.
a- Atmósfera inferior: Desde el suelo hasta los 2 metros. La capa más próxima al suelo;
en ella se observan las mayores amplitudes de temperatura y humedad.
b- Capa terrestre: Desde los 2 metros hasta los 2 Km. Se caracteriza por la
predominancia de movimientos verticales de aire.
c- Tropopausa: superficie de discontinuidad claramente definida y que se caracteriza,
entre otras cosas, por el hecho de que el ritmo con el que disminuye la temperatura con
la altura desciende bruscamente. Funciona como límite de la tropósfera y actúa de
techo del tiempo por su gran estabilidad. Ésta se sitúa entre los 2 kilómetros y los 12
kilómetros. Los movimientos del aire predominantes son los horizontales por esto
también es denominada como advectiva. La tropopausa es al nivel al que llegan la
mayoría de las tormentas conectivas. Unas pocas tormentas conectivas de intensidad
excepcional llegan a superar la tropopausa en un par de kilómetros solamente.
Sobre la estratósfera existe otra capa delgada en la que el gradiente vertical que existe
de temperatura cambia bruscamente su valor. A esta capa se le conoce con el nombre de
estratopausa (a 80 kilómetros de altura). Por encima de la mesósfera hay otra capa
delgada intermedia que recibe el nombre de mesopausa y, a continuación, se sitúa la
siguiente capa atmosférica conocida con el nombre de termósfera, llamada así por el rápido
aumento que nuevamente experimenta la temperatura con la altura, aunque su perfil térmico
cambia bruscamente entre el día y la noche. Las densidades son extremadamente bajas en
esta capa, a su vez, en ella se comienzan a separar los componentes principales del aire.
Por ello, mientras que la parte inferior de la termósfera está formada sobre todo por
moléculas de Oxígeno y Nitrógeno, a partir de los 200 kilómetros de altitud predomina el
oxígeno atómico frente al Nitrógeno, esta capa alcanza hasta los 1800 kilómetros. El límite
superior de la termósfera se confunde con la exósfera, cuya base se encuentra a unos 500
a 750 kilómetros de altitud que es la siguiente capa atmosférica y se prolonga hasta el límite
atmosférico superior. Allí las leyes de los gases dejan de cumplirse y suele estar formada
por átomos de Oxígeno, Hidrógeno y Helio, estando un 1% de estos átomos ionizados.
• Distribución de la presión:
• Perfil de la temperatura:
• Distribución de la humedad:
No existe una determinada ley para describir la distribución de la humedad del aire con
la altura, ya que la distribución del agua al estado de vapor es muy heterogénea.
EL SUELO
Se define al suelo como un sistema conformado por tres fases; una fase sólida que se
llama “tierra”, una fase líquida conocida como solución del suelo y una fase gaseosa que es
el aire del suelo. Las relaciones que existen a nivel volumétrico de cada uno de los
componentes (tierra-agua-aire) determinan las características físicas del suelo. Estas
relaciones son variables con los suelos, pero en término medio en un suelo apto para la
mayoría de los cultivos son; 25% de aire, 25% de agua, un 5% de materia orgánica y un de
45% minerales.
La fase sólida de un suelo está compuesta por un 0-10% de materia orgánica y el resto
es la fracción mineral. Esta fase sólida, denominada tierra, se caracteriza por su textura y
estructura. La textura se define en función del tamaño de las partículas individuales de la
fracción mineral del suelo; así partículas de hasta 2 micrómetros constituyen arcilla, de 2 a
20 micrómetros el limo, de 20 a 200 micrómetros la arena fina, de 200 a 2000 micrómetros
arena gruesa y de más de 2000 micrómetros la grava.
Las partículas del suelo se agregan junto con la materia orgánica en el suelo de distinta
forma, tamaño y dureza, dando lugar a la estructura del suelo.